Me valgo de una foto del amigo Francis García Ramón (colgada
recientemente en Facebook) para ilustrar el comentario de hoy. Que intentará
hacer un somero repaso por las borrascas otoñales que azotan y asolan el
territorio insular en estos postreros días de octubre.
Y comenzamos por las atmosféricas. Que han vuelto a la senda
de asustar más y acertar menos. Amén de la dichosa manía de las susodichas de
atacarnos por la retaguardia. Porque en mis tiempos mozos (en el libro Pepillo
y Juanillo algo cuento) las lluvias venían por el mar que baña nuestras costas
norteñas. Y cuando se contemplaba aquellas imponentes columnas, se decía que
las brumas (lo de nubes vino más tarde) estaban cogiendo agua. Tampoco era menos
cierto el de cumbre clara y mar oscura, agua segura. Ahora las borrascas
atlánticas se han empeñado en dar un rodeo y enviarnos los aguaceros por el
sudoeste. Cuando no las remite directamente para Fuerteventura y Lanzarote. Que
también se las merecen, oiga. Con respecto a los fenómenos costeros, recordar
que la mar, cada vez que puede, siempre reclama lo suyo. Lo de estos días no es
una novedad. Hace décadas, una enorme piedra entró en la instalación del
elevador de agua de Gordejuela (el de abajo, el de la playa), que nadie se
explicaba cómo atinó la tremenda roca para encontrar el hueco de la única
ventana existente. Qué voy a contar yo que los ranilleros, por ejemplo, no
sepan. O los de Garachico.
Siguen las bajas presiones afectando el despacho de Santiago
Negrín. Y Victoria Palma ya no discrimina si los aguaceros caen de arriba hacia
abajo o los chubascos surgen de las profundidades de la tierra. Se avecinan
nuevos cambios con extraños fichajes. Que dan la impresión, eso parece, de
haber mucho más en la trastienda del voto de Ana Oramas y en el cuchicheo
retratado con la Cospedal. O en los no tan velados mensajes de Antona. Se le
avecina una buena a este PSOE canario que deriva más que un velero sin caña. En
transición de oeste a este, como estas vaguadas. Y tanto buen periodista
desperdiciado.
Debe haberse cansado Coalición Canaria de navegar con
zombis. Y revienta lo que menester fuere para comprobar la capacidad de aguante
de un socio que ya no tiene acceso ni a la cuenta de resultados. Bueno, sí, a
las pérdidas. Ni Granadilla, ni Puerto de la Cruz, ni Adeje, ni gaitas.
Traguen, y calladitos que me esperan en la puerta. Y machangadas, las justas,
que la pelota está en ‘vuestro’ tejado. El cañonero Alonso se halla bien
apostado y lo mismo le da a un anillo (insular) que rellena con sus obuses el
barranco de Güímar para general alivio de las carteras areneras.
Siguen emperrados estos socialistas en arreglar las columnas
del edificio desde el tejado. Y no se han sujetado previamente con arnés.
Claro, se pegan cada leñazo. La varicela federal ha provocado tantas ronchas
que los escozores (rascones, en canario) se reproducen como hongos. Y así se
encuentran con sarpullidos por todos lados. O las agrupaciones locales toman la
voz y la palabra de una vez por todas o van enfocados como el Titlis. No les va
a quedar ni la hélice de muestra.
La comisión gestora que ahora dirige ─¿qué dices?─ lo que
resta de la flota amenaza con expulsar a los diputados que voten no. Recen para
que no sean muchos. De lo contrario, cuando se inicie la revolución desde los
cimientos (pueblos, aldeas y comarcas), las pobres bases no van a saber cómo
empezar la andadura ni con quién o quiénes ir de la mano. A lo peor convendría
que todos los actores de esta película de humor negro se pegaran un tiro de
leche en polvo y acabaran esnifados perdidos. Sí, para refundir, más que
refundar.
Por si fuera poco el descenso barométrico, viene a resultar que el
comité federal que puso a Pedro Sánchez de patitas en la calle va a ser investigado
por el titular del Juzgado de 1ª Instancia número 14 de Zaragoza, quien ha
admitido a trámite la demanda presentada por un militante maño. Otro vórtice
tormentoso. Y menos mal que el Ebro guarda silencio.
Otro meteorólogo, un tal Rufián, portavoz adjunto de ERC, ha
pronosticado que el PSOE tiene de socialista y obrero lo que él de cura.
Hombre, con ese apellido puede que tenga razón. Aunque se le da bien lo de
repartir hostias.
Y concluyo con una marejadilla apenas. Leo que la contratación
navideña generará 11.725 empleos en Canarias. Chacho, ni la precisión de
expresidente Rivero. Estas encuestas, sondeos y vaticinios afinan cada vez más.
Yo no sé el porqué hay tanto cerebro desaprovechado. Menos mal que ya me queda
menos para compatibilizar pensión con cualquier otro quehacer remunerado. Y con
el nuevo pacto tendré garantizadas dos posibilidades: O me quedo en el pueblo
con Adolfo o me voy a Santa Cruz con Manolo. En este segundo caso sería con
horario liberalizado, como todos sus asesores. O trabajo on-line. Que uno ha progresado adecuadamente.
Si escapamos de las inundaciones de esta noche, la programación de
este artículo estará a tu disposición a partir de las doce (o las
veinticuatro). No olviden el paraguas. Y se nos va octubre.
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