miércoles, 31 de octubre de 2012

Basuras y contenedores

Creo que ha sido una de las constantes en mis escritos: la limpieza. En esta tercera entrega, lo que opinaba en ese año 2000 de la basura y los contenedores:
“Cuando uno se da una vuelta por esos mundos de Dios, observa, mira y comprueba. Y llevo años sosteniendo que los contenedores de basura sólo han conseguido tener unos pueblos más sucios. Porque la mala educación imperante en la sociedad se traduce en que cada cual saca la bolsa cuando le viene en gana. Lo malo es que esos gestos son captados por la gente menuda que los reproduce en los colegios de una manera habitual. Los maestros de turno en el recreo, los tutores en las aulas se las ven y desean para que sean capaces de habituarse a una cosa tan elemental como es la limpieza. Pero qué le vas a pedir al crío entre las cuatro paredes de la escuela, si luego lo mandan a cualquier hora para que tire la de su casa donde le apetezca. Y no vayas a pensar que ya estoy echando toda la culpa a los padres, para quedar nosotros como los buenos de la película. No se trata de eso. Porque me quiero imaginar que todos pretendemos ayudar, pero siempre en la misma dirección. Si no, no sólo volvemos loco al crío sino que acaba por mandarnos para cierto sitio.
Que en este pueblo se realizan construcciones de grandes edificios con muchas viviendas, no creo que sea un secreto. Que ninguno dispone del preceptivo cuarto para bidones y contenedores, tampoco constituye un secreto. Y si lo tienen, no lo utilizan. Debe ser que da mal olor. Fíjense dónde están la mayoría de los contenedores que ubica el ayuntamiento o el cabildo y te percatarás que cerca, muy cerca, de esos grandes edificios. Pero jamás delante de cualquier puerta de cualquiera de sus portales. No, siempre un poco más lejos. Y se llenan con una facilidad pasmosa, por lo que la que queda por fuera es pasto de los perros de turno. Probablemente alguno de ellos perteneciente a alguno de los propietarios de esos edificios. Pero cuando está rompiendo la bolsa y esparciendo su contenido por aceras y calles, ya no tiene dueño. Exactamente igual que los niños con bicicleta en plazas y polideportivos cuando se realiza un acto cultural. Ya se puede desgañitar el presentador anunciándolo por la megafonía, que ese niño ciclista no tiene padres.
Si el servicio de recogida ha mejorado ostensiblemente en estos últimos años, no entiendo por qué seguimos siendo tan cochinos. Y siempre es en los mismo sitios y lugares. Lo que, en justa correspondencia, podemos asegurar que siempre serán los mismos. A efectos de bolsas por vivienda, ¿en qué se diferencia un edificio de cuarenta que uno de tres? Absolutamente en nada. La bolsita diaria, aproximadamente, se llena en cada una de ellas. Pues cada cual que baje al anochecer y la ponga en el depósito. No, a cualquier hora, incluso a los cinco minutos de haber pasado el camión.
Propongo al concejal delegado de servicios que mande colocar un contenedor delante de cada portal de esos edificios. ¿Qué te apuestas que salen rodando a los quince segundos? Hace unos años, cuando dábamos clase en unos salones en la calle de La Longuera, a alguien se le ocurrió la brillante idea de colocar su bolsa en la puerta por la que tenían que entrar los alumnos cada mañana. Y como sólo pasaba el camión dos días, allí teníamos que aguantar el regalo varias jornadas. Hasta que un buen día pusimos el siguiente cartel: Por favor, la mierda para el que la produce. No aparecieron más depósitos indeseados.
Y si no crees lo que estoy comentando te invito a unas visitas ecológicas. En los alrededores de más de un colegio de este municipio hay ejemplos significativos. Luego, como siempre, la culpa es de la mala educación que reciben los críos en las aulas y de los gandules de los maestros que sólo piensan en tomarse días de vacaciones y cobrar suculentos sueldos a final de mes. Y arriba sólo trabajando cinco horas al día. Pandilla de mangantes. A una sorriba los mandaba yo. ¡Ay, cuántas veces lo habremos oído! Y los alumnos mamando derechos y pisoteando deberes.
Sigamos cada uno tirando para donde creamos conveniente que la cuerda aguanta. Luego haremos congresos y reuniones. E intervendrán pedagogos, psicólogos y muchos personal altamente cualificado. Que no han pisado jamás un aula de un colegio público, porque sus hijos estudiaron en colegio de pago. Y después de comer y dormir bien en hotel de muchas estrellas, llegarán a la conclusión de siempre, a lo que ya se sabe desde el siglo XIX. Que no se pondrá en práctica porque cada uno seguiremos haciendo lo que nos venga en gana. Como siempre, para qué variar. Al menos nos queda el consuelo de poder seguir tirándonos los trastos a la cabeza. ¡Ah!, y las bolsas seguirán volando. Probablemente el enceste sea de tres puntos. Y si no, los perros cogerán los rebotes”.
Estimo, de verdad, que hemos mejorado algo. Quizás no todo lo deseable. Seamos, no obstante, optimistas. Mañana es festivo. Y descansaremos. Nos vemos el viernes.

martes, 30 de octubre de 2012

La diversión de nuestra juventud


Seguimos con el repaso a las primeras colaboraciones en la emisora municipal de Los Realejos. Insisto, del año 2000. No hemos mejorado gran cosa a pesar de que el lema ‘Por el cambio’ es el preferido por los políticos. Decíamos de nuestra juventud los siguiente:
“Muchas han sido las conversaciones al respecto. En el lugar de trabajo, en el hogar y en cualquier rincón del pueblo. Y las conclusiones no difieren mucho. Pero permítanme el consabido inciso para matizar qué podemos entender por juventud. Porque los esquemas tradicionales se rompen con pasmosa facilidad. Y no es lo mismo hablar de un joven de veinte y tantos que de uno de quince. La otrora diferencia generacional ya no funciona. El cambio radical, drástico, se produce en un intervalo mucho más corto de tiempo. Y uno que ha tenido la oportunidad de ver pasar por las aulas muchísimos chicos y chicas, se sorprende cuando uno de veintidós dice haberse marchado del mogollón del muelle portuense porque los niñatos que están ahora en el colegio no saben divertirse. Esos que califica de niñatos sólo son 6 años  más chicos que él.
Es demasiado fácil, pero muy recurrente, el echar culpas a la sociedad. Así, en general. Con lo cual diluimos responsabilidades paternas de falta de diálogo o de no haber sido capaces de atajar la cosa a su debido tiempo. Cuando no echar pestes de la escuela como causante de todas las desgracias habidas y por haber. Cuando uno circula con su coche a las tantas de la madrugada y comprueba cómo niños y niñas hacen autoestop para bajar al Puerto, convendrá en que algo está fallando. Cuando niños y niñas se arrastran en los días de carnaval, en los mal denominados bailes de mago, por cualquier esquina y duermen las intoxicaciones etílicas –qué generosos somos con el vocabulario– en el banco de la plaza, algo debe estar fallando.
La pérdida de valores, la cultura de la noche, la ley del nulo esfuerzo, la ausencia de deberes, el tómalo porque yo no lo tuve, alcanza extremos alarmantes. Chicos y chicas que con diez y pocos años beben como cosacos y presumen de borrachos conocidos, que no alcohólicos anónimos, se suceden en infinidad de ocasiones. Pero, lo que es peor, lo pasamos a considerar como algo normal. Cuando una mocita de apenas quince años limpia su traje de maga en una acera llena de meadas y vomitaduras, mientras el acompañante procede a echar la segunda, tercera o cuarta ración de porquería, algo deberá estar fallando. Cuando el disparate de la cogorza hace subir a otra jovencita de la edad de la anterior a lo alto del chiringuito para deleitarnos con sus movimientos sensuales, estaremos de acuerdo que no entra dentro de los cálculos de la lógica de la normalidad.
Pero como lo normal es lo anormal, debemos, en lógica consecuencia, convenir, que el edificio se desmorona, sin que albañiles y maestros pongamos los remiendos. Y como uno viene a Radio Realejos a expresar libremente su opinión a través del semanal comentario, hoy creo sentirme obligado a manifestar que hemos sido los padres los que hemos perdido nuestro rol. Y al hacer dejación de nuestro compromiso, hemos logrado alcanzar estos fangos. La pregunta seria: ¿Hasta qué  punto estamos dispuestos a seguir enfangándonos?
Son tantos los ejemplos que podrían citarse, que podríamos enumerar un extenso catálogo. Pero, a buen seguro, no nos sorprenderíamos. La pena que como educador siento es que esos mismos chicos y chicas, que en sus momentos lúcidos en el transcurso de una clase, realizan duras críticas contra la sociedad de consumo en la que estamos inmersos, caen en ella con pasmosa frecuencia. Abocados por un entorno de facilidad y permisividad. Porque los adultos nos hemos sido capaces de hacerles ver que no es esa la realidad. Que ese mundo ficticio que se crean en fiestas y fines de semana, se les derrumbará y los aplastará inexorablemente. No busquemos, pues, culpables, más allá de nuestras narices. El principio de autoridad se ha desmoronado y sólo nos queda el recurso de que los críos del ahora sean más cuerdos que nosotros en ese mañana inmediato. Porque los ciclos de la historia deberán jugar a nuestro favor.
No quiero entrar en disquisiciones de las relaciones padres-maestros porque podría pecar de poca objetividad. Sólo dejar constancia de que cada vez son más frecuentes los casos de los que acuden a los centros a lamentarse profundamente porque han perdido el control de pupilos comprendidos en edades que rayan los jardines de infancia. No, eso no es normal. Ojalá que no sólo sea todo esto síntoma de que me estoy poniendo viejo, porque ni siquiera me vale de consuelo. Y los que llevamos muchos trienios lidiando con chicos estamos realmente preocupados. Son muchas las veces que nos preguntamos cómo no ocurren más cosas raras todavía.
Me alegra, no obstante, contemplar muchos jóvenes que en diferentes colectivos realizan grandes empresas. Pero muchas veces les cerramos el camino. Para que acaben en el bar de la esquina. O en otros sitios. Luego manifestaremos que han perdido la cabeza. Cuestión sería que nosotros comenzáramos a buscar la nuestra”.
Sin más añadidos.

lunes, 29 de octubre de 2012

Qué pasa en el PSOE tinerfeño


Tras la celebración de elecciones en Galicia y País Vasco, ha comenzado el debate socialista. Pero, como siempre, al revés. Siguen empeñados en buscar un líder. Que también es necesario, no te digo que no. Mas la sociedad lo que demanda son ideas, proyectos y fórmulas para salir del atolladero. Y si el PSOE no demuestra que es capaz de salir del suyo, ¿cómo va a convencer al resto de la población? Tendremos abstención para rato. Y como segundos, los populares. Como la ley electoral no permite que gobiernen los que se inhiben, haremos bueno a Rajoy. Y ese difícil logro sí hay que reconocérselo al ejército de Rubalcaba.
Hagamos un repaso. En el último trimestre del año 2000 tenía la oportunidad de hacer este comentario en Radio Realejos:
“Creo que bajan revueltas las aguas en el río socialista. Y algo indicábamos hace unas semanas. Porque el denominado efecto Zapatero parece no haber surtido efecto en esta peña atlántica. Cuando se valora al Secretario General nacional por encima del propio presidente del Gobierno, aquí nos empeñamos en caminar hacia atrás. El complejo de cangrejos que nos ha entrado es ya de carácter preocupante.
Tras el último Congreso Insular, lejos de haberse tranquilizado la situación, da la impresión de ir todo de patas. Y para muestra unos botones:
No hay tranquilidad en la agrupación realejera, donde los recambios no se ven por lado alguno. Siguen los enfrentamientos entre dos sectores perfectamente decantados: los de ahora y algunos de los de antes. Y uno, que fue del grupo de los viejos roqueros, se pregunta que dónde están los del futuro. Que a la vuelta de la esquina deberán regir los destinos del municipio. Porque no me entra en mis atrofiados esquemas mentales que la sustitución de los que ya llevan demasiado tiempo en las excelentes poltronas del edificio de la Avda. de Canarias, sean precisamente los que estuvieron en el viejo edificio de la Plaza de la Unión. Ya puestos, este comentarista radiofónico podría esgrimir que él también fue. E incluso plantearse la posibilidad de la vuelta. Al menos cuenta seguro con dos votos: el suyo propio y el de otro viejo tertuliano de esta emisora en los sábados por la mañana, D. Agustín, por supuesto, al que saludo cordialmente, al tiempo que le agradezco la vieja admiración. Él sabe que es compartida. Y como por aquí tenemos la costumbre de esperar a última hora e ir por los barrios, léase, asociaciones de vecinos, rescatando a personajes pseudopopulares –la ideología es lo de menos– para incluirlos en las listas, pues, lo dicho, negro porvenir. Casi tanto como los sobacos de un grillo.
A nivel de cabildo tinerfeño, más de lo mismo. El intento para defenestrar al portavoz del grupo socialista, Melchor Núñez, raya el esperpento. Se dilucida a través de los medios de comunicación y los recados van en uno u otro sentido como dardos envenenados. Los periodistas se frotan las manos y la cúpula insular del PSOE haciendo el ridículo más espantoso. Parece que Santiago Pérez, que también lleva unos dos mil años en esto de la política, quiere implantar la fórmula lagunera. Que no es modelo a imitar, precisamente. Donde unos jóvenes acompañantes se limitan a despotricar contra todo lo que se mueve. Si para eso quieren a la juventud, guárdenme un cachorro. El congreso insular último no fue capaz de cicatrizar las heridas y ahora cada cual se siente legitimado para hacer cuanto le venga en gana. Y los que ocupan poltronas desde tiempo atrás, no quieren depositar sus ilustres posaderas en otros lugares menos confortables. Aquello de que un arregosto es malo de quitar, ha vuelto a funcionar. Y hay más de un arregostado que no quiere bajarse del machito. Porque la vaca sigue dando leche a un ritmo considerable.
En el municipio sureño de Arona, donde la vaca de la construcción es más lechera que en cualquier otro sitio, ya se produjo la deserción de Manolo Barrios y algunos acompañantes. Y eso que están en la oposición. De haber estado en el gobierno, las puñaladas hubiesen sido mortales de necesidad. Así, el amigo Miguel, alcalde aronero, cree vislumbrar su futuro con mayor claridad. La propia oposición, como vulgarmente se dice, se lo está poniendo a huevo. Tanto que no se plantea en su horizonte inmediato una vuelta a las aulas del colegio.
En fin, los arribistas de siempre, como dijo uno de mis alumnos en un trabajo de lengua, jodiendo la pavana y no retirándose para dejar paso a los jóvenes suficientemente preparados, que los hay, y muchos. Y si con Asambleas supuestamente amañadas logramos sentirnos legitimados per sécula seculórum, apaga la vela y vámonos.
Puede, queridos amigos, que me esté volviendo más escéptico aún. Pero la sensación de que la política se engolfa cada día más, está en cada rincón, en cada esquina. Y me ronda la cabeza con mucha frecuencia. Y eso es malo. A este paso, la mediocridad pasaría a convertirse en lo normal. Me gustaría tener algo más. Como a casi todos”.
Después de 12 años, ¿hemos cambiado algo, aparte de los personajes saltimbanquis?

viernes, 26 de octubre de 2012

Conectar con la sociedad

Abrirse a la sociedad –con las connotaciones obvias que el verbo implica–, se decía antes. Pero antes muy antes. Desde que yo era mucho más joven que ahora. Se atisbaban síntomas de acomodo. Y comenzó el distanciamiento. Ahora quieren conectar. Es vocablo más acorde con las nuevas tecnologías. Pretenden, quizás, convencer a un electorado hastiado con mensajes en las redes sociales. Y acompañarán el logo del partido. Sin foto del líder, que ya no se estila. O se le esconde. Basta con un lema que lleve, condición sine qua non, la palabra ‘cambio’.
Y el PSOE lleva demasiado tiempo cambiando. Pero realiza giros extraños. Siempre de 360º, para quedarse en idéntico lugar. Enclaustrados en su dinámica partidaria, obsoleta e inmovilista, reniegan una y otra vez. No escuchan cuando los clamores se hallan en la escala superior de los decibelios permitidos. Una derrota sin paliativos en 2011 no les sirvió ni siquiera para sentarse cinco minutos a reflexionar. Perdón, sí se sentaron. Y siguen.
Realizan congresos en los que es mucho más importante hacer pasillos para colocar a tal o cual en la dirección del partido, antes que ofrecer a esa sociedad, a la que quieren enchufarse tras dieciocho mil intentos fallidos, una alternativa creíble ante una realidad que nos abruma. Basta con los lamentos de la alta abstención que los perjudica gravemente. Y los del que no fuimos capaces de dar a conocer nuestro programa. ¿Qué programa? ¿Qué diferencia?
Han perdido el gobierno de casi todas las autonomías. Y allá donde ‘tocan poder’ –bien les gusta esta expresión–, lo hacen en función de componendas del tres al cuarto, que no por haber ganado en noble lid. Y por el Paseo de San Jerónimo circulan a 110. Para ahorrar combustible. Quitaron las señales de las autopistas y autovías, pero a ellos les gustó. Y el pueblo, que no es tonto, les prestó atención. Para esto, sí; para lo otro, no. Será porque una imagen vale más que mil palabras. El mensaje es más directo. No valen, en este caso, los retruécanos.
Hay que acelerar el proceso. ¿Cuál? Estamos envueltos en un ciclo electoral negativo, que no ha terminado. Eso, saldremos de la crisis. ¿Se atisban brotes verdes? ¿Se ve la luz al final del túnel? ¿Cómo? Eso ahora no toca. También es expresión de Rajoy, pero él no tiene problemas. La derecha es mucho más marcial, avanza en franca armonía. ¿Habrán hecho los socialistas algún cálculo de los muertos y heridos que han ido dejando en la cuneta? ¿Habrán sumado todos los que fueron afiliados y causaron baja para apartarse definitivamente o para fundar nuevos medios de transporte? Abordaremos una renovación ideológica (muestra inequívoca, una vez más, de sus actuales planteamientos) y pisaremos el acelerador para un análisis profundo. ¿Morfológico o sintáctico?
Chacho, vamos a ver si soy capaz:
Se trata de un problema de credibilidad. Y tal enfermedad no se cura con esos ejercicios de lavado de cara. No se ha reconocido (en Euskadi) la gran labor de Patxi López, sostienen. Bien, pero por qué. Qué ha fallado. Si alguien lo hace bien, el pueblo se muestra conforme. Y lo premia. No nos cuadra ese pensamiento tan a la ligera. Insisten en que cuando uno tiene una derrota electoral tiene que pensar en qué va a cambiar. Correcto. Pero es que no se trata de un tropiezo. Salvo en Asturias, no han ganado nada. Ha sido fracaso tras fracaso. De mal en peor.
Dijo Rubalcaba el pasado miércoles: "Lo que hace falta es presentar una alternativa. Un partido político tiene que tener un proyecto y un candidato. Y a mí me eligieron para conformar un proyecto alternativo". Analicemos. Y no es menester gran profundidad. Te eligieron, Alfredo, hace ocho meses. Y en ese intervalo se han celebrado algunos procesos electorales. Te han dado por todos los lados. Has hecho bueno el programa oculto del PP, ese que conocimos tras su paseo triunfal por las urnas. En Andalucía, el buque insignia, el PSA perdió también. Y mucho, aunque, como aquí en Canarias, se hayan agarrado de esa posibilidad de pactar, legítima pero difícilmente digerible. En las del domingo pasado, ¿dónde estaba esa alternativa que propugnan, dónde ese proyecto tan mentado como manido? Te han elegido para conformar ese proyecto político. Menos mal que no caes en la tentación de asumir, asimismo, lo del candidato. De seguir a pie juntillas tus propias palabras, debo colegir que cuando finalices de redactar el proyecto (¿cuánto tiempo necesitas, por cierto?), lo presentarás a los órganos que tienen encomendado su debate, ¿y luego? ¿Se iniciará la carrera para buscar quien lo encabece? ¿Con primarias o harás un penúltimo esfuerzo para saltar la valla? Mientras, ya habrán alcanzado otra ‘meniada’ en Cataluña y… la gente cada vez más hastiada, hasta el gorro. Más de la mitad de la población se quedará en casa… ¿Y qué? ¿Vuelta a empezar? A los perdedores autonómicos los ubicamos en la cámara inútil, a vegetar hasta que cicatricen sus heridas. A lo único decente y presentable –ejemplo significativo el de López Aguilar– lo mandamos para Europa. Con disfraces y medias tintas no arreglarán nada. Pero ustedes saben mucho más que yo.
De Juan Fernando lo mismo escribimos algo otro día. Porque cada vez se me parece más a Wladimiro. Su teoría es muy buena, pero la praxis va por sendero bien diferente. Y se lo dije cierta vez a un militante de mi pueblo: las redes sociales no ganan elecciones, pero sí ayudan a perderlas. Sigue habiendo un elevadísimo porcentaje de votantes que no han tocado un ordenador sino para quitarle el polvo.
Así está el PSOE. Y los males son en cascada. No levantan cabeza sino en los municipios en los que el alcalde se identifica con el partido. Aunque esa gasolina se está agotando igualmente. Y el secretario general tinerfeño, ¿se escondió tras el congreso celebrado en Puerto de la Cruz? Todavía no me ha llamado. Y yo juraría que tengo bastante cobertura (por lo menos cuatro rayitas).
Disfruten del fin de semana.

jueves, 25 de octubre de 2012

Un impacto terrorífico

En la quietud de la noche solo se escuchaban los susurros del canario:
–¿Cuántos tienes?
–Cállate ya. Te dije esta mañana que tres, pero el clásico hormigueo me indica que viene el cuarto. Será el último, seguro.
–¿Y tienen calor suficiente?
–Como sigas molestando con tus interrupciones, ya me dirás.
–Es nuestra primera puesta. ¿No me notas nervioso?
–Y pesado.
Con lo que la canaria dio por concluido el diálogo.
Eran los amores de los tortolitos. Ella dormía ahora plácidamente en el recoleto nido que habían construido durante al menos tres semanas de intensas jornadas de trabajo. Él, en una rama a no más distancia de dos alas extendidas, no podía pegar ojo. La escena irradiaba ternura. La plácida primavera engendraba, una vez más…
El ruido debió escucharse a varias millas mar adentro allá por el Faro de Orchilla. El estampido de la cabeza contra el suelo sonó como cuando se caía el caldero más grande del rústico locero en el caserón de La Gorvorana. Ángela dio un brinco y quedó de pie al lado de la alfombra sin saber qué hacer.
–¿Qué pasó, cariño, te hiciste daño?
Pau se incorporaba muy lentamente. Sacudía la testa todavía algo confuso. Se palpaba el parietal derecho, costado hacia el que, aparentemente, salió disparado. Mostraba aún los efectos del tremendo leñazo y la zumbadera en la oreja (derecha) le recordaba el discurso de los pajaritos enamorados. Intentó ponerse en pie, pero el órgano de Corti lo dejaba peligrosamente escorado (hacia la derecha).
–Chacha, vaya impacto más terrorífico.
–Yo me empeño en canarizar mi léxico y tú, en cambio, cada día me sorprendes. Don Pepito te tiene sorbido el seso.
–Chacha, vaya impacto más terrorífico.
–Eso ya me lo dijiste antes. ¿Tú estás bien, Pau?
–Ños, yo creo que estaba soñando con la sensibilidad del que está enamorado y cuida pajaritos.
–Ya te di mi opinión al respecto. Me pareció una cursilería que no venía a cuento. En vez de establecer una línea argumental en torno a lo nuestro (el canario), te enrollas con una sociedad más humana, más sensible. Con la que está cayendo. Hasta Ricardo se rascaba la nariz.
–Ya coño, me voy a acostar otro fisco, más que sea (para impresionar a la mujer) hasta las seis; me silba este oído (tocándose el derecho), que parece que estoy en Chipude escuchando los alegatos de Isidro Ortiz.
–Descansa –sentenció Mena–. Mañana daré orden para que pongan de nuevo la baranda, como en nuestro lecho sauzalero.
Y en la quietud de la noche, una vez más, solo se escucharon hasta casi el amanecer los ronquidos presidenciales.
Cuando el sol hacía su aparición en el horizonte, allá donde se signaba la silueta del Roque Nublo, el coche oficial, a los mandos del conductor de siempre, se dirigía a la sede gubernamental. En el sillón de atrás, la secretaria recordaba a su jefe el contenido de la agenda. Este parecía más inquieto que en días precedentes. Daba la impresión de que no prestaba demasiada atención a lo que, solícitamente, se le indicaba.
–¿Le ocurre algo, señor presidente?
–Anoche tuve un sueño y hoy no me levanté muy católico (nacionalista).
–¿Pero es grave?
–No, gravísimo. Fíjese usted que no estoy seguro de si mañana seguirá en su puesto, si tendré vehículo y conductor a mi disposición, si cobraremos a final de mes, si no tendré que reducir de nuevo las consejerías, si no sería conveniente cerrar la Universidad de La Laguna (y pensó en El Día), si suprimir los ayuntamientos de Tacoronte y La Matanza para anexionarlos al de Mariano, si decirle a Concepción que compre acciones en Binter, si…
–Presidente, ¿usted me escucha?
Pau, sentado a la izquierda de su secretaria, miraba fijamente la línea blanca que delimitaba los carriles de la calzada.
La secre, absorta en sus papeles, tuvo tiempo, no obstante, de girar la cabeza y creyó observar un ligero cardenal en la oreja derecha. Y cayó en la cuenta del despertar no muy católico.
Para sus adentros, Pau hacía cuentas (hoy tocaba debatir los presupuestos) y creía haber matado dos pájaros de un tiro (que no se enteren los expositores de tal expresión). La entrada del blog y la frase comodín del día se condensarán en un escueto titular: un impacto terrorífico. Tiembla, Rajoy, apostemos por más Canarias y menos España. Cuando Willy eche la peli de Cubillo…
–Me satisface verlo más contento, presidente. Buen síntoma para comenzar el día. Recuerde que viene José Miguel a desayunar…
Mientras esperaba a que le abrieran la puerta, Pau, sintiendo algún extraño escozor, se palpó, disimuladamente, el pabellón auditivo externo (derecho). Y se le antojó que estaba hinchado.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Antologías

José Miguel Barragán, al que no le conozco otra actividad que no sea la política,  manifestó que el Parlamento de Canarias –que es ahora, y desde hace más de tres lustros su lugar de trabajo, hazme al favor de no reírte– no puede convertirse en un cementerio de elefantes. Raro concepto el que tienen todos aquellos que se eternizan en la cosa pública del animal en cuestión, cuya vida media ronda los 60 años. El señor Barragán, al igual que otros tantos, que deberá sobrepasar, y con creces, la veintena de años subido al carro del bien cobrar –él señala que se lo gana; y yo también, no te fastidie–, debe entender que si comienzan su andadura, con algo de suerte, a los treinta y pocos, cuando cumplan la edad que se le supone al paquidermo para estirar la pata, ellos se hallen aún en la flor y nata de la existencia. De ahí el raro concepto que tienen de la expresión que al inicio te menté. Le bastará al majorero echar una visual a su alrededor para ver las caras de otro José Miguel, de Paulino… ¿Sigo? Claro, lo mismo pretendía justificar a los que encontrándose en edad de buen ver, son reubicados en Audiencia de Cuentas, Consejo Consultivo…, órganos en los que, y mira que es bastante difícil, se trabaja aún menos que en el que ahora él se estaciona o aparca.
El concejal de Nuevas Tecnologías de Burgos –del PP, pero da lo mismo– se gasta 200.000 euros en Telefonía en dos meses (abril y mayo de 2011). Amén de otros dispendios con sus colegas para irse a Madrid –el fútbol arrastra masas– en el coche oficial del ayuntamiento; manda bytes. Vaya dominio tiene el edil en el área que el alcalde le ha delegado. Lo mismo otro bien cercano, y que lo dejaba ‘enchufado’ porque creía disponer de tarifa plana, se copió de los procedimientos. Son unos desalmados que juegan con nuestro dinero hasta el extremo de la obscenidad más impune.
Y va otro ejemplo. El alcalde de La Mojonera (Almería), también muy popular él, es pescado circulando a 150 kilómetros por hora en una zona cuya límite era 100. Cuando le llega la sanción (900 euros), no corto ni perezoso la endosa a las cuentas municipales –que la pague el pueblo– y a seguir con las mismas. Creo que el angelito transitaba por carreteras de la provincia de Córdoba. Dicho en román paladino: las excursiones le salen completamente gratis.
Hace unas semanas comenté que me parecía una aberración el esfuerzo al que eran sometidos los ciclistas en esos finales de etapa infernales, en los que las rampas sobrepasaban, en mi modesto entender, la capacidad de sacrificio del deportista. Lo que, probablemente, les inducía –conducía– hacia ese sórdido mundo del dopaje. Y ejemplos, a porrillo. Este pasado fin de semana, uno de los atletas participantes en la Tenerife Bluetrail fallecía víctima de una fulminante parada cardiorrespiratoria. Me parece que nos estamos pasando. Cien kilómetros, y con esos desniveles, suponen ir más allá de los dictados de toda lógica deportiva. El afán de superación, consustancial con la filosofía atlética, no debe confundirse con salvajadas de este tipo. Las mejores máquinas del mundo también sufren avería. Y el corazón humano no es ajeno a esa dinámica. Las trágicas consecuencias saltan a la vista. Pregunto: ¿merece la pena?
Juan de Dios es el alcalde de la población grancanaria de Teror. Que ha gobernado varios mandatos con una mayoría holgada. Puede que con el auxilio de la Virgen del Pino –que le echa una mano por el nombre tan bíblico– ha ido soslayando inconvenientes, como en otros lugares, sin mayores complicaciones. Pero ahora se le ha fugado una edila, Carmen Delia Ortega. Dicen las malas lenguas que las relaciones estaban algo tirantes. No me extraña lo más mínimo observando la fotografía publicada en Canaria7. Está la mujer como media escorada a la derecha, ¿no? Aunque la corbata del mandatario tampoco se queda atrás. Otro problema para José Miguel (y este es el tercero en el post). Que lo solventará como hizo con Alpidio en El Hierro o con Román en El Tanque, es decir, nada de nada.
El pasado fin de semana eché una visual a los comentarios que durante cuatro años estuve realizando en Radio Realejos con periodicidad semanal. Como la próxima semana tengo que hacer unas cosillas pendientes, lo mismo recupero algunos. No serán antologías como las descritas con anterioridad, pero en demasiadas facetas de la vida los asuntos siguen conservando rabiosa actualidad a pesar del tiempo transcurrido.
Hasta mañana.

martes, 23 de octubre de 2012

Nos quejamos por todo

Para declararse inocente, Nacho Vidal, parece que conocido actor de películas porno, gritó bien potente: “Lo juro por lo que más quieran”. Y ya pueden imaginarse ustedes que es lo que al auditorio más le apetecía del susodicho. La avalancha fue tal que la policía se las vio y se las deseó para despegar aquella marabunta de la protuberancia objeto de la apetencia.
Se comenta, como me imagino habrán leído, oído, escuchado o visto, que el implicado en la denominada Operación Emperador, había servido de molde (bueno, seamos exactos, cierta parte de él) para la fabricación de unos vasos chinos. Y es que lo que no inventen estos orientales. Son capaces de agarrarse de cualquier cosa para conseguir la meta. Menos mal que los perros, debidamente adiestrados para tales menesteres, fueron capaces de meter sus narices y, tras intuir que podía haber chamusquina, tiraron de olfato y comenzaron a descubrir dinero oculto en cantidades tan importantes como el número de sujetos de la trama.
Como uno va con la mujer a comprar a Mercadona (perdón por la publicidad), y la principal misión es la de conducir el carrito (sí, ese que siempre se va para un lado; para el mismo que el que viene en sentido contrario; casi tan difícil como el que te hacen conducir cuando vas a renovar el carné), recordé la situación viendo cómo sacaban de la nave (china, por supuesto) unos cargados de billetes hasta el mismo asiento de los nietos… Qué envidia sentí, tú. Tiene que ser una gozada. Ni comparación con un par de cajas de leche, los embutidos y los yogures. De todas las marcas había. Y de todos los colores. Vaya con el emperador (chino, faltaría más).
Y ya que me introduje en el mundo de la circulación, y como tengo un primo que se dedica a dar buenos consejos para que seamos capaces de respetar el código (ya saben, eso de las normas y las señales), no acabo de entender el porqué ponemos el grito en el cielo –incluso es noticia de actualidad en los medios de comunicación– cada vez que se localizan radares en las carreteras. Y no digamos nada cuando se supone que las autoridades del ramo los ocultan, los camuflan.
Nos inundan a correos electrónicos advirtiéndonos de los lugares en los que son ubicados dichos aparatos: que sin en un contenedor de basura, que si en una valla de protección, que si en un coche con una baca… Vamos a ver: si te ponen una señal que te prohíbe circular a más de 100 kilómetros por hora y tú te enfoguetas con el que te adelantó dos kilómetros antes y pisas el acelerador como un energúmeno para demostrarle que tu coche es mejor, de qué demonios te quejas si te sacan la foto correspondiente en la que se te indica que ibas a 125. Perdón por la expresividad, pero jódete, paga el importe y ya sabes que tienes unos cuantos puntos menos. A buen seguro que el radar no te dirá ni pío, por muy disimulado y escondido que esté, si cumples con lo que está reglamentariamente establecido.
A Jesús, el dueño, director, editor y redactor de Pepillo y Juanillo, lo han ‘fotografiado’ dos veces. La primera –tienes en la ilustración la prueba del delito–, por querer presumir con mi flamante Fiat 128 en la autopista del Norte, a la altura de La Matanza, y, por currito, toma 1000 pesetas. Que las pagué a los pocos días –vuelves a disponer de la constancia en el papel timbrado de la época– en la capital tinerfeña.
Y aprovecho para contarte que tras el abono –creo recordar que Tráfico estaba por la Avenida de Anaga–, subí por la carretera de Arafo hacia La Esperanza. Y casi no llego porque me trincó una nevada que menos mal que delante iba un jeep que me dejaba las marcas de las ruedas por las que yo metía el fotingo. Casi no llego a Las Lagunetas, lugar hasta el que el blanco elemento hizo acto de presencia. En fin, pero lo cuento. ¡Ah!, la otra fue hace poco en Alemania. Por atrevido, sin más. Veinticinco euros. Los pagué en Correos.
Se celebraron elecciones en Galicia y el País Vasco el pasado domingo y aún no te he contado mi parecer. Pero como ya casi he acabado el espacio que me tengo autoencomendado (vaya pareado más tonto), solo señalarte un titular periodístico: “Feijóo alejó a Rajoy de sus actos y Rubalcaba alentó los de Vázquez (se empleó a fondo)”. De lo más normal. Los gallegos son así. Y ahí lo dejo. Vete pensando los motivos. Porque lo socialistas, en boca del que fuera alcalde donostiarra, se han limitado a “algo estaremos haciendo mal”. Como no me hacen caso, lo vuelvo a repetir: refundación, no; refundición, sí. Los salva el que no queden ‘altos hornos’.
Hasta después.

lunes, 22 de octubre de 2012

Ya está bien, machangos

Sí, porque solo puede deberse a un machango (persona de poco seso y ridícula) el estar años con idéntico discurso. Y que no es otro que culpar a otros como los responsables de todos los males habidos y, a este paso, por haber (per sécula seculórum).
En esta tierra canaria estamos alcanzado cotas de irresponsabilidad, cuando no de locura, que rayan los límites de la capacidad de encaje que podamos tener los ciudadanos. La refriega existente entre los políticos que dicen representarnos aquí (Canarias) y allá (Madrid), adquiere tintes alarmantes. Al discurso de Paulino, en el que carga contra quien fue su socio hasta el otro día, José Manuel Soria, se suma, en actitud aborregada, el de su vicepresidente, José Miguel Pérez, alabando lo que bien que nos trataba Zapatero. Y al trío de machangos puede ir, perfectamente, dirigido este discurso que pretendo hilvanar. Porque, como señalo en el titular, ya está bien. Y amparado en lo que mentaré luego, recalco, coño, que ya está bien.
Indicaba hace unos días que en las actuales circunstancias, el gobernar, que debería ser dirigir un territorio o una colectividad, se ha convertido en algo tan fácil como esgrimir, en pueril comportamiento, frases como ‘a mí que me registren’, ‘yo no he sido’, ‘Madrid no gira’…
Y el colmo de la desfachatez alcanza los argumentos peregrinos de intentar escudarse en decisiones de un pasado inmediato en el que, a lo peor, el crítico era socio del criticado, pero, lo dicho, él pasaba por allí. Y en ello, la habilidad del maestro de El Sauzal nos ha conducido a todos, me incluyo, a idéntico grado de imbecilidad.
La directora general de Transportes del gobierno canario asegura que se adeuda 30 millones de euros a Fred. Olsen y Armas por las bonificaciones a los residentes, pero que esta situación se debe a la mala gestión del ministro de Industria cuando era consejero de Economía. Y reitera que si se ha llegado a este punto es debido al Presupuesto General de la Comunidad Autónoma que elaboró el Partido Popular en 2009, En ese año, explicó, el entonces consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, presupuestó una partida de solo cuatro millones de euros para las navieras, cuando sabía que las subvenciones suponen para las arcas canarias entre 21 y 24 millones de euros al año. Esta decisión de Soria tuvo una serie de consecuencias, entre las que la directora general destacó que el Gobierno tuviera que pasar de pagar trimestralmente a las navieras a hacerlo a año vencido.
Y cuando la ilustrísima señora doña Rosa Dávila Mamely soltó tal sandez, los periodistas que se hallaban presentes pensaron que en ese entonces Coalición Canaria era socio de gobierno, como lo ha sido siempre, pero se callaron porque en la situación de crisis no es conveniente estirar demasiado la cuerda y lo mismo la próxima semana –si es mañana mejor– queda vacante algún gabinete y si cae la breva…
Es decir, doña Rosa, Soria asignó esa cantidad en los presupuestos, y usted que lleva aupada en diferentes machitos desde los tiempos en los que Paulino corría los maratones enteros (y no medios), se lo tragó y santas pascuas. Y el consejo de gobierno que presidía Rivero, también. Y en Teobaldo Power, más de lo mismo. Pero a qué estamos jugando. Ya sé que somos idiotas redomados. Soy consciente de que estas líneas no llegarán a sus manos, ni a las de su presi, jamás en la vida. Y así viven, en su burbuja, en su mundo. Jugando a que la pelota siga rodando. Brinca tú un poquito y después me toca a mí. Pero no la dejes caer, en eso consiste la partida.
Le voy a  dedicar a todos –insisto, a todos– unas líneas que extraigo de un libro titulado ‘Vivencias canarias’, y cuyo autor es José Meneses Afonso. Si no me trastoco demasiado, aunque creo que los vaivenes no es cosa que a ustedes les preocupe en demasía, se hallan en la página 77 (las banderitas de Italia, que decíamos en aquellos bingos caseros). Y si algún militante de CC, PP o PSOE las hiciera circular para general conocimiento de sus eminencias… Espera sentado, tolete, que las sillas son escasas y de aquí no se mueve ni dios (en minúscula, que estoy congelado en religiosidad). A ustedes se les importa bien poco que los índices de abstención lleguen al 90%. Acabarán yendo a votar militantes y puede que los familiares más directos. Pero dará lo mismo porque, pretendámoslo o no, serán nuestros representantes. Paradojas de la vida, que toda ella es sueño, y los sueños, sueños son. ¡Ah!, las líneas:
¡Váyanse a la gran puñeta y al recoñísimo de sus abuelas, pedazo de machangos!
O, si lo prefieren, y parodiando lo de querer es poder, en Guad, de Alfonso García Ramos, página 131, hallarán: El querer, que hace de los hombres machangos. Ya saben, por querer lean poder, política, ambición… Y donde se expresa hombres, universalícenlo a ambos géneros.
Hasta dentro de un fisco apenas.

viernes, 19 de octubre de 2012

Se rueda

Llovió ayer con fundamento. Parece que ‘las mujeres del tiempo’ atinan bastante bien en las predicciones. Ya el tiempo no se corre tanto como hace unos años. Sí, esa era la disculpa y como somos unos minúsculos puntos en la inmensidad del océano, venga a caer agua en el mar con lo mojado que está ya. Y vinieron de rechupete. Ojalá sea buen presagio para los meses venideros. La balsa de la Cruz Santa está de pena. Aunque saltó el bobo de turno en feisbuc, molesto porque los aguaceros no lo dejaban salir. Le debe faltar un agüita.
Me imagino que tal fenómeno meteorológico no habrá afectado el rodaje en San Juan de la Rambla. No saben cómo me alegré de que la población norteña fuera protagonista de primera plana en toda la prensa. Ya era hora de que no siempre saliera a la palestra por cuestiones políticas barriobajeras. Aunque lo mismo saltará alguno y le preguntará a Fidela en el próximo pleno el porqué rodaron abajo y no en San José.
El Vin Diesel y la Elsa Pataky, acompañados del otro armario –Dwayne ‘El Roca’ Jhonson–, fueron objetos del deseo (prismáticos, cámaras fotográficas, móviles y artilugios diversos), y se levantó la expectación que se considera normal en estos casos. Pero de ahí a calificar, como lo hizo La Opinión, al pueblo como el paralizado municipio tinerfeño, media un abismo y no hace justicia al recoleto enclave. Lo mismo el periodista en cuestión es uno más de los que vienen a Las Aguas a mandarse el arroz caldoso y tiene que hacer cola. Si así pretenden incrementar las ventas de ejemplares, arreglados van.
Me soplan que la película se va a titular A todo gas 6. No sé si es por lo de la sexta entrega o porque hay un combustible así denominado. Mis excusas, pero es que no soy fan de ese tipo de films en el que hay trescientos accidentes, cuatrocientos estampidos, dos millones de peleas (añadan ustedes las balas, las armas, los tanques, los helicópteros –el de Paulino no–) y resulta que acaba siempre el fulano con un par de rasguños y mas tieso que un pescado congelado.
Me llama la atención el que haya tanta acción con ese apellido. Imagínate tú que fuese gasoline. Porque desde siempre se ha dicho que los vehículos de gasoil, aparte de más lentos, tardan mucho en calentarse (entiéndeme, en coger la velocidad de crucero). Mira si va a tener razón el viejito cuando le espetó a cierto culturista que mucha pólvora y poca mecha. Pero, bromas aparte, vayan mis más sinceras felicitaciones al pueblo ramblero por esta ventana al mundo que se le ha abierto.
También en el seno del PSOE se sigue con otro guion cinematográfico. Ya no le quedan enanos por crecer. Andaluces y valencianos piden a Rubalcaba otro estilo de oposición. Es necesaria, alegan, una respuesta federal más ágil. Repito, recalco, reitero: demandan del secretario general mayor agilidad (presteza, rapidez, velocidad, ligereza, vivacidad). Como si Alfredo estuviera ahora en la edad en que practicaba el atletismo. Es de risa. Si este no fuera un blog serio, lo mismo escribiría para descojonarse, pero me contengo.
El grado de patetismo puede elevarse al rango de catástrofe nacional tras las elecciones de Galicia, País Vasco y Cataluña. Cuando concluya el proceso de las catalanas, lo mismo ya está convocado otro congreso que tenga por finalidad la caza y captura de un mirlo blanco (o mirla blanca). Mientras, los misterios de dolor laceran  las voluntades de sus bases. Penoso. Un calvario.
Como lo es también, puede que más, los llamados continuos de los representantes de los muchos chiringuitos, surgidos casi todos de escisiones de las filas socialistas, a la unidad de acción, a la reunificación de las izquierdas (plural que ratifica que cada cual se cree la divinidad). Al tiempo, la extrema derecha que nos gobierna se frota las manos y esboza sonrisas, cuando no se carcajea abiertamente. Si este blog no fuera serio, lo mismo escribiría que se descojona, pero me vuelvo a contener. Estoy ya astringido perdido.
Sean moderadamente felices y si llueve, no se mojen. Que hay una media epidemia de tos ferina. Que se lo pregunten a mi nieto.

jueves, 18 de octubre de 2012

Urbanización Los Príncipes

Ayer, mientas estaba pintando un  tramo de la escalera de mi casa –Rajoy no me permite que contrate un profesional–,  me rondaba por el magín, a la par que le daba al rodillo o a la brocha, que si estuviésemos en la época de los dos Realejos, ahora mismo estaría yo viviendo en el Bajo. Y es curioso porque el resto de mi vida –casi toda– estuve a la otra vera de Godínez. Luego, cuando acabé con la labor encomendada para el miércoles, y me culturizaba un fisco leyendo cuanto hallé en Internet, me entero de que se va a iniciar prontamente la rehabilitación integral del casco histórico. Aquello, deduzco, que Sebastián Ledesma había prometido cuando formaba parte del gobierno canario, pero que nunca se llevó a efecto.
El alcalde y el viceconsejero de Turismo se dieron un volteo por San Sebastián y alrededores, y deberán haber firmado la denominada acta de replanteo. Vaya el ruego de que no se lo vuelvan a replantear mucho y comiencen de una vez las tan ansiadas mejoras. Lo que me extraña es que nadie se me haya adelantado con esta crónica. Lo mismo habrá que buscar la causa en la dicotomía Casa de los Lagares-Casa de la Parra. Y digo yo que si a un lagar se lleva lo que la parra dio, para qué tanto jaleo. Pero doctores tiene la iglesia.
Copio un párrafo de la nota que publica el ayuntamiento: El objeto de las obras consiste en realizar mejoras en las diversas calles del los Realejos como son Los Príncipes, Guillermo Camacho, Pérez Galdós, Ángeles Martín Fuentes y tramos de calles que lindan con las principales vías. Asimismo, se va a dotar de todos los servicios urbanísticos, tales como pavimentación de calzadas y aceras, alumbrado, recogida de pluviales y mobiliario urbano.
Y me quedo en treinta y tres. Entiendo lo de la semipeatonalización, lo del pavimento de piedra natural, farolas en consonancia con el entorno, pero suplico me expliquen con más detenimiento lo de Los Príncipes y, sobre todo, lo de Pérez Galdós. Yo me imagino que se referirá a la Hacienda y no a la urbanización en la que vivo y que da título a este post de hoy jueves. Porque resulta que mi calle se llama Benito Pérez Galdós y no creo vaya a ser mejorada. Me temo que en la reseña la coma existente entre Camacho y Pérez Galdós debe tratarse de una y, para señalar que la calle que recibiera tal nombre allá por junio de 1987 es una de las que va a ser objeto del remozamiento adecuado.
Me alegro de la noticia y que sea una pronta realidad. Al tiempo de que en la urbanización que me da cobijo se ha llevado a cabo una poda de sus palmeras, me parece conveniente elevar unas sugerencias al Consistorio para que, si a bien lo tienen, las añadan en la agenda correspondiente. Los letreros que nos indican el nombre de las calles requieren un cambio ya. Son del modelo del año de la pera (latón de mala calidad) y el óxido le sale por las orejas de los escritores que las designan. Y los soportes están tan cambados que ni los perros levantan la pata, no sea que se les caigan encima.
Las luminarias –más bien semáforos, por lo de enciende-apaga– no son un dechado de virtudes, pero, bueno, que aguanten otro fisco. Lo que sí sería conveniente es colocar alguna señal más de limitación de velocidad, porque los que bajan por Alfonso García Ramos o suben por Tomás de Iriarte, y se cuelan a la velocidad que vienen hacia cualquiera de las transversales… sobran comentarios. Miren a ver si hallan un par, o tres, de cuarentas por ahí y los espichan en lugares bien visibles. Lo mismo les podemos echar una mano con alguna que otra matrícula. Y ya que menciono esta parte del automóvil, ¿no habían anunciado hasta la saciedad el asunto de los coches abandonados en la vía pública? Pregunta ingenua: uno que lleve aparcado casi diez años en el mismo sitio, ¿se puede considerar como tal?
Y acabo con otra interrogación: ¿no se le podría dar algún uso al espacio que queda en el costado del poniente del campo de fútbol o es que solo va a servir para colocar los fuegos de la calle El Medio?
Bueno, metan mano en lo de Realejo Bajo. Por cierto, ¿van a darle solución al estrechamiento de la calle Guillermo Camacho? Porque el espejo de bien poco vale.

miércoles, 17 de octubre de 2012

De monos va la cosa

El escritor madrileño Lorenzo Silva, premio Planeta 2012, ha quedado eclipsado por el tándem (conjunto de dos personas que tienen una actividad común, o que colaboran en algo) Mas-Wert. Los políticos (actividad común) acapararon la atención de los reporteros gráficos y pusieron de manifiesto que su relación es más bien amorosa que por interés. Claro, del amor al odio, un paso. A pesar de que en la definición de tándem figura una disyunción, debemos reconocer que aparte de la consabida actividad común, también el Muy Honorable (por el camino que lleva el individuo se va a quedar sin título) y el otro (para los docentes y alumnos, mucho menos insigne) colaboran en idéntica causa: el desprestigio –van a descender más que el austriaco ese que bajó a velocidad supersónica– que aludiera el magistrado Pedraz y que no gustara demasiado a los muy aludidos.
Se le achaca a Montoro, el de Hacienda, el que se ría a destiempo. Incluso cuando está dando una mala noticia, como todas las suyas. Pero si te fijas bien en este tal Pepe Ignacio, ora en sus intervenciones parlamentarias, ora en sus declaraciones a los medios informativos, como no sea que Rajoy estuviera buscando el contrapunto a su tradicional seriedad y escasez de saber estar, te juro que no comprendo qué intenciones se ocultan tras estos nombramientos. Tiene este hombre una sonrisita que me saca de quicio. Que debería importárseme un pimiento si fuera capaz de estarse callado. Algo harto complicado para un tertuliano, que como su propio nombre indica se trata de tertuliar con el orificio en que remata el conducto digestivo y por el cual se expele el excremento, siendo este, obviamente, el cúmulo de excesos verbales (quién lo diría, hablando con aquello) a los que se concede titulares rimbombantes, pero cuya médula o contenido guarda proporción directa con la sustancia (no gris) que las personas normales evacuamos por la abertura arriba citada (pero abajo situada).
Y ya que estamos en ello, y basándonos en la anterior monada (acción impropia de persona cuerda y formal = acción propia de un mono), me imagino que se habrán enterado de que la Guardia Civil (Seprona) ha incautado cinco monos en un parque de ocio bien cercano de este Valle. Por lo visto los animales tenían los papeles en regla, pero no podían residir en tal lugar. Con tales antecedentes, y tras meditarlo durante unos días, he llegado a la lógica conclusión de que el cuerpo armado debe seguir actuando con la misma contundencia, porque existen otros ‘zoológicos’ con primates similares a los confiscados en espacios que, aunque no sean realmente parques, sí que se dedican, y lo practican a mansalva, al ocio, al solaz y al divertimento. Siendo aún estos casos mucho más flagrantes, puesto que los susodichos, por tales monerías, cobran a final de mes. Tiene su gracia, ¿no?
Por último, a ponerme de ejemplo. Qué ejemplo. Me correspondió hacer el mono comprando un billete para volar con Islas Airways, esa compañía que las malas lenguas relacionan con Paulino Rivero. Raro es que el presidente (gubernamental) no haya esperado medio segundo para culpar a Madrid, mientras que el otro (empresarial) se limitó a cargar las tintas a la competencia, Binter. A este tolete (yo mismo) lo trincaron en medio del fregado y a la espera estoy de que me devuelvan el importe.
Nadie soy para meterme en fregados ajenos. Si Concepción alega que Binter los ha denunciado sin base alguna, lo que ha provocado, parece, la paralización de los importes que el ministerio de Fomento había de abonarles por la compensación de los billetes de los residentes y desencadenado su quiebra económica, le corresponderá aportar las pruebas en su descargo. Lo cierto es que ahora mismo hemos vuelto a la época de un solo operador, lo que puede conllevar las tristes consecuencias de la falta de competencia. Lo de Rivero ya raya el ridículo. Malimpriado sueldo, que diría mi abuela. Parece el alumno que siempre recurre a la misma disculpa: es que me tiene rabia, la tiene cogida conmigo.
No nos quedamos atrás, en lo de las monerías, aquellos que utilizamos las redes sociales para cualquier tipo de menester. Volvemos a la época de los barcos, se puede leer, como si este medio de transporte no siguiera de rabiosa actualidad en el archipiélago, máxime ahora que si tenemos la oportunidad (y los euros) de darnos un salto, aprovechamos para llevar el coche y no tener que alquilar uno.
En fin, estimados, cada vez entiendo más el porqué siempre nos quedamos ante la jaula de los monos cuando vamos al zoo. Nuestra capacidad de imitación no posee límites.
Hasta mañana, si a bien lo disponen.

martes, 16 de octubre de 2012

Consejo Consultivo de Canarias

En el Boletín Oficial de Canarias del jueves pasado (11 de octubre), que se corresponde con el número 200 (http://sede.gobcan.es/boc/boc-a-2012-200-5029.pdf), apareció publicado el siguiente Decreto:
II. Autoridades y personal
Nombramientos, situaciones e incidencias
Presidencia del Gobierno
5029 DECRETO 103/2012, de 5 de octubre, del Presidente, por el que se nombra a los miembros del Consejo Consultivo de Canarias.
De conformidad con el artículo 4 de la Ley 5/2002, de 3 de junio, del Consejo Consultivo de Canarias.
Visto que el Parlamento de Canarias en sesión plenaria celebrada el día 11 de junio de 2012 ha propuesto como miembros del Consejo Consultivo de Canarias a D. Alfredo Belda Quintana, D. Augusto Lorenzo Tejera, D. Luis Fajardo Spínola y D. Óscar Bosch Benítez.
Visto que el Gobierno de Canarias en sesión celebrada el día 4 de octubre de 2012 ha propuesto como miembros del Consejo Consultivo de Canarias a D. Alejandro José Brito González, D. Carlos Millán Hernández y D. Antonio Lazcano Acedo.
D I S P O N G O:
Nombrar miembros del Consejo Consultivo de Canarias a:
- D. Alfredo Belda Quintana.
- D. Augusto Lorenzo Tejera.
- D. Luis Fajardo Spínola.
- D. Óscar Bosch Benítez.
- D. Alejandro José Brito González.
- D. Carlos Millán Hernández.
- D. Antonio Lazcano Acedo.
Una vez producida la toma de posesión de los miembros nombrados en el presente Decreto cesarán en el ejercicio de sus cargos los Consejeros D. Carlos Millán Hernández, D. Antonio Lazcano Acedo, D. Rafael Díaz Martínez, D. Óscar Bosch Benítez, D. Francisco Reyes Reyes, D. José Suay Rincón y D. Luis Fajardo Spínola, agradeciéndoles los servicios prestados.
Santa Cruz de Tenerife, a 5 de octubre de 2012. EL PRESIDENTE, Paulino Rivero Baute.
Es decir, muchos repiten. Son un calco de los políticos que los proponen. Deben vivir bien en la sede lagunera de la calle San Agustín (Casa Montañés, junto al Palacio de Lercaro). Que fue convenientemente restaurada, tras la adquisición por ese algo abstracto denominado Comunidad Autónoma, para que sus excelentísimas se hallaran cómodos (no vislumbro sino a hombres), algo primordial para emitir sus dictámenes, que, al no ser vinculantes, los gobernantes de turno se los pasan por el hueco de la Montaña de Tindaya. Pongo el ejemplo por si alguno de ellos pudiera guardar relación con el caso majorero.
Espiando por ahí me entero de que “El Consejo Consultivo de Canarias, supremo órgano consultivo de nuestra Comunidad Autónoma, se encuentra regulado por la Ley 5/2002, de 3 junio, a su vez desarrollada mediante el Reglamento de Organización y Funcionamiento, aprobado por Decreto 181/2005 de 26 de julio, debiéndose señalar que los aspectos más precisos de su funcionamiento están detallados en el Reglamento de Régimen interior.
La tarea del Consejo Consultivo viene determinada por el artículo 44 del Estatuto de Autonomía y consiste en velar por la adecuación a la Constitución y al Estatuto de los proyectos y proposiciones de Ley del Parlamento, fiscalizar la actuación administrativa y defender los derechos de los ciudadanos en determinados procesos administrativos.
La actividad del Consejo se lleva a cabo siempre a petición de una autoridad legitimada, ya sea de forma preceptiva o facultativa. El dictamen emitido es normalmente no vinculante.
El Consejo Consultivo de Canarias está integrado por siete Consejeros nombrados por el Presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias; cuatro a propuesta del Parlamento de Canarias, por mayoría de dos tercios de sus miembros, y tres a propuesta del Gobierno, elegidos entre juristas de reconocida competencia y prestigio, con más de quince años de ejercicio profesional”.
La negrita es mía. ¿No te suena alguno de haber estado ejerciendo cargos políticos durante bastantes años? Si ello es así, ¿cómo demonios van a poseer ‘reconocida competencia’ si no han tenido tiempo sino de cobrar a fin de mes por estar cómodamente sentado en parlamentos? ¿Acaso es un órgano para que se refugien las viejas glorias (estilo Juan Carlos Alemán en la Audiencia de Cuentas)? Si cuando se ostenta un puesto en cualquier institución, en situación de servicios especiales, se mantiene la antigüedad, pudiera resultar que más de uno de los consejeros se haya pasado, es un mero ejemplo, dieciséis años de parlamentario y uno o dos en un bufete de abogados, con lo que cumple con los requisitos.
Y solo encuentran a funcionarios y pensionistas para aplicarles las tijeras. Sin osar inmiscuirme en sueldos, dietas, vehículos asignados, conductores, auxiliares, personal de limpieza…, lo mismo darle barniz a toda la madera de su aposento sale más caro que un centenar de comedores escolares, que una quincena de operaciones quirúrgicas…
Ya lo sé, lo mío es demagogia. Y, retomando el post de ayer, los concejales de cultura se las ven y se las desean para cumplir con sus programaciones. Por supuesto, los miembros del Consejo Consultivo tienen  todo el derecho a llamarme ignorante, y de paso emitir un informe negativo de mi comportamiento. Ruégoles que se lo hagan llegar a Paulino. Para que cualquier día que aterrice en El Sauzal se lo deje al común amigo Antonio, que, a buen seguro, me lo trasladará.

lunes, 15 de octubre de 2012

Desde La Corona

Ha quedado aclarado el asunto de los helicópteros. Sí, esos vuelos que nos sorprendieron a los habitantes del Valle de Taoro unos días atrás, cuando en horario nocturno sobrevolaban nuestras cabezas con un ruido al que no estábamos acostumbrados. Y como bastantes somos los que solo disponemos de ese rato para echar una visual a la tele, al no poder escuchar absolutamente nada, salíamos disparados para la azotea a intentar descubrir el argumento de la película añadida.
Se barajaron innumerables posibilidades y en las redes sociales se pudo leer de todo. Pero los militares han puesto las cosas en su sitio. Se trataba de unas maniobras, a modo de ensayo y entrenamiento, para la inminente marcha hacia tierras afganas. Espero que las prácticas les hayan valido de mucho –aunque en aquellos lugares parece que estamos para algo relacionado con la paz, me lo expliquen– y que los aparatos lleven bien aprendida la lección. Me gustaría, no obstante, o mejor, soy partidario de que esos euros sean desviados hacia otros menesteres, verbigracia, el sector educativo. Pero me temo que el sinWertgüenza –si no quiere que lo califique de tal guisa, que se calle la boca y no crea que es aún tertuliano de Intereconomía– de ministro que se halla al frente del ramo no está por la labor. La de aportar más dinero, porque la otra (la disciplina militar, la fiesta nacional y la formación el espíritu) se da por hecho.
Vaya equipo que ha formado Rajoy a su alrededor. Oh, fíjate tú que este pasado fin de semana envió a Soria para que comunicara que las pensiones se revalorizarían en función del IPC de noviembre próximo. Pues conociendo al personaje, mejor será que los jubilados se vayan apretando otra vez el cinturón, o agarrándose mejor los tirantes. No mucho, para que no salte la dentadura. Debemos reconocer, sin embargo, que forman una piña. Están todos cortados por la misma tijera y si es necesario decir lo contrario de lo que se dijo un minuto antes, aquí no ha pasado nada, todos a una. Tienen un manual, a modo de Biblia, que lo repiten cada noche como si fueran los misterios de gozo (para ellos, de dolor para nosotros) del rezo del santo rosario (o lo mismo ya no se menta así). Y no sigo porque el resto ya no se vislumbra desde La Corona.
Aquí en el pueblo –esto sí que lo veo clarito– sigue la excelente oferta cultural. A uno, que vivió aquellos tiempos en que tal palabreja era vocablo prohibitivo y que fue testigo directo de los balbucientes primeros pasos, le alegra infinitamente que siga viva la llama que se prendiera de la mano de Álvaro García Domínguez (qué tiempos en los que un Seat Panda demostró ser el vehículo de mayor aguante jamás fabricado), lo continuó Vicente Quintero Yanes (también una ingente labor la suya al frente de esta área, aunque avatares políticos bien diferentes hayan relegado injustamente ese gran quehacer), la mantuvo Tomás Pérez Luis en los ocho años que estuvo al frente de la misma, y observo que Adolfo González Pérez-Siverio persiste en la apuesta. Mucha parte de la ‘culpa’ hay que cargarla sobre los hombros de un bloque humano que curra en la Casa Municipal de la Cultura y cuya batería o pila no le disminuye un electrón. Qué suerte. ¡Ah!, para aquellos agoreros que nos espetaban que a dónde íbamos con ese tremendo edificio, ahí tienen la prueba palpable de lo que desde allí se irradia. Es una circunstancia por la que me siento feliz de haber sido uno de esos que ‘metieron la pata’ en aquel entonces.
Acabo con una nueva felicitación. Esta semana la arranco, como es notorio, con renovados y optimistas bríos. Va para la Asociación de Mayores del barrio de La Montaña. Acaba de cumplir 16 años. Y de la mano de Manuel González Mesa (Manolo, el bigotes), compañero de muchas fatigas allá por los lejanos tiempos en los que había que dotar al pueblo de las infraestructuras adecuadas para que los movimientos vecinales se constituyeran en auténticos motores del desarrollo de Los Realejos. De la constancia de Manolo tuve la oportunidad de ser testigo bien directo. Debido a su tenacidad, pueden hoy los habitantes del núcleo poblacional aludido sentirse orgullosos de su magnífico centro sociocultural. Ahora se mantiene en la brecha y aporta experiencia en la gestión de las actividades encaminadas al disfrute de aquellos que, tras una vida de intenso dinamismo laboral, se encuadran en la etapa de ver cumplidos muchos objetivos que en su época de jóvenes no pudieron disfrutar. Mi más cordial enhorabuena y que los ánimos no decaigan.

sábado, 13 de octubre de 2012

Culpables somos todos

Son innumerables los lectores que me llaman, o envían sus mensajes vía e-mail, para expresar su alarma ante lo mal que está ‘la cosa’. A todos los que se ponen en contacto conmigo, así como a quienes simplemente me leen, les recuerdo que los responsables de esta situación son los docentes en general, y de manera asaz significativa todos los que están trabajando (es un decir) en el sector educativo de enseñanzas medias y universitarias, con un horario de privilegio que ya bien quisiera el resto de la ciudadanía, y con un número de clases que bien podría ser multiplicado por tres o por cuatro. Y lo que es peor, aun contando con tales canonjías, el nivel de la enseñanza en este país aún llamado España, a pesar de Cataluña (y parte del archipiélago canario), es de lo más vergonzoso de la Unión Europea, flamante ganador (¿o ganadora?) del premio Nobel de la Paz. Ya me dirán que para tales resultados, qué demonios demanda el sector si habría que seguir recortándoles hasta que el índice de fracaso descienda hasta el -10%, como mínimo. Estimo que deben sobrar, solo en Canarias, unos tres mil maestros, alrededor de mil doscientos licenciados, quinientos catedráticos y no me meto con la rama de Formación Profesional porque no tengo tiempo para hacer un inventario de tornillos, electrodos, cepillos, papel de lija, tuercas…, amén de los denominados maestros de taller, que lo de maestros habría que estudiarlo con detenimiento; y talleres, con uno por comarca, va que chuta. Manirrotos, dispendiosos, desordenados, despilfarradores, que no se percatan de que la nación no puede. Y arriba, por si fuera poco, exigen que se les dote del mono correspondiente. Y un zoológico. Y chocolate con churros.
¿Viste cómo pegué hoy sábado? Tardé en darme cuenta, pero ahora –mes de octubre–, que he iniciado mi cuarto curso jubilado, por fin se me han abierto los ojos y me percato de que mi vida actual no es mucho mejor que la disfrutada unos años atrás cuando tenía que ir a lidiar (pugnar, bregar, domar) chicos cada mañana. Sí, las prerrogativas que siempre me señalaba el resto de la población y que yo no comprendía. Aquello era, aquello era, aquello era. Cómo te lo diría (escribiría) yo. Ya está: ¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido! Gracias, Fray Luis.
Ayer viernes fue festivo. Y como tal me lo tomé. De ahí que haya hecho esta excepción sabatina para que no pienses que estoy tirado a la bartola, o que trabajo menos que cuando era miembro activo y aportaba mi cuota a la hucha de las pensiones. Es decir, de acueducto, nada; un puentito (puentecillo, en otros lugares) y aquí estoy. Y antes de continuar, ya somos ocho los que no compramos. Pero lee. La lectura enriquece. Tanto que si te fijaste en cómo inicié hoy el relato, te habré sorprendido con mi dominio del Google Analytics. Solo me queda la pena, penita, pena de que ustedes (innumerables lectores visitantes) no me dejan comentarios. Ni que se incremente el apartado de seguidores (lleva estancado en 66 desde que era maestro de primaria).
Vamos con asuntos de mayor calado. No entiendo la concesión de ese premio Nobel de la Paz. El Comité noruego ha distinguido a esa Unión en la que decidieron no estar. Da la impresión de que ahora los hacen ir a Oslo para entregarles el cheque de 930.000 euros por haber acabado con una guerra continental y convertirla en una paz continental. Se fundamenta que se alude a la II Guerra Mundial. Pues un servidor no había nacido aún cuando se estaban dando esos tiros. Y los líderes han declarado hallarse muy satisfechos por el galardón (que no Gallardón). Se cuestiona ya acerca de quién recibirá el talón. A los griegos lo de la PAZ no les ha hecho mucha gracia. Por el otro extremo del Mediterráneo no nos quedamos a la zaga. Si por un casual fuese al portador, les rogaría que se lo entregaran a Rajoy, que lo mismo se lo gasta en Mogán, y falta que nos hace. Porque Canarias ha perdido influencia política en Madrid, dijo Paulino en Lanzarote, al tiempo que nos llama a la movilización, que somos unos aplatanados. Él, que tanto presumió de lo mucho que valía la representación de CC en el Congreso y en el Senado. Nos señala el camino, salgamos a la calle y chillemos la ineptitud (de los otros). Madrid, siempre Madrid el perro maldito. Por aquí, canes domesticados (los de la Plaza de Santa Ana, que ya no tenemos en el escudo).
Entre estos circos riverianos y los que se montan en las denominadas sesiones de control parlamentarias, manga por hombro y la casa sin barrer. Soraya (Rodríguez) –que se vaya con Rubalcaba– hace buena a Soraya (Sáez) –que se vaya con Rajoy–, y el ‘ustedes mucho más’ sigue insultando los oídos de aquellos que depositamos un voto para que nos representen (ya que todos no cabemos) estos mediocres.
No, yo no diré, ni jamás escribiré que me voy de este país. Los que deben emigrar son otros que maldita falta están haciendo. Anteayer, cuando me disponía a coger el coche tras cumplir con el encargo que mi mujer me había encomendado en un hipermercado ubicado en mi pueblo, un joven me preguntó si ya había dejado la política. Como no lo conocía de nada, estuvimos de palique un rato. Conclusión: la apatía está alcanzando cotas alarmantes. Y no se vislumbra una mísera luz en todo el espectro. Esta desgana yo no la había columbrado jamás. Lo preocupante es que ninguno de los que ocupan un cargo electo, orgánico o institucional, se da por aludido. Ello confirma que viven en otra dimensión. Levitan.
No, la culpa no es del sistema. Los yerros y los deslices son nuestros, simple y llanamente. Esos elementos que mentamos como indeseables y que copan los órganos y entidades, son meros reflejos de la sociedad de la que proceden. No vinieron de otro planeta. Nosotros seguimos emperrados en pretender romper el espejo para no ver esa imagen lamentable. Craso error.