martes, 31 de julio de 2012

Protagonistas, los perdedores

Lo de estar felizmente jubilado tiene sus indudables ventajas, pero, asimismo, más de un inconveniente. Ayer, sin ir más lejos, me fui hasta la imprenta de La Perdoma –allí me lo paso bien– porque tenía unas serias dudas en la composición de un libro que se pretende editar sobre la figura de don Víctor Rodríguez Jiménez. Ya te contaré más adelante. Al regreso, me dirigí a la zona industrial realejera –el polígono de La Gañanía–, a uno de los hipermercados allí ubicados, porque debía cumplir un encargo familiar. Cuál no sería mi sorpresa cuando me encuentro que todos estaban cerrados a cal y canto. Si te digo la verdad, cuando atisbé el primero de ellos (mal)pensé que la competencia había provocado el cese de la actividad. Oye, y me paré para preguntar a unos jóvenes que se hallaban en las inmediaciones con una cinta métrica. No debían ser del pueblo, puesto que estaban tan en la inopia como yo. Me vine para casa y a la altura del cementerio de San Agustín (el de El Mocán, para situarnos y entendernos), se me encendió la bombilla. Y díjeme: Chacho, si hoy es festivo en la muy histórica villa. Claro, como desde hace unos tres años perdí la noción de jornada laboral, del tiempo, de la hora, del día en que vivo, mandé el reloj y el calendario (almanaque) a que disfrutaran de unas merecidas vacaciones –aunque trabajo más que nunca–, creía que cualquier momento era idóneo para comprar la carne y los duraznos (que es lo que se me había consignado). Luego le das una veintena de vueltas al ‘celebro’ (que expresaría el erudito) y recuerdas que San Vicente cayó en domingo y que, por lo tanto, el consistorio cambió uno de los dos tradicionales y… eso.
Luego, leyendo la prensa (que se ha convertido –cómo cambia la película– en el medio de comunicación que simboliza la inmediatez), me entero de que el canal 2 de la televisión autonómica deja de emitir desde ya. Y me puse triste, mucho. Es una pena que esta crisis se lleve por delante una de las escasas actividades que me distraía un fisco apenas. Es que como casi siempre llego tarde, a ver la tele, las repeticiones me mantenían al tanto. Pues no vi yo pocas veces a Calero subido en la azotea y a Fernando Delgado emulando los viajes de Paulino en el helicóptero (aunque alega Martín Marrero que hace diez meses que no lo prueba; chiquito mono tendrá el presi). Me conozco todas las islas al dedillo desde lo alto. Soy capaz de cerrar los ojos y salir desde Orchilla contándote todos los recovecos, calas, barrancos, desfiladeros, plazas, puertos, montañas… (pregunta sin compromiso) y llegar hasta Caleta del Sebo, aterrizando al lado del comercio de Margarona. Me culturicé tanto que si yo te contara quedarías asombrado. Y los informativos… Esas conversas que yo mantenía con Paco Luis (antes con Roberto y Estíbaliz). Qué emoción esperar para comprobar cuántos accidentes, robos, juicios, maltratos, cabras degolladas, perros envenenados, ciudadanos de nacionalidad “extranjera” desaparecidos en senderos peligrosos, incendios, erupciones volcánicas… había habido en la jornada anterior. Mañana, tarde, noche y madrugada. ¿Vas a seguir cobrando lo mismo Willy o también te recortan en proporción al descenso de horas ‘tripitidas’ o ‘cuatripitidas’?
Tras el abatimiento me refugié en el deporte, en los JJOO. Y observo lo injustos que somos en muchas ocasiones con los que ganan, con los vencedores. Y todo porque alguien más famoso las pierde. Llega Michael Phelps en cuatro lugar en una prueba de natación. Y el titular destaca que no accede al podio. La reseña de los tres primeros, en un segundo plano.
La desilusión futbolera (hasta Honduras nos gana, manda ‘trillos’) ocupa, y preocupa, a cuanto comentarista deportivo se precie. Fotos, caracteres destacados y de impacto. ¡Ah!, y si llegamos a ganar, el equipo estaba para medalla. Y si yo me llego a sacar el euromillón, lo mismo no estaría ahora escribiendo boberías. La victoria en baloncesto contra China, lo segundo. Aunque “hubo altibajos en el juego”. Toma, en esta disciplina deportiva siempre. Y añadiría que más altos que bajos, porque los bases no suelen ser como yo. Y la obsesión por las medallas que no falte jamás.
Se acabó. ¿Saben por qué? Le bajé el sonido al cero. ¿No dicen que una imagen vale más que mil palabras? Pues toma medicina.
Hasta después.

lunes, 30 de julio de 2012

Con la proa pa´l marisco

Se nos va julio hacia donde indica el titular y este pasado fin de semana, aparte de seguir con mis entretenimientos pictóricos (de brocha gorda), me ha llamado la atención (aparte de la ceremonia de inauguración o apertura de los JJOO Londres 2012) unos detallitos que paso a esbozarte:
Nos gobierna un mentiroso, / que también desaparece; / y a nosotros nos escuece / el trato del muy tramposo. Eso mismo puedes leer ahí al lado como encabezado a un vídeo que nos relata el masivo engaño al que nos está sometiendo un  ejecutivo desnortado. Tanto que para su vicepresidenta, la de la sonrisita irónica, la agenda de su esfumado jefe mariano es una simple anécdota.
Es tal el desbarajuste que existe en este país que no conformes con el cobro de sustanciosas primas por la pertenencia a consejos de administración, se nos suben al carro de los despropósitos incluso los que dimiten. Ahí tenemos al señor Dívar, quien tuvo que salir por patas del CGPJ, que, cual Cid Campeador, pretende continuar ordeñando la vaca después de ‘muerto’ (en sentido figurado). Para que nos venga el impresentable de Salvador Sostres a publicar en El Mundo (cruz y raya) lindezas como las que puedes leer en la ilustración (es un decir) que acompaño a este texto. Cree el muy golfo que con culpar a maestros y médicos, odiosos funcionarios donde los haya, se solventan los problemas en este país de mediocres (donde yo, en justa compensación a sus piropos, lo incluyo).
Menos mal que el juez del denominado ‘Caso kárate’ señaló, tiempo ha, que pretendía evitar el linchamiento mediático en el proceso que se sigue en la Audiencia de Las Palmas. Basta con echar una visual a los informativos de la tele autonómica canaria para salir de dudas. Me pregunto qué hubiese ocurrido si su señoría no hubiese adoptado tal medida, que debió quedarse, a tenor de lo que cada día se puede visionar, en mero capítulo de buenas intenciones. Te sigues luciendo Willy. Ya solo nos falta que Paulino nos haga el resumen diario en su blog y que Paco Luis se encargaría de trasmitirnos.
¿Quién dijo que en Canarias no teníamos corralito? Pues sí, en el ayuntamiento santacrucero. Y en San Borondón. Como un clavo o como una puncha. De mosca cojonera. Se mandó un triple mortal invertido hace unos días que dejó a Viciana con la boca abierta y las vergüenzas al aire. Como se intuía, José Manuel Corrales ha convencido a cierto sector (¿o todo?) de IU y ha registrado una nueva formación política que ha mentado xTF. Que nada tiene que ver con SxTF. Porque el funcionario penitenciario pretende volver a sus orígenes, una vez comprobado que sus reiterados intentos de unificar la izquierda para luchar contra el régimen se le han venido abajo. Puede que gigantes con pies de barro. Espero con impaciencia el artículo de Santiago Pérez. Últimamente el pobre hombre no sabía donde estaba. Parece que lo habían expulsado de su cuarta (quinta, sexta o séptima) plataforma y necesitaba cierta estabilidad (dentro de su vacilación permanente). Cuando el resto de la tropa de socialistas escindidos tuvo noción del hecho, rueda de prensa y declaraciones al canto: “A Corrales ya lo conocíamos, es un aventurero que pone siempre por delante sus intereses a los del cualquier proyecto político”. Y si estabas al tanto, ¿para que te juntaste, simplón?
Finalizo con un tema de gran enjundia: el intento de cobro de la contribución (IBI: Impuesto de Bienes Inmuebles) a la Iglesia. El ayuntamiento de Buenavista del Norte solicitó al Consorcio de Tributos que procediese a cobrar dicho impuesto al Obispado de Tenerife por unas propiedades (catorce) que tiene en el municipio y cuyo valor catastral (que no de mercado) asciende a 1,8 millones de euros. El organismo recaudador –debe tener ya el modelo preparado– respondió que no procedía tal exacción porque es (la iglesia) una entidad sin ánimo de lucro y que, por lo tanto, se acoge al acuerdo del gobierno con la Santa Sede (fíjense qué respetuoso estoy hoy en el uso de las mayúsculas, por si me acusan de maltrato) firmado el 3 de enero de 1979.
En este país medio intervenido, con el agua al cuello por mor de un sistema tributario completamente injusto y que siempre ‘clava’ a los mismos imbéciles (ponte junto a mí, estimado ojeador), los denominados ‘derechos adquiridos’ siempre caen del mismo lado: del que no paga un carajo. Podría parecer discutible –tengo mis serias dudas– el que se cuestione o exija al pago mencionado a los edificios religiosos (iglesias, catedrales, museos…; en los que también se cobra, muchas veces, entrada; o se pasa la bandeja), pero lo que no es de recibo (expresión política al uso) es que pueda eximirse del mismo a pertenencias y feudos por los que se obtiene una renta al estar cedidos o alquilados a particulares (que es el argumento que esgrime el consistorio).
De igual manera que en el otro blog puedes hallar la explicación del funcionamiento de las Sicav o de cómo los ricos nos toman el pelo, la Iglesia Católica, cobijada desde siempre a la sombra del poder establecido, ha ‘disimulado’ sus ostentaciones y riquezas con el consabido estribillo de sus fines sociales. Como sus colegios, por ejemplo, en los que, parodiando a Gila, te cobran por desgaste de suelo. Lo malo es que ningún gobierno (tampoco los socialistas, por lo que deberían tener sumo tacto cuando ahora realizan propuestas que no se atrevieron a materializar cuando pudieron) parece recordar que el artículo 16.3 de la Constitución establece que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”. Para indicar, y eso es un trato de favor exagerado, unas líneas después que mantendrá relaciones con la Iglesia Católica y las demás”. Lo del burro delante ha funcionado a las mil maravillas. Y los que deben velar por nuestro futuro (en el más allá) bien han sabido exprimir en el presente, en el más acá, de tal suerte que privilegios de tal envergadura distan mucho de la doctrina que predican (pero no practican). Nada me extraña la actitud de cierto amigo (católico practicante) que vino de una visita al Vaticano haciendo cruces (y no de agrado), porque no le cuadraba lo que escuchaba cada domingo en las homilías con las ostentaciones allá observadas.
En fin, amigo mío, con la iglesia hemos topado. Frase del siglo XVI, época en el que el poder de dicha institución era omnímodo. Aunque me temo que restan demasiadas reminiscencias. Si yo acabo de pagar 487,90 por mi casa…
Hasta mañana.

viernes, 27 de julio de 2012

El aeródromo de Buenavista

Hoy es viernes, pero como Rajoy se fue de vacaciones al comprobar que las palabras del presidente del Banco Central Europeo tienen mucho más valor, y efectos inmediatos, que su política (un respeto, por favor) de recortes, aprovecho el ínterin (que se dice) para darme un garbeo hasta la Punta de Teno. Ahora mismo estoy dudando si coger el ferry –creo que hace escala en El Guindaste– que me lleve a Garachico o ir en avioneta que me dejará algo más cerca. Te explico:
Uno tiene la manía, no sé ustedes, de leer en un periódico aquellos aspectos que considera de interés: por cercanía, aficiones, gustos, morbo… Y en los digitales que ojeo voy primero a la sección de noticias del Norte de Tenerife. Hasta ahí todo normal, creo.
Y ayer, en Diario de Avisos, compruebo que viene una crónica en la que se nos cuenta la posibilidad de construir un aeródromo en Buenavista, al lado de la playa de las Arenas, en unos terrenos que son propiedad de la empresa pública Gestur, donde el Plan General de Ordenación (PGO) permite una infraestructura de estas características.
No me preguntes el porqué, pero, de inmediato, se me vino a la mente otra instalación bien cercana: el puerto de Garachico. Falta que Los Silos se sume a la fiesta y piense, asimismo, que es necesario construir cualquier cosa con la que vayamos sumando despropósitos en este nuevo ‘pueblo chico’ (o mediano, como mucho).
Y enfrascado en la lectura estaba, cuando compruebo que no voy muy descaminado en mis planteamientos. Te lo señalo más adelante. Por ahora, entiendo, quedarán colmadas muchas aspiraciones de la Isla Baja, y a su Consorcio (me imagino que siga por ahí Lorenzo Dorta de presidente) no se le ocurrirá solicitar que la autopista continúe de Icod para abajo. Porque constituiría un auténtico suicidio para las flotas, marítima y aérea, que surcarán mares y aires por los aledaños de la Montaña de Taco y la Caleta de Interián.
Me voy, y ya es manía, al diccionario y hallo que aeródromo es un terreno llano provisto de pistas y demás instalaciones necesarias para el despegue y aterrizaje de aviones. Y como también se menciona aeroclub, pues lo mismo: sociedad recreativa interesada por el deporte aéreo. No te creas tú que vamos de farol. Disponemos de terrenos, posibles nombres (Airpark Tenerife, Aeroparque Verde o Aeródromo de Buenavista) e incluso hemos efectuado, con resultados altamente satisfactorios, bastantes pruebas de vuelo, incluyendo el helicóptero de Paulino.
Va lo importante y que más llamó mi atención. Se trata de “una pista verde, que no necesita torre de control”, de entre 500 y 600 metros cuadrados. Luego echamos cuentas. Pero se han perfilado también la ubicación de espacios verdes (¿no tienen al lado ya el campo de golf?), y otras instalaciones vinculadas al aeroclub, como un pequeño hangar y determinados servicios, entre los que se encuentran una guardería para niños y una escuela para pilotos.
Y como nos encanta crear castillos en el aire (y nunca mejor dicho), y vender los huevos antes de que la gallina se haya casado, sostenemos que “son 360.000 los pilotos privados en toda Europa vinculados a este aeroclub que utilizarán 66.000 alojamientos al año en Tenerife”. Chacho, van a tener que hacer cola. Los pilotos y los clientes.
El único que parece no tenerlo muy claro es el propio alcalde de Buenavista del Norte –que sería el principal beneficiario de tanto aterrizaje–, pues, alega, requiere conocer los detalles y así poder transmitirlo a los vecinos de su pueblo. Parece sensata su postura, pero estimo que la mía lo va a ser mucho más. Vamos allá:
¿Qué, no te has percatado aún? Muy sencillo: pongamos la cantidad mayor, 600 metros cuadrados. Un solar rectangular de 30x20. Es decir, puede que más pequeño que una edificación de cualquier polígono industrial. O quizás el espacio de un chalé en una zona residencial (y me quedo corto). Y ahí pretende Lorenzo –y su tropa (incluyan a la periodista que nos trasladó la información)– colocar la pista principal (aterrizaje y despegue), pistas de carretero (o calles de rodaje), hangares, zonas de aparcamiento, terminal, zonas comerciales, estacionamientos de vehículos… ¡Ah!, y la guardería para los menudos, y la escuela para pilotos…
La que utilizan los aficionados al aeromodelismo en Llano del Moro es mayor. Con eso te digo todo. ¿Es o no otro Pueblo Chico? Donde, por cierto, ya tenemos estas reproducciones. En fin, lo dejo, que no quiero amargarme en el finde. Me estoy acordando de aquel maestro de La Victoria (q.e.p.d.) que tenía un platillo volante y que lo llevaba a los festivales. Si el periódico le llegó allá arriba (eso dicen los creyentes), se habrá estallado de risa.
Si te apetece ir al otro blog, hallarás una presentación de fotografías de una acampada en El Riachuelo (El Paso-La Palma), allá por 1999. Adelanté alguna en feisbuc. Son escaneadas, que no había digitales. Así que no pidas excelencias. Chicos y chicas, con trece años más, dejaron atrás colegio, instituto y la propia universidad. Y los intrépidos profesores-cuidadores-tutores están pasando a engrosar la lista de jubilados. Pero todos, afortunadamente, vamos superando crisis.

jueves, 26 de julio de 2012

Apuntes veraniegos

El equipo de gobierno del ayuntamiento realejero ha ordenado la retirada de la antena de telefonía móvil ubicada en el costado norte del estadio futbolero de Los Príncipes. Parece ser que se instaló, hace una década, sin los correspondientes permisos, y ocupa una zona de dominio público. Como posible afectado, por vivir en las cercanías, de ese maremágnum de ondas electromagnéticas (o algo así), bastante que me alegro. Y todos aquellos que hace un tiempo firmaron exigiendo el desmantelamiento de la instalación, me imagino que también. Y los que desde las redes sociales han aplaudido con las orejas ante la buena noticia, mejor aún. Cuando se queden sin cobertura comenzarán los llantos y lamentos como los emitidos por los vecinos de la población gomera de Valle Rey. De verdad de la buena, yo no entiendo a los que viven como lapas pegados al aparatejo. Quieren disponer de WhatsApp (Wazap, Wassap, Wassup, Whatsap, Whazap, Whatssup, Uasap, Guasa, Uassa...), como de contenedores para la basura, pero lo más lejos de casa. En esta aldea global, uno de los pocos que puede quejarse soy yo, que sigo empeñado en no pasar por el aro de ninguna operadora. Y hasta hora no han dejado de localizarme y no he padecido trauma alguno.
Vaya manía le ha entrado a los periodistas encargados de redactar la información de sucesos con poner la expresión “de nacionalidad extranjera”. Y yo pienso que está muy mal utilizada, porque tengo entendido que no hay ningún país que se llame “Extranjia” (o no sé si iría con g). Puede que sea rumano, polaco, inglés, argentino o vaya usted a saber. ¿No lo crees tú así?
La última vez que estuve en La Palma fotografié un cuervo que ha ocupado un territorio cerca de El Roque de los Muchachos y el muy liviano tiene el sustento garantizado con los turistas que se paran en el mirador de La Caldera. Parece que unos parientes del susodicho le calaron la jugada y se plantearon imitarlo en la zona de La Cumbrecita. Formaron un equipo, ensayaron unas cuantas sesiones y ahora realizan un espectáculo circense a cuanto visitante aparezca por aquellos contornos. Lo malo –o lo gracioso– es que se entretienen en revisar los coches que allí dejan aparcados y como algo les llame su atención, se afanan en desvalijarlo. Constituyen su debilidad las gomillas que hallamos cubriendo los huecos de los chasis. Tanto que los mecánicos de El Paso están pensando muy seriamente despedir un par de operarios (por taller) y poner un cuervo de ayudante. Se habrán planteado los córvidos que si en Maxorata hay funciones con ardillas, ellos no iban a ser menos.
Recuerdas que ayer te conté las jugadas maestras (de solidaridad, la mentan) de los políticos con respecto a la paga extra navideña. Pues, lo dicho, continúan por cuentagotas (la Orotava, La Laguna…) para ir teniendo cabida en los medios de comunicación. Sigue siendo, por supuesto, una medida generosa, un acuerdo voluntario y nunca una imposición de la administración estatal, como al resto de mortales. Luego se molestan cuando se les alude como una casta.
Persistió ayer el reguero informativo acerca del 516 aniversario de la fundación de Los Realejos. Tengo entendido que El Día se cuidó de no mencionarlo, no sea que a don José le entrara la perreta independentista, y ya se sabe que fue aquí donde se le dio la puntilla al pueblo guanche. Dicen, que yo no estaba. Ya me imagino a El Adelantado, en la plaza que llevaba su nombre (ahora es de Viera y Clavijo), descubriendo la lápida con la mención honorífica de Villa Histórica. Qué emoción, con protocolo incluido (los caballeros de negro y las damas con traje largo).
Vámonos un fisco más lejos. ¿Te acuerdas de un tal Cascos? Sí, ese que, después de dieciocho mil vueltas y otros tantos cargos populares, decidió romper la baraja y refugiarse en su Asturias, patria querida. Y que no fue capaz de gobernar con fundamento y por eso ahora ya no está. Pues ese mismo ha llamado incompetente (hay que tener mandanga y no mirarse al espejo; mejor no, que lo rompe) al equipo de Rajoy y le ha exigido la convocatoria de elecciones anticipadas, algo en lo que él ya es maestro.
Ayer también aludí a mi desconocimiento en asuntos monetarios y económicos. Pero acabo de leer este titular: “Europa cree que el Gobierno no tiene dinero para rescatar autonomías”. ¿Es o no es un país de locos? Menos mal que el guiño (¿quién decía que no sabía picar el ojo?) del BCE ha hecho bajar la prima de riesgo. Y es que estaba asumiendo demasiado ídem (riesgo) balanceándose en esas alturas cual una Pinito del Oro cualquiera.
Hasta mañana. Y es viernes. Ponte el casco y protéjanse. No, ese en el que piensas es Cascos, el que se atreve a hablar de incompetencias. Cuídense.

miércoles, 25 de julio de 2012

Los paseos de Jerónimo

Sigo sin comprender –y a este paso y con mi edad me voy a quedar con las ganas– absolutamente nada de la crisis. O somos falsos a más no poder o seguimos empeñados en echarnos aquello mayor que lo otro. Entro en facebook y observo cientos de fotografías con gentes presumiendo de bronceados, unas piscinas impresionantes, apartamentos de los que no valen cuatro euros, terrazas de verano, maletas prestas para emprender viajes, un cóctel de no sé qué… O puede que todos los amigos que tengo en esa red social (deberé incluirme, qué remedio) sean ajenos a este fenómeno por el que atravesamos y que tiene una protagonista esencial que es nuestra estimada y mejor considerada prima de riesgo.
Sigo escuchando, hasta la saciedad, lo de la cosa está floja. Y como en mi particular caso, y por razones obvias del DNI, tal particular lo tengo asumido desde ha bastante, me da que también existen unos añadidos de exageración. De no ser así, habría mucho más personal por este Norte y algo menos por esos ‘sures’. Pudo ser una casualidad –algo que no me entra en el magín– pero mucho móvil captó instantáneas del incendio que comenzó en Ifonche y coincidirán conmigo en que ello no era posible si no se andaba de garbeo por aquellos lares. Y a buen entendedor…
Sigo desorientado con las expresiones de que no hay dinero. Yo creo que sí, pero, como siempre, mal repartido. Un servidor estima que el dinero está, lo que ocurre es que Hacienda (el estado) lo deja pasar ante sus narices y no lo hace circular por donde debe. Todos sabemos que hay mucho experto que está sacando tajada de esta crisis. Y mientras a unos nos exprimen, se continúa con las ganancias especulativas, con la economía sumergida, con la evasión de capitales, con pagos en negro, con fraudes masivos en el pago de los impuestos (IVA incluido), con indemnizaciones de escándalo, con sueldos que rayan el insulto… Todos estos últimos constituyen o conforman un selecto clan que acude cada día a darse golpes en el pecho para que la situación se mantenga. Las arcas públicas están vacías y la escasez debe paliarse con millones de granitos porque los que se dicen gobernantes (parte del tinglado beneficiado) –y añadan los de la oposición porque hoy por ti y mañana por mí– dejan a buen recaudo a las grandes sociedades y los chollos de las Sicavs (vete a la Wikipedia como yo), rescatan –a medias, para luego volver a empezar– a los bancos-inmobiliarias (después de que sus directivos hayan hecho su agosto y resto de meses)… Y mienten como bellacos. Pero no es que mañana se desdigan de lo que dijeron hoy; no, a los cinco minutos, y en el transcurso del mismo discurso, ven negro donde antes lo atisbaron blanco. Y sin cambiar de criterio. Qué morros. Pero ve a este enlace y lee lo que escriben plumas mejor cortadas que la de este ignorante y atrevido redomado: http://blogs.publico.es/juantorres/2012/07/24/nos-hunden-la-incompetencia-y-la-mentira.
Te habrás fijado de que raro es el día en que no aparece en cualquier periódico la noticia de que “el alcalde, concejales y personal de confianza renuncian a la extra de Navidad”. De todos los signos políticos y de cualquier ayuntamiento. Parece que se han puesto de acuerdo en ir espaciando los comunicados a fin de que todos tengan cabida en las planas; si es la primera, mejor. Pero lo curioso es que quieren dar la impresión de que son los buenos de esta película, de que realizan un sacrificio tremendo, cuando en realidad, y como medida preventiva por la que les puede caer, intentan salvar el pellejo ante sus propios funcionarios. Porque estos no tuvieron opción alguna, se les cerró el grifo y punto. Añoranzas, quizás, de un pasado de ordeno y mando. Y suelen acompañar la información, mero adorno, con el vocablo solidaridad. Debe ser la misma con la que predica Paulino Rivero (tiempo hacía que no lo mencionaba) y sus múltiples viajes en busca del arca perdida. Ahora se nos fue a París y desde allí lanzó su quinientos discurso prometiendo otro buen montón de empleos. A este paso, en dos meses más… el 50% en el paro.
Puede que Esperanza Aguirre (menudo ejemplar), antes de seguir los ejemplos de Valencia, Murcia y Cataluña, esté fisgoneándome el blog y cuando habla de acabar con la mamandurria esté aludiendo, expresamente, a los garbeos (sobre todo los del helicóptero) de nuestro presidente. ¿Cómo podemos esperar que solucionen nuestros problemas si ellos (los políticos) lo son mucho más, tanto que no hay por donde cogerlos? Sí, ya sé que estás pensando en los fondillos del culo y otras partes más o menos pudendas. Ojalá fuera tan fácil.
Soria (José Manuel), el ministro, que estuvo este pasado fin de semana de congresos insulares (pagando aviones y taxis de su bolsillo; no te rías), se erige en dinamitero (por lo de los mineros) mayor de las ínsulas y suelta que Canarias debe pagar en este 2012 unos mil millones de euros. Calderilla para el cortado. Y que debemos acudir a que nos financien desde Madrid (como los que aludí en el párrafo anterior). Sale corriendo nuestro consejero Ortiz para llamarlo mentiroso. Y tú –incluidos ateos y agnósticos– te pones a hacer cruces. El Estado no tiene dinero y debe acudir a los prestamistas que le cobran un interés de escándalo, pero puede inyectarle a las Comunidades para que estas tengan liquidez. Por favor, si lo entiendes, explícamelo.
Y casi me olvido del verdadero motivo de este post. Jerónimo Saavedra, predicando con el ejemplo, se subió al carro de los paseos y anda el hombre del tingo al tango para demostrarnos que lo suyo es muy común, y que así se defiende a un pueblo atribulado, masacrado por los recortes. No es capaz de convocar tres reuniones en Tenerife (zonas Norte, Sur y Metropolitana) y sentar a los alcaldes para platicar cuanto crean conveniente. No, hoy a La Orotava, mañana a Los Realejos y pasado a San Juan de la Rambla. Y así hasta 88. Y no pasa nada, oiga, no pasa nada. Qué bueno es disfrutar con dineros ajenos. Ya pagarán los empleados públicos, y los pensionistas, y el copago farmacéutico, y más chicos en las aulas (en peores condiciones que los cochinos en una granja)… ¿Adelgazar la administración? ¿Y eso qué es? Con tales mimbres y con tanta mentira y falsedad, así nos va.
Y para rematarme, mi ayuntamiento quiere celebrar hoy el “DXVI aniversario de la fundación del pueblo”. ¿Qué pueblo? Viva el rigor histórico, el pendón y el apóstol Santiago. Y a todas estas, ¿cómo se come todo esto, don José? Sí, el de la calle de Los Barros. No pretenderán que en este mundo de idos sea yo el único cuerdo. Voy a seguir pintando un fisco.

martes, 24 de julio de 2012

Lo comparto

“La democracia moderna exige y consagra la transparencia y la visibilidad. La visibilidad exige que la verdad impere, que los políticos rindan cuentas al pueblo por todos sus actos y que dimitan ante el más mínimo error, fracaso o sospecha.
Siempre me mostraré reacio a que desde una formación política se premie a imputados, se acoja a tránsfugas, no se respete la democracia interna que debe prevalecer en toda organización política y existan dobles varas de medir en cuanto a la interpretación y acatamiento de las normas (Estatutos) por los que se rige un partido político.
Sigo considerando que los políticos se han convertido en el principal obstáculo y en el mayor problema que tenemos. Hacer pagar al pueblo, injustamente, el grueso de la factura de la crisis, practicar recortes a los ciudadanos mientras los políticos mantienen sus privilegios, aplastar al pueblo con impuestos abusivos y otras políticas arbitrarias, todas ellas habituales en la España actual, convierten a los gobiernos que las practican en contrarios al bien común.
Me percato a diario cómo nuestros gobernantes se desdicen, rectifican lo afirmado pocos días antes, hacen justo todo lo contrario a lo que prometían, se olvidan de los compromisos con la misma ligereza con la que los anunciaron. Me resisto, me rebelo ante esta concepción de la política. Dicen que cada país tiene los políticos que se merecen. También me pongo en contra de esta afirmación. Estoy convencido de que nos merecemos mejores políticos y mejores políticas.
Contra viento y marea, no voy a permitir que se juegue con la ciudadanía, que se le engañe únicamente por fines electoralistas. Hay que darle valor a la palabra; quizás sólo sea una gota en el océano, pero también puede ser un efecto mariposa”.
Obvio es, mas no me resisto a señalarlo, que si he entrecomillado los cinco párrafos anteriores será porque me los he copiado. Y, ya lo indiqué en el titular, no solo comparto esas líneas, ese pensamiento, sino que creo intuir que somos bastantes los que podemos ponerle el cuño. Sin más, sin aditamentos. Máxime en unos momentos en que la credibilidad de ‘nuestros’ representantes en todas las instituciones debe hallarse en unos treinta o cuarenta grados bajo cero. Y las protestas que realizamos a diario para poner en entredicho su nefasta gestión deben, así lo entiendo, cambiarse radicalmente. Porque nada lograremos en esta lucha tan desigual contra las medidas de estos ineptos (pero bien acomodados en el machito y debidamente apoltronados), sino que habría que abogar por atacar (con perdón) el problema en su raíz, en su génesis. Nada de intentar paliar los efectos, sino ir directamente a la causa. Te lo traduzco a lo bestia: no protestar contra los recortes sino ‘cargarse’ al recortador. Porque ha engañado hasta los suyos.
En mi caso particular, el hecho de haber participado activamente en política durante un periodo determinado, tras el cual continué con la tarea profesional a la que estimé oportuno dedicarme, me congratula doblemente. Porque el autor de los reproches a los modos y maneras de hacer, y entender, la gestión pública es quien hasta hace escasos días ostentaba una alta representación en las nuevas generaciones del Partido Popular en la isla de La Palma, a saber, Jafet Barreto. Como bien comprenderán ignoro si hubo otras motivaciones diferentes a las manifestadas públicamente y que le llevaron a solicitar la baja en dicha formación. De haberlas –algo normal en las componendas internas de las organizaciones–, dado que ‘lo escrito, escrito está’, no cambia un ápice mi planteamiento.
Sí, puede que sea un grano de arena, una mínima expresión, pero considero pertinente la alusión al efecto mariposa (dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione en ciertas formas completamente diferentes). Tenemos que comenzar a cambiar mentalidades. No de manera exclusiva en las estructuras de los partidos, sino también en otros grupos que se sostienen merced a las subvenciones. Porque un sindicato, el que sea, tiene tanto o más enquistamiento que el problema que supuestamente pretende combatir. Y mientras dependan de los estipendios estatales, no traspasarán esa línea que el gobierno de turno le marca como límite de sus actuaciones. Es menester una reforma radical, porque es posible otra política, otros políticos, otros dirigentes. A los que ni siquiera haga falta estipularle un plazo máximo de mandato, pues una vez recuperado algo tan simple como el sentido común la misma puerta por la que se entró seguirá abierta de par en par para cuando corresponda, sin traumas ni síndromes, la salida.
Si no fuera porque en el País Vasco se olfatea elecciones, aplaudiría a rabiar la propuesta del PNV para suprimir el Senado. Una lástima que al mismo tiempo la formación nacionalista critica, con la boca chica, el incremento del IVA, y reclama, por la boca grande, el porcentaje correspondiente de la recaudación (como el andaluz Griñán). Y además, para acabar de fastidiarme (y es un ejemplo de cómo se estilan los comportamientos políticos en España), propone a sus cargos la renuncia ‘voluntaria’ a una paga de su retribución anual (hará referencia, me imagino, a la extra navideña). Pandilla de desalmados. En estos procederes (para ellos las excepciones y para nosotros las normas, las generalidades), sí actúan todos a idéntico compás.
Sin conocerlo de nada, mis felicitaciones al palmero dimisionario. Aunque nuestros enfoques (políticos) puedan estar a años luz. La ética es la ética.

lunes, 23 de julio de 2012

Propongo un cambio

Como ustedes habrán leído, visto y escuchado, se ha celebrado este pasado fin de semana el congreso insular tinerfeño del Partido Popular. Que tuvo que cambiar de escenario, a la prisa y corriendo, porque la policía estimaba no poder preservar la seguridad de los compromisarios y autoridades en el Paraninfo universitario lagunero. Y se fueron al Víctor santacrucero, en cuyos exteriores protestó un grupo de personas contra los brutales recortes del gobierno nacional y a los que, siguiendo los últimos dictados al respecto, se repartió la pertinente dosis de ‘educación para la ciudadanía’ en forma de porrazos sin mayor importancia. Eso dicen los que dan, pero no los que reciben. Con todos los efectivos policiales que contemplé en las fotografías de Diario de Avisos, poca o nula credibilidad doy a la justificación para el cambio de sede. Más bien atisbo una coartada para la leña premeditada. Detenciones incluidas. Pero ópticas habrá para todos los gustos. Me llamó la atención la vestimenta de doña Australia Navarro –yo creo que se equivocó y pensaba ir a un enlace matrimonial a celebrar en Casa Juanito, de La Esperanza–, a la que debo, no obstante, felicitar porque ni se le arrugó –el traje–, ya que por la tarde lucía su porte en El Tecina, allá en La Gomera, donde el reconvertido Javier Trujillo Bernal (personaje que me ha concedido el inmenso honor de ostentar el récord de lecturas a un artículo que le dediqué en el digital Gomera Noticias) era elegido presidente de la formación política en aquella isla. ¿Quién les habrá pagado los viajes? ¿Y las cuchipandas? Y alguno habrá pernoctado. Y…
Las casi unanimidades dan lugar a múltiples felicitaciones y parabienes. Lo que no me parece mal. Meridianamente claro está el que el PP presenta en estos momentos, en Canarias, una imagen de mayor unidad que la que nos ofrecen CC y PSOE. Lo que está a la vista, decía mi abuela, no requiere espejuelos. Algo bien diferente será lo que se cuece por dentro. Y de igual manera que aquella marea azul hizo posible una victoria incontestable, estos pobres testimonios (para argumentar la política nacional de recortes a mansalva) de la herencia recibida, que se escuchó hasta la saciedad en el precitado congreso, flaco favor le hará a Manolo Domínguez, flamante nuevo presidente. Puesto que si tan bien gestiona este hombre, que es mi alcalde, y no cesan (el feisbuc es fiel testigo de lo que comento) los plácemes ante esta nueva etapa que emprende, creo que mi propuesta –esbozada en el titular y en la composición que ilustra este post– está más que razonada.
Jesús, es decir, yo, cree, no obstante, más por viejo que por cualquier otra consideración, que a más de uno de los que se suben al carro cuando este transita placentero se les ve el plumero. Cierto individuo ya le reclamaba (a Manolo) que hiciera más por el Norte, modo espurio de entender la gestión pública siguiendo la teoría del ande yo caliente, quien a buen árbol se arrima, y algunos otros refranes y dichos populares (sin dobles) más. Si funcionara tal teoría, Realejo Bajo (patria chica del alcalde realejero) estaría como un palmito, algo que no deber corresponderse con la realidad a tenor de los comentarios de otro Domínguez (Esteban), también conocido por su reiteradas campañas para ponerle nombres a las calles.
La que no se ha recatado lo más mínimo es la antecesora, a saber, Cristina Tavío. Ayer nos sorprende con su artículo dominical en el rotativo independentista (qué incongruencia), en el que se da un baño de loas floreadas por el éxito de ‘su’ gestión en la década que estuvo al frente de la organización en Nivaria. Sin un mínimo gesto de humildad para reconocer que los logros de las últimas confrontaciones electorales han sido debidos más a la inercia y deméritos de los adversarios que a virtudes propias. Pero, insisto, son ópticas.
Aquellos que no nos conformamos con quedarnos en lo superfluo, con la cáscara, nos atrevemos a indicarles a los que ahora parecen navegar en la cresta de la ola que intenten ser consecuentes. Soy consciente de que es un consejo de los tantos a tirar a la basura. Porque no parece muy lógico lanzarle guiños al PSC-PSOE en el propio Cine Víctor cuando son corresponsables (también lo dicen ustedes, así que pónganse de acuerdo) del desaguisado nacional y del erial que dejaron a guisa de testamento. Con todos estos cambalaches van a tener graves dificultades en cumplir el encargo soriano de explicar el porqué de los recortes. Máxime cuando en nuestro pueblo (para no ir más lejos, Manolo) el número de parados, por esa política temeraria de ajuste del dichoso déficit, no deja de incrementarse y ya superamos con creces los seis mil. Es por ello que no comprendo cómo casar la bonanza de la travesía canaria con las galernas peninsulares. A no ser que Rajoy esté cumpliendo al pie de la letra el imitar el modelo de gestión del singular Francisco Camps, que, por lo visto y comprobado, no ha sido demasiado valorado por el sucesor Alberto Fabra. Y si ello fuera así, algo que ya no dudo y los indicadores económicos no me señalan lo contrario, más convencido estoy de que el cambio (vocablo electoral por excelencia) que lanzo desde este humilde blog, será beneficioso a todas luces. Incluso en imagen, que cuenta, y mucho, asimismo.
Buen titular, y concluyo, el de ”la cacería le pasa factura”. La organización WWF (World Wide Fund for Nature) le ha dicho al rey de España que puede seguir con sus actividades extraescolares. Porque ya no hay artículo 6º que se lo impida. A tal señor, tal honor.

viernes, 20 de julio de 2012

Hoy es viernes

Sí, hoy es viernes, pero fue ayer cuando el PP se quedó solo como la una en el Congreso de los Diputados. Según me informan desde la capital hasta los leones se echaron a correr por San Jerónimo abajo. Rajoy también acudió, pero a la hora de la votación (no fuera que tuviese que imponerse a sí mismo mismamente una multa). El Decreto ese famoso de los penúltimos (cualquiera se atreve a decir los últimos) recortes ha quedado convalidado. Soraya Sáez de Santamaría y Cristóbal Montoso esbozaron, como siempre, una generosa sonrisa a la hora de emitir el sí. Por sus mentes pasaron nítidas imágenes de parados, pensionistas, enfermos, funcionarios…
Como el presidente ha convocado al menos tres nuevas sesiones del Consejo de Ministros en agosto, estoy pensando que en septiembre ya no levantaremos cabeza. Y si a los viernes hemos de añadirle los jueves, no nos va a quedar ni unas horas para solazarnos. Ya que estamos con distracciones, me temo que la saja va a alcanzar asimismo a Mundo Señor, que era el único recurso que iba a poder consolar a los jubilados. No pongo que estoy asustado porque ya lo he escrito en varias ocasiones. Pero como los iluminados que nos gobiernan saben mucho más que nosotros, habrán calculado las ventajas e inconvenientes de las medidas que están adoptando. Yo no atisbo sino más recesión y más paro. Porque si los bancos se cepillaron nuestro dinero y ahora Europa les inyecta capital para tapar agujeros, todos (menos sus señorías populares) nos preguntamos cuándo será el momento en que los euros comiencen a circular, único remedio para que la economía (doméstica) se mueva un fisco. El resto de la canción pertenece al estribillo que se coreó ayer tarde-noche en las manifestaciones habidas en toda España. Pero según la teoría de Esperanza Aguirre, fueron muchos más los que no participaron. Así que no hagan cuentas porque la victoria volvió a caer de su lado. Tanto que echando una visual a la ilustración que adjunto… Piensa lo que te venga en gana.
Zapatero se quedó huérfano de apoyos al final de su segundo mandato. Rajoy bate récords. No alcanza el año de gobierno y algunos de la grey comienzan a discordar. Máxime cuando el espectáculo, o nivel de sintonía, entre los ministros de Hacienda y de Economía, es merecedor del premio a los despropósitos, tanto que en Europa no saben a cuán de los dos tildar de mentiroso ante la disparidad de criterios y de cifras que esgrimen. Si cree el registrador de la propiedad que marchándose por la puerta de atrás queda todo el problema solventado, si estima que escondiéndose con reiteración fluirá el empleo a mansalva, si entiende que echando por delante a la vicepresidenta se van a apagar los incendios, si cerrando los ojos ante los cientos de miles de protestas se le puede aplicar lo de ojos que no ven corazón que no siente, vaya país de pandereta.
En unas semanas estaremos (re)convertidos en una nación de ciudadanos rebeldes. Tanto que pude leer en un periódico: “Rebelión en la judicatura horas después del pronunciamiento militar”. En principio me asusté. Incluso pensé si se trataba de cualquier república bananera. Pero no, aludía a España. Y ya lo pudieron titular sin tanta rimbombancia. Si uno echa cuentas, como decían los viejos, quiénes quedan por elevar quejas. Puede que los podamos englobar en grandes fortunas (pongan ahí los banqueros), políticos (incluyan todo el organigrama estatal), militantes populares y para de contar. Los antidisturbios ya se quitan los cascos y hacen sus primeros pinitos. Aparecen las ruedas pinchadas en los furgones policiales…
En Francia, tan cerca y tan lejos, Hollande ha emprendido un camino bien diferente. Y en el Elíseo se escandalizan por un fichaje futbolístico de los que abundan en España. Aquí aplaudimos como descosidos. Los mismos que nos echamos a la calle para poner el grito en la punta de El Teide. Los afiliados al PP se atreven a utilizar feisbuc para poner a caer de un burro al Consejero de Educación del Gobierno de Canarias por elevar las tasas de las matrículas universitarias sin acordarse por un momento de su correligionario Pepe Ignacio Wert, que algo habrá tenido que ver en el desaguisado.
Y a todas estas Nadal se raja y, alegando cansancio, deja la bandera sin transporte oficial. Fácil papeleta si de mí dependiera la nueva elección. Ya que le concedieron el honor a Felipe de Borbón en Barcelona 92, nada mejor que dejarle el símbolo patrio al currante mayor del reino (dicho por él en su reciente viaje a Moscú): a su mismísimo padre Juan Carlos. Y si la cadera no le permite aún grandes trotes, alquilamos un elefante. Que en el desfile inaugural no van las escopetas cargadas.
Feliz fin de semana.

jueves, 19 de julio de 2012

Mañana es viernes

Pero hoy estoy de protesta. Y me declaro en huelga de brazos caídos. Porque ya está bien. Por ti, y para ti, Mariano. Sin mis respetos. Y si quieres, amonéstame.









miércoles, 18 de julio de 2012

Se acerca otro viernes

Me dio esta semana por colocar el vocablo viernes en cada titular de estas entradas y persisto. Cuando me pongo morrúo
Doña Andrea Fabra, de profesión diputada ‘faltona’, ha sido llamada a capítulo. Y se acabó, no esperes más. ¿Te acuerdas cuando el director te indicaba que debías pasar por su despacho? Pues algo muy parecido y en vez de mandarle a copiar cien veces yo no lo hago más, le puso de castigo una redacción. Bien por el tocayo Jesús, hay que mejorar la composición escrita, que la verbal la tiene superada.
Diputados y senadores quedan exentos de presentar el certificado de residencia. Normal. No podrían soportar ese gasto continuo. Si ellos no pagan billete en ningún medio de transporte, nada les va a solucionar el papelito. Además, su lugar está en clase preferente (business). Ya sabes que el contacto con los comunes mortales les producen unos escozores insoportables.
Dejémonos de nimiedades y vamos con un tema importante, que arrasa (y nunca mejor dicho o escrito) en todos los foros y medios de comunicación. Y como reconozco que soy díscolo por naturaleza, entro directamente en el meollo afirmando categóricamente que existe un exceso informativo perjudicial cada vez que se produce en esta tierra canaria un acontecimiento (el enterado ya hubiese puesto evento) que se exceda de los límites de la normalidad, verbigracia el incendio (mejor, los incendios). El despliegue de la televisión autonómica, al igual que ocurrió con lo del volcán herreño el año pasado, no tiene ningún sentido. Y si es un mero intento de justificar su inoperancia, peor. Flaco favor le están haciendo a cuantos se baten el cobre en la extinción del fuego. Cuentan tantas veces lo mismo y repiten idénticas imágenes durante unos dieciocho mil pases, que trastornan. Y de las crónicas en la que las llamas suben para arriba y la brisa baja para abajo, mejor dejarlo quieto.
No por mucho repetir la misma cantinela (por no poner boberías) se va a sofocar antes. Ni la entrevista a la llorona de turno va a solucionar la apertura de una trocha que detenga el desaguisado. Si no son capaces de comprender que los técnicos no pueden estar pendientes de la llamada de rigor para la entrada en directo, que los responsables políticos deben dedicar todo su tiempo en planificar y coordinar antes que atender a radios, teles y fotógrafos, y algún asuntillo más, mejor cambien de profesión. Por cierto, Irma Cervino, de prensa del cabildo tinerfeño, creo que te pasas treinta y un pueblos con tanto tweet contándonos las aventuras y andanzas del jefe Melchior.
También hallamos al intrépido reportero gráfico que se va, cámara en ristre, con los operarios para que todos podamos contemplar cómo extienden sus mangueras. Y para invadir las redes sociales con fotografías muy ‘llamativas’. Arde Canarias, se quema la isla, se demandan cubas de agua, al patíbulo con los pirómanos, ya no dejan recoger la pinocha, no tenemos medios con los que combatir la tragedia… Facebook y Twitter arden igualmente. Los comentarios se suceden a pasmosa velocidad. Se cuelga una imagen impactante (más guay si hay fuego de copa en los pinos canarios) y nos hinchamos de pinchar en ‘me gusta’ (¿?). Mucho más morbo si se procede a la evacuación de sectores poblacionales (ah, unos evacuan y otros evacúan; recomiendo: diccionario). Claro, si los hidroaviones hubiesen estado aquí… Luego vienen y hay olas y no tenemos pantanos.
Mientras, y coincido con el profesor Rodríguez Brito (Wladimiro), da grima contemplar cómo están esos terrenos en los alrededores de las casas de campo, la que todos deseamos para echarnos una buena chuletada y volver hartos y satisfechos a la civilización (y que limpie Medio Ambiente). El cinismo nos sale por las orejas.
Triste experiencia viví –sufrí– en 1983 cuando los montes del Norte nos tuvieron en vilo durante varios días. Millares de personas (la total descoordinación de los dirigentes, y al frente el estimado Eligio Hernández, hizo posible que una marea humana deambulara como si de una romería se tratara) intentaban controlarlo dando golpes con una rama de brezo. No sé qué mano –ya saben cómo ando de religiosidad– los protegió para que la única desgracia fuera –y no es poco- los millares de hectáreas quemadas.
Dejen que trabajen los profesionales. Que no por más (y helicópteros, e hidroaviones, y cisternas, y camiones, y cubas, y…) concluye antes. Esto no es un simple ejercicio matemático ni la regla de tres es siempre directa. Recuerdo otro, en Arafo, que fue ‘retransmitido’ por José Carlos Marrero, con el auxilio de la Virgen de Candelaria, y el singular Domingo Calzadilla realizando contrafuegos cada cinco minutos.
No, esto es serio. Y lo tenemos que asumir todos. También los periodistas y los medios de comunicación. Lo de las teles y radios, un desatino. Los medios escritos, un despropósito. Las redes sociales, lo que son, un ejercicio para divertirse un rato. Frases grandilocuentes que se solapan con auténticas chorradas. Y todos a compartir. ¿Ustedes creen que un ayuntamiento –Guía de Isora– va a solicitar el auxilio de cubas de agua a través del “Qué estás pensando”?
Termino con unas pinceladas a modo de titulares periodísticos:
Desde el Gobierno de Canarias, el técnico Humberto Gutiérrez, asegura que “La zona afectada La Orotava es la que linda con dorsal de la cumbre y el fuego morirá en la colada”.
Eso lo manifiesta un técnico, que algo deberá saber. Pero el periódico, a renglón seguido, expresa: Sin embargo, el fuego avanza por el interior del parque saltando entre retamas y hierbas pajoneras hacia la zona norte de la isla. Claro, porque tú, redactor, y especialista en ecología medioambiental terrestre, formado en la Universidad de Bielefeld, eres perito mucho más experto.
Otro: El incendio de Tenerife se mantiene activo y el de La Palma evoluciona favorablemente. Y, tu, estimado ojeador de este blog, ¿qué entiendes por evoluciona favorablemente? Porque si se tratara de un enfermo, vale. Pero si un incendio evoluciona, ¿qué, se desarrolla, aumenta, crece…?
Muy bueno este: El fuego ha entrado en La Orotava. Si no fuera por la seriedad del asunto, le preguntaría al ilustre si lo hizo por El Calvario o por La Cruz del Teide. Figura.
Y los políticos (si son ex mucho más, estilo Corrales) aportan también sus guindas: El incendio se agrava por la inoperancia de los políticos (José Luis Fumero, ex alcalde de Vilaflor). Ahora sigue ejerciendo como concejal por SSP. Por supuesto, lumbrera, si hubiese estado tú al frente del Consistorio… En fin, déjalo estar.
El último: Esto es un desastre, un tweet dice que se desaloja Vilaflor, 112 no sabe nada, Bomberos tampoco y la Guardia Civil dice que sí... así nos va. Lo dicho: más medios que operarios, más periodistas que lectores. Y todos opinamos. Y todos sabemos. Yo también. Un churro me voy a quedar atrás.
Concluyo: dejen trabajar a los que están al corriente, contemos hasta cincuenta antes de disparar y no juguemos a las primicias. Con el fuego no, que es muy grave. Y, por desgracia, vendrán más incendios. Y caeremos, una vez más, en lo de si…

martes, 17 de julio de 2012

Reuniones de los viernes

Ayer lunes, con el primer día de calor de fundamento en este norte isleño, sufriendo al contemplar las imágenes del incendio que asola los montes sureños, sin demasiadas ganas para teclear, me puse ante el ordenador a las tantas de la tarde y me acordé de mi madre. Que se llamaba Carmen. Y la felicité en la distancia. A mi manera. Y a mi suegra. Y a todas las que ya no están con nosotros. Porque uno, a veces, se siente raro. Y lo comentamos, a veces, en las reuniones de los viernes. La que implantó mi madre, tras la muerte de mi padre, y a su casa acudíamos puntualmente todos los hermanos. Ahora, ausente ella, la continuamos ese mismo día, cada semana del año, alternando en la casa de cada uno de los cuatro que quedamos. Porque ahora nosotros somos los viejos (espero que no se enfaden los dos más jóvenes). Pero cada vez que lo comentamos a nuestros allegados se sorprenden, gratamente, de que mantengamos viva esta iniciativa.
En las citadas reuniones priman las conversas docentes por razones obvias. Y en la última aludíamos, como no podía ser de otra manera, a los recortes. Tema recurrente, máxime teniendo en cuenta el día del cónclave. Buscamos soluciones –lo intentamos– y planteamos alternativas. También para la procesión marinera portuense…
Como por la mañana estuve rascando hierros, trabajo veraniego por excelencia, y no está uno demasiado acostumbrado a semejantes trotes, me hallaba medio cansado. Así que dejé el post a medio terminar y me dediqué a leer la prensa digital. Porque no pretenderá Rajoy que vaya a comprarla en papel. Además, me hallo en plena campaña de consumir lo mínimo indispensable. Si varios millones siguieran mis doctos consejos, otro quíquere nos cantaría. Por cierto, y antes de seguir, observo que un compañero del gremio, también jubilado y bloguero, vuelve a rescatar aquella carta del Arzobispo (u Obispo, que en esos rangos me pierdo) de Guadalajara que aludía a que con esta política de las podas la mayoría de la población lo pasaba bastante negro. Lo que aprovecho para romper otra lanza a favor del cura de Toscal-Longuera, que viene realizando una labor social impresionante en el barrio (amén de San Antonio, en Puerto de la Cruz). Ha arremetido con todo su vigor juvenil contra estos recortes salvajes y, aparte de proclamarlo a los cuatro vientos en sus homilías, ha colgado un sugerente cartel en el blog parroquial. Aquí lo tienes por si quieres visitarlo: http://parroquiaguadalupe.wordpress.com/.
Entre lo que me llamó la atención de la lectura comentada: La sala de exposiciones del Espacio Cultural La Ferretería de San Agustín acoge este martes, día 17 de julio, a las 19:30 horas la inauguración de una muestra de pinturas a cargo del Colectivo Cultural 7 Islas. Permanecerá visitable hasta el próximo 1 de agosto.
Copié este fragmento, extraído del programa de actos culturales a celebrar en las Fiestas de San Agustín, en mi ordenador, e, inmediatamente, me subraya con una línea roja la palabra “visitable”. Pincho el botón derecho del ratón y no me activa la posibilidad de buscar sinónimos. Me traslado al diccionario de la RAE y me sopla que la misma no está registrada. Ya sé que cosas peores se han visto. Con toda seguridad en este Pepillo y Juanillo. Pero yo no tengo asesores ni personal de confianza. Me lo guiso y me lo como y por esta labor no le cuesto un euro a ninguna administración. Es más, me cuesta.
Parece que los militares también están cabreados. Y no dudan en manifestarse. Espero que no saquen los tanques para ‘luchar’ contra los sablazos. Cada vez somos más… Era una canción, ¿no?
El rey se va a Moscú a vender el AVE. Bueno, rey venía en mayúscula en el titular periodístico. Muy monárquicos ellos. Y estuve pensando un ratito si ya no hubo un momento histórico en que se llevaron el oro. Si vendemos el AVE lo vamos a pasar chungo. Unos vagones acostumbrados al solajero andaluz, ¿qué van a hacer en esos parajes fríos de la estepa?
También leí una crónica de la denominada ‘embarcación chiquita’ que me alumbró sobremanera. Aunque casi me mareo antes de alcanzar la punta del muelle. Demasiados vaivenes de toda índole. Y en lo que sí ganamos, por los menos en 600 kilos, fue en la confección de una pella de gofio. En mis tiempos era una pelota, pero hay que modernizarse. Parece que costó unos 40.000 euros. Eso leí. Pues bastante que me alegro. Espero que no se hayan “engajado”. La has oído, ¿no? Pues no existe el verbo “engajar”. Para esos menesteres existe un canarismo (enyugar), que puede proceder de añusgar(se): Atragantarse, estrecharse el tragadero como si le hubieran hecho un nudo. No hay de qué.
Terminé. Y no sé qué titulo ponerle. Vale, ese mismo.

lunes, 16 de julio de 2012

Superamos otro viernes

Vaya bombo y platillo le dieron los populares realejeros a la supuesta solidaridad con los funcionarios. El colmo sería que siendo del PP el gobierno municipal no cumpliera con los dictados de los jefes madrileños. Aunque nada ya me sorprende pues tengo entendido que en el parlamento autonómico, donde hay diputados de la línea de Rajoy, parecen no estar por la labor de mayores sacrificios.
Ni comprendo que haya novedad en la medida de Manolo Domínguez, ni menos que los medios de comunicación elevasen a rango de primicia el hecho de que tampoco cobren la paga navideña. Si quieren, como indican las reseñas periodísticas, equipararse a las consecuencias de los sablazos (porque no queda otra, es decir, sí o sí; qué pronto aprenden el discurso único, grande y libre), lo que tendrían que acometer es no hacer tabla rasa en la aplicación de los porcentajes sino establecerlos en función de sueldos anuales. Coja el alcalde realejero el sueldo medio del personal que trabaja en el consistorio –al que se le ha aplicado una merma del x%–, luego ponga en el renglón de abajo el que usted cobra y efectúe la pertinente regla de tres. Seguro que le sale mucha más disminución que la tan cacareada en feisbuc. Y puede sumarle, para acabar antes con el déficit, el capítulo de asesores (¿de qué?). Así podría predicar con el ejemplo, porque la prometida reducción en el número de concejales llegará como muy pronto, en 2015, si no es que cambian antes de parecer, nada extraño, de otra parte, en su zigzagueante proceder. Perdón por el calificativo pero es que hasta la RAE se ha percatado del grado de cumplimiento del programa electoral y lo ha definido (zigzagueante) de esta guisa: Que no sigue un camino derecho para alcanzar un objetivo y alterna distintas opciones. Una trayectoria política zigzagueante. Toma Mariano, te estás encumbrando.
La mayoría de las medidas adoptadas el pasado viernes (día maldito donde los haya) entrarán en vigor dentro de unos meses. ¿Para qué, entonces, la prisa del decreto y no tramitarlo por la vía parlamentaria normal? Por cierto, el único incremento en el porcentaje del IVA que no va ser protestado ni puesto en cuestión, será el de los servicios funerarios por razones obvias del propio cliente al que se le debe repercutir la prestación. Algo similar al precio de las flores el día de finados: no ha habido muerto que eleve queja alguna.
Antes de irse a La Moncloa, los navajeros estuvieron en La Zarzuela. Allí departieron un fisco con el cazador de elefantes, quien manifestó que “nadie puede quedar excluido de los efectos de la recuperación económica”. ¿Efectos? ¿Recuperación económica? Explícamelo tú, estimado fisgoneador, que estás más versado en cuestiones financieras tales. ¿Se habrá equivocado el que le prepara los discursos a su (sí, de él) majestad? ¿Estaría, acaso, pensando en que todos debemos contribuir en la medida de nuestras posibilidades para reflotar este barco? ¿Querría indicar que si yo apoquino en razón de 30.000 euros brutos anuales (mero ejemplo), aquel que se puede permitir el lujo de higienizar el final de su aparato digestivo con productos (cálculo anual –qué mala leche de palabra– igualmente) cuyo valor excede con creces la cantidad antes mencionada, deberá excretar pasta por un tubo (dirigido hacia eso que tú y yo conocemos como Hacienda) con un centrifugado de velocidad pero que muy superior a la pequeña cagadita que un servidor pueda aportar?
¡Ah!, que yo soy muy teórico y no contemplo las excepciones. Claro, como “cosa que se aparta de la regla o condición general de las demás de su especie”, no estoy al tanto. Y otros tantos que tampoco. Debe ser, en lógica consecuencia, esto otro: “motivo jurídico que el demandado alega para hacer ineficaz la acción del demandante; como el pago de la deuda”. En fin, que las excepciones no son para los comunes de los mortales. Por supuesto, de ser así no lo serían.
A este paso, y todo se andará, volveremos al sufragio censitario. ¿O no estamos ante una nueva ‘restauración’? El nivel de renta será, obviamente, el baremo principal. Porque a siete meses de las pasadas elecciones parece que nadie votó por el Partido Popular. Fíjate bien que salvo sus propios militantes, que aún aplauden a rabiar y gritan “que se jodan”, solo los empresarios y banqueros están por la labor de manifestar abiertamente, sin tapujos, que este gobierno lo está haciendo de maravilla. Tengo unas ganas de sacarme el euromillón a ver si cambio de opinión. Estaré al tanto. Como mi nieta que en una corta estancia en Edimburgo se hallaba preocupada y le preguntaba con cierta reiteración a la madre acerca de cuando le iba a venir el inglés a su boca. Yo debo estar igual: no entiendo nada. Lo peor es que hablan en mi idioma, pero no en mi lengua.
Oye, ¿vendrá Mariano este año a Mogán? ¿Y Merkel a La Gomera? ¿Y Zapatero a Lanzarote? Chacho, José Miguel, invita a Hollande a Gran Canaria, que pase unos días en una casa cueva de Artenara; qué mejor sitio para hacer una ‘cumbre’.

sábado, 14 de julio de 2012

¿Y yo qué 'ha' hecho?

Me salto el prometido descanso del fin de semana porque la actualidad –y la rabia– puede mucho más y lo mismo le doy una satisfacción a todo ese grupo inmenso de políticos que hoy se hallará cómodamente descansando  y tiene tiempo (?) para leerme –el resto de días no trabaja–, mientras otros se devanan los sesos para buscar un resquicio por donde introducirse en lo que antes se llamaba, pomposamente, mercado de trabajo. Aunque alguna apellidada Fabra (chiquito ejemplo) los piropea con el consabido “que se jodan”.
¿Te acuerdas cuando de chicos nos reprendían por algo que no habíamos cometido? Pues nuestro estimado presidente ha hecho posible que recuperemos la ingenuidad. Si yo no he (ha) hecho nada, que yo no fui, era la consabida respuesta. Que en las más de las veces era verdad, porque algún otro miembro familiar o de amistades cercanas había planeado el asunto para cargar sobre otros hombros las trastadas de rigor.
Ahora toca volver al pataleo puesto que la culpabilidad de unos deberá ser expiada por los otros. Los banqueros, los defraudadores, los terratenientes, los mangantes, los tahúres, los políticos, los ejecutivos, los enchufados, los asesores (seguro que tú conoces varios más) están de enhorabuena ya que ellos forman parte muy activa de eso que se denominan mercados. Nosotros, si acaso, un mercadillo, y confórmate.
Sí, ellos, insisto, que no nosotros, no pierden jamás. Tienen garantizados, y bien, los errores a los que como humanos estamos sujetos. Y siempre habrá un colectivo de ‘bobos de turno’ que asuma la condición de pagadores por cuenta ajena. El resto de la película se rige por un guion harto conocido.
El pasado 11 de julio de 2012 (miércoles), y fecha a recordar en los anales de la historia, al tiempo que la UNESCO nombraba a la isla de La Gomera como Reserva de la Biosfera, Mariano Rajoy Brey (Santiago de Compostela, 27 de marzo de 1955) –para que lo tengas en cuenta y lo felicites en su próximo cumpleaños– nos ponía, definitivamente, la etiqueta de “gilipollas mayores del reino”. Este día será recordado para siempre jamás –por la intervención de la gloria divina y de la santa ‘troika’– por la adopción de 35 medidas de tal calibre que aquellas de Zapatero se constituyen en un simple coche de juguete al lado del Ferrari de Fernando Alonso (y de paso, viva el Santander y Botín).
¿Políticos o borregos? That is the question. Pues los muy golfos -¿o cómo demonios quieres que los mente?– no son capaces de erigirse como ejemplos y que cualquier propuesta del plan de ajuste fuera aplicada en primer lugar a sus sueldos y resto de privilegios. Pero no con idéntico porcentaje al mío, pues ya bien quisiera uno que el tanto por ciento fuera sobre sesenta o setenta mil euros (mínimo).
Que espectáculo más lamentable ver a una pandilla de energúmenos (lo siento por los que aún los mentan señorías; de señores y señoras, nada de nada) aplaudiendo a rabiar a un líder (qué sarcasmo) que machacará a quienes hemos vivido siempre de acuerdo con el fruto de nuestro trabajo, traducido en un salario ridículo al lado del que disfrutan todos esos que declaran, sin recato alguno, ser nuestros representantes. No nos alegrábamos de lo que estábamos imponiendo, sino que el batir de palmas era para demostrarle al jefe, que lo está pasando muy mal –¿y nosotros, qué, vivimos en jauja, cínicos?– y estaba necesitado de nuestro apoyo moral. Serán carotas. Y tú, Rubalcaba, con tal de argumentar que tu oposición es diferente a la del PP en su momento, ¿a qué juegas? Sal a la calle y sé un líder socialista poniéndote al lado de los débiles (somos casi todos) o esperas acaso a rescatarnos cuando nos hallemos sumidos en la miseria más profunda. Y pon de acuerdo a los tuyos o coge la puerta. ¿Qué hace Griñán reclamando la mitad del dinero recaudado por el incremento de los tipos del IVA? ¿No tendría que estar sublevándose ferozmente a la implantación de la medida que puede no alcanzar los cálculos previstos ante la más que probable disminución del consumo? ¿Por qué no entablar dura batalla contra los fraudes fiscales (también el del propio IVA no declarado, y no, precisamente, el de los pequeños negocios) que podrían hacer posible el no tener que recurrir a los salvadores de la patria, más conocidos como funcionarios?
Los banqueros se ovacionan con las orejas y hacen la ola a Mariano y su tropa. Las grandes fortunas, que haberlas haylas, siguen evadiendo pasta a mansalva (hay estudios y cálculos al respecto de los propios inspectores de Hacienda). Pero lo inmediato, porque lo dicta Europa, es volver a transitar el mismo camino que se está quedando sin hierba, yermo. Reitero, ¿políticos o borregos? ¿Qué tenemos? ¿A quiénes hemos elegido? Unos presupuestos aprobados hace escasas semanas que deben ser objeto de una tajada sin precedentes cuando nos los vendieron como excelentes y los únicos posibles. ¿Cómo va a ser eso, señor Rajoy, si usted no ha cambiado de criterio? Y los creía, de verdad, un poco menos ignorantes, pero me han defraudado, lo son mucho más de lo que yo pensaba. Sigan así y al tiempo de acabar con el déficit habrán finiquitado con lo que yo me niego en calificar como estado del bienestar, porque ese pudo ser el error al confundirlo con la riqueza de la pompa de jabón.
Aparte de las manifestaciones y protestas, permítanme los compañeros del gremio docente (y añádanse los que lo crean oportuno) una sugerencia: en las próximas navidades, nada de acudir a la clásica comida de despedida del trimestre (incluyan las del resto del curso). Alimentémonos para vivir, para rendir en nuestras obligaciones. Y nada más. En un año, cuando la economía (la de andar por casa) se haya colapsado, los políticos despertarán. Eso será mucho más efectivo que cualquier otro tipo de actuaciones que nos van a proponer los sindicatos, que pretenden salvar sus muebles y, de paso, demandar más subvenciones y mayor número de liberados. Ya hay competencia en gasolineras de este Norte con ofertas interesantes en el precio de los combustibles. Y los martes y jueves hay colas para los repostajes. Síntoma inequívoco de que miramos el céntimo. Hagámoslo en todo. Es preferible vivir como espartanos una temporada que morir en pulsos perdidos de antemano ante esta dictadura. ¿De los mercados? ¿De una mayoría parlamentaria mal entendida? Ponle tú el cuño.
Finalizo con el vía crucis en que parece se convirtió la procesión marinera portuense merced a un grupo de borrachos ‘de fuera’. Recurso manido de los alcaldes de turno, como siempre. ¿Te acuerdas, Marcos, cuándo permitiste a Manolito Artiles hacer lo que le vino en gana en sus retransmisiones televisivas? Pues de aquellos lodos nacieron estos barros. Ya él no recuerda nada, es muy olvidadizo. Incluye las camisetas. Yo tengo estas imágenes bien grabadas. Te faltó añadir la procedencia de los jóvenes beodos, los del botellón. A lo peor eran del Realejo y lo mismo la arman en la nuestra de San Agustín. Y con respecto a las medidas que vas a adoptar: a conejo ido, palos a la madriguera.

viernes, 13 de julio de 2012

Otra sentencia condenatoria

Muy suspicaces los que consideraron que podría estar pasando unos días en La Gomera. No es costumbre acudir a esta cita en los meses de verano, pero en la presente ocasión, tanto los recortes como una generosa oferta del Hotel Jardín Tecina –que recomiendo a los que deseen pasar unas jornadas de descanso–, lo hicieron posible. Apenas caminé y escasamente moví el coche del aparcamiento. Pero, como contrapartida, comí por tres o cuatro. Y nos atendieron de maravilla. Así que si se te presenta la oportunidad, ni lo dudes. Hasta me di los consabidos baños en agua salada (estupenda la piscina del Club Laurel, a la que se accede por el ascensor excavado en el acantilado), aunque tomé el sol con la moderación que me ha recomendado el dermatólogo. Es el inconveniente añadido para los que tenemos la piel demasiado blanca.
El martes, aún estando allá, tuve conocimiento de dos hechos significativos a través del mismo medio de comunicación: El Día. La primera, un artículo del colaborador realejero Esteban Domínguez. La segunda, la nueva sentencia condenatoria que recae sobre su director-editor. Plasmemos unas líneas de ambos.
Agradecía Esteban, de manera bastante efusiva, a don José Rodríguez Ramírez, las atenciones recibidas en los cuarenta años que le llevan editando sus comentarios. No entro ni salgo en el contenido de este canto laudatorio (que siempre algunos consideran excesivo), pero sí me detengo en un pasaje bien concreto. Porque Domínguez se hace la pregunta de quién podía ser el tal “El loco del Monturrio” que hace bastantes años puso en duda la autoría de lo que él remitía al periódico. Y como se atrevió a poner nombres concretos, uno de ellos el mío con todo lujo de detalles, debo manifestar a través de este blog (ahora ya no colaboro en medio de comunicación tradicional alguno) que no solo jamás tuve que ver con esos comentarios, sino que los directores, o redactores responsables, de los medios en los que he colaborado tuvieron siempre mi autorización expresa para dar a conocer a quien lo requiriese todos mis datos. Sobre todo cuando en el citado periódico, El Día, escribía mis artículos bajo la firma de M. García en la sección ‘Desde La Corona’ (por si alguien no me conocía, qué ilusión). Porque, por otra parte, jamás he remitido anónimos y menos para cuestionar trabajos ajenos. Allá cada cual con su conciencia. Los míos son míos, pónganle el cuño. Incluso los que aparecieron bajo mi firma cuando estuve en el ayuntamiento. Y si alguno lo cuestiona, que venga a hablar conmigo o con cualquiera de los cientos de alumnos que saben de mis andanzas literarias (qué ilusión otra vez).
No sé si es porque fui responsable de la edición del periódico escolar El Monturrio, que vio la luz en el Colegio Público Toscal-Longuera, bajo el auspicio de la Asociación de Alumnos también denominada El Monturrio, por lo que me han podido relacionar con el individuo en cuestión. Pero van los tiros equivocados. Como lo son, me consta, los dirigidos a Diego (que también es mencionado) y que vive, precisamente, en la calle del mismo nombre. Que antes, bastante, habitó en una casa que estaba en casi lo alto de El Monturrio. Pero de eso nos acordamos solo los viejitos. ¿Y por qué tiene que ser alguien de estos alrededores y no más cercano al caserío de Tigaiga? Cuidado, mero ejemplo. Ya puestos, aparte de lo habitantes del lugar, habría que incluir los que trabajan, o trabajaron –como es mi caso– por el entorno, en un diámetro de varios kilómetros a la redonda, que se dice.
He sido, como lo he expresado en diferentes ocasiones y foros, colaborador de este periódico (El Día). Pero no me he escondido cuando puse el grito en el cielo ante la distinción a su director con el nombre de una calle en Los Realejos. Completamente inmerecida (pareceres habrá para todos los gustos). Y menos cuando he tenido que expresar mi total rechazo a su línea editorial. Porque flaco favor está haciendo al periodismo don José, como propietario y máximo responsable, y sus dos ‘escribidores’ de cabecera. Porque la coletilla de ‘en su faceta política’ no puede en manera alguna justificar sus despiadados ataques personales a la figura de Paulino Rivero y sus familiares más directos. Así que abiertamente declaro mi total satisfacción ante la reciente condena que le sanciona con cien mil euros del ala. Porque el juez ha dicho que los epítetos utilizados van más allá de toda lógica periodística y que no todo cabe bajo el amparo de que se trata de una crítica a su quehacer por el cargo ostentado. Máxime cuando se editorializa para coaccionar ante la concesión de licencias radiofónicas. ¿Invitación –incitación– a la prevaricación?
Ya van unas cuantas. Pero como quedan resquicios de donde rascar, el susodicho sigue en sus trece. Con la excusa de no haber obtenido licencia para su emisora de radio, gente a la calle. Con el ahorro se irán pagando las multas correspondientes. Y como la película, me temo, tendrá continuación, deberán ser los trabajadores del diario los que vean oscilar sobre sus cabezas la famosa espada. Que si debe mantenerse con la mitad de la plantilla (incluyan, eso sí, ‘afamados’ columnistas, que dejarán el pesebre muy a última hora por el interés que les atañe), se hará un esfuercito.
No todo es válido y la justicia ha colocado las cosas en su sitio. No me vale el que sea una sentencia recurrible. Aunque en ese mundo se han visto cosas raras, espero que ninguna instancia superior estime que los personajes ‘perseguidos, vilipendiados y puestos en solfa’ sean unos Doctor Jekyll y Mister Hyde al uso, capaces de un desdoblamiento de personalidad que suponga un giro de 180º (o de 360, que decía el enterado de turno) y en cuanto ponen el zapato en el oportuno organismo público se convierten en auténticos demonios cuando desde su domicilio partieron como dóciles corderitos. Mientras, parece, persisten las veladas amenazas, pues se trata el episodio como una simple batallita en el contexto global de una guerra sin cuartel. Lo dicho: pobres redactores.
Un consejo para finalizar: cuando ustedes piensen que ya uno chochea, no duden en mandarme para cierto sitio. Feliz fin de semana.

jueves, 12 de julio de 2012

Los Roques años ha

Ahora que estamos en plena canícula (en el Norte es como una broma de mal gusto decir tales ocurrencias), pienso que sería interesante el recordar aquellos años mozos en los que acudíamos a la realejera Playa de Los Roques a darnos el consabido chapuzón veraniego. Cosa que hacíamos tras cumplir con las labores que nos tenían encomendadas nuestros progenitores. Porque eso de estar ‘tirado’ al solajero (cuando lo había) durante todo el santo día es un invento mucho más moderno, de cuando la sociedad cambió y todos nos hicimos ricos de la noche a la mañana. En el caso de un servidor, había que esperar a concluir que el estanque no tuviese más agua, porque el riego de la finca de La Gorvorana fue durante varios estíos, amén de bajar aceite para los motores de la elevación de Gordejuela, una ayuda al sustento familiar aparte de permitirme tener diez duros semanales en el bolsillo con el que ir al cine en Puerto de la Cruz. Al Olympia y al Topham, pero de tales salas saben mucho más cinéfilos de pro.
Allá a las tantas de la tarde, como te iba contando, con el clásico bañador de pata azul –el de la gimnasia del colegio; el más tardío meyba ya fue el acabose– en la mano (¿toalla, tú estás loco o qué?), abríamos a correr (con las extremidades inferiores que te llegaban al final del aparato digestivo) por el camino de la finca rumbo a El Toscal (pongamos dos minutos), atravesar la entonces única carretera de los contornos (por la que la guagua comenzó a circular cuando ya uno tenía bastantes años ganados en el denominado uso de la razón), camino de Los Beltranes hasta el final de la vía por el que la vagoneta de la galería arrojaba el entullo diario (pongamos otros dos minutos), y luego te lanzabas a tumba abierta por un estrechísimo y peligroso sendero, ladera abajo. Bueno voy a poner un punto que ya llevamos un rato sin respirar y me salió una proposición demasiado larga.
Cruzábamos el canal que llevaba el agua ¿potable? a la Ciudad Turística (tengo la impresión de que mucho más en aquella época) y de dos zancadas más, en la playa. Que en los buenos veranos tenía tanta arena que cubría todo el espacio que ahora está cubierto permanentemente por el callao y que hizo acto de presencia cuando se construyó todo el complejo del Maritim. Ello nos permitía jugar magníficos partidos de fútbol (imagínate la pelota) sin que la marea hubiese alcanzado por completo la bajamar.
Era toda una proeza, y sinónimo de haber obtenido el grado de ‘saber nadar’, el alcanzar el Roque Grande con la pleamar. Los aprendices debían quedarse hasta perfeccionar un fisco en el Charco de las Mujeres o en el Culo de la Pata, donde se formaban unos espacios tranquilos en los que las molestas olas te dejaban ejercitar. Pero todos, sin excepción, salimos adelante en el deporte acuático, sin piscinas y sin los cursillos de CajaCanarias.
Una estampa clásica era el contemplar las familias en la zona aledaña al Roque Chico y La Poyata, sobre todo las de La Ladera, y que bajaban bien temprano con las viandas bien dispuestas para disfrutar de una jornada  completa a la orilla de la mar. Y desde el tinglado la madre se encargaba de vigilar, y reprochar, a la tropa menuda para que no se excediese en las lejanías y en los periodos de remojo. ¡Ah!, y fijar a rajatabla las tres horas de la digestión. Que ya se sabe que antes eran mucho más pesadas. Hoy todo es más light, incluso ni se hace, tal es la ligereza y liviandad (que nada tiene que ver con impudicia y lujuria).
Estas comitivas, al estar formadas por individuos de muy diferentes edades, escogían las dos rutas tradicionales: La Fuente y El Horno, por el poniente y naciente, respectivamente, de la playa. Ambas atravesaban sendas fincas de platanera y en su recorrido final coincidían con las dos actuales bajadas que se contemplan desde el sendero turístico que se construyó en la década de los ochenta del pasado siglo. Lo malo es que en la época de la que te hablo, el acondicionamiento se debía a la buena voluntad de algún paisano que, guataca en mano, acometía la tarea de elaborar varios escalones para facilitar la bajada, pero sin grandes pretensiones.
Mencioné antes el canal. Y aprovechando los túneles que se horadaron en el acantilado para su cauce, discurríamos a su través para acercarnos hasta el Charco de las lisas. Bello en su estado original y una chapuza en la actualidad cuando se intentó hacer una piscina que fuera una oferta turística más a las urbanizaciones de las Románticas.
Y finalizo en esa zona porque una vez más hago un llamamiento a la autoridad que corresponda para que investigue qué fue de la que denominábamos Cueva del mármol. Para mí que la misma sí podría ser un atractivo de muchos quilates porque, salvando las distancias, podríamos tener en Los Realejos un Soplao, Nerja, Valporquero o vaya usted a saber. Déjenme ser optimista, que están los tiempos necesitados de alegrías de tal porte. Es mucho más factible que aquella otra que se le cruzó por la mente a José Vicente y que consistía en hacer otro puerto deportivo. Menos mal que nunca llegó a comprarse el yate. Si no le estaríamos haciendo la competencia a Garachico para sana envidia de nuestros vecinos portuenses.
Y el retorno a patita hasta casa. Los coches los vimos mucho más tarde. Pero, como contrapartida, estábamos fuertes. Y aún no fumábamos.