lunes, 30 de septiembre de 2013

Adiós, septiembre, adiós

Aunque saben que no comparto, y menos en épocas de crisis, los excesos de enchufes en los organismos públicos –y el ayuntamiento realejero no es ajeno al modismo–, no dejo de reconocer que se están haciendo obras necesarias, y que llevaban mucho tiempo en el cajón del ya se verá. Pero, al tiempo, existen pequeños –o quizás no tanto– detalles que ponen de manifiesto la tozudez (terquedad, obstinación, empeño, capricho, testarudez, y en canario, perreta) de los que llevan las riendas del gobierno municipal. Muestra inequívoca de lo que puede un mullido sillón, que provoca alejamientos (puede que hasta enclaustramientos) muy difíciles de corregir por la ceguera que suelen llevar adherida.
Aplaudo, sin reticencias, la medida de incrementar las partidas de educación y cultura en 13.000 euros. Pero me entristece que se haya perdido la oportunidad de que fueran 28.000. Con lo que muchos colegios públicos hubiesen podido ver suplidas las carencias que vienen arrastrando desde tiempos remotos. O que las bibliotecas públicas incrementasen dotaciones (en esta faceta las inversiones siempre son escasas). O que pudiera, de una vez, iniciarse el periodo de recuperación de tantos valores dispersos (abandonados, olvidados) por la geografía de la Villa de Viera. No creo que te estés preguntando de dónde saqué los otros 15.000 euros. Por Dios, te enciendo la bombilla: ¡¡¡de los semáforos!!!
Me parece estupendo que se soterre la red eléctrica por La Piñera y La Cruz Santa. Y que a ese presupuesto de un millón de euros se le pueda sacar todo el rendimiento posible. Pero me temo que al jefe de Manolo, el ínclito señor Soria, se les crucen los cables, se le cortocircuite el meridiano y pretenda resarcirse mandándonos otra clavada en el recibo de la luz. Muy capaz lo creo. Y quedarse más fresco que un salmón noruego.
Otra ovación por el asfaltado del tramo comprendido entre Puerto Franco y San Vicente. Me imagino que el consistorio ya habrá hecho los cálculos, porque el cambio de estos trayectos de carretera insular a vía urbana acarreará nuevos gastos en las arcas municipales, tan necesitadas para suplir desaguisados en concesiones administrativas y olvidos urbanizadores.
No es bueno, ni de buen cristiano, desear el mal ajeno. Pero como los políticos se olvidaron de la máxima, no me duelen prendas en calificar como una desfachatez total la postura de doña Sandra Rodríguez, concejala administradora de los escasos caudales portuenses, cuando, sin rubor alguno, espeta que “ahora más que nunca son necesarios los once concejales liberados y los ocho puestos de personal de confianza”. Esto es de una golfería sin precedentes. Máxime cuando lo suelta a las pocas horas de la aprobación de un severo plan de ajuste que considera lícito recortar por todos los recovecos presupuestarios, menos en aquellos que hacen referencia a los emolumentos de los ediles. Chiquita jeta.
Y lo adorna con un no menos sugerente: “Me iré cuando me apetezca”. Se le quedó corta aquella tal Fabra, autora del ‘que se jodan’. ¿Pero quién se ha creído que es la señora o señorita esta? Si el líder socialdemócrata alemán ha dimitido por perder las elecciones (¿se lo podrían pasar a Rubalcaba?), una expresión de tal calado, aparte de merecer el más despreciable rechazo, solo podría absolverse con un salto al vacío por la Punta del Viento, con o sin remodelación del paseo.
Mientras nos reímos de esta galanura sin importancia (una salida de tono), nos hallamos gravemente preocupados por el porvenir de un gorila de Loro Parque que puede ser enviado a Brasil, a un zoo en el que se producen muertes extrañas. Somos un país de primates. Nos echan un plátano y nos tienen entretenidos un buen rato. Y en este huerto existen vergeles donde los dirigentes (los más monos) viven placenteramente y se les abonan suculentos honorarios por sus gracietas y ocurrencias. Cuando no destemplanzas. En fin, hechos que rayan la golfería, sin más. No, yo no califico, eso son meras conjeturas: se califican.
Como todavía no me ha citado ningún alcalde para tener una charla en la que poder indicarle las directrices de cómo llevar un ayuntamiento con menos de la mitad, puede que un tercio, del personal político y de confianza, debo recordar a Juan Manuel García Ramos, líder del Partido Nacionalista Canario si tras haber firmado las paces con Coalición Canaria sería capaz de resolverme este sencillo ejercicio, nada complicado para tal eminencia intelectual:
Se trataría de llamar a un tal Andrés Chaves y entre ambos escuchar todas las grabaciones mañaneras de aquel Radio Burgado (miasmas –puede traducirse por pedos– y ronquidos incluidos) en las que Paulino Rivero (el Pollito de El Sauzal, el maestrito de escuela, el mago, el analfabeto…) fue diana en la que se incrustaron dardos envenenados… E incierto periódico habla de la hez del periodismo. Solo falta el aderezo del marcado compromiso católico, de otro.
Mañana ya es octubre. Solo queda un trimestre para volver a la senda de la recuperación económica. Funcionarios y jubilados, abstenerse. Me callaré (es decir, no escribiré) cuando me apetezca. ¿Por qué iba a ser yo menos?

viernes, 27 de septiembre de 2013

Cambio de horario

Dimitió Yeyo del cargo de senador y convocó una rueda de prensa para que todos tuviéramos conocimiento de tan dolorosa decisión. En ese mismo instante, casi dos años y medio después de haber tomado posesión, se percató de que el Cabildo merece una dedicación exclusiva. Menos mal. Ya nos temíamos de que transcurrieran los cuatro años y no se diera cuenta. Que conste –lo firma y rubrica– que no dio el paso por ser incompatible con la duplicidad de cargos, porque él los acuerdos congresuales los mató en un desprendimiento de rocas en la carretera de Teno.
Y antes de entrar en materia, el segundo inciso socialista. ¿Por qué el grupo en el ayuntamiento portuense no votó en contra de las medidas draconianas impuestas por el pacto CC-PP? ¿Reconoce alguna culpa en el desaguisado económico? Me temo que sí.
Vamos, pues, a lo nuestro: el cambio de horario. Particular que recorre los pasillos del Congreso de los diputados y no huyendo de las goteras, sino, eso dicen, porque algunos miembros del Partido Popular desean hacer algo, más que sea un fisquito, que desvirtúe el sambenito de que guardan demasiadas reminiscencias franquistas y así zafarse un pelín la tan molesta etiqueta que les tiene todo sollado el cogote.
Cuando ocurren determinados acontecimientos novedosos, y este lo es, nos dirigimos rápidamente a consultar, que para eso pagamos el ADSL y disponemos de tarifa plana (bueno, a veces con baches y altibajos). Y somos bastantes lo que nos hemos empapado de cuando allá por la Segunda Guerra Mundial nos desviamos hacia el centro de Europa para equiparar nuestra hora a la que determina el meridiano de Greenwich, de cuya pronunciación y situación geográfica te remito a las declaraciones del ministro Soria, toda una eminencia en este campo del saber. En apenas unos días volvió a nombrar a Margarona como alcaldesa de La Graciosa (todo un detalle que la mentada agradeció con una sonora carcajada que subió por el risco hasta Haría y casi despierta al mismísimo César Manrique) y situó el susodicho meridiano 0 en Orchilla, dándole sonoro estampido a la Sociedad Cartográfica Británica que nos lo robó en 1896, advirtiéndoles severamente de que seguir así, él mismo, al frente de Cardona, Bento, Antona, Tavío, Domínguez y Fernández (con voz pero sin voto, para que levante acta) entrará en Gibraltar y colgará hasta el último mono…
Uno de los primeros días de esta semana –ay, esta memoria– me llamó un buen amigo para contarme que había escuchado en una emisora de radio una chiripitifláutica conversación en la que ¿periodista? y entrevistado se empeñaron en que la permuta horaria iba a consistir en aumentarnos una hora a los canarios, y no al revés, con lo que la independencia ya estaría más cerca. Lógico, el ascenso nos equipararía a los catalanes. Y que salga el sol por Antequera. ¿Que me estoy enrollando? Claro. ¿Que estoy de cachondeo? Ponle el cuño.
Que yo sepa –corríjanme–, se trataría de que España (Península y Baleares) adoptase el horario británico (o de Portugal), que es el que ahora tenemos nosotros. Y que si ello fuera así, lo más lógico es que, dada nuestra notoria diferencia de latitud, Canarias siga siendo la excepción, para general regocijo de aquellos que creen a pie juntillas que lo de una hora menos nos llena los bolsillos de euros en concepto de tarifas publicitarias. Pegando (gerundio de pegar: dar comienzo a una actividad. Ejemplo: ¡Chacho, pega ya!) por Paulino, que de hacer pareja con Efraín Medina, nos llevaría a un estado, independiente o no, tan placentero que de encontrar un billete de cien euros tirado en el suelo, lo dejaríamos para mañana.
Sabido es que a los españoles eso del trabajo nos parece algo desorbitado. Preferimos más horas libres para la necesaria conciliación familiar. Y con la ayuda de la acogida temprana, los comedores escolares y las actividades de la sobremesa (para los chicos), podemos echarnos los cuatro o cinco cortados con total tranquilidad, almorzar relajados y mandarnos la siesta. Ajá, tú no has visto las cafeterías después de que las madres los dejan en el centro docente o guardería. Y no me despiertes que me traumatizo todo.
Rajoy, paradigma de la rapidez de reflejos, agarró el toro de la Vega (bien de interés cultural) por los cuernos y se planteó que así no se puede mantener a más de nueve millones de pensionistas, que se han mangado 7.800 millones de euros en septiembre (para que se los gasten en las excursiones del programa de Mundo Senior). Púsose de ejemplo (notario con plaza pero sin ejercer que ignora cuánto, cómo y por qué cobra) y díjose: Algo hay que hacer. Y en ello está. De vez en cuando, normalmente los viernes, es despertado por Soraya para que presida la reunión.
¿Saben una cosa? ¿O saben lo que les digo? Pongan el horario que quieran. Me da lo mismo que a las diez de la mañana sea de noche cerrada o que a las doce de la noche el sol raje las piedras. Estoy en edad de mandarlos a todos para el carajo, que viene a ser esa especie de cesto que se ubica en la parte más alta del mástil de los veleros, aunque estoy pensado que sería mejor el otro significado.
Se me está haciendo tarde y tengo la sensación de no haber hecho nada hoy. Se me va el tiempo pensando en los viajes del Imserso. Que los subieron de precio, pero en tres días se los espalillaron. Qué noveleros son estos viejos. Y ya los reservan por Internet. Qué modernidades. Si los mayores levantaran la cabeza.
Bueno, pásenlo bien y no trabajen mucho. No se estila. Descansen y disfruten de estos últimos días de septiembre. Y en octubre, cambio de hora sin mover el meridiano (el de Soria). Ños, me olvidaba: Vivan los árbitros. A tenor de lo que leo en FB ya están equilibrando la balanza. El pez grande se come al chico. Aquí y en la Cochinchina.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Entiendo que sin necesidad (y 2)

Y nos trasladamos (por otras vías que no sea la de Guillermo Camacho y Pérez Galdós) hasta la zona de la Cruz Santa. Donde se intenta solventar la situación de parálisis en once viviendas. Y del extenso escrito que pude leer, extraigo estas líneas:
"Estas opciones son mucho más asequibles que las que se habían planteado en el pasado y la principal muestra de que el modelo ideado por el anterior equipo de gobierno no era el adecuado es que ante los requisitos que planteaba y una vez presentadas más de un centenar de solicitudes, sólo una de ellas cumplía con los condicionantes establecidos".
“La empresa municipal de viviendas de Los Realejos, VIVIRE, se constituyó teniendo como objeto la promoción y gestión de viviendas municipales. El Anteproyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local define un nuevo marco competencial de las corporaciones locales indicando que el Ayuntamiento sólo podría asumir estas competencias siempre que sean sostenibles desde el punto de vista financiero, algo que ha quedado demostrado que no era viable, apunta el primer edil”.
Y vuelta con lo del anterior equipo de gobierno. Miren, ilustrísimas, son tantas las obras que inauguró el alcalde que hubo en Los Realejos desde 1987 hasta 2003 y a las que no fueron invitados sus antecesores y que poco o mucho tuvieron que ver con ellas (edificio consistorial de la Avenida de Canarias, Centro de Formación Profesional de Los Cuartos…) –y si lo hubieran hecho no podíamos acudir porque estábamos trabajando–, que hasta relajo –que no relaxing– me produce estas cantinelas, o cantinfladas, del yo no fui. Además, ¿no se constituyeron las empresas municipales en 2004 o estoy errado (sin hache)? ¿En qué época estuvo el PP cogobernando con CC? ¿No era concejal de esa cosa del urbanismo uno que ahora es portuense (ya se nota su aporte y en dos años ha logrado que exista amenaza de intervención del ayuntamiento) y que, por cierto, anda medio liado con la justicia por un quítame allá unos aparcamientos? Y cuando se solvente el problema del edificio que sustituyó la archiconocida Plaza del Chupete (me vino por lo de los aparcamientos), ¿me exigirán a mí que pague los desaguisados habidos?
A los lumbreras del gabinete de prensa (lo siento, pero mira que son morretudos), sigan con lo de primer edil. De nada valen los sabios y doctos consejos con que Lázaro Carreter nos deleitó, en aquellos dardos pedagógicos que tanto bien hicieron al idioma. Y que el 17 de diciembre de 2012 (lunes) tuve a bien recordarles en el siguiente post (no pinchen que provoca urticaria): http://pepilloyjuanillo.blogspot.com.es/2012/12/primer-edil.html. De malagradecidos está el infierno lleno. Por un módico sueldo que compense la desviación de mi pensión en estos años venideros, lo mismo puedo echarles una mano. No hace falta a tiempo completo. Dos horitas aquí y otras dos en Diario de Avisos, futuro resuelto. Sabía que lo comprenderías, Manolo. Y Agustín.
Concluyo con otra guinda para demostrarte que me lo curré. Y por esto no recibo más que incomprensiones e ingratitudes. Mundo cruel.
"En los tiempos que corren la formación es imprescindible y para nosotros una prioridad y la distancia de Los Realejos a determinados centros, ya sean universitarios o de otro ámbito, no debe ser un hándicap para aquellos realejeros que deseen prolongar sus estudios, indica el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez. Ya el pasado año hicimos un esfuerzo incrementando en 5.000 euros esta partida presupuestaria y en este año la mantendremos en 20.000 euros además de extenderla a estudios que hasta ahora no entraban en la convocatoria".
"Somos conscientes de que la coyuntura económica y los costes de desplazamiento que supone cursar determinada formación académica priva en ocasiones a algunos realejeros a continuar con sus estudios, por lo que seguiremos, en la medida de nuestras posibilidades, potenciando este tipo de iniciativas en pro de los alumnos del municipio, recalca la concejala de Educación, Sandra Pérez”.
“La comisión de valoración estará constituida por una comisión de valoración y selección formada por la concejala de Educación, Sandra Pérez, como presidenta, otro concejal del grupo de gobierno, uno por cada grupo de la oposición y un funcionario de Cultura, actuando éstos como vocales, y otro técnico del área como secretario”.
¿Saben de qué me estoy acordando? Claro, de los semáforos celestiales. Porque la formación es imprescindible, qué duda cabe. Y como la coyuntura económica ‘priva’ (qué buena, adecuada y contundente forma verbal) la continuidad de los estudios y tal y cual. Y vuelvo a recordar los dichosos semáforos. A estas alturas estoy encandilado. Te juro que en la medida de mis posibilidades sigo sin comprenderlo.
No saben ustedes cuánto me congratula que la comisión de valoración esté constituida por una comisión de valoración (como su propio nombre indica). Es una suerte que esto se sepa valorar. Lo malo es que se requiere, a mi modesto entender, más técnicos y menos políticos.
¿Tenía yo necesidad de extenderme tanto con estas disquisiciones? Quizás no, pero me siento aliviado. Y dado que los años no me han vuelto conservador (¿lo cogieron?), me revoluciono de tal manera que sigo esperando que cualquier editor periodístico me contrate para resucitar aquella columna de opinión llamada Desde La Corona. ¿Qué les parece cien euros por unidad? Aunque mi verdadera ilusión ha sido desde siempre ser asesor de Paulino. He esperado durante décadas su llamada y no se ha producido. En fin, él se lo ha perdido. Además, si nadie me contrata es porque soy difícil de comprar. Y por el pueblo ya se escuchan voces que ponen en solfa ciertos fichajes. Y van uno cuantos.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Entiendo que sin necesidad (1)

Son demasiadas las veces que me he preguntado si se ha adelantado en la gestión política desde que nos dotamos de una Constitución (la del 78) y emprendimos en este país la vía democrática. Desde luego en ilusión, rotundamente no. Se han incrementado los medios de toda índole –entiendo que con exceso en algunos aspectos– y hemos creado una maraña tal que la efectividad brilla por su ausencia. Y cada vez lo complicamos más.
Como priman publicistas, asesores y gabinetes, las campañas de distracción alcanzan tales extremos que la inoperancia es suplida por fotos, vídeos, inauguraciones (de nada), presentaciones (de cualquier tontería) y comunicados de prensa. Al paso que vamos, nada me extrañaría que hasta el hecho de que el señor alcalde vaya al baño puede ser asunto noticiable. Sobre todo si la dependencia ha sido remodelada recientemente con dineros del erario público. Sería como cortar la cinta para ir a…
Han transcurrido 34 años y medio desde aquellas primeras elecciones municipales de abril del 79. Y todavía seguimos escuchando idénticos argumentos a los que se utilizaron en aquel entonces para captar votos mediante el método de culpar a los concejales franquistas del estado de abandono en el que se hallaba el municipio. No se percatan los actuales ediles en que todos –nosotros también– hemos adquirido algo de cultura, por lo que ya somos capaces de discernir sin que tengan que machacarnos con discursos vacuos, inconsistentes y superfluos.
Cuando se recurre a lo mal que lo hicieron los anteriores –es la soflama que comienza a aflorar, por ejemplo, en los populares de mi pueblo, grupo que con mayoría absoluta rige los destinos del municipio–, mal síntoma. Y conveniente sería que no se olvidaran de que dicho partido ha sido socio en gobiernos locales, insulares y regionales. Que no todos somos de memoria frágil. Y no es menester esos mementos (recordatorios), pues el voto ciudadano fue el que dictaminó el cambio de modelo. No nos sermonee, entonces, el PP realejero con lo mal que se vivía antes, con los otros alcaldes, porque las elecciones de 2011 ya lo reconocieron y se inclinaron, en las urnas, hacia donde estimaron oportuno. Las verdades de Perogrullo son así, de Perogrullo, sin más.
Flaco favor están haciendo los gabinetes de prensa con la redacción de (in)ciertos avisos o notificaciones. Pero como han sido designados a dedo, se deben a sus amos y jefes. Y no se recatan en absoluto, aunque sea por aquello del prurito (¿dignidad?) profesional. Claro, el problema quizás radique en el adjetivo sinónimo de experto, perito o capacitado.
Comprendo que el gobernante de turno aplaudirá con las orejas cuando se regocija con la lectura de unas líneas cuya única misión es el carácter laudatorio de las mismas. Y olvidan que los anteriormente citados 34 años también han valido para que el resto de mortales haya adquirido un nivel de preparación al menos equiparable al de cualquiera de los que habitan en edificios nobles. En suma, y sin más digresiones, que como mínimo podemos ser tan inteligentes, o tontos, como ellos.
Vamos con unos ejemplos. El primero de ayer mismo:
“El Ayuntamiento de Los Realejos anuncia modificaciones en el tráfico que se harán efectivas a partir de este martes, día 24 de septiembre, en el entorno de Realejo Bajo con motivo de las obras que se vienen desarrollando para la rehabilitación del conjunto histórico. Por el propio transcurso de los trabajos, se hace necesario el corte temporal de la calle Guillermo Camacho, que sirve de acceso a este núcleo, así como a los de Tigaiga y Barroso. De este modo y tras ejecutar el actual equipo de gobierno la vía de circunvalación de Los Príncipes en su enlace con la calle Cantillo Abajo después de 20 años proyectada, será ésta la que sirva de entrada tanto a Realejo Bajo como a los citados entornos colindantes. La salida del entorno histórico se hará por la calle Cruz Verde a través de calles El Medio Abajo y Márquez”.
Los subrayados son míos, por supuesto. Y quiero destacar lo innecesario de la ejecución de la obra por el equipo de gobierno. Porque nadie vio a Manolo ni a Adolfo fajados con una brocha pintando el paso de peatones. Al alcalde sí, pero con la mano en el bolsillo y más solo que la una. De un lado. Y del otro, ¿hace falta esa coletilla? Cuando pasemos por allí sin tantos agobios –un servidor va a ser uno de los favorecidos–, ya sabemos quiénes gobiernan en el pueblo y quiénes, por consiguiente, son los responsables de la obra y beneficiarios de los aplausos del personal. Después de 20 años proyectada. Venga reproches al pobre de José Vicente, felizmente jubilado y cuyo único pecado es seguir fumando como un carretero. Y ya puestos, pregunto: ¿Piensa el equipo de gobierno demandar a los promotores de la urbanización por dejar el trabajo a la mitad? ¿Tuvimos que pagar los contribuyentes el desliz de no exigir las responsabilidades pecuniarias pertinentes? ¿No fue esa una zona cuyas cesiones se pusieron en entredicho?
(finalizaremos mañana)

martes, 24 de septiembre de 2013

¿De qué toca hoy?

Me levanté. Fui al baño. Me aseé. Hice lo otro. También la cama. Que no en la cama. Me desayuné. Me cepillé los dientes. Encendí el ordenador. Entré en Facebook… Con este formato se comenzaban aquellas redacciones escolares para responderle al maestro la clásica pregunta de qué hiciste ayer. Claro que a la enésima, más o menos, cuando ya habías avanzado un par de cursos, sentías enormes ganas de espetarle lo de “y a ti qué coño te importa”. Pero te contenías, porque la educación era un valor. No como ahora que hasta se meten con el pobre ministro. Los recortes siguen causando estragos. ¡Ay, mi pensión! Menos mal que Alfredo, el ganador de las próximas elecciones, se va a encargar de eliminar las ocurrencias andaluzas de la señora Báñez, que la Virgen del Rocío mantenga lozana y guarde de las malas compañas.
¿De qué toca hoy?, me cuestioné cuando abrí el Word y vislumbré la pantalla en blanco inmaculado. Y como uno se instruye con la lectura de la prensa (34 tengo memorizados en la ventana Marcadores; hay que ver lo que permite la jubilación), surgieron temas por doquier. Y se inició el procedimiento de los descartes.
¿Puedo comentar la campaña de Sí Se Puede acerca de eliminar los certámenes de belleza por denigrar la condición femenina? Habrá, pienso, que añadir el otro género, que también se ha sumado a la novelería. Los livianos organizadores que existen en mi tierra y en mi norte, viven su agosto a costa de tomar, y bien, el pelo. Aunque allá donde la fortuna les posibilitó gobernar (Buenavista del Norte), la convicción parece estar más difusa. No, lo dejaré para otro día.
¿De la operación del rey? Que ya yo no sé si se tambalea por la cadera o por alguna otra razón inconfesable. Demasiado colorado lo veo. ¿De la disyuntiva público-privado que se ha planteado? ¿De que se rescata a un viejo –casi tanto o más que él– doctor para que saje, retire y sustituya? No, otros doctores tiene el periodismo para manipulaciones de tal porte.
¿De las elecciones habidas el pasado domingo en la Alemania que rige los destinos europeos, en especial los de España? ¿Con cuyos resultados entiendo que Angela puede seguir haciendo lo que le venga en gana sin necesidad de apoyos ni bastones? No, no es mi fuerte la política internacional. Además, ya Mariano le mostró su inquebrantable apoyo.
¿De la llegada del otoño y de la caída de las primeras hojas en el estadio Heliodoro Rodríguez López? ¿Que posibilitó el Plenilunio santacrucero en el que se aulló de lo lindo en una conjugación anormal del verbo? No, ya se encargó de ello Diario de Avisos. Que quiere contratarme para corregir titulares, pero con la coletilla de ‘barato’ (lo que significa gratis) y ya estoy viejo para tales dispendios. Que sí, amigo Agustín, que se les vea un detalle. Tiene que haber reciprocidad, si no rompemos la baraja.
¿Del gran tsunami habido en este Valle millones de años atrás y que nadie fue capaz de inmortalizar mediante la foto o vídeo en FB? ¿Estaban todos bobos o qué? Esperaremos a que venga el próximo y barra toda la porquería adherida… No, no me apetece.
¿De los discursos progresistas del Papa Francisco y de su ‘cuatro latas’? No lo tengo claro. Rajoy también promete muchas cosas. Y lee casi de corrido. Mucho predicar pero no he visto el grano aún. No, mi religiosidad no me permite estos agobios.
¿De la solicitud de más autonomía por parte del PSOE canario? ¿Campaña encabezada por quien perdió, por goleada, las elecciones municipales en La Laguna? ¿Es la principal necesidad de un partido cuyos mandos ‘superiores’ se han aupado casi todos a poltronas como meros estacones de platanera? No, mejor no.
¿De que el despido debe ser gratuito? ¿Pretenden acaso que los empresarios sostengan otro criterio diferente? No, en 2015 todo mejorará. Tiempos nuevos. Por el cambio.
¿Del pequeño apartamento que la alcaldesa güimarera, Luisa Castro, se está haciendo construir en la Casa de la Cultura, para su uso personal, y siguiendo las directrices emanadas de su jefe provincial en el Chat de La Opinión del día de ayer, a saber, ahorro, contención del gasto, prevalencia de los servicios sociales y otra sarta de etiquetas del bien quedar? No, me saltarían con la defensa de la intimidad cuando se van a cambiar tras el pateo hasta El Socorro. Se sudan claro, como todos los romeros.
¿De estas dos auténticas perlas de don Alfredo Pérez Rubalcaba: “Me presentaré a las primarias si soy útil al PSOE” y “La Monarquía debe ser más moderna y transparente”? No, por Dios, aparten de mí esa cruz, no me pidan imposibles. El líder (?) socialista hablando de modernidad y utilidad. ¿Osadía, atrevimiento, ignorancia, tomadura de cabello? No, que me cuelgan mis excompañeros.
¿Del secuestro de La Candelaria de Chipude, hecho que achacan algunos vecinos al cura del lugar, realejero por más señas? No, no y no. Ya tropecé una vez por fuera del Bar Sonia y casi llegó a la iglesia si no me sujetan antes. Quita. Sería un calvario.
¿Del consejala que se veía en el titular de cierto digital y que casi se enfadan (sus responsables) conmigo cuando gentilmente los invité a corregir el error? Esto me contestaron: “En principio no entendemos el por que de modificar el titular... ya que la protagonista de la historia tuvo el coraje de decirle a la consejala lo que pensaba”. ¿Tengo o no razón cuando sostengo lo de que hay mucho atrevido suelto por estos mundos de la comunicación? Claro que tú me puedes responder que en política más.
¿De que Besteiro quiere construir un PSOE gallego ni para la izquierda ni para la derecha? Ños, me quedé patinando. ¿Será un PSOE de centro, no? Mientras la carretera sea recta, vale, pero como vengan curvas y no agarre el volante… Bueno, tampoco sería tanto, ya están habituados a los estampidos.
¿De que Paulino Rivero dijo que dos años en política son una eternidad y ni se dio cuenta de lo que estaban escuchando? Compadezco al negro que le esté escribiendo las memorias: Coño, esto no que antes puse lo contrario. Y tengo que ir otra vez al blog porque creo recordar… Estoy hasta los cataplines. Menos mal que lo cobro bien. Fin de la cita.
¿De que 42,3 millones de turistas han visitado España hasta este pasado mes de agosto? Sí, sin que las listas del paro hayan descendido gran cosa. Solo imagínate que hubiese sido la mitad. Se habría agotado la caja de los imprevistos porque el desempleo estaría situado en la estratosfera. Iba a poner cielo, pero no es mi fuerte.
He perdido una hora pensando y no me sale nada. Lo volveré a intentar mañana. Ojalá tenga más suerte.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Víctimas de la incongruencia

Con motivo del relevo de Ricardo Melchior en el cabildo tinerfeño he vuelto a escuchar esas cantinelas que esgrimen los políticos con respecto a su abnegada profesión. Y lo de profesión está escrito con toda la mala leche posible. Porque han sido bastantes los que se decantan por limitar el tiempo de los cargos ocupados (ninguno se ha excedido de los dos mandatos, a saber, ocho años) –eso sí, siempre dejan la puerta abierta para luego ocupar otros–, pero como las palabras se las lleva el viento, no ha habido partido ni formación política alguna que haya sido capaz de plasmarlo en un papel.
No tenemos horario, trabajamos las 24 horas del día, estamos permanentemente a disposición de los ciudadanos desde que nos levantamos… –qué digo, si no nos acostamos–, nuestras familias sufren en sus carnes el abandono cruel al que las sometemos, vivimos una tensión de tal magnitud que las taquicardias son panes nuestros de cada hora, soportamos  estoicamente comentarios perversos en el basto campo de la Internet y en el no menos influyente de los medios de comunicación tradicionales…
Y cuando se marchan –o los marchan–, concluyen la singladura siendo una vez más víctimas de la (su) incongruencia. Tras décadas aupados al machito, (bien) cobrando de la cosa pública, disfrutando de privilegios que (bien) quisiéramos los contribuyentes, y etcétera, etcétera, y otra vez etcétera, sueltan en su discurso de despedida que a partir de ese preciso momento la familia volverá a la normalidad, los nietos (o biznietos, porque los hijos ya son también pensionistas) podrán disfrutar de sus queridos viejitos, irán todos juntos al cine, comerán toneladas de kilos de palomitas y se columpiarán en los cientos de parques inaugurados durante la brillante gestión… ¿Estás vacilando? ¿Yoooo?
Las quejas que esgrimen los cargos públicos son, en la mayoría de los casos, injustificadas. Y puede que incluso provocadas por ellos mismos. Cuando un alcalde o concejal cuelga un hecho que entiende debe ser conocido por la opinión pública en una de las denominadas redes sociales, sabe, o debe saber, a lo que se expone. Y no soy de los que de manera sistemática entiende que todo está mal. Ni mucho menos. Es más, creo que la mayoría de corporaciones intenta gestionar los recursos de la mejor manera posible. Sin que la discrepancia deba suponer inconveniente alguno. Al contrario.
Mi particular versión, y manifestada ha quedado en varias ocasiones, es que Facebook no gana elecciones pero ayuda a perderlas. El que Adolfo, es mero ejemplo, se asome a esa ventana para comunicar la realización de tal o cual obra, supone, ipso facto, la avalancha de ‘me gusta’ del grupo de incondicionales que por razones, confesables o no, de amistad, afinidad o conveniencia alabarán la medida emprendida. Y surgirán los comentarios laudatorios, amén de unos pocos discrepantes. Y estos últimos serán recriminados por aquellos con la letanía de que se quejan por todo, todo está mal y otras lindezas de menor porte.
Pongo un ejemplo cercano: en Los Realejos. Donde creo que se están llevando a cabo obras, pequeñas, que se venían demandando desde tiempo atrás. Es más, cualquier grupo de gobierno, del partido que sea, sabe que sus votos los tiene al lado de casa. Y entiende que es el día a día el principal componente a ubicar en los platillos de la balanza. Un ayuntamiento gestiona. La política requiere más altos vuelos. No significa ello que los condicionantes pesen.
En la Villa de Viera (¿me copiarán algún idea la idea?), Manolo debe unir a su condición de alcalde la de presidente insular de su partido. Y por mucho que quiera a su pueblo, que no lo dudo –pero no más que yo–, su otro cargo le puede. Y lo que es peor, se debe. Valga de muestra la compra de la nave industrial del Polígono de La Gañanía (sale más barato hacer una nueva). O los semáforos celestiales. O los comentarios de las políticas de los otros sin mirarse a sus espejos, fiel reflejo del pensamiento soriano. O las peregrinas justificaciones de las mociones de censura. O prestar favores a promotores urbanísticos…
Claro que no todo está mal. Puede que la mayoría esté bien. Pero hay botones que chirrían demasiado. Para que no piensen los populares (ya se encargan sus jefes de rizar el rizo) que aquellos que intentamos ser imparciales no miramos sino en esa dirección, van estas otras guindas:
“Dos años en política son una eternidad”. “Queremos estar en España pero sin que nos humillen y nos traten como una colonia”. “Rivero reclama… millones”. Las tres son, obviamente, de nuestro maestro de El Sauzal. En los puntos suspensivos por tú la cantidad que quieras, da lo mismo. Esto daría para otro post. Pero no me apetece. A Paulino hay que reconocerle la gran virtud de que una vez se levante después de unas horas de sueño (iba a escribir de merecido descanso), ya no recuerda absolutamente nada de lo que dijo antes de irse a la cama. ¿De lo que escribe? Pero si él no sabe, jamás lo ha hecho. No le dio tiempo de aprender porque dejó la escuela demasiado rápido.
De los socialistas hoy no tocó. Estoy esperando importantes novedades. También en el pueblo. ¿Habrá, por fin, una mujer como cabeza de lista? Qué emoción.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Probabilidades

Vamos a comenzar la lección 16. ¿Por qué 16 y no 14? Porque hoy toca explicar las probabilidades. ¿Y eso qué es? Me copio:
La probabilidad mide la mayor o menor posibilidad de que se dé un determinado resultado (suceso) cuando se realiza un experimento aleatorio.
La probabilidad toma valores entre 0 y 1 (o expresados en tanto por ciento, entre 0% y 100%):
El valor cero corresponde al suceso imposible: lanzamos un dado al aire y la probabilidad de que salga el número 7 es cero (al menos, si es un dado certificado por la OMD, "Organización Mundial de Dados").
El valor uno corresponde al suceso seguro: lanzamos un dado al aire y la probabilidad de que salga cualquier número del 1 al 6 es igual a uno (100%).
El resto de sucesos tendrá probabilidades entre cero y uno, que será tanto mayor cuanto más probable sea que dicho suceso tenga lugar.
¿Cómo se mide la probabilidad?
Uno de los métodos más utilizados es aplicando la Regla de Laplace: define la probabilidad de un suceso como el cociente entre casos favorables y casos posibles. P(A)=Casos favorables/casos posibles.
¿Tú juegas a cualquier modalidad de lotería? Comienza, entonces, a hacer cálculos. Y si nos sumergimos en el campo de las combinaciones, variaciones y permutaciones, tendríamos que llamar a Montoro para que nos deleite con una de sus amenas y entretenidas charlas.
Leí que los restos (al menos el 25%) de la nave espacial GOCE (Gravity field and steady-state Ocean Circulation Explorer), según nos señala la ESA (Agencia Espacial Europea), van a caer en un lugar impredecible de la Tierra antes de que finalice este año. Pero señalan los científicos que no debemos preocuparnos demasiado. Y tienen a bien argumentarlo para que nos quedemos tranquilos. Como la dos terceras partes del planeta son mares y océanos –agua, en suma–, y en el tercio restante abundan las zonas poco pobladas, la posibilidad de que te caiga un cacho del artefacto sobre la testuz es muy bajo. Y en el caso, insisto, poco probable, de que te toque la lotería, te produciría un goce descomunal. ¿Te imaginas que entre tantos millones de personas estés paseando tranquilamente por el Paseo de San Telmo –el actual, sin baranda– y venga el susodicho a incrustarse entre la frondosa mata de pelo? Sería como una de seis con reintegro incluido.
Me moriré, me incinerarán, esparcirán mis cenizas y me quedaré con las ganas de entender ciertas incongruencias que todavía quedan en este mundo de locos. Hemos adelantado tanto –para unas cosas–, que no resulta muy creíble que se produzcan atascos en el campo científico equiparables a los que provoca el colegio de las monjas en La Montañeta. Mientras aquí nuestro alcalde –no sé si tiene críos en edad escolar– se lía la manta a la cabeza y monta unos semáforos de la noche a la mañana, por ahí arriba aún no hemos sido capaces de poner en orden el caos circulatorio. Ni de ubicar una chatarra como la de Icod donde arrimar todos esos hierros retorcidos que ya no están aptos para pasar la ITV.
Nos gastamos 600 millones en reflotar el Costa Concordia para luego llevarlo al desguace. Se requieren mil millones para destruir el arsenal de armas químicas en Siria (qué listos son los dirigentes políticos responsables de suministrar estos juguetes). Nos vamos a ahorrar (qué cinismo) otro buen fajo procedente del robo a mano armada del gobierno (im)popular al bolsillo de los pensionistas (tercera de las tres rayas que no iba a traspasar el gallego y su cohorte). Y como estoy convencido de que tú puedes seguir poniendo ejemplos, ¿no te parece raro que no se haya buscado una solución para cuando estos artefactos dejen de ser operativos en los espacios siderales?
Es que no interesa. Y más de uno reza –a su manera– para que produzca una catástrofe bien gorda. Qué alegría se llevaría la ministra española del desempleo si un par de tornillos oxidados, incandescentes y venidos a toda pastilla, cayeran en la cola donde se fotografió Rajoy. Por supuesto, piénsalo, el bruto soy yo. Aplícame el cálculo de probabilidades y estarás rondando el 100% de acierto. Por idéntico método, te puedo asegurar que esos meteoritos jamás caerán en el Palacio de San Jerónimo, en una reunión del COI o sobre el helicóptero de Paulino. Que sí, hombre, que sí, reitero, el tosco, grosero, brusco, rústico y cateto soy yo.
Existe una altísima posibilidad de que hasta el lunes descanse, que bien merecido lo tengo. Y va una última consideración. Tiempo atrás era raro que en periodismo perro comiera carne de perro, pero ahora, puede ser por la crisis, se está formando una jauría por este Norte que acabará siendo más peligrosa que los rebaños de cabras. Se diferencian de estas en que solo dan mala leche, no apta para el consumo.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Ser político

Ser político es complicado. Mucho. Y el gravamen de responsabilidad que el puesto implica, parece no estar siendo correspondido por los miles de cargos públicos que se hallan dispersos por la amplia geografía española. O todos los medios de comunicación están equivocados –y no es que la profesión periodística se encuentre en un punto álgido de popularidad, cuando no de compromiso– o tendremos que colegir que alguna enfermedad grave sufre nuestra democracia. Que, a pesar de todo, sigue siendo el sistema de gobierno menos malo. Tengo la impresión de no ir muy descaminado cuando aludo a que no todos pueden ser concejales de un ayuntamiento. Imagínense de ahí para arriba. Lo malo es que el trepa de turno entenderá que abogo por una selección del personal. Y no se trata de hacer un planteamiento tan simplista.
Me fui al DRAE y hallé lo siguiente cuando le señalé que me soplara lo que contenía acerca del vocablo político, ca:
(Del lat. politĭcus, y este del gr. πολιτικς).
1. adj. Perteneciente o relativo a la doctrina política. 2. adj. Perteneciente o relativo a la actividad política. 3. adj. Cortés, urbano. 4. adj. Cortés con frialdad y reserva, cuando se esperaba afecto. 5. adj. Dicho de una persona: Que interviene en las cosas del gobierno y negocios del Estado. U. t. c. s. 6. adj. Denota parentesco por afinidad. Padre político (suegro) Hermano político (cuñado) Hijo político (yerno) Hija política (nuera) 7. f. Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. 8. f. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos. 9. f. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo. 10. f. Cortesía y buen modo de portarse. 11. f. Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado. 12. f. Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en un asunto o campo determinado.
Hay, como habrán podido observar (espero que hayan leído todas las acepciones), para todos los gustos y colores. Políticos, si les place, que en otros deleites no me inmiscuyo.
Ustedes, al igual que yo, han sido testigos de multitud de acciones que difieren tanto de lo argumentado por el diccionario en esa docena de muestras, que se nos hace harto difícil comprender a esos arquetipos de ciudadanos ejemplares. Los que trabajan las 24 horas del día –y más–, los que se asignan al libre albedrío sueldos y dietas acordes con la dignidad institucional que su representación demanda, que se dotan de útiles última generación para poder circular a tiempo real por redes y aplicaciones, que se rodean de ingentes recursos humanos para desarrollar mejor sus ímprobos esfuerzos físicos y mentales…
Olvidan, sin embargo, lo más elemental. Aquello por lo que precisamente accedieron: velar por los intereses de la colectividad. Y no es de recibo –me copio su expresión favorita– que amparados en la excusa de una crisis que padecemos los que no la provocamos y que bien la disfrutan, para general regocijo, los verdaderos y únicos culpables, nos cercenen derechos tan fundamentales como la educación y la sanidad. Y que en su ineptitud osen justificar lo que jamás será posible, es una muestra más de la capacidad de aguante de un pueblo aborregado. Al que no le va a quedar ni la posibilidad de poder disfrutar de una jubilación digna tras toda una vida de trabajo y sacrificio.
Puede que falle –no por su filosofía sino por su aplicación práctica– el sistema actual de partidos, esas máquinas de poder cargadas de ambición, en las que los militantes son meras piezas del engranaje. Hay que ganar para tener el dominio, la sartén por el mango. Y en la mayoría de los casos, los elegidos para formar parte de las candidaturas llevan adherido ese marchamo, por lo que se convierten en autómatas. Lo vemos cada semana en las altas esferas parlamentarias, en esas tediosas sesiones de control donde las conclusiones brillan por su ausencia y muestran bien a las claras la escasez de recursos de quienes ocupan el escalón más alto en el organigrama constitucional. Imagínate el resto.
El cúmulo de despropósitos es tal que ni siquiera la vil mentira es motivo para el sonrojo. Es lícito rellenar un programa electoral de muy buenas intenciones, en base al cual votamos, y una vez ocupada la poltrona espetarle al ciudadano en toda su cara: eres más rebenque de lo que yo pensaba. Aunque, quizás, lo peor es que si acudimos ante esa opinión pública con un conjunto de medidas realistas y que estén en consonancia con las posibilidades reales del país, lo mismo nos llaman idiotas.
Habremos, desgraciadamente, de confiar –manda trillos– en el que nos manifiesta directamente que su pensamiento es mangar todo lo que pueda. Al que tendremos que felicitar en el convencimiento de que al menos no nos engaña. Se me podrá argumentar que exagero. ¿Pero no es esta realidad descrita la que comentas tú también en cualquier foro?
No obstante, quiero seguir siendo optimista. Y a decenas de artículos anteriores me remito. Llámalo renovación, que yo lo denominaré refundición, porque refundar (revisar la marcha de una entidad o institución, para hacerla volver a sus principios originales o para adaptar estos a los nuevos tiempos) supondría dar unos retoques y a este enfermo no le basta con unas tiritas. Hay que cortarle todos los ‘bultos’ (con dobles) que cual horrendas verrugas asoman y se extienden por el cuerpo (del delito).
Ser político es algo muy serio. Y como solo salen a la palestra los cantamañanas, habrá que darles un fuerte jaquimazo para que afloren los elementos valiosos que ahora son rellenos condenados al aplauso lastimero y adulador. Claro, esta visión requiere compromiso. Algo que ni siquiera la crisis ha puesto en valor. A lo peor es conveniente que nos den un poco más para que despertemos. Los periodistas también, al menos para hacer honor al noble oficio. Nos acostumbramos –todos– a vivir sujetos y arrimados y va siendo hora de que aprendamos a caminar si bastones ni sostenes.
Me dejo en el tintero unos restos. Ojalá queden ahí para siempre.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Qué graciosa

Hoy es uno de esos días en que existe bastante material como para escribir unas líneas de más. Me he inclinado por este titular, pero también pudo haber sido El estacón. O, si me apuran El homenaje.
Doña Ana Oramas, la que fuera alcaldesa lagunera hasta que se cansó, como don Ricardo Melchior, y cedió el bastón de mando a don Fernando Clavijo (por obra y gracia del Espíritu Santo y el Cristo de los Dolores), ha declarado que en Coalición Canaria nadie tiene la silla asegurada. ¡Ah!, y que fue un error apoyar a Zapatero. Mucho estaba tardando la posible candidata a sustituir a Paulino. ¿En qué año? Aún no está decidido.
Y con respecto a la soterrada lucha por esa lógica aspiración (política, por supuesto) de situarse la mejor posible para cuando se dé el pistoletazo de salida, vino a manifestar la susodicha parlamentaria, al ser preguntada por ese potencial cabeza de lista (o de cartel, que de ambas maneras se conoce), que “lo genial sería que fuera alguien de La Graciosa”. Y me cayó mal, muy mal. Y de ahí el qué graciosa del inicio. ¿Significa ello que tal posibilidad no sería factible porque los gracioseros son todos unos troncos y quedan descartados de antemano? ¿Han dado muestras los dirigentes coalicioneros –de cualquier institución– de poseer un cociente, o coeficiente, intelectual superior a cualquier habitante de la isla más pequeña del archipiélago? ¿Ha llevado a cabo labor más meritoria Rivero, o la mismísima Oramas, que Margarona, mero ejemplo?
Permítame, Anita (dicho en el sentido más cariñoso del diminutivo), que le espete algo en el idioma autóctono que ustedes defienden: Vétete por ai (es fácil de prenunciar, pero medio chungo para escribir). Qué graciosa. Ni pizca que me hizo.
¿Dos incisos? ¿Vale? Vale. Sebastián Ledesma, portuense de toda la vida y con domicilio de casi siempre en La Cruz Santa, ha sido imputado por la Fiscalía por un presunto delito de prevaricación. Yo cuando le eché una visual a los elementos mobiliarios a colocar en ese portento del Paseo de San Telmo y escuchar luego que habría una baja de más del 40%, díjeme que había gato encerrado.
Y el otro. Vaya espectáculo real el habido en la solemne apertura del Año Judicial. Allí estaba el de los trompicones y no fue capaz de leer derecho las tres frases que le escribieron en un papel con letras bien gordas. Me recordó aquellos cursos de primero de antaño, cuando el escolar, con notorios balbuceos y guiándose con el dedo, intentaba descifrar aquellos garabatos. República ya.
Un estacón es una estaca grande, como su propio nombre indica. Y se utiliza en la platanera (ahora son metálicos) para aguantar al rolo, sobre todo cuando este ya tiene piña. Que junto al amarre (antes con vergas y en la actualidad con liñas sintéticas) supone asegurar la planta ante el azote de los vientos. Así pues que dando por hecho que el artilugio es un soporte, al ver ayer las fotografías que inundaban los medios impresos y que nos retrataban el acto de la despedida de Melchior y la bienvenida de Alonso, no pude menos que recordar mis años mozos en la finca de La Gorvorana cuando vislumbraba al socialista Aurelio Abreu. Y a buen entendedor… Gente nueva ya. Peor no lo podrán hacer.
Una concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de La Guancha acaba de presentar su renuncia al acta porque se va a trabajar a Inglaterra. Ha seguido los consejos de la Ministra del desempleo y emigra en uno de los tantos viajes turísticos programados para la juventud sobradamente preparada desde las más altas esferas de su propia formación política. Es lo que yo denomino predicar con el ejemplo, para alabanza y gloria nuestra, amén.
Y según el portavoz popular en el consistorio que dirige Elena, es tanta la distancia al trabajo que le imposibilita el acudir más que sea a las sesiones plenarias. Hizo el hombre un esfuerzo descomunal, midió los centímetros en línea recta entre la isla y Londres, atisbó la escala que aparecía en una esquina del mapa, realizó los cálculos pertinentes y… qué va, imposible, tiene que entrar otro.
Pero pensó el señor Antonio Hernández que ser concejal no es cuestión baladí. Y le echa en cara a la alcaldesa que solo se haya limitado a agradecerle a la ya ausente los servicios prestados, a desearle toda la suerte del mundo en ese futuro que piensa labrase allende nuestras fronteras, y no haya sido capaz de algo más, de un reconocimiento público de sus compañeros.
Oye, se me antoja que el hombre reclamaba un homenaje en toda regla. Con buena cuchipanda incluida. Y con la actuación estelar de Pepe Benavente. Siendo presentado el evento por Leticia Sabater. Al que no podría faltar Tomás, por razones obvias de vecindad, para entregarle la metopa ramblera. Ni Manolo, que como jefe insular, se echaría la verborrea pertinente y destacaría la ingente labor del partido en pro de esa juventud fiel y abnegada…
Cállate, pensionista.

martes, 17 de septiembre de 2013

El semáforo de las monjas

Varias han sido las ocasiones en las que redacto unas líneas para opinar de temas educativos. Parece normal pues no en vano ha estado uno toda la vida metido o relacionado con ese mundo. Y jamás habrán leído –o escuchado, si de otro foro se tratase– que me haya posicionado en contra de la enseñanza privada. Pero sí de cortar por lo sano con aquellos desalmados que hacen del particular un negocio puro y duro. Sobre todo en aquellos casos que bajo el amparo o paraguas del término concertado, abren centros que se sostienen con dineros públicos mientras aprovechan cualquier resquicio para cobrar a sus alumnos hasta el desgaste del piso (Gila dixit). A lo que se han prestado asociaciones de padres y madres que sirven de tapadera para tan oscuros procederes. Pon tú los ejemplos.
El colegio Pureza de María, ubicado en el paraje natural de la Montaña de los Frailes (La Montañeta, Los Realejos), ha sido objeto de mis comentarios en diferentes medios de comunicación porque entiendo que desde su construcción, en lugar inapropiado, hasta los desaguisados de tráfico que ha venido provocando a lo largo de sus bastantes años de historia, constituye el paradigma de un quehacer viciado desde sus inicios.
Dice Paulino Rivero (ay, cómo lo quiero) que Canarias hace su propio camino. Y yo me apropio de su parecer para señalarle –como un contribuyente más del pueblo y defensor acérrimo de la educación pública sin que ello me ciegue o me obsesione en mis planteamientos– a la congregación que rige el funcionamiento del colegio en cuestión, que cuando uno monta un chiringuito para vender algo no pretenderá que el ayuntamiento le solucione las humedades (es un símil) que pudieran aparecer.
Aunque parezca de Perogrullo, viene a resultar que sí lo han conseguido. Mientras nosotros no podemos disfrutar de sus instalaciones (por ejemplo la piscina, subvencionada generosamente mientras se negó en la época otra para mejorar el pavimento del polideportivo Toscal-Longuera), ni vemos un euro de las cuotas mensuales, entre Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno de Canarias se les realizó un acceso de más de 400 metros, con un montante económico de casi 400.000 euros. Eso ocurría mientras un vendaval se cargaba tejas y vallas de colegios públicos sin que la diligencia para el arreglo de los desperfectos fuera al menos tan dadivosa como aquella participación. Es probable que las monjitas sepan llorar mejor. O que posean un enlace divino.
Y los que vivimos en el pueblo o transitamos por la carretera que nos lleva a San Jerónimo, hemos podido sufrir en carne propia que los atascos continuaron. Y que los problemas de tráfico siguieron tan acentuados como antes. También lo observamos en las horas de entrada y salida del colegio Nazaret, pero aguantamos estoicamente y callamos para que no nos señalen. Ya se sabe que vivir en un pueblo tiene ciertos inconvenientes, los de que en lengua de todos te veas. Con el agravante de que hasta los militantes de izquierda, adalides de lo público (en privado), envían a sus hijos a estos centros porque la calidad educativa y bla, bla, bla.
Ahora, bajo la peregrina excusa de la apertura de grandes superficies comerciales en los aledaños, vamos a realizar una nueva inversión para que no tenga que bajar ninguna hermana a dirigir el tráfico. Pondremos semáforos. Por las fotos e informaciones que tengo, en el cruce de arriba (y ya todos se sitúan). En el de abajo, el que se halla en la vía más reciente (en la de las bombonas, para entendernos), ignoro si colocaremos asimismo luces intermitentes. Algo más de 30.000 euros (apoquinan Ayuntamiento y Cabildo) para que nuestra circulación sea más placentera. Y menos mal que Los Beatles ya no existen, porque de acudir otra vez a pasar unos días de vacaciones, el presupuesto municipal (ese que goza de excelente salud financiera) se iría a freír chuchangas.
Nos sorprende Cristiano Ronaldo con que hay cosas más importantes que el dinero. Mira quién lo dice. Y puede que tenga razón. Pero creo más interesante el que se reparta con criterios adecuados y pertinentes el que poseen los que dicen administrarnos y que lo obtienen metiendo la mano en nuestros esmirriados bolsillos. Las confesiones religiosas, al igual que sindicatos y partidos políticos, que se busquen la vida y que no nos la compliquen aún más.
A partir de ahora, cogeré la autovía, no sea que cuando pase por La Montañeta un círculo rojo me diga que debo esperar un rato a que salgan los que hallan el camino expedito gracias a mis impuestos. Si el juguete se porta bien, hagan otros estudios para otros centros, menos elegantes pero con más derechos, ubicados en La Cruz Santa, Palo Blanco, Realejo Bajo, Icod el Alto… No hace falta que continúe porque los tendrán apuntados en un registro. Y en las próximas obras del RAM (¿se siguen llamando así?), añadan a las monjitas. A ambas, claro. A cambio, matrícula gratis.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Paso del fútbol

Apenas llevamos unas jornadas y ya comenzó el baile de opiniones. Porque tengo la manía de leer de todo, también entra el fútbol en la recopilación de la necesaria información que te permita luego emitir juicios de valor. Y aunque la temporada pasada conseguí no ver ni un partido, ni siquiera en la tele, nada más entrar en Internet te hallas bombardeado por los aficionados de aquí y de allá.
Así que sentado lo precedente, y dejando constancia de que solo me interesa el cómo se desenvuelve el personal en torno a este ¿deporte?, me parece conveniente plasmar un par de guindas. No sin antes hacer referencia a las excepciones de turno:
Fueron 328 personas a defender nuestra quimera olímpica. Lo hicieron tan bien que ahora estaremos años sin conciliar el sueño, porque deberemos arbitrar cómo pagamos la cantidad que nos han endosado.
Un concejal ramblero me ha ilustrado sobre un nuevo concepto que desconocía por completo: carretas con todo incluido. Fue en la romería de San José, a donde tendré que ir el próximo año para echar una visual a ese portento de vehículo.
No me gusta el nombre que le han puesto a una cerveza elaborada en Los Realejos, por la zona de La Cruz Santa: Tierra de perros. Excesivas connotaciones negativas para la bebida, máxime cuando la califican de producto gourmet.
Pues sí, estimados míos, solo cuatro partidos y arden redes sociales, tertulias en los medios audiovisuales y ese lenguaje característico causa estragos en la prensa. Los árbitros se arriman con descaro hacia los poderosos (cuánto valor pueden tener esos tres puntos al final del campeonato). El de los cien millones ya ha amortizado unos cuatro o cinco con el gol del empate, y creo que se la metió por debajo de las piernas.
El lateral de no sé qué equipo se corrió por la banda… unos cincuenta metros… Algo exagerado. O a mi edad ya lo considero toda una proeza. Quien también corre, aunque nunca los sigue, es Hacienda. Pero el (supuesto) problema no es del jugador sino de su representante. Con lo que el organismo fiscalizador de impuestos y tributos queda en fuera de juego y debe guardar sumo cuidado en que el juez de línea no le levante la bandera.
Se marchó Guardiola, dio un paso al lado Tito (cuánto deberían aprender los políticos) y la aparición de nuevos personajes ha provocado que se comience a cuestionar el archiconocido tiki-taka, sobre todo tras la apropiación indebida de la denominación por cierta cadena televisiva. A cuyos tertulianos se les vislumbra demasiado el plumero, a decir de los catalanes. Cuídate Del Bosque, serás el próximo.
Y ya que los menciono, me asalta la duda de cómo serán las competiciones en Cataluña tras la independencia. No deberá ser numerosa la participación en las ligas de fútbol, baloncesto, balonmano… y el Barça tendrá que repartir jugadores para que exista algo de competencia. Los del Madrid, como ya lo hace el editorialista chicharrero, sí deberán estar aplaudiendo con las orejas para que la escisión se produzca más pronto que tarde.
La etiqueta de ‘resucita muertos’ que le han adherido al Tenerife no me la pueden atribuir. Registren mis pertenencias y no hallarán prueba que me incrimine. Asistí por última vez al Heliodoro hace muchos años ante un partido del representativo (ya voy dominando los tecnicismos) con el Villarreal. Y empataron, como ayer con el Madrid. A alguien que iba conmigo se le ocurrió aplaudir cuando los de Castellón marcaron un gol… Menos mal que por aquella zona no había mucha gente.
Vivo a cincuenta metros, en línea recta, del Estadio Municipal Los Príncipes. Vivía, en La Longuera, a menos de cien metros, en línea recta, del Estadio Olímpico. Estoy con Nadal (espero que no lo manifieste de cara a la galería) en lo de que el país no está para demasiadas alegrías (por ejemplo, las entradas a los eventos deportivos), me gusta el deporte, lo practiqué bastante en épocas pretéritas, sigo caminando con cierta asiduidad… Lo malo es que abusos, componendas y añadidos me han provocado, merced a los efectos colaterales, ingentes dosis de aversión. Tanto que me pongo a ver las etapas de las grandes vueltas ciclistas, por las excelentes imágenes que nos brinda la pequeña (algunas no tanto) pantalla, y peco mortalmente, pues quedo frito antes de llegar a la meta. Aunque así me libro de las pesadísimas cuestas de L´Angliru. Es tanta la profesionalización que en la mayoría de los casos nos hemos cargado el espíritu deportivo.
Lo dicho: paso del fútbol. Con el resto, voy escapando. Espero aguantar un fisco más.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Pepillo y Juanillo

Mi actual estado –jubiloso, por más señas– me permite ir más de compras. Seamos exactos, casi me obligan. Conduzco el coche (el mío), cargo las bolsas, manejo el carrito (el que siempre se va para un lado), pongo los artículos en el mostrador (se llama así, ¿no?)…
Es raro que no me encuentre con alguien, también jubilado, con quien intercambiar los párrafos que conducen, inexorablemente, al arreglo de todos los desperfectos del pueblo, de la isla, de la comunidad autónoma y media España. Lo de media es porque llegan las mujeres y nos cierran el micrófono, que si no, tres cuartos, seguro.
En la última visita a una de esas superficies que se ubican en el Polígono Industrial de La Gañanía, fueron tres las miniconversas. Te las resumo:
Primera: Me dijeron que te vas a presentar por Izquierda Unida. Pues no, en todo caso por una candidatura de jubilados para que nos avale la experiencia.
Segunda: ¿Y quién va a encabezar la lista del PSOE? Tú mismo, por qué no.
Tercera: Estos van a acabar por privatizar hasta los colegios. Hace falta que pierdan al menos uno para hacer un pacto.
Desglose, detalle, consideraciones, puesta en común:
Estoy asombrado, a la par que contento, con la marcha del blog, de este blog, de mi blog. Me leen simpatizantes, amigos y enemigos. Me siguen en privado y en público. Me animan los unos y otros rezan (a pesar de agnosticismos políticos) para que cesen de una vez las osadías, los atrevimientos.
Dado que se alongan a este foro militantes y afiliados del amplio espectro, echo en falta comentarios. Aquí, no en reuniones, comités o congresos. Siempre que se guarde el respeto que yo suelo dispensar a las personas que puedan verse retratadas en mis opiniones, tendrán cabida en el medio.
Esta extraña combinación de Pepillo, Juanillo y yo mismo, ha posibilitado que este currante –no he sabido hacer otra cosa en mi vida– sea señalado, agradablemente, con cualquiera de los tres nombres. Tanto que cuando me invitan a cualquier lugar me tienen reservadas tres sillas.
Y ahora, si me lo permiten, diseccionemos las tres situaciones esbozadas unas líneas antes. O al menos intentémoslo:
Que haya gente en el pueblo que siga creyendo que viejos roqueros pueden ser la alternativa, malo. Que se abogue, como opción o mal menor, que el PP realejero pierda un concejal (se quedaría con diez) para tumbarlos mediante el conglomerado de rigor, en el que el PSOE podría obtener algún rédito, peor.
Coalición Canaria en este municipio va con la proa para el marisco merced a sus propios errores. Mayorcitos –en exceso– son como para que se las arreglen ellos solitos. Izquierda Unida, en su papel, como siempre. Con adquisiciones de los desencantados socialistas, que nada creo aporten, salvo conflictos innecesarios. Sinceridad total. De otros posibles, ni idea.
Mi opinión de lo que acontece en el Partido Socialista ha quedado plasmada en foros escritos y verbales en infinidad de ocasiones. Como todavía queda alguno que parece no haberse enterado, vuelvo a resumirla:
Para las elecciones de 2011, la agrupación local del PSC-PSOE elaboró una candidatura cuyos cuatro primeros puestos fueron ocupados por concejales del mandato anterior (2007-2011). Los dos restantes (Vicente y Loli) se retiraron o el partido consideró que no tenían sitio. El resultado es harto conocido: obtuvieron tres ediles. Es decir que el pueblo no consideró conveniente que ni siquiera salieran elegidos los cuatro ‘experimentados’.
Como tengo una manera diferente de entender la política, si yo hubiese sido uno de los implicados, ipso facto habría dejado paso a una cara nueva (del puesto cinco para abajo), que en cuatro años tendría tiempo de foguearse, darse a conocer y plantear nuevas fórmulas de gestión en la labor corporativa. No lo pensaron así y ahí siguen los tres. Es más, alguno (o algunos) juega o aspira a encabezar las próximas de 2015. Si no entiendo lo de Rubalcaba, ya me dirás tú con estos mimbres.
Mientras, el secretario general, que intentó limar asperezas y se reunió con varios de los que desertaron tiempo ha (loable iniciativa), se halla en la encrucijada (a poco más de un año para iniciar el siguiente proceso) de no poder ofrecer a los posibles votantes una alternativa. Porque el no haber sido capaces de un simple paso a un lado, solo ha servido para crear nuevas incertidumbres. O dicho de otra manera más explícita y convincente: no realizar una limpieza total, una renovación radical y volver a presentar a más de lo mismo, acarreará el fracaso más absoluto de una formación que mucho significó en el desarrollo y cambio radical de la Villa de Los Realejos. Como en otros pueblos, todo hay que decirlo, algo que argumenta hasta la saciedad Isaac Valencia en La Orotava, por ejemplo.
Lo penoso del tema es que existe una juventud preparada para coger el testigo. Pero los tiempos que parecen dictarse desde esferas superiores (no creo sea menester hacer un esbozo de la situación nacional, autonómica o insular), corren a favor del enemigo (y perdóneseme tal expresividad). Pero no me quieren entender. O a lo peor sí, mas ni el más mínimo caso. Debe ser que no les hace falta.
No discuto valías. Hablo con gentes de aquí y de allá, de la izquierda, de la derecha y del centro. Y presumo de llevarme bien hasta con aquellos que no me tragan. Y obtengo conclusiones. La principal es que el futuro de la agrupación socialista de Los Realejos y su representación en el edificio de la Avenida de Canarias no está en ninguno de los tres actuales concejales. Quienes debieron haberse retirado para que, y es casualidad, el propio secretario general (número 5 en la candidatura) fuera miembro de la corporación. Y desde dentro ir pergeñando las estrategias para confeccionar una plancha en 2015 que ofrezca garantías suficientes, en la que la presencia de las diversas entidades de población de la Villa de Viera sea consecuente. Y con un programa propio, creíble, factible, que no recurra a la descalificación per se del contrincante.
Ya está otra vez este alegando boberías. No tiene ni la más remota idea de cómo funciona esto internamente y mete la gamba hasta el fondo. Y arriba se permite el lujo de lanzar propuestas…
Estas y otras más o menos parecidas serán las frases que se esgrimirán. Al tiempo, la vida sigue. En enero y febrero de 2015 irán por los barrios a la caza y captura.
¿Tú lees Pepillo y Juanillo? Feliz fin de semana. Estaré con un amigo en Madrid poniendo un fisco de papel asfáltico en el techo del Congreso, no sea que le caiga un cacho de escayola a cualquier ilustrísima… Chacho, ¿el mismo guineo?