viernes, 31 de agosto de 2012

Curiosos titulares

En realidad no es cierto del todo. Hay una pequeña trampa. Me dediqué ayer por la tarde, tras ver en la tele la etapa de la Vuelta, a ojear unos cuantos titulares periodísticos e interrumpir la lectura en la palabra que me pareció oportuno. Y es curioso cómo cambia por completo el mensaje. Si crees que ha habido, aparte de lo mencionado, alguna otra manipulación, ve a los ejemplares que se citan y desengáñate tú. Que estás acostumbrado a que te lo dé todo hecho y eso no puede ser. Tendrás que esforzarte si quieres ser, el día de mañana, un hombre (o una mujer) de provecho. La tarea es un ejercicio diario donde se demuestra el tesón y la voluntad, y sin estas cualidades difícilmente podrás escalar y alcanzar un lugar destacado. Aquí no vale copiar y hablar por la boca de otro… Chacho, anoche soñé que estaba nuevamente dando clases. ¿No se nota?
Las fotografías que inserto para el adecuado contrapunto también son de la prensa. Y llevan su apostilla, claro. Y sin más, comenzamos:
La prostitución fragmenta al PP (Público). ¿Qué, cómo se te queda el cuerpo? Un partido tan puritano y ya ves; de cualquier mata salta un conejo, o dos (sin dobles).
Valverde aumenta un 65% (El Hierro digital). No me casa con otras informaciones que aluden a un descenso en la ocupación turística en la Isla del Meridiano.
Bermúdez se equivoca si quiera resucitar (Diario de Avisos). No considero, en modo alguno, un error esta pretensión. Bastante loable la iniciativa. Y mucho más saludable.
Bermúdez advierte de que gobierna (Diario de Avisos). Fíjense bien, lo advierte. Debe ser la acepción de ‘caer en la cuenta’. Seguro que Julio Pérez lo despertó y lo puso a vender coches.
Soria quiere reactivar la venta (El Día). Me acordé de aquellas ventas de antes, de las que alguna queda por esos pueblos del interior. Pero me choca con su carácter cosmopolita. Puede que sea otro ardid con el que combatir a Montoro.
El turismo extranjero rompe la tónica (El Día). No lo va a hacer saltando desde los balcones. La rompe y la “estralla”. Junto a los otros potingues con los que se atiborran en la semana de vacaciones.
El PP exige la disolución (El Día). A estos populares no los entiendo. Mejor, cada día menos. Cómo pueden estar de acuerdo con la ‘relajación de la vida y las costumbres’, o con la disolución de la familia. De cara a la galería, católico, apostólico y romano. A escondidas, hasta el divorcio es pertinente.
Los comercios laguneros venden (El Día). Menos mal, aun en época de evidente crisis. De no ser así, no serían comercios sino establecimientos con flamantes ‘se vende’ o se ‘alquila’.
La Fiscalía decidirá si abre (La Provincia). Pues que lo haga pronto. Más de un año llevamos en la familia a la espera de un informe para una declaratoria de herederos tras el fallecimiento de un cuñado.
Los técnicos no ven en los hidroaviones (Gomera Verde). ¿No se los venía señalando yo? A la falta de operatividad, añádanle esta nuevo inconveniente. Lo mismo es que no limpian los cristales de vez en cuando.
La pobreza extrema se dispara (Gomera Verde). Estupendo, que se pegue dos tiros de una vez y acabamos con ella, que buena falta está haciendo. Y que la entierren bien profundo.
Muere una turista al intentar entrar a su apartamento (Gomera Verde). Es que cada vez hacen los accesos más complicados. Y la gente volviéndose loca por irse de vacaciones al Sur ignorando el peligro.
Los precios se disparan en agosto (La Vanguardia). Vale lo mencionado para la pobreza extrema. Pero que no solo lo haga en agosto, dispone de once oportunidades más, que no pierda las mañas.
Los fumadores triplican las posibilidades (ABC). Es tan amplia la casuística que dejo a tu elección la consideración pertinente (¿de embarazo, de sacarse la lotería, de aprobar un examen, de palmarla…?).
El juez y el fiscal destapan (Canarias Semanal). Menos mal que no ubicaron un reflexivo. Chiquito desmadre en esa caso. Y no siendo así, ¿qué, el caldero, la caja de los truenos, el baúl de los recuerdos…?
Y lo que me sugieren las fotos:
Cristina Valido: Piénsalo tú que a mí me da vergüenza.
Antonio Alarcó: Se me abrió la mano de tanto pintar en casa.
Cristina Tavío: Canto la Internacional mejor que los ‘sociatas’.
Feliz fin de semana. Y vayan al otro blog, en el que podrán observar unas fotos de hace casi treinta años. E hicimos lo que pudimos, que es mucho más de lo que no se realiza ahora.

jueves, 30 de agosto de 2012

A La Fajana

Finalizaba el curso 1980-1981. Y estos menudos concluían 1º de EGB.  Y el maestro se los llevó (13 de junio de 1981) a la playa de La Fajana. Sin permisos, ni autorizaciones, ni papeles. Hoy le costaría poco menos que la cárcel. Recuerda que son fotos escaneadas y realizadas con cámara de 'bajo coste'. Pero 31 años después, merece la pena recordar.



Una vuelta por El Realejo

Como hace años que no compro un cupón de la ONCE, ignoro si la gente lo adquiere para contemplar la fotografía o con el lícito afán de sacar unos euros con los que combatir los tijeretazos que Mariano Rajoy se ve obligado a ejecutar, porque no queda otro remedio y porque Merkel se lo recuerda cada noche en atenta llamada telefónica antes de irse acostar ambos. Por separado, claro. Y como la susodicha, calificada como visitante ilustre, acepte la invitación, lo mismo se nos planta en el Jardín Tecina y le manda un wassup, que le saldrá más barato.
Viene todo lo anterior a cuento del sorteo de hace dos días, sí el de la playa de El Socorro. Pero el dinero se fue, parece, para Málaga. Con lo bien que le venía al ayuntamiento para la compra de los terrenos donde pensamos construir un complejo deportivo multifuncional. Porque según Jonás, de gratis, como quisieron venderlo los populares, nada de nada. Y estima el concejal de Izquierda Unidad que la broma puede salir por más de  dos millones de euros, considerando que es una ‘inversión’ excesiva para que su explotación pase a manos privadas.
Yo no tengo demasiado claro, me quedan ya muy lejos, la mayoría de asuntos de un ayuntamiento. Pero estimo que de seguir privatizando van a sobrar los concejales, y si me apuran hasta el alcalde, salvo que lo reconvirtamos en un gerente. Sin embargo, y ya lo he manifestado en varias ocasiones, la cantidad de ediles liberados (a los que hay que agregarle un surtido grupo de colaboradores) no disminuye ni por equivocación.
Vuelvo al complejo, mejor, a la información que salió publicada, y me entero de que tendrá pistas de pádel (el DRAE pone paddle: Juego de pelota entre cuatro paredes, en el que aquella se golpea con una pala de mango corto) y un espá (el mismo diccionario desconoce este vocablo). Luego me soplan –anticuado que está uno– que lo más parecido es spa, cierto establecimiento (de salud) con tratamientos a base de agua, y otro me recuerda el circuito belga de Fórmula I. Ven, al final y con este rollo, ya no sé si ir o no. Además, cerca de casa, al lado del campo de fútbol, van a instalar más pistas de paddle (o pádel). ¿No serán demasiadas? Como me estoy entrenando –con la brocha–, voy a coger una forma tal que en los próximos juegos olímpicos…
Lo que si me parece bien es la potenciación de los parques infantiles. Aunque Manolo se olvide de su promesa de que para él lo más importante no es la foto de rigor. Y la instantánea supone un fotógrafo. Y el retratista no acude caminando. Y así vayan adicionando. Al final, si lo juntan todo, es probable que el resultado de la operación aritmética –porque hay muchísimos sumandos– ascienda a otro parque más. Pero de este carro ya nadie quiere bajarse. No obstante, aplausos para la iniciativa porque los menudos necesitan espacios donde moverse y no estar todo el día delante, o detrás, de una maquinita. Ya que mencioné lo de la fotografía, en la visita al de Realejo Bajo me dejó intrigado un señor que llevaba un maletín. Y ahora que caigo, ¿ya tienen pensado que nombre ponerle? Si estiman conveniente consultarme les propondré uno. Puede que Coalición Canaria no esté de acuerdo.
Como hoy tengo que ir a sacar un certificado de residencia, preguntaré para cuándo su obtención a través de medios no presenciales. Y es que Los Realejos (El Realejo) siempre ha presumido de avanzadilla en cuestiones informáticas y en edificios inteligentes. Aunque como gobierna el PP, y la medida del retorno a la época del papelito es de ellos, pues a sacarnos las perras. Únele la subida en el precio de los combustibles y para viajar habrá que echarle mucho ingenio (o agüimes). El espectáculo en la diferencia de criterios que están utilizando los ayuntamientos canarios para obtener este certificado es digno de enmarcar. Es semejante al desbarajuste del equipo que rige los destinos patrios.
Me extraña que no se haya creado una plataforma al respecto. Dado que en la actualidad lo que mola son las comisiones de investigación (no sé para qué si los comparecientes se acogen al derecho de no declarar) y plataformas reivindicativas. Donde más privados están con estos hechos es en La Gomera. La isla tiene menos habitantes que mi pueblo pero llevan la política adherida como un sello de correos. Chiquita movida en VGR.
Y ya que acabé en La Gomera, ahora son los técnicos los que pregonan que los hidroaviones no valen. Al tiempo, las redes sociales han vuelto a ‘calentarse’ con la marcha de los mismos hacia sus bases peninsulares. Somos un pueblo chachi.
Bueno, hasta mañana. Intentaré descansar algo porque estoy molido como un zurrón de subir y bajar escaleras. Y cada día que pasa me doy cuenta de que no tengo treinta y pocos, sino taytantos.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Curiosidades

Hoy me olvidé de los incendios, de los políticos, de la pintura, de las olas de calor, de Contador… Y me dediqué (ayer) a buscar boberías. Y me entretuve un rato. No mucho porque terminé a las tantas (de pintar). Que sí, entre pagar un pintor y viajar, ya sabes lo que elijo, así que no me queda otro remedio. Ahora bien la próxima casa que me haga –y por qué voy a perder la esperanza–, será tipo mini. Y si cuando vengan hijos (incluyan los políticos –no, esos no–) y nietos no cabemos, comemos en la acera, pero a mí no me trincan más. Ños, son muchos metros de paredes.
Y vamos con esos detalles, con esas curiosidades. Si las conocías, vale; y si no, vale también:
Letra del D.N.I. o del N.I.F.
La letra de tu D.N.I. no se pone al azar. A cada número del D.N.I. le corresponde una letra según un algoritmo que veremos a continuación. Para saberla, haz lo siguiente:
Haz la división entera del número del D.N.I. entre 23.
A cada resto se le asocia una letra según la tabla siguiente.
CÓDIGO PARA LA LETRA DEL D.N.I. O DEL N.I.F. 
RESTO
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
LETRA
T
R
W
A
G
M
Y
F
P
D
X
B
N
J
Z
S
Q
V
H
L
C
K
E

Palabras clave
Fíjate en estas dos fotocopias de sendas páginas de un diccionario (no menciono la editorial para no herir susceptibilidades) y comprueba cómo no coincide la ortografía de la palabra clave con la que abre y cierra la página respectiva. Es decir, hasta los sabios meten la pata.
El cero, el uno y el dos
Mi maestro, el único que tuve en la escuela de La Longuera, fue don Andrés Carballo Real. Y como todos los maestros de años ha era una auténtica enciclopedia viviente. A él le escuché un poemilla que versaba de la entrada del uno y del dos en el país de los ceros. Hace unos días volví a encontrarla, porque ya se me había olvidado. Hela aquí:
Graves autores contaron
que en el país de los ceros
el uno y el dos entraron,
y desde luego trataron
de medrar y hacer dinero.
Pronto el uno hizo cosecha
pues a los ceros honraba
con amistad muy estrecha,
y, dándoles la derecha,
así el valor aumentaba.
Pero el dos tiene otra cuerda:
¡todo es orgullo maldito!,
y con táctica tan lerda
los ceros pone a su izquierda
y así no medraba un pito.
En suma: el humilde uno
llegó a hacerse millonario,
mientras el dos inoportuno,
por su orgullo cual ninguno,
no pasó de perdulario.
Un septiembre raro
Me imagino que observarás cierto desliz, que le vendría muy bien a los que cogieran las vacaciones en ese mes.
Bueno, hoy es miércoles y nos hallamos a mitad de semana y casi concluyendo agosto. Leí en el periódico que las clases en Primaria comienzan el 10 de septiembre (el normal, no el anterior de tantos días) y en Secundaria el 13. Y si les digo la verdad, no tengo ni las más remota idea del lugar en el que pueda tener la maleta. Lo mismo se me perdió. Esta cabeza…

martes, 28 de agosto de 2012

Penurias

Ahora mismito el único deporte que practico (viéndolo en la tele) es el ciclismo, porque esta temporada (futbolera) será completamente sabática. No pienso perder ni un minuto en los Messi, Ronaldo, Gordillo… ¿Cómo? ¡Ah!, este último es el nuevo Curro Jiménez. ¿Y no hubo uno futbolista? ¿Ven (de ver), qué necesidad tiene uno de estos lances?
Vuelvo a la Vuelta, porque ya que comienza también la ronda (creo que se menta así) tinerfeña me viene a la memoria cuando en Longuera-Toscal concluía la denominada etapa reina. Y luego salía desde el barrio la última con destino a La Laguna. Cómo trabajaban aquellas comisiones. Qué pena por habernos acomodado. ¡Oh!, fíjate tú que  ayer me llegaron las quejas de una jovencilla ante los ruidos de las obras de mejora en la vía principal que no la dejaban dormir plácidamente hasta las tantas. ¿Crisis? ¿Dónde?
No debe haberla en esa familia ideal que tan bien describiera doña Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, para explicarnos la reestructuración de las ayudas a los parados de larga duración. Sí, esa unidad de cuatro miembros, pareja y dos hijos (en paro), pero en la que entran ocho mil euros mensuales. Y tiene razón la pobre mujer. Es un sueldito normal, tirando a bajo, pues su compañero (de fatigas) Guillermo Collarte las pasa canutas con sus cinco mil cien (antes ganaba doce mil). Me están entrando unas ganas terribles de mandar este blog para cierto lugar, ponerle un candado a todo lo que me suponga pérdida de tiempo y comenzar a hacerle la pelota a todos los políticos amigos para que me nombren asesor. Es mi ilusión. De lo que sea.
En mi rincón de las letras menudas suelo cambiar, allá cuando se me ocurre o se me enciende la bombilla (otra pérdida de tiempo), las décimas. En el que te hallas en este momento, solo dos, las titulé ‘La otra Gomera’, e intento dar mi parecer de la peculiar manera que se vive la política en aquella isla. En Pepillo y Juanillo (II), el de las fotos, decidí contar las peripecias en mi faceta de pintor de brocha gorda. Reconozco que no se me da mal, pero llevo un cansancio acumulado digno de tomarme unas buenas semanas de descanso absoluto (de asesor, por ejemplo). Son las denominadas penurias. Oye, los más de ocho mil mensuales me tiene intrigado. Como no sea un matrimonio ‘político’.
Jueces y fiscales –no tú y yo, que somos unos nadie– dudan de la efectividad del endurecimiento de las penas a los autores de los incendios forestales, que no pirómanos (estos irían a un siquiátrico). Claro, si en la actualidad se les condena a cuatro años y con la nueva ley a cinco, no creo que se disuadan demasiado. En EE.UU. está implantada la pena de muerte y no se vislumbra un descenso en el número de delitos, más bien todo lo contrario. Muchos gobernantes (empiecen por el presidente y acaben con el último concejal) deberían ponerse un punto en la lengua cada vez que se queman unas hectáreas. Además, haz un repaso cronológico del incendio habido en La Gomera, por ejemplo, y te percatarás del paulatino descenso en la gravedad de los hechos, hasta concluir en que según los informes viene a resultar que tampoco son tan malos pues constituyen un factor de regeneración de nuestros bosques.
Lo que no varia, inexorablemente, en la Isla Colombina son los procederes, el ataque furibundo al adversario político, que se me antoja es considerado, en la inmensa mayoría de las veces, enemigo. Da la impresión de que el exigir responsabilidades lleva implícito el insulto y el que se la corten, a ser posible, y no la luz eléctrica.
El alcalde de Gran Rey, quien parece olvidar que pertenece a una organización política (los malos son los otros), lleva unos días criticando la normativa que regula las ayudas a los damnificados. Que se realizó de cara a la galería y que se podrán acoger muy pocos a las mismas (contados con los dedos de una mano). Me estuve leyendo el Decreto 75/2012, de 17 de agosto, y no columbro las restricciones que él pregona, pero que no concreta. O es que pretende colocar un saco lleno de billetes en el Nereida Díaz Abreu y que cada cual vaya cogiendo lo que estime conveniente. Claro, ahora nadie vio los cañaverales, nadie vio construcciones ilegales, nadie sabía si la norma urbanística era o no adecuada…
Lo positivo es el descontento ciudadano, esa plataforma “apartidista” (cuéntenme una de chinos a ver si me río) que se va a manifestar libremente para expresar su enorme enfado. Atisba Miguel Ángel Hernández que los ‘tiros’ se dirigirán contra esa “gente de dudosa moral que ha provocado el distanciamiento del pueblo hacia la política”. Espera el señor alcalde que el próximo 1 de septiembre ese acto no sea manipulado políticamente, ni de forma tendenciosa.
Yo no vivo en La Gomera, ni vivo la política de esa manera, pero creo, Miguel Ángel, que tu partido está cayendo en lo que critica. Y los tuyos –entre los que tú juegas un papel destacado–, llevan intoxicando el ambiente en redes sociales y medios de comunicación tradicionales utilizando idénticas armas a las que dicen combatir. Ese movimiento ciudadano, “nacido al calor de los rescoldos”, también está viciado. Y malo, casi perverso, considero ese parto encendido. Me parecería interesante que lideraras esa regeneración que necesita la isla, pero desde el diálogo y el consenso. Lo otro es más de lo mismo. Nadie es culpable, pero entre todos la dejaron quemar.
Ojalá llegue el día en que alguno reflexione y se cuestione el que si todos eluden responsabilidades y las culpas siempre son del contrario (discurso unánime de todas las formaciones políticas), ¿qué es lo que falla entonces? Y los ciudadanos de ese maravilloso valle, que los votaron a ustedes porque estaban cansados de los espectáculos que organizaban los de ‘dudosa moral’, se están percatando de que, como decía aquel anuncio publicitario, todos venden lo mismo, ustedes también. Lo malo es que nadie quiere verse su joroba. Y un paisano de Chipude, en amena conversa tiempo atrás, me espetó: “Miedo me dan los salvadores que viven en Tenerife”. No lo capté en aquel momento, pero ya lo voy cogiendo. Mi sagacidad no alcanza el cuarto de luz del chipudense (chipudano, chipudero).
Un día habrá una isla que no sea silencio amordazado… ¿Nos habremos extralimitado, estimado Pedro? Sigo expectante por si Casimiro, Miguel Ángel, Manuel Ramón, Néstor, Ángel Luis, Solveida o Jaime Luis se deciden invitarme más que sea tres o cuatro semanas por aquellos lares entre esos visitantes ilustres que piensan llevar. Que ya va siendo hora de que me las eche un fisco.

lunes, 27 de agosto de 2012

Allá donde fueres

Haz lo que vieres. Eso reza el refranero antiguo español. Parece obvio, o al menos eso pensamos los que ya hemos cumplido uno cuantos. Aunque el tema de la globalización, la inmediatez informativa a través de ese artilugio denominado Internet, está dando lugar a situaciones extrañas. En los últimos años de docencia activa, siendo normal que en cada centro el número de alumnos extranjeros constituya una cantidad bastante considerable, ya se comenzaba a vivir situaciones que rompían más de un esquema. Y no es mi intención dirigirme hacia los controvertidos asuntos religiosos que traen a mal vivir a más de un gobierno (ahí tenemos el debate candente de la utilización del burka). Porque en el diario desenvolvimiento de una jornada escolar, siempre se atisban comportamientos anómalos. Entre los que es bastante frecuente el afloramiento de actitudes que te chocan, no sin cierta sorpresa, con el cliché que tu intuías del país de procedencia. Significativo, por haberlo vivido directamente en al menos un par de ocasiones, el que yo mento como caso cubano. Puede que sea el soltar cadenas (y ya me entienden por el régimen político existente en la Perla del Caribe) lo que conduce a situaciones asaz grotescas. Vamos, que pasan al otro extremo –se te suben a las barbas, para entendernos– con una facilidad pasmosa. Son como los loros puestos en libertad que trincan una huerta de millo y destrozan las mazarocas (mazorcas, en fisno) que es un disgusto ir luego a coger las piñas porque te llevas tremenda sorpresa. Iba a poner el ejemplo de las jóvenes de los colegios de monjas, pero me contuve.
Suelo meter la pata con frecuencia por no saber estarme quieto. Pero procuro documentarme antes de sentarme ante el ordenador a teclear estos párrafos. E insisto que sin tener la obligación que debe exigírsele a un periodista (ya lo insinuaba Juan Cruz en una entrevista que le realizaron ayer en Diario de Avisos), intento no solo ser respetuoso en mis comentarios (que no informaciones), sino que las líneas redactadas tengan un mínimo de consistencia. Perdón por la reiteración: para lo otro está el feisbuc.
Y ya llegué adonde pretendía, a esta red social que, por lo visto –aun consciente de que la transito poco–, y como fiel exponente del puritanismo estadounidense, persigue antes una fotografía con ligeros tintes de ‘enseñanza’ que comentarios con un léxico y contenido merecedores de al menos un ligero tirón de orejas. Deberá ser, me imagino, los inconvenientes de la traducción.
Así, pues, enlazando los argumentos anteriores, y dejo a tu consideración las valoraciones pertinentes, plasmo seguidamente estas tres guindas (textual):
Viviendo en el comunismo del PP!! Acatando lo que dicen y sin poder hacer nada, no hay derechos ya en este país. Impotencia absoluta!!!!
Volviendo a casa caminando porque un maldito guardia civil me ha echo parar el coche por no llevar carnet!! Me cago en la puta madre de todos los civiles.
Llegar hasta el punto de tener que aguantar a un HIJO DE PUTA DE GUARDIA CIVIL RACISTA... Y que me diga que tengo q mejorar mi comportamiento que ya no estoy en Cuba... HIJO DE PERRA, IGNORANTE E INÚTIL.
Se dice, se comenta que los que hemos dejado de fumar, y mucho antes que se impusieran los recortes, somos los más radicales a la ahora de expresar las molestias del humo de los cigarrillos en cualquier lugar. Estimo que estas cuestiones no se pueden argüir tan a la ligera, pero cuando leí los tres párrafos de marras pensé en mi primo Juan Antonio, el responsable de la Autoescuela El Tejar, y que tantos e interesantes reflexiones nos deja en esta misma red social aludida (como el particular caso de circular en las rotondas y que demasiados quebraderos de cabeza provoca en la denominada de ‘Ambrosio’ –o fuente luminosa, a ratos– en el Polígono de San Jerónimo). Porque se habrá echado las manos a la cabeza cuando lee que el individuo en cuestión se ha molestado (acepción benigna de cabreado) porque la policía de tráfico se ha limitado a cumplir con lo reglamentariamente establecido.
Si por un causal se me ocurriera calificar el conjunto de buenas intenciones y lindezas con las que piropea el sujeto a quienes tienen el deber de velar por la seguridad en las carreteras, puede que sea tildado igualmente un servidor de racista por quien ha sido acogido, y parece que no integrado, en el territorio patrio. Estas particulares muestras de agradecimiento son las que chocan sobremanera y te dejan patinando en seco (con carné y en un circuito adecuado). Con elementos así, imagínense ustedes que no tuviéramos agentes en las vías: nos comeríamos (metafóricamente escribiendo).
Me asalta la duda de si no llevaba el carné porque se le había quedado olvidado en casa o porque no lo había obtenido todavía. Porque en el segundo caso, y ya nada me extraña, lo de ignorante e inútil (soslayo las otras perlas ¿del Caribe?) bien podrían ser aplicadas al antillano. Pero ni me pasa por el magín elucubrar con tal posibilidad, no sea que me espete el contenido íntegro del artículo 14 de la Constitución Española, que no debe ser idéntico al correspondiente en la República de Cuba (que sí consagra la dignidad del ser humano, aunque para algunos ‘rectos compatriotas’ deban excluirse los que lleven uniforme verde, y a los familiares más directos de los mismos me remito).
Había otros asuntillos en cartera, pero los dejaremos para mañana. Oye, he tenido excelentes alumnos de las más diversas procedencias, etnias y religiones. Insisto, encantadoras personas y mejores estudiantes. ¿De los otros? Alguno, escasos. Para mí que estas formas, que me corrijan los psicólogos, son un mecanismo de defensa ante un evidente complejo de inferioridad.

viernes, 24 de agosto de 2012

Ortografía

Hace unos días me recordaba una exalumna lo bien que le vinieron algunas rabietas de su profesor de lenguaje para lograr que ahora escribiera con cierta soltura y sin faltas de ortografía. Ello me produjo enorme satisfacción porque al susodicho (maestro) lo conozco bien. Y como hoy se priva todo el mundo por llevar la contraria y plasmar los párrafos al más puro estilo de Rajoy (con recortes), me alegra de que alguien reivindique la importancia de esas normas que rigen el uso correcto de la lengua (escrita).
Siempre me gusta hacer la salvedad de que antes eran los denominados duendes tipográficos los artífices de las erratas de rigor. En la actualidad podremos convenir que serían, en todo caso, los informáticos (duendes) los que te juegan malas pasadas de vez en cuando. En especial cuando pasamos el corrector del procesador de textos utilizado (Word en la mayoría de las veces) y nos cuela más de un gazapo.
Si yo fuera periodista (de Redacción), a buen seguro que me habrían ubicado en el departamento de cierre (no sé si se menta así), al menos para revisar los titulares, en los que, inevitablemente, se deslizan yerros casi tan peligrosos como los incendios que hemos sufrido este verano.
Ayer jueves, en el sentido que venimos comentando, no fue un día demasiado afortunado para el digital GomeraNoticias.com, porque tuvo a nuestra disposición, junto a una fotografía de un brote de un cañaveral, el siguiente titular: “El incendio no ha sido tan debastador como parece”. Que introducía un informe del profesor José Ramón Arévalo (Ecología, Universidad de La Laguna) y que fue remitido al periódico por Álvaro Ladrón de Guevara. Dejo el enlace: http://www.gomeranoticias.com/article/%E2%80%9Cel-incendio-no-ha-sido-tan-debastador-como-parece%E2%80%9D (ignoro si será o no corregido con posterioridad a la inserción del post en el blog). Hago constar, asimismo, que he resaltado en negrita la palabreja de marras. Entiendo que se refieren a devastador (que devasta). Y devastar es sinónimo de destruir, arrasar, asolar, reducir a cenizas, que puede ser el vocablo correcto para ese estudio (léelo tú, si te apetece).
No sé quién fue el culpable, pero raro me parece. Porque si tuviste la paciencia de realizar el ejercicio encomendado, o tarea propuesta (leer el artículo), te habrás percatado de que aparecen también unas lindas hiervas silvestres (vuelve a ser mía la negrita) que me volvieron a descolocar sobremanera.
Como ante la duda, la mejor medicina es siempre el diccionario, me tropecé con desbastador (herramienta que sirve para desbastar). Y hete aquí que yendo al verbo en cuestión: 1. Quitar las partes más bastas a algo que se haya de labrar; 2. Gastar, disminuir, debilitar; 3. Quitar lo basto, encogido y grosero que por falta de educación tienen algunas personas.
Me temo, no obstante, que el incendio en el barranco de Gran Rey no se limitó a desbastar, sino que fue más allá y devastó todo lo que halló a su paso, no solo lo basto y silvestre (incluyan las hierbas).
En la misma edición del precitado digital tropiezo con un hermanamiento entre las Asociaciones Iballa (Tercera Edad, San Sebastián) y “Toscal” de Romero (o “Toscal del Romero”, como se expresa en el cuerpo informativo). Vuelve a asaltarme la duda del quién fue el informante y del cómo se recibió la nota en la redacción, pero los realejeros pertenecientes a la Asociación  de Vecinos Santa Marta, de las Toscas de Romero, se habrán extrañado tanto, o más, que un servidor.
Estas observaciones las hago con toda la buena intención y máximo cariño didáctico. Con el único y exclusivo deseo de que velemos por la pureza del español. Y ahí los medios de comunicación deben ser tremendamente exquisitos. Casi todos presumen de libros de estilo. Pues que sea algo más que un capítulo de buenas intenciones. Que no todo puede reducirse a copiar y pegar. Como es obvio, nadie me paga por esta tarea diaria de Pepillo y Juanillo, y, sin embargo, me lo tomo con cierta disciplina y hago un esfuercito para que estas opiniones gocen del conveniente rigor. Si no, me quedo en mi casa.
Como se aproxima otro fin de semana, dos pinceladas para concluir.
Vuelven los toros a TVE tras seis años de sequía. Estaba tardando el PP en destacar otro símbolo patrio, otro orgullo nacional. Me imagino que en la primera del retorno estará (lugar preferente) don Mariano con su puro y Aznar con su copa. Qué menos.
No comparto la detención de un individuo en Las Teresitas que se hallaba sacando fotografías con su móvil a unas féminas que hacían topless. ¿No estaban en un lugar público? Si no quieren que se las retrate tienen dos opciones: ponerse el biquini o ir a una playa nudista.
Lo dicho: feliz fin de semana.

Nota de última hora: A las diez de la noche, cuando iba a programar esta entrada, vuelvo a echar una visual a Gomera Noticias y me llevo esta sorpresa, que seguro no te dejó abrir el enlace anterior (ya cancelado): http://www.gomeranoticias.com/article/%E2%80%9Cel-incendio-no-ha-sido-tan-danino-como-parece%E2%80%9D. Aunque seguí localizando unas lindas hiervas. Si hay alguna otra novedad, la pondré en ‘comentarios’. Me voy a acostar que estoy cansado de tanta brocha (si no te lo crees, pasa por casa que tengo una de repuesto).

jueves, 23 de agosto de 2012

Protagonismo soriano

Tengo tantos entretenimientos, afortunadamente, que ni me había enterado de que ya empezó el fútbol. Síntoma inequívoco de que veo poco la tele últimamente. Eso, sí, procuro estar debidamente informado para luego atreverme a redactar estas líneas. Y ayer me llamó la atención un par de cosillas, o tres. ¡Ah!, el ciclismo me encanta: un hombre, una bicicleta y tira pa´rriba.
Vislumbro un titular en la sección de sucesos:  “Detenido en Tenerife por apropiarse de 193 décimos del Gordo sin pagar”. Leído así, tal cual y sin anestesia, te deja patidifuso. Para mí, no sé para ti, esos décimos son de los que obtuvieron el primer premio en el sorteo navideño de la lotería. Y siendo así, el ladrón (supuesto) tendría que estar dando brincos sobre una pata sola. Porque a 400.000 euros por cada uno, ese hurto ascendería a la módica cantidad de 77.200.000 euros. Una nimiedad, vamos. Pero como siempre ocurre con estos llamativos reclamos periodísticos, si vas unas líneas más abajo te enteras de que había retirado esos décimos en una administración (lo hacen asociaciones de vecinos, grupos folclóricos, equipos de fútbol…) y se había olvidado de ir a pagarlos. Y es que un despiste lo tiene cualquiera.
Los hoteleros de La Gomera recurren a sus clientes ilustres para que vuelvan a la isla y dar así una imagen de que el incendio ha sido un traspiés, pero que la magia natural colombina sigue ahí para deleitar a todos cuantos se acerquen a patear sus caminos y adentrarse en esa joya de la laurisilva. Los Príncipes de España, la señora Merkel y otros significativos personajes han sido invitados. Y yo que la llevo visitando desde 1962, y casi siempre me he alojado en los mismos apartamentos, qué. ¿Estaré en ese selecto grupo de ilustres? Pues no, ni Casimiro, ni Nicolás, ni Alicia, ni Manolo, ni Pilar… me han insinuado un garbeo. Chacho, chiquita desgracia.
Pero vamos a lo importante y que da pie al post de hoy. Recuerden que aludía mi alcalde, en la entrevista que fue objeto de comentario el pasado martes en este blog, a unos denominados reinos de taifas. Y aseguraba haber acabado con ellos. Pues como a Manolo no lo calla nadie, ni debajo del agua (eso dice), ya está tardando en salir a los medios de comunicación a retractarse de sus palabras o, en su defecto, llamar a su jefe regional para que le aclare el afer montado con Montoro. Porque vaya espectáculo que nos han brindado los ministros. Parece que el señor Soria, no contento y conforme con sus disputas canarias (versus Paulino), quiere incrementar su prestigio en ámbitos superiores. No va a permitir, lo de currito siempre se le ha dado bien, que nadie toque sus competencias. Faltaría más, hasta ahí podría llegar el colega de Hacienda. Y le recalca: "Las competencias en el seno del Gobierno están muy bien delimitadas y cualquier tipo de propuesta o medida en materia de reforma energética corresponde al Ministerio de Industria”. Y de Turismo, le añadiría yo. Para explicarlo mejor a los pobres ignorantes, como yo mismo sin pensar en otro, añade que cuando se modificó el IRPF y se incrementó el IVA fue el de Administraciones públicas quien elaboró la propuesta que luego, colegiadamente, la aceptó el Gobierno. Recuerden, del PP, y como bien sabemos "en su ideología no está el subir tipos impositivos de ninguna figura tributaria".
No sabe Cristóbal con quien se está jugando los cuartos. José Manuel no se equivoca nunca. Jamás. Y si mañana debe argumentar y esgrimir lo contrario, se hace. Y punto. Si tiene que calentarle las orejas al presidente del cabildo gomero por haberse ausentado un día de la isla durante el pasado incendio, se le importa un pimiento que le saquemos el triste episodio de cuando otra tragedia similar en Gran Canaria, siendo él la primera autoridad insular, y que dio lugar al pertinente salto de Zapatero, estimó conveniente aprovechar cierta invitación para viajar por esos mundos con todo lujo de comodidades, y con todos los gastos pagos. Lo mismo comió salmón en el almuerzo.
Creo, Manolo (volviendo al Realejo), que esa apuesta tuya de unidad, compañerismo y buen rollo que predicas en el pueblo (y que no dudo pueda ser así), no se corresponde con esta imagen penosa de un ejecutivo desnortado, falto de ideas, contradictorio, veleta y, hasta si me apuran, esperpéntico. Con un jefe (nacional) que no da más de sí, da más de no.
Lo mismo sería oportuno enviarlos a Marte, que el Curiosity y los posibles habitantes del planeta rojo pueden sujetarse más a este tipo de experimentos. Aunque la nave, que va a realizar su primera excursión por tan lejanos territorios (tres metros), ya tiene un sensor del viento estropeado. Y como es una de las piezas de la estación meteorológica (aportación española en el proyecto), qué quieren que les diga. Lo mismo la confeccionaron con material de la chatarra del Riquel (Icod de los Vinos). De pena, Mariano. Y pon orden en el gallinero. Y recuérdale a tus ministros peninsulares que aquí en Canarias sabemos algo de peleas de gallos. Y el canario tiene unas espuelas de armas tomar. De artificiales, nada. Ándate con cuidado. Pásale el recado a Ricardo Romero, más conocido como Cristóbal Montoro. De nada.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Toscal-Longuera, ¿un barrio dormitorio?

En más de una ocasión hemos tenido la oportunidad de referir­nos al hecho que da título a este comentario. El volver, pues, a in­sistir viene determinado por una serie de acontecimientos que in­tentaremos aclarar.
Harto sabido es que el barrio de referencia está constituido por un numeroso grupo poblacional en franco desarrollo. Ello deter­mina una floreciente actividad comercial que implica más de un quebradero de cabeza en cuanto a la organización del tráfico ro­dado.
Aquellos pequeños núcleos de El Toscal y La Longuera han quedado relegados a ser un capítulo más de nuestra pequeña historia. El ritmo trepidante que se imprime en las construccio­nes, la avalancha de nuevos po­bladores, el incremento de ma­trícula en el colegio –hecho no­vedoso, cuando la tónica general es el descenso continuado–, van conformando una especial fi­sonomía en Toscal-Longuera.
Sin embargo, se echa en falta nexos de unión entre los vecinos. Cada cual tira por su lado, y a escapar como se pueda. Un sa­ludo –un mascullar entre dientes en el encuentro en aceras y es­caleras de los edificios– es, tal vez, el único síntoma de esa amistad vecinal.
Ingentes cantidades de perso­nas duermen por estos lares; pocos, muy pocos intentan hacer algo por el progreso y bienestar de la comunidad. El trabajo, los intereses particulares están lejos de estos contornos, sobremane­ra en la vecina ciudad de Puer­to de la Cruz. Nos vamos, poco a poco, sintiendo extranjeros, forasteros en nuestra propia tierra.
Y surgen los problemas, sur­gen las diferencias, muchas ve­ces abismales. Que me asfalten la calle, que me recojan la basu­ra, que las bombillas sean buenas y no se fundan, qué pena que el colegio no tenga comedor para que me atiendan –me cui­den– a los niños durante todo el día, que...
Y todo para dormir en el ba­rrio. ¡Si por la noche todos los gatos son pardos!
Una Asociación de Vecinos sumida en el mayor de los ostra­cismos, hundida –por eso se llama La Barca– en el más pro­fundo hoyo, en el más profundo abismo, que no puede arrancar por la desidia de casi todos, en especial de un numeroso colec­tivo que, bien asentado en el barrio, no ha querido ser partícipe de la vida de la comunidad, y que, incluso, se niega sistemáticamen­te a inscribirse en el padrón mu­nicipal de habitantes de Los Realejos por temor a perder el privi­legio de poseer el carné de las instalaciones del Lago de Mar­tiánez.
Y es que ya nada puede extra­ñarnos cuando existen verdaderos problemas hasta en la realización de las Fiestas.
En los barrios de estos contor­nos –me imagino que en todas partes será igual– la comisión saliente nombra a los miembros de la nueva, la del año siguiente. Único re­quisito para ello, que el nombra­do viva en el entorno. Y llega lo fácil: yo no puedo, estoy dema­siado ocupado, incluso algún ilu­so exclama que no sirve para eso. Otros ni siquiera se dan por alu­didos. Luego, sin embargo, todos harán causa común a la hora de las correspondientes críticas.
De este último apartado, por razones obvias, podría estar es­cribiendo largo y tendido. No obstante, prefiero hacer un lla­mamiento a la responsabilidad de cada cual. De lo contrario habría que hacer una reflexión seria, serena, meditada sobre las actitudes de los cómodos, de los que con ellos no va el invento.
Lo más triste de este caso es que también se estén prestando al juego los propios políticos. Bueno sería recordarles que los hechos se demuestran en todas las facetas, aquí y en el otro lugar. Si también nos quieren demos­trar que el barrio solo sirve para que vengan a descansar sus ilus­tres posaderas, arreglados vamos.
Bueno, creo que sería preferible dejarlo por hoy y esperar acontecimientos. Todos tenemos derecho a recapacitar y rectificar cuando hubiere menester. Si ello así no fuese, tendríamos que insistir, que temas para tratar no faltan. Esperemos que no haya oportunidad para una próxima oca­sión.
Ayer martes acabé cansado de dar unos brochazos en casa. Con el calufo en la azotea y la pintura blanca, y dado que Manolo (el alcalde) no me mandó un peón por dedicarle el post, me eché un rato a ver la etapa de la Vuelta y casi no subo a Valdezcaray. A varios kilómetros de la meta estaba frito. Puede que sean los años, pero no tengo perras para pagar un pintor. ¡Ah!, y aunque bastante raro, no tenía ganas de escribir. Me fui al baúl de los recuerdos y rescaté el texto que acabas de leer. Fue publicado en El Día (cuando no era independentista ni en este pueblo le habíamos roturado una calle a su director-editor-propietario) el 4 de octubre de 1988. Desde ese entonces, veinticuatro años, las fiestas han ido con la proa pa´l marisco. De las de aquel año algo sé. Y un buen grupo de amigos también. Creo que sigue habiendo poca implicación de los habitantes de la zona baja del municipio. Lo que sí me consta es que el cura está haciendo buena labor.
Espero que mañana se me haya pasado la fatiga. Es que el frío se combate con abrigo, pero en estas etapas de la vida ya uno no está en época veraniega para ir descubriendo sus vergüenzas.

martes, 21 de agosto de 2012

Lo dice Manuel Domínguez

El pasado domingo tuve la oportunidad (me imagino que ustedes también) de leer una entrevista realizada al alcalde realejero (de ahí el titular) en Diario de Avisos. Espero que Moisés no me pelee por ‘robarle’ las fotos. Y las respuestas de Manolo me dieron pie al comentario de hoy martes en este blog. Porque ayer lunes creí conveniente detallar las últimas pinceladas del incendio que asoló los montes gomeros y que aún no está completamente extinguido.
Que el PP pretenda revalidar su mayoría absoluta en 2015 entra dentro de los cálculos de la normalidad, algo lógico en la dinámica partidaria. Idéntico discurso esgrimiría otra formación política en el supuesto de ostentar la responsabilidad de gobierno. Opinar lo contrario sí que sería raro.
El periodista, el amigo Luis Febles, nos sorprende en su exordio con estas líneas: Sin papanatismos y desvistiéndose de cualquier floritura dialéctica, Manuel Domínguez (Tenerife, 1974), desgrana desde su despacho municipal las necesidades de una tierra que pide urgentemente una diversificación comercial real y una política donde los problemas de los ciudadanos primen antes que el postureo de la foto de rigor. Manda bemoles, ni Miqui (¿o Miki?) en sus mejores tiempos haciendo un cuento navideño (y perdón por la comparación, odiosa como siempre). Te quedó guay, pero te pasaste una miajita apenas con la palabreja ‘postureo’. No la encuentro, tú.
Y hecha la salvedad, no coincido con mi alcalde en lo de la foto de rigor. Porque todos los políticos, desde el último concejal hasta el mismísimo presidente, se privan por un retrato. Basta echar unas visual a sus muros de FB. Parecen émulos de grafiteros. Le propongo un reto: cárguese los gabinetes de protocolo y prensa, dedique ese dinero a las familias necesitadas y me creeré lo de que no le gustan las instantáneas gráficas.
Extraigo ahora este párrafo: Amante confeso de la seguridad y con el infalible remedio de la prevención, entiende que en la tragedia de los últimos incendios “algunos no debieron jugar a ser técnicos”. Sí, señor, completamente de acuerdo; si usted no fuera del partido que es, lo mismo le votaría en las próximas elecciones. Y que conste que no es Manuel Domínguez el que me desagrada, pero me acuerdo de Soria, de Esperanza, de Cospedal, de Camps, de Gallardón, del mismo Mariano… y atisbo, si me apuran, ciertos tintes de incompatibilidad. No sé, lo mismo son manías mías.
Y con respecto a los incendios, prosigue: “Desde mi punto de vista, no es hora de tirarse trastos a la cabeza entre las distintas administraciones públicas; hay que hacer un examen exhaustivo para que no vuelva a suceder lo ocurrido”. No quisiera pensar que lo manifiesta de cara a la galería, porque otros militantes populares no opinan igual, o no predican la misma doctrina. Ahí tiene a la señora Bento propagando las consignas del ministro de Industria y Turismo, cuando no es este directamente el encargado de propalar lo contrario de lo que usted sostiene. Qué pena me dan cuando el único argumento válido es el ‘y tú más’. Qué sensación de escasa preparación para estar donde están. Me alegro de convenir en lo de los trastos (sin dobles).
Manolo Domínguez afirma que ha acertado en las personas que le acompañan en la gestión municipal: hombres y mujeres disciplinados que trabajan por el bien colectivo. Y añade que por fin se han roto los reinos de taifas. Yo pensaba que cuando hacía referencia al colectivo era para señalar al pueblo, a sus gentes, a los ciudadanos contribuyentes. Pero cuando espeta, seguidamente, lo de los reinos de taifas me deja en treinta y tres. Porque cambia por completo mi interpretación y estimo que ahora el vocablo alude al grupo de gobierno. Y que, obviamente, en los mandatos anteriores cada cual iba por su lado y hacía lo que le venía en gana sin que nadie dirigiera el cotarro o pusiera un mínimo de sensatez y ecuanimidad en la gestión municipal. ¿Es eso? Qué mal quedaron Santiago, el que lo sustituyó, José Vicente y Oswaldo.
Además, y voy a serle sincero, entiendo que, por su cargo orgánico, en las próximas hará, como mínimo, doblete. Y si las cosas salen bien, que se quede Adolfo en El Realejo. Porque su partido necesita ‘caras de hombres buenos’ en otras esferas (que sí, Manolo, lo vires pa´donde lo vires), pues el desgaste nacional urge ser compensado con jugadas de imagen. Tú mismo reconoces en la entrevista que de mayoría absoluta a nivel nacional nanai del peluquín. Lo malo (y bueno para ustedes) es que el PSOE bien poco está poniendo de su parte para que la confrontación se iguale un fisco.
Otra coincidencia con un servidor: Soy de los que normalmente veranea en casa y en las pocas vacaciones que he tenido voy al Sur de la Isla y a Lanzarote. Lo he hecho durante muchos años y en este sentido creo que Canarias aporta tranquilidad, cultura, sol y playa, y ese beneficio que buscamos durante esa etapa lo podemos encontrar en nuestra tierra mejor que en cualquier otro lado. Hombre, lo del Sur, para un blanquecino (blanquiño, diría, quizás, un gallego) como yo, un par de días y va que chuta. Pero de garbeo por las islas, me apunto. Puede que le haya faltado la coletilla de que ‘por ahí pa´fuera hay muchos mosquitos’. Seguro que José Manuel le hubiera aplaudido desde su residencia veraniega (ilegal, pero él no pregunta esas cosas, sino si hay jacuzzi, pista de paddle y cañas de pescar).
Por cierto, Fred Olsen, y no es propaganda, ya nos lleva desde Las Palmas a Morrojable en 90 minutos (ofertas de lanzamiento muy interesantes), así que a conocer nuestra tierra, no hay excusas; más barato que ir a Las Américas, Los Cristianos o Playa la Arena.

lunes, 20 de agosto de 2012

Secuelas incendiarias

Ayer domingo me enteré de que el presidente se había dado un salto desde su residencia veraniega del Coto de Doñana hasta la aldea de El Rocío. La información no señalaba si el traslado lo realizó en helicóptero, en un 4x4 o en caballo (o yegua, que tanto monta, sin dobles). Parece ser que en el caserío almonteño se celebra el Año Jubilar Mariano, y, como su propio nombre indica, qué mejor que la presencia del señor Rajoy para dar realce al acontecimiento. Me imagino que de paso habrá comprado un par de décimos por si la suerte le acompaña en esta travesía no demasiado placentera. Y los periodistas acudieron ávidos, pues las presencias del gallego no suelen ser muy frecuentes en estos últimos tiempos, aunque si la prima de riesgo continúa bajando, mejor sería que siguiera oculto una temporada más. Vino a declarar don Mariano que siempre nos estamos quejando por asuntos materiales (lo dice él que dispone de buenos sueldos, al menos tres reconocidos y dudosamente cuantificados), sin percatarnos de que somos personas con alma y eso es muy bonito. Si la susodicha (alma) nos diera de comer y nos trajera el sueldo bajo el brazo, sería maravilloso. Hasta yo estaría dispuesto para volver a Matalascañas, darme un garbeo por la Torre de la Higuera (el famoso Tapón) y parar un rato en la verja (no la de Gibraltar).
Fiel seguidora de la línea trazada por el jefe supremo es la señora Delegada del Gobierno en Canarias, doña María del Carmen Hernández Bento, quien, en otro episodio más a sumar en su brillante trayectoria, debió confundir cleptómano con pirómano y casi llena la cárcel de sujetos fogosos. Declaró solemnemente que ya había detenidos en relación con el incendio de La Gomera. Al día siguiente tuvo la Guardia Civil que desmentir tal hecho, afirmando que se ha procedido a interrogar a varios individuos, pero nada más. De seguir los consejos de Paulino Rivero (entre pirómanos anda el juego), a buen seguro que ya habría encerrado al ministro que se aloja en un hotel ilegal de Lanzarote, porque por en esos mundos de pa´fuera hay mosquitos, y que nos es otro que su otro jefe (canario), a saber, don José Manuel Soria. Cuando era vicepresidente autonómico no tuvo reparo alguno en apoyar la tele y policía canarias y ahora se le ha pasado la visión al ojo trasero (porque lo ve todo al revés).
Un buen número de chalangueros se ha reunido en el campo de fútbol de Gran Rey convocados por no sé qué plataforma. Y se elaboró un comunicado en el que, sin mentar organización política alguna, se puso de manifiesto que “la evidente negligencia derivada de la mala actuación de las diferentes administraciones nos ha llevado a este desastre”. Al tiempo, el alcalde de aquella población, Miguel Ángel Hernández, ha declarado que “la sociedad civil ha estado por encima de los políticos”. No sé de qué se extraña el mandatario municipal si ya en su campaña estimaban (Socialistas por La Gomera) que el resto de formaciones habían conducido al caos a la población mediante las nefastas gestiones de gobiernos anteriores. Para estar por arriba de los políticos no es necesario un esfuerzo demasiado grande. No obstante, estimo que mala táctica el buscar responsables siempre fuera del entorno del que se habla. Culpables siempre los otros, parece ser la máxima que impera. El polvorín que constituía la vegetación del barranco no fue percibido ni siquiera por el que vivía justo al lado. Solo era visible el encauzamiento de su tramo final y el peligro de las posibles avenidas. ¿Cuándo será el día en que TODOS seamos capaces de remar juntos para buscar soluciones y no dedicarnos a poner zancadillas jugando con manejos barriobajeros a la obtención de réditos políticos?
Nos sumergimos en un lodazal inmundo y no nos recatamos lo más mínimo a la hora de disparar (dialécticamente). Sería oportuno que los dirigentes fueran capaces de rebobinar cada equis tiempo. Y ser sometidos a un control antes de acogerse al veredicto cuatrienal de las urnas. Con la posibilidad de ser penalizados por tales infracciones. ¿O acaso es normal que lo estipulado en un programa electoral sea borrado de la faz de la tierra a los dos minutos de ser publicado el escrutinio? ¿Cuántos disparates salen de las fauces (vocablo malintencionado) de cargos públicos, sin pudor alguno y sin que ni uno de ellos sea capaz de un posterior desmentido, disculpa o justificación? ¿Te pongo ejemplos? Creo que no vale la pena.
El ejecutivo canario, a través de sus portavoces en la tele de Willy, no se ha cortado ni un pelo al valorar como un rotundo éxito la arribada de unos hidroaviones marroquíes, merced al viaje de Rivero a Marruecos y las excelentes relaciones con el monarca alauí. No tardó quince segundos el gobierno de Madrid en soltar lo de nanai de la China, que los guapos somos nosotros y el moro nos quiere más. Curbelo acusa a Soria de ir a sacarse la foto, mientras a él le espetan que se montó en el Benchijigua para ir de salvador al Puerto de Vueltas. Los periodistas ‘accidentan’ a un miembro de la UME por inhalación de humo, mientras Santiago Díaz (el portavoz militar) corrige que fueron ellos los que sacaron a un brigadista forestal…
Y todavía quedan rescoldos (más en los medios; ¿este un ejemplo?: ojalá). Y nacen plataformas como hongos (que se presenten en las próximas). Y todos contra Casimiro (que se jubile). Y las redes siguen ardiendo (hay que pescar). Y yo soy más honesto que tú (demostrado científicamente). Y tú eres más cachanchán que yo (catch as you can = cógelo como puedas). Y viene otra ola de calor (cambien al Kamov por el Kampoff). Y que no se desvíe ‘Gordon’ (monitorízalo a conveniencia)…
Hasta mañana.

sábado, 18 de agosto de 2012

Injustificable

El pasado miércoles, 15 de agosto, festivo en Canarias, al tiempo que nos despertábamos con otro incendio en Los Realejos (estaba tardando), tenía la oportunidad de escuchar unas declaraciones de un tal Rubén Fontes en un programa titulado ‘La radio en directo’, de la autodenominada radio nacional canaria (bastante original, por cierto). Tras las pertinentes averiguaciones pude descubrir que se trata del jefe de producción de RTVC, siervo de la ‘Voz de su amo’ (Willy), secretario de organización de la comisión ejecutiva de CC en Gran Canaria (a petición de las bases, alega en su descargo), que ha escalado peldaños desde su puesto de tanatopractor –especialista en tanatopraxia– o maquillador de cadáveres. Ganó mucho, en todos los aspectos, con el ‘negocio’ de la llegada de pateras y cayucos a las costas majoreras, obteniendo las mejores fotos y vendiéndoselas al mejor postor desde su privilegiado puesto de esteticista de cementerio. Ahora ‘maquilla’ en otros ámbitos.
O yo soy medio raro (idea no muy descabellada) o en esta comunidad autónoma estamos meando por fuera de la bacinilla. La exposición del cúmulo de excelencias que cantó el ‘Rubenito’ del ente público radiotelevisión canaria me avergonzó sobremanera. Es como si el ‘dueño’ de este blog al que has tenido acceso, se dedicara a cantar en cada uno de los posts lo bien que me quedan plasmadas estas líneas en las que intento expresar mi parecer acerca del tema que considere de interés. Y digo (escribo) más: es que estando legitimado para hacerlo porque a nadie me debo, sería incapaz de caer en tal tentación. Pero el señor Fontes, ni corto ni perezoso, pensando, quizás, que es condición necesaria y suficiente el hacer la pelota a sus jefes inmediatos, sea Willy, sea Paulino.
Insisto, seguía bien activo el incendio de La Gomera, y el de mi pueblo preocupaba porque los inicios son momentos trascendentales para su posible control, cuando el susodicho se lanzaba flores por lo bien que lo venían haciendo, por el desarrollo inmaculado en la labor informativa, con un despliegue en el que “no se han escatimado medios”. Qué fácil es nadar en la abundancia. Como lo hicimos años atrás y con las consecuencias en las hemos desembocado. Qué placentera travesía, don Rubén, y tan diferente a la de los negritos de los que usted se valió para el ascenso. Llegué a la conclusión de que la extinción de estos desastres naturales, en los que nos hemos visto involucrados este verano, es obra y gracia del amplísimo despliegue de unidades móviles que llevan signadas unas enormes ‘ces’ en sus carrocerías (dos en época de bonanza en La Gomera y en estos días muchas más que las unidades móviles policiales).
Fue tanto el autobombo que me llegué a preguntar qué hubiese sido de las brigadas forestales, de la unidad militar de emergencias, de bomberos, guardia civil y todos aquellos que intervinieron en las operaciones de extinción sin el auxilio de los intrépidos periodistas, sin la cercanía de un micro, de una cámara… La justificación de un gasto, que sigo considerando innecesario, con acontecimientos puntuales, deberá explicársele a quien dentro de unos días, una vez sofocadas las llamas, tendrá ante sí la difícil coyuntura de qué hacer ante el panorama de aquella propiedad en la que invirtió euros, tiempo y toda una vida. Que probablemente será beneficiario de una mísera ayuda porque no hay dinero para más. Y le volverán a contar el triste poema de la crisis. Pero sí habrá para desplazar más cronistas (un par de ellos en cada barco que trasladaba efectivos desde Los Cristianos), más coches y, en fin, más de todo; con sus correspondientes expendios, directos que no colaterales. Se trataba de cubrir cada cruce, cada camino, cada lugar de concentración, cada movimiento… porque los instrumentos de comunicación de los que sí apagan el fuego, tenían que ser reforzados con los inigualables del equipo de informativos de ‘la nuestra’.
A la ingente sangría económica que supondrá este espectacular movimiento de medios, humanos y técnicos, habrá que sumar este otro que te comento. Ni lo pagará Rivero, Pérez o Rajoy. Recaerá, una vez más, sobre los mismos. Y entre estos, más de uno de los propios damnificados, bien de una manera directa (más impuestos) o bien indirecta (nuevos recortes, menor asignación para paliar secuelas).
Llamadas telefónicas (molestias) hacia quienes deben ocuparse de otros menesteres. Porque establecemos un organigrama en los denominados gabinetes de crisis y luego no pueden atender sus obligaciones porque deben estar pendientes del móvil bajo la excusa de tener informada a la población. Lo que el ciudadano espera es que acaben con el fuego y no la reiteración de las mismas imágenes, incluyendo las ovejas calcinadas para el aderezo pertinente del morbo. Y me cabrea, me enfada no, me cabrea el que concluyan la entrevista con lo de ya no le molestamos más porque sabemos que se halla muy ocupado y tal y cual. Y a la media hora están de nuevo colgados al teléfono. Y en el intervalo de los treinta minutos, otros cinco o seis medios de comunicación han repetido la jugada. Luego nos quejamos de que hay pocos medios humanos en el frente. No nos aclaramos.
A los doce minutos (segundo arriba, segundo abajo) de haberse tenido noticia del comienzo del siniestro, somos todos técnicos. Los más, los periodistas y los políticos. Con las cuatro frases hechas que copiaron del informe obtenido en la rueda de prensa anterior. ¡Ah!, se me olvidaba: una vez concluida, volvemos a preguntar al consejero o al director general para que nos conteste exactamente lo mismo que había dicho un minuto antes. Y después telefoneamos al responsable de la UME al que solicitamos opinión acerca de las recomendaciones que ha dictado el cabildo. Es como si Melchior demandara al ciudadano que no suba al monte y Santiago Díaz (el de la UME, que ya me los conozco a todos) recomendara que se fueran de chuletada al Chanajiga.
Lo siento, no hemos cambiado gran cosa (puede que incluso hayamos empeorado al creernos más preparados ante el cúmulo de noticias) y flaco favor nos estamos haciendo. ¿Qué está ardiendo exactamente en Los Realejos?, preguntaba el locutor televisivo, quien habiendo escuchado el día anterior lo del cañaveral de Gran Rey, sugirió si era este tipo de vegetación. Yo le hubiera respondido que unas huertas de platanera que se dan muy bien en lo altos de La Cruz del Castaño y Los Tres Pinos. Y si el cuestionado hubiese sido el anterior cura de Icod el Alto, personaje polémico donde los haya, a buen seguro que  le habría espetado que la cuca del guanche de El Lance (bueno él lo dijo de manera más expresiva en cierto artículo que escribió para el programa de las fiestas de aquellos cuarteles años atrás).
He vuelto a hacer un alto en otro fin de semana y he incumplido la observación del descanso que me había impuesto. Pero estoy empeñado en llevar la contraria a los que me aconsejan ciertas desconexiones. ¿Creen, acaso, que si no escuchara lo que no debería, si no leyera lo que puede serme perjudicial y si no viera lo que puede dañarme la vista, podría atreverme a redactar estas líneas? En estos últimos días, y de manera casual, me han preguntado dos personas por el tiempo que le dedico a cada entrada de este blog. Bastante, respondí a ambas. Para escribir boberías tengo el feisbuc.
Acabo con un consejo –qué atrevimiento– al señor Fontes: modérese y calle, o al menos disimule. Un periodista, por mucho que se deba, es algo más que un borrego domesticado o un maquillador de la realidad. Y debo presuponerle, por arriba de otras circunstancias, profesionalidad (dejemos, por ahora, al margen la ética y todo ese cúmulo de ‘buenas acciones’). Ya que es lo que es y está donde está, solicite un cambio urgente u otro ‘enchufe’ en el que pueda disimular un fisco y en el que pueda dedicar (¿o babosear?) no diez, sino las veinticuatro horas del día.
Bueno, ahora voy a seguir pintando. No me queda otro remedio.

viernes, 17 de agosto de 2012

Debates

Se me ocurrió, hace unos días, poner en feisbuc: “No me defrauden, gomeros. Vamos a luchar TODOS contra el fuego y luego, cuando ya no quede un rescoldo, jugamos, si les apetece, a política barata. Coño, que ya está bien”. Y no habían pasado dos minutos cuando ya un amigo (son a los que permito comentarios) se había dado por aludido y arremetió contra Casimiro y hasta utilizó un lenguaje que entiendo motivado por el cabreo y no por un enfoque racional de la problemática. Soy consciente de que en La Gomera todo (incluyan la política) se vive de otra manera. Pero con arrebatos y calenturas no apagamos nada. Y que conste que lo del presidente del Cabildo es también de juzgado de guardia. Y arriba se permite el lujo de criticar a Soria por ir a sacarse la foto.
Luego estuve unos días desconectado por razones que no vienen al caso. Y ayer jueves, tras echar la correspondiente visual a mi muro (me causa gracia la palabreja) y fisgonear otro fisco en algunos otros, compruebo que de agricultura sabremos poco (mejor, la practicamos escasamente), pero de apagar incendios vamos sobrados. Debe ser esta la causa por la que se demanda con inusitada insistencia el que nos dejen acudir a pie de llama con el portátil bajo el brazo y con un par de móviles en cada mano. Con los artilugios y soplando. De peregrinación, vamos. Como cuando asistimos a Candelaria, precisamente en estos días, bajo el paraguas protector de una religiosidad preñada de… novelería en grado sumo.
La seriedad que yo le doy a las redes sociales es directamente proporcional al modo de expresar por escrito las opiniones. No me apetece reproducir ejemplos porque todos los ‘afiliados’ a esta red social tenemos acceso y cada cual es libre de expresar lo que crea conveniente y de interpretar los mensajes expuestos en el tablón de anuncios. Mi opinión con respecto a mucho desaforado que se envalentona en el (ab)uso del lenguaje es que hay mucho ejemplar suelto que no está en condiciones de apagar un fósforo. Por mucho exabrupto que disparemos, por exigir más dureza en la legislación y por reclamar que los cuelguen de ciertas partes dolorosas (a los pirómanos, aunque primero habrá que demostrarlo), no solucionamos absolutamente nada. Y en este bosquejo me limito a seguir los doctos consejos de Wolfredo Wildpret, quien comprende las fiebres del momento pero exige ecuanimidad y deliberación.
Wladimiro (bien me acuerdo de él) lo menta como la cultura urbana. Me gustaría denominarlo la cultura del atrevimiento, de la osadía y, al tiempo, de la comodidad. De igual manera que todos fuimos albañiles y constructores en los años dorador del Sur, en la actualidad, el poder conectarte en menos de que canta un gallo te eleva a la categoría de técnico superior en milagros y elucubraciones. Y estos ejemplares, con estos mimbres, son los que nos gobernarán en unas jornadas más. Porque es el único ‘oficio’ para el que no se requiere preparación alguna, y mucho menos experiencia.
Se extrañaba Alfonso Soriano, hace unos días en una entrevista radiofónica, de cómo los partidos se han convertido en una agencia de colocación y reparto de prebendas, cuyo único requisito es la sumisión a un jefe supremo, quizás el más inepto de todos. Y ese conglomerado de intereses dio lugar a una gestión del despilfarro y de la alegría total, cuyas consecuencias sufrimos los que en aquel proceso fuimos meros espectadores. Por eso siento miedo, amén de vergüenza ajena, de los que deben recurrir al jajaja, jejeje, jijiji, al xD, a la @ (para señalar que cada vez somos más hermafroditas ¿o metrosexuales?), a la k y a la q, al pufff, muuuakss, kajkajakja, !!!!, ????, weno, wapa, y otros tópicos para dar a conocer un punto de vista. Mas sería oportuno sacar a colación el que la seriedad de un asunto no puede ser enfocado con idéntico proceder con el que felicitamos el cumple de la colegui, incluido el pertinente puta madre. Porque pasado mañana ese ejemplar puede ser alcalde mi pueblo y no creo que con esas veleidades sea capaz de llevar a feliz término tarea alguna.
Me preocupa que estos planteamientos ‘serios’ se produzcan en personas mayores de edad. Condición que me he fijado en los que forman parte de mi lista de amigos. Y soy consciente de que la edad cronológica no guarda relación alguna con la mental, pero es la misma exigida para otros menesteres de mayor trascendencia que las boberías pintarrajeadas en una pared (o colgadas en un muro). Aunque lo malo, según mi modesto parecer, es que los medios de comunicación, en su lícito afán de mantener informada a la población, se han subido al carro de los despropósitos. Con lo que nos encontramos al de la alcachofa a los claros del día –cuando está acostumbrado a comenzar a las diez u once de la mañana– pasando frío a 25ºC o sorprendiéndose porque en media hora el fuego haya avanzado barranco abajo desde Guadá hasta la altura del Centro de Salud. Haciendo gala todos –también Casimiro, Paulino, Ortiz…– de una memoria muy frágil y olvidando que hace cinco años el fuego llegó desde la zona realejera de Los Campeches hasta Santiago del Teide (échale kilómetros) en apenas cuatro horas. Lo que nos demuestra la debilidad humana ante la furia desatada de la naturaleza. Hasta yo, que me hallaba en ese entonces en Cantabria, no daba crédito a las noticias cuando veía los informativos televisivos en Cabezón de la Sal.
Un barranco, el de Gran Rey, inundado de cañaverales –que junto a los zarzales constituyen un combustible de primer orden–, fue excelente caldo de cultivo para el desarrollo y avance del fuego. No pretendo retomar el aspecto comentado ayer de la cultura que mira hacia lo rural, del error de nuestros padres cuando nos dirigieron hacia el estudio y hacia el sector servicios, bajo la excusa de que el sector primario no ofrecía porvenir alguno. Si observaron bien las imágenes del precitado barranco, tras el paso el fuego, se habrán percatado de la cantidad de huertas valutas que quedaron al descubierto. O contemplen el panorama en Erjos, en la zona de las charcas. Es muestra inequívoca del abandono secular de los campos y la proliferación del material que causa estos desastres cada poco tiempo.
Y como hemos perdido la capacidad de autocrítica (en todos los niveles y sectores), nos basta en estos instantes que nos vemos con la soga al cuello, con responsabilizar a los políticos de todos los desastres, como si ellos (los políticos) fueran ejemplares faunísticos ajenos a esta sociedad en la que TODOS estamos inmersos y en la que TODOS debemos involucrarnos. La cultura del acomodo, del que me limpien la calle, se ha extendido hasta tal punto que siempre serán otros los que deben acometer las tareas. Hemos alimentado los colectivos de gandules, de los que pregonan el que me lo den todo hecho, con una gestión errónea en la distribución de subvenciones (en el paro, que no lo enfocamos hacia una posibilidad de formación y búsqueda de alternativas; en la política del REA –Régimen Especial de Abastecimiento–, que prima al ‘avispado’ por importar alimentos de otras latitudes, mientras el campesino local se ve abocado a tirar su producción porque la rentabilidad brilla por su ausencia…) y así nos ha ido. Lo que decía mi abuela: lo que está a la vista no requiere espejuelos.
Antes con las cañas se levantaban los tomates y se hacían ganchillos para sujetar las piñas en las plataneras. Antes nos zampábamos las moras de los zarzales y luego las podábamos para que comieran las cabras. Y así, hasta casi el infinito. Ahora no hay hambre. Si acaso, ganas de comer. Requisito que solucionamos con abrir la nevera… Que no, no se trata de caminar hacia atrás, no cualquier tiempo pasado fue mejor, pero estas últimas décadas nos han venido a demostrar que el otro extremo tampoco ha sido el adecuado y correcto. Las virtudes suelen hallarse en los términos medios. Pero no quise que me hijo viviese lo que yo y como yo. Aunque para lograrlo no solo me hipotequé yo, sino que lo hipotequé a él y a sus hijos.
Pero no se preocupen. A pesar de las múltiples opiniones, de los innumerables debates, de la ingente cantidad de horas de televisión y radio emitidas, de los (in)trascendentes cambios de pareceres en las redes sociales, dentro de una semana –y máxime ahora que se iniciará la liga de fútbol– se habrá corrido tupido velo. Si la suerte nos sonríe y no vuelve a producirse una desgracia de manera inminente, pasaremos una temporada quejándonos por otras boberías. Porque todo este tinglado habido se disolverá cual azucarillo. No obstante, volveremos al tema que nos concita. Más tarde o más temprano, hasta Jesús recurrirá a Pepillo y Juanillo (por cierto, mucho más ecologistas que los de ahora de boquilla) para expresar su desazón, su desánimo y su abatimiento.
Y acabo con la causante: las olas de calor en verano. Y como respondía cierto viejito a la reportera: ¿Y cuándo va a hacer el calor, si no? Raro sería que nevara en agosto, pero que las temperaturas sean elevadas en esta época es de lo más normal. Los tiempos están cambiando. Puede, pero nosotros mucho más y no nos alarmamos tanto. Somos capaces de soltar infinidad de ridiculeces en público y arriba nos reímos la gracia, nos miramos al espejo y nos descojonamos viendo al imbécil que se refleja en la superficie pulida.
Prevención y educación. O educar para prevenir. Si tengo que tragarme cada una de las líneas escritas, me alegraría enormemente, pues sería muestra inequívoca de que nos hemos sentado a reflexionar. Son bastantes los sectores que tienen cosas que aportar, porque causa una profunda tristeza que, a pesar de los múltiples antecedentes, no se posea aún un diagnóstico certero sobre el que aplicar el tratamiento adecuado.
A pesar de los pesares, feliz fin de semana. Pero a lo peor vuelvo mañana porque este asunto incendiario trae mucha tela que cortar. Y ya que estoy ‘encendido’…