Domingo, 20-04-25
Intrépidos reporteros / desafían agua y viento: / ¿es mero
sometimiento / a los que aportan dineros? / Con procederes tan hueros, / la
desgracia siempre acecha / y puede llegar la fecha / en que un accidente grave
/ la fosa profunda cave / abriéndote fuerte brecha.
No es un circo el informar / porque sobra el espectáculo; /
no eres tú mejor oráculo / si te pones a fardar. / No se debiera jugar / con la
natura furiosa, / pues hacerte la graciosa / con el tiempo desatado, / no da el
fruto deseado / y la paciencia rebosa.
La natura es la natura, / desatada o contenida, / ella juega
su partida / y hasta nos pasa factura. / Hay que entender su postura / en
contra del atentado / que a ella hemos causado / destrozándole su herencia; /
no le pidamos clemencia / si está en juego su legado.
Nos vamos a los extremos / con suma facilidad, / no lo
haremos con maldad, / pero sensatez no vemos. / O fundamento cogemos / ─sobre todo periodistas─ / o son muchas las aristas / que
deberemos pulir: / ¿sería mucho pedir / sosiego a los analistas?
Lunes, 21-04-25
He vivido temporales / con huracanes severos, / increíbles
aguaceros / y hasta plagas de animales. / Causaron terribles males / los
voraces cigarrones, / que invadieron por millones / los cultivos y sembrados /
dejándolos esquilmados: / auténticas maldiciones.
No obstante, en la actualidad, / cuando caen cuatro gotas /
aparecen los berzotas / con su peligrosidad. / No lo digo con maldad / ni río
las previsiones / de los que entienden montones, / pero sí a los agoreros / que
se creen ingenieros / cuando dan sus opiniones.
En un asunto tan serio / dejen de hacer el payaso, / se debe
cambiar el paso / pues toca hacer magisterio. / No tiene mayor misterio /
dejarse de boberías, / luchando todos los días / por prestigiar el quehacer / y con decoro sostener / un micro con garantías.
Las botas para los niños / que en charquitos chapotean, /
pero no a ustedes que afean / labores con sus aliños. / No convencen esos
guiños / cuando informando tú estás; / no es al parque a donde vas, / sino a
currar seriamente / para decirle a la gente / lo que ocurre… y nada más.
A modo de conclusión:
Un mal día de estos –ignoro cuándo– va a volar una plancha
que causará un accidente irreversible. Y luego estaremos una semana
lamentándonos. Y todo porque prima el espectáculo antes que la información
veraz. Sin aditamentos ni boberías que no vienen a cuento. Es –debe ser– la
manera de entender el periodismo en la actualidad. En el que hemos pasado a
convertir en protagonista a quien no debe serlo jamás. Y un ejemplo
significativo lo encontramos en la televisión autonómica canaria. Y ya está.
Hasta la próxima.
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