viernes, 30 de septiembre de 2016

Se terminó

Septiembre, no se asusten. Y hastiado del maremágnum informativo que me trasladaron los canales de rigor –ya te puedes imaginar el foco de atención–, eché mano a unas libretas en las que voy anotando pequeños detalles del diario acontecer, a modo de agenda. Y ya que las mento (agendas), también las usé el siglo pasado, pero en la última mudanza se quedaron en el contenedor de papel abajo en La Longuera. Recuerdos en la basura, diríase. Aunque a estas alturas se habrán reconvertido. Y quizás con mis memorias alguien se haya limpiado vete tú a saber qué. Hagamos, pues, un repaso.
Septiembre de 2001:
El día 9, domingo, etapa de la vuelta ciclista a la isla con meta y posterior salida desde Toscal-Longuera. Hecho significativo que tenía lugar desde finales de la década de los ochenta con motivo de las fiestas en el barrio. Aún vivía en la zona y seguíamos con el primer ciclo de secundaria en el colegio.
Colaboraba por ese entonces en Radio Realejos y en el periódico La Opinión. Al tiempo, formaba parte de la A.F. de Higa, que había actuado el día 7 en las citadas fiestas de la Virgen de Guadalupe. Por lo que el día 15 (sábado) me hacen entrega de un cheque de 100.000 pesetas, precio estipulado por la puesta en escena. Un servidor no subía aún al escenario porque había fallecido mi madre el 16 de agosto.
El día 19 (miércoles) se reunió en Tacoronte el jurado del concurso de coplas y romances Alhóndiga. Fui nombrado miembro del mismo por haber sido galardonado el año anterior con el premio al mejor conjunto de coplas: Pégaselo, compañero, una recreación poética del juego del envidio, o del envite. Y tuve el inmenso honor de acompañar a Eliseo Izquierdo, Arturo Maccanti, Antonio Abdo, Pilar Rey y Fernando Garciarramos
Septiembre de 2002:
Desde el día 2 (lunes), un grupo de maestros del colegio Toscal-Longuera comenzó una nueva etapa educativa en el IES Mencey Bencomo. Seguía colaborando en la radio y en prensa, continuaba en Higa, donaba sangre y decidí, tras un breve paréntesis, retomar los trabajos de la tesis doctoral. Y estuve a punto de irme a trabajar a la Dirección Territorial de Educación por recomendación de la Inspectora de zona, doña Ofelia Gómez (q.e.p.d.), pero, afortunadamente, no cuajó. La perspectiva temporal me ha conducido a tal reflexión.
El día 7 (sábado), y en la playa de El Socorro, I festival de Tigaray, con la participación del timplista José Antonio Ramos (q.e.p.d.).
El domingo (día 8), de nuevo la vuelta ciclista hace escala en el barrio y por la noche actúa Higa en Benijos. Era, según estas notas, la ocasión número 194 para quien estas líneas suscribe.
A partir del viernes 13, el carpintero (Manolo Febles) comienza a colocar las puertas en el que sería mi domicilio a partir de noviembre, bajo la atenta mirada de un peón de categoría, a saber, yo.
Como el coche los demandaba, el lunes 16 se le colocaron amortiguadores traseros nuevos. El 23 comenzaron las clases y el 30 me llamó la inspectora para nombrarme secretario por segunda vez en la incoación de un expediente disciplinario a otro docente.
Septiembre de 2003:
El día 1 (lunes), amén del inicio del curso escolar, empecé a imprimir la tesis, una vez concluida su redacción definitiva.
El miércoles (día 3) me inscribí en la Escuela Municipal de Pulso y Púa (¿de dónde sacaba yo el tiempo?). El día 7 (domingo) me fui hasta La Escalona (mi hija vivía y trabajaba allá) a ejercer de electricista.
En este año ya se habían fastidiado las fiestas en Toscal-Longuera (poco compromiso de un barrio con muchos habitantes) y los actos se limitaron a la procesión.
El arranque de las clases ( día 18, jueves) coincide con unos días de calor intenso, pegajoso y húmedo. Y seguía a piñón fijo imprimiendo capítulos. La impresora aguantaba y los paquetes de folios desaparecían en un santiamén. ¿Cuánto me gasté? Lo mismo hoy no lo repetiría. Al finalizar, páginas útiles: 1667. Luego, todo un año con copias, encuadernaciones… Quita, quita.
Septiembre de 2004:
Día 3 (viernes), 11 horas, Facultad de Ciencias de la Información; defensa (lectura) de la tesis, algunas observaciones a la ortodoxia y metodología por parte de un miembro del tribunal (los aspectos técnicos, al director, que ya yo estoy viejo para cambiar moldes), felicitaciones unánimes por el contenido y… sobresaliente cum laude. El presidente manifestó que si hay dosis y sobredosis, existen tesis y sobretesis.  Sería por los tres tomos. Brutos que somos en El Realejo.
Al día siguiente viajé al Sur a colocar estores y rieles. Polifacético que es uno. El resto de días, notas de situaciones docentes (IES), del grupo folclórico, de trabajos periodísticos…
El 18 (sábado) nos vamos a Gran Canaria para participar en la Fiesta de las Marías (Guía). Regresamos en la noche del domingo.
El lunes 20, tormentas con aguaceros. Y como en octubre presentaba Versos silbados, hubo entrevistas radiofónicas, entrega de invitaciones, reparto de libros, seguí colocando plafones, caminaba, tramitaba papeles de título en la Comisión de Doctorado, iba a los ensayos (Higa y Escuela de Pulso y Púa), trabajaba en lo mío…
Ahora no, porque estoy gandul, pero como me dé, espero que no, escribo mis memorias. Sobre todo de aquella etapa política que permitió a los actuales dirigentes gobernar (o intentarlo) con mejores recursos y condiciones.
Mañana y pasado, ya sabes, arrancamos octubre con Turismo y folclore. Sean felices.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Harto

Hartito me tienen. O jartito, más autóctono, más de la tierra. Estoy que no levanto cabeza. Por si fuera poco con la parsimoniosa recuperación de la pierna, se ha empeñado este mundo cruel en maltratarme psicológicamente con tantas idas y venidas en el universo informativo.
Estamos inmersos en un lodazal. Pero lo curioso es que nadamos con pasmosa facilidad. Y batimos récords. La política barrial (de barrio, concepto que leí ayer por primera vez) ha hecho acto de presencia y nos tiene embarrados hasta las mismísimos orificios nasales. Es de traca. Nuestros representantes se han empeñado en hacer todo lo contrario que la sensatez dicta en personas normales como tú y yo. Han creído estos iluminados que pueden hacer y deshacer a su antojo hasta el límite de considerarnos escoria. Y me maravilla cómo se encierran en esa burbuja ideal que los aísla del resto de mortales.
Estoy ahora mismo indeciso. No sé si programar esta entrada, como hago todos los días, o esperar el resultado de la reunión extraordinaria de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE. Para comprobar hasta qué punto puede calibrarse la descomposición de dicha formación política en todos los niveles de la (des)organización. Y lo siento, de verdad, por las voces que llaman a la reflexión. Porque tantas cachetadas desde los tiempos de Saavedra no pueden caber sino dentro del campo de la sumisión. Y la dignidad por un sueldo, jamás.
Tras escuchar dieciocho mil críticas y otras tantas opiniones, tanto orales como escritas, acerca de los pactos en cascada, se descuelga José Miguel Ruano, con rostro compungido (¿ya dimitió Barragán?), para indicarnos que es más importante el acuerdo regional que las diferencias en los municipios. A buenas horas. Sobre todo cuando Clavijo (el de palabra volátil y firma irreconocible), Alonso, Bermúdez y otros dirigentes se desviven por abrazar a los Antona, Domínguez y Australia. Mi alcalde está que se frota las orejas. Lo mismo consigue el hipódromo y el campo de golf. Y el auditorio de La Gorvorana.
A los socialistas canarios se les junta la crisis nacional, se argumenta. Yo creo que no. Todo es un cúmulo de despropósitos.  Porque es en los momentos de dificultad cuando deben valorarse los mimbres de quienes forman parte de la tripulación. Y si la nave (ponlo en plural, si lo estimas, para embarcar a las federaciones regionales) va proa al marisco, malo se me antoja que cada marinero bogue a su capricho. Yo no pienso en Felipe González, pero a lo peor sí. Tampoco lo hago en los Corcuera, Leguina y alguna que otra lengüina, pero a lo peor sí.
Discrepar es sano, vaya que sí. Pero laven en casa, carajo y no centrifuguen en la calle. Porque los corifeos mediáticos se frotan las manos. Algo bien diferente es el contubernio que se traen con un secretario general democráticamente elegido. Y al que todo un Comité Federal, por unanimidad, le dio el plácet para no otorgar a Rajoy más que la muy merecida crítica por una gestión nefasta en la que la economía mantuvo la estabilidad para los de arriba, mientras que cercenó hasta la hucha de las pensiones por el otro lado. Este sí que nos ha engañado a todos incumpliendo de arriba a abajo su programa electoral al completo. Esto es lo importante y no las mojigaterías de niño chico. Es que me engañó y no se abstuvo. Claro, a ti Mariano te ha ido muy bien y quieres que siga. Por esas alturas no corre la brisa. ¿Por qué no haces como Rita, y te echas una cabezadita? Menudas siestas se manda la señora. Ni el cambio de sillón la tiene preocupada.
Es que no puedo con mi condición. Pensaba dedicar este comentario a la frase sacada de contexto de Carolina Bescansa, la diputada del niño. A quien ya habrá matriculado en la guardería, como hacen los de la casta. La que me ha insultado gravemente al estimar que los mayores de 45 años somos más conservadores que Cánovas del Castillo. Y le deseé en Facebook que esperaba que no solo alcanzara la que yo tengo ahora (67), sino que su pupilo también fuera testigo del hecho. Seguro que a los ‘podemitas’ no gustan mis pareceres. Tampoco lo pretendo. Pero no me den lecciones. Y es que cuando lo hacen, o lo intentan, los rejos totalitarios y las descalificaciones abundan. Qué fácil les resulta el calificativo de cacique. Anden con cuidado y háganselo mirar.
Harto me tiene el culebrón de la Jolie con el Pitt. Al final vamos a tener que abrir suscripción pública para estudiar el realojo de los infantes (tres y tres). Dentro de poco vuelan los jarrones. A ver si le cae uno (chino) a Felipe González y lo baja del pedestal. Me acabo de dar cuenta de que no debo seguir por estos derroteros. Puede que algún barón me demande y exija que le pida perdón. Pues va a ser que no. Yo dirijo la vara en la dirección que crea conveniente o menester…
Ahora –cuatro y media de la tarde– un descanso. Quedo a la espera…
Son las cinco y media. Acabo de caminar –con muleta y si alcancé 100 metros, hasta mucho me parece– y al sentarme de nuevo ante el ordenador, mis más sinceras felicitaciones al PP por la espantada de más de media Ejecutiva Socialista en Ferraz. Ya está. Me han quitado otro peso. El de ir a votar en diciembre. Uno de los dimisionarios, José Miguel Pérez. Algo que debió hacer en Canarias hace año y medio, mira tú qué bonito. ¿Escuché yo por algún sitio que el PSOE estaba dividido? ¿O era tocado y hundido? ¿No te acuerdas de que una vez escribí que no a la refundación y sí a la refundición? ¿Y que hace escaso tiempo instaba a las agrupaciones locales a la revolución de abajo hacia arriba? Para que de una vez, barones, viejas glorias, dinosaurios y otros ejemplares valiosos pero caducos, pasen a desarrollar el papel orgánico que les corresponde: rellenar sobres, pegar carteles, repartir votos y eso.
Ya está. Sigo esperando al resultado santacrucero…
No aguanto más. Total, lo que decida la Ejecutiva debe ser ratificado en el Comité Regional. Y lo mismo dimite la mitad más uno. ¿Los afines a Patricia? Puede. A falta de una Susana. Aunque de aquí al 8 de octubre, CC puede hacer otra de las suyas. Total, una raya más.
Conclusión: ¿Llegaste hasta aquí? Pues olvídate de lo que has leído. Yo dejé las líneas porque me dio pereza anoche y no me levanté a borrarlas. Si hubiese tenido insomnio, Pepillo y Juanillo estarían hoy mudos.
Te juro por lo más sagrado, bueno, te prometo, bueno, es mi intención, bueno, quizás mañana no escriba de política. ¿Te lo creíste?
Una posdata, porque la creo oportuna, a los socialistas de buena fe: Sosiego en horas tan difíciles. No echen más leña al fuego. No más espectáculos. Los estatutos del Partido están ahí. Para bien o para mal. El edificio se derrumbó. Toca reconstruirlo desde sus cimientos. Y los hoyos para fijar los pilares, en los lugares que el tiempo y la desidia de los escaladores fueron relegando al más deshonroso de los olvidos: Las Casas del Pueblo.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Caos

¿Está Pedro?
Sí, pero habla por la otra línea con Susana.
Bueno, no importa, espero; si hay algo que me caracteriza es la paciencia, o la pachorra.
¿Usted que desea? Puedo pasarle una nota.
Bueno, sí, verá, es que yo quería informarme del proceso de primarias, que deben ser antes que las secundarias; es decir, unas primero y las otras después. Porque no me gustaría hablar sin saber de qué hablo, que sería lo mismo que no decir nada…
¿A qué federación socialista pertenece?
Bueno, sí, verá usted, o mejor, vamos a ver, yo, en realidad, soy más bien aficionado y tengo buenos amigos en la federación de ciclismo, porque es deporte que sigo con sumo interés, aunque, si le digo verdad, que es manera de…
Dígame al menos su nombre, compañero.
Soy el señor Ano, Mari…Ano.
Esto será una broma, ¿no?
Jamás, bueno, mi carácter, en realidad, tiene idas y venidas, andares y desencuentros, vueltas y revueltas…
Mire, señor Rajoy, que le cogí el tranquillo silbador de las eses (sin hache y con la susodicha), ya tenemos repleto el cupo de cachondeo y nos parece de muy mal gusto que venga con sus monsergas en el vano intento de ahondar en las supuestas heridas que los medios afines a sus corruptos han difundido alevosamente.
─Pero es que yo quiero presentarme como candidato del PSOE para dotar al partido de la estabilidad necesaria y que alcance, por fin, el tan ansiado sosiego. Vamos, que sea capaz de una vez por todas de pensar en España como bien supremo y cumplir fielmente los principios fundamentales de todo manual de instrucciones que se precie.
─No estará de recochineo, ¿no?
─Qué va, jamás he hablado con más seriedad; y admitiendo su constante interpelación, algo infrecuente en mí dadas mis tendencias al plasma.
─… Ring, ring, ring.
─¡Biiiip! ¡Biiiiiiiiiip!
─Chacho, Barri, que me parece haber escuchado al mismísimo Mariano.
─No me jorobes, Julito…
─Qué Julito ni qué narices…¡Crac!
─Oiga, Ferraz, aquí se entremezcla otra gente. Bla, bla, bla. Esto ya huele a gallinero.
─Toc, toc, toc. ¿Estás ahí, Nico?
─Si ya la palabra carece de valor alguno, lo plasmado en este documento importa menos que el coste de este folio, rasssss.
─Jaime, por Dios, contente.
─De San Vicente, no, de Realejo Bajo. Y también ha maquinado entre bambalinas. Quiere el ascenso y la vicepresidencia como mínimo. Si tu abuelo levantara la cabeza se desmoronaría El Castillo.
─Sí, ¿me escucha? Ssssssh. Zzzzzzzz. Plop.
─De hoy no pasa, me cambio a Movistar desde ya. Cuánto galimatías. La que me espera de aquí al Comité. Y después, en caso de haberlo. Snif, snif.
─Señor Sánchez no sea tan irresponsable…
─Soy Cejas, no Sánchez, ¿y con quién estoy yo hablando?
─Hazme caso, este acuerdo te va a saber a pastillas; bueno, a chuches.
─Granadilla, te dije Granadilla. Sí, en el Sur de Tenerife.
─Y te podría invitar a un finde en Amadores.
─Dolores, pásame el móvil que lo dejé sobre la mesa del despacho.
─Tic-tac, tic-tac, tac-tic, tac-tic.
─Mañana nos reuniremos en Las Palmas. Mándame un whatsapp antes de irte a Costa Calma.
─Fuiiiiii. Fuuiii. Fuuuii. Fuuuui. Joder, ni el silbido me sale. Tanto tiempo sin pisar La Gomera, me he anquilosado.
─Mira, Pedro, déjalo. No solo te has instalado en el no es no, sino que tu negativa ha cortocircuitado las telecomunicaciones. O haces unas reformas como nosotros en Génova o no me junto más contigo, más contigo, más contigo. Jolines con la reverberación, debe ser cosa de la impedancia.
─Sí, Susana; sí, baronesa; que sí, lo que tú digas. ¿Dónde? ¿En Pozoblanco o en Riotinto?
─De acuerdo, entonces. En El Médano echamos la conversa.
─O el teléfono está pinchado o las interferencias señalan que el encuentro interplanetario se aproxima.
─Oé, oé, oé, oé; campeones, campeones.
─Lantano, cerio, praseodimio, neodimio, promecio, samario, europio…
─Gadolinio, terbio, disprosio, holmio…
─Somos tierras raras.
─Qué va. Yo te llamo mañana.
─¿Me oyes? Déjalo y yo te llamo mañana.
─¿La próxima semana?
─Ños, esto está tupido.
─Voy a dejarle un recado porque la línea se cruzó. Inserte su mensaje después de oír la señal. Pi, pi, pi, piiiiiii. Jaime, mañana hablamos.
─Voy a dejarle un recado porque la línea se cruzó. Inserte su mensaje después de oír la señal. Pi, pi, pi, piiiiiii. Nico, mañana hablamos.
─Voy a dejarle un recado porque la línea se cruzó. Inserte su mensaje después de oír la señal. Pi, pi, pi, piiiiiii. Julio, mañana hablamos.
─Voy a dejarle un recado porque la línea se cruzó. Inserte su mensaje después de oír la señal. Pi, pi, pi, piiiiiii. José Miguel, mañana hablamos.
─Voy a dejarle un recado porque la línea se cruzó. Inserte su mensaje después de oír la señal. Pi, pi, pi, piiiiiii. Pedro, mañana hablamos.
─Voy a dejarle un recado porque la línea se cruzó. Inserte su mensaje después de oír la señal. Pi, pi, pi, piiiiiii. Mariano, mañana hablamos.
Y mañana será otro día.

martes, 27 de septiembre de 2016

Ya no es lo que era

Ni por asomo. Puede que los tiempos estén cambiando. O nosotros. Pero, como decimos los mayores, esto ya no es lo que era. El fin del mundo está cerca. Las plagas bíblicas caerán sobre nuestras cabezas. Hincaremos las rodillas ante el avance incontenible del despropósito. Hasta las leonas de Botswana han cambiado sus comportamientos y actúan contra natura bajo la mirada atónita de los machos que no dan crédito a cómo osan inmiscuirse en terrenos resbaladizos: http://www.elmundo.es/ciencia/2016/09/26/57e8d379e5fdea60298b4653.html. Habrase visto tamaña barbarie en el ámbito animal. Leonas ‘transexuales’ que rugen, marcan territorio y hacen cosas feas. A dónde vamos a parar.
Fue ayer lunes día de resaca. Para Pedro Sánchez, sobre todo. Y no tanto por el pobre –penita me da ya– cuanto por la manada de lobos que aúlla en su derredor. “Qué más tiene que pasar para que el PSOE reflexione”, lanzó en tuit desesperado el otrora segundo de a bordo, el gallego Pepe Blanco. Que conste que no fue jamás santo de mi devoción, pero cuánta razón le asiste. Lo malo es que lo mantiene desde su cómodo escaño europeo, mientras en los pueblos la militancia está hasta los mismísimos.
Todos culpan al secretario general. Dardos desde los medios de comunicación y flechas envenenadas de su entorno más inmediato. Ha alcanzado más tortas que las prodigadas por Bud Spencer en cualquiera de los spaghetti western que rodó con Terence Hill. Y pocos son los que apelan a barrer la casa. Porque en la situación que se halla la formación política (y Canarias puede ser un perfecto ejemplo), menudo calvario les espera. Si es que lo que les resta de electorado no acaba por cansarse definitivamente y mandarse a mudar. ¿Cómo? ¿De la fiesta en Granadilla?  Chiquita Cruz de Tea. Y en un ratito volverá Cospedal a Castilla-La Mancha. Ay, quijotes.
No, este partido socialista no es lo que era. Ni mucho menos. Es el camarote de los hermanos Marx, de Una noche en la ópera. Yo admiro profundamente la capacidad de aguante de Pedro. Aunque reconozco que en cualquier otro país, y ante tanto revés electoral, cualquier líder ya hubiese presentado su dimisión. Con lo que Rajoy se habría fumado un par de docenas de puros a salud de los barones. Porque alguno piensa que aún estamos en el sistema de turnos de la Restauración. Cuando Cánovas y Sagasta estiraron la pata hace unos cuantos trienios.
Pero no quiero extenderme más. Porque como miembro activo de esa formación que fui, siento lástima, cuando no dolor, al contemplar cómo se fagocitan. Qué actitud más deleznable. Qué comportamientos más insolidarios. Qué payasos más trágicos. Qué funámbulos sin cuerda (floja), que tensa, ya me dirán. Qué retorno a los circos con fieras, cuando ya comenzaban a ser algo del pasado.
Ayer estaba torcido y hoy ni siquiera estoy. Y mira que era buena ocasión para meterme con Rato, Blesa y las tarjetas ‘black’. Porque ya comenzó el juicio. Como si los millones despilfarrados fueran a compensar otras tantas tropelías bancarias. ¿No viste a los pobres ahorradores por fuera de la Audiencia lanzando al aire calificativos cariñosos? ¿Y a unos buitres, disfrazados de abogados defensores, argumentando sandeces para que la causa se declare nula? ¿A ti te extrañaría que se salieran con la suya? Al que suscribe, no. Esto ya no es lo que era.
Como en este país interesa rescatar bancos antes que a personas, aquellos (los bancos) fijarán el orden de preferencia y aunque sean estas (las personas) quienes depositan sus escasos dineros (pero sabido es que grano a grano se forma un montón), los directivos, consejos de administración y resto de parafernalias varias dictarán las pertinentes instrucciones por las que –se establece en sus primeros artículos– la cúpula quedará debidamente remunerada con sueldos estratosféricos reconocidos, amén de otros emolumentos de dudoso proceder (llámalo tarjeta o como te plazca) y (vaya párrafo más largo) si sobra, como decía la conocida, ya se verá. Tanto que si no lo hubiese leído en El Mundo Today, lo mismo me lo creo: Los bancos de semen piden un rescate por falta de liquidez.
Esperé hasta última hora de la tarde para dar el carpetazo a estas líneas por si me llegaba alguna información nueva desde Granadilla. Pero como este PSOE ya no es el que era (dicen las malas lenguas que en Canarias está sin cabeza y yo sostengo que no le queda sino un trocito de culo por donde la sigue cagando) y está dispuesto por un plato de lentejas de seguir echando al traste no ya la dignidad sino una historia plagada de etapas gloriosas, me voy a ver un documental por si algún animal de los denominados salvajes me instruye con sus normas de convivencia.
Mañana más. Y mil gracias, como siempre.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Torcido

Ayer me levanté raro. Torcido. A lo peor fue debido a que el anuncio de la Aemet acerca de las lluvias en el Norte me tenía predispuesto a un cambio emocional acusado. Y cuando al cabo de una hora de haber puesto la pata (buena) en el suelo contemplé que las nubes se disipaban, me entró tal bajona que no sentí el más mínimo deseo de escribir las consabidas líneas.
Aun así, hice un esfuerzo, leí la prensa digital (unas cuantas cabeceras) y comprobé que en la Primitiva había obtenido idéntico premio al de todas las semanas anteriores (0 euros). Y soy tan rebenque que vuelvo a jugar. Por Internet, que ya uno domina los adelantos informáticos. Eso, que el desánimo no me venza.
Como este que lees es el comentario (o artículo, o post) número 1929, tengo casi decidido alcanzar los dos millares (a lo mejor para finales de año andaré por ahí) y dar el carpetazo a este blog. Los chicos (Pepillo y Juanillo) han crecido y me están pidiendo un relevo. Pero como uno es bastante tradicional, puede que abra otro (no me he marcado aún el enfoque) en el que rescate el lema que utilicé cuando colaboraba en el periódico El Día: Desde La Corona. Le pediré una de las buenas fotos que tiene Isidro Felipe desde ese mirador y la utilizaré de cabecera. Por cierto, felicidades por ese proyecto (Fiestas tradicionales del norte de Tenerife) que pronto verá la luz y que esperamos con impaciencia.
De aquellas incursiones por la prensa tinerfeña he recopilado unos centenares de artículos que guardo en una carpeta de mi ordenador bajo el título Desde La Corona hasta El Asomadero. Pero hasta que no tenga dinero para publicarlo, ahí dormirá. Lo mismo se muere conmigo. Lo más seguro.
Y ya que nombré a Isidro, su ingente colección de fotos me da pie para señalar que no entiendo cómo es posible que de Diario de Avisos (edición digital de ayer domingo) haya podido rescatar todas estas instantáneas ‘cambadas’. Que lo haga yo (reitero lo de rebenque de unas líneas más arriba), nada que objetar a quien no da más de sí. Pero tanta torcedura me da que es una nueva modalidad que deberé consultar con Carlos Hernández cuando volvamos en octubre a la piscina. A consideración de los entendidos las dejo.
Inserto la de Julio Cruz al principio porque me extrañó que un juez haya puesto en entredicho el código ético del PSOE por ser demasiado exigente. Cree, incluso, que va en contra de la Constitución al no permitir presentarse a cualquier militante que tenga abierto juicio oral. Entiende el magistrado que hasta que no se dicte sentencia, nadie puede cercenar el derecho a ser elegible. Cierto, todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario. Pero que las candidaturas estén conformadas por personas sobre las que no caiga sospecha alguna, me parece estupendo. Porque coincide con mi planteamiento de la ejemplaridad. Si logramos que los políticos sean los espejos en los que el entramado social pueda mirarse, mucho habremos avanzado. Máxime en una época en la que los cargos públicos no pueden sentirse satisfechos al contemplar la cantidad de casos que salpican su quehacer.
Pues no, de Galicia y País Vasco no toca. Para eso están los sesudos analistas. Enciende la tele para que veas. Yo estoy para otras menudencias.
Bueno, entramos en la última semana de septiembre. A la vuelta de la esquina el trimestre postrero del año. Y suma y sigue. Hasta mañana.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Turismo y folclore (IX)

No obstante, insisto, y a ello se debe el interés de este capítulo, ahora es un ente cuasi muerto. Cuando han transcurrido varios años de su inauguración, cuando lo han visitado una gran cantidad de escolares, resta una gran labor por realizar: promocionarlo al visitante interesado en saber algo más de nuestra isla; ese que tanto ves en lugares de especial interés, cuaderno de notas en ristre y, casi siempre, con folletos y guías de tales sitios.
Desde un inicio el Museo se sabía destinado hacia un público determinado, con un nivel cultural específico. Y se enfocó hacia el campo de la comunidad escolar. Hacia ellos se destinaron los objetivos generales:
-Toma de conciencia de la importancia del patrimonio etnográfico y su conservación
-Conocimiento de la herencia cultural.
-Conocimiento de la cultura popular a través de diferentes materiales expuestos.
El Museo oferta estos aspectos:
a) La Casa de Carta como modelo de la casa de campo burguesa y de la arquitectura tradicional.
b) Cerámica popular canaria.
c) Industria textil: calados.
d) Industria textil: telares.
e) Indumentaria tradicional de Tenerife. traje de campo y de ciudad.
f) Industria de la piedra: molinos de gofio.
g) De la tierra al gofio.
h) La vivienda campesina.
Citaré, a título de ejemplo, el apartado "De la tierra al gofio":
-La agricultura canaria: los cereales.
-El campesino.
-La siembra: preparación del terreno, instrumentos utilizados.
-La época de siembra: factores que influyen.
-Época de recogida y traslado: utensilios.
-Folclore.
-La era.
-Conservación.
-El gofio.
-Tipos de gofio y su elaboración: instrumentos utilizados.
-Los molinos: individual y colectivos.
-Formas de comer el gofio.
-La comida tradicional campesina.
Es solo un breve resumen de Casa de Carta. Me indicaba Juan de la Cruz que son pocos, muy pocos los turistas que la visitan. Decía Juan López que estaba manifiestamente infrautilizada, que se han gastado mucho dinero para seguir cometiendo los mismos pecados. Si mi modesta opinión de algo vale, creo que deben arbitrarse los cauces necesarios para que todo aquel visitante interesado acuda al Museo.
Muchos de los trajes expuestos en las varias salas, que reflejan épocas, costumbres, tradiciones... son producto, muchos de ellos, de pacientes anotaciones de ilustres visitantes, que tanto y bien hablaron de las excelencias de la isla, que supieron observar el "modus vivendi" de nuestros antepasados. Y estas recreaciones merecen ser conocidas por otros muchos que demuestran tanto interés como aquellos que les precedieron tiempo ha, y que gracias a los mismos, podemos contemplar el espejo del pasado.
Eche, pues, mano el Cabildo de trajes que han podido rescatarse del olvido y muéstrelos en cuantos agasajos, brindis, congresos, convenciones... se celebren en la isla. Vista a las niñas de rigor, esas que portan las tijeras en las inauguraciones pertinentes, con indumentarias de todas las zonas de Tenerife y no acuda una y otra vez con el que parece ser única vestimenta oficial. Y aprovéchense esos actos para dar a conocer este Museo. Sáquenle "rentabilidad" a esa fuerte inversión.
Tenía la oportunidad de leer hace pocos días cuáles eran, a juicio de los estudiosos del tema, los "diez mandamientos" de la oferta turística. Creo recordar que en cuarto lugar  estaba  el  apartado de  las actividades conducentes a cubrir el ocio de los turistas. ¿Y no es este, acaso, un motivo de cubrir ratos de ocio, que para el turista son todos, con actividades que también son culturales y formativas?
Desde las instituciones habremos de ir cuidando mejorando la imagen. La isla vive por y para el turismo. Las especiales circunstancias coyunturales de la economía y política mundiales hacen concurrir aquí miles y miles de viajeros. A los que tienen la sartén por el mango solo les interesa llenar hoteles, como sea y a costa de lo que sea. Por eso, a las autoridades les compete poner freno a los desmanes y elevar el listón por y para un turismo más selecto, ofrecer alternativas de ocio que diversifiquen la oferta de sol y playa. Porque sería la única manera de contrarrestar la debacle que se originaría si las actuales circunstancias variaran.
Y el Cabildo, como gobierno insular, tiene también una alta cuota de responsabilidad, la máxima. Bien me parecen las promociones en el exterior. Pero vayan dejando a un lado la chica del bikini en la playa seudotropical. Lo que viene haciendo Enrique Talg en el hotel Tigaiga desde el inicio de la actividad de aquel establecimiento, es una buena muestra de lo que es otra clase de turismo.
Casa de Carta debe ser uno de los capítulos de esa nueva oferta. Cuenta con atractivos suficientes; importantes, diría yo. Sería, desde luego,  una buena fórmula. Aquí sí que está el reflejo de la tradición del pueblo, esa sabiduría popular que un día se la bautizó como folclore.
(Continuará)

sábado, 24 de septiembre de 2016

Turismo y folclore (VIII)

7. Casa de Carta: una experiencia a mostrar
7.1. Introducción
En las entrevistas a Juan de la Cruz y a Juan López se habló de Casa de Carta. Más en la del primero que en la del segundo. Juan de la Cruz me realizó una detallada exposición de esta joya de la arquitectura tradicional canaria. Y en ella se encierra mucho y bien de nuestro pasado.
Días después de haberse llevado a cabo la conversación, cuando rondaban por la mente de quien esto suscribe las ideas para engarzar los eslabones que habrían de configurar el trabajo, me planteo el porqué el Cabildo Insular de Tenerife, tan preocupado por la promoción de la isla en el exterior, no echaba mano de este elemento fundamental para darlo a conocer a los visitantes interesados en la cultura tradicional isleña. Porque en el sentir de los entrevistados, y en el mío propio, se encuentra patente esa posibilidad; sobre todo para el turismo del Norte, que no se limita a aquel de playa, bocadillo y cerveza.
Es una labor que puede comenzar a desterrar viejas costumbres, viejos pecados, incluso de la propia institución que empleó los millones necesarios para su restauración. La más grave, quizás, la de "botar el dinero", como decía Cándido López, otro de los entrevistados. Que no solo es importante el que los escolares conozcan la cultura popular canaria, sino que, además, la imagen que traslademos al exterior sea fiel reflejo de la misma y no burdas imitaciones.
Va mi intención en el presente capítulo hacer una reseña de la Casa de Carta de Valle Guerra, magnífico modelo de la arquitectura rural canaria, museo etnográfico, dependiente del Cabildo Insular de Tenerife, y abierto al público, pero que, a pesar de varios años de existencia, sigue siendo un gran desconocido para los tinerfeños y, por ende, de los miles de visitantes que acuden a la isla en busca de algo más que de sol. Ojalá los organismos relacionados con ese sector primordial en la economía canaria, se percaten de que aquí tienen un motivo de atracción e instrucción. Parece que la "fiebre" inicial ha dado paso  a un grave período de inactividad. Una muestra lo constituye la "guagua de los trajes", a la que parece habérsele acabado el combustible y permanece aparcada en las afueras del museo como símbolo de la inutilidad de los políticos.
7.2. La Casa de Carta: modelo de la arquitectura rural canaria
La Casa de Carta (Valle Guerra, La Laguna) debe su nombre a la familia de los Carta. Esta, en la primera mitad del siglo XVIII, compró el inmueble a los entonces dueños del Valle, la familia de los Guerra. Según todos los indicios, parece ser que las condiciones de la casa eran bastante lamentables, por lo que los compradores se vieron en la imperiosa necesidad de levantarla casi en su totalidad. Por ello, la arquitectura actual es el producto de los añadidos que se realizaron en aquel siglo y siguientes. Es esta la razón de que el proceso de construcción no puede ser delimitado de una forma clara.
Finalizaba la década de los setenta del actual siglo, cuando el Cabildo de Tenerife opta por la compra del edificio con la finalidad de convertirla en Museo. El arquitecto encargado de la restauración, Sebastián Matías, tuvo ante sí una ardua faena.
Al igual que ha ocurrido con magníficos ejemplos de arquitectura canaria (la casa de la Hacienda de La Gorvorana en Los Realejos puede ser otro significativo), los sucesivos añadidos, para acondicionarla como vivienda, acabó con enmascarar de tal manera el estilo original, que se convirtió, como en otros tantos casos, en una pequeña ciudadela en la que convivían varias familias.
Cuando antes aludía a la Casa de La Gorvorana, lo hacía porque en la misma ha ocurrido tres cuartos de lo mismo. Y el autor de este trabajo, que habitó en la misma durante veinte años, conviviendo con más medianeros de la finca de platanera, ha observado, tras otros veinte años de haberla abandonado, cómo el deterioro ha seguido en aumento, no solo por el lógico paso de los años, sino por los reiterados "remiendos" que se le han venido haciendo, con el fin de irla reconvirtiendo para usos bien diferentes.
El ímprobo trabajo (derribar infinidad de tabiques, falsas cubiertas, descubrir el primitivo patio..., con el asesoramiento inestimable de Adrián Alemán de Armas) dio, por fin, el fruto deseado: ese singular modelo de arquitectura canaria que te encuentras a la margen izquierda de la carretera, que desde Tacoronte nos conduce a Punta Hidalgo, pasando por Valle Guerra, Tejina y Bajamar.
Se plantearon varias alternativas, hasta que el Cabildo (26-marzo-1982) aprueba una moción del entonces consejero José Segura y la dedica a Museo Etnográfico.
El profesor Galván Tudela y un equipo de colaboradores –entre los que destaca Juan de la Cruz Rodríguez, uno de los verdaderos padres de la criatura, que mucho y bien aportó al presente trabajo, con una entrevista de la que pude extraer muchísimas conclusiones– se encargan de concretar el proyecto y comienza la labor de recopilación de los diferentes materiales que lo iban a conformar.
Pero el indudable acierto del Cabildo, que supo dar respuesta a la creciente demanda del pueblo sobre sus señas de identidad, esa contribución a la revitalización de la cultura tradicional, esa recreación de lo "nuestro" en esta nueva faceta cultural, no ha tenido la debida continuidad. Se creó el Museo y en él se recoge una muestra fehaciente de la cultura tradicional. Se estimó oportuno que las tradiciones y costumbres de nuestro pueblo no se convirtieran en un fósil. Y a fe que se logró.
(Continuará)

viernes, 23 de septiembre de 2016

Derecho al insulto

Digámoslo alto y claro. En todas las profesiones cuecen habas. O guisan papas. Pero es quizás en el periodismo donde se desatan más tormentas. Puede que por la arribada de mucho advenedizo. Hecho que se manifiesta de manera más significada en el mundo de la comunicación audiovisual. Da la impresión de que el tener un micrófono en las inmediaciones de los órganos fonadores hace disparar un raro mecanismo. O desata una lengua viperina. Lo que provoca en algunos energúmenos una desmedida sarta de mofas y escarnios que, y aquí viene lo raro, deleita sobremanera al televidente (radioyente, que también procede). Quien, lejos de guiarse por criterios de mesura, educación y buenos modales, jalea las intervenciones con evidentes muestras de alegría. Y lo malo es que tales cuestiones suelen desembocar en situaciones nada agradables. Menos mal que, afortunadamente, aún restan unos miligramos de sensatez en quienes son capaces de no seguir ciertas corrientes. Aunque, a decir verdad, poco aportamos –me incluyo– pues nos limitamos a desconectar al aparato.
La Audiencia Provincial de Madrid ha ratificado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 13 por la que se condenó al director de Periodista Digital, Alfonso Rojo, a indemnizar con 20.000 euros a Pablo Iglesias, así como a publicar, a sus costa, los hechos probados y el fallo de la sentencia en el medio que dirige.
El tertuliano (basta con zapear por los diferentes canales televisivos para comprobar cuán prolífico es. Y lo mismo lo podemos hallar en la Sexta Noche, que en El Cascabel, que en 24 Horas… Y si no arremete en su cuenta de Twitter) tuvo a bien calificar al líder de Podemos con epítetos tan cariñosos como chorizo, mangante, sinvergüenza, estafador o gilipollas.
La Audiencia viene a confirmar que el periodista cometió una intromisión ilegítima en el honor de Pablo Iglesias, de manera que sobrepasó el derecho a la libertad de expresión en el que se amparaba para su defensa. Y el tribunal concluye que la Constitución no reconoce un pretendido derecho al insulto, que solo protege la información veraz.
“Quien desempeña un cargo público o tiene una relevancia pública por otra razón, no queda completamente despojado de sus derechos de la personalidad y el empleo de insultos y expresiones vejatorias, desconectadas del mensaje político que se quiere transmitir e innecesarias para transmitirlo, consentidas durante un tiempo prolongado, no cumple la función constitucionalmente otorgada a la libertad de expresión, por lo que no puede justificar la preponderancia de la libertad de expresión sobre el derecho al honor”.
Necesario se me antoja que se produzcan calcos simétricos por contornos más cercanos. Donde se estila el sobrepasar las esferas de cargos públicos para arremeter inmisericorde contra el que ose discrepar de planteamientos. Y no solo en medios privados (ilegales, para mayor regodeo, deleite o complacencia), sino que tales modos y maneras trascienden de tal ámbito y circulan peligrosamente por sectores públicos con aquiescencias que se guían por el laissez faire, laissez passer. Tanto que sospecho que la Asociación de Periodistas de Tenerife aún espera pacientemente por la respuesta que cierta autoridad local debería dar por el comportamiento inadecuado (dejémoslo en eso) de un empleado de una de sus empresas públicas.
Y los calificativos por los que ha sido condenado el ínclito de Alfonso son apenas la punta del iceberg. O pequeños fuegos de artificio al lado de las cargas de profundidad que se lanzan impunemente al socaire de barrancos y castillos. Piropos, diría, en suma, si los comparamos con los dardos o flechas de punta envenenada que se lanzan desde viles tribunas que se amparan en pasotismos inexplicables.
No sé si la justicia utiliza algún baremo para medir el grado de los insultos. No sé si posee una escala en la que sopesa hasta qué punto los vocablos van más allá de herir susceptibilidades. No sé cuál es la balanza que determina el calibre de injurias, maledicencias, escarnios. Tampoco tengo certeza de si el veneno de las serpientes causa estragos en los sujetos portadores de las bolsas (o sacos) de mala bilis. Porque es que ya se sobrepasa el ámbito de lo público (que podría ser el escudo que supuestamente ampare a estos sujetos –o más bien, complementos circunstanciales– para cargar tintas contra gestiones de dudoso proceder, que viene a ser, por otra parte, lo que la mayoría de comentaristas solemos llevar a cabo) para traspasar esa linde peligrosa que nos adentra en el terreno de lo privado, de lo personal, de lo íntimo. Del honor de cada cual. Hasta ellos lo tenían.
Bueno será que desde San Juan de la Rambla, desde La Victoria y otros escenarios atacados sin piedad –puede que, incluso, con la sonrisa cómplice de superiores jerárquicos y amparados por las llamadas laudatorias de los números telefónicos de siempre– se tome debida nota de que existen posibilidades legales de parar estas ignominias. Los procesos son lentos, desesperantes –como el de la recuperación ante una fractura de calcáneo– pero al final del trayecto deberá prevalecer la ecuanimidad. O dicho de otra manera: Cada 11 de noviembre nos topamos con la celebración de San Martín.
A pesar de que ya entramos en otoño, sepan que no descansamos. Este fin de semana proseguimos con Turismo y folclore. Sean felices.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Responsabilidades políticas

Cuando un cargo público designa a una persona de su confianza para ocupar un puesto de responsabilidad en una institución, asume una gran carga de responsabilidad. Porque de fallarle en el cometido asignado, deberá arrogarse los errores. No creo haga falta recordar que cuando se trata de éxitos y parabienes, todos los laureles serán para el que tuvo a bien habilitarlo.

Viene esto a cuento de lo ocurrido en el desfalco (desajuste contable) del Recinto Ferial. Ni el consejero-delegado, Efraín Medina, ni el propio presidente, Carlos Alonso, quieren saber de que mucho o poco, pero algo de responsabilidad tendrán en el desvío contable. Porque si fuera la primera vez, vale. Una se le perdona al más acérrimo enemigo. Porque o no era tan bueno en su labor el que manejaba los dineros o el gerente no era merecedor de todos los plácemes que le han dedicado tras cesarlo. Qué buenos somos cuando estiramos la pata.
Tampoco me vale que el dicharachero de Candelaria vaya pregonando por todos los medios de comunicación que se ha actuado con la contundencia más absoluta. Ni que no siente apego alguno por el cargo. De ser así, y debo mostrar mis reticencias a tenor de sus excusas, ya hubiese presentado su dimisión.
Pero ya sabemos que en este país ese hecho no se produce con demasiada frecuencia. Es un verbo que la RAE está pensado suprimir dado su escaso uso. Vamos, que se halla en peligro de extinción. Ahí encontramos a Rita Barberá, cuyo pase al grupo mixto del Senado le va a suponer un par de mil euros más al mes. Y cuando le corresponda la portavocía, no sé con qué autoridad moral se dirigirá a los compañeros de bancada y qué podrá proponer para que los españoles confiemos en su gestión. Tal es el dilema planteado al resto de componentes de ese grupo en el que se ha encuadrado que ayer leí: “La oposición en el Senado exige la marcha de la exalcaldesa y tomará medidas para impulsarla”. Como don Mariano ya no tiene autoridad sobre ella (y era la mejor no ha tanto) y los senadores populares tampoco harán demasiados esfuerzos, me imagino que ‘para impulsarla’ les va a costar tal esfuerzo que acabarán desrengados.
En círculos más cercanos, si lo que se ha publicado acerca de la actuación del alcalde portuense en el mandato anterior (era concejal) hubiese acaecido a cualquier cargo de otro partido, ni pensar quiero lo que se habría dicho y escrito. Porque las varas de medir siempre se hacen a conveniencia. Como lo que ocurre en Granadilla. Afer que ha justificado la no expulsión de los concejales de CC en El Penitente (declaraciones de Linares en la SER ayer por la mañana) o que Barragán haya sentenciado un contundente “me tendrían que quitar de en medio”. Sucesos que cuesta digerirlos pero que no provocan mayores escozores. Ni, como argumentábamos en el artículo anterior, les pesa la losa de ser prisioneros de sus palabras. Estos son mis principios y se no le gustan, tengo otros, que expresara Groucho.
Por Los Realejos, donde el PP goza de una cómoda mayoría, tampoco se tiene muy claro cómo se debe gestionar el ayuntamiento. A la hora de desmarcarse de las corruptelas que se han llevado a los juzgados, no se recatan en alegar que son cosas de allá, de Madrid. Ahora bien, si toca aceptar las directrices del interino Montoro en lo de eludir servicios básicos –para racionalizar, se argumenta–, boquita cerrada y a lo que nos manden. Además, visto el resultado exitoso de la privatización del alumbrado público (el gasto se ha reducido en proporción directa a los beneficios empresariales), el siguiente paso será el abastecimiento de agua potable a domicilio, la recogida de residuos y la depuración. Lo que no conllevará la reducción de concejales liberados. Al contrario. Y todos harán lo que el actual de alumbrado (o como demonios se llame): No se ve nada. Y se limitarán a cobrar a fin de mes.
Lo mismo por el párrafo anterior el alcalde me sentenciará como cuando le hacen un comentario reprobatorio en las redes sociales. Y me veo en los tribunales sin un leguleyo que me defienda de sus bien pertrechados abogados.
Responsabilidades políticas, pues, ningunas. Leña al subordinado. Siempre habrá un cabeza de turco en el que descargar. En el pasado inmediato, amigo de toda la vida. En el instante presente, su cara no me suena. Vaivenes, claro.
Y hoy, inicio del otoño, me despido con tristeza. Lo que me suele ocurrir con cierta frecuencia por leer lo que no debo. Dejo a tu consideración estas líneas que transcribí de Facebook:
A punto de cierre académico de los masters qué dirijo. No creo que continúe en este proyecto maravilloso. Mucho tendrá que cambiar La Universidad de la Laguna y mucho más tendrá que cambiar la empresa privada. Cada vez me cuesta más seguir creyendo que el futuro de nuestras universidades públicas, este en conseguir financiación privada.
Podría ser motivo más que suficiente para un artículo completo. Me surgen interrogantes a cientos. Me chirrían las neuronas. Y no me vale que cuando uno se introduce por los vericuetos de la Internet se permiten ciertas licencias. Hasta aquí puedo escribir. Lo dejo por hoy. Que me conozco y con mis miserias voy servido. Hasta mañana.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Desajustes contables

Cada año por estas fechas del mes de septiembre, los medios de comunicación suelen hacerse eco de las quejas acerca de lo mal que se presenta la vendimia. Es raro que no se cumpla la norma de que ha sido la peor cosecha y que la cantidad de kilos ha descendido de manera notoria. Cuando no es el calor, lo serán las inoportunas lluvias del mes de agosto. Como hay varios miles de cuestiones de las que no entiendo nada, y esta del cultivo de la vid es quizás la primera, parece aconsejable que se cambie alguna vez el estribillo. Porque los guachinches siguen ahí y el vino aguanta los mismos buches de siempre. A no ser que el Cabildo nos lo esté colando desde la Península.
Porque al denominado ayuntamiento de la isla se le filtran últimamente muchos desajustes contables. Al ya conocido asunto de Sinpromi –Sociedad Insular para la Promoción de Personas con Discapacidad– (desfalco de unos 800.000 euros) se le suma ahora el desvío (descuadre contable) de otros 120.000 en el Recinto Ferial. Hecho que se ha descubierto justo cuando el jefe de contabilidad se ha jubilado. Y como los políticos jamás asumen responsabilidades sino que buscan en los subordinados el cabeza de turco, nada mejor que propagar el presunto cobro anticipado de la jubilación del funcionario. Aunque hace un rato ya escuché a Efraín Medina pedir la cabeza del gerente. A uno le gustaría que el señor consejero que lleve la gestión de tal espacio reconozca que si alguien ha metido la mano en la lata del gofio en el área de su competencia, ya sabe, por esa puertita se va a la calle. Aunque el verbo dimitir no se conjuga en demasía por estos lares.
Siempre me ha llamado la atención este lugar desde que una señora del pueblo, que acudía siempre a los reclamos de Coalición Canaria para espectáculos capitalinos (los de Pepe Benavente y el famoso gallo) con bocadillo y guagua gratis, lo bautizó como Recinto Imperial. Ya se pueden imaginar las conversas del día después con el clásico ‘cómo lo pasemos’.
Estos desajustes contables son muy frecuentes en la gestión de dineros ajenos. O públicos, mejor. Los que no duelen, porque aun siendo de todos no son de nadie. Ahí nos encontramos, asimismo, que se buscan en El Hierro tres millones que el Ministerio que dirigía Soria concedió a cierto empresario para, entre otros menesteres, crear puestos de trabajo. Dado que José Manuel se halla en el paro, lo mismo vive de las rentas. O de los ahorros. Y yo no pienso raro.
Cuando allá por los años setenta del pasado siglo se iniciaron los movimientos asociativos, un significado grupo de padres y madres de alumnos de la entonces Agrupación Escolar Mixta Toscal-Longuera quiso arreglar el muy deteriorado pavimento del polideportivo municipal del barrio. Larga y cargada historia que espero que los actuales dirigentes de la Asociación rescaten algún día de las memorias de actividades y den a conocer cómo con voluntad, tesón y ganas se sacaron adelante proyectos e iniciativas sin ayudas externas. Porque aquellos entusiastas se negaron en rotundo a cierta componenda que le brindaban desde la Delegación Provincial de Deportes (creo que esa era la denominación). Ya que había que ‘fingir’ que la posible subvención se concedía para una nueva instalación (ficticia, para más inri) y no para la ya existente. No fuimos capaces de hacernos partícipes de irregularidades. Ingenuos por no denunciarlo, pero honrados a carta cabal.
En otros sitios parece que sí hubo entendimiento. Coincidió con los momentos en que al menos dos colegios privados de este Valle consiguieron dinero para que los alumnos pudiesen disfrutar de piscina. Los nuestros seguían acudiendo a los cursillos en la de Puerto de la Cruz durante los meses de verano y trasladados en los coches de los directivos. Que sí, dirigentes del AMPA Toscal-Longuera, anímense, sería una bonita historia.
Hoy leo que cierta piscina en la villa orotavense ha de ser privatizada para poder seguir manteniéndola. Qué suerte de algunas empresas que se encuentran con todo hecho. Y con mucho dinero público bajo el agua. Lo deberé unir a mis queridos semáforos de otro situado en La Montañeta. Por allí donde se alojaron Los Beatles décadas atrás. Y ahora otros que guardan estrechas relaciones con los que apoquinan las perras.
Si crees que por mi ideología, que nunca he disimulado, voy a eludir el caso de los ERE, estás equivocado. El que la haga, que la pague. Pero te digo una cosa casi en secreto: Me da, tengo ese tufillo raro, que la instrucción de la jueza Alaya hace aguas por demasiados recovecos. Está cargado de perturbaciones. Y lo que alega el fiscal también me produce cierto desfase contable. Tiempo al tiempo que las cosas de palacio van despacio.
Se lució, y concluyo, el Rancho Grande portuense con su exposición colombófila picoteando los dulces. ¿No viste el vídeo?
Y una posdata: Millones de gracias a los lectores incondicionales que siempre están ahí. Y a los que comparten mis comentarios. Con ese ánimo, vale la pena asomarse cada día al juicio de cada cual.

martes, 20 de septiembre de 2016

Prisionero de sus palabras

Si yo fuera político, o mejor, si ejerciera de político –porque lo soy aunque profeso de sujeto paciente– en un cargo de bastante responsabilidad en cualquier rincón de estas islas, jamás se me ocurriría decir lo siguiente: “Veo que eso de leer las noticias o estar al corriente de lo que sucede en nuestro pueblo no es lo frecuente”. Si lo he entrecomillado, podrás deducir que fue plasmado por uno que se cree más que el resto en un momento de arrebato ante cualquier sugerencia vecinal. Y fue en Facebook donde el sabihondo llamó energúmenos a sus convecinos. A los que le votan y a los que no. Me imagino que si sus electores atisbaron lo que yo, la próxima ocasión se lo pensarán mejor. Y es que, a lo peor, no solo leemos sino que somos capaces de comprender.
Como ahora se ha puesto de moda lo del buen rollito y la campechanía, sería conveniente que no todo se reduzca a llevar mochila, dar besitos a mansalva y quedar plasmado en fotos y vídeos. Porque luego demuestran su verdadera cara cuando se sienten contrariados si el vecino, de buena fe, plasma unas líneas en algún foro, bien sea para discrepar, bien para aportar su parecer ante un hecho de cierta relevancia.
Creen algunos que la simple cuestión de hallarse representando a la ciudadanía en uno de los tantos cargos de la esfera pública, los convierte por arte de magia en seres superiores, que deben mirar al resto de mortales por arriba del hombro. Sin percatarse de que cuando sean desposeídos de esa pátina de poder, se convierten en guiñapos, es decir, vuelven a su estado natural, a ser un don nadie. En no pocas ocasiones, peleles sin la más mínima preparación que disimularon carencias en su paso por las instituciones con una pléyade de asesores que pulularon en su entorno cual moscas ante un panal de rica miel.
Alcanza tal punto la prepotencia que amenazan, ante cualquier pulla, con la avalancha de sus abogados para emprender cuantas acciones legales consideren menester. A los populares, y es un simple ejemplo, les molesta sobremanera que cualquier comentario incida en los casos de corrupción en su partido. No todos somos iguales. Claro que no, faltaría más. Pero cuando te debes a una congregación, sujeta a un ideario y que debe seguir a rajatabla el manual de instrucciones, has de ser partícipe de lo bueno y de lo malo. Pero no pretendas estar a las maduras solamente.
Añado más. Me inundaría una profunda tristeza el hecho de que yo siendo concejal de cultura (es otra muestra que no tiene por qué coincidir con la realidad) deba reconocer públicamente que la gente de mi pueblo no se entera de nada porque no lee. Que es una manera suave de llamarlo ignorante. Y lo que denota que no deben estar haciéndose las cosas bien. O que se desvían los dineros hacia causas más visibles de cara a la rentabilidad de los votos. Pero no va el comentario de hoy destinado a resaltar lo duro que se hace a veces negociar cualquier propuesta cultural en los ayuntamientos dada la escasa visibilidad fotogénica.
Un cargo público está sujeto a dictámenes ajenos. Diría que lo lleva adherido al sueldo disfrutado. Que en las más de las ocasiones es apoquinado por una administración para que él comparta quehaceres con una alegría digna de ser puesta en solfa. Y en estos momentos, a las campañas de Galicia y Euskadi me remito, verbigracia. Aunque por estos lares hallamos, asimismo, ejemplos más que significativos. Y cuando la molestia por sentirse aludido en comentarios no dictados por palmeros (de palmas) alcanza el punto que arriba se dejó mencionado, dista mucho del adecuado ejercicio de la gestión y califica con nota pésima el don que se le presupone al gobernante: encajar con elegancia la disparidad de criterios.
Además, el no admitir que cuatro ojos ven más que dos es el primer paso hacia el endiosamiento. Y de vanidades, engreimientos, petulancias y egolatrías, máxime cuando son fingidas con barnices de modosidad (me da igual si lo traduces por lobos cubiertos con piel de corderos), algo, o mucho, se vislumbra sin necesidad de cruzar el charco.
Parece que el autor de la lindeza al principio reseñada no le gusta que lo contraríen. Está mal acostumbrado y cuando discrepamos de su línea de actuación, le salta el resorte. Porque ha nacido para me gustas y no admite discrepancias. Quiere súbditos indocumentados, analfabetos. A ser posible que no pasen de las vocales. Ni siquiera teme ser prisionero de sus palabras. Mañana dirá lo contrario y los borregos balaremos un sí sostenido.
Y ahora un epílogo que nada tiene que ver con lo anterior. ¿O sí? Vi al alcalde de mi pueblo en una foto (qué raro) por fuera del IES La Guancha mostrando su apoyo a la continuación del Ciclo Superior de Vitivinicultura. El mismo que permitió que la sede de la UNED se fuera del pueblo hacia Garachico. Porque el superávit lo quiere para comprar piche. Cuestión de rentabilidades.

lunes, 19 de septiembre de 2016

En clave de qué

Es embarazoso para los que aparentemente no tenemos problemas de cierta importancia en la vida ponernos en la piel de aquellos que sufren personalmente circunstancias adversas o en su ámbito familiar se encuentran con situaciones que producen demasiados quebraderos de cabeza. Cuando no notorias mermas en la salud ante los obstáculos que deben salvar.
Con el invento de las denominadas redes sociales, los canales de información se han ampliado hasta límites hasta anteayer desconocidos, pero, al tiempo, el incremento de la picaresca no se ha quedado a la saga. Y los avisos del peligro que corremos ante posibles engaños parecen no haber hecho mella. Es decir, seguimos pecando de incautos y las tretas y astucias nos acechan en cada esquina.
Reconozco no ser asiduo del programa televisivo En clave de ja. Que el grupo Instinto Cómico realiza para la televisión canaria desde hace muchos años. Tantos que en un servidor han provocado tal hartazgo e indigestión que prefiero unas buenas papas arrugadas. Ya ves, manías.
Uno de los protagonistas de la citada emisión me ha acabado por llenar la cachimba este fin de semana pasado. Una información en Canarias7 me pone al día de la suspensión de la (pen)última campaña en favor de su hijo Eidher, aquejado de una enfermedad rara que requería (lo pongo en pasado) atenciones y por lo que leí, cinco operaciones en un hospital de Boston, capital de Massachusetts. No debemos olvidar que antes ya había llevado a cabo un maratón de monólogos, amén de postularse para que fuera admitido en la versión vete tú a saber de Supervivientes (Telecinco), en clave de mi(erda).
En esta reciente, y que acaba de interrumpir, pretendía recorrer en mes y medio todos los pueblos de Canarias (88) en busca de 200.000 personas que aportaran 2 euros cada una, a fin de recaudar los 400.000 necesarios para traslados, estancias  e intervenciones en el centro médico de Estados Unidos.
Pero resulta que su exmujer cuelga un vídeo en YouTube en el que viene a poner en entredicho la cruzada, porque Eidher ha mejorado bastante en este último año y “no está en una situación urgente de peligro de vida”, por lo que el equipo médico ha estimado que podría ser atendido en Navarra. Por ello entiende que circulan muchos bulos en torno a este particular.
Me llama, asimismo, poderosamente la atención que tras la paralización de la campaña, el humorista se descuelgue con que había mantenido una conversación telefónica con Jessica (su exmujer) antes de iniciar el periplo por las islas. Este hecho califica, y clarifica, bastantes aspectos de cómo la improvisación no puede ser guía de un asunto de tanta trascendencia. Para zanjar el desaguisado, cuelga nuestro protagonista otro vídeo en el que plasma el deseo de que el dinero recaudado sea desviado hacia otros niños que lo necesiten.
Yo no soy más listo que nadie. Pero más torpe tampoco. He desconfiado siempre de estas ‘montadas’. Máxime cuando se aderezan con fotografías en las que el aspecto desaliñado (andrajoso me parece exagerado) pretenden demostrar durezas, calvarios, penurias y privaciones.
Con este triste desenlace, uno, que ya se mostraba escéptico, se sumerge en tal mar de dudas que no va a comprar ni la rifa de la hartanga de la Calle El Sol. Y crudo lo van a llevar todos los chicos que pasan por casa para el consabido viaje de fin de curso.
Hablé siempre en reducidos círculos familiares acerca de que no entendía cómo la televisión pública de esta tierra o, en todo caso, el programa que tanto tiempo lleva en antena, no se erigieron en adalides de la causa. No sé, algo me chirría.
Ahora bien, me imagino que padre y madre de la criatura recapacitarán tras el vergonzoso espectáculo montado (¿o debo escribir circo?), hablarán vis a vis, se echarán en cara cuanto crean oportuno y pedirán disculpas a un pueblo noble que se ha sentido engañado. No sería lícito que debamos conformarnos con otra gracieta en la que el resto de compañeros actores participen activamente al estilo de échate un ron, Eloísa.
Flaco favor le han prestado a Eidher. Y de aquí en adelante, harto complicado lo van a tener los que deban recurrir a la generosidad de vecinos, amigos y simpatizantes. Se impone, pienso, otro periplo –de rodillas– para desandar los pasos mal dados. No basta, entiendo, con vídeos y comunicados en las redes.
De cualquier mata…

domingo, 18 de septiembre de 2016

Turismo y folclore (VII)

6. Mostrar algo más (diversificar el ocio)
 Nuestro folclore no se reduce a la isa y a la folía, manifestaba Nanino Díaz Cutillas.
Que la imagen falsa que se ofrece del folclore canario a los visitantes nacionales o extranjeros constituye una situación indignante y exige una rápida toma de conciencia para una posterior actuación. Tenemos que luchar, junto a toda la sociedad, para que sólo sea divulgado, por medio de la industria discográfica, la radio y la televisión, el auténtico acervo folclórico de nuestras islas.
Es el punto 4º del manifiesto del Primer Encuentro de Música Popular Canaria (Telde,  26 de junio de 1976).
El sol y la playa son los ingredientes principales de la atracción turística de las Islas, y deben ser complementados con una mayor calidad de los servicios.[1]
Vender más nuestros recursos autóctonos, folclore y gastronomía (Conclusión nº 13 del Seminario técnico de turismo, celebrado en Adeje, Hotel Torviscas Playa, en octubre de 1994)[2].
Se impone diversificar el ocio. Es menester ofertar algo más. Sí, estamos de acuerdo; hay que vender más nuestro folclore. Pero hay que venderlo mejor. Ahora lo estamos malvendiendo. Y es una imagen nefasta.
Si el turista de bocadillo y alpargata, que se atiborra de sol y playa, como dijera uno de los entrevistados, no acude a estos eventos, razón de más para hacer las cosas bien. Se supone, en consecuencia, que el público que está interesado por saber algo de nuestras manifestaciones folclóricas, de ese recrear nuestra tradición, es consciente de lo que quiere. Por lo tanto, no podemos seguir engañándolo con espectáculos denigrantes. Pero es que, al mismo tiempo, estamos haciéndolo con el nativo. No podemos forzar la lógica evolución. El tiempo debe ir marcando las pautas, que deben ser compartidas por el pueblo y que las irá aceptando de forma lógica.
A continuación se expondrá, en otro apartado específico de este trabajo, una importantísima labor que llevó a cabo el Cabildo Insular de Tenerife, con una fuerte inversión económica y con unas profundas miras hacia ese rico patrimonio que permanecía dormido en el más profundo de los olvidos, y al que no hemos sido capaces de "sacar todo el jugo". Me refiero a Casa de Carta, auténtico escaparate que proyecta aconteceres de un ayer, que interesa sobremanera dar a conocer en este hoy expectante, para no encontrarnos con otro futuro incierto como el que a nosotros nos fue legado.
Los trajes, las vestimentas tradicionales, los festejos, los ritos ancestrales... pueden y deben ser dados a conocer. Vuelvo a insistir en las palabras de Nanino: el folclore no es sólo isas y folías.
Y este papel le corresponde al Norte de la isla de Tenerife. Declaraba el propietario de Bananera "El Guanche":[3]
Es incuestionable que el visitante turístico de Puerto de la Cruz no se corresponde con el de la zona Sur de Tenerife, y que, por tanto, no se conforma con la limitada oferta de sol, playa y discoteca, sino que precisa y demanda mayores posibilidades de ocio.
Desde hace muchos años, Bananera "El Guanche" representa una relevante alternativa de ocio para el visitante de Puerto de la Cruz (más de tres millones de visitantes en 15 años), y tanto es así que su papel en la industria turística ha sido pública y expresamente reconocido por entidades como el Cabildo de Tenerife y el propio ayuntamiento portuense.
Todos los empresarios del sector parecen haberse dado cuenta de la ampliación de las actividades complementarias. Cierto es que el turista del Norte demanda algo más. Y quiero, por ello, defender la propuesta de que en ese algo más esté presente el folclore. Pero, desgraciadamente, el establecimiento anteriormente mencionado parece actuar de manera bien distinta a como se deduce que piensa. Cuando se han llevado a cabo profundas investigaciones en el campo de las vestimentas tradicionales de la isla de Tenerife, el espectáculo que se ofrece por las empleadas del citado comercio –como lo hacen, igualmente, las vendedoras de flores en Puerto de la Cruz–, es verdaderamente penoso.  Déjame, no obstante, que sean algunas respuestas de las entrevistas las que te ilustren mejor.
Hasta hace pocos años se desconocía la gran variedad de trajes tradicionales usados en los diferentes pueblos de la isla de Tenerife. Era creencia generalizada que no existían otros que los denominados trajes típicos de La Orotava (el rojo) y Santa Cruz (el negro), cuyos orígenes eran, igualmente, desconocidos. Hoy la situación ha cambiado. Existen varios trabajos sobre el particular.[4]
Y bebieron en las fuentes (siento ser reiterativo con esta expresión, pero me gusta) que a bien tuvieron ir anotando aquellos aspectos que despertaron su curiosidad. Van unos botones de muestra:
Sus trajes son en la alta sociedad iguales a los de España, aunque las modas inglesas dominan siempre con preferencia a las francesas: en la clase común del pueblo, se nota alguna particularidad en el vestir: las aldeanas llevan generalmente un guardapiés, que llaman enaguas de cordón, hechos de lana con listas de varios colores, un justillo al cuerpo sobrepuesto de un pañuelo corto al cuello, y en la cabeza una mantilla de bayeta amarilla, con un sombrero de hombre encima, bajo de copa; los labradores y sirvientes, visten en el invierno una manta de cama doblada, con jarela al cuello, que figura una capa corta: por último, aun conservan las mujeres de algunas islas el uso de manto y saya, ó sea dos sayas negras iguales atadas á la cintura, de las cuales la una sube á la cabeza y arrollada por los brazos, no deja ver más que la cara.[5]
Del libro ya reseñado, "A través de las Islas Canarias", he querido entresacar:
La Esperanza, a 13 Kms. de la población, es el pago que más conserva los antiguos trajes del país. Gasta el hombre ancho y negro sombrero de lana, camisa de lienzo crudo hecha en el país, chaleco abierto, generalmente azul, faja, calzón de la misma tela del chaleco, que no pasa de las rodillas y abierto por los costados hasta el tercio superior del muslo, y debajo otro calzón o calzoncillo ancho, de lienzo, que llega a media pierna; por último polaina de cuero o lana y zapatos. La mujer  usa  sombrero  masculino,  pero  de  cinta ancha y ala corta, pañuelo debajo, zagalejo o justillo de colores y enaguas de zaraza o tela rayada, de lana, tejido en los antiguos telares del país.
El mismo autor, Cipriano de Arriba y Sánchez, en el libro de referencia alude a la fiesta de Tacoronte, en la que se baila "El Santo Domingo", "Tango herreño", "Aires de Lima". Reseña el baile de la boda, el bautizo o bateado (con coplas de malagueñas que no denotan tristeza, como indicaba Juan de la Cruz o se recoge en el libro de Los Alzados)... Comenta las costumbres y ceremonias practicadas en la noche de las hogueras de San Juan...
Y se puede seguir enumerando aspectos que se engloban dentro del folclore canario y que pueden, y deben, ser parte del ocio que requiere el visitante. Quizás, de camino, hasta mucho "turista" de aquí se entere de algo más de nuestro acervo cultural. Que no es folclore las romerías y los bailes de mago, que son meros carnavales de disfraz único.
Las cruces de mayo, costumbre que aún sigue viva, documentadas desde el siglo XVI; cacharros y tablas de San Andrés, que tanta explicación mágica han soportado, pero que constituyen atractivos, que da lo mismo justificarlos bajo aspectos religiosos como paganos (rodar los toneles o cacharros hasta la pila), y que es importante que persistan, cabañuelas de mayo, polvos-talco (La Palma), Los Buches (Lanzarote), los gabeteros de San Simón en Sabinosa (El Hierro)...
Los defensores acérrimos de culturas impuestas, radicados, sobre todo, en la "alcurnia" orotavense, para los que solo es traje típico el mal denominado de La Orotava, que solo viene a ser una variante del llamado "traje de icolaltera", alegan que las investigaciones basadas en manuscritos y dibujos de "cuatro señores" es una farsa.  Y qué casualidad que esos cuatro señores hayan sido personas altamente cualificadas, con lo que su objetividad, máxime cuando nada les iba en el envite, queda fuera de toda duda.
He querido finalizar este apartado con el anterior comentario, porque sería cuestión de que se leyesen la biografía de Alfred Diston y pudiesen tener acceso al manuscrito "Costumes of the Canary Islands", y que estuvieran al tanto de sus relaciones con Álvarez Rixo, Elizabeth Murray, Baker-Webb y Sabino Berthelot; desde luego, todos ellos eran unos grandes ignorantes. ¡País!
(Continuará)

[1] Geografía de Canarias.  Ed. Interinsular Canaria. 1985. Tomo 7. Capítulo VII. Página 163
[2] El Día. 27-11-94. Página XV, Dominical
[3] El Día, 8-12-94, página 15
[4] Trajes tradicionales de Icod el Alto. Indumentaria popular de Tenerife. Los Alzados. 1987. Página 19
[5] Diccionario Madoz (1845-1850). Interinsular Canaria. 1986. Página 73