sábado, 29 de noviembre de 2014

Cabras y aloes

Dos elementos identificativos de Maxorata. De La Oliva bajamos a El Cotillo donde hallamos un festival de cometas. De vuelta, entrar por Lajares y bajar a Majanicho. Lo encontré más destartalado que la vez anterior. Corralejo, su puerto, sus dunas, sus playas y en la carretera ni un fisco de arena, qué raro. Retorno al ‘hogar’ y algunas instantáneas. ¿Fincas de aloes? Unas cuantas.
Tocó pista. Muchos kilómetros. Desde Morrojable hasta Cofete. Qué necesidad de un buen lavado de cara tiene. La guagua del Cabildo (transporte público) va como una bala. Un día se la va a pegar. Puerto la Cruz ha crecido. El faro, no. Allí se pelean los vientos y en la mar se notan los efectos.




viernes, 28 de noviembre de 2014

Hacia las tierras del norte

Por la Vega de Tetir / a Puerto Cabras bajamos, / para más tarde subir / hacia Tefía y Los Llanos. Eso dice una copla incluida en un tema grabado por la A. F. de Higa. Y por esos lares andamos. Desde Tetir nos dirigimos hacia Tesjuate por una carretera secundaria y contemplamos cómo se acomete un plan de recuperación de las gavias (Debajo de linda higuera / Juana estaba engoruñada, / la gavia se fue llenando, / madre mía, qué meada). Luego Casillas del Ángel (vean el bonito dibujo en la fachada de su escuela) y recalamos en Triquivijate, zona residencial de Antigua.
En la otra, desde La Ampuyenta (en su rotonda) giras por Almácigo hacia Tefía (por Los Llanos). Puedes bajar a Los Molinos (patos) y después continuar en dirección La Oliva por Tindaya (En lo alto de Tindaya / quieren hacer un boquete, / se pasan la ecología / por el forro del paquete).




jueves, 27 de noviembre de 2014

Barros y cocederos

La primera podríamos titularla Un paseo fotográfico por Tiscamanita, con ese color con el que la tierra majorera nos sorprende a cada momento según la incidencia de la luz solar.
En la segunda tomamos carretera hacia la costa de Antigua para hacer una primera parada en las Salinas del Carmen. Precioso lugar que al paso que vamos pronto será otra reliquia del pasado. Ahora compramos Trini en cualquier supermercado. El cortado, en Puerto Cabras, cuán diferente de aquel que yo conocí décadas atrás. Y Tetir, cuántas veces habré retratado esa iglesia.




miércoles, 26 de noviembre de 2014

Historia y tradición

Arrancamos en el Molino de Antigua para darnos un salto hasta La Ampuyenta, un entorno digno de enmarcar y en el que la historia rezuma por las paredes de sus construcciones. Por Los Llanos de la Concepción y Valle de Santa Inés, rumbo a Betancuria, no sin antes hacer una parada, obligatoria, en el Centro de Interpretación de Morro Velosa.
Betancuria, siglos de cultura, que siempre nos brinda ángulos diferentes bajo un cielo azul esplendoroso. Vega de Río Palmas, lugar de peregrinación y cita obligada del majorero cada septiembre. Cuervos y ardillas a los que no debemos alimentar, pero… Paisajes de La Pared y regreso por pequeños núcleos escondidos entre los valles que se recogen y esconden al socaire de elegantes montañas (tienes una foto en la que las señales nos dan norte de sus nombres). En fin, que las ilustraciones gráficas digan más que yo.




martes, 25 de noviembre de 2014

Naturaleza y molinos

Nos habíamos quedado (presentación de ayer) en Pájara. Y ahí damos inicio al recorrido de hoy. El lugar del alojamiento y recorrido por la costa de Tuineje (Gran Tarajal, montaje de los escenarios del Womad 2014, Tarajalejo, La Lajita, Giniginámar) y vuelta porque se puso el sol.
En la segunda, más de La Gayría, molino de Tiscamanita, los de Valles de Ortega, y, cómo no, el de Antigua, quizás el más visitado por ubicarse allí el Museo del Queso.




lunes, 24 de noviembre de 2014

La ermita de La Gorvorana

En la noche de este pasado jueves estuve en La Gorvorana. A pesar de la lluvia. Se presentaba públicamente la restauración del retablo de la ermita que se hallaba en lamentable estado de conservación. Me extrañó que al llegar al lugar no hubiese nadie. Bueno, alguien tiene que ser el primero, pensé. Pero dieron las ocho, hora prevista, y no apareció un alma (qué mejor expresión para tan sagrado lugar). Ni siquiera columbré al Gabriel, el cura.
Regresé a casa y por el camino pensaba que muchos fueron los años vividos en aquellos alrededores. Mi familia fue una de las tantas que habitó la Casona, ahora abandonada y en ruina galopante. Su actual propietario, ayuntamiento de Los Realejos, lleva más de una década estudiando qué hacer con el inmueble. Cuando se adquirió, la crisis no había asomado el hocico y el alcalde de aquel entonces creyó que los dineros acudirían prestos al rescate. A la vista está de que los deseos no tomaron el mismo camino que la cruda realidad.
En Facebook me enteré de que el acto (¿o debí escribir evento?) había sido suspendido porque las restauradoras debían venir de la capital y la borrasca estaba aún jugando malas pasadas. Estaremos atentos para esa nueva fecha del 11 de diciembre y darnos el salto de rigor.
No obstante, no dejemos pasar la ocasión y rescatemos unas notas que Internet nos brinda:
“La ermita de La Gorvorana posee en su interior un pequeño retablo, dorado y policromado perteneciente al siglo XVIII; contiene la imagen titular, Nuestra Señora de Guadalupe, cuya presentación se acerca a la Virgen extremeña más que a la versión mexicana, que se venera en el actual templo parroquial del Toscal-Longuera. Otra pieza no carente de mérito estético es la del Niño Jesús, expuesto en el pequeño nicho abierto en el remate del mencionado retablo.
Es digno de mencionar los lienzos de San Pedro Apóstol, Santa Águeda, San Antonio de Padua, Ntra. Sra. de Belén, situados junto al retablo principal y a los pies de la ermita. 
El 7 de septiembre de 2013 se cerró al culto para proceder a la restauración de su retablo principal, de los cuadros anteriormente mencionados y mejorar el entorno de la ermita. Esta se abrió al culto el 3 agosto de 2014.
La ermita es de propiedad privada, pero goza de la celebración de la eucaristía dominical a las 09 horas de la mañana, por el cura-párroco de Ntra. Sra. de Guadalupe, barrio Toscal-Longuera.
Para ver el álbum fotográfico de la Ermita pulsa el siguiente enlace:
De la charla de Ana María Díaz Pérez en el Casino Realejos (2 de julio de 1997) extraemos:
“En la época de la Conquista, Francisco Gorvalán fundó en el actual barrio del Toscal-Longuera la hacienda de la Gorvorana, dotándola de una ermita que dedicó a Ntra. Sra. de Guadalupe, cuya fachada se observa distinta a las habituales edificaciones de este tipo en las Islas, debido a que su frontispicio, aunque es el resultado de un añadido posterior, termina en forma circular. A pesar de que  las transformaciones se sucedieron a lo largo de la historia, aun así conservan parte de las construcciones de los siglos XVII y XVIII.
Ya dentro del recinto se contempla en la hornacina central del lígneo retablo barroco la imagen de la Virgen titular, cuyas particularidades iconográficas recuerdan más a las representaciones extremeñas de esta advocación, que a las realizadas en México. La Madre de Dios y su hijo, con rubios cabellos y rosadas mejillas en los abultados pómulos de sus rostros, cuyas miradas se dirigen al espectador, muestran oscuros ropajes en los que destaca el dorado, portando el Niño Jesús, en su mano izquierda, el globo terráqueo con la cruz, y la derecha queda libre en actitud de bendecir, en tanto que Ntra. Sra. sujeta al Pequeño con el brazo izquierdo y ase el cetro con la mano diestra”.
Bueno, prometido queda para la próxima. Allí estaremos. Seguro que aprenderemos mucho. Y si acude, igualmente, el amigo Germán, las enseñanzas se multiplicarán.
Como colofón, una presentación fotográfica de Fuerteventura, isla agraciada en este último episodio lluvioso, y de la que habrá más entregas. Hasta la próxima.

sábado, 22 de noviembre de 2014

De Gran Canaria a Fuerteventura

Un lugar que me encanta, y llama poderosamente la atención, es el Barranco del Laurel, en Moya. A pesar de la estación –otoño avanzado–  aún se contemplan muestras de lo que pudo acontecer cuando la fruta del amplio elenco vegetal se hallaba en todo su esplendor. Las últimas, de la zona de Santa Lucía de Tirajana.
En Fuerteventura estuve alojado en la Finca Rural La Gayría (Tiscamanita – Tuineje). Y de la zona, también como del centro del pueblo (entorno de la iglesia), Tesejerague y El Cardón (para concluir en Ajuy, Pájara), son las fotos de la segunda presentación.




viernes, 21 de noviembre de 2014

El tiempo

Ya no llueve como antes, se escucha. Los barrancos ya no corren, sostienen los viejos en su charla diaria tomando el sol en el banco de sus cuitas. Yo recuerdo que cuando joven estaba cayendo agua durante más de una semana… Y aquellas casas de mala muerte, en medio de las plataneras, todo enfangado… Ya no se cae la gente al estanque (tanque, en canario) sino que lo hace en un depósito hidráulico, remacha el más espabilado.
Son tantas las veces que he manifestado que el exceso informativo al que estamos sometidos causa más problemas que satisfacciones, que ya peco de reiterativo. Vaya montón de ques me salió en la oración anterior. Sí, algo, o mucho, falla.
Desde hace varios días se nos viene anunciando la proximidad de una buena, que se decía. Aunque tengo entendido que los meteorólogos –los de verdad, no tanto aficionado que nos ha salido con estos inventos de las redes sociales– no las tienen todas consigo cuando procede el vaticinio de lo que puede acontecer en estas peñas aisladas en la inmensidad del Atlántico. Porque no es solo el factor del aislamiento, sino que la especial configuración orográfica de las islas hace que los pronósticos fallen con mucha frecuencia. Bien por exceso como por defecto.
En la madrugada de este pasado miércoles correspondía visitarnos un cúmulo o cóctel atmosférico de padre y muy señor mío: aguaceros intensos y prolongados, tormentas, vientos, nieve en las cumbres… Y te juro que me acosté preocupado. ¿Darán abasto los tomaderos del patio, la azotea, la rampa del garaje y demás a tantos litros por metro cuadrado? Y si se va la luz –siempre la probabilidad es elevada en este sector próximo al Macizo de Tigaiga– y no llega la corriente a la motobomba, ¿cómo me las voy a arreglar para sacar todo ese volumen que se acumula justo debajo de donde aparco el fotingo?
Revisé por si la vela y la caja de fósforos seguía en la gaveta de la mesa de noche. Comprobé que en la oficina –siempre la llamé así– estuviese en el lugar prefijado la linterna y las pilas. Hice tres cuartos de lo mismo con la otra –más grande y potente– en el mueble de la cocina. Efectuado lo cual –explorado mentalmente cuando ya me disponía a contar las ovejas acostumbradas– me acomodé en los brazos de Morfeo.
A las dos de la madrugada –no era aún el momento de levantarme a mear– me despertaron las primeras gotas. El tintineo que provocan en el cerramiento del hueco de la escalera constituye un despertador más efectivo que cualquier artilugio al uso. Pero el ruido no daba sensación de mayor inquietud. O se acabó prontamente o me volví a dejar dormir. Hasta las seis, hora en la que oí otra vez el goterío, que dijera cierto paisano opositor a que un tendido eléctrico sobrevolara su terreno. Mas no tuve sensación de algo que no entrara en los límites de la normalidad que se le presupone a esta estación del año.
Cuando me levanté, próximo a las ocho (¿para qué madrugar?), y encendí el ordenador, me fui a Facebook, tras comprobar que la programación de la entrada del blog había funcionado correctamente. Hallé de todo. Ahora bien, fotos y vídeos se llevan la palma. Lo malo son las mezclas, pues aparecen retazos de temporales idos y como más de uno no mira bien la fecha original, los comentarios son dignos de enmarcar. Prueba inequívoca de que nos lanzamos alegremente a esgrimir pareceres sin haber leído de qué va el asunto. Algo que no me extraña, de otra parte, si cada vez que caen cuatro gotas abogamos por el cierre de los colegios.
A estas alturas de la vida, cuando uno ya adquirió (in)cierta madurez, pocas son las facetas que te sorprenden. Y si echamos la vista atrás, recapitulamos y enumeramos las situaciones problemáticas a las que la meteorología nos ha sometido y puesto a prueba, damos saltos de alegría al comprobar que seguimos vivos. No soy capaz de asegurar que aquellos temporales fueran de rango superior a los que ahora nos visitan. No obstante, como los datos previos (cabañuelas, el sombrerito de El Teide, “cumbre clara, mar oscuro, agua seguro” y poco más) eran escasos, casi siempre nos cogía de sopetón. Chiquitas enchumbadas alcancé de la escuela o del colegio a mi casa. O cogiéndole de comer a los animales.
Nos hemos vuelto mimosos. En grado sumo. O a lo peor cómodos. Y sujetos a cualquier pretexto para no mover un dedo. Cuando no el culo. A este paso no tardaremos demasiado en sostener que las lluvias son perjudiciales para las islas. ¿A dónde vamos a parar? No podemos aparcar en los barrancos, se nos llenan los zapatos de barro, no es posible sentarte para echarte un cortado en cualquier acera porque te chingas todo, el coche se nos queda hecho un asquito… Y como se vaya la luz, qué dilema, qué calvario, cuánto sacrificio. Bien haría el Gobierno de Canarias en planificar nuevas autopistas para que los frentes, vaguadas y borrascas desvíen sus trayectorias y no les permitamos estos asaltos a nuestro territorio. Con Repsol y Soria de muestras es suficiente.
No creas que con estos fenómenos adversos me había olvidado de las fotografías. Mañana irá otra entrega. Como es sábado, habrá lluvias intensas y debes quedarte en casa, aprovecha. Sean felices.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Donde dije...

En relación con el artículo publicado el pasado lunes, debo manifestar que tengo mis serias dudas sobre la legalidad de la grabación de las conversaciones telefónicas por la que el juez Pamparacuatro imputa hasta cuatro posibles delitos a Fernando Clavijo, alcalde lagunero y candidato de CC a la presidencia del Gobierno de Canarias. Porque el tótum revolútum al que hemos tenido acceso, da la impresión de que se pincha un teléfono a ver si salta la liebre. Y tengo entendido, eso dicen los juristas, que asuntos tan delicados no funcionan de tal guisa. Mas doctores tiene la iglesia. Aunque lo escribo ante la avalancha de sumarios tumbados por alegrías procesales.
Pero no van hoy por ahí los tiros. Digo yo que si “Adán y Eva” triunfa en la Cuatro con más de dos millones de espectadores por episodio –lo que arrastra aún un posado de frente (mujeres) u otro de espalda (hombres), normalmente, bien ligeritos ambos de molestos ropajes– podríamos desnudar a nuestro políticos y así, en pelota picada, quizás descubriríamos sus interioridades y seríamos capaces de intuir por dónde pueden atacarnos. En impuestos, por ejemplo.
Viene lo anterior a colación de cómo se va desnudando el discurso teórico de los salvadores de la patria. De igual manera que IU se puso muy nerviosa ante la irrupción de los supuestos desencantados –todavía no lo tengo muy claro– parece que los nuevos andares de Pedro Sánchez están desmontando ciertas torres. Cuando se pretende ser cambio, o recambio, no basta con manifestar aquello que a la gente gusta oír. Porque la segunda parte del dicho al hecho, aparte del buen trecho, puede provocar mayores desilusiones aún.
En la azotea de mi casa permanece sujeta la parabólica que me colocaron cuando me di de alta en Canal+. Al darme de baja –han pasado unos años– la empresa, tras la devolución del decodificador, quedó en venir a retirarla. Ahí se vislumbra, aguantando temporales. Los vecinos creerán que sigo siendo un potentado, al decir del ínclito Monago, al observar tales ostentaciones.
Con los advenedizos viene a ocurrir tres cuartos de lo mismo. Máxime si se cuenta con cierta predisposición para la palabrería fácil. El tiempo, no obstante, va colocando cada cosa en su lugar. Tras la entrada en el redil de los partidos al uso (aclamaciones incluidas) y adoptado idéntico organigrama, contemplamos que la dirección no solo va de intelectual, sino que proliferan las denominadas ciencias políticas. Por lo que, y dejen pasar un fisco apenas, vanas esperanzas restan a ese conjunto iluso que si cree que con asomarse a las redes sociales va a ver resueltas sus preocupaciones, que pierda la esperanza, si no la fe y la caridad. Bastantes sesgos no me están oliendo muy bien.
Los medios de comunicación privados atacan la libertad de expresión. Sí, así mismito. Parece que pasado el periodo del encumbramiento (en los susodichos), ahora toca la defensa de la nacionalización. Incluso de la lengua. Chiquito panorama se nos avecina. Porque hasta la transición se halla en entredicho. Ese periodo de la historia que, con todos los defectos que quieran achacársele, ha hecho posible que este humilde servidor de ustedes pueda estar escribiendo estos renglones. O que otros proclamen que tendremos sueldo y casa asegurados aunque no demos un palo al agua. ¿Dónde hay que apuntarse?
Cuán fácil es decir. Lo malo es que la marcha atrás ha comenzado a funcionar cuando ni siquiera se ha pasado a la fase del hacer. Se derrumban, esa impresión da, los mitos. Se esfuman los cantos de sirena. Y en un ejercicio de “congruencia” (la que dicen practicar en grado superlativo), admiten a tanto escindido (basta con echar una visual a círculos y resto de figuras geométricas) que dudo muy mucho de la limpieza, transparencia, brillantez, fregados y lavados. El cúmulo de despropósitos va a ser de tal calibre que las chispas producirán incendios mucho más graves que los que han afectado a nuestro pino canario.
Y una última guinda. La culpa de los desmentidos y retrocesos es de los periodistas. Sobre todo de aquellos que no tienen papas en la boca y preguntan lo que hay que preguntar. E insisten cuando el entrevistado se va por las ramas con respuestas de etiqueta. Qué complicado es dar grano. Y ya que estoy en ello, sigan sembrando vientos. Lo mismo cuando este post haya visto la luz (si no se fue antes, como en Tigaiga), las tempestades habrán hecho acto de presencia. Algunos se desnudan solos.
Hasta mañana.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cartas

Ridícula me parece la manera que tienen los presidentes autonómicos de contactar con su homólogo nacional. Y no es porque considere que escribir una carta sea malo. Todo lo contrario. Y más en estos tiempos en que agarrar un bolígrafo parece asunto del siglo pasado.
Es de candente actualidad la que el señor Mas remitió a Rajoy nada más contabilizarse los votos del simulacro. La tardanza para la respuesta, me imagino, es debida a que don Mariano aún no habla catalán en la intimidad y, en consecuencia, debe rodearse de varios asesores para que le traduzcan la misiva. Algo parecido a cuando se le ve con otros líderes mundiales (entiéndase lo de cabecilla o paladín por los otros), donde las dificultades de entendimiento son más que evidentes.
Como el nuestro, el que también se va a embarcar en una de las lanchas ecologistas con el fin de promocionarse en el Doctor Negrín, hizo lo propio semanas pasadas, me temo que se la haya remitido en formato de audio a través del silbo gomero. Lenguaje en el que Rivero es sumo experto, merced al cursillo acelerado, impartido por Casimiro, que se celebró en el Aula de la Naturaleza de El Cedro. Lugar en el que las prácticas pueden llevarse a cabo en un ambiente más autóctono y en el que ayes y lamentos descienden por los barrancos. O suben hasta El Contadero, donde se mide, o se cuenta, la efectividad de las lecciones recibidas.
Claro que como profesor de lengua que fui durante mi actividad laboral entiendo que no debemos perder las buenas artes de la escritura. Pero que un dirigente recurra a estas estrategias fuera de lugar (¿desde cuándo no pisa Paulino una escuela?) para disimular notorias carencias de comunicación, es deprimente. Para una bobería, tanto el de Cataluña como el de Canarias son capaces de plantarse a muchos kilómetros de distancia de sus lugares habituales de residencia. Y el calificativo de romero que le hemos atribuido al de aquí ha sido ganado a pulso. Mucha clavija tendrá que apretar el aspirante para llegarle al tobillo en el escalafón de la novelería.
Mientras Mariano Rajoy volaba (parece que esta vez el avión aguantó bien) al otro extremo del mundo para asistir a la reunión del G-20, pensó que quizás no se había explicado bien, o no se le entendió, en sus declaraciones ante el envite secesionista desde la Generalitat de Catalunya. Por lo que sus varios centenares de asesores le recomendaron que se diera un salto por aquellas tierras una vez hubiese regresado de las Antípodas. Espacio, por cierto, en el que no desentona demasiado.
Hasta que no lea los consabidos folios –ya se sabe que es un experto en el dominio de los tiempos; así le va– no estaremos en condiciones de asegurar si el examen de repesca valió para el fin pretendido. Porque lo mismo la explicación de la explicación de la explicación se convierte en un añadido a la colección de frases ingeniosas. Y el suspenso puede ser de órdago.
El servicio que Internet nos brinda, junto a las indudables ventajas que ofrece, ha servido para que los políticos aireen sus diferencias. Y no dudan recomendar a sus ‘negros’ que mantengan caldeado los ambientes. Y los ciudadanos estamos cansados de tanta veleidad. Solo ansiamos que se imponga la cordura, la sensatez. Que diriman sus diferencias en otros foros y que cuando quieran asomarse a redes sociales y otros canales de información, lo hagan para poner en nuestro conocimiento acuerdos definitivos. No nos interesa qué ha habido de por medio, cuántos obstáculos debieron superar, qué inconvenientes tuvieron que soslayar en el recorrido. Sean prácticos. Déjense de machangadas. No me cansaré de repetirlo: Facebook no gana elecciones, ni los artículos de opinión (incluyo las entradas blogueras). Ahí solo se plasma lo que interesa y son los incondicionales, los del voto asegurado, los que aplauden con las orejas.
Dejen el género epistolar para otros menesteres. En la literatura existe variedad, cantidad y calidad. Ustedes, con sus actitudes infantiles, cuando no mercantilistas, empobrecen el selecto elenco. Dennos una satisfacción siquiera una vez. Demuestren que las neuronas les valen para algo más, mucho más. No continúen empobreciendo el panorama que ya bastante fastidiados estamos. No se les llene la boca de los avances incontenibles de las nuevas tecnologías si después no son capaces de aplicar esos aprendizajes.
Los dejo. Tengo que escribir una carta. Si el tiempo (atmosférico) me deja. Hasta mañana.

martes, 18 de noviembre de 2014

El candidato socialista

Como la gente del pueblo –sobre todo los de cierta edad– sabe que estuve, me pregunta por el PSOE, de cómo se desenvuelve en Los Realejos, de la composición de la candidatura para 2015, del porqué del descenso tan notorio en una corporación de la que fue grupo mayoritario durante bastantes mandatos…
Y suelo comenzar por el final, porque pudo ser el apoltronamiento el principal enemigo de un partido que, guste o no, ha hecho mucho por el desarrollo del municipio. No, no voy a enumerar acciones que se acometieron y dieron lugar a un progreso, a veces incontrolado –mea culpa y al tiempo, dónde no– que a la vista está.
Dejé la militancia, como ya he expresado en varias ocasiones, tras finalizar el periodo 1983-1987 y volver a mis labores docentes. El compromiso adquirido con los compañeros del gremio Pancho y Ángel para echar a caminar el flamante Colegio Público Toscal-Longuera (qué gran gestión la del equipo del consejero moyense Luis Balbuena Castellano) fue motivo más que suficiente para dar paso a otros que rigieran los destinos del ayuntamiento. Mi compromiso fue de cuatro años y nadie podrá reprocharme que no estuve hasta el último día al pie del cañón.
Pero mis manías ‘escribidoras’, mucho más patentes después de julio de 1987 por comenzar mis colaboraciones en la prensa, y a pesar de las críticas vertidas en los artículos de opinión (que han seguido hasta ahora mismo en los diferentes canales a los que me he alongado), no han ocultado aquello de donde hubo siempre queda. Pareceres que han acarreado ciertas desconfianzas por parte de aquellos que creían que debía practicar cantos de alabanza. Estuvo muy de moda la cantinela (lo prefiero a cantilena) de es de los nuestros.
Que los socialistas realejeros lo han pasado mal en estos últimos ocho años no requiere limpieza de espejuelos. Y que, por fin, hayan dado el paso de apostar por una persona joven, preparada y sin la losa del pretérito que lo atenace, es síntoma inequívoco de que se va en la buena dirección. Falta que la confección de la plancha electoral se rija por criterios de racionalidad, de sentido común, de representatividad.
Miguel Agustín ha tenido a bien enviar una carta a los que en algún momento hemos formado parte de la nave y que por diferentes motivos hemos atracado en otros quehaceres. Incluso a los que, como yo, se fueron ha bastante. Entiende que de ese crédito que la Villa de Viera ha ido añadiendo al platillo del haber desde al lejano 1979, nos corresponde una cuota de ‘culpabilidad’. Sí, entre los unos y los otros (como amante del lenguaje me niego a los juegos de convertir el texto en un os, as permanente, ridículo y extravagante cuando alcanzamos el paroxismo de la @), aun en tiempos de escasez y presupuestos de juguete comparados con lo que se mueve en la actualidad, cimentamos un edificio. Y no va solo en sentido figurado.
Los pueblos, sus habitantes, los electores tienden al olvido con pasmosa facilidad. Vamos tan deprisa que el ayer es casi prehistoria. Y cuando observo la faceta cultural del consistorio, pienso si no es hora de hacer justicia con aquellos concejales socialistas que sin medios (casi todo se reducía a un flamante Seat Panda) fueron trazando las líneas que todavía siguen firmes, con un equipo en la Casa que me correspondió inaugurar… Y en tantos otros aspectos. Pero todo lo que exprese en esta entrada de hoy en Pepillo y Juanillo puede ser tildado de presuntuoso. Así que lo dejo ahí y que cada cual se haga su composición de lugar.
Agradezco al que será cabeza de lista del PSOE en este Realejos norteño que me haya hecho partícipe de las actividades que van a desarrollar de aquí a mayo. Soy consciente de las dificultades que se va a encontrar. Y que en esas denominadas asambleas abiertas a celebrar en los diferentes barrios puedan encontrarse en determinadas ocasiones más solos que la una. Es un riesgo, pero de gente cobarde –único parecer que compartí con un cura ya fallecido– nada se ha escrito. Y le recuerdo que cuando se descentralizaron las actividades para acercarlas a la población, nos vimos muchas veces cuatro bichos en las gradas de aquellos polideportivos donde se llevaban a cabo. Y que en las actuaciones de algunos grupos folclóricos (recuerdo especialmente una de Achamán en Toscal-Longuera) había más gente actuando que escuchando. Al final aplaudíamos todos –ellos también– y parecíamos una familia.
Bien sabe él, en alguna ocasión hemos intercambiado pareceres, que puede contar con mi “experiencia” (ños, qué poco me gusta). Porque gobernar no es fotos, besuqueos y poses del bien quedar. Porque sin dejar de reconocer que el actual equipo de gobierno (Partido Popular) ha hecho cosas (aplaudo la mano de Adolfo en ciertas obras de embellecimiento; Manolo tiene otras preocupaciones, y aspiraciones, superiores, aunque los realejeros le paguemos generoso sueldo), hace falta, por ejemplo, cumplir las promesas que se plasman en un programa. Y si los que me leen (algunos hay) son capaces de repasar el que el PP nos ofreció en 2011, podemos percatarnos de que los de aquí no se han distanciado mucho de los de allá (Madrid). Y las inobservancias son harto significativas. Hipódromo incluido. Carencias y contravenciones que Domínguez ha suplido con los arrumacos hacia la tercera edad. Coño, ahora que lo pienso, yo estoy en ello y no me ha hecho ninguna caricia. No hay derecho. Pues que sepa que aquí tenemos otro Pedro Sánchez (no tan alto, pero corre más) y mucho está cambiando.
Un consejo: Que la transparencia, honestidad y compromiso de trabajo, a los que aludes en tu carta, sean el leitmotiv de la gestión. Y confeccionen una candidatura limpia, inmaculada, sin reminiscencias de ningún tipo. Tú me entiendes. Salgan los que salgan, esos que los votantes consideren oportuno, que no se escondan. Que jamás pierdan el contacto con aquellos a los que se deben. Porque el espectáculo de la actual concejala de educación (¡ay!, cómo te recuerdo Vicente Quintero, demasiado incomprendido por los que padecemos de amnesia, que fuiste capaz de llevar a feliz término lo que hoy deben distribuirse cuatro o cinco ediles, con sus correspondientes asesores), escondiéndose a los estudiantes que reclamaban su presencia en la última manifestación, penoso. Luego sí hay disposición para actos de propaganda (un día contaré lo de la repavimentación de una cancha en el colegio Pérez Zamora). Chacho, vi una foto de otro actor con una sobada en una sesión plenaria, que me acordé de lo mucho que sufrió al respecto el pobre de Marcos Brito (q.e.p.d.).
Bueno, suerte y a pasarlo bien. Otro día comentaré algo de los aspectos colaterales de una boda a la que asistí el pasado sábado. Hasta la próxima.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Imputar

Imputar: Atribuir a alguien la responsabilidad de un hecho reprobable. Y como está de moda, imputa la madre al hijo acusándole de haber roto el jarrón, imputan los progenitores al maestro por las malas notas del alumno, imputa el profesor a los padres por dejación de sus funciones, imputa el ciudadano al concejal porque los bombillos de su calle están fundidos, imputa el partido x al partido y por no aprobar los presupuestos a tiempo… Y en las sesiones plenarias de las instituciones públicas, no veas cómo se imputan. Me atrevería a sostener que también se emputan. Oye, que emputarse está en el diccionario.
En fin, qué quieres que te diga. Yo también fui una vez al juzgado por una falsa denuncia y la jueza me aconsejó que presentara una querella a la persona que tuvo a bien hacerme perder el tiempo y luego no se presentó a tres requerimientos. Así que no comparto las alegrías a la hora de pedir dimisiones, precisamente por aquellos que no se destacan en haber movido un dedo. Con la cual, las posibilidades de que los imputen se hallan bajo mínimos. Si no te meneas, lo más que te puede pasar es que te crezca la barriga, pero nada más.
Te recomiendo, si tienes un par de minutos, leas el contenido del siguiente artículo si pinchas en este enlace que te dejo a continuación: http://www.eldiario.es/protesto-senoria/Imputado-acusado-condenado_6_113448675.html.
Hecho lo cual, estarás conmigo en que si se produce el salto al escalón posterior a la condición de imputado (apertura de juicio oral, previo cambio en la calificación, y clasificación), a casita más rápido que tarde. Porque de lo contrario no habría nadie (y la inmensa mayoría de cargos públicos no mete la mano en la lata del gofio) que se atreviera a dar el paso. La caza de brujas indiscriminada o el todos son iguales es tan injusto como osado. Y así no vamos a ningún lado. Mucha parte de culpa de esta desconfianza generalizada la tienen los medios de comunicación, tan en horas bajas en las ventas de ejemplares, que necesitan de los chanchullos para la subsistencia. Y en justa correspondencia ante tanto disparo de flechas por si alguna acierta, bien podríamos exigirles que hagan públicas las sentencias condenatorias por publicar lo que no debieron. Este grado de paroxismo que nos ha entrado, rayano el esperpento sicodélico bajo la ingesta de un cuarto kilo de leche en polvo (entera, que no desnatada), ha provocado en otros momentos –y la historia está ahí para ratificarlo– sonados encumbramientos con resultados aún más nefastos. Para combatir el descontento se requieren grandes dosis de comedimiento. Que el cabreo no venga a obnubilar el sosiego requerido para combatir esta lacra.
Mira, salvando todas distancias posibles, lo que antecede podría comparase con las protestas por las prospecciones de Repsol en aguas cercanas a Canarias (que no de Canarias). Palabrería (mucha, por parte de los responsables de las instituciones públicas de las islas), algaradas, pancartas, toques de utensilios de cocina y, en general escandalera por doquier. Que con todos los respetos me recuerda lo acontecido cuando la prolongación de la autopista (o autovía) del Norte desde La Orotava hasta Los Realejos.
Cuando los gobernantes, en un intento de manipulación más que evidente, abogan por la utilización de las energías renovables, demuestran una falsedad digna de enmarcar. ¿Por qué no detallan la cantidad de impuestos a que nos someten en cada litro de gasolina que metemos en el depósito del coche? ¿Para qué un discurso vacuo si saben que los presupuestos se nutren, y de qué manera, de los combustibles? ¿Tú has visto que se haya movido un dedo para solventar las colas tempraneras en dirección Santa Cruz? Sencillamente, no interesa. Cuanto mayores sean, más ingresos en la caja. Para luego mantener, mero ejemplo, la tele de mis amores.
¿Cuántas estaciones de Repsol existen en las islas? ¿Sabes de alguna que haya cerrado por falta de clientes? ¿Cuántos de los que se manifiestan no van luego a repostar en las vilipendiadas porque le sale más barato el gasoil? ¿Por qué no nos ponemos de acuerdo y las boicoteamos de forma rotunda, tajante? Ni un euro. Apagón de las cadenas televisivas que nos vendan los éxitos del motociclismo español. Nada de comprar prendas que nos recuerden a los hermanos Márquez. Y así, hasta completar una lista que se me antoja bastante amplia.
Mucho bla, bla, bla y escasa efectividad. Se nos va todo por la boca y nos acobardamos cuando tenemos a nuestro alcance medidas de una enorme productividad. Pero todos nos apuntamos al carro de la bulla –qué fácil es escudarse en y entre la multitud– y de ahí no pasamos. Gritamos, proclamamos consignas a los cuatro vientos, exteriorizamos disgustos durante unas horas y luego vuelta a la rutina durante días, semanas, meses, años.
Es la táctica de condenar (ni siquiera imputar), para desahogarnos y quedar bien, y no plantear batalla con armas que sí tenemos a nuestra disposición y con las que, a buen seguro, se conseguirán mayores y mejores objetivos. ¿Acaso creen que el bolsillo de Repsol se va a resentir haciendo sonar dos millones de cacerolas? Pero varios cientos de miles de vehículos, a treinta litros de media por semana, hagan cuentas.
En fin, nos acostumbramos al arreglo de los problemas en el bar de la esquina y harto complicado parece que cambiemos los hábitos. Y les recuerdo que fui a la última manifestación en noviembre de 2002. Me sentí engañado y utilizado de arriba a abajo y de izquierda a derecha. A partir de ahí, “más nunca”. Y haz el favor de no imputarme eso que estás pensando. Hasta mañana.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Me voy pa´l Pino

Una vez ordenadas, y tal como había prometido (ya se sabe que las promesas, sobre todo las que aparecen en los programas de los partidos para las elecciones, se cumplen a rajatabla), comenzamos el paseo con estas dos primeras presentaciones fotográficas que nos llevarán por la isla de Gran Canaria.
Las restantes –algunas hay– quedan a expensas de la actualidad de los Monagos y compañías, o de los viajes del Imserso, que nunca se sabe.
Tú, mientras tanto, a permanecer atento. Si yo te digo que se publicarán, eso va a Fontanales. Ponle el cuño. Palabrita del niño Jesús.





viernes, 14 de noviembre de 2014

El acta

Tiempo atrás –no he tenido unos minutos libres para revisarlo en profundidad– escribí algo acerca del uso incorrecto de los demostrativos con determinados sustantivos. Y me refería, concretamente, a expresiones como este agua, ese agua…
Según explica el Diccionario panhispánico de dudas, los artículos la y una adoptan normalmente, por razones de sonoridad, las formas el y un cuando van inmediatamente delante de un sustantivo que comienza por a tónica, pero eso no afecta a la debida concordancia con otras palabras de la oración, entre ellas los demostrativos esta, esa y aquella.
Hace un par de noches, y justo antes de irme a soñar con los angelitos, estuve viendo en cierta tele local una de las tantas tertulias que abundan por estos lares. Y se hallaban enfrascados en la supuesta crisis habida en el seno del pacto de gobernabilidad portuense. Parece ser que se ha filtrado el contenido de un acta que recogía lo tratado en una reunión del comité local de CC. Y en ella, en boca de la actual alcaldesa, unos lindos epítetos a la gestión de alguno de los concejales populares. Uno de los presuntos implicados, Lope Afonso, exigió la convocatoria urgente de la mesa de seguimiento del pacto. Pero Chano Ledesma, todavía mandamás del PP en su ciudad natal y serio aspirante a repetir de número 1 (para ello cuenta con todo el apoyo orgánico de su presidente insular e íntimo amigo, amén de estrecho colaborador en tareas de gestión en el ayuntamiento… realejero), llamó a Sandra por teléfono, o le envió un whatsapp, y zanjaron en un pispás las diferencias. Pelillos a la mar, o a El Penitente, y a seguir cobrando estos siete meses restantes, que vienen siendo, euro arriba, euro abajo, unos veintiún mil, y no están los tiempos para renuncias de tal calibre. Obvia manifestar que los vilipendiados también aceptaron generosamente las disculpas.
Y aguanté estoicamente por lo menos diez minutos para poder comprobar si alguno de los tertulianos era capaz de decir esta acta o esa acta. Ni uno, todos se empeñaron en que lo correcto era este acta o ese acta y ahí siguieron dale que te pego. La manosearon tanto que para mí se les rompió el papel. Menos mal que el tema suscitado no fue el otrora cacareado de la turbidez del agua, porque, me temo, la canción de este agua y ese agua se hubiera propagado desde La Montaña hasta Punta Brava y desde La Dehesa a San Antonio con una fluidez digna de comparar con cualquier canción al uso de Pepe Benavente, incluido el polvorete.
No vean lo que me costó redactar las líneas precedentes. El corrector del procesador de textos no me dejaba pasar lo del demostrativo masculino y hube de retroceder en más de una ocasión para indicarle que solo pretendía imitar la sapiencia de los que utilizaban la expresión oral televisiva. Creo que no pude convencerlo, pues cada vez que intentaba sorprenderlo él me cambiaba la e por la a.
Yo creo que estoy desperdiciado. Mucho gabinete de prensa en las instituciones públicas y esta experiencia mía echada a perder. En las próximas voy a votar por el partido que me prometa un cargo de confianza. Eso, en confianza. Aunque estoy turbio. Contemplo atónito que cada vez son más los que se parecen a una pala (cogedor, dice el diccionario). Sí, de esas que usamos normalmente para la basura. La práctica arrancó con los procederes de un tal Nacho González, saltimbanqui profesional e hijo de papá, quien se dedicó a fichar a cuanto escindido halló en cada rincón de estas ínsulas. Luego le siguió el no menos ínclito Román Rodríguez, médico sin ejercer y ducho político desde los tiempos inmemoriales de Adamo y su mechón de tu cabello, que viaja con frecuencia a La Gomera –país de la revoltura por excelencia– pues por los senderos de aquella magia natural rebosan los posibles fichajes. Y los congrega en El Contadero, por meras cuestiones de precaución y rentabilidad. Aunque los de Podemos no se quedan atrás. Como son los últimos, van recogiendo todos los resúmenes y apuntes y ya se hallan en condiciones de optimizar resultados y evaluar competencias en los inminentes exámenes. Lo malo será cuando llegue la hora de cruzar datos. Ya me imagino al futuro secretario de organización: tantos del PSOE, cuantos de IU, tropecientos conservadores (que no soy de aquí ni soy de allí), decenas de librepensadores, millares de neoliberales… Amorfos, neutros, indefinidos… O les faltan palas o les sobran residuos sólidos.
Qué tendrá la susodicha. Cuánta atracción fatal. En acróstico va la décima:
La historia no se termina,
Aunque pueda parecerlo,
Pues comprar al estraperlo
Ocasiona chamusquina.
La avaricia es golosina,
Invita a los trapicheos
Tentando muchos deseos,
Incluso con apetito,
Casi rayando el delito.
Agüita, qué cachondeos.
Tengan todos un feliz fin de semana. ¡Ah!, el candidato socialista a la alcaldía de Los Realejos me envió atenta misiva, algo que le agradezco. Lo mismo en las próximas escribiremos unas líneas.

jueves, 13 de noviembre de 2014

1500

Nunca me he trazado retos. La constancia y el trabajo han determinado logros y metas. Y como el estar ocioso no es lo mío, la lógica consecuencia de ser lo que los modernismos han bautizado como hiperactividad es, entre otras menudencias varias de mayor o menor porte, el haber alcanzado la nada despreciable cantidad de artículos o comentarios reseñada en el titular del presente post.
Fue, como ya he señalado en anteriores ocasiones, la jubilación el detonante. Cuando en el inicio del curso 2009-2010 me incluyeron en el colectivo de clases pasivas, me dije que para llevar la contraria iba a mostrarme más activo que nunca. Y para matar el gusanillo de la escritura aprovechando las ventajas indudables de las nuevas tecnologías, nada mejor que sumarme y subirme al carro de los blogueros. Nacía así Pepillo y Juanillo. Título prestado, como bien saben ustedes, de aquella aventura literaria que tuvo la suerte de ser editada por dos caminos diferentes. Porque los medios escritos tradicionales (léase prensa) no me brindaban garantías ni seguridad. Y a juegos de azar, con la primitiva es suficiente.
Pude hoy, pues, en lógica consecuencia, cantar las excelencias del Seat (Sociedad Española de Automóviles de Turismo, o el más jocoso Siempre Estarás Apretando Tornillos) 1500, un modelo de vehículo emparentado con los Fiat 1800/2100 y producido bajo licencia por la empresa española reseñada desde 1963 hasta 1972. Coche de gran aceptación en las décadas de los 60 y 70 y que llegó a ser el preferido por los taxistas españoles. Quién no ha visionado una fotografía de Madrid en aquellos años. Ni del Simca (Société Industrielle de Mecanique et de Carosserie) de idéntica cilindrada. O de otros que desconozco y que a buen seguro el buen amigo Juan Jesús de Francisco, cuando lea estas líneas a través de Facebook, podrá sacarme de dudas y ponerme al día en el sugerente campo de pistones, bielas y carburadores que domina a la perfección y por el que se conduce con maestría.
Llegar hasta aquí ha sido posible a la complicidad de unos fieles seguidores que cada mañana se alongan a leer las ‘locuras’ de mente calenturienta. Y que constituyen la razón de ser de las aventuras de estos dos chicos que pronto alcanzarán la edad en la que años ha íbamos a cumplir los sagrados deberes con la madre patria (con minúscula hasta que se aclare el desaguisado armado). Para hacernos hombres de provecho en los cuarteles de la época.
Pero no puedo desaprovechar la oportunidad sin contarles al menos dos o tres ‘boberías’. Veo una foto por ahí en la que se pueden observar unas caras muy sonrientes de militantes de CC porque el Cabildo va a acometer una obra en una pista agrícola de Icod el Alto. Y como las elecciones están a la vuelta de la esquina, hay que vender hasta los yogures caducados. Los dineros, parece, no se invierten en función de necesidades sino de las amistades que uno pueda tener con el que maneja la caja. De pena. Así funciona la gestión de las arcas públicas. Otros, con la peregrina excusa de saber su opinión, se aprovechan de los niños. Con sumas que no se pueden equiparar ni con los haberes de cualquier concejal liberado.
En relación con lo anterior, y dado que fui secretario en centros públicos durante muchos años, la explicación (o más bien negativa) de ciertos dirigentes a los gastos incontrolados de diputados y senadores en viajes de dudoso proceder alegando de que tales instituciones no son un colegio, me provocan tantas arcadas que temo eche a perder el teclado en uno de los efluvios. Semejante caradura la de estos sujetos. La rendición de cuentas de colegios e institutos, bajo la sabia supervisión del amigo Jesús en la Consejería, debía ser modélica, hasta el último céntimo. En el ejemplo (qué paradoja) de sus eminencias importa un pimiento que el garbeo sea para una supuesta coordinación que para un corrimiento gozoso. Impresentables.
Qué casualidad que haya llegado al millar y medio justo cuando la sonda o módulo ‘Philae’ abandonó el seno materno de la nave ‘Rosetta’ para ir a saludar al cometa 67P. Espero y deseo que no haya sido con cargo a una partida de fondos reservados, pues estarían otros artefactos espaciales en pleno derecho de mostrarse celosos. Porque vete a saber la razón por la que se eligió este cacho de roca y no otro. O si por un casual ya había sido visitado en otros momentos y con qué intenciones morbosas o no.
No seguí la comparecencia de Rajoy para ¿explicar? la consulta catalana (¿me habré perdido algo?), pero estuve ayer por la mañana, mientras contemplaba la lluvia de este Norte, dándole vueltas a la cabeza. Y obtuve la conclusión de que la independencia de Cataluña me va a traer buena suerte. He cobrado toda la vida por CajaCanarias. Y los cuatro euros que guardo por si acaso (lo decían siempre los padres, ¿no?), ahí se encuentran. Salvo que los hayan prestado al Senado para los imprevistos. Ahora, como es harto sabido, soy de La Caixa. Y tengo ante mí la perspectiva de que voy a ser uno de los afortunados que disponga de cuenta en el extranjero. Con lo que podré equipararme, ya era hora, con los que apostaron por Suiza, Luxemburgo o Andorra. Tengo unos nervios.
Y acabo. El PP portuense acepta las disculpas de CC por las inoportunas declaraciones de Sandra (prontos de novata) y pelillos a El Penitente. Que la pasta es la pasta. Y siete meses dan para mucho.
Hasta mañana, que arrancaremos la aventura hacia el sugerente 2000. Gracias a ustedes, claro.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

1499

–Estamos en ello, al ritmo pertinente, sin prisas pero sin pausas.
–Pero…
–Será en el momento justo, ni un minuto antes ni un minuto después.
–Aunque…
–Efectivamente, cuando toque, y está más que demostrado que ahora no corresponde.
–Sí, tú lo ves así de transparente…
–Puedes pensar lo que estimes oportuno porque a lo mejor aciertas.
–O yo estoy torpe o a lo peor…
–Cuanto más sepa la gente de todo, mejor. Por saber muchísimo no va a pasar nada malo, luego ya se verá. Y es que nunca se sabe.
–No, algo he estudiado. He procurado formarme pero no me resuelvo…
–A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, que también es tomar una decisión. Jolines, cómo progreso.
–Puede que así sea. ¿Y de la falta de puestos de trabajo?
–Vamos a ver, eeeh, uuum... ¿Medidas para crear empleo? Bueno, la verdad es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra. Ni don Rodrigo (el médico) en sus mejores tiempos.
–Concrete, por favor.
–Sabemos lo que tenemos que hacer, lo tenemos muy claro y lo vamos a hacer. Y no es promesa baladí.
Parole, parole, parole. Auscoltami.
–Quien me ha impedido cumplir con mi programa es la realidad. Tan tozuda ella (como la Esperanza, ji, ji, ji)
–¿No cree que sería obligatorio…?
–Hay que apoyar a las mujeres emprendedoras… Hay que apoyarlas, hay que apoyarlas… porque emprenden. Fíjese en mi particular caso y cuánto he delegado en la del Zorrilla. No se olvide de poner el contracto que la liamos.
–La metamorfosis social es un hecho ineluctable que…
–La reforma laboral puede suponer abaratar el despido o no. Esta la bordé. Pienso, luego despisto.
–Queda un suspiro para la próxima convocatoria electoral y las encuestas…
–Si interesa al conjunto de los españoles, lo haremos, pero hasta el momento presente no nos hemos planteado hacerlo. ¿Para qué? Ya se lo comuniqué antes: Cuando toque.
–Se les acusa de opacidad. ¿Algo que declarar?
–No podemos gastar más de lo que tenemos porque entonces lo tenemos que pedir prestado. Y los bancos no (se) fían.
–Las controversias ministeriales…
–Hay muchas personas que no entienden lo que hacemos. Puede que sea porque no lo explicamos bien. Y es raro, debe ser por falta de preparación, o por la herencia recibida. En fin, más claro no puedo ser.
–¿Tarjetas opacas?
–Ya me gustaría a mí saber por qué esto no se ha hecho antes. Ya me gustaría que se hubiese hecho antes.
–¿Y de los viajes de Monago?
–Cuando tome la decisión, se lo comunicaré al conjunto de los españoles, hasta ahí podíamos llegar. Ejemplaridad ante todo.
–¿Se bañará estas Navidades en Amadores?
–En este momento estamos estudiando la situación, si nos conviene o si es necesario.
–Lo mismo llueve…
–Lo peor es decir que no se puede hacer nada y esperar a que escampe, porque no escampará.
–Un mensaje para ese futuro inmediato.
–No estoy en condiciones de darles buenas noticias a los españoles, pero lo estaré.
Fin de la cita.
¿Por qué 1499? Porque mañana alcanzaré la 1500. Mis chicos se hacen mayores. Así de diáfano. Como este diálogo de sordos. O de besugos.

martes, 11 de noviembre de 2014

Unos días de descanso

Me tomé unos días de descanso. Desconectado total. Y me fui de viaje. No muy lejos. El coche fue conmigo. Me ha acompañado por todas las islas. Salvo Lanzarote. Pero todo se andará. O se circulará. Te iré dando norte de las andanzas con las fotografías de rigor.
Juro, prometo y declaro solemnemente que no hubo subvención alguna. Tampoco fue uno de los del Imserso, o Mundo Senior. Me lo pagué de mi bolsillo, que se dice. No alcanzo la friolera de los que Monago efectuó para (in)determinadas reuniones de trabajo (qué cabeza más activa la de ese hombre para encuentros tan placenteros), pues mis relaciones (nada sentimentales) con el Senado se reducen a un par de comentarios críticos acerca de lo que yo entendía como inutilidad de dicha Cámara.
Estamos viviendo unos momentos muy interesantes. O sorprendentes. Ya Zerolo lo anunciaba hace unos días: “En el Senado puedes hacer lo que te sale de la chivichanga”. Bueno, él lo dijo con otras letras pero yo no tengo licencia para ello. Tales osadías están reservadas para sus señorías. Me imagino que el imputado, juzgado, condenado y aún agarrado exalcalde sabía que había más compañeros que ya realizaban a la perfección esos ejercicios con partes bajas de sus anatomías. Que les salían gratis. Al final, ya se sabe, de aquellos polvos…
Me han dicho que la pasada semana llovió con fundamento en este Norte. Pero me temo que hace falta todavía mucha más agua para lavar toda la mugre que se ha ido adhiriendo a la noble práctica política. A la que acceden hasta los antisistema. Que al formar parte del establishment pasarán a ser casta. Como yo. Qué tendrá la susodicha que a todos cambia.
Aquel amigo que te indiqué tiempo ha, acérrimo aficionado merengue, se lamentaba amargamente por no haber podido votar este pasado domingo en Cataluña. Hubiera, me señaló, metido unos mil quinientos sí a la independencia en aquellas elegantes urnas de cartón (qué manera más cutre de demostrar ahorro cuando tuvieron propaganda televisiva hasta las tantas del lunes) para condenar al Barça a jugar con el Sabadell y el Hospitalet. No, con el Español, como su propio nombre indica, imposible.
Tendré que darme un salto a La Gomera. Allí la política es parte consustancial del sistema bicatenario genético. Y ahora mismo el panorama se presenta tres cuartos de entretenido. Lo mismo me compro un chozo en cualquier rincón de la isla, me empadrono y me convierto en comentarista. Seguro que trabajo voy a tener. Y si muero en el intento, entierro pagado por el Cabildo.
Mañana, ya retomada la normalidad, escribiremos de cosas con fundamento. Hoy (por ayer) he estado muy ocupado. Que si las fotos, que si ordenar lo que se quedó atrabancado, que si tal y que si cual. En fin, te dejo con una décima que fue lo único que escribí durante diez u once días. Aparte de leer, claro. Y ver un fisquito la tele. Y hacer kilómetros.
¿Que dónde estuve? Tú alóngate de vez en cuando, aquí, en Facebook o en Twitter,  y te percatarás de que es bueno tener amigos en todas partes. Aunque sean de cuatro patas. Que suelen ser más fieles (y no pensaba ahora en los seguidores de la tal Henao), por cierto.
Va la décima:
Me perdí una temporada
allá por Tiscamanita,
donde la natura invita
a una vida relajada.
Transcurrió cada jornada
entre retrato y paseo,
y de todo el pendoneo
por tierras de La Ampuyenta,
tú tendrás debida cuenta
según mi expreso deseo.
Hasta la próxima.