lunes, 30 de junio de 2014

Gastos

Intuyo que se aproximan elecciones. Y a pesar de que el político deja de tener vida privada porque le dedica unas treinta horas diarias al cargo, cada vez son más –debe ser por la crisis– los que quieren alongarse al sugerente mundo de la vida pública. Es raro que no te levantes cualquier jornada, laboral o no, en la que te sorprenda, o quizás no, la aparición de una nueva formación, agrupación, asamblea, partido o entero. Son tantos los acrónimos y siglas que se distribuyen por el otrora arco (ahora debe ser ya círculo), que los mismo debemos inventarnos un nuevo abecedario que contenga, como mínimo, tres o cuatro veces más de letras con las que poder llevar a cabo las matriculaciones.
Es suficiente que se atisben discrepancias en cualquiera de los ya organizados para que haya cola en las oficinas del registro. Ahí tenemos a los díscolos santaursuleros, los que dejaron sola a Milagros, que se han erigido, pancarta incluida, en los salvadores de todas las desgracias del pueblo que linda por el oeste con el Valle de La Orotava (bueno, se mete un fisco en la comarca natural).
En San Juan de la Rambla (linde por el este), unos cinco mil habitantes, los electores lo van a tener crudo. Serán tantas las candidaturas que los contenedores de papel no tendrán capacidad material para soportar tanto material extra. Y si al ciudadano se le ocurriera ir a su colegio electoral para coger allí la papeleta sin haber realizado con carácter previo un cursillo de uso y manejo de material sensible, lo mismo se lo tienen que llevar las asistencias al centro médico más cercano.
Cuando todos abogan por el ahorro, uno entiende cada vez menos el ingente gasto que originan estos procesos. Sabido es que la confección de las papeletas (votos) corresponde siempre a las entidades públicas, en función del tipo de elección. Pero, además, cada partido o formación elabora las suyas para repartir a sus amistades y personas piadosas. Los más poderosos te las envían por correo. Por lo que en cada casa se podría empapelar una o dos habitaciones sin mayor problema. No quiero pensar el caos que se armaría si a Rajoy se le ocurriera, como ya se comenta, hacer coincidir las generales con los comicios municipales. Porque a nosotros, los canarios, nos tocaría llevar una bolsa de Mercadona ese último domingo de mayo de 2015, ya que nos correspondería portar cuatro sobres, con sus correspondientes contenidos: generales, autonómicas, cabildos y ayuntamientos.
Puedes tener la completa seguridad de que cada candidato esgrimirá por bandera lo importante que es el control del gasto público, las fuertes inversiones en sanidad, educación y servicios sociales. Y más, mucho más. De lo que se olvidarán en la primera sesión extraordinaria a celebrar tras la toma de posesión. Instante en el que se asignarán sueldos, dietas, comisiones, representaciones y otras mamandurrias varias. Unos de los escasos puntos que se ubicarán durante los periodos de mandato en el respectivo orden del día que no tendrá mayor discusión y que será aprobado por una unanimidad tal que raya el escándalo.
En torno a este particular surgen comentarios que demuestran la importancia de estas exposiciones, ferias y romerías. Porque, en definitiva, todo lo concerniente al asunto monetario y que afecta a los bolsillos, parece carecer de ideologías y se suben al carro, o carreta, más de lo que quizás pueda soportar el artilugio.
Relacionado con dineros, sueldos y otras prebendas va lo siguiente. A cierta persona se le ocurrió colgar en Facebook los sueldos de Cayo Lara, Gaspar Llamazares y Alberto Garzón, diputados y cabezas bien visibles de Izquierda Unida. Y surge lo inevitable. Pues algunos, que deben tener un resorte en el culo y saltan a las primeras de cambio (para defenderse de los ‘ataques’ a los suyos y para lanzarse a la yugular cuando de contrincantes se trata), en el vano intento de justificar no se sabe bien qué, no se les ocurre mayor gracia que tildar al informante, al mensajero, de ignorante y demagogo. Y basa su argumentación en señalar que parte de ese sueldo (he leído en algún sitio que se sostiene que hasta la mitad del mismo) se entrega a la organización.
¿Ignorante quién? Hombre, disimula algo e intenta demostrarle que las cantidades reseñadas son erróneas. Que cobran la mitad. O un tercio. O menos. Pero con tu respuesta ratificas –máxime cuando aún esperamos tus otros datos, que deben ser los verdaderos, por supuesto– que de las arcas públicas (dinero mío también) salen esos euros (varias decenas de miles). Y lo que cada cual haga con ellos bien poco nos importa a los que con nuestros impuestos vamos rellenado la hucha. Digo más. Dado que tan generosos son los militantes (en el resto deberá ocurrir tres cuartos de lo mismo), ya va siendo hora que se acabe con las aportaciones estatales (también a los sindicatos). Porque al final están recibiendo dinero público por varias vías. Ojalá mi pensión me permitiera ejercer la posibilidad que sí llevan a cabo sus señorías. Seguro que destinaría el exceso a causas más justas y a organizaciones que se dedican a matar el hambre de muchos de los ‘defendidos’ por nuestros diputados y senadores. Demagogo, que soy un demagogo. Esperaré pacientemente la confluencia de las izquierdas, porque de la de los astros… Bueno, se consideran estrellas. Yo los englobaría en el apartado de satélites.
Un manido recurso de los grupos minoritarios (los que sostienen que el progreso y el bienestar pasan por sus formas de proceder) para seguir poniendo la mano es que ellos son tan pocos que nada pueden hacer. Que es el mismo utilizado por los mayoritarios para no cambiar nada porque esto es apenas un grano de arena de los presupuestos generales. Y como nadie da el primer paso, los privilegiados seguirán siéndolo, mientras que el resto somos meros espectadores que nada importamos y menos pintamos. Como siempre, manga por hombro.
Por si alguno le queda la tentación de apuntar con el dedo acusador sobre el que estas líneas suscribe, no tengo el mayor inconveniente en explicar cómo se estilaba el particular en el ayuntamiento realejero en la década de los ochenta. Al menos hasta el 30 de junio de 1987, fecha en la que accedió a la alcaldía el ‘socialista’ José Vicente González y se inició el ‘cambio’.
Hasta mañana, que ya es julio. Pero por aquí seguiremos, al menos mientras ustedes quieran y sigan fisgoneando.

viernes, 27 de junio de 2014

Aparcar en las aceras

Muchas iniciativas del ayuntamiento realejero no solo me parecen convenientes y adecuadas sino que merecen plácemes y aplausos. Siempre he pensado que las corporaciones deben cuidar mucho el día a día. Porque, a veces, se enfrascan en discusiones bizantinas y en proyectos de muchos millones obviando un presente que necesita remiendos, arreglos y lavados de cara.
Hoy me atrevo a realizar una sugerencia. Y deben ir unas cuantas. Creo recordar que a todas las anteriores ningún grupo de los que conforman la corporación le han prestado el más mínimo caso. Visto el éxito alcanzado, lo lógico sería que recogiera bártulos y me dedicara a criar pericos para luego vendérselos al amigo Paulino, para que él, a su vez, los ofreciera a los clientes de su negocio (Paguher, el mundo animal) ubicado frente a la Shell de El Toscal (espero que me pague la publicidad).
Como no me ha abandonado la manía de dar un pateo de vez en cuando, siempre que mis múltiples ocupaciones me dejen un resquicio, a la par que voy escuchando La Ventana, me dedico a echar una visual a cuanto acontece por los lugares que transito. Ayer tarde estuve caminando por la carretera de San Benito, La Zamora y La Montañeta. Van, pues, unos ejemplos concretos en los que la dificultad para ejercer tu derecho ciudadano a ser un peatón normal y corriente, se ve dificultado por los aparcamientos de vehículos de todo tipo sobre las aceras.
En la subida hacia las instalaciones de la ITV y en los exteriores de los establecimientos de ese polígono industrial, lo normal es que tú debas transitar por la calzada porque los coches no te han dejado espacio. Salvo que cometas la osadía de pasar por encima de capós, techos y defensas. Y tal vez así aprovechen los talleres de los aledaños para arreglar las abolladuras que puedas dejarle en sus carrocerías. Bien merecido se lo tendrían, pero con una campaña, y de ahí la propuesta, al respecto y una temporada de vigilancia policial podría ser buena medida para que se tomara la debida conciencia.
En la urbanización que se halla al pie de la Montaña de los Frailes, allí donde se encuentra el busto homenaje el poeta don Juan Marrero, a la vera del Camino de Los Afligidos, y en las cercanías del Petudo (hay datos suficientes, ¿no?), cada propietario, para no molestarse y abrir la puerta del garaje sino una vez por la noche cuando se vaya a acostar, “enfoca” su auto hacia la entrada y deja el parachoques (delantero o trasero, según su particular conveniencia) a escasos centímetros de la vivienda, y Jesús, es decir, yo, comienza una carrera de obstáculos digna del mejor cross, trail running o la madre… de los que no piensan en los demás sino en el ande yo caliente… Y yo también, carajo. Que llegas a casa con un enfado de no te menees y sin necesidad ninguna.
Así que, señores munícipes, ya tienen el motivo de la próxima operación. Y como ahora se estila, y mucho, la sesión fotográfica por todo y para todo (vaya complejo de supositorio deberán tener los retratistas de turno), no demandaré derechos de autor. Ni siquiera les voy a exigir que me dejen hueco para la pose. Los feos estamos vacunados contra tales virus.
Ya que mencioné el asunto fotográfico, ahí les dejo un brevísimo muestrario. Son como chicos menudos. O sin son como. Viene Lupe, fotos con Lupe. Que nos inmortalizamos con cerveza, cara de borracho. Que vamos al cabildo (¿visita partidaria, de compis? Me lo expliquen), faltó algo de rojo (¿o ya no?). Se va el último mohicano (José María), Enrique vuela más alto. Rambla de Castro hacia Europa por varias vías. Otra de Francisco, la de cada año unos días antes de concluir el curso. Se dan un tono que te cambas. Qué cansada vida. Y antes de comenzar las reuniones, avalancha.
Finaliza la semana y casi el mes. Me acabo de enterar: Zerolo se ha quejado amargamente al Poder Judicial por el trato discriminatorio. Él también quiere un fiscal como el de Cristina y no este pejiguera que sigue empeñado en inhabilitarlo por un montón de años. No hay derecho. Ni justicia.
Se va Rubalcaba. Algo tarde, pero me van haciendo caso. Ahora que vaya bajando, que haya cadena. Eso, en cascada, como tanto les gusta.
Si necesitan proponerme para un cargo de asesor o algo así, estaré disponible este domingo por la tarde abajo en La Rambla. Sí, en El Rosario. Hombre, mi campo de acción ya abarca varias comarcas. Y menos mal que no se me da el selfie, que si no.
Feliz fin de semana.

jueves, 26 de junio de 2014

Bien cargado

Eso le ocurrió al día de ayer, que vino bien cargadito de noticias interesantes. Y como ya uno tiene sus años, lo mismo no doy abasto. Bueno, si queda algo para otro día tampoco le haré ascos.
Por dónde empiezo? ¡Ah!, sí, por Willy Meyer, el europarlamentario de IU que presentó su dimisión por un quítame allá un fondo de pensiones. Hecho que provocó el que sus compañeros de viaje inundaran las redes sociales con laudatorios comentarios. Algo que entra dentro de los más estrictos cauces de la normalidad. Lo raro hubiese sido lo contrario.
Pero hay aspectos que no me cuadran. Este político se subió al machito del cargo público en 1987, año en que se marchó un servidor, y ahí ha seguido hasta que un medio de comunicación, InfoLibre, lo ubicó en la lista de los que se habían acogido a un fondo de pensión (2004-2009) que gestionaba una sicav (sociedad de inversiones de capital variable: un invento que tributa el 1% en lugar del 30% que corresponde al Impuesto de Sociedades) desde Luxemburgo.
Como ha sido tan largo el periodo en activo, en el que ha llegado a simultanear cargos (verbigracia, concejal de Sanlúcar de Barrameda y miembro de la Diputación de Cádiz), se me rompen los esquemas con los planteamientos, a contrario sensu, que esgrime su formación política. O a lo peor es que debo dar la razón a los que sostienen que todos son iguales. Porque por aquello de la limitación de mandatos y duplicidad de cargos, ya tendría que haberse bajado de la guagua tiempo atrás. Para ser coherentes, que bien pintados dejaron los muros.
En su carta de dimisión alega que no está de acuerdo con estas entidades que pretenden burlar las obligaciones fiscales de las empresas. Y tal acontecer viene a ser presentado como un acto de honradez de la izquierda. Porque don Willy no sabía que firmaba un producto financiado a través de una sicav. Me imagino que asimismo desconocía que la rentabilidad era nada más y nada menos que el 50% del capital invertido.
El señor Meyer, como tantos otros incautos que no leemos la letra menuda, firmó y no se preocupó jamás de echar una visual a su cuenta corriente. Le sucede lo que a la mayoría de bien pagados en política. Prácticamente todo el sueldo pasa íntegro a la hucha familiar. Esta cuestión vendría a significar la versión rica de los pobres desgraciados de las preferentes. Ni los unos ni los otros se dieron (de) cuenta.
Los eurodiputados viajan en business class. El señor comunista en cuestión llegó a utilizar tan selecto espacio (asiento 1C) para venirse de Bruselas a Madrid para participar en un piquete de Fuencarral con motivo de la huelga del 29 de marzo de 2012. ¿Coherencia? ¿Honradez? No, de ejemplo nada de nada. Las circunstancias obligan.
Willy Meyer dimitió porque un medio informativo hizo público el tema. De no haber sido así –es de Perogrullo cuando se trata de un afer de hace cinco años–, seguiría tan tranquilo en Europa, viajando a costa nuestra y con suculentas dietas para alimentarse, y bien, alojarse cómodamente y comprarse un traje de cuando en vez. Y esos suculentos miles de euros mensuales que constituyen su nómina, toda para la caja. Nada te cuento cuando se junta un matrimonio político. A los maestros se nos criticaba cuando existía la denominada unión pedagógica.
Otros que como el dimitido alegan que no sabían lo que había detrás (cuánto ignorante analfabeto rigiendo los destinos de la Unión), no han dado paso alguno para largarse para casa. Como doña Elena Valenciano. O doña Rosa Díez, la salvadora. Porque de los del PP nada se podrá esperar dado que ellos sí apoyan este tipo de sociedades. Tan acostumbrados a paraísos fiscales, tesoreros cojonudos y cajas B, nada que objetar. Ellos sí son consecuentes.
El resto bien haría en seguir el rumbo trazado por Meyer. Pero, por favor, no lo intenten vender como lo que no es. A no ser que quieran convertirlo en un bono basura. Predicar es una cosa, y bastante fácil (lo hacen hasta los curas), y dar grano es otra bien diferente. Al final, todos se empeñan en hacer bueno lo de espera que lleguen y lo comprobaremos.
Demasiados fenómenos a la izquierda del PSOE. Eso sostienen todos. Ante el río revuelto socialista surgen formaciones como hongos. De Podemos (o Pokemon, que dijera cierta presentadora televisiva), por ejemplo, esperamos que aclaren las denuncias de soportes económicos bolivarianos. O que expliquen mejor los aspectos políticos de los centenares de muertes ocasionados por el terrorismo etarra.
Pues se me queda en el tintero el acuerdo de AUP. Tanto poner en solfa la dependencia de AIS con respecto a CC, y ahora resulta que tampoco saben ir solos. Y los sobrados indicios (con la oposición del gubernamental fiscal) del juez Castro. Y de la muerte de Ana María Matute. Y de las chascadas de Suárez. Y el ya se verá con el que Del Bosque imita a la perfección a Rajoy (cosas de las nobleza).
Veladas quejas, y concluyo, por utilizar a Bob Esponja y Patricio Estrella, amén de los mensajes de IpO, en las alfombras. Y mutismo cuando aparecen otras con nombre y apellidos de empresas bien conocidas: bancos, eléctricas… Poderoso caballero…
Fui hace unos días al oculista. Para las de lejos. Y me aumentó la graduación de cada ojo porque me era necesario para leer la letra menuda. Completamente en serio. Quisiera pensar que en Bruselas, Estrasburgo y todos esos lugares de por ahí afuera habrá ópticas.
¿Lo de Magdalena Álvarez? Le echaremos de comer aparte.
Hasta mañana.

miércoles, 25 de junio de 2014

No todo es malo

Claro que no. Faltaría más. También se acometen acciones desde los organismos públicos que merecen el aplauso ciudadano. Puede, incluso, que tales actuaciones no hayan sido incluidas por los equipos gobernantes en sus programas electorales. Elaborados, como bien es sabido, para no ser cumplidos. Y en el supuesto de que la proximidad de una campaña electoral exija un esfuerzo al respecto (estoy pensando en la cacareada bajada de impuestos, que ha hecho posible unas dieciocho comparecencias en los medios), se introducen las trabas en la letra menuda (parte del contrato que no leemos jamás). Con lo que nos quedamos con los titulares de rigor y nos hallaremos, como bien argumenta Salvador García en uno de sus artículos, tan desinformados como siempre.
He tenido la oportunidad de pasar unas estancias –cortas, para mi desgracia– en varios establecimientos hoteleros del Paseo de Las Canteras. Y como siempre he sostenido que Las Palmas le da varias vueltas a la otra capital de la nacionalidad atlántica ultraperiférica, que mira al mar en lugar de darle la espalda, me he percatado de que las operaciones de limpieza de la mejor playa urbana de muchos contornos constituye una operación digna de elogio. Y una prueba de lo que afirmo la encontramos en cómo amaneció ayer mismo. Porque el 24 de junio, Día de San Juan, la playa presentaba un aspecto inmejorable. Como si nada hubiese ocurrido la noche anterior hasta bien entrada la madrugada. Y es que habiéndose dado cita bastantes decenas de miles de personas, desde La Puntilla hasta La Cícer (si no hasta el mismo Auditorio), para celebrar la noche mágica de los conjuros, con todas las actividades que conlleva el evento, el dispositivo de acicalamiento volvió a funcionar como un reloj. Y con las primeras luces del alba, los enemigos del colesterol y de las panzas prominentes ya se daban sus garbeos por la arena. Que conste que no va mi felicitación porque el actual alcalde se llame Juan José. Pues en los tiempos de Jerónimo ocurría tres cuartos de lo mismo.
Que dispongamos para esta temporada veraniega la nada despreciable cantidad de 48 banderas azules demuestra que mucho se hace con fundamento. Bien está que cuidemos con esmero nuestras costas para que la principal fuente de ingresos de esta Comunidad siga siendo el sostén de nuestra economía. Y en momentos de incertidumbre por los vaivenes políticos, que implican diferentes visiones y enfoques, es conveniente no desviar la atención ni enfrascarnos en batallitas inútiles. Pienso que en mi pueblo podría estudiarse ampliar el abanico actual. Porque lo mismo el entorno de Los Roques dispone de muchas papeletas para entrar en un futuro sorteo.
De excelente podría calificarse la iniciativa del ayuntamiento realejero por la que señaliza las entradas de sus activos núcleos de población. Lo que me ha dado pie en anteriores ocasiones para demandar mejoras en el nomenclátor de algunos viarios en determinadas urbanizaciones. Pero hoy quiero volver con otra petición. Que al tratarse de un ruego (reiterado, eso sí) de un particular, quizás pueda ser atendido sin el ‘inconveniente’ de que haya partido la idea de un grupo de la oposición y tener que darle cancha política. Y ya ustedes me entienden. No, estúdienla y de ser una realidad algún día no voy a exigir derechos de autor. No se preocupen.
Cuando visito Gran Canaria, debo reconocer que estoy enamorado de sus bien cuidadas rotondas. Y felicito a los escultores de aquella provincia porque deben tener trabajo. ¿Y por qué no en alguna de las que tenemos en la zona de El Castillo? No, no me vengan con la excusa de las competencias porque hablando se entiende la gente. Y si Manuel Domínguez es capaz de ir a territorios ajenos, aunque al alcalde vecino no le guste, también podría, siempre que sus otras ocupaciones se lo permitan (y si no tiene tiempo, que Adolfo la haga suya) estudiar esta posibilidad. Como me gustan las fuentes (soy consciente de que su mantenimiento no debe ser moco de pavo, y así está la que yo mento ‘de Ambrosio’ en San Jerónimo), ya me parece estar viendo una elegante con un cartel primoroso que nos señale: “Bienvenido a la Villa de Viera”. Con una escultura alusiva al ilustrado. Que día y noche cante las excelencias de la patria chica de quien es nuestra figura más representativa. Y luego, como hay superávit (de ello se presume), adquiriremos el inmueble que lo vio nacer para hacerle sana competencia museística a la ciudad en la que se encuentran sus restos.
¡Ah!, un ruego: cuando vayan a hablar con Alonso (o Paulino), háganlo todos juntos y no estén con esos tristes espectáculos de querer cada partido apuntarse el tanto en un ejercicio de ridiculez elevado a la enésima. Que insultan con esas fotografías (inmediatamente colgadas en las redes sociales con comentarios que rayan el esperpento) la inteligencia de todos los realejeros. No será necesario, me imagino, concretar a qué me estoy refiriendo. Porque de serlo, la enfermedad sería gravísima, de muy difícil solución.
No hay de qué. Hoy estaba positivo. No me deben nada, pero si les sobra un puesto de asesor soy capaz de olvidarme de la AEIOU. Hasta mañana.

martes, 24 de junio de 2014

De huertos escolares y otros

Apenas dos días duró la ilusión veraniega en El Realejo. Ayer lunes tuvimos una mañana de bruma y posma (o sorimba, que también se menta). Así que estuve un par de horas en casa informándome. Lo malo es que no siempre la prensa (digital) da a conocer la realidad a sus lectores, sino que se erige en intérprete del entorno y plasma en sus líneas y párrafos aquello que estime pueda vender más. Como los periodistas no pueden trazarse su propia agenda, porque esta ya figura escrita al dictado de intereses editorialistas, te debes tragar que es mucho más importante la visita del ‘alfombrista’ Emilio Butragueño que dar a conocer interesantes iniciativas de las muchas que surgen en este valle de lágrimas (que diría el amigo Evaristo). Y te pongo un ejemplo:
Publiqué en este mismo blog el pasado día 6 del presente mes de junio un comentario de lo que estimé gran labor de un centro docente. Se trataba de una reseña alusiva al huerto escolar del CEIP Santo Tomás de Aquino. Que bajo la denominación de ‘Entre coles y coles’, la comunidad educativa del citado centro villero ha involucrado al alumnado en una experiencia digna de elogio y que, a buen seguro, habrá de potenciar sus capacidades. Por si no tuviste acceso al mismo en aquel entonces, aquí te dejo el enlace por si te apetece ojearlo: http://pepilloyjuanillo.blogspot.com.es/2014/06/entre-coles-y-coles.html.
Se trasladó la información a varios medios y al gabinete de prensa del ayuntamiento. Incluso el alcalde orotavense tuvo conocimiento del hecho. No hubo manera. Hay otros aconteceres de mayor relevancia. Como espolvorear las inmundicias claustrales que llenan de mugre otro colegio del Valle.
Lo anotaré en la agenda. Porque mañana, cuando las piedras rueden en sentido contrario, puede que se requieran los favores de aquí para allá. Dicho queda y plasmado por escrito. Al tiempo, más desahogado me hallo.
Y seguimos por los alrededores con ese “otros” del titular. Ya quitaron los semáforos de Realejo Bajo. Y transité por la calle Guillermo Camacho este último domingo. Tuve rara sensación. Claro, tanto tiempo que el pobre coche apenas recordaba las curvas y cambios de marcha. No creo que Manolo se haya apurado por algo que le escribí hace unos días en el face. ¿Te das cuenta del progreso?
Como me han solicitado que les aclare lo que mencioné no ha mucho acerca del cierre del anillo insular y dado que me importa, y mucho, que abran el tramo Icod-El Tanque, hace un rato acabo de ver en el mismo digital, una al lado de la otra, estas dos noticias:
Coalición Canaria de Tenerife exige al PP que cumpla con Tenerife y permita culminar el Anillo Insular.
Manuel Domínguez (PP): El gobierno de Canarias incumple con la financiación acordada con el Cabildo de Tenerife para culminar los tramos del anillo insular de carreteras.
¿Qué? Nos toman por imbéciles. O dicho de otra manera: ¡Qué inteligentes son!
Y ya que mi alcalde me da bola, aprovechémoslo. Después de una defensa a ultranza de la Mancomunidad del Valle de La Orotava, reculan los dirigentes norteños, con Domínguez a la cabeza, y se la cargan a cambio de un Consorcio. Alegan ellos que esta última figura es más flexible, les va a dar más juego. Son como niños. Aunque lo mismo suprimo la comparación y los identifico directamente.
Nunca, jamás de los jamases, he estado de acuerdo en las visitas de mandamases insulares (o regionales) a los pueblos para actos partidarios en los que se tratan asuntos que corresponden a la gestión de las instituciones públicas. Lo que dejado meridianamente claro con presencias de consejeros del Cabildo y ahora le ha tocado el turno al mismísimo presidente, el candidato de la ilusión, quien vino a echarle una mano al alicaído Enrique para prometerle que el alumbrado de la carretera del Maritim verá la luz en un futuro inmediato. Ya está bien de tomaduras de pelo y de crear falsas expectativas con tantos ayuntamientos paralelos. Solo faltó que en la fotografía apareciera José María, superviviente de aquellos tiempos gloriosos en que Pepe Segura inauguró la carretera (tramo de La Frontera a Los Lavaderos) allá por los ochenta del siglo pasado. Cojan fundamento, arreglen a nivel interno las desavenencias y dejen estos barnices al margen. Y no crean que se quedan atrás los otros grupos opositores. No me tienten.
Tuve una ligera conversa hace escasas horas con un paisano de San Juan de la Rambla. Y como salió el asunto de su alcalde, el singular y genuino Tomás Mesa (me ahorro otros calificativos que también resonaron por aquellos lares), me señaló que bien haría el Partido Socialista en explicar al electorado todo lo concerniente al pacto que tuvieron con el susodicho, así como de los motivos habidos en la ruptura. Porque no les bastará con culpar a Marco, su actual sostén. Y es que de no ser así, insistía, la gente se puede abstener o decantarse por cualquier otra de las múltiples formaciones de nuevo cuño, aunque su único programa sea la proclamación de nosotros somos diferentes, más de izquierdas, y ustedes son muy malos. Y como me identifiqué con su argumentación, colgado queda. Para que futuras generaciones hagan el comentario pertinente en las pruebas de la PAU.
Hoy es San Juan. Y ayer me di el primer baño. Me bastó con subir a la azotea de casa. No hizo falta que nadie me llevara al muelle. Piensa lo que quieras.

lunes, 23 de junio de 2014

Programa, programa, programa

El pasado sábado escribí en Facebook: “Se demandan profundos cambios sociales. Pero permanece el auténtico, el genuino J.B.”. Y los avispados de los contornos me dijeron que si por un casual me refería a determinado personaje relacionado desde tiempos inmemoriales con la política. Nada más lejos de la realidad. Quizás el fallo estuvo en no haber ubicado el ampersand (&) de marras, para que lo pudieran relacionar con Justerini & Brooks (Scotch Whisky), el auténtico sabor escocés. Pero allá cada cual.
Puede que las confusiones radiquen en la demanda machacona de cambios por aquellos que no se percatan de que la enfermedad por la que las tuercas se oxidan, ataca tanto a ricos, reyes y tribunos como a esa famélica legión formada por los parias de la tierra.
El Mundial futbolero continúa sin que se especifique en crónica alguna que miles y miles de brasileños las pasan canutas (no solo alucina el opio). Y un año electoral se aproxima a pasos agigantados. Los movimientos se hacen más patentes y aquellos que se han tomado a pulso lo del servicio público pretenden que bailemos a su ritmo, al menos hasta finales de mayo del año precitado. Porque en su postrer domingo acudiremos con tres papeletas a cumplir con el sacrosanto deber del voto.
El PSOE nacional se halla inmerso en la búsqueda de su futuro secretario general. Intuyo que cualquiera de los candidatos en liza le dará buen revolcón a la alicaída situación en la que se halla la nave socialista. Aunque entiendo, y así lo he manifestado en más de una ocasión, que este proceso bien se pudo llevar a cabo tras la debacle de las generales a finales de 2011. Como también lo sostuve (y por escrito está igualmente) para otros niveles. Porque cuando concluya en julio este vía crucis y se abra la carrera para la designación de candidaturas en los diferentes frentes abiertos, en bastantes escenarios habrá que cambiar decorados y actores. Insisto, siempre y cuando este inminente produzca los efectos deseados.
Manuel Domínguez (no quisiera hallarme en su pellejo por la peligrosidad psíquica de solapar cargos institucionales y orgánicos), en su condición de jefe insular popular, arremetió contra el Gobierno de Canarias por su inoperancia en el cierre del anillo insular. No tardó CC en reunirse para espetarle la esperada respuesta de que Madrid no gira (enviar dinero). Mientras, un servidor –ejemplo de tantos y tantos– debe atravesar medio Icod para subir por El Amparo. No, el PSC no habla del tema a la espera de que escampe un fisco. O defina un aspirante con dos… orejas con las que escuchar las demandas ciudadanas.
Y ya que recalé en el pueblo por obra y gracia de mi alcalde, menudo fregado le dio su homólogo portuense, quien lo llamó entrometido en la presentación (¿cuántas van ya?) del proyecto del muelle (puerto deportivo, recreativo, comercial y turístico) de la que fuera Ciudad Turística allá en los albores de la historia contemporánea. Métase en sus asuntos, vino a espetarle Brito, que ya tengo bastante con cobrar a fin de mes. Ledesma aún no ha rechistado. Lo mismo está escondido en una de las cuevas del Paseo de San Telmo.
Me alegro de que la bocana ya no sea un problema. Ha quedado subsanado con un diseño funcional que permitirá un mecanismo semejante a los puentes levadizos. Se abre y asunto zanjado. Los ferries (que ya podrán ser de 68 metros, en vez de los 66 inicialmente previstos) serán acomodados (hasta cuatro) sin mayor inconveniente. Y en caso de ser necesario, aunque cueste un poco más la maniobra de atraque, podremos admitir dos de 134 metros, o uno de 272, por lo que el tráfico para La Palma está cada vez más cerca. Ya era hora de que comiencen a temblar desde Radazul hasta Puerto Santiago.
Otro síntoma del meneo preelectoral, de este engañabobos permanente que se acentúa cada cuatrienio, es el acordarse de las promesas justo un ratito antes de que venzan los plazos, cuando la fecha de caducidad está a punto de encender la luz roja de la reserva. Así, Rajoy no se sonroja lo más mínimo cuando nos vende su bajada de impuestos, porque ahora sí toca, alegando que cumple su programa. Y no se recata en seguir favoreciendo a los que más tienen, grandes y casi únicos afortunados en las reformas de los impuestos de las rentas de las personas físicas y de sociedades. Somos muchos millones los que estaríamos encantados de encontrar un hueco en ese selecto grupo del tramo más alto en las retenciones por el IRPF.
Mientras, Carlos Alonso es aclamado como el candidato coalicionero de la ilusión. Será en la capital, porque en El Realejo están a la greña. Los codazos durante el verano, y no para buscar asiento en la playa, van a ser de órdago. Y como todos se hartan de promocionar la renovación, alguno sigue jugando a la lotería. O acariciando el rabo del primer gato negro que se le cruce. Nada nuevo bajo el sol, no obstante, porque otros que abogan por suprimir el Senado (cámara inútil, alegan)… Déjalo ya, que te enfoguetas (del pronominal enfoguetarse) y arrancas otra vez.
Ya estamos en verano y se ha notado este pasado fin de semana también en este Norte. No se preocupen que la panza de burro está acechando a que entre julio, mes en que se iniciarán las procesiones hacia el Sur. Y mañana, San Juan. Que vivan las cabras. Y otros animales que pululan.

viernes, 20 de junio de 2014

Me llenaron la cachimba

No me da la realísima gana escribir de fútbol ni de república. Facetas que parecen dominar demasiados entendidos. Y que saltan de la una a la otra y de la otra a la una, cual felinos gatos (símil de ágil arquero), en las redes sociales. Cuánta sabiduría. Anonadado hállome. Y casi nunca motu proprio. Casi siempre al cuello de.
Eliminada la roja (qué razón tenían los chilenos al reclamar el encarnado), como no vivimos en una país democrático, y las casualidades de la vida demuestran que Australia tampoco, se ha llegado al acuerdo de dejar dicho encuentro, por su total intranscendencia, para mejor ocasión. Eso sí, se decidirá mediante referéndum. Porque en cuestiones de tal calibre no se puede secuestrar la soberanía popular. Que Villares habemos la tira. Y de los Bosques, ni te cuento.
No nos quieren sino para ir a votar cada cuatro años y eso no es democracia ni cosa que se le parezca. La monarquía es un sistema anacrónico. Tiemblen suecos, noruegos, británicos… Se impone el régimen republicano. Porque estamos seguros, y se ha demostrado científicamente, que desde el segundo siguiente al instante de haber concluido el escrutinio, el paro será un garbanzo negro del pasado. Se habrán eliminado las listas de espera en la sanidad pública. El índice de fracaso escolar habrá descendido hasta el menos diez por ciento. Las universidades superarán con creces los baremos de las más consolidadas en la escena europea, qué digo: mundial. Nos moveremos con vehículos accionados por elementos no contaminantes. Las energías renovables serán asignatura obligada, junto al manual del buen republicano, desde la etapa infantil. Tendremos entera libertad para tildar de mono, analfabeto, trepa, aprovechado, mujeriego, ladrón, corrupto, banquero y hasta político a todo dirigente salido de las urnas, que no del armario. En justa e inequívoca compensación. ¿O ya no?
Iremos a la enésima presentación del muelle portuense y pondremos a caer de un burro a ingenieros, arquitectos, delineantes y… todos los presidentes. Desde el de cualquier asociación o cofradía que se deje ver hasta el de los respectivos gobiernos de todo nivel y condición. Porque, en definitiva, al espíritu rebelde se le importa bien poco el debate en sí. Lo que realmente le preocupa es que haya ruido. Tanto como el que hacíamos cuando las tristes plagas de cigarrones en la década de los cincuenta. Y mucho humo.
Ahora está de moda cuestionarlo todo. La Constitución no vale una higa. Dicho por los que hace ‘tres’ días la prometieron o juraron para aceptar un cargo. Y si no la cuestionas, si pasas olímpicamente de estos debates estériles, no eres demócrata. Como llevo unos días que solo observo el comportamiento de algunos que deberían mirarse antes al espejo en lugar de plasmar sandeces en Facebook (al que llegaron tarde, y menos mal), me tendrán fichado. Y puesto que no disimulo mis apetencias en volver, volver, volver con la AEIOU…
Como el PSOE ha entrado en un proceso aparentemente poco sospechoso (ja, ja, que si uno es impuesto por la casta, el otro por la jerarquía y tal y cual), afloran los nervios hasta el punto de poner en solfa lo mismo que en otros foros se toma como modelo (ejercicio de congruencia total). Temen, entiendo, que determinadas efervescencias se queden solo en flor de un día, como un dondiego de noche cualquiera.
Y los tales demócratas –y a muros, paredes y otras superficies me remito– vienen a ser más sectarios que muchos intransigentes (por no escribir dictadores), que lo son por el mero hecho de mostrar discrepancias con planteamientos vacuos y extemporáneos. Luchen, gánense al electorado, gobiernen instituciones y propongan todos los cambios que crean menester. Es decir, apliquen sus programas, programas, programas. Pero no revoltillen. Que no por levantar un trapo tricolor se es más que quien demuestra cordura y sensatez. Chacho, que me llenaron la cachimba con argumentos asaz pueriles. Tomen ejemplo del alcalde de mi pueblo, quien una vez resuelta la principal problemática municipal (6.000 parados), ha sido capaz de caminar desde El Socorro (con cuidado, hay desprendimientos) por el sendero de la costa y plantarse (o atracar, como prefieras) en la bocana del viejo muelle portuense, estudiar con sumo tacto y detenimiento, corrientes, mareas, flujos y reflujos, rebosos y levantes, y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo, aupado como el Mencey Bentor por los mangantes de las ondas, que no de las olas originadas cuando Brito empujó a Ledesma (¿o fue al revés?).
Lo de los dos ferrys de hasta 66 metros me tiene medio mareado. ¿Tú te has subido en unos que parecen de juguete y que van de Playa Blanca a Corralejo? El Bocayna Express (Fred Olsen) tiene 66,2 metros de eslora. Y el Volcán de Tindaya (Armas), 78 metros. Con las características del mar de este Norte, el trayecto hasta Garachico (a La Palma con estas cáscaras se me antoja revivir la época de los Santas) sería semejante a ir en la falúa que le da la vueltita a la Virgen del Carmen. Y más de un iluminado quiere traer cruceros con 7000 turistas.
Y concluyo por esta semana adueñándome de una sugerencia que leí ayer por la tarde. Por estos lares sería conveniente, muy necesario, que abdicara algún iguanodonte patológico, cuasi paranoico. ¿Monárquico? Lo mismo, y lo disimula. O lo intenta.

jueves, 19 de junio de 2014

Encuentro de la promoción

A la espera de tener alguna información más del encuentro habido entre Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife, y Manuel Domínguez, alcalde de Los Realejos, en el que, parece ser, quedó desatascado el puerto del Puerto, con una bocana abierta como Dios manda y entrando los barcos que es un gusto verlos… Chacho, después del desembarco de Ledesma, que es más de secano que las papas bonitas, el que fuera años ha su segundo de a bordo en otro consistorio (el que vale, vale) se erige en capitán de la marina mercante, puentea (qué verbo más marinero) a expertos navegantes (Lope de la Cosa, Marco Polo –recuérdese su periplo marino con la princesa china, puede que llamada Sandra Mei– y otros avezados exploradores de San Telmo y aledaños) y… Manolo, mi niño, solo te faltó llevar a la Virgen del Carmen. La nuestra, claro. ¿Esto es una coña? Vete pa´l carajo (o carallo, que como buen tripulante deberás saber qué significa). Puede que lo retomemos.
Estaba hoy el compromiso con la gente del gremio. Van otras presentaciones fotográficas, merced al buen hacer del fotógrafo oficial, el singular Carricondo, más victoriero él que el pino centenario que sirvió de campanario cuando siglos atrás estábamos enfrascados en guerras y boberías. Como las de El Penitente, sin ir más lejos.

miércoles, 18 de junio de 2014

El día más triste

Este pasado lunes fue el día más triste en la dilatada trayectoria de Antonio Castro Cordobez. El palmero, por el que no pasan los años (más de cuatro décadas en política y sin una cana), paradigma de la tan ansiada renovación, sujeto que se ha sentado en multitud de poltronas de todos los tamaños y colores, objeto incombustible ante todo tipo de incendios y chamusquinas, adalid de la oratoria y Marqués de La Caldera, se halla apesadumbrado, afligido, abatido, dolorido. Los presidentes de los cabildos, los siete, le han hecho un feo, una desconsideración. A él, al gran Antonio, al que ha entregado su vida para luchar con denuedo, tesón, arrojo y  bizarría por el bienestar de los canarios, al constructor de puentes y viaductos que han unido a pueblos dispersos y desanimados, al…
No hay derecho que le hayan dado plantón. Él se merece mucho más. Porque esta mancha quedará adherida como una bola de piche al uso. Qué van a comentar los enanos en la próxima bajada. No, no vale la disculpa de que habían avisado, pues a un político (y en los presidentes que cabildean los hay de todas las ideologías) se le presupone que no debe cumplir las promesas. No, no y mil veces no. Tamaño desagravio a un “órgano democráticamente elegido y que representa la soberanía popular” no va a encontrar jamás indulgencia. Este desatino merece la repulsa, y así se hizo constar en acta, de los abnegados, sacrificados, benefactores, virtuosos, sostenes y defensores diputados que acuden a Teobaldo Power las mañanas de martes a jueves.
Sí, el lunes Antonio Castro lloró amargamente. Recordó los rifirrafes habidos con López Aguilar en su corta estancia canaria. Que le vinieron a la memoria cuando se enteró de que el europarlamentario se había descartado de la ‘lucha’ por la Secretaría General del Partido Socialista (el ir de sobrado por la vida suele implicar estos “trompezones” y cree JFLA que nos hemos olvidado de antiguas tocatas y fugas).
La Fecai (lo pongo en minúscula a petición del propio Castro) ha cavado su propia tumba. La venganza del palmero será terrible. Por lo pronto, la Comisión de Cabildos (que fue creada ex profeso para escuchar las demandas isleñas) tiene los días contados. Nada ni nadie podrá reponer la tristeza de este aciago día. La desazón causada en el espíritu juvenil del Presidente de la Cámara es un hecho de muy difícil reparación. Ni las palabras de aliento de los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios valieron de consuelo a un alicaído Cordobez.
Seguro que confundieron Parlamento con Gobierno, sentenció el médico sin ejercer Román Rodríguez. Se cabrean con Paulino por enviarnos una ley de armonización, mucho más disyuntiva que copulativa y nos pegan la patada en el culo a nosotros (Mayoral dixit) cuando en realidad las posaderas acreedoras de tal caricia se hallan bien pertrechas en pantalones ajenos. Han desenfocado el destinatario. No nos merecemos este trato vejatorio. Esta sagrada institución, tan querida y apreciada, amén de muy conocida, por el pueblo canario, no puede ser tomada como caja de resonancia del desánimo popular. Un diputado no es el pito del sereno. Ni los timbales del cura de Villalpando.
Algún presidente insular rezongó y manifestó no entender el porqué una reunión que estuvo desconvocada el fin de semana tuvo que celebrarse el lunes por la mañana para escuchar a los que no iban a acudir. Máxime cuando ni siquiera la tele de Willy nos demandó el parecer. Quejicas.
Y en este estado de cosas (que sostienen los periodistas entendidos) nos encontramos. Con un Antonio abatido hasta el punto de que el propio lunes casi se marcha por la tarde para Marcos y Cordero. No lo hizo puesto que no estaba seguro si el consejero Basilio lo podía acompañar y así hablaban un fisco, para distraerse, de la feria de San Antonio, arriba en Garafía.
El pulso está echado. Menos mal que el verano está a la vuelta de la esquina y en la época estival los asuntos, sobre todo los de mayor enjundia, quedan aparcados hasta ocasión más propicia. Y cuando se retorne al asiento –cada uno ‘trabaja’ como puede y sabe–, entre la elección de candidatos, elaboración de programas y tal y cual, mayo a las puertas. Lo que no saben los representantes de los Cabildos es que el señor Castro Cordobez, a petición personal de Paulino… ¿Lo entendiste, no?
Mañana es jueves y la semana va de nuevo tumbando. Lo mismo me sentiré más contento. Estoy contigo, Antonio, eso no se le hace a nadie. Y menos a ti, que has dado casi toda tu vida a cambio de nada. Obrando desinteresadamente. Por ello te retraté con casco. Espero que te resarzan más que sea con la rapadura de oro. O algo así.

martes, 17 de junio de 2014

Enorme confusión

A pesar de que el Mundial se halla en plena salsa, los aconteceres ciudadanos no han remitido de manera significativa. Puede que sea debido a la tremenda paliza que sufrió la pandilla (equipo) del noble Del Bosque, con lo que los españoles han visto decaída su euforia campeona (ay, la que nos aguarda con Chile) y se han dedicado a pensar en cosas más serias.
Ayer por la mañana, tras el desayuno informativo de marras, pude percatarme de que mucho tendrá que aportar el sustituto de Rubalcaba al frente del PSOE para que en este país disminuya considerablemente esa sensación de impunidad que parece rodear cuanta actividad guarde algún tipo de relación con lo público. Y lo manifiesto en el convencimiento de que no ha sido ajeno el Partido Socialista a este tipo de componendas. Por lo tanto, bastante habrá que arreglar para que desaparezcan las etiquetas del todos son iguales o la nueva modalidad de la casta.
Vamos con un pequeño muestrario de lo bien que estamos gestionando un dinero que se dice de todos, pero que, y a los ejemplos me remito, parece que no es oro todo lo que reluce:
En Arona, y en el transcurso de once años, nada menos que unos 92 millones de euros se han gastado de una manera supuestamente ilegal. Es decir, contaban con algún informe negativo. Y uno se pregunta si al Secretario o Interventor les basta con emitir el juicio pertinente o debe ir más allá al estimar que los políticos persisten en continuar con sus desmanes. Se supone, de otra parte, que la contabilidad municipal tiene que estar sujeta a los controles de organismos superiores, llámese Tribunal de Cuentas o como demonios sea. Pero da la impresión, por el montante económico que se presupone mal gestionado, de que las perras estaban en una gaveta a disposición del que metiera la mano.
Don José Manuel Soria tiene un hermano llamado Luis que fue consejero en el gobierno autonómico cuando el ministro estaba aliado con los chicos de Coalición Canaria. Parece que el popular y fraternal pariente se halla ahora encargado de vender a los consistorios determinadas empresas para cuando se nos vaya la luz en la calle, es un ejemplo, nos ¿escuchen? desde la Península. Y con cuatro operarios atiendan a todos los ayuntamientos que opten por la privatización de los servicios. Como en mi pueblo. Gobernado por el presidente insular del PP y que ya, entre otros, ha recibido la visita de Soria II (quien ya tuvo sus jaleos en su etapa pública) para interceder por unos amigos (de la familia) y que se presenten al concurso por el que Manolo despedirá a los electricistas del pueblo, los de toda la vida, y los cambiará por otros de más bajo consumo. Corren más que los electrones. No se les ve el plumero ni nada.
Un hijo de Gallardón, el ministro encargado de impartir Justicia, puede que bajo la influencia de sustancias que suelen subirse a la cabeza, conducía, como Aguirre, por los Madriles de sus amores. Y algo sospechoso debió hacer porque la policía lo caló. Y este del amor filial, aguijoneado por las enseñanzas de quien fuera presidenta de la Villa y Corte, tomó, como aquella, las de Villadiego y dejó a los agentes con tres palmos de narices. Los entendidos, y a ellos les sobra, saben perfectamente que todo se dilucida con un simple juicio de faltas y la carcajada cuando el juez le estipule la multa a pagar se escuchará en el Palacio de la Marquesa de la Sonora, allá por la calle de San Bernardo.
No hay nada como ser militante del partido que gobierna en cualquier lugar. Ya que estábamos con don Alberto, el que es más de derechas que su propio padre (dicho por él, que no por mí), declarar que tienen una muy particular manera de aplicar la medida de gracia del indulto. Ahora le ha tocado el turno a cierto guardia civil por el mero hecho de ser el hijo de un dirigente popular. El cual, condenado por grabar una agresión sexual mientras reía a mandíbula batiente, seguirá descojonándose (el pronominal descojonarse figura en el DRAE, con el significado de desternillarse o troncharse de risa) de todos nosotros porque papi puede mucho. Tan valiente es el magallote que fue a esconderse a la casa (del padre). Iría a confesarse. Y arrepentirse.
Y un añadido: La justicia (ahora en minúscula) empeñada en seguir estableciendo diferencias entre pobres y ricos, pudientes y pobres diablos. Y los periodistas, normalmente vendidos al pesebre más surtido, en vez de contar la realidad con total asepsia se dedican a confundir el tocino con la velocidad y los chorizos de Teror con las morcillas de Sotopalacios. Viene esto último a cuento de una información que leí acerca de la presentación de Eduardo Madina, uno de los candidatos socialistas. Que la llevó a cabo en un pasillo del Senado junto al busto de Ramón Rubial. Puede que el plumilla de marras ya se haya decantado por alguno de los contrincantes del vasco, porque no sé a cuento de qué vienen expresiones como las que te transcribo a continuación y que parecen querer indicarnos las excelentes dotes de psicólogo, cuando no de adivino. Debió molestarle muy mucho que el joven aspirante no se dirigiera a la opinión pública con una sonrisa de oreja a oreja, que venía dispuesto a comerse el mundo y que, en lógica consecuencia, bailaba un aurresku con soltura inusitada. Por ello no me explico lo de gestos ajenos, mirada perdida, impropios titubeos, hombre indeciso, tal vez pusilánime, cara de asustado, rostro desencajado… Demasiados calificativos para adornar la información de un hecho. Como los comentaristas deportivos. Intuyo que al susodicho le hubiese encantado algo más andaluz. Para gustos, colores, pero no vituperemos más aquellos sagrados conceptos de la imparcialidad, neutralidad y… Hasta mañana.

lunes, 16 de junio de 2014

Otra comida de la promoción

Este pasado sábado nos volvimos a dar cita en el mismo lugar de 2013. Fue, como en aquel entonces, en Casa Yeye (Las Mercedes). Puntuales a la convocatoria, como los maestros de toda la vida, a las dos de la tarde estaba la tropa reunida para dar buena cuenta de la cuchipanda de rigor. Aunque los previos de los saludos (los detalles para otro día) siempre hacen que la sentada se produzca con tardanza de bastantes minutos. Por ello, cuando cada cual depositó sus posaderas en el asiento pertinente, ya teníamos subsanado el 50% de los problemas que afectan el vasto campo educativo. Lo del verbo afectar, aposta.
Como en la presente ocasión nos abandonaron significativos elementos musicales, tuvimos mucho más tiempo para que el claustro discurriera sin agobios y los puntos del orden del día fueran debatidos en profundidad. Aunque no creas que se dejó en un segundo plano las incursiones políticas, así como otros aspectos que afectan a esta sociedad convulsa.
Algo más de cuatro décadas posibilita que la perspectiva de los enfoques posea un amplio campo de visión. Y los que hemos visto, mejor, hemos vivido el caminar de la perrita, que se dice, tenemos suficientes elementos de juicio como para poner en solfa, si menester fuere, demasiados cambios legislativos que no han hecho sino empeorar el panorama. Porque muchos de ellos, sesgados desde su origen por mor de ideologías del tres al cuarto, no han valido para demostrar en la práctica los excelentes capítulos de buenas intenciones plasmados en su fondo teórico. Puede que los redactores no se hayan enfrentado jamás a las problemáticas que iban a combatir (y perdónenme el espíritu combativo y guerrero que pueda imprimir a estas líneas) desde unos folios perfectamente hilvanados pero que obviaron una circunstancia nada trivial: la realidad de una clase, de un aula, con chiquillos armando una algarabía de no te menees y que conforman al menos dos decenas de aconteceres bien dispares y capaces de mandar al traste las más brillantes ideas.
Unos pocos siguen activos por avatares diversos que les han imposibilitado alcanzar el mínimo de años de servicio requerido para el paso a la etapa jubilosa. En el reducido círculo, un inspector de educación. Es, o son, el nexo de unión a un ayer que nos condicionó para siempre. Porque seguimos hablando, y mucho, del gremio. Con una incidencia mayúscula en su intrahistoria. Y aunque somos un minúsculo grano en este amplísimo espectro, nos sentimos protagonistas de muchos cambios. En los que aportamos, a nuestro modesto y noble entender, ingentes dosis de ilusión y toneladas de vocación y entrega.
Sí, palicamos de casi todo y bastante más. Y luego, en los momentos de la reflexión, esa ojeada retrospectiva que nos conduce, casi con total seguridad, a ratificarnos en los planteamientos. De tal manera que si tuviéramos la ocasión de volver a empezar, retomaríamos la senda para que la traza –como bien definiera una señora palmera y residente en mi barrio de toda la vida– no cayera en la miseria de los olvidos. A pesar de otras incursiones por diferentes facetas (la política también por supuesto), seguimos sintiéndonos MAESTROS.
Dado que generalicé con ese vocablo en mayúsculas, ahora va para ti, maestra. Exclusivamente. En un periódico de estas ínsulas, allá por 1993, publiqué un artículo del que extraigo este fragmento:
Tu estás por arriba de todo eso. No debes conformarte –no puedes– con mecanismos cotidianos, con soluciones de dejar pasar. Por arriba de toda circunstancia pasajera está una vocación a prueba de fuego. E, incluso, es más sublime aún ese afán por lanzar a la aventura de la vida a verdaderos hombres y mujeres, que sean capaces de dar un giro radical a costumbres anquilosadas y mecanismos del bien quedar, que dispongan de amplias dosis de mira­das nobles, que vuelvan a tender la mano a tanto necesitado de alimento para el espíritu, que sean dignos acreedores de esa ejemplar y abnegada labor de su maestra.
No pierdas jamás la ilusión. Todas las modas son pasa­jeras. Esta, como otras tantas, también deberá serlo. No puede ser, en manera alguna, que se estén fraguando mode­los de comportamiento. Me resisto a pensarlo.
Por ello, permíteme, maestra, que, con toda la osadía del mundo, pretenda inculcarte un halo de esperanza, un resquicio de esta utopía. Sigue en el noble y bello empeño. La labor vale la pena, a pesar de los pesares.
A esta maravillosa casta, mi reconocimiento y afecto. A conservarse, que nos queda mucho por contar.
El reportero gráfico (gracias, Carricondo) me envió ayer domingo estas dos remesas que inserto a modo de presentación. Yo los veo estupendamente. De existir algún fallo, nos queda la opción de culpar a la que ustedes saben: la Nikon. Sean felices. ¡Ah!, y estén atentos por si llegan más. Por mí que no quede. Y por Pepillo y Juanillo, tampoco.




viernes, 13 de junio de 2014

Reforma constitucional

Ha comenzado el mundial de fútbol. Leyó Soria su pregón en recóndito lugar de Telde. Se acabaron los problemas. Ya no hay paro. ¿Monarquía o República? That´s the question. Una Ley (¿otra?) de muerte digna en Canarias para cuando nos alcance el petróleo. ¿Juan Fernando candidato? ¿Soraya más de lo mismo? El circo parlamentario en el Congreso de los diputados: leones por fuera y monos por dentro.
El panorama político es como el Facebook. Sí, tú escribes lo que te parece conveniente y comienzan tus amigos (más que serlo, dirían que son enemigos acérrimos) a escribir lo que les venga en gana. Tanto que si comparas el último comentario con lo que originalmente plasmaste en tu muro, ni semejanza.
Uno le presupone a los representantes públicos unos mínimos de cordura y sensatez. Dejo a un lado la preparación, pues me asaltan las dudas. Pues ni lo uno ni lo otro. Se establece un orden del día a debatir. Y se aprovecha que el Barranco de Godínez pasa justo al lado del colegio Agustín Espinosa para que el uno saque un cacho de trapo, el otro muestra una revista… Mientras, las dos terceras partes del hemiciclo se marcharon a mandarse el gin-tonic. Y los que aguardan, porque tienen encomendada la tarea de contarle la película al jefe, juegan con sus móviles, curiosean en sus tabletas y wasapean que es un disgusto.
Hoy me apetece sumarme a la corriente librepensadora del cambio. Porque la Carta Magna ya tiene muchos años y está obsoleta. Nació en el 78. Y yo tenía casi treinta años. Qué dejarán para los jubiletas.
Me subo al carro, pues, de la reforma constitucional y propongo plasmar por escrito el sentir de la mayoría. Porque si te fijaste bien, el pasado miércoles todos estaban de acuerdo. Diferían solo en los tiempos. Y me he percatado de otra curiosidad: El PSOE es el culpable de todo, el enemigo a batir. Pero eso toca otro día. Porque podemos. Me acecha mucho izquierdoso nervioso, qué gracioso.
Vamos con el artículo 1. El apartado 1 puede permanecer tal cual. Queda bonito eso de la libertad, justicia, igualdad y pluralismo. Aunque en demasiadas ocasiones la justicia no sea muy igual (para todos) y sí demasiado plural. El apartado 2, quedaría del tenor literal siguiente: "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que maman los poderes del Estado". Demos carta de naturaleza a las evidencias. Y el tercero estaría pendiente al resultado del referéndum. Que podría aprovecharse, por economía procedimental, el mismo de la propia aprobación del nuevo texto. Que, y sigo con los ahorros, nos valdría, asimismo, para los casos vasco y catalán, en el supuesto de que Barça, Athletic y Donosti (no procede, obviamente, lo de Real Sociedad) se decanten por jugar allende Los Pirineos. Canarias, al ser territorio ultraperiférico, quedaría englobada en varias disposiciones adicionales.
No ha lugar al artículo 2. Eliminado. Lo de indisoluble, indivisible, integridad y solidaridad son conceptos rancios y añosos, fuera de lugar. Aire libre, que circule el viento.
En consonancia con lo argumentado para el artículo precedente, suprimiremos los apartados 2 y 3 del artículo tercero. Y ya no sería menester aludir al castellano, sino que se denominaría, sin tapujos, español.
La capitalidad de la nación, artículo 5, parece conveniente ubicarla en Zaragoza. Primero, por cercanía al resto de naciones, y segundo, por reconocimiento al indudable apoyo de La Pilarica en los momentos claves y decisivos de nuestra historia.
Por lo que respecta a partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales (artículos 6 y 7), no cabe la oración siguiente: “Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”, por tratarse de una injerencia a todas luces reprobable.
Lo dejo en el artículo 8 para un próximo día. Para quien fue alférez de infantería es complicado asumir que la ONG de las Fuerzas Armadas vaya a garantizar la independencia nacional. ¿¡Ah!, que fuiste militar (de complemento)? ¿Y también de la OJE? ¿E hiciste un campamento cuando terminaste Magisterio para poder ejercer la carrera? Se lo diremos a Pepe. Y como ya no escuchas la emisora municipal, te pondremos…
Mañana comeremos juntos los de la promoción. Debemos estar todos jubilados, aunque puede que alguno se halle en activo. Ejerciendo, me refiero. Porque, por mis informaciones, nos movemos que da gusto. Arreglaremos el mundo en Casa Yeye (Las Mercedes). Y lo mismo me echan una mano para modificar la Constitución. O a lo peor no. La llevaré en el bolsillo, por si acaso.
Oye, y tú que acabas de leer este post, ¿tenías un ejemplar al lado? Anda, que te trinqué. Todos caemos en lo mismo, tropezamos con la misma piedra cientos de veces. Ignoramos casi todo, pero somos catedráticos del bla, bla, bla.
Hasta el lunes. Y sean felices.

jueves, 12 de junio de 2014

Los que barren

De tal guisa los conocen. Son los matones laguneros. Que avasallan, atropellan y escachan. Y no en un ring preparado al efecto. No, en el Camino de Las Peras. Lugar elegido por muchos deportistas para pasear, caminar o correr. Que cada cual es dueño de hacer ejercicio como mejor crea conveniente. O se adapte a sus posibilidades, a sus ritmos.
Eran tres valientes. Y ella una indefensa mujer. En la primera vuelta, un ligero toque de atención –en plan aquí estamos nosotros–, para en la segunda, y en represalia al reproche por el comportamiento inadecuado anterior, un buen sopapo (o te quitas o te quito) y pa´l piso. Un pimiento se le importó al “Rambito”, y mucho menos a los dos acompañantes que se limitaron a saltar por encima de la accidentada. Y cállate, que te piso.
De las hazañas atléticas había constancia. No era la primera vez en que las normas de urbanidad (circular por la derecha y adelantamientos por la izquierda) eran pisoteadas (y nunca mejor escrito) con total impunidad. Pero el miedo a los bravucones pudo más e imperó el mutismo. Las avasalladas, siempre mujeres. Se sabía, pero el silencio, el acatar hechos incívicos, concedía generosamente el sentido de propiedad más abyecto en un lugar público de uso deportivo compartido.
El atletismo, en sus diversas modalidades, es la más noble de las disciplinas deportivas. Diría que el compendio de todas ellas. Como practicante que fui en mis años mozos (ahora solo camino y menos mal que no por el campo de acción de los musculitos de turno), me cuesta un soberano esfuerzo el intentar comprender la actitud de estos desalmados, de estos gamberros, de estos sinvergüenzas.
No obstante, en esta ocasión se hicieron algunas averiguaciones. Y se presentó la pertinente denuncia. Ya se ha dictado sentencia condenatoria para el autor material de los hechos. Para el otro par de energúmenos, el reproche de la juez por no ser capaces de prestar auxilio a la agredida. Son, o deben ser, las segundas partes de la Justicia que no se comprenden. Mas el fallo sienta un importante precedente. Por algo se empieza, que se colige.
El Consistorio de la Ciudad de los Adelantados (paradojas de la vida, ¿no?) ha tomado cartas en el asunto. Y ha plasmado por escrito unas normas de uso para los que utilizan este circuito. Al que parecen haber renunciado, por ahora, los bizarros y osados… ¡policías municipales!
Sí, tres miembros de la plantilla de guindillas laguneros fueron los protagonistas de esta película. Quienes estimaron que lo de velar por la seguridad y protección ciudadana era mera cuestión formal, algo plasmado en un manual de instrucciones que ellos, cuando se dedicaban a machacar su cuerpo, se pasaban por el palo del Padre Anchieta. O por el Arco de Hoya Fría.
Generalizar no procede. En ningún caso y bajo ninguna circunstancia. Qué ejemplo para tan distinguida profesión. Máxime cuando no cabe en mente normal este tipo de actuaciones que deterioran el buen hacer generalizado del cuerpo policial. Son las excepciones, sí, pero el señor Clavijo debe cortar por lo sano, más que tomar medidas, para frenar las proezas de quienes inflados por el uniforme que deshonran, matasietes y fanfarrones, manchan y denigran uno de los más encomiables quehaceres que a ser humano pueda confiarse. Contundencia sin paliativos contra los que intimidan y coaccionan.
La casualidad ha querido que estos ‘ejemplares’ funcionarios en su alocada carrera se hayan llevado por delante a otra funcionaria. Que, y me consta, ha seguido una trayectoria ejemplar. Esta vez sin comillas irónicas. Y los unos y la otra, llamados a ser directores de una orquesta de buenos modales e íntegras conductas, han chocado. Porque la vileza, también violencia, machista afloró en la ciudad universitaria en un aciago día. En el que a tres plataformas petrolíferas les dio por pinchar a destiempo. Aun en la gravedad que el suceso entraña, cuánto me alegro de que lo hayan hecho en hueso duro de roer. Y que hayan dado con los suyos (huesos) en un juzgado. Por abusadores. Iba a escribir de mujeres indefensas, y me arrepentí porque no ha lugar.
Lo que no se puede callar no se debe callar. Con procederes así (audaces por ahora y que espero sean normales en un futuro cercano) contribuimos a erradicar maneras indeseables. A tomar ejemplo. Aquí tampoco cabe corporativismos mal entendidos. Por el bien y el prestigio de los propios colectivos. Máxime cuando son, deben ser, garantes de la convivencia, de la educación, de la armonía, de la concordia, en suma, del buen trato. Sobran ‘Rambos’, pistolas y tipos intimidatorios. Buen porte y nobles modales abren puertas principales. Tomen debida nota los políticos. Este no es el modelo de policía de cercanía o proximidad que los ciudadanos demandamos.
Hasta la próxima.