miércoles, 30 de noviembre de 2016

De gira, qué chachi

De los tiempos en la escuela de La Longuera, con don Andrés Carballo como maestro, solo recuerdo una gira. Nos llevó al Botánico y a la playa de Martiánez. Allí nos dieron un bocadillo de dos galletas con un trozo de dulce. Me supo a gloria porque jamás había probado una exquisitez semejante. Los que nacimos, crecimos y nos culturizamos en medio de plataneras solo conocíamos un cacho  de pan con plátanos. Éramos ricos en potasio. Y nuestro tránsito intestinal funcionaba a las mil maravillas. Teníamos las pocetas de las huertas abonadas. Bueno, de las horas lectivas que pasábamos en aquel pedagógico salón también recuerdo, cómo no, la leche en polvo, allá a media mañana y el trozo de queso amarillo por la tarde. Inocentes, cándidos, pero bien sazonados.
Hemos cambiado con los años. Y como estos sujetos (y sujetas) de la historia que ayer nos conmovió en las redes sociales, son más modernos que un servidor, diremos que se fueron de excursión. Aunque al final, lo mismo acabaron de jira (merienda o banquete con regocijo y bulla). Satisfacción y algazara como la esgrimida por la responsable del gabinete de prensa del ayuntamiento villero cuando entraba en la guagua. ¿No viste el vídeo en Facebook? Sí, la que precede a Linares, más conocido ahora como el (des)componedor. Otros, no seré yo, lo tildan de Pinocho. Pues aquí te dejo el enlace por si te pica la curiosidad, aunque me da que ya lo estuviste viendo: https://www.facebook.com/CarlosAlonsoTF/videos/1821116961492867/.
No, Eva, no te sumes a la fiesta. Tú eres periodista. Por mucho que te debas. Y flaco favor prestas a la profesión con esas alegrías, sonrisas y cachondos buenos días. Que los políticos se avienen a festejos tales, a componendas de muy mal gusto por la burla manifiesta a los sufridores de verdad, cabría en el sucio juego de esta vorágine en la que se ha sumergido tanto culichiche. Pero a ti te pido un fisquito más de luz. Compostura, porte y buenos modales abren puertas principales. Y no siempre las de los vehículos de transporte público. Tengo una duda: ¿Iban también aleccionados los otros pasajeros del autobús? Qué ‘fisno’ me volví.
Reconozco ser un privilegiado al haber disfrutado de un trabajo cerca de casa. Y me alegro enormemente de que aquella posibilidad de ir a ocupar un puesto en la Consejería de Educación no saliera adelante. Puede que no hubiese aguantado un curso. Solo he sido víctima de estas colas cuando una vez jubilado he servido de chófer a varios familiares para trasladarse al HUC en esporádicas ocasiones.
Pero los que han soportado durante décadas este calvario, deberán hoy estar repudiando las poses de estos impresentables. Que no dudan en tomarle el pelo a todos aquellos que no les queda otra que tragarse diariamente este martirio. Seguro que a media mañana salieron de muchos consistorios norteños unos flamantes coches oficiales para ir a buscar a tan ilustres personajes y devolverlos a sus mullidas poltronas. Falsos. O, para continuar con la fiesta, retornaron en vehículos ‘cabilderos’ puestos exprofeso al servicio de sus ilustrísimas (caraduras).
Seguro que la montada estaba preparada de tiempo atrás. Y puede que la noticia haya provocado el que Aurelio (vicepresidente) y el consejero Miguel Ángel se adelantaran con otro vídeo https://www.facebook.com/aurelio.abreuexposito/videos/1012460615550190/ al respecto. Ni doy ni quito razones. Como siempre. Reconozco, sin embargo, que estos dos últimos son también víctimas de los atascos diarios. No obstante, se me ocurre preguntar –qué ingenuo soy– si no sería conveniente encerrarlos a todos en un cuarto, sin posible salida, y discutieran cuanto fuere menester hasta que el humo blanco en asunto de tanta trascendencia hiciera acto de presencia y los ahogara en las olas del mar de sus contradicciones. Ños, me quedó bonito.
Nos estás llenado la cachimba, Carlos Alonso. No entro a valorar los intentos de ruptura del pacto que te guían. Allá ustedes con cuitas y desencuentros. Pero si yo fuera uno de los que cada día me tuviese que levantar a las tantas para llegar a la capital a las cuantas, ya te habría llamado individuo. Como mínimo. Y a los que te acompañaron en la montadita de rigor, payasos. Después del espectáculo, para persistir en la tomadura de pelo, nos deleitas en Twitter con: “La culpa de 20 años de colas en el norte es mía. Resuelto el problema del culpable, ahora vamos a solucionarlo”. Todavía te gastas la cachaza (desvergüenza o descaro) de echar más leña al fuego. Yo no quisiera pensar que todo este tinglado viene a cuento de que es una consejera la que se halla al frente de las obras públicas en Canarias. Porque mira que han pasado unos cuantos coalicioneros (a lo peor tú estabas aún en el PP) sin que desde el cabildo tinerfeño se dijera mu. Y si la bombilla se te encendió y has atisbado soluciones por todas partes, no olvides otros temas sangrantes por este Norte (yo sí lo pongo en mayúscula), como pueden ser la estación de guaguas y la piscina portuenses.
Tan cabreado estoy que comulgaría ahora mismo con otro acuerdo político en el que CC fuera mandada a tomar viento fresco. Por carotas, aprovechados y jactanciosos. A freír chuchangos, que llevan toda la vida (autonómica) manejando los hilos. También los de carreteras. Y subieron a la guagua sin bono. Con el mérito añadido de pagar el billete completo. ¿No invitaba la COPE? Pues que abone Bernardo. Y que rece unas oraciones por si se produce un milagro como el de los panes y los peces. No, el del vino no, que hay que conducir.
¿Cabreado yo? Qué va. Enciende un fósforo y compruébalo. Energúmenos. Vayan a reírse de sus más íntimos, incluyendo asesores y parafernalias varias. Un par de buenas castañas serían convenientes. Como las que me eché ayer en Casa Julio, en El Mocán. A la salud de los iluminados.
Vaya manera de terminar el mes. O este artículo que hace el 1994. Queda un suspiro para subir a La Corona. Hasta mañana.

martes, 29 de noviembre de 2016

¿Hay o no hay?

Dinero sí hay (pregunten a Martínez-Pujalte y sus 3,5 millones en un solo año), pero mal repartido y peor administrado. Esta maldita crisis (para los de siempre), de la que, según dicen, estamos saliendo, ha venido a confirmar en toda su extensión la frase anterior. Algunos dejaron de hacer su agosto para forjar todo el año.
Mientras Gara, una joven güimarera ‘lucha’ por conseguir una pierna ortopédica deportiva que le permita sentirse realizada como cualquier chica de su edad, la señora alcaldesa del municipio sureño se va de excursión (segunda vez) a Sálvame, ese prodigio de programa televisivo solo equiparable a cualquier chanchullo de los alrededores. Y de camino la expedición se dará un salto al Valle de los Caídos (por Dios y por España). Ante la remota posibilidad de que derriben aquel monumento, Carmen Luisa entiende que el escombro valdría para rellenar unos pequeños huecos existentes en su localidad. Dios los cría…
Pero hoy toca no salir de este otro pueblo norteño, también regido por un mandatario popular (o populachero, mejor). Quien sigue fiel a sus principios mercadotécnicos, rodeado de toda una pléyade de asesores, y que no admite sugerencia alguna de aquellos otros cargos públicos, tan democráticamente elegidos como lo pudo ser él, porque prestar atención a sus propuestas supondría desmontar parte del chiringuito que ha creado para encumbrarse. No olvides de incluir, estimado e inteligente lector, el estudio fotográfico, medios de comunicación que doran la píldora a cambio de generosos estipendios y la amplia cohorte de aduladores ‘feisbucianos’ y corifeos mediáticos.
Se presume por estos lares de haberse aprobado los mayores presupuestos de la historia realejera. Ninguna novedad, entiendo, porque cada año que pasa debería ser así en buena lógica. Eso ocurría hasta en los lejanos tiempos en los que con unos pocos millones de pesetas se construyeron todos los centros docentes de los que ahora se jactan los respectivos concejales del área. Y sin liberados. Y sin secretarios ni amanuenses. Y sin fotógrafos. Y sin gabinetes de prensa (en aquella época los periodistas se lo curraban, ahora leen notas interesadas que remiten los ayuntamientos). Y sin coches oficiales…
Pero en esa dinámica se han sumergido todos. No crean que es asunto exclusivo del alcalde la Villa de Viera. Las componendas partidarias han hecho posible que las instituciones públicas se hayan convertido en agencias de colocación. Lo lamentable es que aquí no valen indicaciones que procedan de ámbitos diferentes a los de la Escuela Superior de Management y Máster MBA, de la Universidad de Wyoming (el estado yanqui menos poblado), en el Condado de Laramie, ni de Promociones Domínguez Morales Prodomo. Esos títulos académicos deben ocupar varios metros cuadrados. Me gustaría verlo.
He sostenido desde hace bastantes décadas que ya está bien de tanto enchufismo. De ubicar a dedo a los que figuran en la candidatura, y no salen elegidos, en puestos que se inventan con el único objetivo del sueldo. Para el que ni están preparados, ni existen criterios ni objetivos que justifiquen el acomodo. Los denominados cargos de confianza se han convertido en un auténtico sumidero. Sí, para las arcas públicas. Desagüe por el que se van dineros que bien podrían ser invertidos en facetas mucho más productivas. Tal es así que tú entras en las Casas Consistoriales y tropiezas con dos administraciones. La formada por el cuerpo funcionarial y la que yo mento como la de los piojos pegados. Y todo ello ha conducido a un notorio relajamiento de aquel que tenía desde siempre un cometido determinado y que ahora no sabe a quién debe hacerle caso ante tanto encargado. No, hoy no me apetece volver a sacar el caso emblemático del bien pagado Marrón. Sujeto que ha hecho posible el que la plantilla de la policía local siga estancada con la cada vez más acuciante problemática de tráfico y seguridad ciudadana. Con los voluntarios vamos escapando.
Me consta que tanto el PSOE como IU han mostrado su rechazo a los presupuestos de 2017 porque, entre otras cosas, el equipo de gobierno no quiere suprimir algunas mesas y sillas de su guachinche. Un puesto que se elimine de ese cúmulo del ‘personal de confianza’ (imagínate lo que se podría llevar a cabo con dos, tres o más), equivaldría a incrementar partidas de asistencia social, de dotación en educación, de potenciación de sectores desfavorecidos y, en suma, echar una mano a los que lo están pasando mal.
Si se reestructurara el tinglado de concejales liberados (parcialmente o con supuesta dedicación exclusiva) mediante un organigrama más efectivo, en el que no primaran los fraccionamientos o parcelitas de poder para contentar carteras y bolsillos (con la sangría económica que ello implica), a buen seguro que la máquina marcharía a las mil maravillas. ¿O es que acaso éramos extraordinarios aquellos que condujimos la nave allá por los ochenta del pasado siglo? ¡Ah!, que todo ha cambiado. Sí, por supuesto, para una mamandurria descarada e hipócrita. Y dejamos dietas y otros extras para nueva oportunidad.
El PP ha hecho caso omiso –lo volverá a hacer en ejercicios venideros– a las sugerencias que podrían desembocar en una mejora social evidente. Al tiempo, entiendo que así piensen, los grupos de la oposición (de CC nada se sabe, ni se le escucha, ni se le espera y parecen resignados a que Manolo envejezca –ríete tú de los dos mandatos– para que retorne su electorado: arréglalo tú, Linares, que eres un experto) plantean que pueden ser capaces de dirigir un ayuntamiento sin tanto adhesivo (pósit, en moderno). Téngalo, pues, en cuenta, para la próxima campaña y cuantifiquen datos, muestren cuentas, en definitiva, que el pueblo se entere. Que lo mismo está abducido con tanta foto y necesita una sacudida.
Bueno, hasta más ver.

lunes, 28 de noviembre de 2016

'Ipso facta'

Sábado, 26 de noviembre. Ha amanecido lloviendo. De esas aguas serenas que tanto bien proporcionan a la agricultura. Días que se prestan para castañas y vinos nuevos. Una lástima que no pueda ir a correr el cacharro. Me pongo a escribir.
Sigue muriendo la gente. No hay aún gragea que nos permita presumir de eternidad. Ya te puedes llamar Fidel, Rita o Marcos. Cuanto te toque, adiós, muy buenas. De nada valdrán ya palabras compungidas que anuncien el óbito, cuantos minutos de silencio se invente el personal o funerales de mayor o menor porte.
Pero ciñámonos a otros aspectos más cercanos. Como las obras en mi pueblo (Los Realejos, Tenerife, claro, ¿o ya no te acuerdas?), que nos producen tantos quebraderos de cabeza como las colas de la autopista. Ahora estamos inmersos en las de la calle de El Medio de Arriba. De las que nuestro alcalde decía en agosto próximo pasado, cuando las daba a conocer con la foto de rigor, lo siguiente: “El próximo lunes 29 de agosto darán comienzo las demandadas obras, con una duración estimada de dos meses. Durante la ejecución de los trabajos se mantendrá abierto el tráfico rodado en toda la calle, exceptuando cortes puntuales y breves en el momento de la creación de los imbornales”.
Cuando lo leí, me acordé de las que manifestó Oswaldo Amaro en la inauguración del estadio olímpico de La Longuera: “Lo mantendremos operativo las 24 horas del día y los 365 días del año”. Vaya manía con querer echarse aquello mayor que lo otro. El día que una obra pública finalice en el plazo estipulado, se le agotan a los Toste los voladores.
Concluye noviembre, tres meses después del anuncio, y reconoce Domínguez en las redes sociales que no queda otra, habrá que seguir cerrando la calle para ejecutar las zanjas. Ya estuvimos entretenidos la pasada semana y para esta que comienza no se vislumbran expectativas mejores. Los vecinos de Los Príncipes, La Sombrera, La Azadilla, La Madre Juana, Icod el Alto… saltamos de contentos y bailamos sobre una pata sola. Están las travesías de San Agustín y Realejo Bajo bonitas para soportar la avalancha. Guaguas incluidas. O sube por San Vicente, como alternativa. O ve a Los Cuartos. O sal por Los Barros.
Pero a Manolo le preocupa el estado de la TF-5. A la que los realejeros accedemos tras muchísimos minutos de sortear conflictos. El día que se queme una casa en cualquiera de los cascos, no llegarán los bomberos a tiempo, salvo que habilitemos un helicóptero. Y si hay que evacuar a cualquier herido, idéntica solución, porque la ambulancia, que yo sepa, aún no vuela.
Tranquilo, después te explico lo del título.
Hay un periodista, que no se ha destacado por ser un dechado de virtudes en todo lo concerniente con éticas y deontologías, que acaba de escribir: “La sinvergonzonería en el periodismo está llegando a límites intolerables”. Y se quedó tan ancho. Aludía al tratamiento informativo habido para con Rita Barberá. Pero como es de los que defienden el honor de las familias de los que vilipendian a mansalva en tugurios audiovisuales, tanto crédito como el de los que votan en un ámbito no incluir publicidad institucional en los mismos, mientras en otro llevan a cabo todo lo contrario. Falsos. Y el susodicho comunicador nos brinda: “Asier solo tiene un Tenerife un aliado fiel, un perrito que le mueve la cola, Manuel Domínguez”. Tranquilo, mañana lo elevará a los altares y ambos reirán la gracia en una buena cuchipanda.
Que no, no me he olvidado. Comisionaron a Francisco Linares, alcalde villero e importante cargo orgánico de CC, para que arreglara ciertos descosidos del pacto con el PSOE. Y si has seguido artículos anteriores, vengo sosteniendo que no compondría nada. Y menos en el Puerto. Donde el comité local ha acordado lo que estaba previsto y nadie va a ser expulsado. Porque si a la debacle realejera se debe sumar otra en La Ranilla, los cimientos orotavenses se irán a tomar viento fresco. Y por mucho que Paco diga hoy que serán expedientados de ‘manera ipso facta’, mañana volverá a salir el sol y donde dije… La única manera de acabar en Canarias con tanto mercadeo y trapicheo baratos es hacer un pacto en el que la fuerza política descolgada sea Coalición Canaria. Habrá que tragar sapos y cerrarse los ojos, pero que estos insularistas redomados sigan actuando a su antojo y tomándole el pelo a quienes sean sus compañeros de viaje en cada momento, va a ser que no. Y llevamos décadas con estos procederes. Ya soltó el aludido negociador que como los socialistas ya no tienen los mismos interlocutores (y el nombramiento de la gestora número taytantas no se ha producido), habrá que iniciar una nueva negociación, un nuevo proceso. Como se creen indispensables y ellos siempre han poseído la voz cantante, cárguenselos y verán que se les diluye el chiringuito. Porque sin poder no son nadie. Curritos, carajo, que no son más echaditos pa´lante porque no pueden.
No te preocupes, cuando yo lo vea dentro de poco le preguntaré en qué diccionario encontró eso de ‘ipso facta’. Me va a contestar que él no lo dijo. Yo también lo conozco un fisquito. Algo tuve yo que ver en el parto de un festival internacional de folclore (Arautápala) y mucho él en su desaparición. Presume de datos y memoria, pero, para lo que no le interesa, es de palabra voluble. En los casos comprometidos es capaz de cambiar de opinión con pasmosa rapidez. Hasta Isaac se ha ido dando cuenta.
Pues nada, hasta mañana. Hoy me entretuve con dos alcaldes que son partidarios de limitar los mandatos. El día que sean serios, dejo de escribir para siempre jamás.
Con esta hemos alcanzado la número 1992. Nos restan 8 (en este blog).

domingo, 27 de noviembre de 2016

Turismo y Folclore (XXIX)

Va la segunda entrega de la entrevista a Juan López.
A veces me parece que los grupos pecan de no ser capaces de transmitir no sólo la música, sino todo lo que conlleva a su alrededor...
Cuando un grupo sube a un escenario, lo hace para manifestar un mensaje. Y el mensaje debe ser: mire usted, yo estoy haciendo esto. Y esto viene de aquí. Y en estos momentos está en este lugar, porque yo lo he puesto y así lo he querido. Tiene estos orígenes y no lo hago por capricho. No es que me guste ponerle tres plumas al sombrero, o darle cuatro saltos a la isa, o le pongo dieciocho acordes disminuidos a unas malagueñas.
Y si lo hago, decirlo. Y si no lo hago, decir que se trata de una malagueña, que llegó a Canarias a finales del siglo XVIII, que fue un fandango en sus orígenes y que, poco a poco, se ha ido lentificando... Todo para que la gente sepa qué está oyendo, porque hemos pasado por 40 o 50 años de una laguna profunda de falta de conocimiento, total y absoluto, de la música tradicional. Y aún lo estamos pagando. La gente no sabe qué es lo que escucha.
La filosofía originaria de la escuela, ¿se ha modificado? ¿Marca alguna directriz el Ayuntamiento?
La Escuela funciona de una forma autónoma, es decir, tenemos presupuesto propio y un cierto margen para realizar actividades. Siempre, por supuesto, bajo la supervisión del Concejal-Delegado de Cultura. Lo que empezó como una Escuela, con unos cuantos monitores, se ha convertido en un monstruo. Hemos asumido gran parte de los cometidos del área de música del Ayuntamiento: coros escolares, bandas de música, corales mixtas, etc., etc.
Estamos intentando conseguir un todo armónico. Hemos crecido también en proyectos. Hemos creado un Festival Internacional de Folclore (hace 4 años), un certamen de Villancicos, de solistas, de trajes tradicionales, de comidas, fotografía, artículos etnográficos... Es mucho más que una Escuela.
Santa Cruz no se caracteriza por vivir cara al turismo. Pero, ¿hay actuaciones de los grupos santacruceros para el turismo? De ser así, ¿quiénes solicitan esas actuaciones?
Que yo sepa, ahora mismo hay tres tipos de corrientes de actuaciones para el turismo:
a) El puerto. Vienen cruceros y solicitan grupos folclóricos.
b) Para convenciones organizadas por estamentos residentes en Santa Cruz de Tenerife.
c) Exportación de grupos a los centros turísticos del Sur.
Cuando hay demanda vale cualquier cosa. Tenemos de todo, desde los que se niegan rotundamente a acudir a este tipo de actuaciones si no va el grupo completo, hasta los que no les preocupa lo más mínimo el que se decante un pequeño núcleo para estas ocasiones (4 ó 5 tocadores y 2 ó 3 parejas de baile).
Pero, afortunadamente, estamos lejos de la demanda que existe en el Sur o en Puerto de la Cruz. En este sentido los grupos de Santa Cruz están más aglutinados. Conservan mucho mejor sus parámetros fundacionales: grupos extensos, alrededor de 30 ó 40 personas.
¿Hay establecimientos hoteleros que tengan dentro de sus actividades el mostrar nuestro folclore al turista?
No hay ninguno. Con carácter ocasional, el Mencey. Piensa que los hoteles de Santa Cruz son muy pequeños y solo son utilizados como de paso.
Los grupos que se disgregan para ir a tocar cara al turista, ¿realizan su trabajo con la misma seriedad que si fuera el grupo al completo o van a escapar, ocurriendo lo que en Puerto de la Cruz, interpretando, incluso, temas que nada tienen que ver con el folclore canario?
Ocurre exactamente igual. Pero solo son unos pocos. Si acaso dos o tres.
No tienen ningún tipo de escrúpulos. Van a bodas, bautizos, a un hotel, a una convención, a lo que le echen. Les da igual. Están conectados con una agencia que se dedica a proveer de este tipo de grupúsculos a los hoteles y los tienen 3 ó 4 días a la semana por ahí. Como los llevan por muy poco dinero, y sus apetencias no son excesivas –se han vuelto conformistas–, tocan cualquier cosa.
Desgraciadamente es así, porque la demanda lo solicita. Aquí ocurre como en la vida: hay gente que se mantiene sin ceder ante las presiones, y otros a los que nada le importa y hacen cualquier cosa, como si les mandan a echar fuego por la boca.
¿Hay algún otro aspecto o faceta de nuestras costumbres, a través de las cuales estemos dando mala imagen al visitante?
Hay un tema que me resulta curioso. El Cabildo tiene la Casa de Carta: gran esfuerzo para plasmar la realidad indumentarial de Tenerife. Pero, curiosamente, ese mismo Cabildo, cuando llega el momento en que hay que hacer un regalo de trajes tradicionales o hay que presentar una pareja de gente vestida de maga, no utiliza esos trajes, en los cuales se ha gastado muchísimo dinero, sino que acude al archiconocido de La Orotava o de Santa Cruz. Es una incongruencia que he tratado en más de una ocasión con los responsables del Cabildo y no me han sabido dar una respuesta.
En general, las corporaciones tienen una idea nebulosa de que hay que apoyar la cultura tradicional, porque estamos en una etapa de nacionalismo, etc., etc., etc. Pero cuando hay que llevarlo a la práctica y manifestarlo como una forma de ser del hecho canario, se les olvida.
Se han hecho cosas positivas, pero traducir estas actitudes ante la opinión pública, y no solo canaria, no trasciende, solo queda en buenas intenciones. Queda como parte de un programa, no de una filosofía. Eso me llama mucho la atención y es un caballo de batalla constante.
Es una imagen distorsionada que se ha venido vendiendo (del conjunto de España: las castañuelas, sevillanas, toros y sangría) y no hemos sido capaces de erradicar. De Tenerife se creó un estereotipo, que se sigue vendiendo porque el turista cree que es lo único. Es lo que le hemos hecho ver. No conocen otra cosa y quieren contemplar lo que dice el folleto.
Arriba, en las promociones que se realizan, siguen insistiendo y cayendo en lo mismo.
(Le aludo a la embajada del carnaval a Alemania, en la que también participa el Cabildo, y  coincidimos en las reiteraciones de estos intercambios y promociones. Queremos seguir vendiendo sol, cuando ya no se lleva)
¿Hay alguna otra oferta de nuestras costumbres y tradiciones que se realicen para el turismo en cualquier otro sitio que conozcas?
En Santa Cruz contamos con un Centro de Artesanía en Anaga, donde existen 8 especialidades (cestería, palma, hilado de lana, malla, hilo, calado, roseta, bordado y rafia). En otros sitios también lo hay. En La Guancha se está haciendo muy buen trabajo. En La Orotava es un poco más divulgativo, profundizan menos, a pesar de que corre a cargo del Cabildo. Y poquito más.
La artesanía está invadida, e incluso potenciado por organismos canarios. Por ejemplo, la Feria de Arte hispanoamericano, subvencionada por ayuntamientos (entre ellos el de Santa Cruz) y Cabildo Insular. Traen a artesanos de allá a competir con los canarios. Y a estos no los subvencionamos, con lo que, tal vez, les estemos dando la puntilla definitiva. Es decir, no solo no se protege nuestra artesanía, sino que la ayudamos a hundirla.
A colación de tu respuesta anterior, ¿qué opinión te merece la desaparecida Feria de ferias de La Guancha?
Fue algo que merece todo nuestro reconocimiento, que un pueblo pequeño haya sido capaz, durante cinco años, de aglutinar a todas las gentes de la isla.
Maravillosa, única, excepcional y... políticamente odiosa para alguna gente. Por eso se la cargaron. Se terminaron las subvenciones, porque no interesaba... y se acabó.
¿Ha cubierto el recinto ferial santacrucero el vacío producido?
Jesús, no me preguntes algo del Juzgado.
Como trabajador de este sugerente campo, te habrá encontrado con grupos, casos y cosas que sonrojan a quienes pretenden realizar una digna labor. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Hay muy poca literatura, muy poco conocimiento transcrito sobre la realidad veraz, objetiva y absoluta de la música, la danza, la vestimenta tradicional en Canarias. Si unimos esto al que la mayor parte de los que practican folclore son gente de una formación cultural medio-baja, tenemos:
1º. Gente de pocos conocimientos.
2º. Poca capacidad de aprender.
3º. Cuando la tienen, no encuentran argumentos que los puedan orientar en el sentido adecuado.
Hacen lo que realmente creen. ¿Cuál es el problema? Que hay quien respetar esas horas de esfuerzo y trabajo. Y el que no ha estado en un grupo, no sabe lo que significa. Comparémoslo con el Carnaval: son dos semanas de fiesta; la gente se prepara durante dos o tres meses. Y punto. El grupo folclórico está todo el año. Los grupos del Carnaval están subvencionados. No sucede los mismo con el folclore...
Lo que no entiendo bien es la mentalidad obstruccionista, provocada, quizás por su propia serie de limitaciones culturales, de muchos de los directores. Porque los grupos son lo que los directores quieren que sean. Cuando el director se "emperra", se aferra a sus conocimientos y no es capaz de abrirse, y, simplemente, preguntarse si lo que hace está bien, o si hay alguien que le pueda enseñar, si hay alguien de quien pueda aprender... Cuando un director no es capaz de hacer eso, los grupos se cierran en banda y causan un grave daño.
Pero los grupos, con todo eso, no causan tanto daño como algunos medios informativos. Cuando en un programa de radio o de televisión se emite un programa dedicado al folclore, en el que todo sirve y todo vale, se está creando un confusionismo total y absoluto entre todos los grupos que miran o escuchan ese programa. Porque si aquel sale y el presentador dice que está bien, yo también lo puedo hacer, y lo voy a hacer.  Que salen vestidos de guanche y bailando la isa del Mencey Acaymo, y dando saltos diciendo que aquello es de rescate...
Si eso sale por televisión, al cabo de pocos meses hay 15 grupos haciendo lo mismo.
No solo es responsabilidad de los directores y los propios grupos. Es, sobre todo, de aquellos que por suerte, merecimiento o conocimiento, estemos en situación de influir en los demás. Y si no se hace, por comodidad o por ignorancia, eso sí que es grave.
Es difícil, porque ese señor, con limitados conocimientos, que ha estado años y años enseñando lo mismo, no va a reconocer jamás ante su grupo que aquello estaba equivocado. No va a aceptar el consejo de nadie que le oriente en otro sentido; entre otras cosas, porque no domina lo que debe corregir.
(Continuará)

sábado, 26 de noviembre de 2016

Turismo y Folclore (XXVIII)

16. Hablamos con Juan López
Tras haber quedado citados en un par de ocasiones, que fallaron por razones que no vienen al caso, se produce esta entrevista el lunes 30 de enero de 1995 en la sede central de la Escuela Municipal de Folclore de Santa Cruz de Tenerife. Por cierto, casi no llego. Creía yo, hombre de pueblo, que el Barrio de la Salud estaba conformado por cuatro casas y dos o tres calles, como ocurre por acá. Pues no, hube de pararme en más de dos ocasiones y preguntar para poder dar con el dichoso mercado viejo. Pero como preguntando se llega a Roma, y yo no iba tan lejos, este que escribe también encontró su particular Vaticano.
Con el ánimo de acabar temprano, manía de gente del campo, allí estaba a las siete de la tarde del día anteriormente reseñado. Pensaba yo que habría ensayo o algo así. Pero no. No funcionaba la Escuela como yo especulaba. Es algo que a lo largo de la charla quedó meridianamente claro.
Como hubo, al menos, un par de aplazamientos, y viendo que el entrevistado no acudía a la cita, comencé a pensar si el tema me iba a fallar en una nueva ocasión. Mientras aguardaba pacientemente, escuchaba aires de folías que algunas parejas bailaban en una de las salas destinadas a esta Escuela de Folclore. Una y otra vez se repetían las figuras de este aire típico para perfeccionar los pasos. En una de las paredes, un gran espejo, que servía de guía a las parejas, se convertía en fiel notario de lo que allí acontecía.
Solo fueron unos minutos de retraso. Pero Juan López acudió a la cita. Como estaba previsto. Solo habíamos hablado por teléfono con anterioridad. Era conocedor de sus andanzas en el mundo del folclore, pero muy poco más. Fue a requerimiento de Juan  de la Cruz como llegué a esta entrevista. Gracias a él fueron los contactos habidos. Incluso, en más de una ocasión me valió de intermediario.
Pequeño currículum
Empecé en 1975 con la extinguida "Coros y Danzas de la Sección Femenina" en Santa Cruz de Tenerife. Al poco tiempo de entrar, hicimos un viaje de 40 días de duración por la Península. Con anterioridad no había tenido ninguna relación con la música tradicional ni con el baile. Al llegar de este viaje, "Coros y Danzas" de la capital desapareció. 
Junto con otro compañero, que había hecho también esa gira, confundamos "Verode". Allí estuve dos años. Luego pasé a la "Masa Coral Tinerfeña" y más tarde a "Los Majuelos", donde estuve desde el 79 al 89.
En 1989 me propusieron dirigir esta Escuela Municipal. Consideré que no era ético dirigir a un grupo, mientras que por otra parte era responsable de la posible contratación de grupos, y abandoné Majuelos.
Pero Los Majuelos llevan más años...
Sí, lo que pasa es que nació como una pequeña parranda que se fundó en 1968. Posteriormente se convirtió en un grupo masculino, al estilo de Los Sabandeños. Incluso adoptaron la manta y tocaban los mismos temas (estaban dirigidos por un componente de aquel grupo).
Llegó un momento, las copias siempre suelen ser malas, en que el grupo se replanteó la situación y me llamaron. Intenté introducir nuevos elementos en su dinámica, porque primaban los grupos masculinos estáticos. Y no es que fueran elementos nuevos en la música tradicional, pero sí en la folclórica: presencia de la mujer, la danza y, sobre todo, el tema de la vestimenta tradicional, que no estaba contemplado en los grupos de la época (Chincanayros, Verode, Sabandeños...[Tenerife], Sancochos, Gofiones...[Gran Canaria]), y otros muchos que surgieron al amparo de los iniciadores, Los Sabandeños.
¿Cómo se produjo la entrada en el folclore?
Mi incorporación a este mundillo fue casual: pasar por el local de ensayo de Coros y Danzas, oír tocar, entrar para ver qué era aquello... Y lo que también ocurre ahora: como hacía falta gente, me apunté y aquí estoy.
Y en esa renovación de Majuelos, ¿tuvo algo que ver Juan de la Cruz?
De entrada quisimos formar un cuerpo de baile y quitarnos la manta. Esa fue nuestra primer pretensión. Pero nos planteamos, ¿qué podíamos ponernos? Tenía claro que no iba a ser el traje negro de la zona de Santa Cruz-Laguna ni el de La Orotava. Eso me parecía partir de una base falsa: la uniformidad, que no se ha llevado en ninguna de las culturas tradicionales que, al menos, yo conocía. Alguna idea tenía al respecto por mis estudios de Geografía e Historia, que me habían introducido en las costumbres del folclore tradicional. Afortunadamente, me encontré con Juan de la Cruz. Me reafirmó en mis planteamientos y nos orientó. Apoyó la idea y nos documentó sobre el particular.
¿Es la Escuela un aula de enseñanza o lleva implícito algo más? ¿Se compone de varias secciones? ¿Hay dentro de ella un grupo estable?
No, aquí no funcionamos como grupo. Por una razón:
La Escuela se crea en base a una demanda que existía en aquellos momentos. Fue  en 1985 cuando el entonces alcalde Manuel Hermoso me pide que presente un proyecto destinado a atender la demanda de conocimientos sobre música, danza y vestimenta tradicional. En Santa Cruz existía, a diferencia de Adeje y Arona, ejemplos que tú me has puesto, multitud de grupos folclóricos. No hacía falta crear otro más, para competir con el resto.
Los objetivos eran:
1º. Apoyar lo que había.
2º.  Realizar una labor pedagógica y didáctica acerca de cuáles podrían ser las mejoras posibles a aplicar a estos grupos ya constituidos.
3º. Enseñar a aquella gente que quisiera formar otros grupos o incorporarse a los ya existentes.
La labor, pues, era formativa, potenciadora y recuperadora. Santa Cruz es muy grande y todavía quedan, afortunadamente, muchas manifestaciones de gran interés etnográfico. El proyecto estuvo, sin embargo, casi cuatro años esperando a que se le diera el visto bueno. La ubicación física de la Escuela está en el Barrio de la Salud, pero lo que pretendemos, dada la extensión del municipio, es intentar llevar la cultura tradicional a todos los barrios donde se demande. Centralizar la idea hubiese sido matarla, acabar con los parámetros que se había previsto y por los que se había fundado: nosotros ir a los vecinos, no al revés.
¿Y se está atendiendo realmente a todos los barrios?
El año de nuestra mayor expansión, que fue el 93, atendimos al 62% de las Asociaciones del municipio, bien en música, danza o artesanía, y cerca del 70% de los centros docentes de E.G.B., con un total de 5000 alumnos mensuales. Empezamos, normalmente, con muy poquitos, unos 200. Pero en apenas dos años, pasamos a más de 2000.
¿Se comprometen a algo las Asociaciones o Colectivos que soliciten estos servicios?
Lo único que aportan es un salón de ensayo y una convocatoria que hacen entre sus asociados. El resto nos corresponde a nosotros: material, monitores... Es, pues, totalmente gratis.
Por algunos cursos monográficos que se hacen aquí, en el centro coordinador, sí se cobra una cuota módica. Ahora mismo estamos llevando a cabo cuatro talleres por los que se paga 1000 ptas.
¿Hay algunas Asociaciones que no han querido acogerse por tener ya algún grupo organizado?
Sí, hay unas 120 Asociaciones de Vecinos, de las cuales atendemos, aproximadamente, un 60%. El resto prefiere otro tipo de actividades. El Patronato de Cultura tiene una oferta muy amplia de actividades. Lo que engloba la cultura tradicional está ocupando el primer lugar en demanda del número de alumnos. Pero hay quienes prefieren corte y confección o inglés o mecanografía, antes que baile o instrumentación
¿Están todos los grupos radicados en Asociaciones de Vecinos o existe otro tipo de entidades?
A raíz de la fundación de la Escuela y el comienzo de la labor de asistencia de los monitores, se han formado nuevos grupos en algunas Asociaciones. Pero sí existen otros muchos de carácter completamente independiente. A esos también les asesoramos cuando quieren aprender algún baile, sacar otro tipo de vestimenta, investigar sobre algún aspecto musical. Bien vienen ellos aquí o solicitan nuestra presencia.
¿Existe mucho material que se haya rescatado?
Algunos de los barrios de Santa Cruz son eminentemente rurales (Llano del Moro, Cordillera de Anaga, Taganana, Afur, Roque Negro...). En estos lugares quedan todavía estilos y géneros, que, de no ser aquí, ya se han perdido, no solo en Santa Cruz, sino en toda la isla. Así nos hemos encontrado con:
Un auto sacramental de los Reyes Magos en Taganana, un pasodoble anaguero, un estilo de malagueñas corridas, muy raras, también en Anaga (cuyos parientes más próximos están en Fuerteventura o Lanzarote). Un estilo de cantar seguidillas o folías en Llano del Moro y Taco, totalmente diferente. Incluso en el propio casco de Santa Cruz, esponja de un éxodo rural evidente, nos hallamos con temas propios de esos lugares de origen (Gomera, La Palma, Fuerteventura).
¿Qué opinión te merece, al hilo de lo anterior, las consideraciones de algunos grupos de no interpretar temas de otras islas?
Debemos partir de la base que hay una cultura tradicional muy desconocida. Fundamentalmente Tenerife no es otra cosa que una isla, y aquí ha llegado todo. Por lo tanto está sujeta a las mismas oleadas musicales, artísticas e indumentariales que el resto de las islas. A Tenerife llegó lo mismo que a Lanzarote o El Hierro. Cierto es que cada isla tiene sus peculiaridades. Por eso, el repertorio común de los grupos es muy cortito. Hay, no obstante, constancia de géneros que habiendo desaparecido aquí existen aún en otras islas.
No debemos caer en chauvinismos caducos, porque, de seguir así, "El tango de la Florida" habría que bailarlo solo allí. No coincide lo que conocemos ahora, con lo que se tocaba y bailaba hace 150 años. La mayor parte de los géneros, música y danza son  comunes a todas las islas. Aunque existe una serie de temas propios de cada isla y que son muy respetables. Y para poder interpretarlos hay que hacerlo con sumo cuidado y respeto.
Seguidillas, malagueñas, isas, sorondongo... existieron –y existen– en todas las islas, porque fueron producto de sucesivas oleadas perfectamente documentadas. No debemos, ni en esto ni en otros casos, mirarnos continuamente el ombligo, creyendo que lo de nuestra isla, nuestro pueblo, nuestro barrio, nuestra calle o el patio de nuestra casa es lo mejor y lo único. Formamos parte de toda una corriente cultural muy importante. Y en la diversidad  está la tradición.
Debemos diferenciar entre música tradicional y folclore. La música tradicional es aquello que nuestros antepasados bailaban y tocaban, y que la utilizaban como un medio de expresión. Cuando esto se ha reconvertido para subirlo a un escenario, para darlo a conocer, ha pasado a ser folclore.
La creatividad existe. En música, como en cualquier otra faceta del arte, cada cual siempre pone algo de su propia cosecha. El estancamiento no existe. Que sea bueno o malo depende de la filosofía de cada cual. Pero existe, eso es indudable.
La alteración vale porque existe; no podemos tacharla, ignorarla. Lo que ocurre es que hay que hacerla bien. Si se crea, o se recrea, algo, decir siempre de dónde procede y a qué se ha acudido para hacerlo.
(Continuará)

viernes, 25 de noviembre de 2016

El valor de un pedo

Otra semana que finaliza (sábados y domingos no se trabaja) cargada de acontecimientos por donde quiera que te vires. Y la cerramos con el éxito incontestable de una ventosidad que expele linda moza bajo el agua por el lugar que te puedes estar imaginando. Cierto artista israelí colgó el vídeo de la secuencia en Internet y ya ha alcanzado unos cuantos millones de visitas. Qué bellas burbujas. Si este hecho hubiese ocurrido en aquellos tiempos que no teníamos ni máquina de escribir, lo habríamos tildado, directamente, de guarrería, pero ya sabes que todo cambia y el progreso trae, a veces, malos olores aparte de quebraderos de cabeza.
Como los que debe estar sufriendo Carlos Alonso, presidente del cabildo tinerfeño, que sigue tensando la cuerda. Y ha creído ver en la consejera, y conejera, Chacón la diana perfecta en la que ejercitar su manía disparadora para acercarse más a sus orígenes populares. Las colas de la TF-5 han surgido de improviso, de la noche a la mañana. Lo descubrió el otro día mientras consultaba a la bola de cristal que le prestó otro presidente. Y en ella no atisbó el pasado de varias décadas en que esa Consejería estuvo dirigida por diversos cargos de CC. El mencionado otro presidente, dueño, además, de elegante cochinito de oro, obvia que en determinado municipio norteño el caos circulatorio es de órdago. Claro, como él está normalmente fuera, ni se entera.
Cuando accedas a estas líneas, ya los ‘nacionalistas’ portuenses habrán dicho que nones a la moción de censura. Y Marco (quien alabara hace apenas unos días la magnífica labor de una radio municipal ante el que precisamente hace todo lo contrario a lo que el sentido común dicta para un medio de comunicación de estas características) deberá seguir esperando. Mientras, a su partido, el PSOE, le habrán disparado por enésima vez tremendo gufo en la línea de flotación al grito de: ¡Toma pacto! Y es que CC cuando se lo echa, se lo echa. Y cada cual eructa por donde cree conveniente.
Saben ustedes que ahora mismo el PSOE está descabezado. Aquí y allá. Aunque por estas ínsulas sin ni siquiera gestora. Dicen que les está costando aunar todas las sensibilidades. Y por ello –las redes sociales son el demonio– nadie se calla y muchos se postulan. Hasta Jerónimo Saavedra que debería guardar respetuoso silencio por el puesto que ocupa, habla de sectarismos internos. Vaya novedad.
Juan Fernando olvida que ya estuvo, que obtuvo unos buenos resultados electorales, y que se mandó a mudar. Ahora reconoce que la situación es crítica y se postula para volver con su guitarra. Ya ejercitó, coro incluido, hace escasas fechas en torno a una buena cuchipanda. Ha declarado a diestro y siniestro. Lo entrevistan cada tres por dos. Y nadie le pregunta por qué demonios se fue. Si existe desaguisado en la organización, algo de culpa tendrás por haberlos dejado abandonados.
En La Frontera (El Hierro) se consumó la moción de censura. Desde Las Puntas hasta Sabinosa se han escuchado epítetos de todo calibre. Hubo declaraciones y llantos para todos los gustos. Uno que no ha tanto dijo que implicaría graves consecuencias en el pacto regional y amenazó con dejar su puesto de consejero –sí, Narvay, va por ti– reconoce en la actualidad que aquella isla quedaba fuera del paraguas pactista y que ya no se va. ¿A quién le amarga una quesadilla? ¡Ay!, lagartos… de Salmor.
Pero en todas partes cuecen habas, o guisan judías. Que son buenas, como muy bien sabemos, para que el tránsito intestinal desemboque adecuadamente en el punto de referencia. Al tiempo que CC en Tenerife se ha aprovechado de los viejos hasta límites que rayan la desvergüenza (cuánto bocadillo de mortadela), la presidenta de la gestora (¿otra?) en Las Palmas de Gran Canaria acusa al ayuntamiento del uso partidista de los centros cívicos y locales sociales. Como gobierna un tripartito, no sé si la denuncia es conjunta o separada. Yo le aconsejo que se venga a La Orotava, por ejemplo, y Linares la pondrá al corriente de las incursiones políticas en los movimientos vecinales.
Para exabruptos los que se manda Rafael Andrés Hernando Fraile, portavoz del grupo parlamentario popular. Si los de abajo le salen igual, agüita. Menos mal que este blog de pueblo es más limitado que el alcance de muchos políticos, que si no me habría tildado de hiena que muerde. Ese no ha visto circos con animales por estos lares. Y es que el fallecimiento de Rita Barberá ha dado para mucho. Menos mal que dentro de unas horas, a otra cosa.
Perdonen que hoy haya salido el asunto tan aerofágico, pero es que hay días con demasiadas diarreas. También las mentales, por supuesto. Como las de alguien que afirmó que la calle de El Medio de Arriba no iba a ser cerrada al tráfico, salvo en momentos puntuales, con motivo del arreglo de su acerado.
Recuerden que mañana y pasado podrán leer las entregas antepenúltima y penúltima de Turismo Y Folclore, con la entrevista a Juan López, uno de los fundadores de Majuelos y en aquel entonces director de la Escuela Municipal de Folclore de Santa Cruz de Tenerife.
Sean felices.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Minutos de silencio

Ayer fui a la piscina municipal. Al igual que lunes y viernes. Antes de las 8 ya estoy tocando el timbre (puerta de atrás) para darle menos trabajo a la pata. En los primeros días debía bajar en la silla habilitada para minusválidos, pero ya soy capaz de acceder a la pileta por la escalera. Aún cuesta algún esfuerzo. Paciencia me decían todos, incluido el traumatólogo, y en ello estoy. El progreso, no obstante, es evidente. Lento, ya lo sé, mas no queda otra.
Camino más que nado. Y como la climatización funciona, los 26 o 27 grados (centígrados) te mantienen adecuadamente. Mucho más cuando echas una visual al tablero electrónico y te indica que en el exterior la temperatura es la típica de Realejo Alto, por debajo de 20. Lo que sí está mal es la techumbre. Esa cubierta metálica ya muestra síntomas evidentes de caducidad. Tanto que cuando llueve, las goteras son abundantes. Y tú me dirás que si te estás bañando, qué importancia tiene el hecho. Y como tienes razón, te la doy y punto.
Remojándome estaba, cuando aparece un amigo y me da la noticia del fallecimiento de Rita Barberá. Comentamos un par de minutos que ahora se repartirían culpas a diestro y siniestro, porque la muerte actúa como un bálsamo. Para el difunto, por razones evidentes. Para los que seguimos por estos vericuetos, porque el pasado queda borrado ipso facto y el fallecimiento establece tabla rasa. Todos pasamos a ser buenos después del óbito. Cuando ya no te vas a enterar. Lo que demuestra fehacientemente que somos más falsos que una moneda de cinco euros.
Cuando llegué a casa tocó la ración diaria de prensa. No hace falta contarte qué información acaparaba todas las cabeceras. Y la redes sociales ardían con todo tipo de comentarios. Laudatorios los unos, denigrantes los otros. Elegías y panegíricos, pero también sarcasmos y actuaciones que ponen en duda nuestra condición de racionales.
A pesar de que no piso una iglesia ni domingos ni fiestas de guardar, cuando asisto a un entierro intento ser lo más respetuoso posible. Acudo a la ceremonia fúnebre y guardo el debido silencio porque entiendo que muchos de los allí congregados ‘viven’ los oficios. Lo mismo te traslado de bodas, bautizos y demás. Y en cuestión de creencias, dogmas y fes, cada cual dicta sus principios.
Hay actitudes que no comparto. La de aquellos que confunden meros gestos de cortesía, de buenos modales, de educación, en suma, con homenajes políticos que no vienen a cuento. No estoy de acuerdo con los que aprovechan cualquier ocasión para los exaltamientos del bien quedar, ni con los que establecen discriminaciones por inconsistentes tesis políticas baratas. Tan demagogos que apenan.
Se han  pasado todas las fronteras, cada uno tendrá sobre su conciencia lo que se ha dicho, queda ahora la duda al no poner demostrar su inocencia… Argumentos defensivos que no contribuyen al necesario sosiego. Del otro lado, minutos de silencio no compartidos y comparaciones que no vienen a cuento. Volver a enchufar el ventilador con explicaciones que confirman regímenes altamente peligrosos.
Gusta a unos cuantos poner listones bien altos. Pero cuando se viran las tornas no se ruborizan en cambiar discursos a conveniencia. Nos tildan de tontos cuando no compartimos sus ideas, pero no dudan en calificarnos de idiotas cuando la tortilla se dio la vuelta.
Puede que todos hayamos contribuido a este clima de enfrentamiento. Y el recurso del minuto de silencio ha sido tan choteado que nos hemos vuelto escépticos. Y poner en la balanza quién y quién no merece las consideraciones y respetos se ha vuelto ejercicio asaz complicado. Exteriorizar una posición de puertas adentro y convertir estos aconteceres en espectáculos televisados ha desembocado en tiras y aflojas lamentables.
Culpables somos todos. Pero los que se presentan como adalides de la regeneración y fieles exponentes de jóvenes sobradamente preparados no muestran los mimbres requeridos ni la cordura necesaria. Esa hornada de universitarios, aparte de fagocitar una formación política de dilatada trayectoria democrática, flaco favor prestan con aspavientos y poses cara a la galería. Demasiados sectarismos. Y no creo que la solución a los fallos del sistema venga de la mano de estos fanatismos. Me han vuelto a defraudar.
Y hacemos la número 1988. Nos quedan 12.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

El anuncio navideño

Constituye, como cada año, el anuncio navideño de la lotería nacional todo un acontecimiento. Sujeto, claro, a los más diversos pareceres. Cuestión de gustos o colores, se diría. “En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira, / todo es según el color / del cristal con que se mira”. (Ramón de Campoamor, 1846, en su poema ‘Las dos linternas’, de su obra ‘Doloras’)
He leído con suma atención muchísimos comentarios al respecto. Los más, de carácter laudatorio. Debemos reconocer que la agencia logra tocar la fibra de la gente. Y como siempre estamos prestos por si cae, a gastar unos euros en los décimos de rigor y, además, soñar es gratis a construir castillos en el aire, bienvenidos sean estos gastos superfluos. Cuando el 22 de diciembre haya hecho acto de presencia el tan codiciado ‘Gordo’, compensaremos las aflicciones de los millones de desconsolados con los brincos, abrazos, brindis y risas de los escasos agraciados. Este año no será una excepción. Nos quedará la tremenda suerte de haber recuperado lo jugado (qué mentira más piadosa) y a la espera de que El Niño ponga el resto. Es decir, la mano para llevarse los reintegros y las aproximaciones.
Debo manifestar, sin más dilación, que a un servidor no le convenció. Puede que ya me halle próximo a la edad en la que los achaques suelen ser frecuentes. Y debí relacionar el despiste de la maestra jubilada con una enfermedad que causa estragos. Puede que el conocerla en ámbitos cercanos haya añadido un plus de desconfianza. Y uno piensa, se piensa, si no existe en el entramado una falta de respeto hacia quienes sufren esa lacra que rompe estructuras arraigadas como puede ser la familia.
La agencia Leo Burnett se defiende alegando que la historia narrada es mera ficción publicitaria. Claro, como toda película que se precie. Ya se sabe, cualquier parecido con la realidad… Solo, se manifiesta, pretendimos dar a conocer el enorme cariño de tres generaciones de una familia y el afecto de todo un pueblo hacia Carmina, la maestra, su maestra. No lo pongo en duda. Pero el trasfondo me ha descolocado.
Si yo sostuviera que la protagonista sufre un trastorno neurológico con pérdida evidente de memoria, de la percepción y del sentido de orientación, no creo que discrepes demasiado con mi apreciación. Que no ha sido la intención el destacar esa característica, entiendo, debe quedar fuera de toda duda. Pero ese poso (el trasfondo, que menté antes) que subyace en el nudo, en el argumento, me ha puesto a la defensiva. Repito, pueden ser las primeras derivas de una edad provecta. O los restos de un díscolo redomado.
¿Falta de respeto? No llegaría a tanto. No entra en mis ya reumáticas neuronas que tal cuestión haya pasado por la imaginación de los publicistas. Pero ellos, mejor que nadie, saben de las debilidades y flaquezas de la mente. Y explotar sentimientos es factor importante para ganar adeptos en un mundo en el que la competencia juega papel primordial. Y cuantos más vean, y opinen, mejor. Insisto, no quisiera pensar que hayan jugado con trampa. Concedo el beneficio de la duda. Aunque hay momentos en que el revoltillo cerebral parezca indicarme lo contrario.
Juega una baza importante en favor de esta opinión, si no negativa del todo al menos reacia, el hecho de que desde hace muchos años no me sumerjo en la dinámica y solo compro el décimo que reparto con tres compañeros del gremio docente. Ellos hacen lo mismo. Alguna comida, en algún guachinche ha caído.
También es verdad que el periodo navideño no es santo de mi devoción. No comparto la vorágine consumista que ha devorado ilusiones y otros parámetros por los que se regía esta época del año. Y el peso del paso del tiempo te va minando. Oye, pero aplaudo la actitud de los que le ha gustado, han sacado a la luz su vena sensible e, incluso, han soltado una lagrimita. Aunque con las lluvias no se haya notado. Qué buenas estas agüitas para esas papas que ya están rompiendo la tierra.
Y concluimos: 1987 y 13.

martes, 22 de noviembre de 2016

Violentómetro

Nos señala el DRAE que visibilizar es hacer visible artificialmente lo que no puede verse a simple vista, como con los rayos x los cuerpos ocultos, o con el microscopio los microbios. Transcrito lo cual, entiendo que no siempre se está utilizando el verbo transitivo en cuestión con la adecuada corrección. Valga a modo de lección gratuita porque entiendo incompatible el cobro de la pensión con otros ingresos.
Interesante me parece la iniciativa del área de Bienestar Social del ayuntamiento portuense que ha sido bautizada con el vocablo que da título al presente artículo (de opinión, que parece una perogrullada, pero que aún, a estas alturas de tan larga trayectoria, es conveniente destacar). En la imagen vemos (advertimos, distinguimos, contemplamos, percibimos, descubrimos, vislumbramos, avistamos, pero no, entiendo, visibilizamos) al concejal responsable con el artilugio en la mano. Me refiero, claro, a esa especie de termómetro que debe medir la temperatura de tu violencia (del ‘cabreo’), definir la situación, poner nombre a lo que ocurre, percatarse del nivel de la agresividad e intentar acabar con las conductas que provocan esas pérdidas de control.
Se está llevando a cabo con alumnos de los institutos del municipio, y colaboran los estudiantes de Trabajo Social de la Universidad de La Laguna, en sesiones semanales. Obvio el aspecto dirigido hacia el sórdido mundo de la droga y fijo mi atención en las acciones relacionadas con la gestión emocional y entrenamiento del autocontrol. Leo en la información aparecida en prensa que “determinados alumnos tienen dificultades para gestionar las emociones negativas, como la ira, la rabia, el estrés y la frustración”.
Tras el agradecimiento al profesorado por su implicación en el proyecto, “se espera que nuestros jóvenes se den cuenta de que los límites son necesarios para una buena convivencia y para la salud física y mental”. Loable, insisto.
Como el ayuntamiento portuense aparece, junto al realejero, en la lista de donantes, vía publicidad, a cierto canal televisivo, de ámbito bastante reducido en cobertura pero de una enorme pasión verbal, que practica ilegalmente el terrorismo de las ondas, que extorsiona y amenaza, que vilipendia y coacciona y el más amplio etcétera que insultos, injurias, agravios, ofensas, humillaciones, ultrajes, desprecios, escarnios, mofas… puedan caber en mentes perversas y en lenguas de triple filo, sería muy conveniente de que se extendiera el perímetro de las acciones a poner en práctica con el plan que se ha dejado reseñado.
Nunca es tarde para aprender. Y aunque el paso de los años pueda dañar la sustancia gris, siempre será posible, mediante el oportuno entrenamiento, que se retorne a los cauces de la normalidad aunque los desvíos previos hayan sido más que evidentes. Se me alegará que el árbol que ha crecido torcido difícilmente podrá seguir progresando derecho como una bujía. Pero al menos habrá que intentarlo. Los poderes públicos han de velar por la protección de la ciudadanía. Y portes y modales dicen mucho de un pueblo. Por lo que la conveniencia de modificar conductas y procederes queda fuera de toda duda. Aunque el anquilosamiento neuronal sea notorio.
Concejal, aplique, pues, la medicina a otros enfermos más graves. Porque Puerto de la Cruz merece atenciones y mimos. Somos el espejo en el que se miran miles de visitantes. Y ahora mismo no pasamos del tristemente famoso de la madrastra del cuento. No dude usted en facilitar que los ‘galenos’ del precitado proyecto crucen cualquier puente que les permita alcanzar el costado oeste del Barranco de San Felipe. Como ya no podría denominarse un ataque preventivo, lancemos una ofensiva sin paliativos. Porque también está en juego el mapa sanitario en el apartado de enfermedades mentales raras.
Quedo a su entera disposición para ultimar cuantos detalles crea menester. Sí, ya sé que nos encontraremos con mentes obtusas. Pero deberá ser en los casos peliagudos donde se demostrará la eficacia de las tareas y la consecución de los objetivos trazados. Ya lo decía al Padre Antonio (q.e.p.d.), de gente cobarde no se ha plasmado una línea en la historia.
Muchísimas gracias por las numerosas visitas a la entrada de ayer. El periodista debe golpear conciencias. Con urbanidades. Y fin a la número 1986. Con 14 más haremos…

lunes, 21 de noviembre de 2016

La Sexta

Yo también vi el tan mentado programa de la noche de este pasado viernes. Y he seguido en Facebook algunas de la reacciones habidas. Nada nuevo bajo el sol. Los mandos de los televisores siguen teniendo un botón de color rojo que hace maravillas. Tantas como desconectar de bazofias y vilipendiadores de baja estofa. Servidumbres de una democracia en la que algún poder del Estado aún renquea. O chirría. Mientras la Justicia no se quite la venda, bodrios de tal guisa seguirán siendo el pan nuestro de cada día. Y mientras otros, amparados en unas papeletas sacadas de unas urnas de plástico transparente, se crean legitimados para sostener entramados del si no me tocas yo te unto, seguiremos soportando esclavitudes de un sistema aún imperfecto. Y allá cada cual con sus respectivas conciencias.
A un servidor le preocupa, no obstante, la extrapolación de procederes tales a otros ámbitos. En los que son los dineros públicos la columna que aguanta el edificio. No ya debo remitirme a los artículos que han visto la luz en este blog, sino que debo remontarme a lejanos tiempos en los que uno todavía colaboraba en periódicos de esta isla. En casi todos ellos –me leen– fui debidamente ‘recompensado’ con piropos de toda índole, y calaña.
Lo que ocurra en medios (más bien cuartos) de comunicación privados queda a la consideración de cada uno. Con mi aportación de no sintonizar canales indeseados se cumple un primer objetivo. Que podrá, o no, ser compartido por círculos cercanos (no vayas muy lejos porque no alcanza la emisión). Pero mientras que aquellos que disponen de otros medios decisorios (políticos, jueces, fiscales y demás) no actúen en consecuencia, y mientras leguleyos de tres al cuarto sigan hallando resquicios en legislaciones que van a remolque, seguiremos soportando invasiones de ondas dañinas. Triste panorama, pero muy real y de rabiosa actualidad.
Pero, y ha sido una constante durante años, a este opinador (barato, al decir de los entendidos) le preocupa la radio de mi pueblo. Y pueden ustedes tener la santa paciencia de echar una visual en el apartado de ‘Archivo del blog’ y comprobar la cantidad de ocasiones en que he defendido una línea de total transparencia en la emisora que fue bandera y orgullo del municipio, pero que ha ido derivando de manera alarmante hacia esperpentos y bodrios que, amparados bajo el paraguas del entretenimiento, solo reproducen folletines televisivos de mal gusto.
Como los equipos de gobierno miran hacia Santa Úrsula cuando se ataca el sector del poniente (San Juan de la Rambla), y a la viceversa cuando La Victoria está en el punto de mira, en nada se difiere de otros comportamientos mafiosos. El honor en el ámbito privado de cualquier cargo público debe ser respetado a carta cabal. Si no se hace porque la educación de quien emite proclamas y consignas no da más de sí (sino de no), que se tenga consciencia y constancia de que la Carta Magna existe. Y consagra lo que con vituperios se denigra. Qué fácil en otros supuestos de Twitter.
Manuel Domínguez, Adolfo González y resto de la compaña son los únicos responsables. Llevan dos mandatos (obvio los años de pacto con CC) permitiendo que desde La Corona se propaguen vejaciones, insultos, blasfemias, improperios y calumnias. Con total impunidad. Y el segundo de a bordo en el Consistorio me comentó años atrás que había que poner en orden en el desaguisado porque el malestar entre los compañeros era más que patente. Debe ser que la manzana podrida se ha cargado todo el frutero. Una pena, una lástima.
El programa de la Sexta se centró en un único personaje, en un solitario telepredicador. Y las opiniones vertidas en las redes sociales (también laudatorias hacia el ínclito, que hay sujetos –y muchas sujetas– que defienden conductas del tiro y tentetieso, cuando no lanzarlo por El Penitente) adolecían de un tremendo vacío. Puede que la línea de investigación no estuviera demasiado completa. O, qué iluso, lo dejaron para otra oportunidad.
Se vieron imágenes tomadas desde un coche cuando circulaba por vías de la Villa de Viera. Y pensé que habría parada obligatoria en la que se denominó ‘nave nodriza’. No fue así. El enfoque esta vez era unipersonal. No pierdo la esperanza de que se desenmascare todo el ‘pack’. Los ‘zorros’ son más peligrosos en el gallinero que un ‘quíquere’ echado pa´lante. Como me espeta siempre un amigo, tranquilo que ya le cogerán los bezos. No, así no, respondo inequívocamente.
Bueno, quedo a la espera de los ‘saludos’. Y de alguna respuesta política. Sí, sentado estoy, desde tiempo ha. ¿Sigo? Vale.
Alcanzamos la 1985. Es decir, 15.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Turismo y Folclore (XXVII)

Y finalizamos la entrevista a Martín Álvarez.
El progreso mal entendido "machaca" todo lo que encuentre a su paso. ¿Ocurre lo mismo con el folclore?
Soy partidario del progreso. Ya te dije lo que opinaba respecto al baile, pero que no se pasen. Que no se recoja la falda y se ponga a hacer un can-can. Se ha machacado muchos los trajes. Ahora cada pueblo tiene el suyo. Raro me parece. Creo que estamos confundiendo a la gente.
Ahora bien, si ese progreso ha sido fruto de una investigación... Lo que no vale es que si la tela era de hilo, y teñida con colorantes naturales, ir ahora al Kilo y comprar lo más parecido.
En el traje que llevan las mujeres en el grupo de ustedes, ese amarillo desbordante no se conseguía  en aquella época. Se lograba tiñendo el hilo con azafrán de la tierra. Ir al Kilo y poner ese amarillo al pañuelo de una mujer, lo entiendo como carnaval, no como progreso.
Creo que los colores nunca fueron tan llamativos, que dañaran tanto la vista. Habrá que conseguir algo más atenuado mediante algún procedimiento. Deben ser colores pastel, más "light", más suaves. Una planta natural nunca da esos colores tan fuertes.
Dicen algunos críticos que en el folclore canario hay dos etapas: antes y después de Los Sabandeños. ¿Qué opinión te merece? ¿Hay ahora folclore o espectáculo?
Antes de Los Sabandeños no había una música tan compacta y tan grande como la que existe después de su aparición. Lo que han hecho, creo que es importante, sobre todo el sacar nuestra música fuera de las islas. Han dado un enfoque tan espectacular al folclore que en un comentario que leí en ABC, los han considerado como el símbolo del folclore nacional. Para los canarios eso es muy importante. Desde luego hay folclore y hay espectáculo.
De tu paso por un grupo folclórico, ¿tienes alguna experiencia relacionada con el turismo?
No, con la Sección Femenina actuábamos en barrios y pueblos. Pero se hacía un concurso para difundir el folclore, a nivel de la isla y de la provincia. Una vez quedamos finalistas con un grupo de La Palma. El concurso se realizaba en diferentes lugares (Teatro Guimerá, Los Gigantes [en un hotel, porque en el Sur no había otro sitio más  adecuado]...). Recuerdo la anécdota cuando nos descalificaron en Santa Cruz, porque se les trabaron las bolas de las faldas de las chicas bailando una isa, y ocurrió un verdadero desastre.
Tengo un diploma, encuadernado y todo, firmado por Pilar Primo de Rivera. Tiene un palo con las cintas canarias.  No solo hacíamos folclore de las islas, sino también de otras regiones españolas. Era interesante. Al menos, me lo parecía. Y me lo sigue pareciendo.
La experiencia más larga, y más desagradable, es de cuando participé en varias ocasiones con el grupo Aythami (Casa de Venezuela). Fuimos en dos ocasiones al programa de TVE "Gente joven". En una de ellas quedamos finalistas. Guardo recuerdos muy desagradables de estas actuaciones televisivas, porque te tenían tres días para grabar cinco minutos. Te trataban como verdaderos animales. Porque, aun reconociendo el proceso que se necesita para grabar, no estábamos acostumbrados a perder el tiempo de aquella manera.
No obstante, una vez que grabábamos en Málaga, fuimos invitados a actuar en Badajoz y nos pagaron el desplazamiento hasta allá.
Otra gira fue la efectuada a Galicia, invitados por la Xunta. La mayoría de grupos participantes en el Encuentro eran de Europa del Este. De España, Ronda, Extremadura y nosotros. Fueron 28 días tan mal vividos, que cuando llegué a Tenerife, nunca más me he vuelto a poner el traje de mago. De tanto llevar puestas las polainas, perdí "todos los pelos de las patas".
Llevábamos tres apartados: gastronomía, artesanía y folclore, y teníamos que turnarnos y distribuirnos en las tres facetas.
Nos daban unos tutes de mucho cuidado. Salir, por ejemplo, a las 8 de la mañana, de Coruña, ir al Alto Miño, en Portugal, y regresar a las 8 de la mañana del día posterior a la Escuela Hogar en la que nos alojábamos. Y a la semana siguiente nos hospedábamos en Orense, de donde era más cerca. En fin, muy mal organizado.
Fue, sin embargo, muy interesante, porque tuvimos la ocasión de compartir experiencias con grupos de otros países. Aunque muchas veces pasábamos de la amistad al desmadre con una facilidad pasmosa. Era lógico, se imponía la juventud, y todo lo que podía caer caía.
Cuando correspondía actuar a todos los grupos, "cágate" si te tocaba el último.
El único grato recuerdo fue del 25 de julio, que me tocó la gastronomía. Como era día del Patrón Santiago, vino hasta la tele y salí en directo en la primera edición de telediario para toda España, explicando en qué consistía el mojo canario.
Antes de cada actuación teníamos que ponernos firmes como velas, mientras se escuchaba el pasodoble "Islas Canarias", a forma de himno. Después de estarlo escuchando 28 noches seguidas, hasta manía le tengo.
Desde ese año de 1988, guardé el traje en mi "caja de cedro", y allí está. No sé ni cómo me queda.
Pero las chicas lo pasaron peor. Llevaron dos trajes. Y son esos de Luis Dávila, que tienen un montón de piezas. Después de cada una o dos actuaciones, a lavarlo. Y eso a las tres o cuatro de la mañana. Yo no sé cómo aguantaron.
Fue una permanente mala organización, mala comida. En más de una ocasión tuvimos que plantarnos, pero no mejoraba gran cosa.
Fue una experiencia bastante destacable, si hubiese estado el evento mejor organizado, hubiera sido más bonito, desde luego.
¿Tienes constancia de otras facetas de nuestras tradiciones que, sin ser música folclórica, se estén ofreciendo a los turistas?
Sí, Jeep-safari "jodiendo" los montes, los camellos allá por El Tanque... Y, en serio, Enrique Talg y las caminatas que organiza con Medio Ambiente.
No sé si tendrás alguna relación con el CIT. Pero, ¿realiza alguna labor de potenciación del folclore?
He sido socio del CIT. Pero este organismo no está representado por los que trabajan en y para el turismo, sino unos señores que se las dan de... En las reuniones, te da la impresión de que cuando vas a hablar, se van a reír de ti. Y tú sabes que yo no soy una persona acomplejada.
Pero tú analiza esas siglas. ¿Para qué sirve la I? ¿Dónde están las iniciativas cara al exterior? No hacen nada de nada. Un baile de carnaval en un hotel determinado, pero ¿tú crees que el turista va? Está programado para la alta sociedad, para la burguesía portuense, o los que se creen como tales.
En los años que estuve realizando trajes para las candidatas, y lo hacía para que el pueblo las viera, me obligaban a ir al Hotel Meliá. ¿Para qué? ¿Para el lucimiento de cuatro "come…"? En más  de una ocasión corrieron detrás de mí, para que llevara a las chicas. Incluso les amenacé con romper el traje.
Mi experiencia en el CIT fue nefasta. Así que me negué a pagar un duro más. ¿Para qué? ¿Para que vayan de comilonas por ahí? Ni hablar.
Acabo de estar unos días en Alemania y allí hay muchos lugares desaprovechados turísticamente hablando. Pero hay que llegar al pueblo. Las iniciativas no valen con cuchipandas, pagadas por el Cabildo, el Ayuntamiento o quien sea, a directores de Agencias de Viajes. Usted tiene que invitar al que está en el mostrador, que es el que vende. No hacer fiestas en FITUR para invitar a las autoridades con dinero del CIT y del Patronato de Turismo. No se puede tirar así el dinero. Invite al que da la cara, porque ese vende el sitio que le dé la gana. Ya se encargará él de convencer al cliente.
¿Qué opinas de la embajada del Carnaval a Düsseldorf? ¿Por qué siempre el mismo sitio? ¿No será bueno diversificar?
Eso es una "mama". Yo fui la primera vez. Las "niñas" no llevaban tocado ni nada. Se hizo a la prisa y corriendo, porque quienes estaban yendo eran los de Santa Cruz, y como el año anterior se les había quedado una chica en Alemania, no quisieron más problemas.
En este intercambio hay una serie de señores inmortales e intransferibles, que hacen una promoción que no sirve para nada. Será un intercambio, pero para el turismo no vale. Si en vez de arrojar claveles, se tiraran panfletos del Puerto, sería otra cosa. Que todos los componentes de la embajada se dediquen a repartir publicidad de la ciudad y de la isla. Pero, ¿qué pinta un clavel?
En líneas generales, ¿cómo ves el panorama? ¿Qué futuro nos espera?
¿Qué está dando resultado para que el turismo esté pasando una buena racha? Los conflictos en otros lugares del mundo, que hacen desviar hacia Canarias a mucha gente. Los alemanes, que el 90% veraneaba en Yugoslavia, como no quiere ir a EE.UU., porque es un viaje muy largo, aunque barato –y lo he podido constatar en este último viaje–, se viene aquí, porque carece  de otras ofertas mejores. En general, no es una consecuencia de las promociones que se han realizado.
Ya que aludes a que el turista alemán es muy exigente, ¿no se podría, a cargo del organismo que sea, ofertar más actividades en la calle, en la Plaza del Charco, etc., entre ellas el folclore?
Claro, pero mientras no haya responsables preparados, no se podrá. No están capacitados para llevarlo a la práctica. Son unos inútiles. Son personas que no saben lo que están haciendo. El ejemplo lo tienes en la decoración navideña que nos han colocado. El futuro con esta gente está negro.
¿Se te ocurre algo más, amigo Martín?
Las animaciones al turista deben tratarse con el máximo de los respetos. Aun con la excusa de que le pagan cuatro perras a esos grupitos, no les da derecho a hacer el indio o a tocar "Los pajaritos".