Estaba pensando en esos políticos con duplicidad de cargos
públicos (amén de cualquier otro de tipo orgánico o de representante en
cualquier consejo de administración de empresas o similares) y me preguntaba a
“mí mismo mismamente” cómo podían salir a los medios de comunicación para
criticar o proponer soluciones para acabar con el paro en este país. O en esta
comunidad autónoma, que vamos, en ese aspecto, una hora por delante.
Ahí encontramos a Casimiro Curbelo, Belén Allende, Pedro
Quevedo, Olivia Delgado, Manuel Domínguez y tantos y tantos otros que son
capaces de atender multitud de calderos al fuego sin que se les queme una papa.
O el conejo. Otro día te cuento el chiste. ¿No crees tú –hasta yo lo estoy
cavilando– que este particular debería estar prohibido de manera tajante,
porque es imposible abarcar tanto? A no ser, me temo, que picotea aquí, picotea
allá, lo escarba todo y nada de nada. Como cuando de menudos nos mandaban a
coger la hierba para los conejos en la finca de La Gorvorana y nos advertían
que todo ‘ajecho’. Vocablo que jamás he visto escrito pero que significaba que
el manchón tenía que ser arrancado en su totalidad y no a base de mordiscos, como
cuando te pelaban y te dejaban ‘escaleras’ por todos lados. Claro, tú no
pasaste miserias.
La que sí vi plasmada en una información periodística fue súpertierra. Así mismito, con su
preciosa tilde. Que debería ser la que se cayó de una elegante ‘orbita’
(sustantivo, que no forma verbal de orbitar). Como ahora todo es súper, a la
RAE no le va a quedar más remedio que plantear cambios urgentes en los
superlativos, porque el muy y el ísimo no solo han quedado desfasados sino
también cortos, cuando no obsoletos.
Después, cansado de darle al coco, quise distraerme con el
repaso informativo diario. Es como una droga. Y tropiezo con la fotografía con
la que ilustro el presente post. Parece que a Podemos le sale otro divieso por
la parte andaluza. Y quiere independizarse. Ser como Colau o Carmena. Libres,
sin ataduras aparentes. Sí se puede, han concluido tras la reciente elección de
Teresa Rodríguez como coordinadora general. Y felicito al que captó tan
expresiva imagen. Con dos hermosos cuernos. Le crecen los enanos al señor
Pablo. Envidiosos. No quieren que sea solamente el PSOE. Necesitan meneos para
subsistir.
Y ya que menté al partido del otro Iglesias, no entiendo a
los periodistas que se empeñan en pretender vender titulares como “Comienza la
purga en el PSOE” o “El PSOE arrincona a los díscolos”. Vamos a ver. Toda
formación política se rige por unos estatutos. Y aquí se están aplicando, sin
más. Si eres militante debes atenerte a unas normas. Y si las incumples, sabes
que te expones a las sanciones pertinentes. Todo está regulado. Son las
servidumbres que se pagan. Si se acuerda votar no (las razones son tan volubles
como el pensamiento) y el cuerpo te pide lo contrario, bájate del autobús
(guagua en territorios insulares atlánticos). Así de sencillo. Y si tú,
reportero, comentarista, informador, articulista o lo que se tercie desconoces
este asunto tan trivial, a limpiar ‘farulla’. ¿Tampoco lo habías oído? Reitero,
claro, tú no pasaste miserias.
Después me entretuve en fijar la atención en algunos
titulares. Ingeniosos, como mínimo. “El aeropuerto de El Hierro crece un 13% en
octubre”. Madre mía, pobres vecinos de Tamaduste o La Caleta. A este paso van a
terminar engullidos. Cómo se expande el condenado. En un año o dos podrá
aterrizar el Antonov 225 para general regocijo de los fabricantes de
quesadillas. Y en cuatro o cinco, más superficie que La Gomera e incrementamos un
par de diputados.
“Los pescadores canarios podrían haber dejado de ganar unos
tres millones de euros con el cierre de la veda”. ¿El cierre de la veda? Seamos exactos. Veda es el espacio de tiempo
en que está vedado (prohibido) cazar o pescar. Más estrictos seríamos si
utilizáramos ‘levantar la veda’ o ‘establecer la veda’, porque si veda es
prohibición, el cerrarla, entiendo, equivaldría a decir que concluye el periodo
proscrito. Y es que entre cierre y veda existe una más que aparente
contradicción. ¿Verdad que te enrollé? Pues así me quedé yo tras la décima lectura
de este otro titular de ayer mismo.
Otra manía, la última por hoy, es la de atribuir a los lugares
donde se hallan las sedes de algunos organismos las capacidades que se sobrentienden
propias de las entidades en cuestión. Así Bruselas nos limita con sus disposiciones
económicas, Madrid no cumple los convenios de carreteras, Cataluña desobedece
al Constitucional y “Arrecife pide 16 años de cárcel para la exalcaldesa”. Qué
bien. Pues no me gustaría que alguien publicara que Los Realejos se queja al
Ejecutivo canario por la sanción del Fondo Canario de Financiación. Porque
somos muchos, y a las visitas al comentario de ayer me remito, los que no
queremos ser partícipes de las reiteradas campañas mercadotécnicas del señor
Domínguez. Si echas una visual a la columna derecha del blog, en la pestaña ‘Lo
más visto (último mes)’, habremos de ponerle el sello a la expresión ‘el algodón
no engaña’.
Van 1981, faltan 19. Hasta mañana.
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