Nos señala el DRAE que visibilizar es hacer visible
artificialmente lo que no puede verse a simple vista, como con los rayos x los
cuerpos ocultos, o con el microscopio los microbios. Transcrito lo cual,
entiendo que no siempre se está utilizando el verbo transitivo en cuestión con
la adecuada corrección. Valga a modo de lección gratuita porque entiendo
incompatible el cobro de la pensión con otros ingresos.
Interesante me parece la iniciativa del área de Bienestar
Social del ayuntamiento portuense que ha sido bautizada con el vocablo que da
título al presente artículo (de opinión, que parece una perogrullada, pero que
aún, a estas alturas de tan larga trayectoria, es conveniente destacar). En la
imagen vemos (advertimos, distinguimos, contemplamos, percibimos, descubrimos,
vislumbramos, avistamos, pero no, entiendo, visibilizamos) al concejal
responsable con el artilugio en la mano. Me refiero, claro, a esa especie de
termómetro que debe medir la temperatura de tu violencia (del ‘cabreo’),
definir la situación, poner nombre a lo que ocurre, percatarse del nivel de la
agresividad e intentar acabar con las conductas que provocan esas pérdidas de
control.
Se está llevando a cabo con alumnos de los institutos del
municipio, y colaboran los estudiantes de Trabajo Social de la Universidad de
La Laguna, en sesiones semanales. Obvio el aspecto dirigido hacia el sórdido
mundo de la droga y fijo mi atención en las acciones relacionadas con la
gestión emocional y entrenamiento del autocontrol. Leo en la información aparecida
en prensa que “determinados alumnos tienen dificultades para gestionar las
emociones negativas, como la ira, la rabia, el estrés y la frustración”.
Tras el agradecimiento al profesorado por su implicación en
el proyecto, “se espera que nuestros jóvenes se den cuenta de que los límites
son necesarios para una buena convivencia y para la salud física y mental”.
Loable, insisto.
Como el ayuntamiento portuense aparece, junto al realejero,
en la lista de donantes, vía publicidad, a cierto canal televisivo, de ámbito
bastante reducido en cobertura pero de una enorme pasión verbal, que practica ilegalmente
el terrorismo de las ondas, que extorsiona y amenaza, que vilipendia y
coacciona y el más amplio etcétera que insultos, injurias, agravios, ofensas, humillaciones,
ultrajes, desprecios, escarnios, mofas… puedan caber en mentes perversas y en lenguas
de triple filo, sería muy conveniente de que se extendiera el perímetro de las
acciones a poner en práctica con el plan que se ha dejado reseñado.
Nunca es tarde para aprender. Y aunque el paso de los años
pueda dañar la sustancia gris, siempre será posible, mediante el oportuno
entrenamiento, que se retorne a los cauces de la normalidad aunque los desvíos
previos hayan sido más que evidentes. Se me alegará que el árbol que ha crecido
torcido difícilmente podrá seguir progresando derecho como una bujía. Pero al
menos habrá que intentarlo. Los poderes públicos han de velar por la protección
de la ciudadanía. Y portes y modales dicen mucho de un pueblo. Por lo que la
conveniencia de modificar conductas y procederes queda fuera de toda duda.
Aunque el anquilosamiento neuronal sea notorio.
Concejal, aplique, pues, la medicina a otros enfermos más
graves. Porque Puerto de la Cruz merece atenciones y mimos. Somos el espejo en
el que se miran miles de visitantes. Y ahora mismo no pasamos del tristemente
famoso de la madrastra del cuento. No dude usted en facilitar que los ‘galenos’
del precitado proyecto crucen cualquier puente que les permita alcanzar el
costado oeste del Barranco de San Felipe. Como ya no podría denominarse un
ataque preventivo, lancemos una ofensiva sin paliativos. Porque también está en
juego el mapa sanitario en el apartado de enfermedades mentales raras.
Quedo a su entera disposición para ultimar cuantos detalles
crea menester. Sí, ya sé que nos encontraremos con mentes obtusas. Pero deberá
ser en los casos peliagudos donde se demostrará la eficacia de las tareas y la
consecución de los objetivos trazados. Ya lo decía al Padre Antonio (q.e.p.d.),
de gente cobarde no se ha plasmado una línea en la historia.
Muchísimas gracias por las numerosas visitas a la entrada de
ayer. El periodista debe golpear conciencias. Con urbanidades. Y fin a la
número 1986. Con 14 más haremos…
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