lunes, 31 de marzo de 2014
Vilaflor (y Los Abrigos)
Etiquetas:
Fotografía,
Granadilla,
Imserso,
Jubilación,
Mar,
Medio Ambiente,
Mundo Senior,
Naturaleza,
Turismo,
Viajes,
Vilaflor
viernes, 28 de marzo de 2014
Arona
Etiquetas:
Arona,
Fotografía,
Historia,
Imserso,
Mar,
Mundo Senior,
Naturaleza,
Turismo,
Viajes
jueves, 27 de marzo de 2014
Otro tramo
Ya hay fecha
para que se abra al tráfico el tramo de nueva carretera entre los municipios de
La Guancha y
El Tanque. Aunque todos los medios de comunicación establecen el inicio en Icod
de los Vinos. Debe ser que los remitidos de los organismos oficiales así lo
indican. Lo que vendría a demostrar el desconocimiento profundo de la realidad
insular por parte de los gestores públicos y la escasa preocupación de los
periodistas en ir más allá del copia y pega. Y digo (escribo) en La Guancha porque aunque el
límite entre ambos pueblos lo establece el Barranco de las Ánimas (justo donde
está la rotonda), el inicio (el arranque) de la desviación, y las señalética
así lo indica, se halla antes de cruzar el susodicho, más cerca de Santo
Domingo que de Buen Paso.
Será el
próximo 15 de abril, martes de la Semana
Santa, cuando Rivero, que habrá acudido en helicóptero hasta el
puesto de la Cruz Roja
(Buen Paso) y puede que de camino se dé una vuelta con Yeyo por el centro
sanitario, proceda al corte de la cinta de rigor en presencia de muchos alcaldes
y no menos cargos de alto copete de la cúpula gubernamental superior, a saber,
Cabildo y Gobierno Autónomo. Hoy voy de mayúsculo, porque pienso ser uno de los
beneficiados. Veré recortado en algunos kilómetros y no menos colas el trayecto
hacia mis fincas y propiedades. Creo que ya te conté que el ayuntamiento de mi
pueblo había procedido a pagarme la liquidación por los años de relación
contractual. Que fue la cuarta parte de la que le correspondió a José Vicente y
la mitad de la de Oswaldo (Santiago renunció a la suya y me donó ante notario
un tercio al ver que yo estaba más necesitado), pero en lugar de estar con
quejas y pleitos me dediqué a sembrar caña dulce. Y en ello estoy. Cuando se
hallen en condiciones, ya los invitaré a chupar un fisco.
El director
general de Infraestructura Viaria del Gobierno de Canarias, Juan Ventura
Medina, asegura que han dejado unos días de margen desde la recepción (parece
que ya firmada) hasta la apertura para comprobar si existe algún error y poder
subsanarlo, de tal manera que cuando se abra la vía al tráfico se haga con
todas las garantías. Han debido tomar nota de lo acontecido en el barrio
realejero de El Toscal. Lugar en el que, y tendré que hablar con el amigo
Fermín para que haga el correspondiente seguimiento fotográfico, se me antoja
que tras una semana de reabierto ya se vuelve a notar alguna camba en la trazada. Ojalá me equivoque
rotundamente y sean alucinaciones debidas a la edad provecta de un servidor.
Cuando aún
restan unas semanas para que la grata noticia surta efecto, comienzan a
elevarse voces que discrepan de la ubicación de la rotonda. Las primeras, desde
el propio Cabildo. Que prevé puedan formarse colas en sentido Santa Cruz por la
incorporación de los vehículos que utilizando la carretera de siempre procedan
de Icod y la Isla Baja.
Pero, pienso, siempre serán menos al descontar todos aquellos otros que desde
El Tanque, barrios altos de Los Silos, Garachico e Icod hagan uso de la nueva
vía. El Gobierno de Canarias, entiendo que con buen criterio, estima que habría
que esperar, para la solución definitiva, a que nos pongamos de acuerdo con el
trazado del tramo que queda pendiente desde Los Realejos.
Lo que no
entendí de la información leída en un periódico de estas islas es lo siguiente:
“Esta carretera permitirá que el tiempo que dura el trayecto entre Buen Paso y
el casco de El Tanque se reduzca a la mitad, de 20 a 10 minutos”. Porque muy
ligerito debe ir uno para que el fotingo haga tal recorrido en ese tiempo. Y
tener la inmensa suerte de no encontrar vehículo pesado alguno. También es
verdad que la mayoría de los que van al Sur toman el desvío por El Amparo y La Vega hacia San José de los
Llanos, con lo que esta última se ha convertido en un infierno. Hace unos días
fui detrás de un camión desde San Juan de la Rambla hasta la entrada hacia la Cueva del Viento y no te
cuento cuánto tardé para que no llores como yo lo hice en el tortuoso camino.
Me imagino
que el ayuntamiento icodense se verá gratamente beneficiado con esta apertura,
pues la disminución de coches por la ya muy deteriorada vía de entrada a la
ciudad hará posible que se pueda recomponer el conglomerado asfáltico de la
calzada. Algún consejero del Cabildo habrá circulado con medio de transporte
propio desde Mercadona al comienzo de la calle San Agustín y habrá notado que
la suspensión vibra más de la cuenta.
Y la ventaja
indudable de aquellos núcleos de población que antes se hallaban alejados de
todo (Santa Bárbara, Llanito Perera, La Patita, Cueva del Viento, Redondo, El Amparo, La Vega, Cruz del Camino, Las
Abiertas…) será más que manifiesta. En este apartado entro yo.
Bueno, sean
felices. El día 15 de abril, martes, ya saben. Quedan todos invitados. A un año
de las elecciones municipales y autonómicas… No me lo pienso perder. He añadido
otra opción para presentarme. Me siento legitimado para hacerlo por Los
Realejos, San Juan de la Rambla,
La Guancha y
ahora Icod de los Vinos. Admito ofertas. Y de no haberlas, puedo ir por libre.
Hasta mañana.
Etiquetas:
El Tanque,
Icod de los Vinos,
Infraestructuras,
La Guancha,
Tráfico
miércoles, 26 de marzo de 2014
Más y menos
No es mi
recorrido predilecto, pero necesita mejorar. Y creo que una adaptación
curricular (o como se llame ahora) no va a ser suficiente. El tramo de autovía
(TF-320, antigua C-820), que se ha convertido en otro clásico sendero del
colesterol, desde La Vera
hasta El Castillo está de pena. Calzada y arcén. Y no es la primera vez que
escribo unas líneas al respecto. Estoy en ello desde los tiempos en que Lorenzo
Dorta tenía la responsabilidad de las carreteras insulares. Parece que en los
últimos tiempos hay que aclarar los asuntos no sea que te tilden de
oportunista. Me alegro, pues, de que el ayuntamiento realejero se haya puesto
manos a la obra y que de los contactos con el Cabildo surjan ideas positivas
que se puedan llevar a la práctica. Mi temor, no obstante, es que viendo el
estado de otras tantas de la isla vayamos a entrar en un sorteo y esperar con
paciencia. No hay dinero.
Cuando estés
leyendo este comentario puede que ya se hayan colocado los filtros en el
depósito de La Montaña
para que el agua vuelva a discurrir por Puerto de la Cruz como nos indicaban los
viejos libros de texto: incolora, inodora e insípida. Y como la culpa es de
Aqualia, Marcos Brito seguirá otra temporada con sus siestas y cabezaditas. Si
hace cuarenta años ya hacía sus pinitos, ¿dónde mejor va estar?
Tampoco, que
se sepa, ha dimitido (ir)responsable alguno de los que denegaron la ayuda al
niño discapacitado de Buenavista. La presión ejercida por los medios de
comunicación y la campaña habida en las redes sociales han hecho cambiar de
parecer a las mentes obtusas que llevan las riendas de ese ente abstracto
llamado Bienestar Social, donde una tal Inés Rojas ni se pone colorada ni se
baja del burro (o del camello). Ella lo cobra bien. Mucho más que de maestra de
escuela.
El Parque de
San Agustín, en el que se ubica la sala de estudios Rafael Yanes, está sucio y
descuidado. Fui con mi nieta hace unos días y la porquería, sobre todo en las
charcas allí existentes, le da un aspecto bastante desagradable. Y es una pena.
Porque el entorno merece una atención más exquisita. Tampoco hay dinero. Aunque
deberá haber un concejal delegado de jardines. Que tendrá asignado un sueldo
digno. Y todo eso.
Me alegro de
las gestiones para abaratar la venta de las Viviendas de Protección Oficial de La Cruz Santa. Aunque
tales hechos se aprovechen para las sesiones fotográficas de rigor. Excesivas y
con escasísimos protagonistas. Mejor, con un actor principal y un reducido
plantel de secundarios. Cuando en realidad lo importante hubiera sido al revés.
Lo hacen todos, ya lo sé. Pero cuánto me gustaría que se cambiaran las tornas y
que lo significativo fuera el que recibe las llaves y no el que las entrega.
Se van
conociendo pegas, trabas y tropiezos en el Plan General de Ordenación de Los
Realejos. Ese que había salido como fruto de reuniones en las que se recogían
las propuestas ciudadanas. No sé cuántos fueron los que apostaron para el campo
de golf de Los Príncipes, pero parece que alguien de más arriba ha puesto unos
gramos de cordura. Algo semejante acontece con el Plan de Seguridad. O de
Emergencias. O como demonios se llame. Para el que estuvo el bien pagado unos
años investigando (tú puedes leer copiando) y que cometió fallos garrafales.
Como si hubiera ido a Santa Úrsula a echarse unos vasos de vino y confundió
hechos y lugares.
Propone CC
mejoras en el polideportivo de San Agustín. Aquel que perteneciera al colegio
del mismo nombre. Y me extraña que el actual portavoz de esa formación política
no haya ido primero a hablar con quien fuera jefe del Consistorio en los dos
anteriores mandatos. Sí, es que lo oí también en una entrevista concedida a una
tele local no ha tanto y me dio la impresión de que va muy deprisa en su
intento de desligarse de un pasado no lejano en que la formación que ahora
dirige tuvo responsabilidades de gobierno bien directas. Claro, así nadie
quiere echarme una mano para publicar artículos de unas décadas atrás no sea
que salgan retratados. Hombre, ya de camino, amplíen la demanda e incluyan más
instalaciones deportivas del pueblo que también requieren muchos arreglos.
Un servidor,
observador impenitente, sigue sosteniendo la teoría de que lo que se hace en
nuestro pueblo de Los Realejos, la
Villa de Viera, es más mérito del primer teniente de alcalde
que de la máxima autoridad municipal, quien lleva meses, y los que quedan, más
dedicado a su cargo orgánico (en precampaña electoral permanente) que al
quehacer para el que fue elegido por la mayoría de votantes y por el que
percibe unos honorarios que implican dedicación exclusiva. No creo sea menester
poner ejemplos. Como (mal)dicen los entendidos, hoy por hoy Manuel Domínguez no
es el alcalde. Quien ejerce como tal es Adolfo González. Y vendrán tiempos
peores porque el alejamiento (tiene miga, ¿no?) será más notorio.
Hasta mañana.
Etiquetas:
Agua,
Infraestructuras,
Los Realejos,
Naturaleza,
Pateo,
Política,
Urbanismo,
Vivienda
martes, 25 de marzo de 2014
Granadilla
Etiquetas:
Fotografía,
Granadilla,
Imserso,
Jubilación,
Mar,
Medio Ambiente,
Mundo Senior,
Naturaleza,
Turismo,
Viajes
lunes, 24 de marzo de 2014
Intermitencias
Intermitente:
que se interrumpe o cesa y prosigue o se repite. Como el de los coches. O los
camiones, que con esta manía de llevarlos todos parpadeando me da que confunden
más que aclaran o avisan. Ya he pegado un par de frenazos porque lo asocio con
un peligro más inmediato.
Tras varios
meses de prueba –casi se funden– han comenzado a funcionar los semáforos de las
monjitas de La Montaña. Y
el pasado martes, mientras echaba la caminata de rigor, pude comprobar que a
peor la mejoría para la inmensa mayoría. Subía un servidor desde la rotonda de
Ambrosio (denomino así a la ubicada en el inicio del polígono San Jerónimo, que
fue luminosa y tenía agua allá por el siglo pasado y en la que el promotor de
aquella urbanización se gastó más de un millón de euros) hacia el barrio
realejero antes mencionado. Y en el no tan largo trayecto no me adelantó ni un
vehículo, salvo alguna moto. Iban todos más lentos que yo. Tanta fue la alegría
que parecía que iba más ligerito.
Un monumental
atasco en ambos sentidos. Mucho peor que antes. Y dado que el desembolso
económico –de la época de José Vicente– para regalarle al clero (puede que los
organismos implicados, Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento, buscaban
ganarse el cielo) un nuevo acceso al centro docente privado, parece no haber
dado resultado. Esta siembra de semáforos solo viene a fastidiar al ya sufrido
conductor que utiliza esa carretera como vía de enlace con la autopista. Y, eso
sí, deja expedita la conexión para los que entran a recoger a los alumnos y los
que salen una vez realizada la operación antes descrita. ¿Favoritismos? Puede,
quizás, a lo mejor, tal vez…
Si sumamos
las cantidades que las instituciones públicas, con el dinero de todos, han
dejado regadas en aquellos alrededores, y viendo los resultados obtenidos, te
dan enormes ganas de enumerar las carencias en los colegios públicos (los de
los pobres), en la plantilla de la policía municipal realejera, en las placas
que dan nombres a las calles en determinadas zonas, en las penurias del
alumbrado, en los vecinos portuenses que no pueden utilizar el agua por la
turbidez (qué finura), en las condiciones lamentables en las que se halla lo
que se denominó sendero turístico de la costa…
Que sí,
insisto, dinero hay, pero las prioridades políticas no coinciden con las
visiones, cuando no necesidades, del ciudadano de a pie. Las nuestras suelen
ser elementales, básicas, fijas. Las de ellos fluctúan en función de casuística
dispar y según la dirección que lleve el viento. De ahí surge, probablemente,
lo de veletas e intermitentes.
Porque el
retrato de comportamientos tales lo he encontrado en Santa Úrsula. Con un grupo
de concejales –también fueron populares y enemistados con la alcaldesa y cargos
dirigentes insulares– que buscan otros caminos, otras salidas. Como el afer
(negocio) de las monjas, no vayas más lejos.
Son seis.
Pocos y mal avenidos. Abandonan el barco de Manuel Domínguez (cada vez más
ocupado, y preocupado, por asuntos partidarios; tanto que los realejeros nos
preguntamos si le pagamos para otros menesteres) y no saben a cuál subirse para
alcanzar el puerto de 2015. Mientras uno reconoce contactos con el juguete de
Rosa Díez, otro lo desmiente categóricamente. Es más, asegura que la ideología
es lo de menos. Y es verdad. Hay que reconocerle al señor Afonso su total
sinceridad. Habiendo otros intereses, quítense las ideas. No es cuestión de
estar perdiendo el tiempo en boberías sin trascendencia alguna. Ni centros, ni
derechas, ni izquierdas. Ni los cuatro puntos cardinales, que según (in)cierto
alumno son, además de las mencionadas izquierda y derecha, arriba y abajo. Se
ubicarán en el limbo. No tendrán carácter temporal, ni espacial. Serán
especiales. Solo les preocupa la gente y resolver sus problemas. Vaya novedad.
Si todos venden lo mismo. En el programa, que luego…
Abiertos a
las alianzas. Para compartir gastos de la campaña electoral. Sin perder la
independencia. No queremos injerencias. Tenemos varios frentes abiertos…
Si no se
justificaran, o lo intentaran, al igual no nos engañarían tanto. O lo
intentarían. Dejémoslo, entonces, en que tienen intermitencias. Cuando no
existían esos artilugios hubiésemos dicho que El Guadiana viene y va.
Hasta mañana.
Con fotos de Granadilla.
Etiquetas:
Ayuntamiento,
Colegios,
Educación,
Enseñanza,
Gestión,
Ideología,
Infraestructuras,
Los Realejos,
Política
viernes, 21 de marzo de 2014
Guía de Isora
Etiquetas:
Fotografía,
Guía de Isora,
Imserso,
Jubilación,
Medio Ambiente,
Mundo Senior,
Naturaleza,
Turismo,
Viajes
jueves, 20 de marzo de 2014
El agua del Puerto
Titulé de tal
guisa para evitar el enfrentamiento con los doctores de la retórica. Los que
debaten entre Puerto de la Cruz
y el Puerto de la Cruz
(sí, el artículo en minúscula porque después sostienen que se contrae, como he
hecho yo en la presente ocasión para que se den gustito).
El asunto,
bastante turbio, del agua que llega a los domicilios de la mitad de portuenses,
merece, si en este país existiera algún tan común como la dignidad, que el
equipo de gobierno del Consistorio del Penitente (sigo con las contracciones, y
no son de parto inminente a pesar de las apariencias) cogiera las de Villadiego
más pronto que tarde. Porque no hay derecho a que estos personajillos le tomen
el pelo a más de catorce mil personas. Que un día sí y el otro también, y van
semanas, contemplan atónitos como el agua del grifo sigue tan canela como la
diarrea intelectual de los regidores municipales.
Si yo fuera
Marcos Brito (que no lo soy, afortunadamente, porque no me gusta soportar tanto
peso), ante la imposibilidad de encontrarme por la calle a centenares de
paisanos que deben acudir al chorro público como en los tiempos en que él vino
de El Hierro a Punta Brava (más o menos cuando el Titlis naufragó), me habría
ido a casa a disfrutar de la jubilación (iba a poner docente, pero bien poco se
ejerció en tal labor, por lo que debería dejar de presumir por quehaceres
tales). Como tampoco me veo en el pellejo del amplísimo conglomerado
gubernamental (CC+PP), porque, hoy por hoy (como suele mentarse) tengo unos
miligramos más de vergüenza que esta manada de incompetentes. Sí, sin ambages,
pues los hemos puesto ahí para que gestionen y administren nuestros recursos y
nos suministren (utilizado el verbo aposta) servicios de calidad. Y el agua,
supuestamente potable, nos la han remitido al más puro letrina cuartelera.
Lo curioso es
que transcurridas bastantes jornadas, que sumadas a las de anteriores ocasiones
hacen un montante de varios meses, otras entidades (Cabildo, verbigracia)
comienzan a preocuparse. De cara a la galería, por supuesto. Y ofrecen
alternativas para solucionar el desaguisado. No lo hacen tanto por la
preocupación que el tema les concita, sino más bien porque las proximidades
electorales pueden remover poltronas, cargos y sueldos.
Se solicitan
informes a la empresa concesionaria del servicio. Como si la simple visión del
líquido elemento no constituyera prueba suficiente para la condena de rigor.
Hemos alcanzado un punto en que debemos dudar, y muy mucho, si las autoridades
defienden a los sufridos usuarios o se han puesto del lado de aquellos que
deben velar porque el servicio se cumpla en función de las normas establecidas
en el pliego de condiciones contractuales. No sé si alguno de los múltiples
cargos liberados vive en cualquiera de los sectores afectados. A lo peor sí. Y
si así fuese, habría que ponerlo en remojo, por dentro y por fuera, a ver si la
otra diarrea le hace ver las cosas más claras. Lo que no se ha vislumbrado es a
concejal alguno yendo a la plaza del barrio con la garrafa. A retratarse
delante de esos elegantes bidones que habrán inundado los hogares de tierras
lejanas para general regocijo de turistas y visitantes. Y con esa salida a tan
escasa altura, ¿cuántos perros no habrán dado sus buenos lambidos (de lambiar o
lambear, canarismo al uso) durante las tinieblas nocturnas? Si no otra acción
de peor gusto.
Ayer
escuchaba al señor Marcos Brito que respondía a las preguntas que le hacían en la Ser, en el programa mañanero
que dirige Juan Carlos Castañeda. Ya saben de la prohibición que me han
impuesto para no escuchar la emisora de mi pueblo, máxime cuando ya ha logrado
consolidar las maneras de lo que no debe ser una radio pública. Fíjate tú, me
soplaron anteayer que uno de los temas estrella es hablar de la programación de
Telecinco. Amén de seguir poniendo a caldo de gallina a los que no ríen
supuestas gracias.
Casi me
pierdo. A lo que iba. Sentí lástima cuando el alcalde portuense intentaba dar
una explicación del afer acuoso. Seguro que si alguno de los afectados se lo
topa de frente en esos instantes, le hace tragar sin descanso un botellín de
medio litro del líquido restringido. Se permite el lujo de asegurar que se
trabaja con toda la celeridad posible en el arreglo del desatino. ¿Tú crees,
alcalde, que alguien en su sano juicio pueda creerte? ¿Hago un chiste fácil con
el mascarita ponte tacón y con alguno de tus tenientes de alcalde disfrazados
de aguadoras?
Es un
problema de filtros. Claro. Aunque el principal, el que debemos poner a
funcionar en las elecciones, falló estrepitosamente. Así están los otros. Qué
pena de pueblo. Qué disparate de gestión. Qué sustanciosos emolumentos. Y a
pesar de todo, qué travesía más placentera.
Escribiremos
otro día de cómo han comenzado a funcionar los semáforos de las monjitas de La Montaña. Varias decenas de
miles de euros para disgustar aún más a los ahora doblemente fastidiados
conductores. Te lo contaré.
Etiquetas:
Agua,
Ayuntamiento,
Consumo,
Gestión,
Política,
Puerto de la Cruz,
Servicios
miércoles, 19 de marzo de 2014
Voluntarios
He escuchado
estos días, también leído, que se buscan voluntarios para formar parte del
Servicio de Protección Civil en diferentes municipios tinerfeños. Entre ellos,
el mío, Los Realejos. Y en el anuncio podemos observar, entre otros aspectos,
lo siguiente: “Si eres mayor de edad, tienes nociones básicas de primeros
auxilios, te gusta el mundo de la emergencia y tienes tiempo libre, únete a
nosotros. Te aportaremos compañerismo, entrarás a forma parte de nuestra gran
familia, aprenderás los conocimientos necesarios para que te puedas desenvolver
en cualquier situación de emergencia (Redactar Planes de Emergencia, Prestar
Primeros Auxilios, Coordinar distintos Servicios de Emergencias, etc.)”.
Nada que
objetar, obviamente, salvo que se antojan cometidos de indudable trascendencia
como para ser desarrollados por personal voluntario. Y como nadie se atreve a
escribirlo, y dado que más de uno no se recata en manifestarlo públicamente,
sostengo que alguno de ellos movido por el único interés de lucir uniforme y quedar
guapo en la foto que colgará en todas las redes sociales para general deleite. Aunque,
y justo es reconocerlo, la inmensa mayoría se mueve por un afán generoso de
colaboración. Y hay que valorarlo en sus justos términos. Podría ser
conveniente que entre los requisitos exigidos se estipule el que el
comedimiento en las manifestaciones y declaraciones de todo tipo, incluso en
círculos más privados, sea norma de obligado cumplimiento. Pero no vean en ello
más allá de la constatación de un hecho que en nada debe empañar la ingente
labor de estos abnegados ciudadanos.
Voluntarios
son, también, los miembros de Cruz Roja. Y existen Bomberos Voluntarios. Y
centenares de organizaciones no gubernamentales están formadas por voluntarios.
Que cuando los contemplo realizando labores que entiendo se exceden de sus
funciones, pienso si no se estarán aprovechando las instituciones públicas para
delegar quehaceres y ahorrar costes. Porque, y nada debe extrañarnos si así
ocurriese, cuando un conductor haga caso omiso a sus indicaciones, al no
reconocerlo como autoridad competente, y ocurra cualquier desgracia, vamos a
ver cómo se arregla el posterior desaguisado. En Icod el Alto fui testigo,
durante el trayecto de la cabalgata de Reyes, de un hecho en que no acabaron a
la piña limpia de puro milagro. Puede que Melchor haya intercedido.
Cuando cada
día, casi sin excepción, se publican en el Boletín Oficial órdenes por la que
se convocan, por el procedimiento de libre designación, la provisión de puestos
de trabajo en las diferentes Consejerías, uno está en su pleno derecho de
pensar si los repartos dinerarios se llevan a cabo de una manera lógica y
racional. O dicho de otra manera, si el voluntariado es capaz, por ejemplo, de
redactar un plan de emergencias, queda muy en entredicho la contratación de un
“especialista” para tal menester. Bien retribuido y mejor considerado. Con
amplio despliegue informativo, dotación acorde con el sueldo y larguísimas
temporadas para aplicar el copia o corta y pega. Es que todo está en la Internet.
Mientras, la
policía continúa con las carencias de siempre. Puede que el ayuntamiento
(equipo de gobierno) haya considerado, con superior criterio, que más rentable
que contratar nuevos efectivos e incrementar una plantilla escasa e
insuficiente sea el recurrir a otras vías alternativas.
Si los
políticos entienden que estas sustituciones son válidas, nada me impide lanzar
esta otra proposición que les permitirá seguir ahorrando. Y mucho. Como todo el
personal, funcionario o no, sabe a la perfección cuál es la labor que debe
desarrollar en el organigrama municipal, bastaría con unos cuantos voluntarios
que de vez en cuando les señalaran las directrices a seguir. De tal suerte, imagínense
ustedes, la cantidad de concejales (voy a ser generoso y dejo al alcalde como
encargado general), asesores, secretarios particulares y allegados de todo tipo
(¿enchufados?, también) que sobrarían. Bueno, o podrían reconvertirse en
voluntarios a tiempo parcial. ¿Que no tienen trabajo? ¿Que no saben hacer otra
cosa? ¿Ni siquiera prestar primeros auxilios? Entonces, ¿cómo osaron formar
parte de una candidatura cuando no serían admitidos…? No sigas. Ellos no
podrían. Los voluntarios no perciben salario a cambio de sus servicios.
Finiquito.
Siguen proliferando fotografías de baños en fuentes públicas. Muchísimas, en
plan si no te gusta un plato, toma una buena ración. Son buenas prácticas.
Cuando los desmadres vayan a más, recurran a los miembros de Protección Civil
para que solucionen el marrón. Y cuando las instalaciones se deterioren, suban
los impuestos. Y a los que confunden enseñanza con educación, que dejen la
gimnasia y se dediquen a la magnesia.
Coincido
plenamente con el comentario de un amigo ante una nota al respecto publicada en
Facebook. La Ley
de Protección Civil habla claramente de la obligación de todos en caso de
emergencias o graves catástrofes y la potestad de las Administraciones
para organizar grupos de Protección Civil en esos casos. Pero uniformarte de
naranja y cortar una calle por cualquier motivo… Porque, en muchos casos,
podrían estar conculcando la propia legislación.
Y todo esto
guarda relación con la enésima conversación, ayer mismo, acerca de la
existencia o no de los dineros. Mi parecer es que sí hay, pero muy mal
repartido. De tal manera que en más ocasiones de las normales entra en
bolsillos que no se lo merecen, mientras los verdaderos acreedores se quedan a
dos velas. O dos linternas, ya que mentamos los servicios que presta el
voluntariado.
Hasta mañana.
Etiquetas:
Ayuntamiento,
Legislación,
Policía,
Política,
Voluntariado
martes, 18 de marzo de 2014
Playa Paraíso
Qué agobiada vida la del jubilado. Tanto que me da la impresión de que estamos sosteniendo bastante la economía de este país. Porque si viajamos, gastamos. Y consumimos. En esta ocasión me fui cerca, al Sur. Sin necesidad de aeropuertos ni muelles. Con mi coche y tranquilito. Dejo, por hoy, aparcados los artículos de opinión y te muestro un par de presentaciones fotográficas. Que deberán servir de termómetro al presidente de Canarias para adelantar que vamos a crecer... ¡Uf! Lo malo es que sus antecedentes adivinatorios han constituido el más estrepitoso fracaso. Ojalá acierte en la presente. ¡Ah!, se trata de Paya Paraíso (Adeje) y sus alrededores.
Etiquetas:
Fotografía,
Imserso,
Infraestructuras,
Jubilación,
Medio Ambiente,
Mundo Senior,
Naturaleza,
Turismo,
Viajes
lunes, 17 de marzo de 2014
No es cuestión de gustos
Esta
modernidad que constituye el mundo de las redes sociales ha hecho posible que
nos volvamos escuetos, cortos y olvidadizos. Con las ventajas indudables de la
inmediatez y la rapidez adquirida en determinados dedos para enviar mensajes,
aunque vayan cargados de faltas de ortografía. Por lo que, en lógica
consecuencia, sería fácil deducir que en el futuro no tendremos artrosis en las
manos, pero sí, y en grado superlativo, en la cada vez más reducida masa
neuronal.
Ello ha
desembocado en que la lectura pausada de la prensa se haya permutado por un
ejercicio visual al estilo de los libros cargados de dibujitos. Que nos hayamos
acomodado hasta extremos que rayan el gandulismo más extremo. Que nos
descuidemos en el uso del lenguaje escrito y, por añadidura, en el oral. Lo
positivo es que los cambios tecnológicos se suceden a tal velocidad que es
bastante difícil que los hábitos adquiridos se consoliden. Lo malo viene cuando
los nuevos se manifiesten para apuntalar y reforzar los procederes y
comportamientos inadecuados de los anteriores.
Para algunos
es muy fácil –muy cómodo– quedarse ahí. Otros, ni siquiera eso, con los
comentarios del arreglotodo en los
bares va servido. Pero existen personas, no muchas, que escriben aquello que
sostienen. Y vierten sus opiniones en soportes más firmes o duraderos. Al menos
mucho más que el recorrido de la palabra desde la boca de quien la emite hasta
el oído de quien la escucha. Si no es, para mayor desgracia, que halle un
tropiezo en tan corto recorrido y perezca antes de ser captada.
Hace unos
días escribí, como lo vengo haciendo desde que aprendí (y me gustó), lo
siguiente: “Si yo fuera concejal de EDUCACIÓN (que no lo soy), aun teniendo en
cuenta la ligereza y despreocupación con las que actuamos en las redes
sociales, procuraría cuidar (muy mucho) la ortografía”. Porque tendría que ser
consciente de que me están ‘acechando’, como mínimo, los habitantes de mi
municipio. Y ahora con la globalización, desde bastante más lejos. Fue a raíz
de vislumbrar en una ventana (los perfiles de políticos, instituciones y
entidades suelen ser públicos, salvo raras excepciones) un pretérito perfecto
en el que el verbo haber (y que tampoco se trataba de a ver) era bien diferente
de aquel que estudiamos en la escuela. Juro (o prometo) por mi conciencia y
honor que el aun de mi sugerencia está puesto a conciencia y provocó la
pertinente reacción del que me replicó con esta otra oración compuesta: “Si aún
no lo eres, aún estás a tiempo”. A lo que me creí en la obligación de aclarar:
“Un ‘aun’ (estratégica o adredemente ubicado, átono, es decir, SIN
TILDE=INCLUSO, diferente de la forma tónica aún, a saber, CON TILDE=TODAVÍA)
puede dar lugar a ciertas confusiones”.
Entiendo que
Facebook, Twitter y demás (sin no utilizo móvil, ¿cómo voy a tener WahtsApp?) son
instrumentos en los que no cabe el sosiego o el reposo que sí exige este blog,
por ejemplo. Comprendo asimismo que no todos disponen del tiempo de un
jubilado. Que además se empeña en pretender hacer las cosas bien, cumpliendo
normativa y cánones que la lengua establece. Al que se le escapan –vaya que sí–
errores como al que más. Pero intenta ir con tacto y mesura. Pues si te asomas
a estas ventanas, pasas a estar en el punto de mira de mucha gente. Y si se
muestra crítico, como yo, ni te cuento. Me esperan detrás de las esquinas con
la tranca preparada.
A estas
alturas, si tuviste la paciencia de alcanzar esta línea (objetivo harto
complicado para los que hemos decidido motu proprio no quedarnos en la
superficialidad de algún que otro flash), te estarás preguntando el porqué de
las ilustraciones que acompañan a este texto, a este post con el que arrancamos
otra semana de marzo.
En dos de
ellas queda meridianamente claro que el éxito deportivo de un equipo de fútbol
se remojó, como parece estar de moda, en una instalación, llámala fuente si te
place, que se ubica en un pueblo cualquiera. Y yo, con toda la libertad que la Carta Magna me otorga,
aunque a los no coincidentes en pareceres bien les encantaría cercenar,
sostengo que no me gustan estos hechos. Porque los mobiliarios urbanos (y como
tal considero al lugar retratado), costeados con los dineros de la caja del
fondo común, deben ser objeto de especial cuidado, atención y respeto. Máxime
cuando, por otra parte, se alude a responsabilidades, desconsideraciones,
cuidado del medio ambiente, cuidado de las cosas… Y que conste que esos
subrayados no son míos. Me recuerda al padre que le conmina, más que aconseja,
al hijo para que no fume, porque es muy malo para la salud, mientras él, con
total parsimonia y superior deleite, se manda sus buenas caladitas.
Cuando en una
persona concurre el que en alguna ocasión, o quizás en varias, haya ostentado
responsabilidades en cargo público, deberá extremar las precauciones para no
incurrir en incongruencias manifiestas. Si tú aspiraste, y es un ejemplo como
otros tantos, a ser alcalde de tu pueblo (otro cantar es que te hayan elegido o
no) y argumentaste una serie de promesas en un programa electoral, te será
complicadísimo justificar que un bien de dominio público sirva para desahogos y
celebraciones. Y mucho menos justificarte ante quien mantiene la postura
contraria con un es cuestión de gustos. O mejor, lo que a usted no le guste es
su problema.
Ojalá fuera
tan simple. Ojalá fuera ‘mi’ problema. Pero es que no se trata de una mera
cuestión de preferencias o de colores. El día de mañana, cuando animados los
mozalbetes por el consentimiento y complacencia en el pasado, reiteren la
jugada como consecuencia de cualquier intoxicación etílica (otra moda muy al
uso), pondremos el grito en las nubes ante el gamberrismo imperante. Puede que
nos parezca un momento de solaz, divertimento y recreo. Puede que las
autoridades se hagan la vista gorda. Vale. Pero no se escuden en que los que
disentimos tenemos un problema. Aunque pueda ser “de ves en cuando”. Sí, lo
vuelvo a entrecomillar. Y dale la vuelta a la tortilla y échame a mí la culpa.
Si no lo ves claro, sustitúyelo por vez.
A los que
hablamos claro, incluso lo escribimos para que quede constancia, a los que
procuramos mantener una línea argumental con cierta coherencia, siempre y en
todo lugar, nos tachan de casi todo y nos califican del otro casi todo. Incluso
se atreven a obviar pasados de reveses electorales, posteriormente premiados en
ascensos inmerecidos (por este Norte existen ejemplos variopintos), y demandan
ahora aquello que tuvieron y que desestimaron porque a lo peor la apatía
esgrimida no es tanta. Conozco un ejemplo de alto cargo del gobierno autonómico
en un pasado no tan lejano que no fue capaz de escribir una nota en varios
años. Y no es que tuviera el bolígrafo averiado. Me remonta a otro caso que
debimos lidiar cuando desempeñábamos labores no docentes. Lo contaré en mis
memorias con pelos y señales. En ello estamos.
A los desmemoriados
quisiera proponerle un ejercicio de hemeroteca. Hubo una sección en el
periódico El Día que se mentó Desde La Corona.
Que, junto a otras, dio lugar a la confección de un libro
titulado “Desde La Corona
hasta El Asomadero”, debidamente maquetado, solo a falta de fotografías que
alegren las manchas de tinta, que probablemente no verá la luz porque faltan
patrocinadores. Y echando hace un rato una visual me topé con estos dos
artículos: Los pobres también cuentan (14-agosto-1987) y Cosas del barrio
(12-octubre-1988). Seguro que hay más, pero tengo otras ocupaciones que
atender. Frágiles memorias para lo que interesa. ¿Cómo? Búscalos y demuestra
que vales tanto como presumes y más (lleva destinatarios concretos).
Y si hay que
remojar los éxitos porque ya es costumbre, bueno sería dejar en paz lo que
tanto nos ha costado (a un servidor le duele del dinero, parece que a otros que
han debido asegurar jugosos complementos no), los de La
Cruz Santa tienen la balsa; los de Los
Príncipes, la charca; los de La
Longuera se pueden lanzar desde La Cueva hasta lo que fue el
Charco de las lisas; los de El Peñón, el trampolín de la piscina, con más
emoción si está vacía… Hay alternativas. Lo que redundará en el uso y disfrute
de las infraestructuras municipales que con tantos sacrificios hemos ido
consolidando. Incluso aquellas que ocupan espacios remozados (sí, con z; añadan
otra al capítulo de afortunadas intervenciones) por aquellos que estaban
pensando que bañarse en un molino no era lo mismo.
Si todo lo
anteriormente expuesto (que está fielmente mostrado a pesar de que puedas
entrever pasajes oscuros) falla por cualquier motivo, siempre habrá una salida
airosa: echarle la culpa a los maestros y a la escuela.
Jamás
olvidaré una expresión de mi madre ante la lectura de cierta candidatura electoral:
Como salga este, habrá que hacer las puertas más grandes. Los mayores siempre
han sabido disparar enormes cargas de profundidad con gran tino. Y a estas
alturas de la vida –coño, ya soy mayor– ya no voy a cambiar. Seguiré opinando
por escrito. Porque de vez (en lugar de ves) en cuando es bueno repasar. Qué
simpleza con lo de cuestión de gustos.
Hasta mañana.
Etiquetas:
Blog,
Deportes,
Escritura,
Hemeroteca,
Lectura,
Memoria,
Olvido,
Opinión,
Ortografía,
Política,
Redes sociales
viernes, 14 de marzo de 2014
Hechos
Llego de
caminar, más bien poco, por el otrora sendero turístico de la costa realejera
y, tras la ducha pertinente, aquí estoy dándole a las teclas para plasmar estas
boberías que tú, si por un casual has tenido a bien alongarte a Pepillo y
Juanillo, estarás leyendo en estos momentos. ¿O no es así? ¿El sendero? Por lo
que observé –y llevaba muchísimo tiempo sin transitarlo– las cabras se lo deben
pasar bien. Como los cabreros no suelen llevar bolsas para recoger cagarrutas,
te lo puedes imaginar. Este tema no se resuelve con plasmar artículos en una
ordenanza. Es menester que haya voluntad política de los representantes de
todas las administraciones públicas de coger el macho por los cuernos –que se
diría– para solucionar este grave problema. No se antoja fácil desde luego,
pero con prohibir tránsitos por las vías públicas y amenazar con sustanciosas
multas (que jamás abonan: son declarados insolventes en cualquier procedimiento
judicial, en el supuesto de llegar a tal extremo). Y mucho menos con pasarse la
pelota las instituciones. Que es jugada habitual, por otra parte.
Pero no iba
el meollo de la cuestión por esos derroteros. Si se pusiera el mismo interés de
las poses fotográficas que ofrecen las mil boberías que surgen en el transcurso
del día (y no olviden que los políticos trabajan las 24 horas) para las
cuestiones enjundiosas, otra cabra nos balaría. Y se trata en el presente
comentario de meras opiniones que pasarán a engrosar el contenido de la
papelera que cada concejal, incluyan al alcalde, posee en el apartado de hacer
oídos sordos.
A bombo y
platillo se nos vende la subvención del Cabildo, 44000 euros, para la zona
comercial abierta de San Agustín en el denominado Plan Insular de Modernización
y Acondicionamiento. Hago un inciso para que alguien me ayude a explicar el
porqué de ese título: zona comercial abierta. Claro, como no me entra en la
cabeza una zona comercial cerrada, porque inmediatamente dejaría de ser
comercial, no capto lo de poner tantas etiquetas. Pero si comparo la cantidad
que hizo surgir como setas fotos de consejeros y ediles en la Internet con la
“invertida” en los semáforos de las monjitas de La Montaña, no me cuadran los
números. Máxime si a estos se les va a fundir el bombillo amarillo (ámbar) de
tanto guiñarnos el ojo en plan cachondeo o tomadura de pelo elevada al cubo.
Será que nos hallamos en el periodo (un año antes de las elecciones
municipales) en que ralentizamos las obras (Realejo Bajo, La
Cruz Santa, esperpento de El Toscal…) para
que la (re)inauguración coincida con el momento de ir eligiendo la papeleta. La
verdad es que al PP realejero todo se le fue en fachada y la carencia de
sustancia gris es altamente preocupante. Me acaban de poner otro cuño.
El
Vicerrectorado de Relaciones Universidad y Sociedad de la Universidad de La Laguna ha concedido el
Premio de Creatividad Social de la institución académica a la Coordinadora de
Colectivos Juveniles Nenedam, de Los Realejos. El galardón, dotado con 1.500
euros, fue entregado durante la ceremonia del Día Institucional de la ULL que se celebró el pasado 11
de marzo en el Paraninfo de la institución académica.
“Nenedam es
un colectivo surgido en 2000 en Los Realejos, que tiene como objetivos trabajar
para la comunidad, potenciar el trabajo colectivo y la participación de los jóvenes
y establecer cauces de comunicación directa y sin intermediarios entre la
juventud y los representantes políticos de su municipio”.
Antonio Rodríguez, presidente del jurado,
reflexionó que Nenedam sirve como ejemplo para demostrar que el colectivo juvenil,
muchas veces “mancillado” y tachado de “falto de motivación”, puede ser un
agente “creativo” e incluso “revolucionario” en la transformación de la
sociedad para mejorarla.
Y como en
nuestro pueblo gobierna el Partido Popular, formación política a la que no le
interesa –le produce urticaria– debatir temas de rabiosa actualidad y que
guardan íntima relación con la mayoría absoluta parlamentaria, allá se
presentaron los dos ‘valientes’ portavoces del colectivo a recoger la
distinción con sendas mordazas. Fue un acto revolucionario, para guardar
paralelismo con las manifestaciones del presidente del jurado. Ha habido un
comunicado de felicitación del alcalde y la concejala, obligados por las
circunstancias, pero ninguno de ellos se ha dignado a contestar siquiera una de
las tantas preguntas que Nenedam puso en conocimiento del público a través de
un vídeo colgado en las redes sociales. Deduzco, en lógica consecuencia, que no
nos encontramos ante unos jóvenes desmotivados y faltos de iniciativas. Más
bien todo lo contrario. Aquí, como en casi todo, ocurre que a los dirigentes
les escuece que se les interrogue, que se les cuestione, porque inmediatamente
surge lo de estás contra mí. Sin ir más lejos, tanto a Pepillo como a Juanillo
les pegan cada día una docena de cachetones. Así están de fuertes. Porque,
estimados miembros del Nenedam, es en la adversidad donde los valores adquieren
su verdadera dimensión. Ánimo y adelante.
Siquiera de
refilón, mi sorpresa ante la negativa de la oposición en el ayuntamiento de El
Tanque para que el grupo de gobierno se bajara el sueldo. Como, eso alegan, les
parecía escasa la disminución, votaron en contra de la propuesta, por lo que
seguirán cobrando lo mismo. Me temo que el sentido del voto iba más pensando en
posibles situaciones futuras que en aminorar gastos en el presupuesto. Y es que
cuando se trata de “perras", se les ve demasiado el plumero. O dicho de otra
manera, se retratan (ya que tanto les gusta una foto).
Se ha firmado
otro pacto social. Esta vez entre empresarios y sindicatos. El Gobierno (de
Canarias) no participó en el “evento”. El próximo domingo seguro que Paulino
justifica la ausencia en su blog. Ya debe tener trabajando al negro. Serán
lectores del post dominical los casi cuatrocientos mil parados de las islas. Y
todavía hay energúmenos que me espetan lo de que la tengo cogida con él.
Acabo. Un
buen amigo del Puerto ha tenido la osadía de meterse entre pecho y espalda
varias decenas de vídeos de incierto cuarto (oscuro) de comunicación. Y me ha
hecho llegar un listado de improperios barriobajeros, que demuestra la catadura
moral de sus autores (ya son varios), para si quiero darle cabida en este
humilde blog. La respuesta te la puedes imaginar.
Feliz fin de
semana. Lo mismo te sorprendo con alguna fotografía.
Etiquetas:
Asociacionismo,
Ayuntamiento,
Cabildos,
Cabras,
Comercio,
Infraestructuras,
Internet,
Juventud,
Los Realejos,
Naturaleza,
Paro,
Pateo,
Pepillo y Juanillo,
Política,
Redes sociales,
Subvenciones,
Sueldos,
Universidad
jueves, 13 de marzo de 2014
Más naturaleza, por favor
En algún que
otro comentario nuestro hemos hecho alusión a determinadas actitudes que, bajo
nuestra particular visión, están deteriorando los cada vez más escasos recursos
naturales que nos quedan. Sigue empeñada esta isla nuestra en no crecer. No se
da cuenta –egoísta ella– que está perjudicando enormemente el progreso y
desarrollo de nuestra civilización, que necesita espacios –muchos espacios–
para destrozarlos, esquilmarlos.
Hicimos, hace
unos días, referencia a una auténtica romería por los montes del Valle de La Orotava. Una triste
romería con olor a gasolina y neumáticos. Y nos entristece sobremanera el
comprobar cómo en Montaña Blanca, en El Chinyero y en los lugares más
insospechados aparecen las huellas de los todoterrenos. Tal vez cada señal
venga a demostrar la autosuficiencia de quienes manipulan tales artilugios. Y
debe ser síntoma de adelanto, de cultura, de progreso, el marcar dominios en
los más recónditos parajes. De pena nos parecen esas caravanas motorizadas
que, un día sí y el otro también, masacran montes, meten sus narices –cual
perros de presa– en arriesgadas aventuras.
Tras
funcionar varios años, ahora nos estamos dando cuenta de que el teleférico se
está cargando nuestro Teide. Y se han elaborado las posibles soluciones para
arreglar el desaguisado armado en el cono del pico más alto de España; hasta
pensaron en vallarlo. ¿Y por qué no cortarlo y trasladarlo a otro lugar más
seguro donde no haya teleférico? Mejor solución: ¡Fuera teleférico! El que
quiera subir que lo haga caminando que a lo largo del año hay épocas para todos
los gustos.
Por si la
avalancha fuera poco, hemos leído, con sorpresa e indignación, sobre una
travesía por los bellos paisajes que encierra el interior de la isla, a través
de los más recónditos lugares de Tenerife en la que se puso a prueba la
habilidad de los conductores y la aptitud de los vehículos para superar situaciones
al límite de lo (im)posible. Hasta se llegó a la cima de Montaña Guajara para
divisar la extraordinaria y paradisíaca vista de las Cañadas. Increíble. La
próxima hazaña podría ser la presentación del mejor jeep del mundo en la cima
del Teide, para celebrarlo por todo lo alto.
Mientras, ¿no
tiene nada que decir la
Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias?
¿Por qué en lugar del programa Juventud y Medio Ambiente no propusieron un
motocross que le encanta a los chicos? Hasta cierto reparo nos da ir a caminar
esos domingos de Dios por nuestros montes, ya que, al no haber semáforos, nos
puede atropellar un desaprensivo que no respete un ceda el paso. Si de lo que
se trata es el demostrar habilidades en semejantes monturas, ¿por qué no
concursan para ver quién conduce más y mejor con las ruedas pa´rriba?
Cuando el
consejero de Política Territorial y el director general de Medio Ambiente leen
esas noticias que a nosotros nos entristecen, ¿no sienten deseos de hacer algo?
¿No reciben ustedes información, fotografías sobre las consecuencias de las
invasiones? O nos duele la
Naturaleza a todos –en especial a nuestros dirigentes– o empecemos
a dolernos, a llorar públicamente nuestras incongruencias.
Después de la
agotadoras jornadas por pedregales terrenos deslizantes, polvorientas pistas de
sinuoso trazado... llegaron los comentarios y anécdotas de las mismas. A buen
seguro, allí nadie se acordará de que, tal vez, a la vera de los caminos han
quedado jaras, brezos, corazoncillos, y un largo etcétera, cuando menos, asfixiados
de progreso.
No contentos
con la destrucción en las zonas costeras, seguimos empeñados en ir escalando
peldaños poco a poco. No contentos con los desperdicios de aquí abajo,
pretendemos llevarlos a lo alto; para que queden más elegantes. Al final
exclamaremos todos muy contentos: ¡Viva el plástico! ¡Vivan las latas! En suma,
¡Viva la mierda!
Es en estos momentos
de rabia, de impotencia, en los que comprobamos cómo el que puede no quiere,
cómo el que debe no lo hace, cuando nos viene al recuerdo las palabras del
doctor en Ciencias Biológicas, don Juan José Bacallado, que prologaban el libro
“En las manos del Volcán”, de Zenón/Garcíarramos, y que, con todo respeto y
admiración, nos atrevemos a reproducir.
Nada me satisface más que encontrar en mis
Islas, en nuestras Islas, almas gemelas que como la mía sientan y se duelan por
su Naturaleza maltratada...
Me atrevo a dar un grito de alarma sobre
unas islas que se desertizan a pasos agigantados, que se nos escapan de las
manos, que agonizan en la tierra y en el mar.
Mientras, la
vida sigue su curso inexorable. El progreso sigue ingiriendo en sus negras
fauces lo poco bello que nos queda. Luego, pasados los años, cuando ya poco
puede ser posible, alguna mente lúcida exclamará:
¡Qué va!
¡Esto no puede seguir así! ¡Habrá que buscarle remedio!
Comenzarán
concursos, ideas, proyectos para salvar una Naturaleza moribunda. Y llegarán a
la triste conclusión de que el remedio no nos podrá resucitar al muerto.
Los lamentos,
las lágrimas, como triste consuelo, nos recordarán los versos de Fernando
Garcíarramos, que pondrán colofón a este muerte anunciada de nuestras tierras,
hoy en decadencia:
En las alturas, lentamente, la nieve se
deshace: es el llanto fecundo del volcán. Algún día un nuevo edén será el fruto
de sus lágrimas.
Nota
aclaratoria: Artículo publicado en El Día el 18 de junio de 1988. Ha transcurrido algo
más de un cuarto de siglo. Cuando escucho a los políticos actuales (muchos lo
eran ya en aquel entonces) hablar de no consumir ni un metro más de suelo, de
petróleo, de carreteras, de nuevas pistas en los aeropuertos y otras lindezas,
me entran unas ganas enormes de mandarlos a sachar papas. Pero luego pienso en
qué culpa tendrán los pobres tubérculos. Y mientras ellos se ríen o se
carcajean… Hasta mañana.
Etiquetas:
Medio Ambiente,
Naturaleza,
Opinión,
Política,
Prensa,
Urbanismo
miércoles, 12 de marzo de 2014
Indiferente
Así se quedó
Paulino Rivero cuando tuvo conocimiento de que Marruecos podría haber dado con
una bolsa de petróleo a no demasiados metros de profundidad en la parte del
Océano Atlántico que según los tratados internacionales le corresponde. Y como
pensó el señor presidente que lo mismo se trataba de una lata de cinco litros
abandonada vete tú a saber por quién, no solo se limitó a pensar que tal hecho
se la trae al pairo sino que lo declaró lo más alto que pudo para que se
enterara el resto del territorio patrio.
Desde pequeño
he escuchado aquel dicho de “hombre chiquito, hombre currito” y que no me gusta
utilizar demasiado para que no se me enfade el gran compañero y amigo Ángel,
que viene a ser la excepción que confirma la regla. Pero el de El Sauzal es demasiado.
Y testarudo como una mula. Si fuera capaz de recular un fisco apenas y se
sumergiera en cualquier hemeroteca para leer al menos los titulares que han
jalonado estos años en que ha ostentado la máxima autoridad en el archipiélago.
Y nos mostramos ampliamente generosos cuando le concedemos el beneficio de
olvidar las largas estancias anteriores en otras instituciones desde que en el
lejano 1979 se subió a sillas de mayor porte que aquella maltrecha de la
escuela en la que apenas tuvo tiempo de depositar sus ilustrísimas posaderas. Y
además tenía el inconveniente de que los pies sí le llegaban al suelo.
Lo que pueda
descubrirse en Marruecos, Mauritania o México le es completamente indiferente.
El ecologista de nuevo cuño se muestra, por ahora y hasta mayo de 2015,
impertérrito. Después de haber contribuido durante décadas a los mayores
desaguisados urbanísticos, toca ser abanderado en la defensa del medio
ambiente, del que nos resta. Y si un posible escape del posible crudo que
pudiera encontrarse en las mal denominadas aguas canarias (por lo de la
pregunta tramposa que se viene esgrimiendo en cierta propaganda televisiva) nos
afectaría de tal manera que no escaparía ni la más occidental de nuestras islas
(allí donde veranea el que nos llamó gilipollas y que anteayer se molestó
cuando Carlos Espino se lo recordó en La ventana de Canarias), ¿qué diferencia
habría si el derrame se produce en la vecina plataforma del país alauí?
Entiendo que bien poca. Y me remonto a los hilillos que no implicaban peligro alguno
para el que hoy preside el gobierno nacional.
Si ustedes se
fijan bien en las poses del Pollito de El Sauzal (insisto, su ahora amigo Juan
Manuel que se retracte), no solo lanza dardos dialécticos sino que los adereza
con posturas y tics que intentan demostrar valías inexistentes o carencias disimuladas.
Lo manifiesta, o al menos lo pretende, incluso cuando da los besos
protocolarios. Estira el cogote y se pone farruquito. Como cualquier quíquere
que se precie y que aspira a ser el jefe del gallinero. Y como suele llevar a
su lado al retratista oficial –para que después la tele de Willy nos deleite en
dieciocho informativos seguidos– a uno le basta con observar, dar muestras de incredulidad,
cabrearse y, al menos en mi caso, desahogarse escribiendo estas boberías.
Y en todo
ello estábamos cuando aparece en escena, entrando por la derecha, otro
personaje de cuento: la señora delegada del Gobierno, la comisaria soriana en
las islas afortunadas, la posible candidata popular en las elecciones del
próximo año, según algunos tertulianos comprados –o vendidos, que tanto monta–
y a los que doy tanta credibilidad como a los puestos de trabajo prometidos por
el protagonista de este post. Vino a decir
que no hay que tener prisa, sino que debemos hacer nuestros sondeos con
garantías. Y uno se imagina a esas máquinas pinchando la roca lentamente, como
pidiéndole permiso, con unas barrenas tan suaves que diríanse de algodón. Y con
las tiritas preparadas por si suelta, como producto del pinchazo, algún coágulo
o esputo inadecuados.
Váyanse a
freír chuchangas y no nos tomen más el pelo. Ya está bien, mediocres. Que no se
merecen el sueldazo que se han estipulado y nos ruborizan cada vez que abren la
boca. Ineptos elevados a la enésima. Logaritmos neperianos disfrazados de naturales.
Y parece no haber visos de solución ante panorama tan desalentador. Los
perpetuados siguen vendiendo más de lo mismo. Los aspirantes rizan el rizo
justificándose antes de llegar. He leído una carta al respecto que me causó tal
perplejidad que me di dos cachetones para sacudir la neurona. Se me antojó
estar ante un ladrón que convoca una rueda de prensa para poner en conocimiento
de la policía que quizás vaya a cometer un robo. Este mundo está necesitado, y
mucho, de algo tan común como el sentido (común). Y de algo tan elemental, y
lógico, como la lógica más elemental.
Hasta mañana.
Con una advertencia: si descubro petróleo en la tierra de la maceta en la que
pienso sembrar una papayera, lo mismo hago un trato con Soria o Rivero. Ya se
verá.
Una apostilla,
pues cuando ya cerraba esta entrada llega a mis oídos la penúltima del
dicharachero mayor: "Los canarios somos los que tenemos que decidir qué
hacemos con el petróleo". Chacho, ¿no crees que ya chochea? ¿Queremos o no
el dichoso petróleo? ¿Hay elecciones en el horizonte cercano? Te apuesto los
cincuenta céntimos de rigor que a partir de ya dejará esta cuestión al margen
para dedicarse a la congelada, paralizada o suspendida Ley del Turismo. Porque
en el fondo todo se reduce al pulso –o desafío, utilizando un término de la
lucha canaria– de dos pescadores natos. Faena que hacen a la perfección en ríos
revueltos.
Etiquetas:
Canarias,
Elecciones,
Gobierno,
Petróleo,
Política,
Prospecciones
martes, 11 de marzo de 2014
Cifras curiosas
O titulares
que conducen a engaño. Porque la mayoría de estas manías escritas surgen tras
la visual de la prensa diaria. Menos El Marca, pues desde que me enteré de que
era el diario más leído en este país me agarré a lo de llevar la contraria. Y
ya estoy viejo para cambiar.
Comienzo con
algo que no sé bien cómo definir. “Dos goles que no debieron dar sellaron el
empate”. Y aunque se trate del reclamo de una crónica futbolística (o
futbolera), te juro que la hallé en un periódico de información general. Me quedé
patidifuso con lo de ‘que no debieron dar’. Tengo la impresión de que el autor
pretendió ubicar el pronombre se, pero se olvidó o pensaba transmitir otra idea
que me ignorancia deportiva me impide columbrar. No sé si guarda el susodicho
relación con los excelentes comentaristas (Pier incluido) de la televisión
autonómica. Que cada día es más de Paulino y Willy, porque ya no es ni de
populares ni de socialistas, aunque estos últimos soportan las tarascadas
(término balompédico por excelencia) con tal de que no los bajen. Y de
tratarse, como me imagino, que hubo los consabidos errores arbitrales, mejor
haría la federación, o al que le incumba, en que un artilugio mecánico dirija,
y dirima, las contiendas, porque para poner a dos invidentes en las cercanías
de las áreas mejor que las imágenes de los centenares de canales televisivos
hagan tal labor. Y seguro que con mucha mayor efectividad.
En un digital
herreño se indicaba que el aeropuerto perdió 285 pasajeros en febrero. Y los
que hemos viajado a esa isla en tal medio de transporte sabemos de las dimensiones
de la terminal de Los Cangrejos. Por lo que, si me apuras, se me antoja muy
complicado que se pierda una maleta. Nada te digo si son casi tres centenares
de personas las que se esfumaron vete tú a saber si para El Tamaduste o se
bajaron en La Caleta
antes de que el aparato pusiera el tren de aterrizaje en el conglomerado de la
pista. A este paso la compañía Binter se va a quedar sin clientela.
Ya que recalé
en la Isla del
Meridiano, me entero de que en tan reducida superficie hay 8045 vehículos para
una población de 10979 habitantes. Me gustaría tener el dato de los menores de
18 años (deben ser unos cuantos, pues de lo contrario estarían cerrados los
colegios e institutos), que son los que al no poseer permiso de conducción no
debieran, por pura lógica, disponer de auto propio. A los que añadiría los muy
mayores, los impedidos y los que voluntariamente eligieron la guagua como medio
de transporte. Tras estos descuentos, y no hace falta ser un lince matemático,
cada herreño que cumpla las condiciones exigidas debe poseer un coche y medio,
más o menos. Menos mal que tenemos al Istac (ese Instituto que se encarga de
las estadísticas y otras boberías) para arreglar este exceso y prevé un
incremento de 2299 habitantes en los próximos cinco años. Y también me llamó la
atención el número de marras. Ni uno más (2300) ni uno menos (2298). A eso lo
llamo yo tener puntería en la contabilidad de los embarazos. Ignoro si tuvieron
en cuenta la posibilidad de alguna erupción esporádica. Es que en tal
disyuntiva los calores aumentan y para esos menesteres no es lo mismo un cuerpo
ardiente que otro esmirriado por el frío de San Andrés, por ejemplo.
Si hay
alguien en estas islas que utilice cifras para ilustrar sus comentarios –y lo
que le escriben para el blog– es el presidente de esta calamidad, perdón, de
esta Comunidad. Y casi siempre para realizar promesas que ni por asomo se han
acercado jamás a la realidad. Una tesis doctoral sobre los puestos de trabajo
propuestos demostraría que de haber dado en la diana con tales apreciaciones,
ahora mismo nos podríamos permitir el lujo de elegir en qué lugar u oficio
currar. Tal vez por eso comprenda menos esta otra previsión: mejorar las
aptitudes de 3000 jóvenes para acceder al empleo. Porque tengo la ligera
impresión de que a nuestros jóvenes les sobra preparación (sí, que no todo es
fracaso escolar; lo fácil es mezclar el estrépito social con la manía de culpar
a los docentes de todos los males habidos). Y capacidad y disposición para
desempeñar una labor, también. Pero para qué demonios quiere el cursillo si no
lo va a poner en práctica jamás. Preocúpense, y mucho, de que el mercado
laboral adquiera otros tintes y déjense de monsergas. Cuando no de machangadas.
De qué nos valen tres mil jóvenes aptos si no van a poder ejercitarse. Esto me
recuerda los cursillos de educación sexual. Siempre son teóricos. Y estarán
conmigo que no es lo mismo. Y ya está.
Concluyo con
un aviso a navegantes. El turismo destruye empleo en Cataluña pese al récord de
visitantes. Leí el reportaje y las condiciones de precariedad de los empleados
de la hostelería rayan el escándalo. Porque el pasado año fueron borrados de un
plumazo 19400 puestos. Me temo, señor Rivero, que ir a Berlín para anunciar que
tendremos un millón más de turistas no va a ser suficiente. Porque tales
aumentos están recayendo sobre las espaldas de los de siempre. Con contratos de
miseria y cállate por si acaso. Gobierno y sindicatos tienen otras
preocupaciones más perentorias. ¿Privilegios? Qué va. Eso se deja para los que
dispongan de empleo fijo, los funcionarios, por ejemplo. ¿No te acuerdas quién
soltó la guinda? Yo sí. De ahí la foto que ilustra este post. Y aunque no le
votes va a seguir siendo presidente.
Etiquetas:
Cursillos,
Empleo,
Estadística,
Gestión,
Gobierno,
Matemáticas,
Paro,
Política,
Sindicatos,
Turismo
lunes, 10 de marzo de 2014
Adocenados y acomodadizos
Retomo la
actividad escribidora (escritora me parece demasiado pretenciosa para mis
escasas dotes literarias y/o periodísticas) tras una semana de relajo por esos sures tinerfeños. No, no obtuve premio
alguno en la Primitiva
sino que aproveché uno de los denominados viajes sin transporte de Mundo
Senior. Y me marché hasta Adeje (Playa Paraíso). Allí comí más de la cuenta,
pero también caminé por las tardes por aquellos parajes. Que, por las fotos que
he colgado en Facebook y las que irán apareciendo en este blog en entregas de
fechas próximas, se halla de un verde refulgente. Porque las gentes del Norte,
por lo general, vamos por la autopista y obviamos un mundo de naturaleza
sugerente que se halla disperso por carreteras vecinales cargadas de belleza y
de una especial singularidad. Lejos, muy distantes de los cuatro secarrales que
tanto gusta mentar a cierto editorialista. Aunque él haga referencia a una isla
vecina. Quedé gratamente sorprendido al descubrir lugares en los que, no me
duelen prendas reconocerlo, jamás había puesto un pie.
Vuelvo, pues,
a la cruda realidad y me percato de que seguimos adocenados (vulgares,
mediocres, simples, ramplones), a la par que acomodados en grado sumo. Como
colectivo merecemos el calificativo de borregos (blandos, sumisos, mansos,
timoratos). Nos hemos conformado hasta el extremo de no sublevarnos ante tanta
injusticia. En el encabezado de este blog aparece una frase de San Agustín (La
necesidad no conoce leyes) que ni siquiera, y máxime viniendo de un “santo
varón”, es tomada en consideración cuando nos venden agua canela para beber,
cuando una obra pública se estropea antes de ser inaugurada o cuando la
principal preocupación del país son los vómitos de un jugador de fútbol.
Prima la vulgaridad, la mediocridad, en cualquier ámbito. Y cuando los
que deben tomar decisiones (léase políticos) se hallan instalados en el quehacer
ramplón y abyecto, no podemos seguir mirando hacia otro lado y perpetuándolos
en mullidas poltronas. Porque con nuestro laissez
faire asumimos tanta o más cuota de responsabilidad que la esgrimida por
los inútiles e irresponsables que nos gobiernan. O la de los que aspiran a
sustituirlos para continuar el giro en la rueda de los despropósitos al más
puro estilo hámster (¿o gánster?).
Algunas
fueron las charlas que sostuve esta pasada semana con varios trabajadores de la
hostelería. Y no suelo hacerlo con demasiada frecuencia. Porque si de algo
presumo es en todo caso de mis carencias, que no de mis posibles sapiencias o
andanzas en un pretérito tan cercano pero tan alejado a la vez. Pero la
etiqueta de ex sigue adherida. Tras las reflexiones de rigor casi siempre
concluyo que no puede ser posible que el resto de mortales sea el que se halle
inmerso en el error. No puede considerarse normal en el proceso democrático que
persista la añoranza de modos y vivencias en organismos públicos de hace tres
décadas. Cuando lo habitual consistía en servir y retornar a tu puesto de
trabajo en tiempo prudencial. Porque olvidamos con pasmosa facilidad que el
compromiso adquirido cuando te presentas en una candidatura solo ocupa el
horizonte del siguiente cuatrienio. Pero los manuales de estilo (cualidad,
talante, carácter) han cambiado. Se impone la palabrería y el discurso fácil y
enlatado. Para todo hay respuesta. O la vuelta para el duro, que se mentaba
años atrás. El capítulo de justificaciones es tan inmoral como abundante.
Interesa, y
mucho, tener entretenido al personal con operaciones de mercadotecnia en las
que se vende humo, fuegos de artificio. Cualquier bobería es aprovechada para
descubrir placas, discursear eslóganes del bien quedar y poner en valor (que se
dice ahora) imágenes y retratos. Que posan maravillosamente pero cuyas
actuaciones hacen aguas (tan turbias como las portuenses) y muestran lagunas y
carencias. Se exhiben fachadas cuyo “producto interior bruto” es digno ejemplo
de los conjuntos vacíos de aquellas denominadas matemáticas modernas. Lo
practican los gobernantes y se suben a la guagua los que atraviesan el desierto
opositor. Y creen, todos, que inundando las redes sociales germinarán las
semillas por arte de magia. Sin abonos ni cuidados. La cosecha se mostrará
generosa en forma de votos. Por la cara, por la foto. Donde hace cinco minutos
iba un hipódromo hemos ubicado un aparcamiento gratuito para el mercadillo.
Inaugurado el Día Internacional de la Mujer.
A la que hemos homenajeado para reconocer lo que siempre la
ha caracterizado: su trabajo, tesón y voluntad. ¿O ya nos hemos olvidado de lo
que hizo nuestra abuela y nuestra madre? Y al panal de rica miel acudieron…
Se han dado a
conocer las sustanciosas cantidades que corresponden a los partidos políticos
en forma de subvenciones. Cada diputado vale un buen pastón. Algo así como unos
130.000 euros. Que deben ser unos cinco años de mi pensión. Si lo comparamos
con el salario mínimo, mejor llorar. Coalición Canaria, con una sola diputada
(el otro es de Nueva Canarias), se queja de ser la hermana pobre del Estado. Le
parece poco. ¿Has escuchado a cualquier formación que proponga mantenerse con
las cuotas de sus militantes? ¿O que se produzcan recortes como los habidos en
la prestación de servicios esenciales? Nadie, todos mudos. Incluso el
abominable silencio de los que, adalides de los fondos comunes, aspiran a
ocupar puestos decisorios para cambiar la dinámica de… Eso, espichada en un
palo. No lo hago por ti, sino pienso en ese mañana en el que puedo estar yo.
¡Cuánto hay
que cambiar! ¡Cuánto se podría cambiar! Bastaría aplicar unos miligramos de
lógica aderezados con otro tanto de sentido común. Y llevando a la práctica eso
que tanto les hace llenarse la boca (ojalá se atraganten algún día): el interés
general.
Ellos, falsos
e hipócritas. Nosotros, adocenados y acomodaticios. Y CC en Los Realejos ya
tiene candidato para mayo de 2015. Han repetido la jugada que realizó el PSOE
en las anteriores elecciones. Solo se me ocurre lo de “no por mucho madrugar,
amanece más temprano”. Y a los hechos, y a la historia, me remito.
¡Ah!, hasta
el Antona fue a sacarse la foto con Cospedal. La corbata verde esperanza lo
delata. Y la cara de Rajoy cuando lo increparon durante su discurso, patetismo
puro y duro. Lo de los socialistas navarros, espejo de sus incongruencias. Ayer
estuve en SJR. La propuesta de Tomás para que se abra el Mirador de El Mazapé
me parece adecuada. No se pueden tener los bares y restaurantes cerrados por si
uno se topa con un apuro. Pides un cortado y meas. Porque alcaldes y concejales
no necesitan baños. Los tienen, y elegantes, en sus despachos. Ducha incluida
por si requieren cambiarse de calzoncillos. O ellas lo otro. Y mañana más.
Etiquetas:
Elecciones,
Falsedad,
Gestión,
Hipocresía,
Política,
Redes sociales
domingo, 9 de marzo de 2014
Paseo gerundense (y VII)
Etiquetas:
Agua,
Arquitectura,
Fotografía,
Gerona,
Historia,
Imserso,
Mar,
Medio Ambiente,
Mundo Senior,
Naturaleza,
Turismo,
Vacaciones,
Viajes
sábado, 8 de marzo de 2014
Paseo gerundense (VI)
Etiquetas:
Agua,
Arquitectura,
Fotografía,
Gerona,
Historia,
Imserso,
Mar,
Medio Ambiente,
Mundo Senior,
Naturaleza,
Turismo,
Vacaciones,
Viajes
Suscribirse a:
Entradas (Atom)