viernes, 31 de julio de 2015

Margullando tierra adentro

Este pasado miércoles me di un salto a La Perdoma. El amigo Rayco, a quien vislumbré en la escalinata que da acceso a la iglesia, me saludó, mientras un servidor conducía en busca de aparcamiento, y me señaló que ya estaba bien de hacer el gandul y que me pusiera a escribir. En ello estoy, estimado cartayero. Y que siempre estén muchos como tú al loro para que estos comentarios no caigan en saco roto. Gracias a ti, y a otros tantos, se mantiene la esperanza.
Celebraba el colectivo de la Agrupación Folclórica de Higa el último acto de la semana del III Encuentro Margullando tierra adentro. La plaza estaba llena. Como en las grandes ocasiones. Y con un invitado de lujo: Coros y Danzas de Baza (Granada). El excelente grupo andaluz abrió el espectáculo y nos brindó una muestra de su quehacer, así como un amplio repertorio de su vistosa vestimenta. La rondalla (vocablo que aún se utiliza por los componentes más antiguos, que no viejos) perdomera les devolverá la visita en apenas dos semanas.
Allá por mayo de 2013 utilicé este mismo titular para comentar el arranque de este acontecer (esta es su tercera edición) con el que Higa pretende paliar en parte la pérdida de aquel excelente festival internacional de folclore que bajo el paraguas de Arautápala nos concitó en el mes de julio hasta que algo llamado crisis fue tabla de salvación para que muchos ayuntamientos, también el villero, se bajaran del carro y dieran al traste con un proyecto preñado de ilusión, ganas y sacrificio. Ahora que Linares ya es alcalde debería pensarse en nombrarme asesor cultural para temas que merecen mayor atención. Y en la desaparición del mentado festival, él fue uno de sus principales culpables. Ignora cuánto esfuerzo e incomprensiones supuso para Higa. Para ese desenlace, bien pudo la asociación cultural no mover un dedo y así, al menos, no se hubiesen subido al carro los que no dispararon un chícharo. Pero ese es otro cantar. Si volviera a la política activa, suprimiría mucha fachada actual. Pero primaría el buen gusto en lo que se acomete con dineros públicos y grupos y colectivos no pasarían las penurias a las que se hallan sometidos porque los intercambios y préstamos culturales pasarían a ser una constante. Antes una muestra folclórica, un recital poético, una obra teatral… que dotar de sueldo a un concejal para que pasee. ¿Me leerán? Sí, y se estallarán de risa.
Aquí les dejo el enlace de aquel post:
De aquel comentario, estos párrafos:
Margullar. Margullir. Son canarismos procedentes, como otros muchos, del portugués. No olvidemos que Canarias, encrucijada de caminos en medio de la mar océana, punto de encuentro de tres continentes, ha sido receptora, y al tiempo difusora, de costumbres, tradiciones, en suma, de cultura.  Aquí, en Puerto de la Cruz, lo entendemos como “nadar por debajo del agua”. Y cuando éramos más jóvenes, competíamos para comprobar a quien le aguantaba más la caja del pecho, como dijera el gran Pepe Monagas, ese personaje entrañable de las obras del escritor grancanario Pancho Guerra.
La Agrupación Folclórica de Higa procede de tierras de buenos vinos. En las que también se margulla la viña. Porque ese extraño vocablo de margullar o margullir que ha hecho posible el título de este espectáculo, también significa acodar, término que sí recogen los diccionarios al uso en el sentido de meter debajo de tierra el vástago o tallo doblado de una planta sin separarlo del tronco o tallo principal, dejando fuera la extremidad o cogollo de aquel para que eche raíces la parte enterrada y forme otra nueva planta.
Aclaración que repitió en la noche perdomera el presentador del acto, y componente del grupo, el amigo José Manuel Ramos. Y que hizo también alusión a cómo Higa sigue margullando para extraer tradiciones, hechos y costumbres. Son ya treinta y cinco años en la brega. Que si para uno es bastante, para una multitud es un milagro. Y un gran culpable de una trayectoria de altibajos pero con una fructífera labor (que en el contenido de los obsequios rifados se podía constatar) ha sido Benito Rodríguez, el eterno presidente, auténtico motor y baluarte. A quien se le rindió sentido homenaje y al que se le veía emocionado cuando le hicieron entrega de una placa conmemorativa. Porque Benito vive por y para Higa y allá por La Marzagana tiene su segunda residencia. Si digo o escribo la primera, a lo peor no me equivoco, pero Magdalena y resto de la familia me tiran los trastos.
Para no ponernos “sementales” (como bien parodiara Jose) y como no puedo dejarles el repertorio con el que Higa nos deleitó durante un buen rato tras el reloj de la iglesia tocar las diez (las veintidós) en punto, se me ocurre concluir estas líneas con estas tres décimas. Dos de ellas escritas allá por el mes de febrero (Higa cumple el catorce, como cualquier enamorado que se precie) y la última de hace un rato.

Para que un grupo consiga
llegar hasta treinta y cinco,
es menester gran ahínco,
tesón, trabajo y fatiga.
Gran regocijo hay en Higa
por el nuevo aniversario
y registran en su diario
otra meta que se alcanza:
un motivo de alabanza
para el folclore canario.

Tantos años en la brega
es digno de mencionar,
con hechos a destacar
en este tipo de entrega.
Mucho haber en la talega:
cuantiosas actuaciones
y variadas grabaciones
son muestra de su quehacer
en las ansias de ofrecer
bailes, ritmos y canciones.

Largos años lleva Higa
margullando tierra adentro,
nos lo recuerda este encuentro
que buen hacer nos prodiga.
Treinta y cinco y que prosiga
una prolija andadura
irradiando la cultura,
rescatando tradiciones,
porque las nobles acciones
merecen mejor lectura.

Mis más sinceras felicitaciones a Benito, en particular, y a Higa, en general. Y el ánimo para que no desfallezcan ante los previsibles avatares y tropiezos.
Amigos, concluye julio. Disfruten de un feliz y reconfortante fin de semana. Y si a bien lo tienen, nos volveremos a ver este próximo lunes.

jueves, 30 de julio de 2015

Ensalada

Tras unos días de relajo absoluto, retomo la sana costumbre de garabatear unas letras para que nuestros estimados Pepillo y Juanillo, hermanos como bien es sabido, no queden abandonados. Huérfanos a tan temprana edad es asunto que no le deseo a nadie.
Y vaya esta primera ensalada a modo de previo. Para que no haya indigesta de sopetón:
El ayuntamiento de La Matanza adquirió tiempo atrás el edificio que albergó la sala de cine del municipio y en diferentes fases está acometiendo su reconversión en teatro-auditorio. Y con paso decidido, la corporación municipal, bajo la batuta del veterano e incombustible Ignacio Rodríguez, lo perfila como el lugar en el que se darán cita las actividades artísticas y culturales de aquella población. Al tiempo, el consistorio icodense hace lo propio con el Cine Fajardo. No conozco detalles al respecto.
Los realejeros, que atisbamos una ventana de ilusión y esperanza cuando Oswaldo Amaro firmó cierto convenio con CajaCanarias para la adecuación del Cine Viera, seguimos con tres palmos de narices. Nuestro auditorio (ese letrero pusieron muchos meses ha para rebautizar el salón de actos de la Casa Municipal de la Cultura) es más de andar por casa (con minúscula). La ‘lucha’ popular en las redes sociales escasa mella ha causado en los actuales dirigentes. Que como han visto incrementada su presencia en el ayuntamiento, intuyo que solo aceptarán sus propias y brillantes ideas. Táctica que les ha funcionado a las mil maravillas. Unos ligeros retoques de publicidad e imagen y a seguir esperando. A mediados de los ochenta ya se barajaba alguna que otra posibilidad, pero tres décadas después seguimos con las carencias de siempre. Los que manejan las distancias cortas y se desenvuelven en ambientes de aforos más reducidos, marcan pautas y directrices. Hombre, ya que arreglaron la escalera de acceso al recinto antes mencionado, pudieron haber aprovechado la ocasión y quitar aquella fea placa que da norte de su inauguración.
Chocaron dos motos contra una guagua en Erjos. Es otra de las informaciones que me llamó la atención. Porque mira que se puede sujetar a interpretaciones. Como aquella de que 1653 coches fueron denunciados en las islas por exceso de velocidad y se acompaña con una fotografía de un atasco. Si la canícula causa estragos porque los calores afectan el tejido neuronal, en el periodismo las otroras serpientes de verano parecen no haber desaparecido. ¿Chocaron las dos motos simultáneamente? ¿Se interpuso el vehículo pesado en la trayectoria de los de dos ruedas? ¿Iban, acaso, compitiendo cual carrera de velocidad al uso?
Indignación en Benijos (La Orotava) por el derribo de una casa. Espectacular el despliegue policial, pero no se le quedó atrás el habido entre la vecindad. Bien surtidos iban todos de artilugios para grabar la destrucción de la humilde choza: varios pisos y abundantes metros cuadrados. Inmortalizados quedaron los momentos en que la pala cumplía con la orden judicial. Un portavoz del consistorio villero (CC: ¿Construcciones Canarias?) comentó que el hecho era consecuencia de un expediente iniciado en 2001 y que derivó en una sentencia firme por la vía penal, ante el que el ayuntamiento nada ha podido hacer. Cuánto cinismo se gastan unos muchos. Han dejado construir en el municipio, sin ningún tipo de permiso ni licencia, allá donde cada cual pudo agenciarse un cacho de terreno, hicieron la vista gorda porque el vivero de votos estaba asegurado y ahora vienen con estas salidas. Ya sé que bastantes, insisto y reitero, han perdido la vergüenza en el ejercicio de un cargo público, pero lavarse las manos de esta manera merece la mayor de las repulsas. Como se destape la caja de los truenos y se vean obligados a cumplir normativas, ante posibles denuncias de agraviados, van a tener que alquilar bastantes mastodontes mecánicos. Desde San Jerónimo hasta Aguamansa, pasando por La Perdoma y demás pagos. La política del ‘dejar pasar’ ha funcionado en La Villa de una manera espectacular. Desde las cabras hasta los supuestos cuartos de lavar. Ordenar el desaguisado podría ocasionar más de un quebradero de cabeza, cuando no unos buenos años de cárcel.
Anoche estuve en el Pago de Higa margullando tierra adentro. Lo mismo redacto unos párrafos para mañana. Hasta entonces.

martes, 21 de julio de 2015

Marcha atrás

Cuando la velocidad de las acciones partidarias se incrementa ante la inminente convocatoria electoral de las denominadas generales, es paradójico comprobar cómo funciona de bien la marcha atrás. Está tan sincronizada que no se escucha un chasquido de la caja al maniobrar con la palanca de cambios.
Corresponde hacer balance y echar una visual, aunque muy por arriba, al programa de las pasadas por si la metedura de pata llegó a tal extremo que nos puedan echar en cara algún que otro sonado incumplimiento.
Lo que más me llama la atención es la rapidez con la que los dirigentes de Podemos están cambiando de opinión. Ya lo esbozamos en el comentario de ayer (Vaivenes), pero se requiere ahondar en determinadas cuestiones. Y la señora Carmena, alcaldesa madrileña, de la que Pablo Iglesias se quiere aprovechar hasta límites insospechados por mucho que ella sostenga que no son lo mismo (ideológica y políticamente), se ha metido en tal embrollo con su “Versión Original” que intenta suavizar la avalancha de críticas con ligeros barnices en la polémica web. Ya no quiere el enfrentamiento directo con los medios de comunicación al uso y evita que se citen periodistas, no sea que la lluvia de reproches pueda con la contaminación de la capital. Qué necesidad, me cuestiono.
Pero en Canarias no vamos a quedarnos a la zaga. Y hacemos méritos para encadenar errores y sumergirnos en la vorágine del despropósito. Aludí, hace unos días, al diputado Paco Déniz, cuyos artículos (que antes bien leía pues los consideraba bien destilados) ya no me brindan credibilidad por sus declaraciones televisivas. Me da la impresión de que lo suyo es más de expresión escrita. Al menos hay más tiempo para rebobinar. Se les viene abajo el tinglado artificial montado ex profeso contra la casta. Los despilfarros puestos en solfa por los viajes incontrolados a cargo de las arcas públicas parecen que ahora no lo son tanto. Y la confesión en la entrevista realizada por Pepe Moreno de lo fácil que es llegar al mostrador de Binter y enseñar el ‘pase especial’ (incluso para viajes privados), da buena nota de que una vez alcanzada la poltrona las diferencias, antes abismales, se acortan en un santiamén. Del dicho al hecho, claro. De la teoría a la práctica. Del férreo control (cuando eres mero espectador) al embarque fácil en comodidades y privilegios. Qué pena. Han dejado la guitarra y las canciones protesta para cambiarse a ritmos acompasados. En bien poco, el polvorete de Benavente.
Lo de Mariano Rajoy es diferente. Este sí que la tiene bien engrasada. La mete sin pasar por punto muerto. Y es capaz de sostener un aserto y su contrario en el mismo párrafo. Debe ser porque no entiende su letra.
No ha mucho se comprometió a enviar una carta a los mayores de 50 años para informarles de una simulación acerca de cuál sería su pensión, a qué edad podrían jubilarse y los periodos de cotización que debían acreditar. Pero, estimado amigo, los mordiscos a la caja que iba a ser intocable, la espléndida actualización anual del 0,25%, los sesgos que podríamos transmitir los que ya formamos parte de las clases pasivas y otras cuestiones de menor porte (elecciones en noviembre, la coyuntura catalana…), han aconsejado otra prudente marcha atrás. Este año no habrá carta. Se remitirá cuando se pueda, es decir, cuando toque. Que ocho millones de votos constituyen un vivero excepcional.
¿Quién les habrá soplado que los jubilados somos ignorantes redomados y que todavía actuamos bajo el miedo amenazador de un derecho adquirido con bastantes décadas de curro? Me parece que lejos quedan los tiempos, afortunadamente, del disputado voto del señor Cayo (Miguel Delibes). Y de otros caciques (Luis Rodríguez Figueroa) de ingratos recuerdos.
Lo que no perdonamos los de cierta edad (ustedes están más viejos que nosotros) es que nos tilden de inútiles. Yo mismo, sin ir más lejos, no he querido promocionarme, que si no estuviera ahora mismo colocado en cualquier gabinete. De prensa, de protocolo o de agricultura. Ustedes ignoran.
Hasta la próxima.

lunes, 20 de julio de 2015

Vaivenes

No entiendo la postura de Podemos con respecto al Senado. En sus primeras intenciones programáticas figuraba el suprimir esta cámara. Pero ahora ya ocupan dos escaños. Y se hallan en la etapa de configurar candidaturas para las generales entre las que se encontrarán aspirantes al cementerio de elefantes. Alegan que necesitan una representación amplia para ‘cambiarlo’ desde dentro. Es decir, nos surge una nueva idea y ya sí vale pero dándole unos remiendos. Lo mismo lo convertimos en un hotel rural. Sus huéspedes pasarán a ser jóvenes parejas de cachorros. Para arregostarlos (primera voz autóctona) desde chiquitos. Con lo malo que es de quitar. Y con lo bueno de disfrutar. Y lo más importante: Hay que mantener abierto el negocio.
Excesivos vaivenes en esta formación política que tantas expectativas despertó. Y que atrajo a muchos incautos ante los cantos de sirena. Entiendo que los golosos sueldos de los cargos públicos han podido más que toda una ristra teórica de buenas intenciones. De nada me sirve el que sostengan que solo cobran el triple del salario mínimo. Lo perciben íntegramente. Lo que hagan después (los supuestos repartos que alegan) con él, depende de las directrices estatutarias. Porque se han convertido en un partido al uso. Y son tanta casta como el resto. Desde luego, mucho más que lo que podamos ser tú, estimado lector, y yo, iluso escribidor.
Ya dejé esbozado hace unos días mi parecer acerca de esta institución. Y les confieso que llevo varias convocatorias poniendo dentro del sobre lo primero que se me ocurra. No entro en detalles para que los miembros de la mesa donde ejerzo este derecho no me etiqueten en los momentos del escrutinio.
Hace tiempo ya me llevé la primera desilusión cuando atisbé al amigo Juan Borges en la plancha de Izquierda Unida. Díjeme que ‘más nunca’. En ello estoy. Así que no es necesario cuando repartan los votos, o los envíen por correo, que se molesten lo más mínimo. Del Congreso de los Diputados, todos los que quieran, pero de estos otros, ni uno. Ya me encargo yo de preparar mi ‘papeleta’. Puede que lleve poesía adherida.
Afloran desmedidas incongruencias y las ilusiones se van al traste. Son tantas las situaciones de marcha atrás habidas en estas nuevas hornadas, que me temo estén cercenando su propia razón de ser. Han sido tantos los que se han subido al carro que puede estar perdiendo aceite en cantidades industriales. O si es una lancha, que haga aguas por bastantes boquetes.
Estoy redactando estas líneas el viernes por la tarde. La reunión familiar la hemos aplazado al domingo. Y lo hago para entretenerme en algo porque Internet lleva silenciada (mutismo absoluto) una buena purriada (segunda voz autóctona) de horas. Llamé al 1004 y me contestó la ‘máquina’ que existe una anomalía en la red pero que los técnicos están en ello. En esta zona se tupe con frecuencia la tubería de la comunicación. Años atrás ya tuvieron que ponerme un cable nuevo (qué ilusión) porque el original se lo habían comido los ratones. Tendré que hablar con Manolo a ver si en algún plan de barrios podemos llevar a cabo unos arreglos. Aunque, pensándolo mejor, creo que por razones bastante obvias no le podré indicar eso de podemos, no sea que me suelte el discurso de Mariano.
Ya es de noche y me voy a acostar o a ver la tele un fisco. Sigo desconectado del mundo. Y qué estará pensando el mundo de mí.
Ya es sábado. Mediodía. He efectuado dos llamadas al guarismo de las averías de Movistar. El artilugio mecánico me sigue dando idéntico mensaje: “Su número está afectado por una incidencia técnica. Cuando esté resuelta, ya le avisaremos”. Fin del mensaje. Tuve tiempo en esta mañana de pasarle un trapo al coche (no me digas que no has oído esta expresión). El mío suele estar tan sucio (el coche) que cuando le enseño el trapo (cacho de tela reciclado para labores de limpieza), se arranca solo, pone la primera  y queda al acecho por si me acerco demasiado. Está tan acostumbrado a mojarse cuando llueve, que si me ve con un cubo, agüita. Eso, agüita.
¿En qué estábamos? ¡Ah!, sí, en los vaivenes de Pablo. Ya desconfié cuando inició los renuncios a la ideología y de ahí en adelante, de culo y sin frenos. Como dice Calero en un anuncio publicitario: “A mí no me engañe, que yo tengo mi tino”. Lícito, y sano, es cambiar de opinión. Pero convertir el hecho en hábito para adaptarse a las circunstancias de cada momento, malo. Para ello ya está Rajoy. Con uno para probar nos basta. Les está ocurriendo, y antes de tocar los resortes del poder, lo que a la Syriza griega. Cuántos movimientos pendulares, cuántas oscilaciones.
¡Por fin! Las lucecitas del ADSL e Internet de mi ConectaBOX 1000B (qué anticuado estoy, y con Windows XP de sistema operativo) se han encendido. Son las 17 horas del sábado 18 de julio (jolines, vaya día). Más de 24 horas a secas. Solo había pasado apenas unos minutos, otra máquina (esta vez desde el 1002) me comunica que ya se resolvió la incidencia que me afectaba. No me dio la opción de darle las gracias. ¿Quién me paga el sufrimiento? ¿Acaso no saben que yo no tengo móvil para paliar estos aislamientos?
Hasta la próxima. ¡Ah!, dejo de poner fotos. Siempre fallan al enlazarlas con Facebook. Texto a secas. A leer.

viernes, 17 de julio de 2015

Acomodos

Antonio Cantó García del Moral (Toni, para los amigos) es ante todo un actor. Y como tal actúa en su vida política. A sus 50 años, y ya no es un crío, parece no haber sentado las neuronas en los resquicios cerebrales y anda el hombre un tanto disperso. Vamos, dando el cante a cada vuelta de la esquina.
Sus inicios vinieron de la mano de Vecinos por Torrelodones. Luego estuvo próximo a los postulados de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía. Más tarde no tuvo recato en apoyar decididamente la unificación de los comunistas españoles (ignoro buscando qué). Acaba por integrarse en la UPyD de la señora Díez, con la que termina como todos ya conocemos: a la greña. Son apoteósicas sus cantadas en Twitter, red social en la que ha volcado pareceres de los que dan mucho que hablar.
En la pasada ‘refundación’ de Unión, Progreso y Democracia no quiso ser cabeza de nada (intuyo que se temía lo peor) y apoyó a Irene Lozano (vamos, iba detrás empujando). Y como fueron derrotados, Toni ha encontrado nuevo acomodo en un sillón que le sobraba al catalán Albert (ahora mucho más castellanizado) Rivera y se presentará como número 2 por Valencia en las primarias de Ciudadanos. En principio, y a la espera de lo que decida Irene (también abandonará los restos que dejó Rosa), como independiente. Pero todo se andará.
Podemos (plasmado sin mala uva) resumir que en terrenos peninsulares ocurre lo que aquí con Nueva Canarias. Y el diccionario, sabio como el que más, nos señala que acomodo significa colocación, ocupación o conveniencia. Dicho y escrito queda.
Los equipos de gobierno en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona buscan, asimismo, acomodo. Pusieron tan altos los listones durante la campaña electoral que ahora se están encontrando demasiadas dificultades. Y en el de la capital son notorias las discrepancias.
Doña Manuela y su equipo han recurrido a la creación de una web (Versión Original) con la que pretenden hacer frente, eso alegan, a las informaciones inexactas. Es el sitio oficial de los desmentidos. Tachan a determinados medios de comunicación de tergiversadores y, por ende, a muchos periodistas de sesgados. Nada nuevo en un país en el que la información está sujeta a continuos vaivenes. Entre ellos, los económicos, los de la subsistencia, los del agradecimiento, los del pesebre. Sin olvidarnos de que en el campo de la opinión, cada cual hace de su capa un sayo. No seré yo, ni debe serlo el ayuntamiento capitalino, el que ponga en cuestión la libertad a la hora de emitir juicios de valor.
Lo que ya no entiendo muy bien es la travesía en la que se ha embarcado Ahora Madrid. Porque el consistorio tendrá, y bien surtido, un gabinete de prensa. Encargado de dar a conocer los aspectos reseñables de la gestión municipal. Y ya se sabe que se comunicará lo que interese. Aquí y en cualquier otro lugar. Para eso están los que han sido elegidos a dedo y ubicados en la dependencia oportuna para tan noble menester.
Para el mantenimiento de esta nueva herramienta informática, sostenida con fondos públicos, se requiere mucho personal nuevo. Porque echar una visual a todo lo que se publica no es moco de pavo. Y discriminar lo que nos conviene de lo que no, supone una ardua tarea. Y me temo que mucha paja deberán separar del grano. Máxime si se pretende, como parece ser, que todo vaya sobre ruedas. Porque no me gustaría pensar que se estuviera poniendo cortapisas a derechos constitucionales. Ni coartando libertades. No lo concibo, pues a la regidora la considero lo suficientemente bregada en impartir justicia.
Tengo la impresión de que la teoría está muy bien, pero el llevarla a la práctica está tropezando con excesivos inconvenientes. Tampoco se me pasa por la cabeza que ya se estuvieran asimilando defectos de la casta. Con lo que ni tan buenos los unos ni tan malos los otros.
Entiendo que todo se reduce a problemas de acomodo. Y las formaciones que se han venido a denominar emergentes nos pintaron una sociedad tan idílica y un servicio tan cristalino que no hemos esperado los cien días de gracia. Sus miradas escrupulosas y sus visiones catastrofistas de lo que había nos han dotado de lupas que escrutan sus andares. Y practicamos sus propuestas a rajatabla. Fomentaron nuestro activismo hasta el punto álgido de la crítica, del espejo, del modelo. Ándense, pues, con ojo.
Medio mes de julio ha quedado atrás. Se acaban las fiestas del Puerto y ya tropezamos con la del Realejo. Qué rápido vamos. Ya se puede comprar lotería de Navidad. El turrón se está envasando. No vislumbro grandes cambios.
Hasta la próxima.

jueves, 16 de julio de 2015

TLP y conejos

Ayer, antes del diario repaso a la prensa digital, me correspondió una breve sesión de informativos televisivos mañaneros. Me llamó la atención el amplio despliegue en torno a la Tenerife Lan Party (TLP), evento (jolines con el palabro) que alcanza su décima edición y se celebra en el recinto ferial santacrucero. Ahí se dan cita varios miles de jóvenes cuya adicción al mundo de la alta tecnología informática es directamente proporcional al número de horas que se pegan bastantes en una cola para encontrar un buen lugar donde depositar sus posaderas durante las muchas horas que estarán con la vista fija en la pantalla. Embobados, que diría alguno de mis antepasados.
Parece que el acceso a Internet a una velocidad de 30 gigas fue atractivo irresistible para muchos de los que padecen afición desmedida. Veintisiete horas esperando a que abran las puertas solo es comparable con la no menos excesiva dependencia al baile de unos enanos palmeros. El placer de conectarte y viajar a mayor velocidad que ese artilugio que acaba de pasar por Plutón, provoca unos orgasmos de tal gusto que se justifican todas las corridas, perdón, las carreras para ocupar una plaza preferente.
Como no podía ser menos, la reportera de la tele autonómica, tras contarnos muchas alabanzas acerca del compañerismo, apego, afecto, lazos de unión y fraternidad y dieciocho mil lindezas más, hizo tres preguntas a uno de los participantes. Sus respuestas, un trío de monosílabos: sí, sí, no. Lo que demuestra bien a las claras la altísima formación lingüística que se logra en este tipo de encuentros. Que es la cita obligada donde se refuerzan los sagrados conceptos de amistad adquiridos en esas longuísimas sesiones ante una segunda caja tonta y donde se alcanza el necesario dominio idiomático con el que compartir experiencias. Insisto: sí, sí, no. Como cualquier futbolista o comentarista deportivo (en la tele precitada hay más de un ejemplar) que usa con desmedida frecuencia la coletilla “Sí, bueno…”. Estamos alcanzando unos niveles tan elevados de comunicación que cualquier día de estos nos olvidamos de cómo se abre la boca para articular unos sonidos mínimamente inteligibles.
Y cuando todo concluya resta un difícil periodo de adaptación a la vida cotidiana: la depresión post TLP. Como si no estuvieran treinta horas, o más, al día enganchados, conectados, dependientes. Nos estamos convirtiendo en unos apéndices de esas pequeñas máquinas que, por lo visto, nos lo dan todo hecho. Y yo sin móvil. Mira que soy raro.
Y a estas alturas ustedes se habrán preguntado lo de los conejos del titular. Te juro que no guarda relación con el acontecimiento esbozado en las líneas precedentes. Ni con el que debió sacarse de los pedales el ciclista Froome para sus exhibiciones pirenaicas. Aunque sí hay un nexo de unión entre teleperos (participantes en la TLP) y una supuesta proliferación de los mamíferos lagomorfos: el Cabildo de Tenerife.
Dicha institución, según los cazadores (bueno, del que dice ser su representante), se ha empeñado en acabar con las dianas de sus escopetas. Y de nada valen los informes que argumentan la peligrosidad (para la biodiversidad, por emular la geodiversidad del amigo Javier Dóniz) de su propagación, avalados por estudios y tratados. Sostienen que los elaborados por la Universidad de La Laguna carecen de todo rigor científico y basan sus afirmaciones en otro confeccionado por la Universidad de Lérida. Llego a la conclusión de que los ilerdenses saben mucho más de esta especie que nosotros. Como ignoro en cuál de las dos zonas se reproducen más los gazapos, debo mantener suma prudencia en el tema. Me imagino que el asunto deberá ser resuelto por el señor alcalde mi pueblo, experto cazador (no solo de votos), y profundo conocedor del bicho. En cierta mitin les escuché recitar la fábula de Iriarte y quedeme asombrado. Qué declamación: “Por entre unas matas, seguido de perros, no diré corría, volaba un conejo”.
Pues sí, galgos o podencos, en ello estamos. Nos enfrascamos en discusiones baladíes y al final nos trincan con las manos en los bolsillos mientras ejercitamos el órgano muscular situado en la cavidad de la boca.
Hasta mañana. Ya viernes. Y no olviden que hoy celebramos la onomástica de uno de los nombres más comunes entre la población femenina: Carmen. Vale, y más de un Carmelo. Quedan todos felicitados.

miércoles, 15 de julio de 2015

Crevo

Días pasados tuvo lugar en el Centro de Rehabilitación y Estimulación del Valle de La Orotava (Crevo), fundado en 1990 con carácter comarcal para atender a niños con discapacidad múltiple y gran dependencia, el acto de presentación de la nueva grúa de techo que se ha instalado en la pequeña piscina terapéutica del centro, financiada íntegramente por la Obra Social La Caixa. El nuevo equipamiento, que ha requerido una inversión de casi 9.000 euros, mejora la comodidad y seguridad de los usuarios en las sesiones diarias de hidroterapia, y facilita el trabajo del equipo de terapeutas que atiende a estos niños dependientes para todas las actividades de la vida diaria.
El representante de La Caixa, Francisco Santana destacó la colaboración que la Obra Social de la entidad viene prestando a diferentes proyectos sociales en toda Canarias, haciendo hincapié en la atención a personas en riesgo de exclusión y en la financiación de los denominados desayunos escolares.
La directora del centro, Asunción Atienza, y el presidente de Crevo, Felipe Guardia, agradecieron el apoyo de La Caixa y del ayuntamiento villero, el único consistorio que colabora con la entidad, pese a que tienen usuarios de numerosos municipios de la Isla, desde Güímar hasta El Tanque.
En su alocución, el alcalde de La Orotava, Francisco Linares, solicitó a los ayuntamientos de Puerto de la Cruz y Los Realejos que volvieran a participar en el mantenimiento del centro. Ello me hace pensar que en algún ejercicio económico del pasado inmediato hubo entendimiento entre los tres consistorios para compartir los gastos. Lo que me conduce, de manera inmediata, a retomar una vieja aspiración que ya he dejado mencionada en este mismo blog en pretéritas ocasiones. Y si me remonto a épocas más lejanas, también en la prensa tinerfeña en diferentes artículos de opinión.
Soy de los que no veo descabellada la idea de un solo municipio en esta depresión que conforma una unidad geológica, paisajística y agrícola. Añade tú, si prefieres, otros conceptos como turística, monumental, histórica… Y coincido con el amigo Evaristo en la denominación: Valle de Taoro.
Pero los avatares políticos, dentro de los que el ombliguismo (palabra que deberá admitir la RAE más pronto que tarde con definición: mirarse el ombligo) ocupa lugar prominente, no solo no han hecho posible este sueño iluso de algunos sino que ni siquiera ha posibilitado el que fructifique una Mancomunidad que aglutine lo que la propia naturaleza ya deja bien definido. La que recibiera el nombre del Valle dio tantos pasos adelante y atrás que más que un entente supuso un vía crucis tan plagado de zarzas que acabaron, amén de rasguñados, como el rosario de la aurora.
Cuando vocablos como cesión, desprendimiento, generosidad no entran en el cálculo de los cargos públicos, muy complicado se hace abaratar costes. Porque, en resumen, de eso se trata. Mas todos se creen autosuficientes y cada cual arrima el ascua a su sardina, o la brasa a los tollos. ¿Por qué es tan difícil que un mismo camión recoja la basura en La Perdoma y La Cruz Santa? No, es mejor, y más productivo, el que cada municipio realice su plan de emergencias (aunque acaben copiándose como vulgares malos estudiantes; si sabrá Marrón de eso), como si la lava de una posible erupción supiera de linderos y de colores políticos. O como si el mar en los aledaños del Hotel Maritim conociera que El Burgado (zona alta) se mentó años ha como La Frontera.
Los problemas que parece tener el centro aludido ya los tuvo, y los tiene, el Hogar Santa Rita. Y aunque son muchos ayuntamientos los que asignan partidas presupuestarias para su actividad, no siempre se producen los cobros de manera regular. Lo que provoca enormes quebraderos de cabeza a los que rigen sus destinos. Acabará siendo asumido por alguna institución (pública) de carácter insular, como mínimo. Porque las buenas voluntades no son suficientes. Y cuando estas dependen de ayudas sujetas a los caprichos de equipos de gobierno que deben renovarse cada cuatro años, los vaivenes son permanentes.
Puede que hubiese sido más efectivo el que Linares se reuniera con Manolo y Lope, en lugar de lanzar la perorata en el acto reseñado. Aunque con los precedentes ‘mancomunados’, me temo el resultado. Mucha mano tendida es menester. Y no intuyo que estén por la labor. Es una pena, porque el campo abonado está ahí. Hace falta cultivarlo con esmero y amplias dosis de largueza. Todo lo contrario de las visiones estrechas actuales. Sin aspavientos ni pretensiones desorbitadas. Como las habidas en aquella Mancomunidad del Norte que murió ahogada en sus propias contradicciones y en un estado lamentable de penuria.
Como estamos en pleno verano, vislumbro un oscuro porvenir. No tanto porque la idea sea mala, sino que no me van a leer. Por mí que no quede por si debo retomar el asunto en otro momento.
Hasta mañana. ¿Fueron al embarque? ¿Habrán visto la cueva de la Calle Tegueste?

martes, 14 de julio de 2015

Senadores

Título III de la Constitución Española: De las Cortes Generales. Capítulo I: De las Cámaras. Artículo 69 (qué casualidad: el pornográfico). Apartado 1: El Senado es la Cámara de representación territorial. Apartado 5: Las Comunidades Autónomas designarán, además, un Senador y otro más por cada millón de habitantes…
Si continuas leyendo los artículos de los diferentes capítulos de este Título II, llegarás a la conclusión de que esta segunda cámara legislativa, o de segunda lectura, no vale un céntimo. Un gasto inútil, innecesario. Podrán debatir sus señorías cuanto les venga en gana, podrán proponer, demandar cambios o establecer vetos. Pero lo único que conseguirán es que la tramitación legislativa se retrase un poco, porque en la preceptiva vuelta al Congreso, los diputados acordarán lo que estimen oportuno y, con mis respetos, pasándose la opinión de los senadores por el cable del micrófono. Salvo directrices partidarias de superior rango.
Celebradas recientemente las elecciones autonómicas, se hallan los respectivos parlamentos en la fase de elección antes mencionada. Y aquí entraría la segunda valoración. Que pasa, primero, por la denominación de sauna o cementerio de elefantes con que se califica al palacio ubicado en la plaza de la Marina Española, edificio del siglo XVI y antiguo colegio de la Encarnación; y, luego, por colegir que el nivel de experiencia de los que allí se sientan es elevadísimo porque todos convergen en la sede madrileña para rumiar los pastos ingeridos en etapas precedentes.
Los expresidentes autonómicos, aquellos que han perdido las elecciones, tienen asegurado este comodísimo retiro, junto a otros muchos cargos. Es decir, el Senado es una cámara formada en su inmensa mayoría por ex. La veteranía, se dice, es un grado y la cota de ‘el hábito SÍ hace al monje’ de los señores (añadan señoras los cursis de rigor) senadores implica un notorio incremento del valor añadido. Ejemplos significativos de la ingente labor desarrollada y de las innumerables intervenciones habidas los encontramos en Miguel Zerolo y Casimiro Curbelo. Tanto que el gomero, en cuanto se convoquen elecciones generales este próximo otoño o invierno (depende de cómo lleve el curso de idiomas Mariano Rajoy), será nuevamente ungido y elevado a las más altas cotas de responsabilidad nacional. No olvidemos que hay asuntos no debidamente saneados en su momento y que requieren de una intervención directa para general conocimiento y clarificación de los hechos.
Ignoro, porque ya no estoy en la onda, qué podría acometerse con 51.900.420 euros. Pero debe alcanzar para remozar unos cuantos colegios, dar de comer a varias familias y solventar el futuro de muchos estudiantes. Ello sería posible, en principio, con algo tan simple como implantar un sistema unicameral en este país y ahorrarnos esos millones con los que sostenemos a esa camarilla de inútiles. Pues ese montante es lo que parece ser el presupuesto para este 2015 del Senado español. Y cuando utilizo el calificativo ‘inútiles’ no hago referencia a su capacidad o preparación, sino a que realizan una labor, que no un trabajo, a todas luces inservible, improductiva, infecunda, caduca.
Los organigramas de los partidos tienden a inmortalizar estas actuaciones. Ponle el cuño que entre los tres designados por el Parlamento de Canarias en esta próxima sesión plenaria no estaremos ni tú ni yo. Pero sí será un trío que lleva ordeñando la teta pública desde ni te cuento. Que se irán a hacer los madriles los martes para regresar el jueves en la tarde-noche, o lo más tardar el viernes por si les quedó algo pendiente. Que no tiene por qué guardar relación con la agotadora actividad legislativa. Lo que les permitirá simultanear otras menudencias. Y que es lógico, hasta cierto punto. El sentimiento de que haga lo que haga, proponga lo que proponga, no va servir para gran cosa, le hará volverse cómodo, cuando no imbuirse de un pasotismo galopante.
Leí que el PSOE quiere abanderar una reforma constitucional. Pues será digno acreedor a mis máximos respetos y consideración si incluye este clamor popular: eliminar el Senado. Sin ambages. Sin matices. Fuera con él, por baldío y despilfarrador.
Tan cómodos son los sillones y tan acogedores los espacios que hasta doña Rita Barberá va a combatir sus ‘calores’ en el remanso de paz capitalino (otro Retiro) para satisfacción y regocijo de los valencianos. Cuántas fallas en el sistema que es menester corregir, solventar, suprimir. Y no hay dinero. Chiquita falta de ignorancia.
Como hoy es el día de la embarcación, me pregunto si la comitiva llegará a la altura de la Calle Tegueste. Los vecinos de aquella zona de Punta Brava se alegrarían de que las perritas ahorradas del Senado pudieran dedicarse al arreglo. Seguro que Kiessling comparte mi parecer.
Hasta mañana. Y ya estaremos a mitad de julio. Sean felices.

lunes, 13 de julio de 2015

Matones

Un matón es un hombre jactancioso y pendenciero, que procura intimidar a los demás. Se dice de quien se jacta, y también de las actitudes, acciones y dichos con que lo hace. Dicho de una persona: Alabarse excesiva y presuntuosamente, con fundamento o sin él y aun de acciones criminales o vergonzosas.
Como has podido deducir, el párrafo anterior es copiado literalmente del diccionario. Un libro (algo así como una guía telefónica, pero con más detalles) que nos da cuenta de las voces de una lengua. Lo malo es que algunos creen que la lengua es solo otra cosa. Y que sirve solo para otra cosa: para disparar.
De uno de ellos (me refiero a los diccionarios, que no a los lenguaraces y jamás lingüistas), enfocado hacia el sector estudiantil) copio: “Si no se encara a él, desde un principio, con rigor y seguridad, corre el riego, peligroso riesgo, de un conocimiento por aproximación, a tentones, sin diana certera, lo que sin duda alguna, es minusvalía notoria”.
Cuando uno crece, cree sabérselo todo. Más en unas profesiones que en otras. Y ese fue tema de conversación en estos últimos días en algunos de los ámbitos en los que me he movido. Porque hay individuos que se dotan de armas que ellos entienden invencibles. Y se apoderan de valías que ni poseen ni que jamás podrán alcanzar. Pero la vida, su vida, se compone de un complicado bagaje de complejos (Conjuntos de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban su comportamiento.) que intentan ser combatidos con reacciones bien dispares. En ejemplos bien concretos, el remordimiento de avatares familiares les ha podido hasta tal extremo que han desembocado en auténticos casos de paranoia, dignos de profundos estudios psiquiátricos.
Estos individuos, debido a la presión de sus propias obsesiones, alcanzan cotas tan aberrantes que se dotan de mecanismos de persuasión con los que combatir su manifiesta inferioridad. Y atisban en la extorsión (Amenaza de pública difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él dinero u otro provecho. Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar en determinado sentido.) el artilugio con el que intimidar a sus enemigos. Y buscan concretar sus dianas en aquellos que su perversa mente intuya puedan ser cortapisas a un quehacer siniestro y retorcido.
Pasadas las elecciones municipales y conformados los respectivos ayuntamientos, ha comenzado la caza indiscriminada. El derecho constitucional a la información (se olvidan de lo de veraz) y a expresar libremente pensamientos, ideas y opiniones es interpretado de manera tan sui géneris como arpía. Que se convierte en mío pero jamás en tuyo. Que me permite calificarte de la forma más ignominiosa (innoble, infame, vil) posible y que descarta la reciprocidad por principios (de matón, claro). O me das o te doy. O entras por aquí o te doy por allí. En todos los sentidos. También en el más procaz.
Suelen rodearse estos sujetos de comparsas. Porque deben dar cuenta ante la ‘opinión pública’ de una superioridad que les viene conferida por el uso de sustancias de dudoso proceder. Vamos, de la inhalación de gofio en polvo, mero ejemplo. Pero esos aditamentos deberán ser suministrados por los que han entrado por el aro. Y son, en suma, los que alimentan la rueda de fuego. A este paso, los consistorios van a tener que especificar una nueva partida presupuestaria: la del déjame tranquilo que yo te mantengo.
Por la ciudad portuense se vuelve a recordar cierto episodio en el que se vio involucrado un padre amargado por las actitudes y comportamientos de su torcido vástago. Los viejos del lugar sostienen que, desgraciadamente, lo volvería a hacer en la actualidad más reciente. Lo malo es que la obcecación puede más que el escaso bagaje de memoria existente en las deterioradas neuronas. Son el producto de las alucinaciones esbozadas antes.
Puede que en otra ocasión comentemos, siquiera brevemente, aconteceres de pactos, alianzas, gobiernos. ¿Los de El Penitente? Igualmente. Así como poder repasar la preparación requerida para ostentar cargos públicos. Y de cómo unos ignorantes tildan de analfabetos a otros. De cómo el contagio hace extrañas parejas de baile. De cómo políticos altamente cualificados y capaces se prestan a juegos peligrosos. Incluso, por qué no, nos sumergiremos en el Louvre para analizar la denominada Victoria alada de Samotracia a este paso a dos milímetros de la Matanza de Srebrenica…
Cuídate, Manolo. Los sanfermines siempre llegan el 7 de julio. Y San Martín (el de los cerdos, sí), allá por noviembre. ¿Lo público? Presta atención a los cotos y a los desdobles.
Hasta mañana. Y a perdonar la tardanza de hoy lunes.

viernes, 10 de julio de 2015

1661

Ayer, después de ver la sexta etapa del Tour, acabé rendido. Y como hacía calor, sentí el cuerpo esvaido, que decía la abuela. Pensé en contarle a Barragán, ahora en el Gobierno, que unos (des)informadores no muy lejanos lo quieren tanto que lo mismo deberá ir al juzgado a dirimir diferencias. Después creí conveniente contarles cómo el PP cambia su logotipo, pero deja la gaviota; esta vez, cagando, para darle más realismo.
Al final, ni lo uno ni lo otro. Y para este post número 1661 (bonito capicúa), rescato dos composiciones. Publicada la primera en formato libro. De la segunda, ni me acuerdo. Creo que vienen bien para uno relajarse un fisco. La relacionada con la importancia de la música, qué menos que dedicársela al amigo Jesús Agomar (en la foto). La otra, mucho más escatológica, o excrementicia, para los que flaco favor están haciendo a los ilusionados estudiantes que cursan la carrera de Periodismo. Si hay alguno de La Victoria, que me avise para dirigirle la tesis. No me extraña que se suicide la gente.

Con la música a cualquier parte

Hoy te quisiera mostrar,
en décima o espinela,
que no es cosa de la abuela
lo del arte de rimar.
Tú no debes olvidar
que la edad no es una excusa,
y que si el verso se usa
como una bella canción,
para captar la lección
te serviría de musa.

Pues sabrás, querido infante,
que el medir no es complicado,
ya que magín entrenado
versea con gran talante.
Octosílabo adelante
con gracejo, donosura,
unas gotas de dulzura
y una pizca de alegría:
yo, maestro, evitaría
el agobio, la premura.

Por momentos imagina
dar Lenguaje con Estopa:
“así me zampo la sopa
y también la medicina”.
Cuando la clase termina
dibujamos con Camela:
“eso sí que es una escuela,
gracias, ‘mae’, ya lo veo
con El sueño de Morfeo:
‘juegan los momentos’… ¡tela!”.

El último de la fila
no quiero ser en las mates
pues no me gustan los cates:
es algo que no se estila”.
El recurso de Camila
se nos quedó en el tintero,
mas debo serte sincero
-y tú me dirás “a mí plin”-,
no me hace gran tilín
porque a La Oreja prefiero.

Habrás visto, mozalbete,
que también es poesía
el ritmo y la melodía.
No es el libro de Petete,
pero puede ser sorbete
de refresco veraniego.
Eso sí, no te lo niego,
hay que cogerle el tranquillo,
que te resulte sencillo
para no sentirte lego.

Con la última nos vamos
y quedo de ti dispuesto.
Echarás tú ahora el resto
y ya juntos procuramos,
que si en la vida cantamos,
habrá menos ocasiones
de que algunas decepciones
nos causen un mal vivir;
creemos un porvenir
bien preñado de ilusiones.

Irreverencia

Cada verano que llega
un suplicio te supone,
pues te sobran los rebosos
cuando el bikini te pones.

Mira tú quien me está hablando,
no te mires bien la panza,
que ya te tapa el capullo
y hacia las yemas avanza.

Te pusiste mucha crema
y ya coges el calufo,
bien tumbadita en la arena
te echaste tremendo gufo.

No sólo eres cochino,
sino fuerte mentiroso,
tú te cagaste en el agua
armando chico escorroso.

Si se juntan las mujeres
en la orillita sentadas,
el agua estará caliente
por los cientos de meadas.

El hombre es tan valiente
que me deja sorprendida,
se mete en el agua un fisco
y se le queda encogida.

Déjalo estar, Catalina,
no te metas en fregados,
que si tu lengua se afina
salimos bien enfangados.

Tienes tanto fundamento
que no sé cómo te aguanto;
te llamaría jumento,
pero no mereces tanto.

Bueno, feliz fin de semana. Y cuidado con el solajero.

jueves, 9 de julio de 2015

Aires nuevos

Como no quieren suprimirlo (el debate de investidura; tampoco el Senado, cementerio de elefantes y de elefantas), y la tele autonómica (cuyos índices de audiencia volvieron a dispararse: ¿No dijiste que ibas a cambiar esa táctica, Santiago Negrín?) no me deja descansar, estuve ayer leyendo unas curiosidades surgidas en torno al acontecimiento.
Saben, o han escuchado, que Clavijo recurrió al “buen rollito” para ganarse los cariños de los parlamentarios. Pues Antona, don Asier, el palmero, no entró por ahí (llegó a Teobaldo Power molesto con la niebla de Los Rodeos y cabreado por tener que abandonar su isla en tiempos de fiestas y bajadas), hizo señas a los suyos y confianza denegada.
Me llamó la atención el discurso combativo de Román (Nueva Canarias). Cuando espetó a los socios del pacto (CC-PSOE) que “no ofrecen una alternativa económica ni esperanza de cambio”, debió recapacitar en y de su pasado glorioso. Porque ni el calificativo de su formación política nos hace olvidar lo que ha sido en la historia no tan reciente de esta Comunidad. Pero cuando reclamó medidas de austeridad, recordé que cada vez que debo visitar al urólogo en Hospiten Rambla, y ya no creo en las casualidades, me lo encuentro en el Mencey. No, yo no entro a esos sitios, pero una vez que cogía un taxi, otra que hablaba por el móvil y una tercera que debía esperar algún fichaje. Qué dura, cuán austera esa vida plagada de sinsabores. Salió de La Aldea y… más nunca.
De Podemos, demasiada teoría para combatir la falta de concreción del aspirante. Antes leía a Paco Déniz. Como ahora no tendrá tiempo para escribir, me imagino que le dictará unas notas a Noemí. Y como sé de sus comentarios críticos hacia las muchas boberías que nos hemos inventado en esta sociedad, puede que a lo peor no comulgue con lo de buenos días a todas y todos, las canarias y canarios, los canarios y canarias, los diputados y diputadas, las diputadas y diputados, los abuelos y abuelas, los trabajadores y trabajadoras, las trabajadoras y trabajadores… Delante de la tele no estuve, pero luego lo repasé enterito.
Ahora bien, el mejor, sin duda, Casimiro. Portavoz de sí mismo y jefe de otros dos que dicen militar en ASG. Oh, fíjate si tengo razón que en los digitales gomeros se expresa: La ASG de Casimiro. Todo dicho.
Curbelo comenzó su intervención constatando que "soplan vientos nuevos y aires de cambio". Para mí que ese era el discurso del PSOE en La Gomera, tras la ruptura, para significar que en el Cabildo era menester abrir puertas y ventanas. Pues mira por donde viene el eterno mandamás en la Colombina y presume en Tenerife de nuevos aires. O aires nuevos. Que no es lo mismo que buenos aires. Ni aires buenos. Tiene gracia escuchar de sus labios lo de brisas de cambio.
Fiel a sus principios humanitarios de tener los estómagos hartos y agradecidos, demandó que la bonificación del 75 por ciento en los transportes con las islas menores, anunciada por el candidato, se intente llevar hasta el cien por cien, y pidió inversiones en conectividad para su isla, mejores horarios en el transporte y que se cierre el anillo insular de carreteras. Incluyendo la de Taguluche, con embotelladora en el cupo. Sí, señor, como los entierros, gratuidad total. Desde cualquier parte del mundo. Me imagino que para mí también cada vez que me dé un salto. Y deberá serlo, asimismo, la línea marítima interior. El día que se meta un talegazo va a ser de órdago. Más alto subió la palma y al suelo bajó a barrer.
En La Gomera no existe el paro. Todos están ocupados. El problema no se ha radicado en su territorio sino en ‘las islas y en quienes las han gobernado’. Él no estaba ni pasaba por allí, es aire nuevo. Canarias no es una tierra pobre. Los pobres (gestores) son los gobernantes. Los otros, los del escalón superior. Y nos da la solución: “Es necesario potenciar la sanidad, la educación y los servicios sociales y para ellos hay que comprometer el gasto necesario y conseguir ingresos”. Porque él, al contrario que Fernando Clavijo es “más concreto en sus propuestas y no tan generalista”. ¿Conseguir ingresos? ¿Estás pensando lo mismo que yo? Algo chirría entonces.
A Casimiro le gusta que le toquen los huevos al completo. Nada de medias tintas. Sí, aseguró que “tenemos la gallina y el gallinero pero que apenas nos tocan una parte de los huevos”. Buena filosofía. Por eso ha votado afirmativamente, a pesar de que algún politiquillo se ha quejado por no contemplar en la previsible configuración del futuro gobierno un gomero en la primera línea. ¿Para qué? Es como preguntar el nombre de los otros dos diputados de ‘su’ formación. Ahí está él, en todo. No requiere ni siquiera circunstancias. Es la versión laica del Padre Antonio, que en paz descanse esté. Cuando vuelva a ser senador (para resolver los asuntos pendientes en Madrid) y se siente con Julio Cruz, mi Gomera será un emporio. Trasladaremos la capital a El Cabrito (lo siento, Sonia, pero Chipude deberá esperar), para lo que ampliaremos la línea de atraque de cruceros hasta más allá de La Guancha… Parece que lo estoy viendo.
Hasta mañana. ¿Cómo van de calor?

miércoles, 8 de julio de 2015

Investidura

Te cuento, te cuento. Ayer por la mañana, aún en la cama, encendí la tele. Una vieja, de esas cuya retaguardia (o culo, para entendernos) es anormalmente alargada y que debe acoplársele un decodificador –o descodificador– de TDT, que me acompaña desde que yo era muchísimo más joven y con la que hemos compartido gran cantidad de noches. No íntimas, pero casi. Me recordó que el lunes había comenzado el debate de investidura. Que ni es discusión, altercado, disputa, ni siquiera agarrada (que es mucho más autóctono).
Luego bajé a desayunar e hice lo propio con otra que tenemos en la cocina. Allí estaba, en Los Desayunos de TVE (que ni son tentempiés ni nada que se le parezca; por la mesa se ven unos vasos que contendrán agua, porque de ser café deberá estar más frío que las patas de un muerto), uno de los nuevos vicesecretarios del Partido Popular, el de Política Sectorial, Javier Maroto, exalcalde Vitoria y que recientemente anunció su boda con Josema, José Manuel Rodríguez Carballo, (bien se aprovecha, para beneficio propio, la derechona de las leyes progresistas, para luego recurrirlas ante el Tribunal Constitucional y quedar bien ante el electorado ultraconservador) quien se despachaba bien a gusto de cómo los pactos entre Podemos y PSOE iban a llevar a España a los mismísimos infiernos griegos. Nuevo apartado del manual de instrucciones, cuyo estricto seguimiento es norma de obligado cumplimiento a escala nacional. A niveles más bajos, por ejemplo Tenerife, su presidente insular se dicta por los sabios consejos de cualquier tele local para deshacer los entuertos más domésticos, verbigracia, La Victoria.
Pero vamos al tema que nos concita: la investidura. Ya, de entrada, propongo que lo eliminen, lo que supondría el primer ahorro importante. No sirve de nada. Van unos calificativos del mismo extraídos de la prensa: decepcionante, realista, vacío, creíble, banal, comprometido, impreciso, capaz… A lo peor volviste atrás a repasarlos porque te habrás preguntado que cómo es posible. Muy fácil, los fui entremezclando. Unos fueron utilizados por los portavoces de CC y PSOE y los otros por el resto de grupos del arco parlamentario. Pues sí, amigo, un discurso puede ser blanco y negro a la vez, oscuro y nítido, opaco y transparente. Solución: tres o cuatro fotocopias, y asunto zanjado. Que vote cada cual desde la casa y a gobernar.
¿Cuántos canarios se pusieron ante el televisor para que la autonómica se jacte después de índices de audiencia muy superiores al último derbi? Cuatro periodistas que se durmieron en una docena de ocasiones y tres militantes de cada partido a la espera de lo que pueda caer.
Como el diccionario me señala:
investidura.
1. f. Acción y efecto de investir.
2. f. Carácter que se adquiere con la toma de posesión de ciertos cargos o dignidades.
investir.
(Del lat. investīre).
1. tr. Conferir una dignidad o cargo importante. Lo invistieron CON, o DE, los honores del cargo.
Y no especifica que para tal hecho deba celebrarse un debate, fuera, eliminado. Cojan dos semanas de vacaciones, repartan cargos (por cierto, estoy libre; lo digo por Aarón, que es del Puerto y a lo mejor me conoce; Salvador, échame un cable, al menos puedo escribir alguna décima) y a currar. Que el pueblo quiere más hechos y menos dichos.
¡Ah!, ya que empieza una nueva legislatura, absténgase cabildos y ayuntamientos en utilizar este término porque, que yo sepa, esas instituciones gestionan y no legislan. Mandato sería lo correcto, pienso.
Conclusión: el debate de investidura es otra pantomima más. Máxime cuando los sesenta diputados de Canarias pueden acogerse a una (supuesta) dedicación exclusiva, buen sueldo, transportes y alojamientos con cargo a la cámara y todo para lanzar de vez en cuando unos discursos tan previsibles que insultan al común de la ciudadanía.
Y va el primer encargo para el futuro gobierno, a resolver por la Consejería competente:
Abran expediente a Fred Olsen y Naviera Armas (descartado el viaje en avión) por no pedir certificado de residencia a los muflones atisbados en La Gomera (eso leí en unos digitales de allá) y que debieron embarcarse camuflados en Los Cristianos. Porque cambiar su residencia de Las Cañadas, y aledaños, por las zonas altas de Vallehermoso, requiere, además, el pasaporte sanitario y el carné de vacunas, además del mal ejemplo que dan con esos tremendos cuernos al aire. Silbado queda.
Hasta mañana

martes, 7 de julio de 2015

Sueños

Llevo unas noches en que el sueño no llega con la suficiente profundidad. Es demasiado liviano, superfluo, que no melifluo. Además, me despierto de madrugada y me cuesta horrores volver a los brazos de Morfeo. Todo ello acompañado de raras pesadillas. Y a pesar de que lo intento, jamás me veo en la situación de haberme sacado la Primitiva y disfrutar de unas excelentes vacaciones allende los mares. O más allá todavía. Pero con una de tres, qué va. Te cuento la (pen)última:
El mismo día que Rajoy anunció el adelanto (un semestre) de la rebaja del IRPF y de que las previsiones de crecimiento económico pasaban del 2,9% al 3,3% (¿se percatan ahora del porqué es tan importante que compartan conmigo la idea de que haya elecciones cada año, a lo sumo?), cayó la casualidad de que la pesadilla nocturna, en vez de celebrar la buena nueva con un buen tenderete estilo romería, se decanta por la ley mordaza. Y va y lo adereza con un pasaje de la lectura que pretendía correr tupido velo a los acontecimientos del día (el libro de la mesa de noche). Con toda seguridad, la sustancia gris mandó al carajo el anticipado y chapucero ‘aguinaldo compra-votos’ (expresión que localicé en un artículo del periodista Juan Ramón Rallo) y se creó tal conflicto de intereses en el subsuelo craneal que chocaron las neuronas causando un estropicio total.
Chiquito rollo me armé yo solito. Había puesto un comentario en Facebook (no te olvides de que se trata de una alucinación) y no debió convencerle a la autoridad gubernativa. Y me detuvieron, tú. Vinieron a buscarme a casa y me llevaron esposado. Todo por no dejar el perfil como lo tenía (compartir con los amigos) y lo hice público. Como el de los políticos, sin ir más lejos.
Me tuvieron encerrado en una vieja comisaría (a la antigua usanza) y allí pasaba los ratos entre los interrogatorios fumando como un descosido. No sé si fueron días u horas el período que me tuvieron entre aquellas cuatro paredes con las correspondientes salidas al despacho en el que me asaeteaban a preguntas inconsistentes. En uno de ellos me sentí responsable de la crisis griega.
Qué horas más amargas. Hasta que me desperté. Afortunadamente. Respiré profundamente y la habitación se había impregnado del maldito olor de tanto cigarro. Yo que lo había dejado hace casi cuarenta años. Salí disparado para el baño y me senté un rato a… cavilar. Claro, ‘El toque de ánimas’, cuento de Ángel Guerra (seudónimo del escritor y periodista conejero José Betancort Cabrera), que leí hace un instante apenas.
Dentro de mi ateísmo manifiesto, me cagué en todos los santos que me pasaron por la mente: San Mariano, San José (Manuel), San Luis (el guindo), San Cristóbal… Hasta de la Virgen de los Dolores me acordé. Y de Santa Soraya, vaya, vaya.
Peor el remedio, tú. Porque cuando volví a la posición horizontal, el cerebro parecía una cafetera a punto de escupir su contenido. Tantas fueron las vueltas, que debí transmitir la inquietud a la sábana (de abajo). A las muchas, y al tiento, me percaté de que la mayor parte de su superficie se hallaba debajo de la cama. Ya notaba yo un tropiezo, ya. La almohada también desapareció por la rendija de la cabecera. Qué noche, qué primeras horas del día siguiente. Esto es el influjo de la luna llena, pensé. Me volví a levantar. Abrí un fisco la puerta del balcón. La cortina apenas se movió. ¿Será la calor?
Encendí la luz. Agarré el lápiz que guardo con mimo en la primera gaveta junto a un cacho de papel:
Me cago en la ley mordaza,
en los que quieren callarme,
soy libre para expresarme,
para contar lo que pasa.
No hagan de mi carnaza,
que me reviro indignado,
y cuando escribo cabriado
suelo afinar puntería:
Me podrás tener manía
pero no me has enterrado.
Jolines, espero no tener que recurrir a las pastillas. Deberé apagar tele y ordenador, caminar unas catorce horas diarias, clausurar el blog, darme de baja… Cállate, bobo, si no lo vas a hacer. Si no puedes dormir, te jodes y te aguantas.
Sean felices, descansen bien y hasta mañana.