No merece la
pena, entiendo, la fijación –raya la paranoia– de Podemos con el PSOE de Pedro
Sánchez. Me recuerda los gloriosos tiempos, ahora olvidados, obviados y
tapiados, en que Julio Anguita no halló mejor camino que aliarse con la derecha
popular. Sí, la pinza.
Como tampoco
el discurso del PP al insinuar que la gente tiene miedo ante un posible pacto
del resto de partidos. ¿Miedo nosotros o miedo ellos?
Así que debo
venirme para el pueblo. Donde ayer me llevé tremendo susto cuando pasé por
Realejo Bajo. Lo habían vestido de azul al completo. Se parecía a la travesía
de Icod el Alto. Pero no vi alusión a lo de España en serio. Después me dijeron
que era una festividad religiosa. Luego se quejan de si se relacionan asuntos
celestiales con vuelos de gaviotas. Esto de los colgaderos es la señal para
indicarte quién gobierna en cada pueblo sin tener que consultar. Pasa La Cruz Santa y nada más
pisar territorio villero (La
Perdoma), el azul se torna negro. Ya te conté que el
Photoshop se mangó las perras del color.
Leí que
Antonio Banderas debe pagarle a Melanie Griffith 60.000 euros mensuales de
manutención (acción y efecto de mantenerse). Pues la susodicha, a los 57 años,
debe gastar bastante en potingues y alimentos. Yo, que facturo unos tres
millones de euros en mi empresa de compraventa de inmuebles y vivo con cierto
desahogo, estoy apenado por no haberme casado con el malagueño. Y siento
idéntica envidia a la que se suscita en campaña entre los contendientes.
Y ya está,
vamos al meollo:
¿Se sabe algo
del vivero de empresas sito en el polígono industrial de La Gañanía? ¿Tiene alguna
actividad con la que poder disimular la inversión proclamada a bombo y platillo
por el ministro Soria? Ya que disponemos de Mercadona, Lidl, La Hucha, ¿por qué no
alcanzamos un acuerdo con cualquier empresa del ramo de la alimentación y. al
menos, cobramos un alquiler con el que pagar algún roto del presupuesto
municipal? Idéntico a lo que se debió haber hecho años atrás en la Casa de La Gorvorana. Si hubiese estado
habitada, muchos remiendos se habrían evitado.
Uno se
pregunta demasiadas veces si el deslinde de competencias se halla debidamente
regulado. Porque los esquemas se te rompen cuando acudes al ayuntamiento –la
institución más cercana al vecino, la que debe conocer toda la problemática
municipal– y te alegan que tu traba se debe al Cabildo, al Gobierno de
Canarias, al Ejecutivo nacional o a la mismísima Europa. ¿Y para que quiero
tantos representantes, todos excelentemente retribuidos, si no me solucionan lo
mío?, se pregunta el incrédulo ciudadano.
Viene ello a
cuento de los 8000 euros presupuestados para la rehabilitación de la Casona de Castro. ¿Cómo
explicarle al realejero que lo que se nos ha vendido tantas veces en estos
últimos años como el foco del cuidado medioambiental se halle expuesta al
vandalismo por un quítame allá unos miles de euros y por un supuesto dilema de
titularidad? ¿Acaso no hablan concejales y consejeros? ¿No simultanean cargos
algunos de ellos? ¿No presumen de sintonías y logros de muchos millones para
anillos y circunferencias?
Cuando me
enteré del montante económico, recordé la calderilla que lleva Soria en el
bolsillo para los cortados. Pero si es el sueldo de cualquier alcalde en los
meses de junio o diciembre. ¿No se les cae la cara de vergüenza? Aunque con
pasarse la pelota tendrán excusa para rato. Mientras, venga a incrementar el
listado, es decir, acaparar bienes inmuebles que luego se abandonan y caen
víctimas de la desidia. ¿Para qué dos alcaldes, dos concejales de Patrimonio,
otros dos de Cultura, uno de barrios y otro de edificios públicos? Así nos va
con tanta parafernalia. Luego les ocurre lo que a Mariano, juegan a la
escondidilla. Como hace unas semanas en El Toscal. ¿Ya tapiaron la puerta de
atrás en La Gorvorana? Porque la valla en la acera del costado oeste, amiga
Noelia, sigue estallada de risa.
Y el favor
final:
Para
olvidarnos de todo lo anteriormente escrito, échale una nueva visual a la
ilustración. Se trata, de una entrada a un festival solidario. Siempre la A. F. de Higa ha estado
ligada a los villancicos. De ahí nació (la tradición de Lo Divino) y sigue fiel
a sus inicios. Continúa recorriendo rincones perdomeros y lo recaudado lo
revierte en la organización de la
Cabalgata de Reyes.
En este 2015
suma otra noble causa. En la tercera edición de su Dicen que nació (Sala
Teobaldo Power) se cobrará una entrada a 2,50 euros. Hay fila 0, por supuesto.
Tampoco te pondrán mala cara si en vez del precio estipulado consideras que la
causa merece pagar algo más. Esta niña del Pago de Higa, aquejada de una rara
enfermedad, necesita un estudio más exhaustivo fuera de las lindes del
territorio insular. Y ello, desgraciadamente, supone un gasto que no está al
alcance de la economía de sus padres. Higa no ha querido mantenerse al margen y
ha dado un paso importante para destinar todo lo que se recaude en esa noche
del 19 del presente mes de diciembre para otro empujoncito.
Me imagino
que voces e instrumentos sonarán más conjuntados. Y con hilo directo a la
esperanza. Yo pienso acudir. Grano a grano, ya se sabe. ¿Llenamos el Auditorio?
Hasta mañana.
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