lunes, 31 de enero de 2011

Toscal-Longuera (o Longuera-Toscal)

El pasado sábado estuve bastante rato en La Longuera. Allí viví un buen puñado de diciembres y allí sigo teniendo más de un familiar. Estaba lloviendo. No mucho, pero continuado. Y toda la calzada desde La Puntilla hasta donde llamábamos el fondo de El Toscal, casi en los linderos con Puerto de la Cruz, a la altura de El Barranquillo, está de pena. Puede que me señalen que con la obra programada, todo este particular quede solventado. Pero es que llevamos muchos años con estas miserias. Desde que caen cuatro gotas, el transitar el barrio se vuelve poco menos que imposible. Cierto es que dicha travesía pertenece a la carretera insular de Las Dehesas (creo que la TF 1323) y que, por lo tanto, la competencia es del cabildo. Pero estimamos los ciudadanos que para algo hemos ido a votar y elegido a nuestros concejales, no solo para que a fin de mes vayan a la correspondiente entidad bancaria para comprobar si le hemos abonado un sustancioso estipendio. Y si de algo ha pecado este grupo de CC que nos gobierna, es el de no haber sido capaz de solicitar de otros organismos el que se actúe en Los Realejos. O dicho de otra manera, Oswaldo sigue pagando la boutade de la lluvia de millones que prometió allá en 2003, año en el que dejamos de ser indecentes, saliendo de Guatemala para entrar en ‘Guatepeor’.
Luego recorrí una vez más la variante y sigo empeñado en que no aguanta una lluvia de fundamento. Ya me soplaron el viernes en Punta Brava que el charco por la zona de la depuradora y rotonda frente al terrero de luchas es de cierta importancia. Esperemos a que caigan unos lindos aguaceros para comprobar qué nos indican los técnicos. Como aún no esta inaugurada la obra, lo mismo se hace un modificado y se incrementan unos millones apenas para intentar buscar una salida a las aguas pluviales.
Dejo a un lado el tiempo y te cuento que escuché una conversa en la acera, tras la cual sigo pensando que a pesar de la crisis sigue habiendo gente fantasma. En apenas unos minutos un sujeto contaba sus peripecias para montar un negocio en la zona. Con marcado acento no canario y al más puro estilo de lo que por estos lares denominamos curritos (un amigo asturiano diría ‘tonto del culo’), alquiló salones comerciales desde San Juan de la Rambla hasta Santa Úrsula. Pero la palma se la llevó la calle principal del barrio al que hoy hacemos referencia. Puede que se haya sacado la primitiva o puede que se hubiese estado echando el gas mucho mayor que el orificio por el que habría de salir a la atmósfera. Más bien creo que era esto último. No me extraña lo más mínimo que la apertura y cierre de ciertos locales se sucedan en tan cortos periodos. Ya se sabe, una cosa es soplar y otra bien distinta hacer botellas. Y si hay algo que cabrea a cualquier nativo (sitúate en el lugar del mundo que prefieras, no necesariamente en Canarias) es que venga el sobrado de turno a demostrar habilidades en los negocios. Y el protagonista de mi situación debía haberse codeado con Florentino Pérez, porque Ambrosio Jiménez, Antonio Plasencia e Ignacio González se le quedaban muy cortos. Como diría aquel alumno de años idos, casi me “gomito” todo encima, maestro.
Puede que mi convecina Luisa Salazar tenga la pretensión de ser concejala de obras en el próximo mandato. Deben celebrarse aún las elecciones, pero las reiteradas visitas con el alcalde, y las fotografías en el blog de Radio Realejos (la web municipal sigue haciendo más aguas que el Callejón de Los Cuartos), pretenden indicarnos algo. Mientras tanto se ha desbloqueado la situación urbanística que estaba pendiente en el barrio y ya se han iniciado las obras para la construcción del campo de fútbol Antonio Yeoward. Que corren a cargo de la empresa urbanizadora de aquella zona de El Monturrio, pero que ya el alcalde y la concejala aludida acudieron prestos, raudos y veloces para la instantánea de rigor. Y sin casco, dando un mal ejemplo impresionante. Tanto aquí como en Las Llanadas (obra del Cabildo). Pero de igual manera que las obras de Zapatero valieron para pasear con la guagua de San Vicente, estas pueden valer de promoción para ese mayo inmediato.
Tras la visita a Toscal-Longuera regresé por El Castillo. En la desembocadura (y nunca mejor dicho) del antes mencionado Callejón de los Cuartos, el ‘tolete’ de agua no era ni normal. Apenas caían unas gotas. Seguí por Los Barros y a la altura de la Asociación de Vecinos Cañaveral de La Carrera, las máquinas indicaban que por allí se intenta canalizar el barranco que hace algo más de un año provocó tremendo disgusto. Y tampoco debió quedar de manera satisfactoria la zona del nuevo parque de San Agustín, porque los charcos siguen poniendo una nota pintoresca. Repito, eso ocurrió el sábado por la mañana. Llovió sí, pero de manera comedida. Cuando lo haga de manera torrencial, acudirán Paulino, Melchior y compañía. Todos en manga de camisa y con la guataca al hombro. Como recientemente en Arrecife (Lanzarote). Donde en cierta tele (no la de Willy, por supuesto) pudimos escuchar cómo un señor les cantaba las cuarenta a voz en grito diciéndole (al presidente) que para qué coño había ido tres días después y cómo no apareció nadie cuando estaban sacando agua, mierda y lodo de las viviendas y salones.
Cuando llegué a casa descargué toda la rabia contenida ante el pobre ordenador. Menos mal que no me contestó ni se quejó. Lo mismo le hubiera dado un buen moquete. El mismo que se merecen ciertos politiquillos que mandan a poner los quitamiedos después que dos o tres coches hayan hecho turismo ladera abajo. O lo mismo que he comentado en otras ocasiones cuando cierto camión mató una gallina y luego se detuvo haciendo el clásico ruido de los frenos de aire. A lo que el paisano que contempló la escena le espetó: sí, primero la matas y después la ‘jucias’.
Hasta luego. Y cuidado con la lluvia.

domingo, 30 de enero de 2011

La Gomera en el recuerdo (13)

Continuamos nuestra narración con otros breves apuntes y el relato de un curioso hecho acaecido en el transcurso de un ejercicio de oposiciones. E iniciamos el recorrido con el siguiente suelto (El Auxiliar, 10 de abril de 1890, página 7):
Nuestro estimado colega el Diario de Avisos, después de copiar el suelto que publicamos en el número anterior, referente al descuido en que se encuentra el pago de las consignaciones para las escuelas de la Gomera, dice lo siguiente:
“Y a propósito: la maestra de la escuela elemental de niñas de Hermigua se halla en esta Capital, gracias á una suscripción abierta allí, para evitar el morirse de hambre. Tal es el abandono con que aquel Ayuntamiento mira la instrucción pública, que han sido vanas las súplicas de esta señora para recabar aunque fuera el abono de una paga. Es más, el mismo alcalde de Hermigua encabezó la lista de suscripción con 5 pesetas que tampoco pagó. ¿Puede darse mayor abandono y mayor indiferencia? Hay que hacer moralidad administrativa, pues el estado de descomposición á que han llegado las cosas es harto triste”.
No era de extrañar, dado el escaso interés de los ayuntamientos en abonar los haberes, que la Junta Provincial de Instrucción Pública tuviera que dictar resoluciones para que los maestros se incorporaran a sus destinos (El Auxiliar, 22 de junio de 1890, página 7): Prevenir á la Maestra de San Sebastián de la Gomera y al Maestro de Santiago que si no se ponen al frente de sus respectivas escuelas, se declararán éstas vacantes por abandono de destino.
Casi 121 años después, puede que a algún descendiente de las maestras que se mencionan en la información de El Auxiliar (14 de julio de 1890, página 4), les sirva de recordatorio. No sería la primera ocasión, pues en alguna anterior ha habido incluso comentarios al respecto: Han sido nombradas, en méritos de oposición, por el Rectorado de Sevilla para Maestras de las escuelas públicas de niñas de Hermigua, Agulo y Tijarafe, Dª. Maria Fagundo y León, Dª. Rosalía Rodriguez Núñez y Dª. Prudencia Alvarez Pérez, respectivamente. El mismo Centro universitario ha tenido á bien conceder un mes de licencia á la Maestra de San Sebastián de la Gomera Dª. Catalina Rivero y Palenzuela, debiendo sustituirla en el desempeño de su escuela mientras haga uso de dicha licencia, Dª. Manuela León y Martínez.
También de El Auxiliar (20 de julio de 1890, páginas 2, 3 4 y 5), en un apartado denominado ‘Sección oficial’, se incluye una amplia reseña de un extraño acontecimiento habido en las oposiciones convocadas para proveer plazas de maestras, asunto que dependía del Rectorado de la Universidad Literaria de Sevilla. La transcripción del citado expediente se debe a la presencia de una testigo maestra de San Sebastián de la Gomera y al hecho de refrendar con el farragoso lenguaje, el complicado proceder de algunas personas, cuestión a la que no somos ajenos en esta sociedad, supuestamente más moderna y preparada, de la actualidad. Helo aquí:
«El Iltmo. Sr. Director general de Instrucción pública ha comunicado á esta Universidad con fecha 31 de Mayo último la Real orden que sigue:
“En el expediente promovido para proveer en virtud de oposición la escuela pública elemental de niñas de Lomo de Arico, provincia de Canarias dice el Consejo de Instrucción pública, evacuando el informe que le fué pedido, lo siguiente:
El Gobierno somete á consulta del Consejo el expediente de las oposiciones verificadas en Canarias para proveer varias escuelas de niñas de dicha provincia que el Rectorado de Sevilla remite á la Dirección general de Instrucción pública para el nombramiento de Maestra de la escuela de Lomo de Arico, que corresponde al Centro directivo, antes de proceder al de las maestras de otros pueblos que corresponden al Rectorado.
Acompañan al expediente tres instancias suscritas por la opositora Doña Carmen Torrens y Pérez, dos de ellas elevadas al Tribunal de las oposiciones, y una á la Dirección general de Instrucción pública, en todas ellas denunciando:
1. De que al hacer el análisis gramatical del período dictado por el Tribunal en la tarde del 12 de Noviembre de 1889, se acercó á una opositora un señor cuyo apellido es Villafuerte, y tomando asiento entre dos opositoras dictó á una de ellas (no dice su nombre), lo que ésta escribía, hecho que consintieron los vocales del Tribunal que se paseaban por el salón y fue comentado por el público, citando como testigos presenciales á Doña Catalina Rivero y Doña Elvira Machado, Maestra la primera de S. Sebastián de la Gomera;
2. Que el día 13 al poner en la urna las bolas para el sorteo del punto de Pedagogía, preguntó el vocal D. Lucas Vega al Inspector cuantas introducirían, contestando éste que 30, y el padre de la recurrente tuvo que intervenir diciendo que debían ser 45 y así se hizo por el Tribunal;
3.° Que saliendo el número 19 esta lección estaba comprendida entre 30 que en otros tantos plieguecillos llevaba escritas una opositora y la copió según vio la opositora Dª. Dolores Regalado que estaba á su lado (no cita el nombre de la opositora que tal hizo);
4. Que los jueces conocían los lemas antes de abrir los pliegos, porque anduvieron mirándolos cuando los ponían, y que no conociendo el de la recurrente trataron de exigírselo hasta reclamando de su padre el borrador que de la disertación se había guardado, añadiendo que pasada la hora marcada para entregar los pliegos, continuaron algunas opositoras escribiendo por espacio de 18 minutos más, entre ellas Dª. Dolores Regalado, y que de todo protestó;
5. Que las opositoras que ejercitaron en el oral antes que ella, sacaban tres bolas en lugar de dos para elegir, cuya infracción hizo notar á Don Carlos Calzadilla y á Dª. Elvira Machado;
6. Que al llegar su vez á la recurrente, sacó dos bolas, y queriendo el Presidente obligarla á que sacase tres, pidió que leyera el art. 50 del Reglamento, párrafo 3, y se le contestó que si lo que se le ordenaba era una infracción reglamentaria él asumía la responsabilidad, y protestó también.
Por todo lo cual y citando como testigos á los tres individuos ya nombrados y á D. Francisco Rivero, entre tantos otros, dice, que lo presenciaron, pretende se desestimen las protestas del Tribunal y se nombre á ella para la escuela de Lomo de Arico.
Informando el presidente del Tribunal y de unánime acuerdo, dice, con todos los señores jueces manifiesta: Que la protesta formulada por Dª. Carmen Torrens, instigada por su padre D. Francisco, tercer maestro interino de la Escuela Normal, es á todas luces improcedente y basta para probarlo la lectura del párrafo 4.° del art. 50 del Reglamento donde se preceptúa que ‘si ocurriere que sacara un opositor una bola mas alta que el número de lecciones que comprende el respectivo programa, sacará nuevamente otra hasta tener dos entre las que puede elegir’, que las opositoras que sacaron mas de dos números lo hicieron por ser algunos de ellos mas altos que los comprendidos en el programa y esta repetición se efectuó con pleno conocimiento del Tribunal, que ha procedido con la mayor escrupulosidad; y que si el testimonio de éste no fuera suficiente, lo atestiguaría la circunstancia de que siendo ocho las opositoras sólo Dª. Carmen ha protestado de supuestas nulidades que de ser ciertas, afectarían también á las tres que le sucedieron en el ejercicio oral y ninguna de ellas ha producido la menor queja. En otra de las instancias de la protestante Sra. Torrens, informa también el Presidente del Tribunal y manifiesta que dicha Sra. fué la causante de que los pliegos no quedasen depositados en la urna con la oportunidad debida, puesto que todos se hallaban cerrados y dispuestos para su entrega á la hora marcada; que en el momento que las opositoras debían encontrarse en completo aislamiento, observó el Tribunal que una señora se acercó a la Torrens y le entregó subrepticiamente un papel doblado, y sospechando que podría ser alguna minuta que de afuera le enviaran para extender su disertación, se tomó nota del hecho, y se ordenó al Secretario que lo consignase en el acta, sin perjuicio de intervenir los papeles que dicha opositora tenia en su pupitre al terminar el ejercicio y después de hechas las calificaciones; que al llegar la hora de depositar la Sra. Torrens el pliego que contenía su ejercicio, el padre de ésta, se precipitó hacia el pupitre, y apoderándose de los papeles que en él había, se negó en absoluto á dejarlos en el sitio donde se encontraban, con cuyo motivo se promovió un altercado, viéndose precisado el Presidente á prohibir al Sr. Torrens que hiciese uso de la palabra dentro del local. Por último hace presente que dicho Sr. Torrens ha empleado medios que juzga poco dignos, para entorpecer las funciones del Tribunal, dando lugar á que se recordara que debido á su carácter perturbador se originaron conflictos graves en otra ocasión al Tribunal de que formaba parte, dando lugar á que se le formara un expediente de orden del Sr. Gobernador de la provincia para justificar la presión que ejercía sobre varios opositores.
Las denuncias número 1 y 3 no merecen tomarse en serio por cuanto tan inciertos son los datos que la recurrente facilita que ni aun cita los nombres de los opositoras á quienes, según ella, se quiso favorecer con las irregularidades que supone cometidas.
La señalada con el número 2 nada tiene de particular, toda vez que mediaran ó no frases entre los individuos del Tribunal, interrumpidas por el padre de la opositora protestante sin voz ni voto, ni derecho alguno á mezclarse en la conversación de los jueces, resulta por manifestación de la misma recurrente que entró en la urna el número de bolas que el Reglamento determina.
En cuanto al número 4 de la denuncia, aun prescindiendo de que el sólo dicho de la protestante no es suficiente á justificar que los jueces conocieran ó no los temas puestos por las opositoras en sus pliegos cerrados, el Presidente del Tribunal en su informe explica la conducta observada en este acto por el padre de la denunciante, y ante el dicho de ésta y las explicaciones y afirmaciones del Presidente no cabe dudar de parte de quien ha de ponerse la Administración.
Y por lo que respecta á los puntos 5 y 6 de la denuncia, el párrafo 4º del art. 50 del Reglamento de 7 de Diciembre de 1888 determina los casos en que el opositor habrá de sacar tres bolas en lugar de dos y esto y no otra cosa ocurrió según informa el Presidente del Tribunal, de donde resulta que el acto fué correcto.
Por todo lo cual entiende el Consejo que procede desestimar las protestas formuladas por Dª. Carmen Torres y aprobar la propuesta hecha por el Tribunal para la escuela de niñas de Lomo de Arico en favor de Dª. Antonia Martin Armas.
Y conformándose S. M. el Rey (q. D. g.) y en su nombre la Reina Regente del Reino se ha servido resolver como en el mismo se propone. De orden del Sr. Ministro lo comunico á V. S. para su conocimiento y demás efectos”.
Trasládola á esa Junta para su inteligencia y efectos oportunos. Dios guarde á V. S. muchos años. Sevilla 1 de Julio de 1890. El Rector, Joaquín Alcaide y Molina»
Los docentes de ahora mismo seguimos quejándonos de la cantidad de papeles y de los excesos burocráticos. Echando la vista atrás, va a resultar que no es para tanto. Hasta la próxima.

sábado, 29 de enero de 2011

Nerviosos

Le parece a un espectador, es mi caso, que el personal adscrito a ese colectivo que engloba a los denominados políticos, se halla más nervioso de la cuenta. Y si aún circulamos por el mes de enero, los meses y días que restan hasta ese fatídico 22 de mayo puede significar tremendo calvario para quienes aspiran a representarnos –es lo que siempre alegan– en las diferentes instituciones (ayuntamiento, cabildo y parlamento). A este ritmo es probable que las tilas y otras aguas tranquilizadoras pasen a ser un bien más codiciado que las famosas especias de la época de Marco Polo. De seguir con estos acelerones, los precios se disparatarán (como el de los combustibles).
Para declaraciones de los escindidos socialistas, los auténticos, los de la coherencia y dignidad, los más de izquierdas, los que estaban ahí por ideales (que no por puestos ni prebendas), les remito a la revista digital del CCPC (Centro de la Cultura Popular Canaria, cuyo viraje a la política pura y dura es más que evidente en detrimento de los postulados que guiaron su creación), que se ha convertido en el saco, aparentemente sin fondo, donde caben rotos y descosidos. Ahí acude también –ahora con más frecuencia– Juan Manuel Fernández del Torco, cabeza visible de algo llamado CiCan, un partido –eso dicen– de centro, independiente y de Canarias. Ignoro si su implantación alcanza toda esa nueva extensión de aguas que Paulino ha tenido a bien brindarnos para general regocijo de los canarios de pro. Ha venido a declarar nuestro protagonista que los hombres y mujeres de su formación no se encuentran imputados por corrupción. Pues menos mal. Que yo sepa, no les conozco a nadie que ostente cargo institucional alguno. Será por ello que no han tenido tiempo de corromperse. Porque si ya lo hubieran hecho desde antes de ocupar poltronas, agárrate si es que llegan aunque sea a San Borondón.
Pero los verdaderamente nerviosos son los militantes del PP. Ni ellos mismos parecen dar crédito a lo que ponen de manifiesto las encuestas. Deben, a pesar de los vientos favorables, no estar bien seguros de sus posibilidades, o temen, quizás, que el espacio de tiempo hasta 2012 sea demasiado largo. Es sintomático el hecho de la resurrección del 11-M. Los medios de comunicación que vieron en su día que el manido asunto de la conspiración no les produjo el resultado apetecido, han vuelto a las andadas. Ciertos dirigentes populares han creído oportuno sumarse al carro de los despropósitos. El primero, Javier Arenas, el perdedor de todas las elecciones a las que se ha presentado en Andalucía. Lo de Cospedal y sus manías denunciadoras, sin aportar en ningún caso prueba alguna, debe ser una malformación congénita que ya está rayando la irresponsabilidad más absoluta. Pero lo de Antonio Alarcó, senador, vicepresidente del cabildo tinerfeño y escritor en las noches de insomnio ha venido a colmar el vaso de los despropósitos.
Se ha cargado de un plumazo el médico tinerfeño los informes de sus colegas madrileños (creo que la comunidad de Madrid sigue regida por doña Esperanza y creo –otra vez– haberla visto en cierta convención habida en Sevilla, aunque se marchó un rato antes para no tener que aplaudir a una candidata asturiana), las investigaciones policiales, los dictámenes de los peritos y el propio juicio. O se le fue el baifo o perdió el raciocinio cuando se le calentó la lengua y pinchado por la lisa (por lo de los virajes) más oronda de La Ranilla, soltó que en el piso de Leganés (3 de abril de 2004) no se había producido un suicidio colectivo, sino que la policía se los cargó mediante el ‘dale que te pego’. Procedimiento que, entiendo, debe dar a conocer en mayor profundidad. Sobre todo por si Acebes tuvo algún tipo de intervención.
Estimaba un servidor que el doctor Alarcó era un fisco más inteligente. Pero mi gozo en un pozo. Si la sensación generalizada es de habernos llevado tremendo fiasco con Zapatero, la que nos espera con los chicos de Mariano. Nos han tomado por imbéciles redomados cuando ni siquiera han alcanzado la escalinata de La Moncloa. Agárrate cuando la suban.
Les falló en aquel entonces (11 de marzo de 2004) el invento de la ETA. Pero han querido resucitarlo aun a costa de poner en entredicho la labor de un sinfín de profesionales de la comunidad madrileña. Aguirre permanece en silencio. Pero un buen día de estos va a perder los cascos y manda fuerte rajada.
Como coincido plenamente con un artículo de Juan García Luján titulado ‘Alarcó y la conspiración del 11-M’, publicado en la sección de Opinión del periódico digital Canariasahora.com, allí los remito. No sé si José Manuel Soria le ha hecho llegar a Rajoy estos pareceres. ¡Ay, la que nos espera! Guardan inmenso parecido a la anécdota, real como la vida misma, de cierto capitalino que, estando de visita en una de sus propiedades, quiso acariciar linda ovejita que pacía tranquilamente en los aledaños de una huerta de platanera. Y, efectivamente, solo le dio tiempo a pasar su elegante y bien cuidada mano por la testuz del animal, porque el retroceso del bicho y posterior arrancada fue la acción más veloz que se recuerda por los contornos. El estampido que alcanzó sigue retumbando en los restos de la finca. Si se hubiera agachado un fisco para mirarle la retaguardia del cuadrúpedo rumiante, se habría percatado de que era un viril carnero mocho (a saber, animal sin cuernos), pero con dos enormes razones bien dispuestas. Y qué quieres que te diga, para mí estos disfraces de ovejitas de portal me dan cierto repelús, porque luego se tornan en traicioneros lobos. Con todos mis respetos por los animales citados.
Lo dicho: están muy nerviosos. Hasta la próxima. ¡Espera, espera, que me olvidaba! Anoche se presentó Manolo Domínguez como candidato del PP a la alcaldía de Los Realejos. Es la tercera o cuarta vez que lo hace, pero esta última coincidió con la de la Murga Los Irónicos. ¿Sintomático?

viernes, 28 de enero de 2011

Acceso a las NNTT

No me puedo resistir a transcribir un comentario que recibí anteayer referido a una ya vieja entrada (Plaga de langosta-1) del realizador, entre otros, del programa televisivo ‘La bodega de Julián’, a saber, Alfredo Ayala: Dice así:
“Tenía 13 años. Económicamente lo pasábamos de manera angustiosa. Siete hermanos eran muchas bocas para un solo y raquítico ingreso. Vivía en lo alto de una panadería (El Pino). Desde Venezuela nos llegaban algunos bolívares para aliviar las penurias. Recuerdo que me vino un regalo: un cinturón con muchas monedas pegadas. Estaba de estreno y feliz. De pronto, mi hermano me llamó a la azotea: ¡Alfredo, mira qué cantidad de cigarrones! Y traía uno en la mano enorme. Subí como un volador: era una nube inmensa, negra; chocaban contra todo. Muchísimos aterrizaban en dos fincas plantadas de alfalfa. Mi hermano y yo nos pusimos al borde del hueco del tragaluz y con el cinto hacía giros en el aire. Caían como moscas. Eran tantos los que matamos, que el piso del tragaluz no se veía. Nos sentíamos como héroes y defensores del mundo. Para nosotros era una diversión, pero los campesinos de las inmediaciones hacían humo para espantarlas y recuerdo ver cacharros que golpeaban para asustarlas. Hoy, con el paso del tiempo, puedo decir que fue una tragedia. Mi padre, periodista fallecido, me hizo una narración de otra visita que hicieron en las zonas de Gáldar, Guía y Moya en 1811, hace 200 años. Fue en esta ocasión una lucha feroz en la que se combatieron con tambores, bucios y cajas de guerra de un ejército que estaba ubicado en la zona de Guía. Hoy el canario festeja hasta la tragedia, y es una de las fiestas mas intensas de Canarias y también una de las más desconocidas: la fiestas de las Marías, en honor a la Virgen que obró el milagro de enviar un fuerte aguacero cuando la desgracia se cernía sobre estos tres municipios”.
Y como Alfredo (gracias, amigo) se puso en contacto conmigo a través de ese invento informático que se engloba en las denominadas Nuevas Tecnologías (NNTT), me acordé de que por la mañana había escuchado en la radio que un reciente estudio ha venido a confirmar el desapego de la gente mayor a esto de la Internet. No tanto por el desinterés como por la falta de información y, por ende, de preparación. Y a renglón seguido recordé asimismo que hace un tiempo el entonces concejal responsable en el ayuntamiento realejero de esta faceta, Miguel Ángel Regalado, había iniciado un proyecto de informatización de los colectivos sociales del municipio, aprovechando la normativa dictada al efecto en la Ley de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a la Administración.
Si la memoria no me falla se trataba de instalar uno o más equipos informáticos, con acceso a Internet en banda ancha, y que llevaba aparejada una acción formativa dirigida, exclusivamente, para el sector de población antes citado. Además, era requisito indispensable que estos equipos estuvieran a disposición de los vecinos durante un mínimo de diez horas a la semana para que pudieran, entre otros, interactuar con el ayuntamiento. De nada nos valía tener una ayuntamiento con posibilidad de acceso multicanal de última generación, si los ciudadanos no podían acceder todos por igual.
Recurro a las fuentes de información pertinentes y hallo que se compraron 42 ordenadores y 21 impresoras multifunción. Tras la salida del gobierno del grupo socialista, y a requerimiento en una sesión plenaria del artífice del proyecto, alguien se acordó de que existían los aparatos en una dependencia consistorial y se llegaron a colocar algunos. El resto parece que duerme el sueño de los justos, con lo que la inversión habida para tan noble empeño (unos 45.000 euros) sigue esperando a que en un segundo intento se continúe con la ubicación que se tenía programada.
Y cuando alcancé el final del párrafo anterior, me dije que lo mismo Oswaldo me lee (porque sus asesores le pasan la reseña) y en estos meses que restan hasta el 22 de mayo próximo lo vemos cargando ordenadores e impresoras, y a modo y manera de rey mago al uso se dedica a realizar lo que tenía que haber hecho desde hace mucho tiempo. De ser así, y llevarse a la práctica estas sospechas, no me quedaría más remedio que pensar que en mi pueblo también se perdió la vergüenza. Y en ese caso las justificaciones de Nieves, la concejala de Hacienda, que no piensa volver a las frías aulas de Palo Blanco, de nada me valdrían. Solo faltaría, para completar la película, que Tomás fuera el actor encargado de la acción formativa, de poner al día a todo el personal de Mundo Senior. Luisa y Salvador ya efectuaron, creo, la preinscripción. Lo mismo me apunto yo también. Espero que a Camino Nuevo, la Cruz del Peral o La Sombrera les toque siquiera el reintegro. Lo manifiesto simplemente por la cercanía a mi casa.
Ahora mismo se nos sigue vendiendo las excelencias de las mejoras, verbigracia, en la biblioteca municipal. Pero pienso que enfocamos siempre este particular asunto hacia un sector poblacional que ya dispone en casa de todos los artilugios habidos y por haber, al tiempo que seguimos olvidando, o condenando al ostracismo, a quienes en su juventud solo conocieron el trabajo como medio de diversión y ocio. Época en la que el acceso a la cultura era poco menos que una utopía en los ambientes rurales. Y el Realejo lo era íntegramente.
Estaba yo pensando ahora mismo que como Zapatero llegara a enterarse de esta febril actividad que me ha entrado, lo mismo me devuelve al IES para general regocijo de Paulino y Milagros. Olvídate, Tomás, no me voy a apuntar. Con dos dedos y el ratón, seguiré escapando.
Hasta mañana. Y cuídense porque ya llegó el invierno.

jueves, 27 de enero de 2011

La Gomera en el recuerdo (12)

El Auxiliar fue un periódico editado en Santa Cruz de Tenerife, que se hizo eco de la problemática de la primera enseñanza (instrucción primaria) durante la segunda mitad del siglo XIX. Fue su director Juan de la Puerta Canseco y se imprimía en el establecimiento tipográfico de A. J. Benítez. En un periodo en el que la escuela no era, ni por asomo, una prioridad, las referencias a la situación en la isla de La Gomera no podían quedar al margen. Retomo, pues ‘La Gomera en el recuerdo’ para introducirnos, a través de las oportunas pinceladas, en lo que ocurría en una sociedad sumida en la pobreza, el abandono y la incomunicación. Y lo hago, a modo de muestra, con detalles acontecidos en la década postrera del siglo aludido, para que la óptica de los 120 años transcurridos pueda no solo despejar dudas sino establecer las comparaciones que se estimen convenientes.
Los Ayuntamientos de la Gomera continúan mirando con la mayor indiferencia el cumplimiento de sus obligaciones para con la primera enseñanza, y los Maestros de aquella isla no pueden soportar por más tiempo su tristísima situación. Agulo debe á estos desgraciados funcionarios 69 mensualidades, Alajeró 63, Arure 63, Hermigua 51, Valle-hermoso 48 y S. Sebastián 42. Escusamos comentarios. Sr. Gobernador ¿no habrá medio de meter en cintura á estos Ayuntamientos que tanto se desvelan por la cultura de sus administrados? (El Auxiliar, 31 de marzo de 1890, página 5)
En la sección de ‘Remitidos’ de El Valle de Orotava (La Orotava, 18 de abril de 1890, páginas 3 y 4) se indica que como nuestro colega La Nueva Era tantos elogios ha tributado al Sr. Gobernador civil, por su gestión en el pago de los haberes de los maestros de primera enseñanza en esta Provincia, le rogamos se fije en el siguiente comunicado, en el cual se delatan abusos gravísimos que el Sr. Gobernador única y exclusivamente puede extirpar, á fin de que una sus súplicas á las nuestras para ver si obtenemos que el Sr. Fernandez cobre lo que el Ayuntamiento de San Sebastián de la Gomera le adeuda hace tanto tiempo.
El extenso comunicado, dirigido al Sr. Gobernador civil don Arturo Antón, y firmado en Icod (15 de abril de 1890) por R. Fernández (que se identifica en el texto como el maestro afectado de San Sebastián de La Gomera), es de los que podemos denominar que no tiene desperdicio y nos viene a señalar la notoria despreocupación de las autoridades por tan importante faceta. Observarás que hace alusión al suelto de El Auxiliar al principio reseñado. De su lectura, que te recomiendo, podemos deducir el porqué de aquel viejo dicho de ‘pasar más hambre que un maestro de escuela’. Como estimo un delito el trocearlo, y solicitando comprensión por su amplitud, ahí va íntegramente:
“Muchas veces he tenido el honor de denunciar á V. S. la censurable conducta que ha venido observando el Ayuntamiento de San Sebastian de la Gomera, en lo relativo al importante y preferente ramo de la primera enseñanza. Durante tres años no he cesado de exponer á la consideración de V. S., ya verbalmente, ya en cartas particulares, ya en oficios, y en instancias y por medio de la prensa, los abusos que aquella corporación ha venido cometiendo para que el maestro no pudiera cobrar su sueldo, y los subterfugios de que se ha valido para eludir el cumplimiento, tanto de los mandatos soberanos, como de las órdenes dictadas por V. S. y por sus dignos antecesores. Y sin embargo de la evidencia y veracidad de los hechos denunciados, sin embargo de las repetidas desobediencias de ese Ayuntamiento, de sus excusas inadmisibles, y de sus promesas incumplidas, sigue adelante, muy fresco, orondo y satisfecho, en su obra de causar, como lo ha causado, la ruina del encargado de la instrucción y educación de la niñez, contemplando con fruición, porque si no lo evitaría, los sufrimientos de su precaria situación, y viéndole indiferente y con la sonrisa de la alegría en los labios, abandonar la localidad donde ha difundido la luz vivificante de la enseñanza durante muchos años, llevando en su abatida alma el acíbar de la ingratitud, en su corazón la lucha de encontrados sentimientos, en su pensamiento la torturante idea de que es víctima de negra injusticia, y de que sus ancianos padres, su esposa é hijos, que le acompañan, son mártires del más inicuo de los despojos; ¡seres queridos á quienes se les quita el pan que debían llevar á sus bocas para sostener la vida material, ganado por ese desventurado maestro en el santuario de la escuela!
Estas no son concepciones imaginarias, no son producto de mentes débiles, calenturientas y fantasmagóricas, no, Sr. Gobernador; es la realidad descarnada, tangible, evidentísima, porque ese maestro de San Sebastian, ese preceptor de la infancia durante diez y siete años, despojado del legítimo y sagrado fruto de su profesión, del sueldo que le da la Ley, de lo que constituye el único medio de subsistencia para él y su familia, soy yo: ese maestro sacrificado por un Ayuntamiento enemigo de la instrucción y educación popular, en el altar levantado á la diosa ignorancia á la que parece rinde natural y ferviente culto; ese maestro que antes y después de haber tenido que emigrar del pueblo donde venía ejerciendo su misión educativa (obligado por una corporación que por no cumplir un precepto de la Ley de Instrucción pública infringía otro de la Ley de Dios), tantas veces ha reclamado sus derechos conculcados, tantas veces pública y privadamente ha pedido justicia y protección á quien podía y debía, pero que ha sido voz que clama en el desierto; ese maestro, señor Gobernador, es, el que tiene la honra de dirigir á V. S. desde las columnas de un periódico, esta modesta y mal pergeñada carta. Parece imposible, si la realidad de los hechos no demostrara lo contrario, que el Ayuntamiento de San Sebastian y todos los de la Gomera puedan burlar impunemente las disposiciones supremas, los mandatos superiores encaminados á asegurar el pago á los maestros de instrucción primaria; parece mentira, que sin embargo del interés y empeño desplegados por el Gobierno de S. M., por la Dirección general, por esa Junta provincial y por V. S. á favor de la primera enseñanza; que no obstante las rígidas circulares de V. S., sus amenazas, las multas impuestas, el ultimátum de entregarles á los Tribunales por desobediencia grave y repetida á su autoridad, los Alcaldes y Ayuntamientos gomeros, creyéndose quizá ¡insensatos! escudados con el dictado fusionista, continúen con la intención (Dios se lo premie) de no pagar lo que á los maestros deben, de mirar las escuelas como cosa baladí y hasta innecesaria para la cultura de los pueblos que administran, sin hacerles cambiar de ideas la consideración de lo indulgente que V. S. ha sido con ellos; motivo y consideración que debía obligarles al cumplimiento de tan legítimos mandatos, mas aun que el temor de las penas y castigos que pudieran imponérseles.
Si V. S., como creo, lee los periódicos que se publican en la provincia de su mando, y entre ellos como de mayor excepción tratándose de primera enseñanza, El Auxiliar, por su carácter de periódico profesional, verá V. S. en el número 126, del dia 31 del pasado Marzo y en su sección de noticias un suelto que, con la abrumadora é inflexible lógica de los números, demuestra la verdad de mis asertos. En ese suelto se llama la atención de V. S. y se le pide con sobrada razón que meta en cintura a los Ayuntamientos de la Gomera que no obedecen en materia de escuelas y maestros ni á V. S., ni al Ministro, ni al Rey; pues hay alguno que debe mas de sesenta mensualidades, y otro, el de San Sebastian, que debe al firmante, cuarenta y dos. ¡Tres años y medio, Sr. Gobernador, que representan cerca de tres mil quinientas pesetas, y significan un cúmulo de amarguras y de dolores y de desesperación para el que tiene hijos y necesita ese dinero para proporcionarles el alimento!
Las Reales órdenes dictadas para que el R. D. de 16 de Julio del año anterior produzca los efectos deseados, dicen que el cobrar los maestros de instrucción primaria depende de los Gobernadores civiles, por manera que estas autoridades superiores tienen en sus manos la vida ó la muerte de los maestros, el que coman ó se mueran de hambre; y estas manifestaciones unidas al noble y decidido propósito, que anima á V. S. de obligar á los Ayuntamientos al pago de la mas preferente de las obligaciones de sus presupuestos, y que ya va dando satisfactorios resultados, será motivo para tener la esperanza y casi la certeza, de que ha sonado la hora de hacer justicia á la víctima del Ayuntamiento de San Sebastian”.
Te participo que las posibles faltas de ortografía en el texto transcrito pueden no deberse necesariamente al autor del mismo. Los denominados ‘duendes tipográficos’ en la época aparecían en las más insospechadas ocasiones. Y la complejidad en la composición de las viejas galeras en los remotos tiempos de los tipos de plomo, era más que evidente. En la actualidad, con los increíbles adelantos tecnológicos, es normal tender a olvidarnos de las penurias existentes en el pasado para editar un periódico de pocas páginas.
Continuaremos en otro momento. Hoy, afortunadamente, la situación de la enseñanza ha cambiado. Mucho, y a mejor. También en La Gomera, por supuesto.

miércoles, 26 de enero de 2011

Dignidad y coherencia

Ayer –¿o anteayer? No me acuerdo, ¡Ay, esta edad!– en la mañana, echando una ojeada a Diario de Avisos, y tras la lectura del artículo de Salvador, me llamó la atención otro, firmado por Juan Henríquez (a quien no tengo el gusto de conocer), titulado “Espantada socialista” y no pude resistir la tentación de leerlo, máxime cuando en este blog me he hecho eco en más de una ocasión del singular afer que se traen entre manos los que el comentarista aludido señala como los ‘involucionistas del PSC-PSOE’. Viene a decir –escribir– Juan que una cosa es la libertad de expresión y de opinión y otra bien distinta el discurso barriobajero y antisocialista. Y completa su artículo con un muestrario de guindas que han sido ‘desembuchadas’ en los medios que hallaron tremenda veta en esta mina que han explotado hasta la saciedad. Para Henríquez lo de Odalys, al igual que opinamos la inmensa mayoría de los que nos consideramos normales, es de echarle de comer aparte. No me atrevo a pensar en lo de tirarse (o echarse) al monte por si la pobre cabra de Valle Gran Rey se molesta conmigo.
Se estila, amén del consabido exabrupto, el hilvanar unas líneas. Todos quieren emular a los cuatro bichos que nos tomamos en serio esta afición de juntar letras. Pero los competidores van mucho más allá al creerse en posesión de la verdad absoluta. Yo tengo la razón y el resto anda descarriado. Yo no aspiro a puestos, pero creo un partido por si acaso. Al que ya Domingo Medina acusa de plagio. La originalidad alcanza cotas inimaginables con el dichoso símbolo de cierta operación aritmética. Poniendo la ‘x’ para significar ‘por’ (Tenerife, La Laguna, Puerto de la Cruz; te faltó denunciar a Coello), creen que los efectos se ‘multiplicarán’.
Me voy por dignidad y coherencia. Pero lo hago haciendo pública la comunicación supuestamente interna al secretario general usurpador. Mi dignidad y coherencia me dan ánimos para morir matando. Me voy pero te juro… Pensaba ahora escribir aquello de cuando se pierde la vergüenza, pero me arrepentí porque no puede perderla quien jamás la ha tenido. Caen en lo que critican. Paradojas de la vida. Cometen los vicios que creen atisbar en corrales ajenos. Y olvidan procedencias y andanzas de un pasado más bien cercano. Borran de sus memorias los hechos acontecidos un par de minutos antes de soltar la nueva excelencia. No existe su pasado. Y como el presente es tan fugaz, ellos son el futuro. Y los que solemos husmear en hemerotecas, imbéciles redomados.
Y en ese ‘regoler’ innato, me voy al diccionario:
Dignidad: (Del lat. dignĭtas, -ātis). 1. f. Cualidad de digno. 2. f. Excelencia, realce. 3. f. Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse. 4. f. Cargo o empleo honorífico y de autoridad. 5. f. En las catedrales y colegiatas, prebenda que corresponde a un oficio honorífico y preeminente, como el deanato, el arcedianato, etc. 6. f. Persona que posee una de estas prebendas. U. t. c. m. 7. f. Prebenda del arzobispo u obispo. Las rentas de la dignidad. 8. f. En las órdenes militares de caballería, cargo de maestre, trece, comendador mayor, clavero, etc.
Digno: (Del lat. dignus). 1. adj. Merecedor de algo. 2. adj. Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo. 3. adj. Que tiene dignidad o se comporta con ella. 4. adj. Dicho de una cosa: Que puede aceptarse o usarse sin desdoro. Salario digno. Vivienda digna. 5. adj. De calidad aceptable. Una novela muy digna.
Coherencia: (Del lat. cohaerentĭa). 1. f. Conexión, relación o unión de unas cosas con otras. 2. f. Actitud lógica y consecuente con una posición anterior. Lo hago por coherencia con mis principios 3. f. Fís. cohesión (unión entre moléculas). 4. f. Ling. Estado de un sistema lingüístico o de un texto cuando sus componentes aparecen en conjuntos solidarios. La coherencia del sistema de adverbios de lugar en español se manifiesta en tres grados.
coherente: (Del lat. cohaerens, -entis, part. act. de cohaerēre, estar unido). 1. adj. Que tiene coherencia.
Perdona tan larga aclaración, pero hablar de dignidad (gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse) en esta chiripitifláutica situación, Corrales, es, de verdad, algo de ‘gravedad’, pero más bien ‘indecoroso’. Y cada vez que sigan acudiendo a enchufar el ventilador, más se están cubriendo y no precisamente de gloria.  Hablar de coherencia (actitud lógica y consecuente con una posición anterior) me hace recapacitar un fisquito (trozo pequeño en tu florido vocabulario). ¿Actitud lógica? ¿Con qué posición anterior? Pregúntaselo, please, a la ciudadana Odalys.
Ser digno es ser merecedor de algo. También valdrá, pienso, una patada en el culo. Cada cual recoge lo que siembra. Los docentes nos hemos ‘peleado’ siempre para que los alumnos fueran capaces de entender que junto a los derechos existen unos deberes, unas obligaciones, igualmente recogidas en la normativa legal vigente. Y que no son cuestiones que puedan ir por separado. Los socialistas verdaderos, los de la ‘x’ (los incógnitos), a pesar de haber medrado lo suficiente como para alcanzar elevados rangos en el organigrama, no debieron leer en profundidad los estatutos que regían la formación. Y cuando la jueza ha dicho que la formación de las gestoras había sido un acto adoptado por los órganos competentes y ajustado, por lo tanto, a lo que el propio partido tenía contemplado en su régimen de funcionamiento, pues no nos recatamos en señalar que se ha equivocado y que ni siquiera sabe de qué va la cosa. Eso, adalides del saber, paradigmas de la militancia, promotores de la decencia, prototipos de la coherencia y líderes de la dignidad. Y como es necesaria una ‘candidatura de emergencia social’, además, salvadores de la patria. Amén.
¿Por qué la foto de Cascos? Por dignidad y coherencia.

martes, 25 de enero de 2011

Campañas de recogida de firmas

El incremento en la tarifa del suministro de energía eléctrica está haciendo circular un sinfín de correos electrónicos. La mayoría va encaminada a la propuesta de un apagón general el próximo 15 de febrero. En unos he leído que se pretende realizar en un periodo de cinco minutos a partir de las 22 horas (no sé si peninsular o insular canaria). En otros, si no me falla la memoria, creo haber visto lo de media hora (corríjanme si estoy equivocado). A la par, y a través de alguna organización como CEACCU (Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios), existen campañas de recogidas de firmas para elevar protestas al Ministerio de Industria (Di no a la brutal subida en el recibo de la luz).
Bien, nada que objetar. Protestemos, que al menos de ese recurso podemos disponer. Y si logramos que Endesa, Iberdrola, Fenosa y resto de la tropa no se salgan con la suya cada vez que elevan gentiles invitaciones al gobierno para que nosotros corramos con los gastos de los cables rotos y los precios (aéreos; sí, siempre están por las nubes) de los combustibles, perfecto. Aunque yo me temo que, como casi siempre, será otra iniciativa encaminada a caer en saco roto. Y es que hemos tenido la oportunidad de firmar tantas veces para asuntos tan dispares, que debemos mostrarnos escépticos. Entiendo que es mucho más factible –y efectivo– el que ‘cerremos el grifo’ durante un tiempo, que todas las firmas habidas y por haber. Pero te apuesto algo, aunque sea cincuenta céntimos, que aunque todos nos adhiramos a la iniciativa de apagar las luces durante treinta minutos, llegado el momento de la verdad será un ínfimo porcentaje el que cumpla realmente el objetivo señalado. Somos así, y no le demos más vueltas.
Como soy uno de los tantos que acudí a la manifestación de noviembre de 2002 contra la instalación de las torretas de Vilaflor y el cambio por las ‘elegantes’ del margen de la autopista del Sur me dejó patidifuso, me he vuelto agnóstico perdido. Sí, porque para mí la religiosidad es la luz eléctrica, puesto que alumbra mi camino diariamente. Sobre todo cuando es de noche.
Lanzo una contrapropuesta, mejor, la retomo, pues la di a conocer en este mismo foro hace un tiempo. Yo me sumo a la de la luz si me siguen en mi campaña contra los móviles. ¿O es, acaso, que en los artilugios telefónicos no gastamos una pasta gansa cada mes? Y estimo que no cometen inferior delito las Movistar, Orange, Vodafone, Euskaltel, Yoigo, Amena, Airtel, Jazztel…, que se lucran a nuestra costa, sabiendo, para más inri, que las palabras se las lleva el viento.
Tengo 62 años. Y he alcanzado tan provecta edad sin recurrir al aparatito de marras. Bueno también viví sin agua corriente y luz eléctrica en mi casa de La Gorvorana con todo lo que ello implica. Quita nevera, vitro, microondas, calentador, nevera, congelador, secadora, televisor(es), ordenador… ¡Ah!, y el cargador del móvil. Y aquí estoy. Me voy a caminar cada vez que puedo y lo hago plenamente convencido de que ningún majadero me va a interrumpir el paseo. Estuve un montón de años dando clase sin preocuparme de que sonara en clase y echara por tierra mis planteamientos en contra de tales cachivaches.
Les vuelvo a apostar, ahora un euro, de que no me van a prestar el más mínimo caso. Porque yo manifiesto algo tan simple como desconectar los celulares durante también media hora el día que ustedes quieran. Yo no tengo problema. Me adapto a lo que me exijan. Tengo la impresión de que esta decisión va a causar un mayor impacto y un más grave perjuicio que la de la luz. Claro, en esta última (la de la luz) se ve más nítido por razones obvias. Firmar no cuesta esfuerzo alguno. Y apagar las luces de casa que dan al exterior, tampoco. Pongo la tele en el cuatro de atrás y asunto zanjado. Ni crisis ni ocho cuartos. Nos hemos acostumbrado a vivir como ricos y una vez subidos al burro, con lo cómodo que se va arriba, bajarnos ni de coña.
Ocurre con los coches y con cuantos artefactos invadan el mercado. Hay casas en las que existen más móviles que moradores. Renacuajos que no levantan un palmo del suelo, ya presumen de las últimas tecnologías. No tendremos para comer ni para alcanzar el final de mes, pero suprimir el teléfono va a resultar imposible. Pueden llamarme. Espero que no sea de la oficina del paro. Que sí, todos sabemos lo que ocurre. La mayoría lo reconocemos y manifestamos, pero no estamos en las condiciones anímicas pertinentes para los sacrificios. ¿Sin móvil? Chacho, me siento vacío, inútil, como si no fuera yo.
¿De qué nos quejamos, entonces? Somos más falsos que los amigos de feisbuc y más bastos que los potajes en un cumpleaños.
Hasta mañana. Admito alguna alegría. ¿No hay ningún otro sin móvil? No me lo puedo de creer.

lunes, 24 de enero de 2011

Balcón del Valle

No lo transito mucho, pero ello no es óbice para que no seamos capaces de reconocer que ha sido todo un éxito. Me refiero al sendero que se ha habilitado en la carretera de Icod el Alto, aprovechando las obras de ensanche y contención de los desprendimientos que se realizaron hace ya bastantes meses. Soy consciente de que ni siquiera el titular de esta entrada es original, pero la vista del Valle y de toda la costa norte tinerfeña tiene en este lugar un asentamiento privilegiado. Creo que Humboldt no llegó a esta costado. Desde la Madrejuana hasta el cuartel de El Dornajo (recuérdese la división del extenso núcleo poblacional en los clásicos siete cuarteles: lo puedes hallar en la abandonada página web del ayuntamiento de Los Realejos, que volverá a estar operativa después del próximo mes de mayo), un singular recorrido hace las delicias de cientos de caminantes que cada día lo cruzan en ambos sentidos. Es la mejor medicina que han encontrado los médicos para tener a sus pacientes entretenidos. Sabiendo, además, que no hay tantas piscinas en la isla como para asumir la avalancha de los demandantes colesterolianos.
Lo gratificante del singular paseo viene dado por el tapiz natural que hallas prácticamente a tus pies en cada uno de los metros que lo conforman. En un primer plano, Los Realejos, ese ocho de los caminos, esa rosa de los vientos, que puedes contemplar desde las lindes con el pinar hasta la misma orilla de la mar. La fotografía que adjunto, aunque tomada desde un poco más alto (alrededores del mirador de La Corona), puede dar buena muestra de la panorámica divisada. La majestuosidad del paisaje queda patente en cada recoveco del camino. Ahí abajo, a tus pies, Tigaiga duerme al socaire del macizo. Y en El Socorro las olas rompen bravas para que el surfero pueda cabalgarlas orgulloso. Y hacia El Guindaste, un triángulo semejante a la silueta de la isla de Tenerife, se pinta de verde con las plataneras. Algo que se dibuja a la perfección desde El Lance, unos metros más allá de la célebre mole del Mencey Bentor, donde unos paisanos se reúnen cada tarde para echar unas partidas de dominó al arrullo de la fresca brisa del alisio.
Del guanche nada voy a contarte que ya no sepas. Imagen más fotografiada en esta parte del mundo occidental para solaz y regocijo de las foráneas que quieren llevarse, cual tesoro maravilloso, la instantánea de la susodicha trepando para intentar alcanzar cierto apéndice que, a tenor de los entendidos, todavía no alcanza las dimensiones que proporcionalmente debería corresponderle. Con ella (la foto), y con la otra ella (no lo digo), cuando retornen a sus tierras de origen, manifestarán orgullosas que tienen todas sus vanidades cubiertas. Expresión que asimismo utilizó Ángela Mena recientemente para solaz y regocijo (mil excusas por la reiteración) de don Paulino Rivero, el que tiene Canarias en su cabeza. Ni imaginarme quisiera lo que expresaría el gran Pepe Monagas (aspirinas por tortillas) ante tamaña ocurrencia de su señora esposa. Pero debe estarlas sacando (de su cabeza), porque las islas empiezan a ver la luz al final del túnel. Expresión que frecuenta de manera harto significativa cada vez que le ponen una alcachofa delante, algo que se sucederá normalmente ocho o diez veces al día de aquí a mayo próximo. Y cada vez que la escucho me planteo siempre lo mismo: para ser túnel deberá tener una luz a su final, de lo contrario sería una cueva, una galería, un pozo o una madriguera de conejos de acceso único.
A los realejeros bien poco puedo recomendarles. Pero a quienes nos visitan y van expresamente hasta el Mirador de El Lance, sugerirles que dejen el coche al menos media hora debidamente aparcado y recorran el sendero mentado siquiera hasta que el reloj les marque los quince minutos reglamentarios para que con el cuarto de hora de vuelta, hagan la insinuada pateada.
Mi recomendación tiene una base científica: andando este sendero es cuando se inspira Wladimiro para su escrito dominical en la prensa. Luego, tras la oxigenación conveniente y la puesta en claro de sus ideas, se traslada a los altos de San José de la Rambla para echarse las perras de vino con Manolo Reyes. Cuando finaliza la función, casi no tiene necesidad de encender el ordenador. ¡Ah!, como el consejero no volverá a las aulas universitarias –Santiago creo que sí–, porque piensa jubilarse –salvo que Ricardo le exija un nuevo sacrificio–, me acordé de lo que se escribió de Moreno (fue uña y carne de Fraga en Adeje): “podría estar tranquilamente dando clases”. Me dio un ataque de risa que casi me meo todo. El que plasmó esa frase no ha pisado un aula en su vida (ni en bajada). Y no se le ha pasado por la cabeza establecer la correspondiente comparación con la ‘sufrida’ vida de un político.
Bueno, lo dicho: echen unos pasos por donde les dejo indicado. No se arrepentirán. Y me lo agradecerán.

domingo, 23 de enero de 2011

El abrazo

Dice un refrán que no por mucho madrugar amanece más temprano. Y viene esto a cuento de las prisas que parece tener el PP por alcanzar el tan ansiado sueño de La Moncloa. Y bajo el tamiz del cambio, lema siempre sugerente y atractivo (yo creo que ya lo usó Jesucristo en sus años mozos), se han lanzado a una carrera frenética cuando ni siquiera se ha abierto el plazo de inscripción para el posterior reparto de los dorsales. Para mí que están vendiendo la piel del oso antes de cazarlo y como las prisas suelen ser malas consejeras, independientemente de los silencios de Rajoy, están cayendo en contradicciones bastante significativas. Una de ellas puede ser la diatriba de Aznar en relación con el estado de las autonomías –es inviable, manifestó–, para luego, en la convención sevillana, poner la marcha atrás para evitar que Paulino, entre otros, le calentara las orejas. Y claro, cuando se rectifica hay que buscar otro culpable. Por supuesto, Zapatero, quién si no.
Y ya que me introduje en el cónclave popular, lo del abrazo ha sido el no va más. Aparte de una puesta en escena de vuelta al redil y un exacerbado protagonismo del jubilado de oro, los fotógrafos supieron captar el instante supremo y, sobre todo, cuál de los dos personajes era el importante en la reunión. Cómo se quieren, fíjense bien; uno cierra los ojos mientras siente en su cuello el aliento cariñoso del sucesor. Eso es amor verdadero, cochinos envidiosos. Y como me maravilla el discurso progre de los dirigentes de este ‘nuevo partido de izquierdas’ (a las reiteradas declaraciones me remito), les sugiero que fichen a Viciana, Odalys, Corrales… porque, a buen seguro, socializarán el panorama y regenerarán las instituciones como buenos y decentes que son. Tanto que sin dictarse el auto de la jueza ya habían fabricado nuevo pesebre. Lo de la ‘ciudadana por Santa Cruz’ raya el ridículo más espantoso. Hagan caso a su proclama: “contra la derechona, la izquierdona”. Y más de izquierdas que el PP (lo reconoce el propio Fraga), non plus ultra.
Volvamos a lo del cambio. Propuesto aquí mismo en Los Realejos por Alberto Ruiz Gallardón en su reciente visita. Y como pretenden pescar en río revuelto, el elector –yo mismo– se halla confundido porque no sabe si hacen referencia a los comicios del aún lejano 2012 o a estos inminentes. Entiendo que lo que ahora toca es el acudir a las urnas el próximo mayo. Y si demandan cambio, supongo que los votantes de las comunidades autónomas de Madrid, Valencia, La Rioja, Murcia, Castilla y León, incluso Navarra (lo de UPN se trata del mismo perro con distinto collar, qué refranero estoy hoy), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, dispondrán de la misma libertad para actuar de idéntica manera. ¿O acaso en estas, amén de las alcaldías de Madrid, Valencia, Cádiz, Oviedo, Salamanca, Málaga, Santander…, deben permanecer tal cual?
Los españoles –perdón, don José– estamos cada vez más duchos en esto de ir a poner el papelito. Y como se nos presupone la capacidad de discernir, lo mismo va a resultar que las incongruencias de la velocidad impliquen desvíos no deseados. Olvidamos, o quieren hacernos olvidar, que en mayo dilucidamos qué alcaldes queremos al frente de nuestros municipios. Y necesitamos buenos gestores y no tramposos. Porque si desde antes de tomar asiento en los mullidos sillones ya estamos con falsas expectativas e intentos flagrantes de engaño, mal asunto. CC arremete contra el PSOE y el PP. Rivero, paradigma del nadar hasta en Las Cañadas, no se recata en poner a chupa de dómine tanto a Zapatero como a Rajoy. Se olvida de preguntarle a Ricardo Melchior cómo le va con Alarcó, y de contactar con Zerolo para que le diga algo de Cristina (al menos para que le señale cómo le va con Gorrín en Santiago del Teide y si se formaliza el paso de Esteban en Valle Gran Rey).
Por mi pueblo, bien, sin mayores novedades. Ayer fue San Vicente y la tropa municipal trasladó el pendón como cada año. Dejaron por un día (en los festivos se descansa) las rencillas y se fueron de tenderete. Lo mismo se mandaron unos buenos cachos de carne de cabra. El lunes, Oswaldo se olvidará nuevamente que ha gobernado casi todo el tiempo en coalición, y lanzará como siempre, incluso las obras del Plan E, que todo lo acometido ha sido fruto de su imaginación y mejor hacer. Porque desde 2003 dejamos de ser “indecentes” en Los Realejos.
Y finalizo con algo que observé ayer en La Orotava y me gustó. En la reciente inaugurada Avenida Mercedes Pinto de Armas, que conecta el casco con la zona del centro médico y desemboca por el campo de fútbol de El Quiquirá, los perros han hecho acto de presencia. Es una lástima porque las aceras ya dan asco. Y como hemos ganado muchos aparcamientos, debes tener sumo cuidado cuando te bajes del fotingo. No, claro que no, esto no me satisfizo. No obstante, en la farolas han colocado unos reclamos que dicen: “Si el perro es tuyo, la mierda también”. Bastante que me alegro. Porque los desaprensivos creen que el pobre animal tiene uso de razón. No sé de qué me quejo: algunos políticos tampoco. Vayan anotando todo lo que ahora se alega, porque el 23 de mayo tendremos que restregar muchas confesiones. Feliz domingo.

sábado, 22 de enero de 2011

La visita

No me refiero con este titular solo a la realizada por Gallardón al pueblo de Los Realejos. Que también, pero es que, además, me voy a dar una vuelta por si encuentro algo llamativo. Seguro que así será.
Más temblores de los habituales deben existir entre los seguidores de CC y del PP en la Villa de Viera. La recalada del alcalde madrileño parece no haber dado los frutos apetecidos. Salvo para los militantes populares, faltaría más. En el blog que dejo referenciado en la fotografía que inserto, podemos percatarnos de que la masiva afluencia quedó más bien algo diluida. Y en la otra foto que ha circulado, obtenida en la escalinata que da acceso a la sede de las escuelas de música, muchas caras forasteras entre algún rostro conocido de estos contornos. Se han elevado quejas, asimismo, de que salvo la reunión con un sector del empresariado y las consabidas declaraciones a los medios de comunicación afines, no se entiende para qué el viaje. Mayor arropamiento, espetó cierto coalicionero, le hubiese dado una buena manta esperancera.
Lo que si queda bien patente allá por donde te muevas en Los Realejos es el cada vez mayor nerviosismo entre el sector poblacional conservador, aquel que vota a Coalición Canaria o al Partido Popular. Porque se encuentra en un dilema y no sabe para donde ‘tirar’. Y este verbo sitúalo en al menos dos de las acepciones léxicas. Esas alteraciones del sistema nervioso se han contagiado en los políticos de ambas formaciones y nos esperan unos meses bastante entretenidos. El actual equipo gobernante municipal observa atónito que las contestaciones desde diferentes sectores del pueblo son cada vez mayores. Por ello han multiplicado las comparecencias, inauguraciones, ruedas de prensa, memorias de actividades, programas radiofónicos y televisivos (en los que, por cierto, al alcalde se le ve alterado), en el afán de que el descenso electoral quede amortiguado. Y el PP no se conforma con que los electores de la derecha sean los únicos que depositen su papeleta en la urna, sino que pretende arañar y sumar a los descontentos con las formas y procederes de los nacionalistas. Pero tampoco se atisban excesivos entusiasmos. En todo caso, entretenimiento vamos a tener hasta el 20 de mayo. Sí, el 21 reflexionamos y el 22 votamos.
Se están haciendo demasiadas trampas con respecto a estas elecciones municipales de mayo. Y cada cual vende la moto como mejor crea conveniente. Pero manifestar abiertamente que deben ser un castigo a la gestión del gobierno nacional (propuesta de Gallardón en sus entrevistas, justificándola como para tener preparado el terreno a Mariano Rajoy; eso recuerda lo de “así se las ponían a Felipe II”), postura a la que se suma el mismo Paulino Rivero (con el desgobierno al que nos ha tenido sometido en estas ínsulas), es el ejercicio de mayor cinismo que te puedas imaginar. Porque si algo necesitan los municipios es que haya buenos gestores por arriba de ideologías trasnochadas y que no vienen a cuento en la dinámica de la atención directa al vecino más próximo. Y en el haber de CC y PP realejeros se halla, entre otros, ese ‘elegante’ adefesio de la entrada al pueblo por Los Barros, que se cargó una plaza y sembró un mamotreto que ninguna utilidad está ofreciendo y encima se cae a pedazos. Al tiempo, San Agustín languidece, aunque Oswaldo siga vendiendo esa zona comercial abierta como un modelo del bien hacer. Por ahí lo único que se vende de maravilla es la lotería. Lo mismo se ‘premia’ al lotero con alguna aproximación. Tales gratificaciones se llamaban ‘los retornos’ en las antiguas fincas de plataneras. Sí, tiempos pasados.
Bajo un instante al Puerto, por la variante, y procuro enterarme, sin éxito, si en el censo de militantes socialistas existen ‘pesos pesados’. De más cien kilos, has leído bien. Para que en el fragor de la contienda electoral pueda luchar en igualdad de condiciones. Va a ser un combate espectacular de sumo. Y para echar fuera del círculo a Brito y a Ledesma se requiere, como mínimo, a un puntal. Como Cosme, el presidente del C.L. Punta Brava no está dispuesto a prestarle luchadores de su plantilla, mucho tendrán que cavilar desde la agrupación local de PSC-PSOE para no dejar todo al albur y que una de las corrientes de aire de la Punta del Viento haga caer a Sebastián, aún no acostumbrado a ese tipo de ventoleras, porque Marcos ya lo lleva mejor. Se me ocurre una hipotética posibilidad: No gana el PP en Santiago del Teide (cosa bastante probable por el transfuguismo del alcalde –¿pacto, qué pacto, tú sabes algo Cristina?– ), tampoco en el Puerto (y eso lo saben hasta en La Meca), y no en Los Realejos (se las prometen muy felices y del dicho al hecho va el trecho de depositar y contar los votos), ¿dónde hacemos aterrizar a Sebastián?
No la visité, pero me llamó un amigo gomero para indicarme que la cabra seguía colgada en el risco. Y como leí en un periódico de aquellas latitudes (alguno ‘colgó' el comentario de este blog sobre la susodicha) que el lagarto gigante de La Gomera necesita financiación, inmediatamente pensé que la cabra también y por haber recibido una negativa se declaró en huelga de alturas. Nos hemos acostumbrado a las subvenciones, y le añadimos algún cáncamo, esporádico o no, que somos capaces en época de crisis de renunciar a ciertos trabajos porque su aceptación me fastidiaría ciertos privilegios. Es un mundo de locos en el que la cabra no es de las menos cuerdas. Descansen.

viernes, 21 de enero de 2011

La cabra

Es, tengo entendido, la segunda ocasión en que una cabra pone en jaque a toda la población costera de Valle Gran Rey, en La Gomera. Lugar de bastante turismo extranjero que, en asunto de animales, suele tener mucha más sensibilidad  que el nativo, por lo que en las respuestas dadas a los diferentes medios de comunicación hallamos un variopinto muestrario, pero casi todo a favor de que algo habrá que hacer en defensa del pobre animal. Puede que este ejemplar caprino haya emulado al anterior escalador no con el ánimo –Dios me libre– de poner fin a su vida, sino para sentirse protagonista en los informativos –es un decir– de la televisión autonómica canaria. De los que tanto hemos escrito y que persisten en no variar un ápice del guión (¿con o sin tilde?) establecido, es decir, 40 minutos de noticias (?) distribuidos de la siguiente manera: sucesos (amplísima gama en sus variantes más insospechadas), 20 minutos; exaltación del señor presidente (inauguraciones, primeras piedras, ordeño, romerías, medias maratones…), 5 minutos; deportes, 5 minutos; el tiempo, 3 minutos; autobombo y autocomplacencia, 2 minutos; lo que pasa en el resto del mundo (catástrofes, homicidios, incendios, violaciones, robos…), 5 minutos.
No nos llama la atención, volviendo a nuestro caso, que una segunda cabra se haya subido al enorme acantilado que se halla justo enfrente del puerto de Vueltas, entre la playa y el lugar conocido como Argaga. Y la pobre se atascó de tal manera que ni sube ni baja. Algo realmente difícil, pues del asombroso equilibrio del animal y su pasmosa facilidad para estar trepado en lugares sorprendentes mucho se ha escrito. Alegan algunos que es posible que haya parido en las alturas, pues un ‘viejito’ manifestó haber escuchado los balidos, aunque aseguraba que de haberse producido el parto, ya las gaviotas habrían dado buena cuenta de la(s) criatura(s), que la duplicidad es fenómeno bastante normal en este ganado. Bueno, su expresión fue mucho más contundente: “ya se los mamaron”.
¿Cuáles pueden ser las razones para el proceder de la cabra? ¿Qué pasó por la cabeza del pobre animal para adoptar tan drástica determinación? ¿Le habrá denegado Ruymán, el alcalde, alguna asignación para el forraje? ¿Fue una protesta en toda regla por no haberla invitado a Fitur? Vaya usted a saber. Lo cierto es que el cuadrúpedo se halla inmerso en una terrible encrucijada.
Salvo el particular antes mentado de alcanzar publicidad televisiva, y pendiente de las diligencias que surjan de la investigación policial abierta al efecto y los  posteriores dictámenes judiciales, se me ocurre que pueden ser varios los motivos que indujeron al rumiante a transitar tales peligrosos andurriales. Si cualquiera de ellos puede aportar pistas al ímprobo trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad, me daré por satisfecho. Me ha llegado el comentario (es mero rumor) de que al cabrero no está colaborando como debería ser menester por cierto problema de infidelidad (comprenderán que no queda bien decir de cuernos, no sea que la susodicha se lo tome a pecho y cometa una locura de difícil reparación. Aparte de que, insisto, nada hay confirmado al respecto):
a) Que haya visto, por despiste del cabrero, alguna serie televisiva del estilo de ‘a vista de pájaro’ y haya querido actuar como sus homónimas montesas. Puede, para reforzar esta línea, que el runruneo pertinaz e insistente del helicóptero en el que Fernando Delgado se ‘pasea por los nubes’, se haya grabado en alguna neurona descarriada haciendo cortocircuitar sus dendritas, lo que le indujo a comportarse como una cabra loca.
b) Que haya estimado que era buena opción jugar a lo de ‘al filo de lo imposible’, a cuya situación llegó tras visionar un programa completo de ‘la gala’, con la actuación estelar de Pepe Benavente, y al escuchar lo del gallo sube, un error en la interpretación del verdadero sentido de la letra le hizo cometer tamaña osadía.
c) Que Tino ‘el pachón’, asiduo de ese entorno gomero, en una de sus tantas estancias y mientras se hallaba pescando, haya hecho cualquier reflexión en voz alta de la práctica del parapentismo que se realiza en su pueblo, y el mío (Los Realejos), desde ese lugar encantador que es La Corona, sin percatarse de que ese día no funcionaba la línea interior del servicio marítimo del Benchi Express y la cabra, que lo escuchaba atentamente, tanto se animó que quiso poner en práctica las enseñanzas escuchadas.
d) Que sabiendo del ganado que pastorea por los programas televisivos tipo ‘Gran Hermano’, haya creído conveniente que la presencia de otra cabra no implicaría mayor complicación en la convivencia. Aparte de la indudable ventaja de poder disponer de leche fresca por la mañana. Y de existir otros concursantes canarios, el gofio estaría asegurado.
e) Es la que tiene menos visos de verosimilitud, pero no me resisto a exponerla (con las debidas reservas). En una animada tertulia suscitada en uno de los bancos que está por fuera de la iglesia, el más cercano a la oficina de CajaCanarias, se comentaba que la cabra era militante socialista de la agrupación santacrucera. Que se volvió loca de tanto escuchar a Corrales, Viciana, Alonso, Pérez, y tras cuestionarse qué hacía ella en ese Partido, se mandó a mudar –a nado, como Jonay– para La Gomera. Y se camufló primeramente con los hippies en la playa del Inglés. Pero vinieron a buscarla para que se adhiriera con su firma al recurso contra la creación de las gestoras. Y ya no pudo aguantar más. El resto de la historia es harto conocido. El destino de la cabra corre paralelo con el auto de la magistrada dado a conocer recientemente. Dicen que alguien le silbó ayer tarde (a la cabra) para que pusiera algún euro (las costas hay que pagarlas), y ella (la cabra) contestó en perfecto y nítido castellano (traducido vía pinganillo) que por una mala aplicación del derecho había llegado a la presente situación por lo que no estaba dispuesta a volver a corral alguno, antes muerta que renunciar a mis principios… Los extranjeros no daban crédito. En vista del espectáculo, de no resolverse la situación antes del final de esta semana, Casimiro piensa subir a dialogar con la susodicha y pactar una solución siquiera transitoria. Me alegro (por la cabra).

jueves, 20 de enero de 2011

Tertulias

Hace bastante tiempo escribí una de mis tantas boberías, que publicó el periódico La Opinión, en la que expresaba mi parecer del manido trámite de las tertulias en los medios de comunicación audiovisual. Han transcurrido más de seis años y hemos mejorado a peor.
Decía –mejor, escribía– al respecto: Demasiadas. Y con mucho inepto insuficientemente preparado. Doctor en nada pero especialista en todo. Adalides del “a grosso modo” y del no menos sugerente “de motu propio”. Cuyo modus vivendi parece ser el parloteo continuado. Y los políticos han encontrado tremendo filón. En las dieciocho mil emisoras locales de radio y televisión que pululan por esos éteres.
He escuchado a más de un concejal de los consistorios de este Norte –alcaldes incluidos– que no pueden estar pendientes de las llamadas, porque distraen sus múltiples ocupaciones. En aquel entonces y ahora mismo. Sobre todo si pertenecen a los equipos de gobierno. Otro cantar bien diferente es que los de la oposición dispongan de minutos para la presencia oportuna o la consabida llamada telefónica. Y añadía un servidor: Estoy completamente de acuerdo. Generosos sueldos se han asignado como para estar con sofismas radiofónicos durante las horas que deben ocuparse –y preocuparse– en otros menesteres.
Sobran tertulias. Porque hemos convertido este magnífico recurso periodístico en cajón de sastre en el que cabe de todo. Y cuando se mezclan churras con merinas, mal asunto. Hay emisoras que abusan de ellas en su programación. Aunque si meditas un rato, acabas por darle la razón, pues es tan barato el montaje y tan sencilla la planificación que es muy difícil no caer en la tentación. Es la actitud de esperar sentados –la misma que bien explota el Partido Popular y Mariano Rajoy–, porque la fruta cae sola. Basta un par de micros y sus respectivas sillas, y/o, en su defecto, acudimos al teléfono.
No todas ellas son bodrios. Afortunadamente. Pero existen ejemplos bien significativos que parecen dar la razón a los que sostienen la hipótesis de elaborar un código de contenidos televisivos. Entiéndase que la imagen es componente perjudicial añadido. Aunque abogo para que en tal supuesto no debería dejarse a un lado las emisoras de radio.
Algunos tertulianos de nuevo cuño se permiten la osadía de invocar el derecho constitucional de la libertad de expresión. Pero como es un concepto que han escuchado de terceros, pues jamás han acudido a la lectura del artículo 20 de la vigente Constitución Española, se olvidan de que hay una segunda parte. En la que el adjetivo veraz adquiere fundamental importancia. Y en la que se estipulan límites a las sandeces manifestadas (por ser educado y suave), como el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
Ayer mismo estuve, mientras tecleaba unas letras, escuchando una de esas tertulias mañaneras. La emisora es lo de menos, ya que las hay en todas, lo que te permite escuchar varias veces al mismo político soltando la misma cantinela. Ya sabes, palabra de Paulino, que las entrevistas solo se conceden a las autoridades de rango superior, mensaje que remitió a Soria y Pérez para que esperen pacientemente por si un día alcanzan la tan codiciada presidencia. Era la que te contaba una animada conversa entre concejales de ayuntamientos norteños. A los que yo debo presuponerle unos céntimos de ecuanimidad y a los que debo exigirle acciones enfocadas a levantar esta zona de la isla del ostracismo, de la crisis, y del parón. Y que encaucen sus fogosas acometidas en, por ejemplo, luchar por la potenciación de Puerto de la Cruz y que vuelva a ser el revulsivo necesario para la creación de puestos de trabajo. Pues no, se enfrascan en discusiones bizantinas de quién debe ser el responsable de tal o cual proyecto y de otras nimiedades que a nada conducen, salvo la sensación que te queda de no saber si realmente son conscientes del cargo que ostentan.
Me extrañó un detalle. Se llegó a decir que en Radio La Guancha no permiten que un oyente rebata, discuta, cuestione, verbigracia, una intervención de la alcaldesa. Como el líder nacional del PP: no se admiten preguntas. Dicho de otra manera, doña Elena va a la susodicha radio municipal, sostenida con fondos públicos, y arremete contra cualquier concejal de la oposición. El afectado, que lo está escuchando, descuelga su teléfono y se pone en contacto con la emisora. Y no lo dejan decir ni pío. Bien, aparte de contarlo en otra emisora, ¿se ha hecho algo más? ¿Ruego, pregunta, moción, denuncia en el juzgado? Porque si el hecho es tal y como se cuenta, estamos ante una situación similar a cuando se niega información de cualquier expediente. Y al Cabildo de El Hierro (equipo de gobierno) lo acaban de condenar por un hecho semejante (obstaculizar la entrega de documentación requerida para su estudio).
Y finalizo con otra cuestión: los dobletes. Ya se barajan nombres de candidatos. La doble opción de Cristina Tavío es un hecho. Lo comenté hace unos días. Aspirantes socialistas afloran. Para el Parlamento se alternan entradas y salidas. Dolores Padrón está en la lista de los que posiblemente continúen. ¿Habrá doblete otra vez, Lola? ¿Has pensado, José Miguel, si este hecho (me cuestiono si es serio) suma en realidad o más bien hace que el elector se lo piense unas tropecientas veces? ¿Para que se jactan los partidos políticos de tener militantes a porrillo? ¿Solo vale la mayoría para pegar carteles? ¿Quieren que también piense que la política vale exclusivamente para sueldos y prebendas? ¿El que vale, vale doble, y el que no p´a maestro de escuela? ¿Cómo? No, Gallardón no se presenta en El Realejo.
Hasta mañana.

miércoles, 19 de enero de 2011

La Gorvorana

La Gorvorana que yo conocí, y en la que viví algo más de veinte años, era una enorme finca de platanera que se extendía desde La Zamora Baja hasta la carretera insular de Las Dehesas por la zona del antiguo barrio de El Toscal. Muchísimas fanegadas de terreno de las que era propietario don Manuel Hernández Suárez, porque al poniente se extendía otra, aún mayor, cuyos propietarios eran los hermanos don Juan y don Antonio de la Cruz Chauvet.
Desde la confluencia de la variante actual del barrio Toscal-Longuera con la antigua Autovía del Norte (por la gasolinera), y en pronunciado declive, las huertas se escalonaban en dos sectores bien delimitados: la parte sorribada, con muros de contención y cedros que las bordeaban, y la parte virgen, con toscones y zahorra blanca, en cuyos canteros el riego se hacía bastante complicado al no existir atarjeas en las debidas condiciones. Nada te digo cuando había corte y se debía cargar con la piña hasta el camión.
Al Sur, dos casas de medianeros (ya he explicado en alguna ocasión este concepto: un simple trabajador con derecho a vivir en unos chozos viejos y mal acondicionados) junto a un elegante bosque, cuya arboleda estaba conformada, fundamentalmente, por plátanos de Líbano. Y en el centro del vergel, que cuando el verano declinaba se llenaba de olorosas azucenas, un singular conjunto formado por una mesa y cuatro bancos. En una de ellas viví los primeros años de mi vida y de ella guardo los primeros recuerdos: comienzo de la escuela incluido. En la otra, Magdalena y Morales (luego vino Domingo Torres). Alrededor de las mismas, la huerta alta y los huertos del café. Hasta la Casona que da nombre a la finca y a todo el entorno, se sucedían el llano, la huerta bajo el llano, la huerta de Siña Frasca y la huerta de Siño Julián. Esta última tenía unas pocetas tan largas que un chorro de casi doscientas pipas de agua tenía ciertas dificultades para alcanzar el extremo.
La casa grande la llamábamos. Allí me fui a vivir cuando a mi padre lo ascendieron de canalero a encargado. Y le compraron la moto que ya te comenté en otra ocasión. Antes habían habitado aquel sector de la casa mis abuelos paternos, quienes fijaron entonces su residencia en lo que hoy es Punta Brava; en aquel entonces María Jiménez, incluso Washington.
Hago, siempre me repito, el inciso oportuno para señalarte que al final te inserto una presentación de fotografías escaneadas que van dando norte de la crónica. Y lo aprovecho, asimismo, para contarte que escribo estás líneas para desahogarme del malestar sentido hace dos días escasos en que tuve la oportunidad de alongarme al recinto. Y cuando observé el desaguisado y el deterioro, cerré los ojos y recordé el patio central, la entrada de piedra, las tanquillas de lavar, la buganvilla, las conejeras, los corrales de las cabras, las gañanías, la carreta, las cañas, los patios de doña Carmen, Celestina y Frasca, los gallineros, la ventana por la que mi hermana lanzaba el gato para ver si caía de pie…
En aquella gigantesca casa llegamos a morar simultáneamente: mi familia (mis padres y cinco hermanos), Consuelo y Juan ‘espuela’ (con tres hijos varones: Juanillo, Paco y Chencho; cuando Chencho se casó con Manola se quedó viviendo un tiempo en la parte alta hasta que terminó su casa propia en La Vera); don Joaquín (mi padrino) y doña Carmen (con sus cinco hijos varones: Pedro, Quino, Lito, Juan Antonio y Jorge; hoy conforman la empresa Savasa y son los actuales propietarios de los terrenos –ya urbanos– de la finca que describimos); las dos Celestinas (madre e hija) y Siña Frasca (con muchos hijos, pero a la que yo conocí ya viviendo sola); luego vino Alfredo, uno de los gañanes, a cuyo hijo, Chacho, le daban unos ataques epilépticos muy severos y que corría grave peligro al transitar por aquellos muros imponentes.
De la casa algo se ha escrito y bastante documentación existe al respecto. Un poco más al norte, la ermita, en la que se venera la imagen de la Virgen de Guadalupe, la extremeña, no la mejicana. Y casi en el lindero norte (El Toscal), las casas de Siño Gaspar (luego ‘los espejos’), la de Domingo ‘el canario’ (antes vivió Siña Magdalena, empedernida fumadora de cigarros fuertes) y la de Alfredo (en la que también viví un tiempo y me caí en una atarjea, decía mi madre, y casi me ahogo)…
Podría continuar con ‘las verduras’, huertos cultivados por Juanillo (que también podaba los cedros con unas enormes tijeras) y de los que sacaba productos que depositaba en una elegante cesta, cubierta de helechos, y que el chófer de la señora venía a buscar los fines de semana.
Sí, recuerdos de años idos para siempre, pero a los que acudes, de manera inexorable, cada vez que pateas aquellos parajes y observas atónito como se cae todo a pedazos. Ahora la casona de La Gorvorana es propiedad municipal: ventanas rotas y abiertas de par en par, tejados que se hunden sin remisión, jóvenes que se introducen en el interior y cualquier día estamos contando una desgracia, palomas que han tomado posesión de cuantos recovecos han hallado, un parque en el naciente de la casa con más pintadas que las que puedes atisbar en cualquier muro grafitero.
Entre este triste panorama y el resto de bosque que dejó el trazado de la nueva carretera, vergüenza de cuantos recorremos, y añoramos, unos paseos y caminos que bien nos moldearon, amén de rememorar tales andanzas, uno debe mostrarse escéptico, profundamente disgustado con la práctica y procederes de políticos que no se recatan de lanzarnos, mero ejemplo, filípicas domingueras en los periódicos insulares, para disimular en la teoría el acomodo pesebrero.
Me gustaría, también, que hubiese detalles por parte de quienes, como yo, saltamos muros y robamos higos, y que ahora, por mor del destino, se han convertido en ricos hacendados, siquiera sea en el hacer partícipes a los que ostentan cargos de responsabilidad política (en formaciones de militancia conjunta), para que ‘sientan’ que siglos de historia no pueden acabar de tal guisa. Aparte de la profunda decepción, no vislumbro un horizonte de esperanza. Por eso estoy hondamente disgustado y, sumido en el abatimiento, presiento que me han robado una parte importante de mi existencia. Y creo estar retratando el parecer del resto del clan familiar.
Aquí tienes una pequeña galería, un reducido muestrario, un botón de instantáneas gráficas de un ayer no tan lejano, que otro ayer más cercano degolló sin conmiseración alguna y que nos ha dejado un legado lastimoso para este presente incierto. Algunos escaneos dan lástima, pero menos da una piedra.