miércoles, 31 de agosto de 2011

Titulares periodísticos

Lo primero que voy a reseñar nada tiene que ver con lo que tenía previsto contarles hoy, pero no me he podido resistir porque el socialismo se sigue luciendo. El relevo al frente de la Fecam (Federación Canaria de Municipios) es un nuevo asunto en el que los socialistas canarios (particularmente los de la provincia occidental; mejor, los de Tenerife) persisten en usar de manera inadecuada la escasísima sustancia gris que parecen poseer. Cabe lo de “por si eran pocos… parió la abuela”. Casi siempre se ha distinguido esta institución (corríjanme si me equivoco) por tener un presidente de un municipio pequeño. Y eso es bueno porque las necesidades son mayores y, por ende, el sentido de la equidad se pone en práctica de una forma más fructífera. Y hete aquí que enterado el Conde de Adeje (don José Miguel Fraga) de que en la isla que le queda enfrente un alcalde de un municipio minúsculo (Alajeró), Manuel Ramón Plasencia, se postulaba para llevar la riendas del municipalismo canario, llamó a su homólogo de Guía de Isora (parlamentario y otros cargos orgánicos varios), quien soltó aquello de “me enteré por la prensa”.  No, por favor, el circo ya está montado. Por cierto, sobran payasos. Y como me duele La Gomera, hagan los chistes con otros protagonistas. Que ya está bien, lumbreras.
Vamos con el primer titular: “Nueve españoles y Usain Bolt participan en la primera jornada”. Hace referencia, obviamente, a los Mundiales de Atletismo. ¿Cómo se te quedó el cuerpo? ¿Verdad que el velocista jamaicano es un ‘don nadie’ al lado de tan grande representación patriótica? ¿Cómo se va a atrever, por mucho que corra, este pobrecito infeliz a compararse con  la furia hispánica? Que somos nueve, muchachito, casi una decena. Tú ignoras lo que puede pasar cuando suene el primer disparo y… tiembla estadio.
Y el segundo: “El último burro de Tejeda”. Y una fotografía, en la que observamos un hombre y un animal cuadrúpedo (albarda incluida, en el bicho, por supuesto), con este pie: “Manuel y Rosita, en Tejeda”.  Vamos por partes:
a) ¿Quién es el burro?
b) ¿Trátase de burro o burra?
c) ¿Cuántas patas tiene el susodicho? ¿O la susodicha?
d) ¿Quién monta (sinónimo de cabalgar) a quién?
No hay más preguntas, señoría. Deduzco que Manuel debe ser el dueño del burro. Porque no parece lógico (aunque no imposible) que el señor ya avanzado en años se llame Rosita. Parece que no se estilaban esas cosas modernas en aquella época. En consecuencia el burro debe ser Rosita. Y o es burra o es travesti. Chacho, chacho, chacho… ¿No me crees? Desconfiado. Pues lee tú: http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=227043.
Y el último: “Los coches abandonados en los talleres podrán ser enviados al desguace”. No sé cuánto será el tiempo que se estipula para ello, pero ojalá se pudiera hacer lo mismo con todos los que se hallan desperdigados por esos campos, por esas calles, por esos barrancos… Y como hay políticos que parecen, los pobres, unos abandonados en ayuntamientos, consejos, cabildos, diputaciones, gobiernos… (significa que los hemos ‘abandonado’ allí y ahora no quieren irse), no cabría la posibilidad de extender la medida anterior y si no directamente al desguace, sí a un buen proceso de reciclado. Sería justo y necesario. Amén.

martes, 30 de agosto de 2011

Partos literarios

Aparte de ser el parto, según el diccionario, la acción de parir, es, asimismo, algo especial que puede suceder y se espera que sea de importancia. Y ojalá llegue siempre a ser cierta esa segunda proposición de la coordinada anterior. Porque cuando uno se atreve a plasmar por escrito las boberías de rigor, en el primer sueño ya se te aparecen los fantasmas: ¿podré verlo publicado? Inmediatamente piensas en que una editorial generosa, de las múltiples existentes, te echará una mano. Y no para empujarte al abismo, precisamente. Hombre, no vas a iniciar la carrera de manera negativa.
Acudes con los consabidos nervios y el borrador debidamente guardado en tu pendrive, pides permiso para entrar y no pasan diez segundos para que tengas el primer contratiempo: tráigalo impreso. Traduzco: gasta tú los euros, aparte del coco, porque nosotros estamos bajo mínimos. Te vas a casa con la cabeza gacha. Compras un paquete de folios (Din-4) y un tintero para la impresora. Si tienes suerte, y no se te traba la susodicha, dispones de un elegante borrador. Total ya metidos, le pondremos una portada a color. Y ya sumergidos en la vorágine, llevas el tocho para que lo encanuten con dos tapas plastificadas (el anverso transparente y el reverso en negro).
Tiras otra vez para la capital (las editoriales no entienden de pueblos) y dejas el regalo. Le llamaremos, en un sentido u otro. Retornas al hogar con los nervios a flor de piel y preguntándote si valdrás (tú, el autor, y la criatura que dejaste atrás) más que sea un higo de pico.
Pasan unos meses y recibes una llamada telefónica. Venga usted por aquí porque existen serias posibilidades para su proyecto. Le pones combustible al fotingo y nuevo viaje. ¿No tendría la oportunidad de contactar con algún ayuntamiento o empresa que nos pudiera ‘aliviar’ los gastos de financiación y tal y cual?
Para no extenderme mucho y dado que tu inteligencia, estimado posible lector de estos renglones cambados, es muy superior a la de este ingenuo redomado, imagínate el resto: gastos de teléfono, e-mails, entrevistas, viajes, lloros, explicaciones, rechazos (crisis), satisfacciones (pocas)…
Ojeaba hace unos días la prensa editada en estas ínsulas y me tropecé con este fragmento:
"Acabo de pasar por la librería para comprarme el libro porque a los autores apenas nos dan diez ejemplares y quería traerlo conmigo". Lo afirma con simpatía la periodista gastronómica y escritora tinerfeña Yanet Acosta (Garachico, 1976), que acaba de presentar su primera obra literaria, "El chef ha muerto", publicada por Editorial Amarcor.
Con lo joven que es, pensé, la pobre, cuánto sufrimiento le espera en el resto de su vida. Pero cuánta razón tiene. Y no importa mucho que sea la editorial que ella reseña o las dos con las que un servidor ha tenido la ocasión de ‘trabajar’ (para ellos).
Estoy metido de lleno en una nueva aventura. Que será una recopilación de composiciones poéticas (lo mío es atrevimiento) con la que pretendo ‘homenajear’ el verso clásico y las estrofas de toda la vida, las que aprendimos, y medimos, cuando teníamos mucha menos edad y mucho más pelo (si lo sabré yo). Habrá sonetos, décimas y romances. Y de ahí saqué el título (ya te lo desvelaré).
Un realejero de pro (Álvaro Hernández Díaz) ha aportado al prólogo de la futura publicación. Para lo que he tenido que moverme en busca de los euros que lo hagan posible. Ha sido un trabajo arduo, pero no más que el que hubiese tenido que realizar si lo publicara la editorial X (o Y). Porque, de perdidos al río, me he liado la manta a la cabeza y lo editaré yo. En una tipografía de aquí y regida por gente de aquí.
Cuando uno se dirige a una empresa (o ayuntamiento) para presentarle ‘sus credenciales’, lo menos que puede hacer es llevarle al menos un ejemplar de una publicación anterior. Y esas fueron, como ustedes bien recordarán, “Pepillo y Juanillo” y “Potajito de cuentos”, incluidas ambas en la colección Tid Iuvens (Ediciones Idea). Pues te cuento que tuve que ir a la capital tinerfeña, a la sede de la empresa editora, para adquirir varios. Fui a comprar mis propios libros. Eso sí, con un descuento. Generosos que son. Soy otro de los que indicaba Yanet: me dieron tan pocos que no alcanzó ni la familia más cercana.
Puede que con este ‘negocio’ me estalle como una pita. Pero podré presumir de haberme quedado con los libros suficientes como para no tener que ir a comprarlos. Y aquellos que se pongan en las librerías se venderán a un precio módico (me sentiré satisfecho si puedo cubrir gastos).
Lo que la autora que vengo referenciando no ha manifestado, pero yo sí lo saco a la luz, es que a los autores nos conceden un tanto por ciento de las posibles ventas. Dejando a un lado la casuística de “Pepillo y Juanillo”, adquirido en varios centros docentes para sus lecturas colectivas (alguno tuvo, incluso, la gentileza de invitarme), pongo el ejemplo del otro. En la presentación (Cine de La Perdoma, 24 de septiembre de 2010) de “Potajito de cuentos” se quedó mucha gente sin adquirirlo pues los ‘vendedores de la editorial’ se fueron antes de finalizar el acto. Razón: habían traído 70 ejemplares y se esfumaron cuando solo les quedaban 2. Eso me señalaron cuando les llamé al día siguiente. Y yo me lo creo, faltaría más.
Pero en la cláusula número 11 del contrato se estipulaba que en el transcurso del primer trimestre del año siguiente la empresa editora debía comunicar al autor el volumen de ventas del ejercicio anterior para proceder a la liquidación. Tras recordárselo yo, pues finalizaba marzo de 2011 y ni jumo ni pelo, me remiten el resultado en el que compruebo, con cierto asombro, que del citado libro se había vendido la cantidad de 72 ejemplares. Es decir, desde el 24 de septiembre (día de la presentación) hasta el momento de redactar el documento en cuestión (marzo 2011), en todas las librerías en las que se había depositado el Potajito solo se despacharon 4 libros. Como el menda es realejero, le bastó preguntar en las librerías del pueblo para comprobar que una vez más la tomadura de pelo superaba el aguante del sufridor de turno.
Y aquí estoy, por mi cuenta y libre como el viento. Cuento con la inestimable colaboración de Marianella Aguirre para las ilustraciones (te adelanto una). Si nada se tercia, antes de que finalice el año lo presentaremos en sociedad en la Casa Municipal de la Cultura de Los Realejos.
Te mantendré informado y te cursaré la pertinente invitación. No he pretendido ser pesimista con el alegato. Si un atisbo mínimo dejé entrever, olvídalo. Gracias.

lunes, 29 de agosto de 2011

Vandalismo, olores y otros

El ayuntamiento realejero parece no estar dispuesto –algo que me parece estupendo– a que los vándalos de siempre sigan arremetiendo contra las instalaciones y mobiliario urbanos, dando una mala imagen del pueblo impresionante. Como uno estuvo metido en ese mundo de la docencia hasta el otro día (y no es un decir), sigo preguntándome dónde demonios están los progenitores de semejantes criaturas. Porque, salvo milagro no constatado, alguna mujer tuvo que parir al destrozador de turno y algún hombre tuvo que colaborar en el engendro. Es más, tales comportamientos no surgen porque sí, sino que son el reflejo de una casuística no muy distante de los hogares respectivos. Hace años –muchos–, los periódicos se hacían eco de las multas impuestas por los consistorios a los padres que no cumplían a rajatabla con la obligación de enviar a sus hijos a la escuela. Uno, alejado motu proprio de eso denominado cosa pública, ignora cómo se hallan lo que antes se denominaban ordenanzas municipales. Entre las que debe haber una de buen gobierno, civismo, convivencia ciudadana o como quieran mentarla. Y pienso que el alcalde está facultado para, como mínimo, decirle a los padres que no son padres, que para ser padre hace falta un fisco más que jugar al piche y palmo. Y si no se aviene a razones, soluciones más drásticas y ejemplarizantes tampoco vendrían mal. Y como todos estos asuntos suelen acabar donde siempre: en el juzgado, cuestión positiva sería el que los jueces no se estrujaran tanto los sesos y optaran por dictados del sentido común, antes que resoluciones estrictamente legales y de difícil cumplimiento. Estilo Emilio Calatayud, para entendernos. ¿Rompiste un banco, mi niño? Pues muy bien, el susodicho vale tantos euros. Traducido en trabajos para la sociedad, tantos semanas a tantas horas diarias y si no le embargo el coche a tu padre. ¿Cómo?, vale, pues el del novio de tu madre. Como somos los compis y los amigos de nuestros hijos, así nos va. Coño, que tú eres el padre y no le des más vueltas. Que no sabes, pues úsala solo para mear, carajo.
Menudos olores despedía la depuradora de Punta Brava la semana pasada. Vale, la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales). ¿Pero crees que cambiándole el nombre va a salir un tufo con colonia? Chacho, se lo están poniendo a huevo a los que se quieren cargar definitivamente el complejo hotelero del Maritim. En cierto tiempo de ha mucho me dijo un ingeniero que cualquier instalación de este tipo, sea del modelo que sea, tienen un problema grave: la falta de mantenimiento. Y algo peliagudo debe estar sucediendo en esta que mencionamos. Porque conozco algunas ‘descubiertas’ que deben funcionar mejor, pues los efluvios no son captados con tanta intensidad por las pituitarias. Se alegará por enésima vez que la crisis y bla, bla, bla. Si durante dos o tres jornadas al viento le diera por ‘correr’ hacia el este, el asunto quedaría zanjado de manera inmediata. Porque la protesta de los loros sería tan escandalosa que se escucharían los parloteos hasta en la mismísima sede del Parlamento de Canarias, lugar en el que otros ‘habladores’ tienen su echadero, perdón su asiento.
No sé si fue ahí (Teobaldo Power) el lugar en el que Paulino Rivero manifestó: “A nadie en su sano juicio se le ocurriría suprimir los cabildos”. No se aventure demasiado, señor presidente, porque si esa es la conclusión puede ocurrir que una de las premisas del silogismo sea errónea, mejor, aventurada. Ya que cada día que pasa a los ciudadanos de a pie, me incluyo, nos cuesta demasiado pensar si los políticos (ustedes) se hallan, de verdad, en su sano juicio. Si lo cree conveniente podemos hacer un repaso. Porque no solo es Zapatero, chivo expiatorio. No, guárdense sus señorías en remojo. Le pongo un mísero ejemplo: ¿cómo debemos calificar lo del “acercamiento nacionalista estrictamente electoral”? Ya no vale, por lo visto, la moto del pasado mayo. Tendremos que ampliar la jaula (ya que citamos los alados parlanchines) para dar cabida a más gente. No es único el tal Nacho González. ¿O ya no se acuerda cuando eran cuatro en el Congreso de los Diputados y acabaron dos a dos? Son exactamente los mismos quienes ahora, por pura y dura conveniencia (al electorado que le den… morcilla), pretenden darse la mano. Ya puestos a darle la razón al CCN y hagan la coalición más grande. Fuerte mal olor (el de la depuradora también).
Bueno, aprovechen las horas que restan de este agosto que se nos va. Y pongan buena cara para el retorno a las labores cotidianas. Todas.

domingo, 28 de agosto de 2011

Gordejuela (8)

…Y en relación con la visita reseñada en la entrega anterior, en Diario de Tenerife, 4 de julio de 1907, página 2, un poema firmado por Crosita titulado Escursión á La Orotava, del que, por lo que nos atañe, rescatamos estos versos:
El martes de madrugada,
apenas el sol despierto,
no sin protestar alguno,
abandonamos el lecho
para ver en Gordejuela
las obras de un ingeniero.
Imposible describirlas;
yo de máquinas no entiendo,
pero ante Galvan, lectores,
me descubro con respeto:
¡Qué grandes que son los sabios
y el cronista, qué pequeño!...
Aún unos meses más tarde, La Opinión, 5 de septiembre de 1907, página 2:
El general Martitegui
Frases muy encomiásticas tuvo S. E. pera el ingeniero señor Galván, al visitar las sorprendentes obras de Gordejuela, en su reciente excursión á la Orotava y Puerto de la Cruz.
El general Martitegui, admirando aquellos atrevimientos de la ingeniería moderna, se felicitaba de que fuera español y al cuerpo de ingenieros militares perteneciera, el director técnico de los trabajos.
Estas palabras, en labios de quien como el ilustre general goza fama justa de hombre de ciencias, han de ser gratísimas para el señor Galván y para aquellos de sus paisanos que sienten como propios sus triunfos.
El Tiempo, 18 de diciembre de 1907, página 1:
“El jurado de un concurso de fotografía convocado por el ‘Centro de Propaganda y Fomento de Tenerife’, reunido en el Ateneo, concede, entre otros premios, Mención Honorífica, al conjunto de fotografías presentadas bajo el lema ‘Tenerife’ y compuestas por El triunfo de la Candelaria, Procesión cívica del 25 de julio, Detalle del muelle y Elevación de aguas de Gordejuela”.
Información que también recogió El Progreso y Diario de Tenerife, ambos de fecha 19 de diciembre de 1907, y en su página 2.
Parece que se convirtió la elevación de Gordejuela en lugar de visita obligada para los personajes importantes que recalaban por esta isla. Así, el Director General de Agricultura, el señor Vizconde de Eza, también acudió a La Orotava y acompañado de casi las mismas autoridades, funcionarios y personas que subieron á la Laguna, el sábado marchó á la Orotava el Sr. Vizconde de Eza, visitando el Botánico, Gordejuela, plantíos de bananas y otros lugares de aquella feraz y riquísima zona agrícola (La Opinión, 13 de enero de 1908, página 1). También en El Tiempo, mismo día y página 2.
Habrán podido comprobar que han sido ya varias las citas en las que no se menciona para nada el lugar donde estaba –y está– situada Gordejuela. El afer posterior del Hotel Maritim, reiteradamente ubicado en Puerto de la Cruz, parece que tuvo significados anticipos.
En El Progreso, 12 de septiembre de 1908, página 1, una excelente crónica de Luis Roger (seudónimo que utilizó Leoncio Rodríguez), que pueden leer íntegramente, si les place, en la copia que adjunto, y de la que en referencia a Gordejuela se dice:
Terminada nuestra visita á los Realejos, donde hemos sido objeto de grandes atenciones, nos dirijimos á Gordejuela... á ver las célebres aguas de Gordejuela y la máquina elevadora que hace pocos años se instaló en aquellas abruptas y solitarias peñas.
Estas, según nuestros informes, deben su nombre á un antiguo caballero hidalgo, el señor D. Juan de Gordejuela y Mesa, natural de Vizcaya, fundador de los conventos de los Realejos, á los que dotó después con miles de ducados, por lo que aun se conserva como una reliquia su retrato.
Cuanto se diga de las obras de Gordejuela, del atrevimiento de la fábrica, situada en un risco cortado á cercén sobre el mar, en la boca de un enorme y profundo barranco, no acertará á expresar la magnitud de la empresa, ni dará exacta idea de los esfuerzos materiales ni del alarde de inteligencia que la ejecución de aquélla revela.
Orgulloso debe estar el Sr. Galván, ingeniero director de las obras, de ser autor y ejecutor de tan atrevidísimo proyecto.
No hemos de hacer una descripción de la parte mecánica, para lo cual nos reconocemos incapaces. Hemos de limitarnos á anotar algunos datos que pudieran interesar al lector, reflejando, de paso, nuestras impresiones.
La sala de máquinas, amplia y elevada, con grandes ventanales y magnífico pavimento, hállase situada á 70 metros sobre el nivel del mar.
Estas máquinas, con sus cuerpos de bombas de sencillo mecanismo, elevan el agua hasta 250 metros, que es la altura del depósito.
Cada 24 horas las máquinas elevan una cantidad de agua equivalente á 15.000 pipas.
La tubería de hierro y acero, desde las máquinas al depósito, es de 30 centímetros de diámetro y su longitud total de 2.000 metros.
La sala de calderas hállase en otro cuerpo del edificio, á 115 metros sobre el mar, y junto á este departamento la chimenea, de 43 metros de altura, 8 más que la de la Eléctrica.
(continuará)

sábado, 27 de agosto de 2011

Pelotas

Cuando uno dio inicio a esta aventura bloguera no le pasaba por la mente el que fuese a tener muchos lectores esparcidos por los anchos dominios de los terrícolas. Bueno, a decir verdad, a veces me aparece por ahí lo de ‘Satellite Provider’ (con una interrogación al lado), y lo mismo me están acechando desde más lejos. Pero, a lo que iba. Viene siempre bien matar el gusanillo de escribir al menos un fisquito cada jornada. A lo peor con tal ejercicio no se te anquilosa la neurona y puedes ir escapando otra temporada sin necesidad de tener que recurrir a las odiosas terapias mentales. Que ya bastantes desgracias tenemos en este discurrir giratorio de 24 horas, como para seguir rompiéndote el coco con otras disquisiciones de mayor porte.
De igual manera que tú te tropiezas, casi siempre de manera casual, con algunos blogs que llaman tu atención por cualquier circunstancia, quisiera pensar que a este de Pepillo y Juanillo se habrán asomado desde muy diferentes lugares bastantes ‘ojeadores’ que, con casi total seguridad, luego lo habrán dejado al no considerarlo de interés.
Aunque asimismo, y no seamos tan ingenuos como para no pensarlo, existen los incondicionales. A la mayoría de ellos te los puedes imaginar y eres capaz de ponerles nombre y apellidos. Es más, muchos –bastantes– incluso te llaman por teléfono o te envían un ‘emilio’ preguntándote el motivo de la tardanza en la publicación diaria; o de la ausencia, que también. Los que prefieren la ‘salsa picante’, ‘la comidilla política diaria’, son enemigos de mis seriales, sin percatarse de que son mucho más trabajosos que los otros. Porque poner a caer de un burro al consejero de turno es una de las tareas más fáciles existentes; basta con pisar cualquier cafetería, pedir el cortadito y ‘pegar a escuchar’. Aprovecho la ocasión para indicarte que hace unos días me eché mi leche y leche en Puerto de la Cruz, al lado de El Peñón y me costó 70 céntimos. ¿Te acuerdas cuando pusieron a Zapatero de bonito p´arriba? Y de eso hace unos abriles. Debe ser la crisis.
En este primer renglón del cuarto párrafo te seguirás preguntando lo del título. No, no fui a una playa nudista ni me trincaron en ‘ídem’. No está ya uno para lucimientos; qué dije, osado, para pasar vergüenzas. Hace un tiempo manifesté que había tenido una visita en el blog desde Pelotas (te dejo el enlace para que te entretengas un fisco –yo lo hice antes– conociendo aspectos de esta zona brasileña). Como han proseguido las mismas desde tal lugar, en ambos blogs, deduzco que debo tener un amigo allá. Y en él, o ella, quisiera retratar el agradecimiento por los que a bien tienen el alongarse a esta ventana a través de la cual expreso pareceres, ideas, vivencias. Porque este vehículo llamado Internet permite esos viajes increíbles y supersónicos a través del inmenso océano. ¡Ay, si Colón levantara la cabeza!
Con este reconocimiento al amigo invisible, les sugiero que se atrevan a enviar comentarios, que si se ajustan a las más mínimas normas de cortesía y respeto, serán publicados sin problema alguno. Sé que muchos de los que habitualmente siguen las locuras de un servidor han intentado –porque me lo han comunicado personalmente– realizar tal función, así como la de añadirse a la lista de seguidores, pero alegan haber tenido problemas. Y, humildemente, les hago partícipes del consejo de mi padre, relacionado con el amplísimo muestrario que nos brinda el refranero: burro cargado…, cortando huevos se…, a la corta o a la larga…, al cuerdo o al hábil…, con esfuerzo y esperanza… ¿O ya no te acuerdas de cuando utilizaste por primera vez el ordenador, pulsabas la tecla incorrecta y te desaparecía todo de la pantalla? ¿O acaso no llamaste al amigo enterado en esto de la informática para que te sacara del atolladero? ¡Quién dijo miedo, habiendo hospitales!
Gracias, ánimo y adelante.

viernes, 26 de agosto de 2011

Gordejuela (7)

 
“Llegamos entre villas y chateaux elegantísimos al punto donde debíamos dejar los coches, para emprender por estrecho camino la bajada hasta el lugar de Gordejuela donde la fábrica para el alumbramiento de las aguas se estaba terminando, y pasando entre platanares frondosísimos, llegamos hasta aquélla y edificio en que se encontraban las calderas y cuanto era indispensable para el funcionamiento de las bombas de elevación.
El agua alumbrada representa un esfuerzo titánico de lo que es capaz el hombre cuando se halla espoleado por la necesidad.
En Canarias el agua es la dicha suprema, es la vida. Por esto el procurarse el agua es el deseo, la obsesión de todos, ya que vale más que el oro mismo. Con el agua puede crecer el plátano que necesita mucha y dar en dos años tres racimos ó huacales; los tomates se producen oportunamente en invierno; las patatas, allí llamadas papas, vienen primerizas en época en que en Europa se siembran para la cosecha; es, en fin, el agua el elemento salvador de aquella tierra.
De ahí que habiéndose visto desde siglos cómo el agua que se filtra de las eternas nieves del Teide se escurría por los acantilados del lado de Gordejuela y aún en muchos puntos saltaba en chorro ó cascadas al mar, á una altura de pocos metros en algunos puntos y á poco mayor en otros, se constituyera una sociedad para recoger esa agua, formando un canal que la condujera a un gran pantano, al pie del mar, y por medio de potente maquinaria, elevarla hasta considerable altura de las estribaciones de aquel valle para desde allí, guardada en grandes estanques, venderla, alquilarla ó utilizarla en otra forma, para el riego de aquella fertilísima vega.
No hay que hablar de los esfuerzos y del coste que representa aquella obra, quizás única en su clase, en Canarias desde luego, pues sólo viéndolo y recorriendo el acantilado por donde el agua chorrea, es como se puede formar concepto de aquéllos. Es de creer que la Sociedad ha de obtener buenas ventajas y la compensación de sus trabajos”.
Deberán perdonar mis estimados y escasos lectores –pocos pero bien avenidos– que el relato no presente toda la continuidad y rigor necesarios, pero, e insisto, solo trato de sacar a la luz secuencias cronológicas (periodísticas) en torno al topónimo Gordejuela. Dejo tal posible ilación a quienes prefieran profundizar en trabajos de mayor enjundia que estos modestos ‘alongamientos’ blogueros.
El Tiempo y Diario de Tenerife, (21 de noviembre de 1906, página 2):
Por la Dirección general de obras públicas se ha dispuesto no acceder a lo pedido en instancia de la empresa de aguas de Gordejuela, solicitando se conceda en principio una subvención para llevar a cabo las obras de aprovechamiento de aquellos manantiales, con destino al riego de las costas de Santa Úrsula, Victoria, Matanza y otras del Norte de esta isla, sin que preceda la formación del oportuno expediente con arreglo á los tramites que señalan las leyes y reglamentos respectivos.
Diario de Tenerife, 8 de febrero de 1907, página 1:
“Subasta voluntaria extrajudicial:
Lucio Díaz y González, Procurador del Juzgado de 1ª. instancia de Santa Cruz de Tenerife, calle de San José, núm. 24, se ha encargado de llevar á efecto en la forma dicha, la venta de una hacienda situada en el Valle de la Orotava, donde dicen «Las Arenas», dividida en dos trozos por un camino.
Uno de ellos, que se sitúa en el término municipal de la Villa de la Orotava, consta de tres fanegadas de cabida, y contiene una hermosa casa de recreo, de alto y bajo con preciosos jardines, propia para alquilar á extrangeros durante la temporada de invierno, habiéndose obtenido hasta quinientas pesetas mensuales, conteniendo además cuadras, casa habitación para criado, estanque, y una acción de agua de la llamada «Palo blanco», que se cotiza hoy de dos á tres mil duros. Se halla toda la finca roturada y cruzada de atargeas, y la casa cuenta con servicio de agua con cañerías de hierro y presión.
El segundo trozo separado del anterior por un camino, está situado en jurisdicción del Puerto de la Cruz, tiene de cabida siete fanegadas, plantadas de viña, que produce el rico vino llamado de las Arenas, y es susceptible de ser regada con el agua llamada de Gordejuela. propiedad de los señores Hamilton, por lo cual puede dedicarse al cultivo de plátanos y tomates.
Por la situación privilegiada de la hacienda, en el sitio más sano del Valle, tiene un gran porvenir, especialmente cuando llegue á aquel punto el tranvía eléctrico.
Su dueña Miss Nota Haynes, ha decidido venderla por haberse ausentado para Inglaterra, y para ello ha conferido los correspondientes poderes.
El acto de la subasta tendrá lugar en la Villa de la Orotava, ante el Notario Don Agustín Delgado y García el día veinte y cuatro de Marzo próximo, á la hora de las trece, sirviendo de tipo para ella la cantidad de tres mil libras esterlinas, por ambos trozos de hacienda, admitiéndose pujas á la llana; y se advierte que para tomar parte en dicha subasta, habrán los licitadores de depositar el diez por ciento, cuando menos, de dicha cantidad, al tipo de cotización en el día anterior, si se hiciere en moneda española y que todos los gastos del acta de remate y escritura de compra venta serán de cuenta del rematador.
Santa Cruz de Tenerife, 7 de Febrero de 1907. Lucio Díaz.
El anuncio en cuestión apareció publicado durante muchos días posteriores en el mismo periódico.
El Tiempo, 29 de junio de 1907, página 1:
Visita del general Martitegui. (entre los agasajos) Excursión a La Orotava:
En tranvías hasta Tacoronte y desde allí en coches marchará de  excursión á la Orotava, el lunes por la  mañana, el general señor Martitegui, á quien acompañarán las autoridades, el ayuntamiento, representaciones de sociedades y prensa y otras muchas personas.
S. E. visitará la famosa elevadora de aguas de Gordejuela, que le mostrará el director de aquella monumental obra señor Galván.
Comisiones de todos los pueblos saludarán al señor Martitegui en la excursión hasta el Valle, en el cual se le tributará un entusiasta recibimiento.
Aparece también esa información El Tiempo, 1 de julio de 1907, página 2.
(continuará)

jueves, 25 de agosto de 2011

Ignacio González, el cabuquero

Cabuquero no está en el DRAE. Pero en mi ‘chuleta’ de ¿canarismos? hallo una acepción, utilizada en Fuerteventura, Tenerife y La Palma, que me señala: “Obrero especializado en abrir barrenos para volar la roca en sorriba y otras obras”. Entre estas últimas, las galerías. La usó Álvarez Rixo (…sobrevino la desgracia de haberse incendiado la pólvora en el acto de estar atacando los cabuqueros un barreno) y Alfonso García Ramos, en su novela Guad (…con precisión casi geométrica los cabuqueros habían colocado los taladros). E hizo un servidor unas letrillas en verso que deben andar por ahí escondidas en cualquier galería; vaya usted a saber.
Habrán leído y escuchado en estos últimos días que Canarias está convulsa. Y no se trata de los prolegómenos de la tan ansiada independencia, sino de unos movimientos sísmicos que zarandean los cimientos de esta tierra nuestra. El portuense Nemesio Pérez nos dice que más que preocuparnos, deberíamos acostumbrarnos. Puesto que es de lo más normal que estas sacudidas se produzcan y nos tengan entretenidos en los siglos venideros. En la más occidental, allá en el municipio herreño de La Frontera, llevan ensayando el ‘Baile del vivo’ desde hace bastantes meses. Unos meneos de mucho cuidado. Ni cuando la Bajada, tú.
Los canariones, a decir de quien tú sabes (exacto, ni agua), envidiosos perdidos, se empeñaron en ganarnos y las cabras de Agüimes casi se ordeñan solas hace un par de días. Los lagartos que están en la curva según entras viniendo de la costa, salieron escopetados a esconderse en las rendijas. Casi se acaba el ron. Y no es para menos, el susto hay que quitarlo.
¿Y dónde se halla el epicentro de tanto zangoloteo? Sesudos analistas, tras evacuar cuantas consultas estimaron pertinentes, han traslado al presidente del Gobierno (Rivero, ya Zapatero pasa) la siguiente conclusión: “El tal Nacho González –CCN, Compañía de Cabuqueros Novatos– ha superado la teoría de un curso por correspondencia –con el inestimable apoyo logístico de Radio Ecca– y ha comenzado la fase práctica en un lugar oculto y aún no identificado ni localizado, pero que puede hallarse en el entorno de la Playa de las Teresitas, huerta arriba, huerta abajo”.
Se comenta en los mentideros políticos, incluyendo el de la Plaza del Charco, que los calentones (ora independentistas, ora populares) se producen por simpatía (relación entre dos cuerpos o sistemas por la que la acción de uno induce el mismo comportamiento en el otro), de tal manera que a toda propuesta no tenida en cuenta, aparte de la consabida declaración para el titular de rigor, prendida de mecha y detonación al canto. Se está a la espera de la orden judicial, dado que desde el despacho de Ignacio (junior) pende una cuerda retorcida o cinta tejida hecha de filamentos –demasiado grande para ser una liga del zapato– y se teme que pueda hallarse conectada en su extremo invisible (en el que cuelga no hay indicios aparentes de material explosivo) a cualquier tipo de mezcla de nitroglicerina con un cuerpo muy poroso (como cualquier cerebro político al uso).
Entre el azufre de El Teide, la esponjosidad de la piedra pómez, los gases de Benijos, el flúor del agua en La Guancha, la Cueva del Viento, los cambios climáticos, el efecto invernadero, la deforestación, la teoría del rebote elástico, el miedo de los partidos políticos al voto católico (de lo que se aprovechan los obispos para el chantaje oportuno), las toneladas de basura que dejaron en Cuatro Vientos los que no cometen pecados, y tal y tal (transcripción muy libre del programa del CCN), viene a resultar (o séase, resultante, a saber suma geométrica de dos o más vectores) la siguiente conclusión (proposición que se pretende probar y que se deduce de las premisas):
Nacho se ha levantado en la conclusión, que, obviamente, es lo contrario de sentarse en la conclusión (dicho de una persona: Mantenerse porfiadamente en su opinión, volviendo a instar en ella, aun contra las razones que le persuaden de la contraria, sin dar otras nuevas), porque el ínclito santacrucero ni parte de premisas, ni mantiene opiniones… Es lo más parecido a la teoría de Groucho Marx en su estado más puro: “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros”. En la variedad… ¿Una astracanada con un protagonista fresco?
¿Movimientos sísmicos o Canarias asustada y temblorosa? Continúa horadando, Nacho, sigue en tus trece (y catorce, y quince…), il reste beaucoup à faire. Exactamente, queda mucho por hacer. Tú has sido pasado glorioso, presente en movimiento y tienes por delante un futuro telúrico impresionante. Como la jeta de algunos, sin ir ni tanto así más lejos.
Bueno, yo me bajo aquí, en Caramujo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Pedir peras al olmo

“Nos produce sonrojo y cierto enojo… Como sabemos los portuenses, el Taoro fue un hotel emblemático durante casi un siglo y escuela de los mejores profesionales hosteleros y hoteleros…”. Sí, textual, de ahí el entrecomillado. Y no es que no esté de acuerdo con las dos frases en cuestión –que probablemente sí–, sino que tras leer en reiteradas ocasiones al amigo Salvador, portuense de pro y profundo conocedor de los entresijos de la profesión periodística amén de la realidad de la otrora joya de la corona en el sector turístico (incluyan, si les place, a Isidoro Sánchez), me ‘maravilla’ el que se erijan en lo que no son (portuenses y periodistas) los advenedizos de turno. Pero como en esta faceta profesional (el periodismo) es, quizá, donde el intrusismo adquiere los tintes más alarmantes, ajo y agua (eso a joderse y aguantarse). En cualquiera de sus vertientes. Y los ejemplos no necesitan ser detallados. Machaco lo de la abuela (si la pobre levantara la cabeza me daba dos buenos cogotazos): ‘lo que está a la vista no requiere espejuelos’.
Tanto es así que, aparte de los ejemplares retratados en el párrafo precedente, hace unos días acudió a una emisora local, para ser entrevistada, la alcaldesa de San Juan de la Rambla. Y tuvo la ‘infeliz’ ocurrencia de venir acompañada por dos personas que cometieron, a su vez, el tremendo delito de observar con detenimiento las instalaciones del medio radiofónico. Puede que en el noble afán de poder disponer en un futuro de unos estudios en aquella población. ¿Atisban ustedes algún tipo de pecado en todo ello? Pues sí, porque a otro resentido, que tiene de periodista lo que yo de Rouco Varela, que, y aprovechándose de su puesto de ‘enchufado’, la puso (a la señora Velázquez) de vuelta y media (y ahora que ya no está, sigue machacando en hierro frío, al estilo de sus buenos maestros cerrajeros), junto a otros ‘doctores honoris causa’ por la Universidad de Washington (después María Jiménez, y en la actualidad Punta Brava), no debe parecerle correcto semejante osadía.
Desde septiembre de 2000 hasta junio de 2004, el responsable de estas líneas, y ‘dueño’ de Pepillo y Juanillo, estuvo colaborando semanalmente con la emisora radiofónica supuestamente espiada (cuídate alcalde, que lo mismo te acusan por permitir desvelar secretos tecnológicos de altísima peligrosidad). Que ha servido de escuela (lo he repetido hasta la saciedad) a muchísimos profesionales que ahora desarrollan su meritoria labor en otros medios. Y en la que siguen trabajando auténticos currantes de las ondas. Mas los garbanzos negros son inevitables en la mejor familia que se precie. Puede que los mismos que valiéndose de instrumentos puestos a su disposición para el desenvolvimiento de la tarea encomendada, los hayan utilizado (en épocas pasadas de vacas gordas) para promocionarse en actividades privadas y perfectamente lícitas, pero orillando el delito al no diferenciar cuándo un recurso ‘público’ no debe ser herramienta o llave que abra las puertas que conduzcan a negocios de otra índole. Como algunos creen que esas actuaciones están bien si son ellos quienes las ponen en práctica, pero las cuestionan en sembrados ajenos, llegamos siempre a la conclusión de lo de “cree el ladrón…”.
Persistimos en la inveterada costumbre de intentar alcanzar altísimas rentabilidades a costa de lo que sea. Que serán siempre idóneas y correctas porque satisfacen egos y aspiraciones personales, aunque no parecen bien vistas cuando tiene la parte contraria como protagonista. A estas alturas de la vida, empero, poco es lo que ya me extraña y sorprende. La propia iglesia española (la católica, por supuesto), según leí anteayer, “ganará peso en Roma gracias al éxito del viaje del Papa a Madrid, con lo que el número de cardenales electores puede crecer en los próximos meses”. Es idéntica postura a la que te vengo describiendo: se aprovechan cuanto pueden de los medios que hemos puesto a sus disposición, que abonamos religiosamente (con segundas)  tú y yo, para que luego obtengan (ellos) los réditos convenientes. Y nosotros mirando pa´l palomo. Que no al Espíritu Santo.
En esos años que dejo mentados no existían tantas ofertas de operadoras telefónicas. Y todos pasábamos por el aro de los monopolios. En tales circunstancias, empresarios y gestores públicos ‘trincaron’ a más gente de la cuenta que hacía que la otra cuenta se elevara a fin de mes, porque las llamadas (y no obligatoriamente eróticas) no siempre se producían para cuadrar balances, sino más bien todo lo contrario. De algo de eso se trata lo que dejo caer. Sin necesidad de contratar línea, los avispados de turno mucho, y bien, ‘contrataron y agenciaron’ a través de las denominadas vías de comunicación rápidas. Total, paga el ayuntamiento. Algunos no se recataron en llevar al socio de la mano. Sin careta ni disfraz, tal cual.
Ya está, se acabó.

martes, 23 de agosto de 2011

Gordejuela (6)

Nos asomamos ahora a El Defensor (sábado, 11 de noviembre de 1905, número 21, página 1), y en el mismo un  artículo que lleva por título, precisamente, "Gordejuela". Y haciendo nuevamente la salvedad de las transcripciones literales (antes de que algún lector me tache de asesino ortográfico), la destaca como una de las obras de ingeniería más importante entre las industrias tinerfeñas, calificándola de magnífica y atrevida.
"Gordejuela es una prueba indubitable de que aún existen en España cerebros capaces de concebir y desarrollar grandes proyectos, si se les apoya y alienta. Don José Galván así lo ha demostrado. Con sólo su esfuerzo ha convertido lo que antes era abismo peligroso en fuente de riqueza para los agricultores de este Valle.
Las aguas que antes discurrían por aquellos despeñaderos libremente hacia el mar, sin que á nadie se le ocurriese que podían aprovecharse en algo útil, son hoy aprisionadas hasta la última gota y conducidas á un depósito, del cual la extraen bombas potentísimas que luego la elevan á una considerable altura que domina todo el Valle, y de allí se distribuyen por extensa zona repartiendo la fecundidad por los campos y asegurando el cultivo de muchos plantíos, cuyos frutos estaban antes expuestos a perderse por falta de riego.
El Sr. Galván, con su inteligencia clarísima, comprendió que allí había un rico tesoro que explotar, beneficiando al mismo tiempo al país, y puso todos sus esfuerzos al servicio de tan bella idea (...).
Asombra el ánimo, solamente considerar las innúmeras dificultades y peligros sin cuento que habrán tenido que vencer á cada instante los colaboradores de esa obra, que bien pudiéramos llamar de romanos, para efectuar aquellos trabajos erizados de situaciones difíciles, de riesgos inminentes; y esta es una de las circunstancias que mejor hablan en favor de tan notable ingeniero; trabajando con aparatos imperfectos, con obreros desconocedores de la magnitud de lo que hacían, no se ha registrado una sola desgracia; la obra ha sido coronada sin que una mancha de sangre viniera á obscurecer el brillo del triunfo, y es que la actividad incansable, la experiencia del Sr. Galván lo examinaba todo con extricto cuidado, todo lo dirijía personalmente, no consintiendo sustituciones que no siempre dan el mejor resultado."
La narración de cómo se recogía el líquido elemento de los numerosos manantiales y su canalización hacia el estanque, viene recogida en el siguiente párrafo:
"Lo que más llamó nuestra atención cuando visitamos Gordejuela, fué la manera de recojer hasta el más ínfimo chorrito de agua; multitud de microscópicas atargeas afluyen á una general encargada de transportar aquéllos muchos pocos al depósito, desde donde la extraen las bombas: no se concibe como aquellos insignificantes manantiales dén agua en cantidad suficiente para regar todo el Valle; y sin embargo, así es".
Finaliza el relato con los pertinentes parabienes a quienes hicieron posible la obra. Y se realiza un ruego a los agricultores para que sepan valorar la magnitud del proyecto, con una invitación expresa a la compra de tales aguas.
"Felicitamos á los Sres. D. José Galván y D. Juan de Torres y León Huerta, que apoyados por la importantísima casa de los señores Hamilton y Cª., han obtenido completo éxito en su grandioso proyecto, y deseamos que los agricultores de la zona de acción á que alcanzan estas aguas, comprendiendo el esfuerzo realizado por éstos señores, presten su apoyo á esta industria, consumiendo en sus plantaciones las aguas de Gordejuela".
Y en relación con esta posible compra –o venta– de las aguas, en El Progreso, 23 de noviembre de 1905, página 2:
Bajo la presidencia del Sr. Alcalde celebró sesión ayer tarde la Corporación municipal, asistiendo los concejales Sres. Expósito Mujíca, Ballester, Cañadas, Benítez (D. Adolfo), Acuña, Rodríguez García, Ruiz, Perera, Quintero, Foronda, Crosa, Trujillo, Arnay, Rodríguez Marrero, González, Fernández, Ojeda, Ravina y Ramírez.
[…] El señor Alcalde manifestó, por último, que se le había indicado particularmente la conveniencia de entablar negociaciones; con la empresa que explota las aguas de Gordejuela, por si éstas pudiesen aumentar el caudal de las de esta población; acordándose autorizar á la Presidencia para que practique las gestiones oportunas al objeto propuesto.
Esta sesión del ayuntamiento capitalino también es citada por El Defensor (La Orotava, 25-noviembre-1905, año I, número 25, página 2, Sección de Información):
"El Alcalde Sr. Schwartz dió conocimiento al Ayuntamiento, de unas proposiciones que en principio se le han hecho, para la traída á esta Capital de las aguas de Gordejuela. Respecto á este importante asunto se cambiaron impresiones entre los Sres. Concejales, esperando, para el estudio de aquellas, que se conozcan más claramente las condiciones del proponente, y si la realización del proyecto, después de examinado y calculado, ofrece más ventajas que las aguas de Roque Negro, comenzar en firme las gestiones prácticas".
El Progreso, 6 de diciembre de 1905, página 2:
En el Gobierno civil ha presentado instancia documentada don Juan de Torres, solicitando la explotación de una línea telefónica que una su casa habitación en el Realejo bajo, con la empresa de aguas de Gordejuela, á quien representa el solicitante.
Algunos días después (9 de diciembre de 1905), y en El Defensor (número 29, página 3), en un suelto encontramos la misma instancia o solicitud:
Nuestro estimado amigo D. Juan Torres y León Huerta á presentado instancia en el Gobierno civil de esta provincia, pidiendo la explotación de una red telefónica desde su casa en el Realejo-bajo á Gordejuela.
Expresamos bastantes párrafos atrás algo de la visita del Fiscal don Juan Maluquer. Debió ser de su entero agrado porque en El Tiempo (19 de mayo de 1906, página 1) nos sorprende con un artículo titulado ‘La Orotava’ (pueden observarlo en la ilustración que se adjunta) y del que extraemos:
(continuará)

lunes, 22 de agosto de 2011

Conjuros del Averno

La historia de hoy comienza con la lectura de un anuncio que me invita a realizar un curso online (es lo que mola en la actualidad). El susodicho me dejará ducho y perfectamente preparado para saber todo, y más, acerca de la electrónica analógica, sus componentes y aplicaciones. Observo que en el vasto programa hallaremos temas tan interesentes como la Ley de Ohm, el Efecto Joule, nos adentraremos en los potenciómetros, resistencias, condensadores, transistores, diodos, enlaces (iónico y covalente), circuitos… Y me quedé, en principio raro. Porque todo ese espectro del saber (y siempre le hago caso a la abuela en que tal cuestión no ocupa lugar) se ha quedado algo desfasado con los increíbles adelantos habidos en este campo. Cuando hemos alcanzado un significativo grado de digitalización, parece que lo analógico nos suena a algo de un pasado ya lejano. Hombre, insisto, no está mal el recordar aquello de la intensidad de la corriente, la diferencia de potencial y la resistencia que ofrecen los conductores, pero entiendo que eso ha quedado en la canción de Karina (el baúl de los recuerdos).
A lo peor estoy completamente errado (hasta puede que herrado) y se avecina emular al gran Nino Bravo con los de “volver, volver, volver”. Y ya que oso inmiscuirme en la futurología (por lo de avecinar), no sé para qué demonios (de ahí lo del Averno) nos preocupamos si nos quedan apenas unos meses para que el gigantesco Hercólubus se acerque tanto a La Tierra que nos va a zarandear de lo lindo. Sí, puede que hayan sido los mayas, o tal vez Nostradamus, pero el 21 de diciembre próximo, a las 23 horas, 11 minutos y 59 segundos (no tendremos tiempo ni para saborear el Gordo navideño), nos iremos todos a tomar viento fresco. Y digo yo que si el planeta de marras hace la visita cada trece mil años, ¿por qué en la anterior no nos mandó a freír chuchangas y nos hubiésemos ahorrado esta dichosa crisis que culminará con esa traca final, mucho más apoteósica que los fuegos artificiales de mi pueblo?
Tanto es así que hasta el propio Papa ya comenzó a sufrir las consecuencias en Cuatro Vientos. Vino un ídem (acompañado de aguacero, puede que tormenta veraniega) y lo dejó sin palabras, lo cortó por lo sano, lo enmudeció. Y la juventud quedose patidifusa. Puesto que unas horas antes les había encomendado que fueran discípulos y misioneros ante el excesivo individualismo predominante. Y añadió: “No se puede seguir a Jesús individualmente ni se puede vivir la fe cada uno por su cuenta”. En conclusión, añado yo, hay que afiliarse. Cualquier dirigente político lo sabe: tiene que haber gente para la pegada de carteles. A la iglesia católica debe estarle pasando lo que a cualquier partido (político): hay siempre varios millones de indecisos. Y por mucho que las estadísticas señalan que cuantiosos son los españoles que se declaran católicos, no es menos cierto que cada vez son también más los que alegan no ser practicantes (la prueba la hallamos en unos seminarios prácticamente vacíos), donde solo va a quedar el recurso de sembrar ‘caña dulce’ (otro día te cuento el chiste). Este incrédulo redomado, sin embargo, está de acuerdo con Su Santidad en lo de seguir a Jesús; no es tan fácil, no; si lo sabré yo.
Que estamos algo nerviosos salta a la vista. En un reciente concurso de belleza celebrado en la localidad gomera de Vallehermoso se eligieron varias misses. Pero un digital de aquella isla debió ponerle demasiado énfasis en el acontecimiento (o los nervios, como antes indiqué) porque a una de las galardonadas la definió como Miss Verano 20112. No cree uno que por mucha belleza que haya portado la candidata, alcanza su plenitud en esa tan lejana fecha. Entre otras cuestiones porque el enorme planeta ni siquiera tiene la intención de dejarnos asomar al 2012, con lo que la independencia de Canarias entrará en nuevo punto muerto. Qué dilema, don José.
Hasta mi amigo de los lunes (él escribe, como es notorio, los domingos), el palmero Wladimiro, quien presentó el libro del gran profesor, y también palmero, Alfredo Mederos: ‘Ensayo histórico-social sobre Canarias y el tabaco’, siguiendo, como siempre, los doctos consejos de nuestro pontífice Benedicto (ya me olvidé de los números romanos), arenga a nuestra juventud para que lean el libro y “a mirar hacia el campo con más cariño”. Hay unos terrenos ciclópeos en Somalia que si los pusiéramos en cultivo, lo mismo podrían salvarse millares de personas que siguen condenadas a morir por no tener un cacho de algo que llevarse a la boca. Pero como manifestó cierto articulista, solo son vidas las que se cercenan. Si fuese una disminución de los valores sociales, una supuesta pérdida de identidad y un alejamiento de un Dios analfabeto geográficamente, lo mismo haríamos otra concentración multitudinaria en cualquier ciudad progre en la que se puedan lucir, en plan romería, elegantes y bien vestidos niños progres, pijos, pero jamás pobres, que veneran a otro mejor acicalado que calza unos llamativos zapatos rojos. Que si los trinca un negrito de allá del Cuerno, lo mismo les manda una fuerte chascada. Por último, me pregunto ingenuamente si esos cardenales (algunos hay) con un color de piel semejante a los hambrientos no ponen en práctica las doctrinas de aquel hijo de un carpintero y…
Quieren, a toda costa, alcanzar el Cielo. Olvidando conscientemente de arreglar primero este Infierno. ¿No es, acaso, otra práctica política más o atisban diferencia alguna? Estoy de un escéptico perdido, cada vez comulgo con menos cosas.

sábado, 20 de agosto de 2011

Gordejuela (5)

…Entre las apreciables personas á quienes acompañamos en la visita á Gordejuela, el domingo último, recordamos al Ingeniero Director de la empresa de tranvías eléctricos, al Jefe del Centro telegráfico, al Jefe de Estadística de la provincia Sr. Mora, á D. Juan Gutiérrez, á D. Pedro Tarquis, etc., y todos ellos se manifestaron profundamente admirados, felicitando sin reservas á D. José Galván y Balaguer.
Nosotros reiteramos sinceramente esas felicitaciones, el terminar las líneas que hemos dedicado á una empresa de tanta magnitud y que tanta utilidad como las de Gordejuela.
El triunfo franco y completo obtenido en las obras y el éxito envidiable de la empresa, no hacen otra cosa que confirmar la justa fama de que goza de antiguo el Sr. Galván como ingeniero peritísimo, laborioso, de voluntad inquebrantable y de inteligencia privilegiada, cualidades que aún darán nuevos y ricos frutos en beneficio de Tenerife. Esas felicitaciones vayan también á los Sres. Hamilton y Torres y León Huerta, cooperadores indispensables y valiosos en la empresa de Gordejuela.
Y terminamos con la expresión de nuestra gratitud por las delicadas atenciones de que fuimos objeto en esta excursión que tan gratísimos recuerdos deja en nosotros”.
En El Fomento Canario, revista semanal ilustrada, editada en Las Palmas de Gran Canaria, y dedicada a la Agricultura, Industria, Comercio, Navegación, Artes y Oficios, en su número 24, correspondiente al día 24 de junio de 1905, ocupando, casi en su totalidad, la página 3, aparece, bajo el título "Gordejuela", una detallada exposición de lo que esta obra supuso, calificando a esta elevación como "la más atrevida explotación hidráulica realizada hasta el presente en Canarias". Deja constancia esta revista semanal que dicho reportaje se elabora con el auxilio de unos artículos publicados en El Tiempo (Santa Cruz de Tenerife). Y repite muchos de los párrafos que se dejan mencionados en las líneas precedentes.
En Diario de Tenerife, 17 de julio de 1905, página 2:
Hemos visto, editadas por la fotografía alemana de esta Capital, unas tarjetas postales que representan los departamentos de calderas y de máquinas y la atargea de recogida de aguas, de la elevación de éstas en Gordejuela, jurisdicción del Realejo Bajo, en esta isla, vistos desde el mar. Aunque en miniatura, naturalmente, dan idea de la grandiosidad de una de las obras de ingeniería más atrevidas que existen en este género de esplotaciones que ha colocado la reputación del Ingeniero militar D. José Galván Balaguer a una altura envidiable y que corre parejas con su modestia.
La casa Hamilton de esta plaza, ha prestado un señalado servicio á Tenerife, aportando el capital para la realización de tan importantísima obra, habiéndose visto coronado con el más brillante de los éxitos, el talento y la audacia de su Ingeniero Director.
En el número 404, año II, 28-julio-1905, página 4, del Noticiero Canario (La Laguna), he podido encontrar una nueva reseña referida a Gordejuela. Dejo constancia, de antemano, que los ejemplares de este periódico que se hallan en la biblioteca orotavense, proceden del pertinente canje o intercambio con El Regional (La Orotava). Así como que esta noticia es obtenida, a su vez, del Diario de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife), práctica bastante habitual en aquel entonces.
"La iniciativa de nuestro amigo el señor Galván Balaguer, que confirmó su reputación de notable ingeniero, acometiendo sin temor á las dificultades, y con la seguridad de quien domina la ciencia, la arriesgada empresa de elevar las aguas de "Gordejuela", parece que tendrá en breve imitadores; pues según nos dice persona que debe estar bien informada, se está constituyendo una compañía nacional para obtener iguales beneficios con otro importante caudal que surge en la costa próxima al Puerto de la Cruz, y que asimismo se destinará á riegos en el Valle de la Orotava. Presenta la novedad este nuevo proyecto, de que para la elevación se utilizará un transporte eléctrico de fuerza natural, con lo que el precio de venta se abaratará notablemente.
Nos congratulamos de que esta nueva empresa lleve también á feliz término su idea, y más si logra, como se propone, rebajar el altísimo precio á que hoy se cotiza el agua, pues será seguramente el mejor medio para sostener la competencia que hacen á nuestros frutos otros países productores.
Nuevo motivo para que nuestro amigo el Sr. Galván pueda sentirse satisfecho de su atrevida obra".
En El Defensor, periódico bisemanal orotavense (11 de octubre; año I; número 12; página 4), aparece un anuncio que lleva por título ‘Aguas de Gordejuela’, y que es –era– del tenor literal siguiente:
Los propietarios de estas aguas tienen el gusto de participar al público y en particular á los dueños de fincas del Valle de Orotava, que desde mediados del mes actual, se venden las aguas de su pertenencia sirviéndolas por las diversas arquillas de la atargea general.
La venta se efectúa por dias de doce horas, medios y cuartos de día á razón de cien pesetas el dia de agua, cincuenta pesetas el medio dia y veinticinco el cuarto de dia.
El dia de agua consta de mil pipas en las veinticuatro horas que se servirán en doce, pudiendose por consecuencia regar á dos surcos.
Las personas que deseen adquirir agua, deberán avisarlo con un dia de antelación por lo menos y se les proveerá del oportuno recibo talonario expedido por el encargado de la administración, en cuyo recibo deberá consignarse la arquilla porque ha de servirse el agua.
Podrán contratarse dias fijos de riego en cada mes con anticipación y si estos contratos lo fuesen por cantidad de agua mayor de doscientas pipas diarias, se hará una rebaja del 10 por 100 en el precio.
Los cañeros encargados de la atargea, tienen el carácter de guardas jurados y son los únicos que podrán abrir y cerrar las compuertas ó llaves de las arquillas para servir el agua á los compradores.
Las oficinas de la administracion se hallan instaladas en la casa núm. 3 de la calle del Terrero del Realejo-bajo en donde podrá facilitarse á quien lo desee, cuantas noticias y detalles le sean necesarios.
Este anuncio anterior, fechado en Realejo Bajo a 5 de octubre de 1905, se repite, por ejemplo, en El Tiempo durante varios días (se puede localizar en las ediciones de 7, 8, 10 y 15 de noviembre de 1905, siempre en su página 3).
(continuará)

viernes, 19 de agosto de 2011

De leyes y borracheras

El sociólogo Miguel Guerra ha elevado una propuesta para modificar la actual ley electoral en Canarias, a saber, la Ley 7/2003, de 20 de marzo, de Elecciones al Parlamento de Canarias, y su posterior modificación en la Ley 11/2007, de 18 de abril. Como de todos es sabido, mero ejemplo, las disputas que conlleva la susodicha por aquello de que un voto herreño vale infinitamente más que uno de Tenerife o Gran Canaria, bienvenida sea, en lógica consecuencia, toda oferta como punto de arranque para que comiencen sus señorías a discutir, si a bien lo tienen. Pero me temo que ni por esas. La combinación que el mentado sociólogo argumenta para distribuir los candidatos en dos elencos diferenciados, con lo que tendríamos abierto el abanico o la posibilidad de alcanzar mínimamente esa aparente utopía de las listas abiertas, no pinta mal. Aunque un servidor aconsejaría que se disminuyeran las cantidades que se vienen barajando, porque 75 bocas son demasiadas para la ya depauperada ubre de Teobaldo Power. Si con 60, hasta ahora, solo hemos conseguido que, siendo la mar (que nos une) de generosos, las señoras y los señores diputados alcancen el espléndido calificativo de ‘gandules a más no poder’, chiquito porvenir nos espera con quince más en el dornajo. Pero, insisto para que no me tachen de pesimista, adopten este borrador como elemento de partida e inicien los debates. Lo mismo alcanzan un acuerdo. Hombre, difícil lo vislumbro, aunque arrieros somos.
Belén Allende es la actual presidenta de la Federación Canaria de Islas (Fecai). Y desde tal atalaya ha instado al presidente autonómico, y compañero de viaje (ya saben a quien me refiero), a que procure hacer todo lo posible para “desvestir de duplicidades” al entramado competencial de estas ínsulas. Son –deben ser– los mismos que luego ponen a caer de un burro a Rubalcaba (más conocido ahora por Alfredo) cuando alega que sobran las Diputaciones provinciales. Eso de las competencias es como una golosina; si me va bien, si me conviene, a degustarlas cual chupete al uso; si me va mal, si me cuesta demasiado esfuerzo, amenaza al canto con devolverlas al estamento inmediatamente superior. Tú, sufrido usuario de las maltrechas carreteras, tienes la desgracia de caerte un día dentro de un bache (o socavón). Agarras un cabreo de los que hacen época y vas en busca de tu alcalde porque lo hallas más a mano. Si tienes suerte, lo mismo te indica que la vía de marras es del Cabildo, pues nada debería sorprenderte que apuntara más alto y te señalara la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias. Y menos mal, ya que si fueras onubense y la susodicha tuviera categoría de nacional, acabarías el pleito en
los mismísimos madriles, indignado perdido y no precisamente acampado en la Puerta del Sol.
Como debemos seguir creyendo en aquello de nunca es tarde, puede ser buen instante para que nos alcance del consuelo de que nuestros representantes se hayan dado cuenta, por fin, de que no es que exista duplicidad a la hora de arreglar un simple trámite. Hay asuntos en los que nos podemos hallar en el esperpento de la triple y cuádruple casuística. Nadie quiere, por lo visto, soltar amarras tan fácilmente y el permanecer anclados a sillones y ataderos. Absolutamente todos los cargos públicos quieren ampliar su techo competencial. Deberá ser, comprobados los excelentes resultados, que pretenden con ello demostrar sus altas capacidades de incompetencia. Guarden, pues, la debida compostura no les pase lo que al personaje de la foto, al ínclito actor francés Gérard Depardieu (el célebre Obélix), al que se le subieron los humos a la tête estando subido a muchos pies del suelo, y creyendo el susodicho que los tenía (los pies en el suelo), agarró tremenda polvacera (término autóctono canario que significa borrachera –o cargado como un chucho, que también se menta–, por aplicación metafórica con la acepción de polvareda o nube de polvo y por alusión evidente a la visión nublada del que se jala más de la cuenta) allá arriba, recalco, metido en el cubículo de un artefacto volador, más conocido por el vulgo como avión. Y, en definitiva, dicen los titulares desprendidos que el pobrecito orinó en estado beodo en el pasillo de la aeronave. A lo que tú y yo, escasamente locuaces y de verbo mucho menos florido diríamos lo de se meó todo por las patas pa´bajo. En fin, chiquita tranca cogió el fulano. Me lo quiero imaginar cuando bajó de las alturas, instante en el que se alcanza la apoteosis de los efectos sicodélicos del alcohol. Según debió poner las extremidades inferiores en una superficie más sólida, las excreciones debieron ser aún mayores, y también más consistentes (o sólidas, y valga eso).
A perdonar este final tan escatológico, pero entre esto y leerme las homilías de Pepe Segura, ya ves con lo que me quedé. Disfruten de lo que queda del verano. ¡Ah!, y a mandar.