viernes, 28 de junio de 2013

Soledad

Cuánto se habrá escrito acerca de las posibles medidas que pudieran adoptarse para ahorrar y evitar los auténticos despilfarros que se vienen produciendo en el control de los dineros públicos. Pero parece haber servido de bien poco. Y antes de pasar al siguiente párrafo me pregunto para qué demonios voy a insistir en ello con este comentario que significará la conclusión de este mes de junio. Aun así, aquí estoy yo, cual caballero andante de poca monta, para redactar unas líneas que no van a leer los que a uno le gustaría que le echaran una visual. Incluyendo al que dicen abuchearon en La Graciosa. Qué gracioso.
Antes de introducirnos en el meollo de la cuestión, que se dice,  y teniendo en cuenta la aceptación que tuvieron los dos artículos anteriores –seguro que por el cambio de estilo, no porque se haya incrementado el valor de su contenido–, rogarles a los que tienen un exceso de imaginación superior al mío –nada difícil, por otra parte– que no se lancen a la aventura (en FB, sobre todo) con elucubraciones y composiciones fuera de lugar. Piensen que Jesús opina, que no informa, y que no está sujeto a normas ni códigos deontológicos. Por lo que fíjense siempre en las etiquetas de cada post, porque pueden ser buen termómetro de por dónde van los tiros. Y en el de ayer, en concreto, figuraban cuento, ficción y relato. Los deseos vehementes de algunos en esto de la política suelen acarrear serios disgustos y, a veces, los comentarios no guardan relación alguna con lo expuesto por el autor y responsable de Pepillo y Juanillo. Así que si ahora manifiesto que me hallo en expectativa de destino ante la previsible marcha de Willy García como jefe de la tele y radio autonómicas, no vayan a decir ustedes mañana que me van a nombrar en su lugar. ¿O sí?
Soledad la de la Consejera de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda hace unos días en el parlamento canario cuando le tocó hablar de esa lacra que es la pobreza en las islas. Allí estaba sola ante el peligro intentando defender algo tan serio, que sus propios compañeros del gobierno decidieron entregarse a otras labores. A lo peor es que no querían escuchar a doña Australia Navarro. O quizás es muestra inequívoca de lo que realmente les importan los planes que se sacan de la manga como conejos de la chistera. Somos los únicos del país que disponemos de un plan de choque. Efectivamente, y se llama Inés Rojas de León. Ahí la tiene Paulino de pantalla (como la defensa de un coche) y por eso la protege a capa y espada. Dijo la consejera en la sesión de la mañana que disponía de 170 millones de euros. Por la tarde, una vez resueltos otros asuntos mucho más importantes que los problemas de los que pasan hambre, acudió el presidente (miren el caso que le hace Barragán). Y ante la machacona de la diputada popular antes mencionada, va y le espeta que disponía de 270 millones. Es que donde esté el mago Paulino, quítense aficionados de poca monta. En unas semanas apenas, ambas cantidades caerán en el más profundo de los olvidos. ¿Y entonces? Otro plan. Que podría consistir en tirar comida desde el helicóptero.
Fiel seguidor de la táctica de la distracción, aparece Soria para deleitarnos con otra de sus guindas: diputados de CC le han sugerido presentar una moción de censura al mismísimo Rivero. Es como Antonio Lucas, un célebre paisano que contaba tantas mentiras que acababa por creérselas. Fíjate tú que un antepasado suyo, emigrado a Cuba en sus años mozos, se vio cierto día acorralado por un negro de más de dos metros ante un enorme chorro de agua que caía desde unos cincuenta metros de altura. Al no encontrar otra salida, ni corto ni perezoso sube por aquel enorme caudal como si de un poste de la luz se tratase. Y una vez arriba, al observar que el perseguidor ya se hallaba casi a la mitad del chorro, sacó el machete, cortó el agua y del estampido casi se mata el gigantón, quien, obviamente, ante el leñazo, desistió en su empeño de trincar al isleño.
Ahí tienen otra fotografía del Congreso de los Diputados en la madrileña Carrera de San Jerónimo. Habla Rosa Díez ante tan ‘concurrido’ auditorio. Y esto es así cada vez que acaban las intervenciones populares y socialistas. Aunque ahora, estos últimos, al paso que van, acabarán… Eso, acabarán. Y cuando estos espectáculos ocurren en la cámara decisoria, imagínate en el Senado. Conclusión: maldito sueldo que estamos pagando a esta pandilla de desalmados para que estén en la cafetería echando mano de las ofertas espléndidas que allí les brindan. ¿Esta es la hora de sacrificio de los políticos, doña Soraya Sáenz de Santamaría? Esto es, sin tapujos, una tremenda golfería.
Qué soledad, asimismo, la de los representantes nacionalistas (?) en Madrid. Cuando Oramas habla, la escucha Quevedo, y no lo tengo tan claro a la viceversa. Votan en conciencia, dicen. Una a favor y el otro en contra o se abstiene. En la siguiente, al revés. Menos mal que no son tres, porque habría que dirimir diferencias echándose un potaje de berros en La Laguna Grande.
Qué soledad la de Rubalcaba. Hasta Griñán le está indicando el rótulo con la salida. Votaré, si me dejan, por Segura, aunque él quiere volver a ser senador porque allí el agobio es menor. Yo no podría aguantar ese estrés, salvo el día de san cobro. A no ser que lo nombren capitán emérito del correíllo La Palma.
Se acaba junio. Descansen y ya el lunes cambiaremos de mes y comenzará el periodo de vacaciones. Menos para los políticos, pues casi todo lo dejan para septiembre. Pero ni le quitan la beca ni le exigen nota mínima. Lo que hay que Wert.

jueves, 27 de junio de 2013

La sombra

En el despacho rectangular de la Casa Consistorial algo raro cocíase (úsase más en Canarias el sinónimo guisar, y tradúzcanse ambos por tramar algo a hurtadillas), porque el ir y venir de elementos populares por pasillos y dependencias anexas excedía manifiestamente el cupo de los días considerados normales. Antojábase, incluso, que se escuchaban más voces que cuando el alcalde tenía cualquier reunión con los más allegados para debatir asuntos de especial relevancia: construcción del hipódromo, designar la persona que ice (puede ser Isa o no) la bandera azul en El Socorro, elegir quién presione el interruptor que conecte la iluminación de la variante de Toscal-Longuera…
No, algo raro estaba sucediendo. Los cargos de confianza (bastantes), arremolinados todos en la antesala, se miraban extrañados, sorprendidos y confusos. Y la incertidumbre se había contagiado a las oficinas contiguas por lo que el ambiente hallábase tan tenso que parecía poder cortarse con una podona. De repente:
–Tú me engañas, Adolfo.
La voz de Manolo sonaba bien diferente. Diríase que estaba enfadado, molesto, o séase, cabreado. Y ello suponía un cambio radical en su personalidad. ¿Cómo era posible que una transformación de tal calibre se hubiera o hubiese producido en apenas dos años de tomar las riendas de los asuntos municipales?
–¡Ay, madre mía! –acertó a desembuchar la secretaria particular del primer teniente de alcalde, quien había percibido con nitidez meridiana el órdago de la primera autoridad, que no primer edil.
La otra secretaria, la que siempre estuvo allí, al pie del cañón, desde los tiempos en que la democracia aún no había hecho acto de presencia en el viejo edificio de la Plaza de la Unión, recordó, para sus interiores íntimos de adentro –es decir, no lo puso en conocimiento de toda la concurrencia que tenía en su derredor, ¿o a su alrededor?, y yo qué sé, haz el favor de no distraerme que esto se está poniendo bueno–, una serie de aconteceres que su ya dilatada experiencia habíale permitido acumular en aquel magín extraordinario todo lleno de fechas, números de teléfono y nombres de empresarios a los que se le debía alguna factura. Y rememoró con diáfana transparencia…
Qué gritos los habidos aquí mismo cuando Oswaldo ganó las elecciones –y Vicente las perdió– y tuvo la infeliz ocurrencia de nombrar a José Vicente como gerente de la Mancomunidad del Norte. Qué bocinazos, ¡qué descándalo! (que patentara años después el ínclito ramblero Manolo Reyes). Eso es una traición a los santos mandamientos del partido, tú solo quieres salvar el pellejo y no volver a pisar un aula… Y tal y cual.
Qué enfrentamientos entres los dos gallos, o quíqueres, que hubo en este mismo gallinero, cuando Quico y el citado Oswaldo intentaron al unísono acomodarse en el mismo echadero. Qué cacaridos (canarismo: cacareo fuerte. Alarido, grito de queja o lamento, por aplicación metafórica), qué alborotos… Y Quico se fue al dulce destierro de una Dirección General. Como Alfonso tiempo atrás. Y otros tantos cuyo único mérito había sido, precisamente, alcanzar una meniada en el escrutinio electoral.
–Y yo que te ha hecho, Manolo –acertó a balbucear un desconcertado Adolfo, que no daba crédito a lo que su jefe (insular orgánico y local de la institución pública) le reprochaba.
–No te hagas el zorrito, que a mí no me engañas. Hasta Jesús, ese que escribe en la mierda de blog…
–Sé comedido, alcalde, que cada cual se entretiene en las boberías que estime oportuno.
–Ya estás otra vez con palabras bonitas y haciéndote el niño bueno. Me llegan comentarios cada día de que no pierdes la oportunidad de promocionarte, aun a costa de mi imagen tan bien labrada, y ya la gente te ve como el hado padrino, como el conseguidor. Y el alcalde soy yo, no te olvides.
–No te sulfures y habla bajito. Afuera está la tropa preocupada y sabes que dependen de que nuestras relaciones sean lo más correctas posibles.
–Sí, pero no quiero que me hagas sombra.
–¿No quedamos en las fiestas de La Sombrera –¿te gustó el pregón?–, después de mandarnos los vasos de vino, que ya era el momento adecuado para ir lanzando mi candidatura al ayuntamiento, mientras tú te moverías a otras escalas, a nivel insular (como mínimo)? Recapacita, Manolo, ¿te imaginas tú de presidente del Cabildo, o como presidente del Gobierno, por qué no, y yo como alcalde de este pueblo que tanto amamos y queremos?
–Ya vuelves con ese déjame entrar a llevarme a tu terreno con esa labia que te gastas, pero en el fondo con mala leche; mira que utilizar lo de La Sombrera… ¿No te dije que me molestaba que hasta en Facebook comenten que me haces sombra?
–Yo solo intento cumplir con los cometidos que me delegaste. Quítame unos cuantos.
–Sí, y que tengas más ratos libres para lucirte. ¿Tú crees que yo soy bobo?
–No grites.
–…
–Chicas, parece que se acabó. Cada una a su puesto. Aparenten normalidad, que nos va el sueldo.
–¿Qué hacen todas aquí? –preguntó Noelia–, ¿está el señor alcalde?
–Sí –le contestaron al alimón–, está reunido con Adolfo.
–Vendré luego, entonces.
–Sí, mejor.
Fin del capítulo I. ¿El II? I don´t know, que para algo me apunté en los talleres de inmersión ligüística. Los acontecimientos lo dirán. ¿Ficticio? ¡Ah!

miércoles, 26 de junio de 2013

El pacto

Mariano lo había citado en La Moncloa bien tempranito. Para ello le había hecho llegar un coche oficial de Presidencia que a las siete menos cuarto de la mañana se hallaba debidamente aparcado en Ferraz, número 70, a la espera de que Alfredo bajara de su despacho. Mientras, el conductor, con la gorra calada hasta las cejas y ligeramente inclinada hacia la derecha, sintonizaba la única emisora de radio que tenía programada el Audi blindado: Intereconomía.
Apenas habían transcurrido cuatro minutos y veintisiete segundos, dos corpulentos mozalbetes se sitúan a la entrada del edificio, giran la parte superior del cuerpo humano y hacen un barrido visual de los contornos. El que parece más avispado baja la cabeza y algo debió musitar al disimulado pinganillo, porque instantes después hace acto de presencia el Secretario General Socialista, con un maletín azabache  y una cara de preocupación bien patente. Tras él, otros dos ‘armarios’ cubrían su retaguardia, cuando en realidad con medio bastaba.
Una vez bien depositadas sus ilustres posaderas en el mullido asiento trasero, tras el buenos días de rigor, arranca el vehículo, seguido a distancia prudencial por un discreto Peugeot 206 en el que no sé cómo demonios se acomodaron los cuatro guardaespaldas. Lo que demuestra que se trata de un buen fotingo y lo deberé tener en cuenta para cuando me saque la Primitiva.
Sin hechos dignos de mención –el tráfico madrileño, bastante fluido–, llega Rubalcaba a los dominios de Rajoy, quien le espera con su sonrisa característica en el tercer escalón del acceso al palacio presidencial. Cuando se saludan, el líder socialista (¿?) le advierte que tiene una cagada de pájaro en la pernera derecha de su impecable pantalón.
–¡Coño!, gracias Rubi; es que antes estuve dando el desayuno a unos mirlos huérfanos que tengo al fondo del jardín. Parece que la mirla se marchó con la Merkel tras su última visita.
–¿Y qué? No me tengas más en vilo. ¿Para qué me quieres? Mira que a las diez y ocho (que no dieciocho) tengo que verme con el Pere…
–Nada, hombre, vamos a echarnos un cortado y hablamos unos minutos, que yo también debo encargarle a Sori…
–¿A Josito?
–No, a ese no, que luego va y suelta que nos estamos reuniendo en secreto y nos pone a la altura de Cardona…
–¿Cardona?
–Déjalo, ya te lo contaré en otro momento. Me refiero a Soraya.
–Dos, por favor, señaló el presi al ordenanza que le servía el café en la taza que contenía la cantidad exacta de leche que en cada toma el jefe demandaba.
–A mí tres, que ya bastante amargura tengo desde que me levanto, sugirió el dirigente del PSOE (¿?).
–¿Un purito?
–Jolines, Marianín, que fui velocista en mis años gloriosos de juventud, cuando éramos barbilampiños. ¿Te acuerdas? Pero nos estamos yendo, ¿cuál es el asunto?
–Alfredín, perdona que sea explícito, pero estamos jodidos. Ambos vamos bajando a tal velocidad que o nos ponen una colchoneta de las de salto de pértiga o nos pegamos una hostia de o carallo vintenove.
–¿Y qué me propones o en qué te puedo ser útil? Tú sabes que con tal de salvar a España, soy capaz de agarrarme a un clavo caliente.
–Deja, deja, ya bastante quemados estamos como para que pongas esos ejemplos. Mira, voy a ir al grano. En las próximas elecciones, y no te olvides que las convoca el menda, yo no voy a ganar, pero tú te vas a pegar un estampido más grande que el de Nadal en Wimbledon.
–¿Y?
–Jolines, estás más torpe que yo, y según el CIS eso es grave. Hagamos pactos. Demostremos al pueblo que en los momentos difíciles somos capaces, por el bien de la comunidad, de remar conjuntamente…
–No sigas, por favor. Ese cariño que me demuestras no lo siento ni en mi partido desde que José Luis me dejó a los mandos de la nave…
–Al grano. Sabes que no me gusta estar con rodeos. Y no pongas esa cara de asombro. Hagamos pactos, que eso se lleva. Yo los practico con Aznar, Bárcenas y otros varios centenares y me va, vaya que me va, si parezco Julio Iglesias.
–Sigo sin terminar de cogerte…
–Cállate, habla bajito, que puede estar Soria escuchando y…
–¿Entonces?
–Ya es público y notorio nuestro acuerdo…
–Pantomima, Mariano.
–Da igual. Vamos a Europa de la mano y sellemos el compromiso para 2015. Según las encuestas, el bipartidismo hace aguas, pero tendremos asegurado al menos el 50% del Congreso si formamos gobierno los otrora partidos mayoritarios.
–O sea que desde ahora rubricamos nuestra alianza…
–¿Otra vez? Aquí no uses esa terminología.
–Pero yo no te puedo asegurar nada, porque los míos andan revueltos y lo mismo no llego.
–Bueno, planteado queda. La próxima semana volveremos a hablar con más detenimiento e intentamos concretar. Te dejo que Soria me está esperando. A ver qué ‘mariconada’ me va a contar ahora.
–Hasta luego, Mariano. Pero de fraguar, que el pacto sea generoso. Debo colocar a los descontentos. Ya sabes cómo funciona esto.
–Vale, vale, ya estudiaremos los detalles. Hasta el sábado.
–De acuerdo, entonces. Buenos días.
Un alicaído, cabizbajo y meditabundo (triste, melancólico, abatido, desanimado, decaído, desalentado, descorazonado, aplanado…) Alfredo Pérez Rubalcaba se dirige hacia el coche. Uno de los mayordomos de palacio tuvo que guiarlo hasta la puerta porque se iba derechito para el cuarto de baño…
–¡Qué día (otro) me espera!

martes, 25 de junio de 2013

Otra vez Javier Trujillo

Los que han sido capaces de aguantarme en estos años de andadura bloguera saben que no es Paulino Rivero santo de mi devoción. Nada me ha hecho en lo personal, pero creo que cada día que pasa le queda más ancho el cargo que ostenta. Y como fiel reflejo de todos los políticos que no se miran al espejo antes de lanzarse a expresar pareceres (orales o escritos), sus devaneos en lo que él denomina ‘su blog’ (y Willy también) me insultan como funcionario jubilado, como periodista aficionado y como juntador de letras (al menos de lunes a viernes). Alguna otra cosilla más, pero con las limitaciones de rigor porque uno no alcanza ese magnífico alumbrado de carretera que poseen sus señorías.
He estado unos días averiado. Con una infección en los ojos que me dejó hecho un asquito. Hasta urgencias tuve que ir una madrugada de la pasada semana cuando el derecho (el ojo) se puso como el de un boxeador noqueado. Y después de los colirios y limpiezas, ayer por la mañana bajé al Puerto, al oftalmólogo. Pasé por el muelle, a la ida y a la vuelta, y el tufo te tiraba pa´tras. Será una tradición o una novelería (personalmente entiendo que más de lo último), pero yo no me baño en el muelle ni aunque me lo recete el galeno. Con la movida que hubo con las del Barranco Tafuriaste, en la zona villera, no comprendo este hedor  insoportable a macho cabrío. Dicen que es para purificarlas. Otros alegan que si el celo, que si la preñez. Y una mierda. Que sí, que lo dejan todo con los requisitos indispensables para la adquisición de la fiebre Q. Fos, vamos con otra cosa.
Saben ustedes, y más arriba te lo recordaba, que Rivero tienen un blog en el que escribe los domingos. Bueno, si tú piensas que le escriben –que tiene un negro–, no cambies de opinión; lo mismo te doy la razón. Y aparte de seguir con sus manías –todos las tenemos– de buscar trabajo para los canarios (así estamos en los niveles actuales), cada vez que ocurre algo importante en España, él espera a que se definan los presidentes autonómicos más significativos, para hacer luego un refrito y pontificar como Rouco Varela. Es lo que ha ocurrido tras la propuesta del gobierno nacional acerca de la tan cacareada reforma de la administración.
Hoy le voy a dar la razón. Que sí, has leído bien: Paulino tiene razón en su planteamiento. Haz una raya y anota la fecha, porque deberán pasar varias décadas para que este hecho, astronómico y sideral, vuelva a tener lugar: que el presidente canario y yo coincidamos. Después vuelvo al tema.
Hay un gomero que lo es más que nadie, trabaja más que nadie y cree saber más que nadie. Y esos gomeros me caen mal. Del personaje escribí tiempo ha, comentario que reprodujo un digital de aquella isla y que fue leído por un importante número de lectores. Lo titulé: Javier Trujillo Bernal. Porque de él se trata. Fue uña y carne con Casimiro Curbelo. Pero ya se sabe que isla pequeña, infierno grande. Y se enfadaron. Como pasaba por allí poco después un tal Soria, debió convencerlo para que ingresara en las filas del PP. Y un socialista hasta la médula, de la noche a la mañana se escoró a la derecha y atracó por Chinguarime convertido nada menos que en presidente insular con mando en plaza (de Las Américas).
Desde esos tiempos (ha habido unas elecciones de por medio), el señor Trujillo sostiene que en La Gomera todo está mal, todo se ha hecho mal y dirige su particular cruzada contra todo lo que defendió no ha muchos años. Incluyo cabras, cabritos y ‘machos’ sueltos por esos predios de Chipude y El Cercado.
Cree haber visto en el anteproyecto de Ley para la Reforma de la Administración (ahora ya lo pongo con mayúscula para darle tanta importancia como la que él intuye) y ha descubierto que de implantarla ya, en su isla se suprimirían muchísimos cargos: concejales liberados, personal de confianza. Y lo detalla con pelos y señales para el Cabildo y los seis ayuntamientos, con enorme regocijo y deseando que don Mariano, su nuevo jefe supremo, no sea tan pusilánime y meta mano a tanto aprovechado.
Pero Javier es olvidadizo y deja ciertos flancos sin cubrir. Y va mi coincidencia con Paulino. Trujillo obvia que con la mayoría de competencias transferidas a las Comunidades Autónomas, la figura de Delegado del Gobierno (algo así como un Gobernador Civil o Comisario del poder estatal) no tiene razón de ser. Échale guindas al pavo con todos los que pululan a su alrededor. Te lo puedes imaginar.
Pero como Canarias es territorio fragmentado, si el Delegado está en una provincia, debemos ubicar en la otra a un Subdelegado (lo pongo en masculino). Con todo lo que a su alrededor se congrega. Añade viajes a tutiplén para las conversas pertinentes.
Si creías que ya estaba completo el organigrama, espera un fisco. Esas importantes figuras están en las islas capitalinas. El resto no se iba a quedar atrás. Y nos inventamos las Direcciones Insulares. Ahí colocamos, a manera de encaje perfecto, hasta los imputados que nos interesa tener medio ocultos. Trujillo Bernal sabe de eso bastante. Porque él, no siendo nada de lo hasta ahora reseñado, también chupa del bote y es asesor de la Directora Insular en San Sebastián de La Gomera, doña Luz Candelaria Reverón González, quien fuera concejala de urbanismo, por Coalición Canaria, en el ayuntamiento santacrucero, profunda conocedora de los sebadales (casi tanto como Cristina Tavío), viajes, comidas y acompañantes. Todavía ruedan las imágenes por Internet de alguna cuchipanda con los amigos y con cargo a las cuentas de Zerolo (en su papel de alcalde, claro). En fin, menuda tropa que se juntó en La Villa.
Aconsejar a don Javier de bien poco serviría. Es de esos seres que silban correctamente y cuando desde lo alto de Garajonay proclama las excelencias de su nuevo partido, olvida que tiene un pasado grabado a fuego. Rogarle que haga público su sueldo y su cometido, sería mucho pedir. Y comparar su quehacer con la de cualquier concejal liberado de cualquier ayuntamiento gomero, sería tan odioso como cada vez que usted se asoma a los medios de comunicación a soltar sandeces.
Ahora, como en la ocasión anterior, envíe a sus secuaces para que hagan los comentarios en los que me pongan a caldo de gallina. Luego critican (usted y los suyos) a Casimiro por lo mismo. Los gomeros se merecen mucho más. En esa isla, que tanto aprecio, sí que es menester savia nueva. Y no la vamos a encontrar en otros sectarios que se postulan como salvadores. Están igual de contaminados.
Hasta la próxima. Porque me lo temo.

lunes, 24 de junio de 2013

Llegó la hora

Llevan sermoneándonos, sobre todo (que no sobretodo) los del PP, bastantes años. Esa melodía monocorde que nos ha zumbado los oídos y cuya letra, en las cuatro frases estereotipadas, siempre contenía la tan odiada ‘crisis’. Y en todo ese tiempo, mucho más de un lustro, siempre fueron los ciudadanos no dedicados a la política los que sufrían los embates de los viernes. Se llevaron la palma los funcionarios, pero no se quedaron atrás los miembros de ese conglomerado importante llamado clase media. Quedaban excluidos del sacrificio los que ya lo pasaban mal en épocas de bonanza y los que estaban por arriba del bien y del mal. Entre estos últimos, banqueros y políticos.
Hace unos instantes apenas doña Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno y chica para todo, ha creído conveniente declarar solemnemente que “ha llegado la hora del sacrificio de los políticos”. O lo que es lo mismo, ha reconocido públicamente que hasta ahora mismo han venido haciendo lo que les ha salido del forro, explotando la crisis y, lo que es peor, viviendo de la crisis.
Hemos elaborado un plan (como los de Paulino) por el que pasaremos la pelota al resto de instituciones públicas, y como ellos, obviamente, nos van a contestar que ‘y una mierda’, todo seguirá igual, pero hemos hecho el paripé ante una sociedad de gilipollas y sumisos borreguitos.
Tras el anuncio –con risas a mandíbula batiente de la susodicha y don Cristóbal, el de los tics faciales– del pasado viernes, una vez concluida la reunión del Consejo de Ministros, han reunido a los suyos, les han entregado el tocho –que nadie leerá, porque no hay bicho viviente que se meta eso entre pecho y espalda– y absolutamente todos pensaron por lo bajini: Qué lista nuestra jefa, de cara a la galería hemos quedado de pe de la eme, pero no pretenderá que nuestros hijos, allegados y parientes más cercanos pasen por el difícil trance de los brutales ajustes (recortes) que ha soportado el populacho. Claro que no. Además, cada Autonomía, cada Diputación, cada Cabildo (también había canarios en el cónclave), cada Ayuntamiento, en consonancia con sus propias normas de funcionamiento, se pasarán las recomendaciones por el arco del triunfo y bendito sea el cambio para que todo siga igual. Y lo han cuantificado, que es buena fórmula de llamarnos imbéciles con la cantidad que están despilfarrando.
¡Ay!, Sorayita, cuánto te queremos, cuánto apreciamos esa sonrisa burlona con la que entras a la sala de prensa, cuánto estimamos esos piropos que lanzas a Montoro cuando le susurras que jamás equivoca sus apreciaciones numéricas. Ahora que lo tienen todo copado (hasta el Tribunal Constitucional), nos vienes con estas montadas. Quién te va a creer, angelito. Además, un lego como yo se atreve a vaticinar que ese paquete (bien les gusta la palabreja) de medidas no va a suprimir cargo alguno político (llámalo concejal, consejero o como prefieras), ni todo ese conglomerado que se han montado en cualquier consistorio, por muy pequeño que sea. No los tiros no van por ahí. Con la pretendida reforma de las administraciones solo conseguirán incrementar la lista del paro, porque la obsesión se llama ataque funcionarial. No contentos con los hachazos  sus sueldos, ahora van directamente a por ellos.
Lanzo una propuesta a los populares tinerfeños. Que personalizo en la figura de su presidente insular, y alcalde de mi pueblo. Ya estás tardando, Manolo, en publicar –algo que te encanta porque ante cualquier ‘bobería’ ya nos estás intentando vender la moto– cuál va a ser la reducción que piensas acometer en el organigrama municipal. Te doy ideas:
Sobran concejales liberados, máxime cuando todos los servicios municipales están concentrados en las empresas públicas. Y encargados (ahí meto a dichos ediles) existen más que operarios (digno ejemplo, por cierto, de la visión que tiene el ciudadano del respeto a los dineros públicos: uno trabaja y ocho miran). La canción de que estando al pie del cañón vale para que vengan millones de otras administraciones, ya suena a disco rayado. Si el ayuntamiento gravita sobre los hombros de Adolfo y de usted mismo, las marionetas para los festejos populares.
Sobra ese entramado que gira en torno a los mentados en el apartado anterior. Me dijo en cierta ocasión que iba a poner a una funcionaria como secretaria particular de la alcaldía (algo que cumplió) para racionalizar el gasto, pero después tuvo que contentar a demasiado estómago agradecido y pululan por pasillos y despachos más seres vivientes extraños que los que forman parte del personal de plantilla.
Sobran muchas más facetas que son completamente innecesarias y que solo han conducido a llenar los edificios consistoriales con tutores (por no escribir comisarios), que han desembocado en situaciones tan esperpénticas como las de no saber a qué atenerse el funcionario en su quehacer diario. Y cuando llegan estas propuestas de reforma, los culpables son los que han estado currando décadas en las oficinas municipales, mientras los advenedizos, y sus cohortes de satélites, seguirán campando a sus anchas por el mero hecho de ser afiliado de la agrupación.
En fin, da para mucho más, pero esbozado queda. No moverán un dedo. La vaca lechera requiere mimos y carantoñas. Al final, cuando la cuerda se rompa, escucharemos una vez más la melodía aludida al inicio del post. Cuánto privilegio hemos disfrutado aquellos que ganamos nuestros sueldos de la hucha de los dineros públicos. Ustedes, los sacrificados –qué ironía– tienen acceso igualmente a esa caja del turrón y, como es legal, a otros sobresueldos para compensar tanta abnegación.
Si a los electores nos diera por cambiar, el milagro consistiría en tener que habituarnos a nuevas caras, porque el tinglado permanecería. El cambio que siempre se esgrime no va por ahí. Qué ganas tengo de que una fuerza política lance un órdago en tal sentido y nos convenza con un verdadero plan de austeridad. Y que sea capaz de llevarlo a la práctica, por supuesto.
Por mucho que haya cambiado la situación (en demasiados aspectos a peor), me sigo preguntando cómo sobrevivieron las corporaciones de los años ochenta del pasado siglo. Con unas cuantas máquinas de escribir y generosas dosis de ilusión y voluntad. Hasta la memoria histórica ha quedado relegada a papeles. Demasiado fácil, y cómodo, ser en la actualidad cargo público. Tanto que lo puede hacer, y ser, cualquiera. Y como nosotros lo hemos permitido, y lo seguimos haciendo, la mediocridad se ha instalado… ¿Para qué seguir?
Hoy en Día de San Juan. Felicidades a todos ellos. Y ellas (vaya mariconada).

viernes, 21 de junio de 2013

Menudo chollo

No me refiero a ese portentoso invento de la tele canaria por el que tiene entretenidas a las noveleras de turno en las tardes supuestamente laborables. Qué antiguo me estoy volviendo. Y mientras los presentadores sostienen que se trata de una campaña para reactivar la decaída economía –como el trescientos noventa y cinco plan de empleo del presidente–, yo me apuesto –vaya manía me ha entrado por aventurarme con 50 céntimos– la cantidad estipulada que a los mandamases del susodicho programa lo que realmente les importa es ganar audiencias. Y como nos gusta saludar en riguroso directo y mostrar nuestra mejor sonrisa en abierto… vamos todas como locas que lo dan por la tele.
No, van los tiros por otro lado bien diferente. Una discoteca alicantina ha tenido la infeliz ocurrencia de ofrecer una copa gratis por cada suspenso que muestre el estudiante (?) en su boletín de calificaciones. Original idea para luchar contra el fracaso escolar. Como nos hallamos en tiempo de entrega de notas finales, ya me imagino lo contentos que estarán todos aquellos que no dieron gongo durante el curso. Cogerán su papelito, cuantos más insuficientes, mucho mejor, se lo restregarán por los bezos a los que se esforzaron e intentaron cumplir con la obligación contraída, y saldrán a toda mecha en busca de las consumiciones. Todas suspendidas equivaldrá a coger una merluza de las que hacen época. Otro adepto de la cofradía de los borrachos conocidos. Que ya habrá lugar, con el paso del tiempo, para formar parte de la de alcohólicos anónimos. Eso será cuando haya cogido un fisco de vergüenza.
En estos patéticos casos, con tan dignos modelos y ejemplos, las autoridades de todo tipo –también la fiscalía, por supuesto– seguirán velando por los sagrados intereses de la infanta. Hoy va todo con minúscula. Y como lo peor ya ha pasado –hasta el Banco de España se ha sumado a la buena nueva–, no tardaremos demasiado para volver a embarcarnos en mayores despropósitos. Como cuando se abandonaban los institutos para ir a ganar mucho dinero al Sur –con el torso descubierto para ponerse moreno de paso–, bastante más que el que percibía el abnegado profesor, que, a decir del desertor, seguía haciendo el gilipollas entre las cuatro paredes del aula.
Dicen que la crisis ha obligado al retorno. Sobre todo a los ciclos de la Formación Profesional. Y que las matrículas se han desbordado. Claro, no era cuestión de que los vendedores de ‘altas graduaciones’ dejaran pasar la oportunidad que se les brindaba. Y ahí está ese portento en Alicante. Que me hizo recordar cierto hecho real –que no anécdota– acaecido en un centro docente de este pueblo de Los Realejos. Fue, asimismo, en esta época de fin de curso y te la cuento:
Cierto alumno, por decir algo, de los primeros cursos de la ESO (para no concretar que era de segundo), tras un exitoso periplo de diez meses por pasillos, cuartos de baño, patio de recreo, despachos de la dirección y jefatura de estudios, amén de la totalidad de tutorías, recibió el correspondiente premio en forma de un suspenso global (todas las áreas). Cuando acude el padre del angelito a recoger aquel esplendoroso regalo, armó la de Dios en Cristo (con mayúscula y dedicado al nuevo plan de educación y al mismísimo Wert). No sé en qué mundo vivía el progenitor (del angelito), ni si fue consciente a lo largo del curso de la cantidad de veces que se le llamó o de si tuvo en su poder, al menos, las calificaciones de las evaluaciones parciales que les fueron enviadas. Firmadas volvían al centro.
Tras las desavenencias de rigor, el culpar a todo bicho viviente que pasara por su imaginación, y el remate con el clásico “yo te mato”, se fueron apaciguando los ánimos y reconduciendo la situación. Hasta que en cierto instante del melodrama al chaval no se le ocurre mejor salida que solicitarle al padre que le compre una moto, con la promesa de que su actitud iba a cambiar radicalmente y se pondría a estudiar como el mejor de los alumnos aventajados.
Concluye la reunión en el IES, viene el periodo vacacional, y a la vuelta, en los primeros días de septiembre, se nos presenta nuestro protagonista a examinarse medio cojo, y tras dejar mal aparcada, para variar, el objeto de su deseo: la moto. A la que, por las averiguaciones de rigor, había dado tres o cuatro estampidos en los meses de julio y agosto durante sus excursiones playeras y a fiestas varias, que el estío se presta para tales jolgorios.
El éxito obtenido en esta convocatoria te lo puedes imaginar: ni una. Fue tanto lo que estudió en el curso siguiente que en noviembre se le perdió la pista al mozalbete y nunca más se supo. Bueno, de entrada, porque unas semanas después llegó la solicitud de traslado de matrícula a un instituto sureño, que jamás debió pisar el aventajado. Y es que el chollo de un padre así –desconozco la situación más reciente– era bastante frecuente. Lo de la motocicleta y otros artilugios fue moneda de cambio habitual para que ciertos padres (que de tal solo tenían el hecho de haber procreado y para eso no es menester cursillo alguno) se quitaran de encima problemas añadidos de una vida de sacrificios y problemas.
No me extraña, pues, lo de la discoteca. Música de tal calibre hemos gozado aquellos que estuvimos décadas en el gremio. Y no te creas tú que ni siquiera nos queda el consuelo de los alumnos que aprueban, porque tal circunstancia es mérito exclusivo de sus mentes prodigiosas, a decir del tipo de padres restante. La nuestra es una profesión de inmensas satisfacciones. ¿O era? Menudo chollo.

jueves, 20 de junio de 2013

Dobletes

Son muchos los que sostienen no entender las recomendaciones que de manera machacona hace al obediente Rajoy la denominada Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Basan sus argumentos en la precariedad a la que nos están sometiendo, mientras los bancos son sacados a flote con los dineros de todos. Y tal planteamiento no es válido porque parte de la premisa falsa de que el triunvirato aludido es malo por naturaleza. Y nada más lejos de la realidad.

Parece que ahora ha sido el FMI el encargado de telefonear a Mariano para que haga todo lo posible y rebaje los escandalosos sueldos que gozamos los españoles. Incluidos los pensionistas, por supuesto. Sobre todo aquellos que la propia banca mandó para casa a los cincuenta años con una generosa indemnización y un plan de pensiones privado con los que ir tirando en la finquita rural respectiva.

Y aquí viene mi parecer. Hay que limitar los sueldos a la mínima expresión. Hablando claro, que te dé para los gastos obligatorios (la comida no lo es), pero nada más. Los extras innecesarios solo conducen al despilfarro y a la obesidad. Es la única manera razonable de que el paro descienda. Y de que haya menos personal en clases pasivas. Que ya está bien de chupar del bote y viajar en multitud de ocasiones con cargo a ese pomposo programa del Imserso.

Las quejas de no poder alcanzar ni la mitad del mes será el adecuado toque de atención, el aviso claro de que la reducción funciona. Dejaremos de ver esas horrorosas panzas y esos antiestéticos michelines. Ya sé que estás pensando en que la mayoría no aguantará esta nueva costumbre y bastantes se irán para el otro barrio. ¿Lo cogiste? De eso se trata, simplón. Como el burro que la palmó tras haberlo acostumbrado su dueño a no comer.

En 2016 la tasa de paro habrá descendido al nivel alemán. Y lo mismo ya estamos en condiciones de pasar a formar parte del G9 (es decir 8 más España). Es, como has podido comprobar, un proceso bastante simple, nada costoso (al contrario) y con unos resultados satisfactorios asegurados casi al cien por cien. No creo sea menester aclararte que mientras dure esa noble causa, la sanidad deberá colaborar dando citas para dentro de dos o tres años, venderemos el mobiliario de los centros de la tercera edad… En fin, de gastos superfluos, nada de nada.

Dejemos eso pues ya está en vías de solución y centrémonos en asuntos de mayor enjundia. Verbigracia, la renuncia a su puesto de senador del socialista Aurelio Abreu, a la sazón vicepresidente del Cabildo de Tenerife. Exacto: los dobletes. Tema recurrente en todas las elecciones, pero que hacen cada vez más notorio el dicho aquel de que el que vale, vale; y el que no, pa´maestro de escuela. Eso le honra, he escuchado. Vale. Todas las opiniones son respetables, faltaría más. Pero para mí lo que demuestra ese acaparamiento es la ineptitud del resto de militantes de la formación política correspondiente. Porque ojalá ocurriera solo en el PSOE. Y también es prueba fehaciente de la escasa importancia que los propios políticos dan a su labor. Y a la mayoría de los que están arriba, aún les queda tiempo para otro cargo: el orgánico. Saben que les digo: váyanse para cierto sitio. Aunque la culpa no es solo de ustedes por acaparadores, sino de todos aquellos que en las asambleas de rigor los designaron para dos o tres candidaturas. A los que luego escucho manifestar, sin sonrojarse un fisco, que no están de acuerdo con esa duplicidad de cargos. ¿En qué quedamos? ¿Acaso no te enteras de lo que votas en tu agrupación cuando se aproxima un proceso electoral? En fin, amigo Yeyo, bien pero algo tarde. Eso tenías que haberlo hecho al día siguiente de la constitución de los cabildos. De toda maneras, mis felicitaciones por esa capacidad que a mí se me antoja de héroe de cómic, porque en la vida real no creo que haya organismo capaz de aguantar esas labores. Me refiero a hacerlo en serio. De broma, lo mismo hasta yo.

Mi amigo Ángel, compañero del gremio docente que pronto pasará a formar parte del colectivo de Mundo Senior, ha recopilado mucho disparate en las respuestas que los alumnos sueltan en las evaluaciones y controles. Ayer nos sorprendió con esta: “Los caracoles son todos homosexuales”. Y me acordé de Hugo Sánchez, aquel jugador de fútbol que hacía jincas de carnero (así se denominaba en canario a las volteretas) tras marcar un gol. Cierta vez le señaló a un periodista que en su país (México) eran todos muy machos. Y le salió el tiro por la culata con tan contundente respuesta. Porque si todos lo eran, ya me dirán, qué aburrido. O lo que es peor, la tendencia natural a convertirse en lo que los caracoles aludidos. ¿O no? Ahí los dobletes estarían mal vistos.

Sigo con este minúsculo portátil. Lo mismo has vislumbrado algún error. Pido disculpas nuevamente. O el técnico me devuelve hoy el grande, el de fundamento, o… me tendré que seguir fastidiando. Si hubiese aprendido a hacer dobletes, podría estar ahora sentado en un despacho… Cállate, bobo; el que nace barrigón…

miércoles, 19 de junio de 2013

Tan mal no estamos

Mis disculpas más sinceras por asomarme tan tarde a esta ventana. Fui a buscar el ordenador y no han encontrado al intruso que me lo tiene medio bloqueado. Debe ser que el actual antivirus no va  a permitir que me ataque de nuevo aquel famoso de la policía, y cada vez que observa algo raro activa los cortafuegos. Eso sí que es un simulacro y no lo que anunciaron a bombo y platillo desde mi ayuntamiento en la zona de Icod el Alto. Que habrán suspendido, me imagino, porque amaneció lloviendo. Así que redacto estos párrafos con el de juguete que me regalaron los chicos y que solo utilizo en los viajes del Imserso. Viejo sí, pero moderno.
Ganó la selección española de fútbol, esa que mentan como La Rojita (será naranja, digo yo), y llegamos a la conclusión de que en ese deporte, por ahora, no es necesario que los jóvenes emigren. Aunque como anda medio revuelto el panorama y existen inversiones importantes, o desembarcos económicos supuestamente blanquecinos, en clubes de media Europa, lo mismo acuden las tentaciones. Este nuevo título demuestra la escasa importancia que debemos darle al estudio, a la investigación, y lo necesario que se ha vuelto el que los chiquillos sepan dar patadas. A mi nieto, por lo pronto y sin cumplir aún los dos años, le hemos llenado la casa de balones para que se vaya habituando.

Cada vez estoy más convencido de que dinero hay. Bastante. Pero nos hemos equivocado a la hora de elegir a quienes deben repartirlo. Y ello provoca desfases de tal calibre que en Brasil, por ejemplo, cientos de miles de personas se lanzan a la calle porque estiman un despilfarro la organización de campeonatos deportivos, mientras el pueblo se muere de hambre. Y que tal hecho acontezca en un país que vive el fútbol de manera tan apasionada, debe ser motivo de profunda reflexión para la casta. Y en esta se incluyen los políticos. Allá y aquí. Que no conformes con recortar todo cuanto pueda quedar al alcance de las tijeras, son capaces de aplaudir, para general recochineo, cuando su jefe propone esas medidas como única manera de salvarnos de la quema. Claro, la única fórmula para no turrarnos es partir con la piel chamuscada. Luego, como el burro, cuando estemos acostumbrados, nos morimos y un problema menos. Qué listos son.

Por Canarias, con un alisio veraniego que te deja todo mojado, no vamos tan mal. Gracias a las revueltas turcas –ojalá se sigan dando leña treinta o cuarenta años más–, tendremos una avalancha de turistas en plena temporada baja que el desempleo (otro factor en el que somos alumnos aventajados; con Andalucía debemos ir en clase preferente) bajará a índices jamás conocidos. Lo mismo nos va a sobrar dinero para comprar un par de helicópteros y arreglar los hidroaviones de Cañete.

Y digo que tan mal no estamos porque en casos de corrupción urbanística somos los segundos, es decir, subcampeones. Tal honor no se adquiere de la noche a la mañana. Eso ha significado muchas décadas de abnegada entrega… de sobres con sobresueldos, gastos de representación, alojamientos, transportes… En fin, qué podría contarte yo que tú no sepas o intuyas.

En materia educativa vamos mucho mejor. Somos los cuartos del país en el número de abandonos escolares. Y no creo que vayamos a mejorar. Porque si te paras a pensarlo con detenimiento, llegas a la conclusión de que la situación se agravaría peligrosamente si todos los jóvenes culminaran estudios universitarios. Porque la demanda de otros países no da para tanto. El que parece haberse dado cuenta de la jugada es el ministro Soria y con toda probabilidad dé luz verde al inicio de los sondeos petrolíferos en este próximo agosto. Las razones se me antojan obvias. De una parte conseguirá trabajo para todos estos noveleros que tenemos regados por las Islas Afortunadas, quienes explorarán los fondos marinos en busca del codiciado maná. Y de otra, recemos para que no salga fallido el tiro, en cuanto haya alumbramiento, los turistas acudirán en tropel porque bien diferente es la oferta de un tiznado integral al rojo como un tomate que le ofrecíamos con anterioridad.

Te habrás percatado de que desde el Gobierno de Madrid ya se lanzan discursos de esperanza, de brotes verdes, de luces al final del túnel… Y cuando contemplo a Rajoy que ya lo suelta en cualquier foro, solo se me ocurre pensar por qué no se tiñe también la barba. ¡Oh!, es lo que se me ocurrió, qué quieres que te diga.

¿Viste la foto de los chachis del G8 en su cumbre irlandesa? ¿No? Pues arriba la tienes. No me digas que el japonés está intentando tocarle el culo a la Merkel. Menos mal que salió al quite el señor Putin, quien parece señalarle al intruso que deje quietita la mano que eso es cosa de él. Qué livianos. Sí, en manos de ellos estamos. No añado y en el culo de las señoras porque me tildarán de machista.

Bueno, hasta mañana. Y no vayan a la playa todavía.

martes, 18 de junio de 2013

Mediocridad por doquier

Se queja amargamente Javier Abreu de que los socialistas –sus compañeros del ejecutivo regional– no se molestan en coger el teléfono cada vez que los llama desde La Laguna, ciudad en la que es el primer teniente de alcalde por mor del pacto (en cascada) entre su partido y Coalición Canaria. Mis respetos como persona los tiene, no iba a ser la excepción, el mentado señor. Ahora bien, una vez manifestado lo cual y vistas sus intervenciones en los medios de comunicación, así como su trayectoria, para un servidor el citado concejal es un muñidor político. No ha hecho otra cosa que vivir al acecho para escalar posiciones aunque ello le suponga defender hoy a Juana y mañana a la hermana sin el más mínimo rubor. Y esgrimiendo argumentos con tal vehemencia que acabas por creerle.

Don Javier Abreu era el candidato número 5 del PSOE al ayuntamiento de la Ciudad de los Adelantados en las pasadas elecciones municipales de 2011. Y esa formación política, en línea con lo acontecido en el resto del país, en general, y de Canarias, en particular, obtuvo cuatro concejales con unos raquíticos diez mil votos. El ascenso de Gustavo Matos, cabeza de lista de dicha candidatura, a la Dirección General de Comercio, merced a la cuota que el sempiterno Paulino tuvo a bien asignarle al otro derrotado José Miguel Pérez, provocó que el disidente –cuando le interesa y entiende que puede sacar tajada– Abreu fuera metido con calzador en el consistorio lagunero, a cambio de ocupar la poltrona de la primera tenencia de alcaldía, para lo que hubo de colocarse la chaqueta acorde con el sueldo, pero sin renunciar a los vaqueros para cuando fuera menester recurrir a la condición de obrero en congresos, convenciones y presencias en teles locales.

Siempre está el susodicho detrás de todos los fregados. Y sus reiteradas, y provocativas, declaraciones no son gratuitas, siempre buscan réditos en su horizonte más cercano. Cree sentirse fuerte y bien aupado y no le hace falta subir a San Roque para coger el parapente. El afortunado edil de rebote, profundamente democrático y de izquierdas, no duda en disparar contra esa derecha con la que está aliado (de boquilla, claro) y que tan bien lo retribuye –incluso cuando se le asignó generoso sueldo por parte de Ana Oramas y lo nombró jefe de la oposición con derecho a onerosa gratificación–, amén de lanzar dardos envenenados contra aquellos a los que él aspira desbancar de los peldaños superiores de esa escalera por la que trepa.

Lo peor de esta tenebrosa película es que algunos nos lo pretenden vender como alternativa a este PSOE moribundo. Si Cayo Lara sostiene que Rajoy conduce una moto en la que lleva a Rubalcaba en sidecar, advirtiendo a este último del peligro de poder estrellarse (como si fuera posible estamparse aún más), este aprendiz de comentarista, observador impenitente que sostiene la ejemplaridad en las conductas (más si cabe en las políticas), entiende que es necesario un gran horno crematorio para refundir, que no refundar, este cadáver. Solo así, resurgiendo de sus cenizas (cual ave Fénix; cambien la imagen del águila, por si acaso), será posible que la credibilidad vuelva a adoptar carta de naturaleza.

Pero no se salvan de esta mediocridad los demás adversarios de la contienda. Este pasado fin de semana, José Manuel Soria repetía, ante 500 cargos populares (y eso que gobiernan en pocos lugares) el manual de instrucciones en el que la luz al final del túnel adquiere tintes de carcajada. Y Tomás, el alcalde ramblero, olvidando lo que Marcos le dijo apenas hace un año en una sesión plenaria (lo mandó a regentar la carnicería porque no servía para otra cosa), va siempre de la mano, en pareja (como cuando los profesores llevan a los menudos de excursión), para que se noten menos las debilidades, las insuficiencias.

Mostraba cierta extrañeza algún periódico en el día de ayer por el gasto de 380.000 euros, años 2008 y 2009, que el Partido Popular –el de la carroñera gaviota que se ha acostumbrado a vivir los basureros–  había ‘invertido’ en sobres. Sus dirigentes lo explican como normal dentro de sus campañas de mailing. Y yo me lo creo. Que sí, pienso que es verdad, a falta de conocer que en lugar de la carta personalizada, siempre monótona y sin aliciente, van unos billetes de 500 euros, mucho más didácticos y ejemplares.

Vuelvo a recalcar un tema que intenté aclarar hace unos días. Diario de Avisos sí me ofreció la posibilidad de colaborar en su sección digital dedicada a Los Realejos. En ese periódico colaboré hace unos años, poseo buenos amigos y sigo teniendo las puertas abiertas. Pero ya uno está viejo. Y la veteranía le ha indicado que no todo puede hacerse en la vida por amor al arte.  Si los lumbreras que lleva la tele autonómica a las retransmisiones deportivas cobran, y bien, ¿por qué no he de hacerlo yo? La excusa que esgrimen todos los que te solicitan algo es la de que a ti no te cuesta nada. Y un… Ponlo tú, que a mí me duele.

Como echo una visual a lo que publican del pueblo que me vio nacer hace la tira, voy a hacer una contraoferta a Luis y Gabriela, quienes deben estar desbordados de trabajo y no tendrán tiempo para la pertinente visual que requieren los artículos de opinión que les remiten. En los que –los duendes– se escapan los errores que son la esencia de todo escrito. A lo que los comentarios en este blog tampoco quedan exentos. La ventaja que yo tengo es que el amigo Humberto está ahí para sacarme de dudas, amén de las innumerables visitas al Panhispánico de dudas. Quizás así –o a lo peor no– logramos que el motu proprio y el grosso modo queden aclarados para siempre jamás, que no le pongamos tilde a ti o que no confundamos, hasta tres veces en un mismo artículo, el sustantivo sobretodo con la locución adverbial “sobre todo”.  Hablen con los jefes. Lo mismo, si Agustín me avala, me contratan. Hay que buscar fórmulas para compensar los recortes. Y no olvidemos que el gremio de los pensionistas –gandules impenitentes– se ha convertido en punto de mira del equipo gubernamental que lidera –no te rías– Mariano Rajoy.

Este post se escribió en un portátil en el que no me caben los dos dedos consabidos. El hermano mayor se puso malo al mismo tiempo que el coche. Qué racha. Por consiguiente, si observan cualquier fallo, no soportaría que me echaran la culpa. ¡Ah!, hoy tenemos simulacro de incendio en mi pueblo, en la zona de Icod el Alto, lugar elegido por el Cabildo porque CC sabe cómo vende humo nuestro jefe de seguridad local. Lo malo es que por Los Campeches y alrededores también hallamos mucho especialista suelto en cuestiones de mear la cama. Y no demandan que los entusiasmen con mucha vehemencia.

lunes, 17 de junio de 2013

Bases 2020

Al Partido Socialista le va a dar aire. Y lo mismo se le tuerce algo. ¿Más? Como antes cuando salíamos del cine y nos tapábamos la boca para que no se nos cambara. Luego pasa el tiempo y la vida te va a ir señalando lo que se arquea y lo que no sin que tú puedas ponerle remedio.
Dicho lo cual, y pertinentemente transcrito, como a buen entendedor y el resto ya lo saben, sigo insistiendo en que el acuerdo entre PP y PSOE para ir de la mano a eso tan odioso llamado Europa y que nos trae por el camino de la amargura, no es más que una treta entre Rajoy y Rubalcaba para salir del atolladero. Tanto el uno como el otro vislumbran negros nubarrones en su futuro inmediato y han escenificado el consabido matrimonio por conveniencia. Lo que me extraña es que un político curtido –así se le supone, don Alfredo– piense que esta pantomima podrá reforzar su depauperada imagen, tanto en el seno de su propio partido como en el contexto social agridulce en el que nos desenvolvemos.
Al PSOE no le va a dar tiempo ni para salvar el mobiliario más elemental con el que montar el nuevo chiringuito. A las sarpullidos orgánicos se le acaba de sumar un forúnculo monumental. Lo del socio catalán –buen puñado de votos que anda en juego– es mucho más que una cachetada en toda regla. No mento lo de la patada en el culo, porque en dicha zona se halla la inflamación purulenta indicada anteriormente.
El barco lleva bastante tiempo en peligro de hundimiento total. El invento de Isaac Peral se le queda ya corto. Guarda parecido notorio con los hidroaviones que Cañete ha jubilado. Y para celebrar el acontecimiento no ha tenido mayor ocurrencia –ya se sabe que es el ministro de las mismas– que ofrecérselos al original Paulino para que haga sus prácticas, una vez superadas, satisfactoriamente, las de helicóptero. Pues si los militares se niegan a tal cometido –ya el Ejército no es lo que era–, nuestro presidente, con el auxilio de Casimiro –uno o varios aparatos tendrán base permanente en La Gomera–, y dado que ambos están haciendo agua como el navío socialista… ¿Se los imaginan?
Por aquello de aparentar democracia interna, el PSOE ha sido pionero en inventos que luego chocan con otras decisiones de mayor enjundia, verbigracia la propia designación de Rubalcaba, tras mucho criticar el dedazo de Aznar. Surge en estos días la nueva corriente –interna– denominada ‘Bases 2020’. Y su principal objetivo: “Abrir canales de debate para el futuro del partido en Canarias y desde aquí aportar también ideas al PSOE federal”. Si ya está lo suficientemente abierto en canal, ¿para qué mayor sacrificio? ¿Aportar ideas? ¿Dónde están? ¿Para 2020? Es decir que las próximas y las siguientes (las bases serán, por ese entonces, alturas o apotemas), para el PP sin necesidad de abrir los sobres. Qué listo es Bárcenas. Me imagino que ya habrán puesto a disposición de Claudina Morales sus dos concejales para asegurar la gobernabilidad de La Oliva. Bien vamos a ver maniobras orquestadas en la oscuridad en estos dos años. Y me juego al menos 50 céntimos que los socialistas serán los que queden con sus vergüenzas al aire. Sigan meditando. Y no crean que la posible vuelta de Josemari les va a resolver la difícil papeleta. Que sí, por supuesto, yo no entiendo nada.
Como todavía el PSC-PSOE (la C de canario, que no catalán) es socio gubernamental, tendrá al menos el 50% de responsabilidad en los acuerdos que en estas ínsulas se adopten. Como me gustó el comentario de un compañero del gremio docente (amén de periodista), les dejo con este enlace para que tengan otra visión de esa iniciativa veraniega con la que daremos de comer a los chiquillos y luego los sumergiremos en la piscina de los idiomas: http://eldia.es/criterios/2013-06-16/15-culo-temporas-comedores-escolares.htm. Se me ocurre el consejo de que tengan cuidado no sea que se les corte la digestión. Y con respecto al tan cacareado Plan de Empleo (el trescientos noventa y cinco), me entero de que los alcaldes tienen 15 días para seleccionar a qué parados dan empleo. Más polémica para el circo. El PSOE de mi pueblo pondrá al PP por los suelos al considerar que ha favorecido a los ‘suyos’, a sus ‘votantes’, a sus ‘afiliados’. El PP de La Matanza alegará que Ignacio (PSOE), en un alarde de cinismo total, hizo tres cuartos de lo mismo con sus ‘seguidores’. El PP y el PSOE de La Orotava pondrá a caer de un burro a CC… ¿Tú crees que podemos seguir así? Es que los pones a arar, porque entiendes que no sirven sino para eso, y te hacen los surcos cambados.
Empecé torcido y acabo más doblado todavía. La que anuncia que se va, también lo dijo en 2011, es Elena Luis, alcaldesa de La Guancha. Entiende que hay que renovar, que deben venir caras nuevas, con ideas frescas, que aporten otros enfoques, otras visiones. Eso lo dijo la semana pasada. Lo mismo cambia de opinión en unos meses. Como Paulino lo viene haciendo desde 1983, treinta años atrás.

viernes, 14 de junio de 2013

Según un estudio

Viene a cuento este titular por la costumbre implantada en estos últimos tiempos. Cualquier asunto de supuesto interés para los medios de comunicación se justifica con la coletilla de rigor. Para lo que no es necesario, en la mayoría de las ocasiones, la pertinente ficha técnica que avale el trabajo llevado a cabo por esos que se mencionan como expertos. Pues si han proliferado aquellos (los estudios), nada te cuento del notorio incremento de estos otros (los expertos). Basta echar una visual a esas maravillosas tertulias con que nos deleitan las cadenas televisivas para comprobar la altísima capacidad de los opinadores u opinantes. Si los políticos se rigen por el manual respectivo y cumplen a la perfección el guion establecido, los tertulianos debieron memorizar cuatro conceptos que son esgrimidos en cualquier faceta que se debata. Exacto, para el roto y para el descosido.
El pase a negro (creo que se dice así) de la televisión pública griega me ha hecho recapacitar largo y tendido. Se nos traslada el drama de más de tres mil trabajadores que se han quedado en la calle. Como uno se ha desenvuelto en un medio, el docente, en el que las plantillas siempre han sido más bien escasas, a pesar de trabajar con tan frágil material, se pregunta, no sin cierta ingenuidad, si no estarían sobredimensionadas las nóminas en el país heleno. Me temo que sí y me da pie a recordar ciertas anécdotas mucho más cercanas en los entes que nos quedan más a mano. Y que ya he contado aquí en otras ocasiones. Como el acudir a cubrir cierto evento dos operarios de televisión española en un lugar determinado de Tenerife y hacerlo uno en un coche de la ‘empresa’ y el otro en taxi. O en La Gomera, para realizar un reportaje en el Hotel Tecina, llegar cámara y locutor en sendos ‘coches oficiales’, más conductor en uno de ellos. Y más reciente, de anteayer, un despliegue impresionante en El Hierro (acompañados, por si eran pocos, por otros tantos del Cabildo), que pudimos ver en los informativos, solo para buscar los asentamientos del material con el que pretende cubrirse la Bajada. A la que acudirán más de un centenar de personas con todos los gastos pagos… y viva la tele autonómica.
No justifico, en manera alguna, el cierre acaecido en Grecia. Mucho menos cuando pienso que las culpas de otros siempre caen en los más débiles. Pero no es menos cierto que en las épocas de vacas gordas cada cual despilfarró como mejor le vino en gana los dineros que eran comunes. Y coincido, qué raro, con la apreciación de Jerónimo Saavedra, Diputado del Común, cuando declara que sigue habiendo funcionarios que están de brazos cruzados. Y para que no entiendan que me escudo en bocas ajenas, reafirmo este convencimiento cuando sigo observando docentes que no creen en el trabajo que realizan, son meros autómatas en el desarrollo de las clases, pasan olímpicamente de la labor educativa y flaco favor prestan a los que acuden a los centros guiados por lo que yo sigo mentando como vocación. Son los causantes, junto a mucho dirigente inepto, de los problemas en el sector, enquistan las relaciones en la profesión, pasan la pelota a quienes están comprometidos con los alumnos (los equipos directivos hacen la vista gorda normalmente) y suelen coincidir (debe ser por el estrés) con aquellos nombres que más aparecen en los partes de baja. O con quienes son premiados y pasan a ocupar puestos de responsabilidad en los organigramas de gestión y mando. También sindicales, por supuesto. Al final, cuando el sistema se va para el carajo –y a perdonar la expresividad–, los verdaderos currantes serán los más perjudicados.
Según otro estudio ya sabemos cómo funciona la red financiera de dinero negro. Repito: lo sabemos. Eso se ha dicho. Ahora bien, del dicho al hecho va muy fuerte trecho. Conclusión: se resolverá cuando este mundo haya hecho aguas hasta tal punto que todos, incluidos los suizos, estemos ahogados para siempre jamás. No hay rabia que se apodere de perro muerto. Debe ser como el curso de periodismo científico que, con el patrocinio del ayuntamiento realejero (luego dicen que no hay dinero), se va a celebrar en el Hotel Maritim (que no haga calor y que el viento no sople para el poniente). Dado que la matrícula es gratuita, espero se haya ‘apuntado’ algún trabajador municipal que bastante falta le está haciendo por el puesto de trabajo que ostenta y porque debate, también temas científicos, que es un disgusto escucharlo a pesar de sus variados asesores.
El mismo estudio que cuantificó en 300 toneladas los alimentos que las empresas interesadas en lavar su imagen donaron a Manolo Artiles para que pudiera presumir durante cinco o seis meses, debió ser el que aconsejó a Saida Prieto para que rompiera su silencio y dar el salto a la otra fama. Allá cada cual.
Me gustaría que Hacienda me reclamara cuatro millones de euros. Significaría que tú no leerías ahora mismo estas boberías ni yo te hubiese dado la oportunidad porque estaría tirado a la Bartola (bien diferente que tirarme a la Bartola) en cualquier paraíso fiscal o representando a cualquier celebridad futbolística.
Debió fallar en los cálculos el estudio de Hilario con respecto a su pretensión de homenajear al guanche Cubillo (así lo he leído), como también lo hicieron los habitantes de la zona de Guanarteme (Las Palmas). Estos últimos, por lo visto, no sabían que el código de la circulación no permite aparcar en las aceras y han armado un singular revuelo porque la policía casi no da abasto para poner ‘recetas’ en los parabrisas. Tuvieron que echar mano de las reservas de talonarios. Pero lo más gracioso es que los multados se han quejado amargamente.
Creo que en este país es menester dejar de apoyarnos en ‘según un estudio’ y dedicarnos a estudiar de verdad. Lo malo es que con la supresión de Educación para la Ciudadanía y con los adoctrinamientos dogmáticos de nuevo cuño, para largo va la cuestión.
Feliz fin de semana. No obstante, no dejen de alongarse por si surge otro estudio y escribo algo.

jueves, 13 de junio de 2013

El mago Paulino

A todos nos habrá pasado, me imagino. Esa sensación de que hay días en que hubiese sido mejor no levantarnos –y ahora con la jubilación es bastante fácil llevar a cabo tal acción–, me visitó ayer miércoles. Vaya mañana más tonta. Para mayor desgracia, a un vecino le dio por quemar rastrojos en su huerta y se metió el humo en las pituitarias (vulgo, narices), que estuve con el dichoso olor hasta que el sueño me venció por la noche. O yo lo vencí a él, que ya no me acuerdo.
Hemos alcanzado tal grado de locura que me sorprendió, si es que algún resquicio quedaba, el escuchar esta pregunta: ¿Es legal la bajada de impuestos? A cuento de la propuesta del presidente extremeño, quien se abandera como díscolo popular vaya usted a saber con qué aviesas intenciones. Entre Aznar, Monago y, a este paso, el mismísimo Soria, van a poner en un brete a Mariano. Es increíble, ¿no? Nos tienen tan acostumbrados a que todo suba –no te rías–, que si por un casual existiera un intersticio para que una institución pública baje una tasa o un impuesto, lo primero que hacemos es desconfiar. Claro, como no ocurre casi nunca, la sorpresa que nos brinda la información es de órdago.
Ya que mencioné al señor presidente del gobierno español, parece que pretende el hombre aliviar sus penas (las que dictan las encuestas) dejando que Alfredo (a la par en horas bajas) se apoye un fisquito. No se trata, como podría deducirse, de una estrategia común para que Europa piense que nuestro país saldrá de esta crisis si los dos principales partidos van de la mano. No, esa es la excusa. La razón principal es que ambos líderes están tan necesitados de arrumacos, que han decidido motu proprio (¿otra vez lloviendo?) darse un poco de calor con el que aliviar el viento gélido que cada sondeo les sopla por los bezos.
Han comenzado las pruebas de la PAU. O de la Selectividad, que ya me pierdo. Son cuatro cursos fuera del sistema, y eso se nota. Me causa tremenda hilaridad (en serio) el observar cómo el STEC y el PP van de la mano en las protestas surgidas ante la imposibilidad de un centenar largo de alumnos para poder abonar las tasas correspondientes. La demagogia está alcanzado cotas inimaginables. Por parte de los que gobiernan (insisten en que no es verdad), de los que están en la oposición, de los sindicatos, de los que explotan la crisis (no hay para esto y sí para lo otro), del que alega tener la intención de ir hacia el Norte mientras sus pasos los encamina hacia el Sur… Cuánta falsedad.
Tengo un terrible dilema. No sé lo que es un concejal al 90%. Mucho menos al 80%. Ignoro qué significa un cargo de confianza con un contrato a tiempo parcial. Le doy varias docenas de vueltas al magín y vislumbro un señor bien acomodado en su despacho, pero sin cabeza (proporcionalmente podría ser el diez o veinte por ciento del cuerpo). Me dicen que es concejal de Güímar. Y por ello cobra muchísimo más de lo que el ayuntamiento de mi pueblo dona al Hogar Santa Rita en un alarde de publicidad y propaganda increíbles. Me señalan que lo han hecho así por dos motivos. Uno, que para desempeñar el cargo aludido no es necesaria esa parte del organismo. Dos, sí es imprescindible, paradojas de la vida, para atender otros negocios ajenos al Consistorio pero estrechamente relacionados con la gestión municipal. Y un cargo de confianza a tiempo parcial debe ser que es amigo un ratito y el resto de la jornada trabaja para el enemigo.
No me había olvidado del mago Paulino. Al que tendré que consultar para que me resuelva estas incertidumbres existenciales. Y como me imagino que ya estás pensando en lo que no debes, te comentaré que Tigaray, ese excelente grupo realejero que ahora se conduce de la mano de Samuel Fumero, ha preparado para este próximo verano (Veranearte) una serie de encuentros en su sede (espacio cultural) de Realejo Bajo. Local que me han invitado a visitar por diferentes conductos y hoy que si mañana, ya se sabe. No voy a ser yo como aquel otro que fue sin ir invitado; eso no me parece bien. Pues, como te iba contando, en una de esas citas piensan traer al mago Paulino, que ya te dejé indicado un fisco más atrás. Al principio me quedé patinando, porque después de los múltiples pronósticos y vaticinios fallidos de otro al que el editor de cierto periódico se ha cansado de llamar mago (entre otras lindezas), pensé que no lo veía con chistera y conejo por esos mundos. Y claro, era otro. Al que conozco desde hace años y que regentaba una pequeña librería en Toscal-Longuera, justo al lado de donde ahora se encuentra cierta entidad bancaria que no menciono porque allí no tengo capital alguno. Bueno, lo de capital se me escapó. Recuerdo que actuaba en determinados establecimientos hoteleros, acompañado siempre de su mujer, pero pasó el tiempo y le había perdido la pista hasta ahora que lo leo en el cartel que Tigaray colgó en su muro de FB.
Loable la iniciativa y buena muestra de aprovechamiento de aquellas instalaciones felizmente remozadas. Como la época en la que vivimos no nos ofrece demasiadas alegrías, esperemos que Paulino saque algunos euros, en lugar del consabido conejo, para general deleite de los espectadores. Lo mismo se entera su tocayo y lo nombra Consejero de Economía y Hacienda. Falta que nos está haciendo. Que aparezca, que aflore el dinero y que no nos lo estén quitando un día sí y el otro también.
Pero que no le ocurra lo que a doña Paquita Luengo, antes enemiga acérrima de Rivero y ahora consejera de algo, quien ayer, y con carácter urgente (de once y media para las doce y media), convoca a los periodistas para darle a conocer la excelente noticia de que el paro había bajado en Canarias en esta última semana. Si no fuera porque la realidad te puede fastidiar un buen titular, sería capaz de calificar la boutade de… ¿Para qué? Van a seguir sumidos en la ineptitud más absoluta.
Concluyamos con lo positivo: felicidades a Tigaray por los renovados bríos.

miércoles, 12 de junio de 2013

Grosso modo

Ayer por la mañana –así inicié también el post anterior– fui a pagar el seguro del coche. Llevaba sintonizada la Cadena SER –desde hace tiempo Radio Realejos perdió un oyente; para que lo tengan en cuenta a la hora de elaborar las estadísticas de audiencia– y escuché una entrevista que Juan Carlos Castañeda le hizo a su tocayo apellidado Marrero y a la sazón concejal de fiestas del ayuntamiento portuense. El tema estrella fue la iniciativa del consistorio que pretende acabar con los desmadres dipsomaníacos del martes de la embarcación y del que mucho se ha comentado en estos últimos días. Así comenzó, más o menos:
Pregunta del periodista: –¿Podría contarnos grosso modo qué ha venido ocurriendo para llegar a este extremo de tener que prohibir la venta de bebidas alcohólicas?
Respuesta del edil: –A grosso modo…
No hay solución. No escuchan, no aceptan consejos, no hablan con un amigo que les pueda aclarar dudas (como hago yo con Humberto). Me fui a Internet (tan buena herramienta para lo que nos interesa y tan gandules que nos volvemos para otro tipo de aclaraciones) y en cierto blog hallé:
Grosso modo es una expresión latina que se utiliza a menudo en castellano. Mi consejo aquí, como siempre, es evitar el latinajo sustituyéndolo por una expresión más llana y más clara. No obstante, si alguien se empeña en usarlo, debería tener en cuenta lo siguiente: No debe ir precedido de preposición.
Hay muchas posibilidades castellanas para sustituir esta locución, dependiendo del contexto en que aparezca: aproximadamente, más o menos, a grandes rasgos, por encima, sin entrar en detalle, etc”.
De nada, señor Marrero, sabe que me tiene a su entera disposición. A lo mejor los elevados costes telefónicos de su compañero Luismi se debían a consultas lingüísticas, mientras nosotros pensábamos que eran por visitas más comprometidas.
Menudo revuelo, y sin necesidad alguna, se ha armado en torno a la figura de Cubillo. La ociosidad a la que nos tiene sometidos el gobierno autónomo (al respecto completaremos unas líneas luego y aunque Rivero siga cargando contra Madrid), nos ha conducido a pensar más de la cuenta. Y en lugar de guiar nuestros esfuerzos hacia causas más productivas, nos entretenemos en boberías. Mejor haría Hilario en intentar aportar soluciones a los múltiples problemas existentes en Santa Cruz, antes que ver colmadas sus aspiraciones políticas de poca monta. Ahora bien, si una vez ubicada la placa se acaba el paro en la capital, pónganle dos. Y que valga la segunda para satisfacer los deseos de los vecinos de Buen Paso (Icod de los Vinos) que se han sumado a la novelería con una petición de firmas. Yo propongo, además, que reparemos la injusticia de aquellos que se dedicaban al noble oficio de pescar con barrenos, levantándole un escultura en lo alto del Roque Grande. ¿Y por qué no es insigne el que yo destaco?
¡Ah!, por la tarde, durante el pateo, participó (Hilario) en el cara a cara de Juan García Luján: de pena. ¡Oh!, fíjate tú que el motivo para que se instruya el expediente de honores se debe a su condición de abogado laboralista, amén del revoltillo posterior. Échate un higo sentado en un tonique. Tenique no, que te quemas.
Cuando algunos indicadores señalan que el desempleo en Canarias puede alcanzar en este 2013 la nada despreciable cantidad de 400.000 parados, continúan los mensajes del viajero Paulino en su vano intento de negar las obviedades. En el próximo septiembre habrá un descenso tal en las listas de lo que antes era el INEM, y ahora no sé cómo demonios se llama y ni falta que me hace, a la par que a España (así habla el presi) se le virará la tortilla. Creo deba estar pensando que en la próxima campaña turística nos lleguen todos los que pretendían ir a Turquía, con lo que acabará este año y en su discurso navideño nos sorprenderá con la buena nueva de que no hay nadie mano sobre mano en estas islas atlánticas. Por ello se va a Bruselas. A explicarle a los europeos cómo hay que hacer las cosas, “quiere liderar una estrategia para combatir el desempleo en las regiones ultraperiféricas”. ¿Tú lo entiendes, más que sea grosso modo? Estamos bonitos para ser ejemplo de nada. Máxime en el terreno de la destrucción de empleo. Y venga declaraciones. Y venga garbeos, cuanto más lejos mejor. Debe ser la quinta pata de su plan contra la pobreza. ¿Los socialistas? Contentos porque ya tenemos un hidroavión. Con su sola presencia, este verano no se chamusca ni el bigote de Cho Romualdo cuando prenda el Flor de Fuentes.
A veces pienso qué hubiera ocurrido si en los años ochenta hubiésemos tenido gabinetes de prensa e Internet a nuestra disposición. Lo más probable es que no se habrían hecho tantas cosas. Porque el dinero, escaso, que había se invertía en lo que el pueblo demandaba. Colegios, sobre todo. Ahora, con tanto estirar (y de ahí al despilfarro, un paso), apenas comprendo el motivo de alegría por la donación de 20.000 euros al Hogar Santa Rita. Donde un centenar de realejeros son atendidos. Hagan la división y salen a 200 euros anuales por cabeza. Que es lo que el alcalde cobra cada día. Si me lo explican. Aunque sea grosso modo.