Sábado, 26 de noviembre. Ha amanecido lloviendo. De esas
aguas serenas que tanto bien proporcionan a la agricultura. Días que se prestan
para castañas y vinos nuevos. Una lástima que no pueda ir a correr el cacharro.
Me pongo a escribir.
Sigue muriendo la gente. No hay aún gragea que nos permita
presumir de eternidad. Ya te puedes llamar Fidel, Rita o Marcos. Cuanto te
toque, adiós, muy buenas. De nada valdrán ya palabras compungidas que anuncien
el óbito, cuantos minutos de silencio se invente el personal o funerales de
mayor o menor porte.
Pero ciñámonos a otros aspectos más cercanos. Como las obras
en mi pueblo (Los Realejos, Tenerife, claro, ¿o ya no te acuerdas?), que nos
producen tantos quebraderos de cabeza como las colas de la autopista. Ahora
estamos inmersos en las de la calle de El Medio de Arriba. De las que nuestro
alcalde decía en agosto próximo pasado, cuando las daba a conocer con la foto
de rigor, lo siguiente: “El próximo lunes 29 de agosto darán comienzo las
demandadas obras, con una duración estimada de dos meses. Durante la ejecución
de los trabajos se mantendrá abierto el tráfico rodado en toda la calle,
exceptuando cortes puntuales y breves en el momento de la creación de los imbornales”.
Cuando lo leí, me acordé de las que manifestó Oswaldo Amaro
en la inauguración del estadio olímpico de La Longuera: “Lo mantendremos
operativo las 24 horas del día y los 365 días del año”. Vaya manía con querer
echarse aquello mayor que lo otro. El día que una obra pública finalice en el
plazo estipulado, se le agotan a los Toste los voladores.
Concluye noviembre, tres meses después del anuncio, y reconoce
Domínguez en las redes sociales que no queda otra, habrá que seguir cerrando la
calle para ejecutar las zanjas. Ya estuvimos entretenidos la pasada semana y
para esta que comienza no se vislumbran expectativas mejores. Los vecinos de
Los Príncipes, La Sombrera, La Azadilla, La Madre Juana, Icod el Alto… saltamos
de contentos y bailamos sobre una pata sola. Están las travesías de San Agustín
y Realejo Bajo bonitas para soportar la avalancha. Guaguas incluidas. O sube
por San Vicente, como alternativa. O ve a Los Cuartos. O sal por Los Barros.
Pero a Manolo le preocupa el estado de la TF-5. A la que los
realejeros accedemos tras muchísimos minutos de sortear conflictos. El día que
se queme una casa en cualquiera de los cascos, no llegarán los bomberos a
tiempo, salvo que habilitemos un helicóptero. Y si hay que evacuar a cualquier
herido, idéntica solución, porque la ambulancia, que yo sepa, aún no vuela.
Tranquilo, después te explico lo del título.
Hay un periodista, que no se ha destacado por ser un dechado
de virtudes en todo lo concerniente con éticas y deontologías, que acaba de
escribir: “La sinvergonzonería en el periodismo está llegando a límites intolerables”.
Y se quedó tan ancho. Aludía al tratamiento informativo habido para con Rita
Barberá. Pero como es de los que defienden el honor de las familias de los que
vilipendian a mansalva en tugurios audiovisuales, tanto crédito como el de los
que votan en un ámbito no incluir publicidad institucional en los mismos,
mientras en otro llevan a cabo todo lo contrario. Falsos. Y el susodicho
comunicador nos brinda: “Asier solo tiene un Tenerife un aliado fiel, un
perrito que le mueve la cola, Manuel Domínguez”. Tranquilo, mañana lo elevará a
los altares y ambos reirán la gracia en una buena cuchipanda.
Que no, no me he olvidado. Comisionaron a Francisco Linares,
alcalde villero e importante cargo orgánico de CC, para que arreglara ciertos
descosidos del pacto con el PSOE. Y si has seguido artículos anteriores, vengo
sosteniendo que no compondría nada. Y menos en el Puerto. Donde el comité local
ha acordado lo que estaba previsto y nadie va a ser expulsado. Porque si a la
debacle realejera se debe sumar otra en La Ranilla, los cimientos orotavenses
se irán a tomar viento fresco. Y por mucho que Paco diga hoy que serán
expedientados de ‘manera ipso facta’, mañana volverá a salir el sol y donde
dije… La única manera de acabar en Canarias con tanto mercadeo y trapicheo
baratos es hacer un pacto en el que la fuerza política descolgada sea Coalición
Canaria. Habrá que tragar sapos y cerrarse los ojos, pero que estos
insularistas redomados sigan actuando a su antojo y tomándole el pelo a quienes
sean sus compañeros de viaje en cada momento, va a ser que no. Y llevamos
décadas con estos procederes. Ya soltó el aludido negociador que como los socialistas
ya no tienen los mismos interlocutores (y el nombramiento de la gestora número taytantas no se ha producido), habrá que
iniciar una nueva negociación, un nuevo proceso. Como se creen indispensables y
ellos siempre han poseído la voz cantante, cárguenselos y verán que se les
diluye el chiringuito. Porque sin poder no son nadie. Curritos, carajo, que no
son más echaditos pa´lante porque no pueden.
No te preocupes, cuando yo lo vea dentro de poco le
preguntaré en qué diccionario encontró eso de ‘ipso facta’. Me va a contestar
que él no lo dijo. Yo también lo conozco un fisquito. Algo tuve yo que ver en
el parto de un festival internacional de folclore (Arautápala) y mucho él en su
desaparición. Presume de datos y memoria, pero, para lo que no le interesa, es
de palabra voluble. En los casos comprometidos es capaz de cambiar de opinión
con pasmosa rapidez. Hasta Isaac se ha ido dando cuenta.
Pues nada, hasta mañana. Hoy me entretuve con dos alcaldes
que son partidarios de limitar los mandatos. El día que sean serios, dejo de
escribir para siempre jamás.
Con esta hemos alcanzado la número 1992. Nos restan 8 (en
este blog).
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