miércoles, 30 de septiembre de 2015

Lamentos

No es agradable finalizar el mes de septiembre con este titular, pero es que me obligan, oiga, me obligan. Puesto que desde 1987, año que motu proprio abandoné la política “activa” y me dediqué a la pasiva (que te crees tú eso), tengo la impresión de que los políticos son cada vez más torpes. O lo mismo no es una impresión sino una triste realidad. Puede que la masiva presencia de medios de comunicación y la obsesión por acaparar pantallas, planas y espacios radiofónicos, haya conducido al marasmo actual. Si añadimos la presencia virtual que Internet nos brinda, estamos abonando generosas cantidades de euros para que los cargos públicos luzcan palmito.
Nos despertamos ayer con el canto lastimero de Manuel Domínguez, mi alcalde. Tuvo que ir temprano a la capital y se vio sumergido en la vorágine. Cayó dentro de la cola casi sin darse cuenta. Y recurrió al face para revelar tamaña desazón. Lo mismo cometió una infracción al soltar las manos del volante y desviar su atención siquiera por unos segundos.
Tenía una cita a las siete y media de la mañana. No descubrió si debía ir al médico o si el motivo de la convocatoria era para atender labores por las que cobra o por las que figura. Porque un servidor ya se está calentando. Y perdone por ser tan expresivo. Pero voy a formar una plataforma de realejeros para negarnos a pagarle ni un céntimo más por ejercer de presidente insular de su partido. O por consejero insular a la espera de las próximas elecciones generales y que caiga la breva. Estoy casi hasta los mismísimos, Manolo. Y lo peor es que un día de estos, Adolfo va a explotar también.
La cola, sin duda alguna, es culpa de los otros. Del Cabildo y del Gobierno, hasta que el pacto cambie. En ese instante, la pena será cargada por los hombros de la fuerza política descabalgada. Que se supone el PSOE, claro. Este es su cuarto mandato en el Consistorio de la Villa de Viera. En ese tiempo usted no debió trasladarse a Santa Cruz. Porque ni vio nada ni escuchó nada. Ni siquiera cuando su partido formaba pareja con Coalición Canaria en estas ínsulas periféricas. Mientras, usted no se percató de las sajadas presupuestarias que sus jefes madrileños infligían al convenio de carreteras. Usted ha estado ciego hasta que ayer por la mañana despertó en medio de tanto vehículo atascado.
No me jodas más, alcalde, y ponte a trabajar. Tú eres tan culpable como el que más. Aquí no se salva nadie. Unos por acción y otros por omisión. El uno por el otro y la casa sin barrer. Los alcaldes del Norte parecen haber sufrido una transformación total de manera repentina. Y llevan la tira viendo, y permitiendo, el desaguisado. Si tuvieran un mínimo de decoro y dignidad, se callarían la boca. Porque ya está bien de tanta sandez.
Hace dos días, el presidente del Cabildo, ese que va a Madrid con una consejera popular (¿por qué?) a desatascar la lata del gofio, recurre, asimismo, a los artículos de opinión. Entre hablares, decires y escritos, cada vez obstruimos más el conflicto de tráfico. Y lo cito porque usted, como tiene la sensación de ser más partícipe del gobierno que de la oposición (¿se acuerda de la entrevista, no?) deberá comulgar, en consecuencia, con las múltiples variantes que le dio al verbo DEBER (que no HACER): debemos promover, debemos ser conscientes, debemos hacer, debemos terminar, debemos trabajar, deben consensuarse… Sí, todas en el mismo comentario.
Y creo que debo dejarlo ya. Porque dar pábulo a tanta inoperancia, no merita la pena, que decía la abuela. Vamos con el segundo lloro:
Al tener conocimiento de los nombramientos de anteayer en el Consejo de Gobierno de Canarias (tres viceconsejeros), no sé si estoy metiendo la pata en estas entradas de mi blog. Si esta es la renovación, manido argumento de cualquier político que se precie (Patricia Hernández entre ellos y ellas), deberé guardar prudente silencio no sea que un día de estos me sorprendan con una llamada al móvil y me ofrezcan algún complemento a la pensión.
Tendría que estar felicitando Rafael Yanes, amigo desde la lejana década de los setenta del siglo pasado cuando concluimos estudios de Magisterio. Pero conoce a la perfección que no me caracteriza la falsedad. Y como lo vi contento con su jubilación en la comida de la promoción el pasado mes de junio, me llevé una sorpresa. Bueno, a medias. Y yo me entiendo.
Como José Francisco Armas entra igualmente en el lote, se me ocurre solicitarle a Inocencio que no siembre más mangas en La Galana. Y ten la maleta preparada (la mía ya está) porque más tarde o más temprano se van a acordar de nosotros. Ya que las agrupaciones locales entraron por el aro en la designación de candidatos para Congreso y Senado, hasta más joven me siento. Y como gozo de la ventaja de estar poco desgastado, ya me veo de nuevo en el Comité Regional, trampolín para escalones de superior rango.
Y el tercer lamento:
Ayer inauguró Rajoy otro tramo de los trenes de alta velocidad. Y fue durante buen trecho en la cabina del AVE. ¿A quién se le ocurrió dejarlo pasar? Si es un cenizo, se lo carga todo. Además, está prohibido, puede distraer al conductor con sus platos y vasos. Menos mal que el operario se puso en sus trece cuando le pidió tocar unos botones. Eso, menos mal
Bueno, amigos, mañana estaremos ya en octubre. A ver si encontramos contenidos más alegres. Tendré que hablar con el tocayo Farráis para que me enseñe otras ópticas.

martes, 29 de septiembre de 2015

Tejiade

Desolador panorama el de ayer lunes. Tras la ojeada diaria a la prensa digital, y tras el acopio informativo de la noche anterior, parecía que era Cataluña el epicentro de todos los movimientos convulsos. Quizás de las dos cataluñas: la del tira y la del afloja. Y ya está.
En la madrugada del domingo al lunes, a eso de las tres y cuarto, de desperté. Aproveché la ocasión para subir a la azotea. El eclipse se hallaba casi a punto de nieve. La superluna (yo la vi del mismo tamaño que siempre), eso sí, se mostraba rojiza. Pero nada más allá de lo que la naturaleza dicta. O los medios se encargan de magnificar los acontecimientos normales o yo me estoy poniendo viejo. Dejémoslo al cincuenta por ciento. Las modernidades señalan que hay que pedir un deseo. Como con las estrellas fugaces. A este paso, tendremos que hacerlo, igualmente, cuando aparezca un ratón en casa, o una cucaracha. O haga caso el ayuntamiento a las demandas de la Asociación de Vecinos Cañaveral, única del municipio que la observo reivindicativa.
Sí, triste, mucho, el amplísimo despliegue habido para con unas elecciones a un parlamento autonómico. Que derivó en derroteros tan extraños que al final ni los unos ni los otros proclamaron qué hacer con las necesidades del pueblo catalán. Incluyendo a Messi, claro. Y ya está, otra vez.
Así que me refugié en mi Gomera querida. Isla que no se queda al margen de los avatares políticos. Muy al contrario. El actual alcalde de La Villa, perteneciente al partido de Casimiro (ASG), y antes consejero del PSOE en el Cabildo Insular, debió olvidar todo lo acontecido años atrás y sale en defensa del deprimido núcleo de Tejiade y de cómo no hay derecho a que sus habitantes (van por las fiestas y algún día a la semana a atender a los animales) no dispongan de alumbrado eléctrico en pleno siglo XXI.
Me causa tremenda gracia cuando un cargo público cambia de chaqueta. Corre tupido velo al acontecer pretérito y pretende hacernos ver que él es nuevo como la formación política recién creada. Muchas veces a su imagen y semejanza. Dejan de ser partícipes de errores habidos en el pasado y renacen, cual ave fénix, cantando alegremente el famoso estribillo de aquí no ha pasado nada.
Porque he leído su carta, o artículo de opinión, que los digitales de aquella isla reproducen, y brinco sobre una pata sola. Como las cabras de Tejiade. Esta apariciones de vírgenes inmaculadas me da que en política constituyen una farsa en toda regla. Que nada tiene que ver con la luna descrita unos párrafos atrás. Y el señor nuevo alcalde no debe ser ajeno a cómo los enfrentamientos de su eterno jefe (por mucho lifting y barniz de juventud impoluta) y el anterior presidente de la corporación municipal, provocaron extrañas combinaciones explosivas. De las que este núcleo citado, normalmente deshabitado, no fue ajeno.
A veces, las palabras se las lleva el viento. Otras, el mismo aire que se las llevó las devuelve. Con Tejiade, quizá pase lo mismo. Promesas de electrificación, proyectos y denuncias ante la opinión pública. Todo lo que sea solucionar un problema, es y debe ser motivo de atención por parte de un cargo público. Ahora bien, manipular o tergiversar forman parte del vocabulario que más de uno debería desterrar de la política.
No creo que con estas frases, tan inconexas como divagadoras, se llegue a feliz término, se solucione el problema, motivo de atención del cargo público, como bien alude. Porque no me queda demasiado claro que no esté usted cayendo en la trampa de tergiversar asimismo. Y mucho, tal vez.
Se han encontrado con pocos datos y escasa información. Entonces, ¿hay o no proyecto? Porque me deja en treinta y tantos con lo del proyecto actualizado para conseguir un coste real. “Debemos trabajar de manera coordinada Cabildo y Ayuntamiento con el objeto de solucionar una situación que jamás debió producirse”. Magnífico, pero, y perdone que insista, ¿dónde estaba usted los cuatro años anteriores? ¿O se va a escudar en que como llevaba otra competencia no se enteró de nada? Que suele ser recurso manido.
“Los vecinos no se merecen la demagogia de parvulario que algunos siembran”. Pues predique con el ejemplo y no caiga en más de lo mismo. No alegue ignorancia, salvo que Casimiro sea muy suyo y se calle como un tuso. Algo por lo que no se caracteriza, precisamente. Qué frágil memoria en los avatares madrileños del senador Curbelo y la creación de la plataforma sustitutoria, de la que su propia familia fue parte muy activa.
Además, permítame, en mi calidad de docente, que le corrija de plano. Si por algo se define un alumno, y máxime de esa etapa de párvulo, es por su firmes convicciones en lo que manifiesta. Es la edad de menos demagogia en toda su existencia. Esa flaqueza comienza algo más tarde. Y se agudiza, a los hechos me remito, cuando al individuo se adhieren etiquetas externas. Como la de cargo público, por ejemplo. Si en Tejiade hubiese habido un buen vivero de votos, ya tendría electricidad desde ha bastante. Asfaltados a ninguna parte, aparentemente, son buena muestra de otras andanzas gomeras. Algo de lo que tampoco puede esgrimir falta de conocimiento.
¡Oh!, yo pasaba por allí. Qué lince, qué olfato. Yo soy yo, y mis circunstancias, ustedes, a propagar mis excelencias con dobletes, dobles y medios, con o sin soda. Pobre Tejiade, muy a tu pesar te siguen utilizando.

lunes, 28 de septiembre de 2015

El rabogato

No, lo siento, el análisis de las elecciones catalanas (plebiscito) es, debe ser, tarea de analistas de mayor porte, de esos que salen por la tele y lo dominan todo. También existen en mi tierra, es decir, en mi norte, como no podía ser menos. Que portentos hay de aquí a La Victoria, incluso más lejos.
Tampoco me voy a detener en una destacada información de El Periódico: “La policía mata a un hombre en silla de ruedas que quería suicidarse”. Porque solo se me ocurre manifestar: ¡Vaya ayuda!
Vamos con el asunto de hoy: el rabogato (Pennisetum setaceum). Planta que se ha adueñado de extensos territorios en esta isla (creo que en La Palma también está haciendo de las suyas; ya entró por La Caldera como Pedro por su casa), como acabará por hacerlo la ardilla en Maxorata, y en cuyas labores de extinción no se están luciendo los técnicos medioambientales que pululan por los organismos oficiales.
Hace unas semanas comentaba algo al respecto en una red social, pues me tropecé, en una de los pateos diarios, con unos operarios en la zona de La Higuerita haciendo todo lo contrario a lo que la propia normativa gubernamental establece.
Así que me fui al Boletín Oficial de Canarias y, en su número 120 del año 2014 (aquí te dejo el enlace por si quieres profundizar en el tema: http://sede.gobcan.es/boc/boc-a-2014-120-2753.pdf), hallé, entre otros aspectos, lo siguiente:
Eliminación del rabogato
Primero se eliminan las partes florales de la planta, siendo esta la acción más delicada del control. Se intentará realizar la actuación en un periodo donde la floración no sea máxima ni el viento excesivo ya que la intención fundamental de este primer paso es evitar a toda costa la dispersión de las semillas del rabogato.
La mejor forma es reunir cuidadosamente las espigas de la planta, embolsarla [sic] superiormente cerrando la bolsa por la parte inferior y luego cortar los fascículos. Cuando esto no es posible por el tamaño del ejemplar, se cortan las espigas cuidadosamente con tijera y se introducen en bolsas evitando la dispersión de las semillas. Para evitar esta dispersión, el ejemplar con el que se trabaja puede cubrirse lateralmente con una pantalla plástica semicilíndrica como las usadas en la aplicación de herbicidas.
Se intentarán recuperar las semillas que pudieran haber caído al suelo. Esta acción, mejora significativamente el éxito de la actuación y el esfuerzo de actuaciones posteriores de mantenimiento o erradicación de la especie.
Una vez eliminada [sic] las espigas y sus semillas se procede a desenterrar la planta manualmente o usando azada, recogiendo todos los fragmentos de raíces que se adviertan. Las raíces también deben ser embolsadas.
Prácticas desaconsejables
El uso del fuego es totalmente desaconsejable ya que la especie es pirófita y sus restos y propágulos rebrotan tras la quema de manera vigorosa, facilitando aún más su propagación en el territorio.
No se utilizará maquinaría [sic] o herramientas mecánicas tipo desbrozadoras o sopladores, etc. en la eliminación o el control de Pennisetum setaceum.
Las actuaciones sobre el rabogato no deben realizarse de forma localizada y puntual, si no [sic] continuada en el tiempo de manera que pueda controlarse el rebrote de la especie.
Mil excusas por la extensión del texto reproducido, pero entendía que era menester. Y si tú lees la Orden al completo te llevarás más sorpresas. Lo que viene a demostrar que las normas se inventan para incumplirse.
La elegante desbrozadora que manejaban los trabajadores del servicio de mantenimiento de carreteras del Cabildo los días que ‘limpiaron’ el tramo por el que los amigos del colesterol caminamos desde El Castillo a La Vera, en unas tardes en que la ventolera soplaba de lo lindo, sin recoger restos algunos (es más, barrían con la ‘sopladora’, o como demonios se llame), mandaba al traste toda recomendación. Esperemos unos meses apenas y tendremos la oportunidad de poder disfrutar de ingentes cantidades de plantas ornamentales. Tan frondosas como las que lucen en el solar anexo al HUC.
En unas huertas abandonadas que existen en la zona citada, compruebo que han utilizado el método del fuego. Otra de las prácticas desaconsejables, según has podido captar antes. Aquello se va a poner como una alfombra.
Resumimos: Nos atiborramos de leyes, decretos y órdenes. Son tantas las que atesoramos que, a veces, se nos olvidan y las repetimos para justificar sueldos parlamentarios. Luego, a la hora de ponerlas en práctica, de hacer realidad aquello que un día de tiempos pasados nos iluminó el camino del buen hacer, nos percatamos de que carecemos de los medios adecuados. Y recurrimos al recurso de casi siempre: chapuzas al mejor estilo. Aspecto en el que somos verdaderos especialistas.
Hasta mañana. Y otros mes que se aproxima a su final. Y el Imserso sin aclararse. Esto es un sinvivir.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Repasemos

Como hoy viernes, por orden de la superioridad, toca sonreír, al menos en horario escolar, parece oportuno hacer un repaso. Que al tiempo será tarea de fin de semana. Así que si entiendes que el presente post es algo largo, cógelo con tranquilidad, trocéalo y distribuye la lectura hasta el próximo lunes.
¿Me permites el preámbulo? Gracias. Ayer tarde volví a pasar por la rotonda. La que tú sabes, claro. No solo algunos se han dado un paseo por aquel pavimento (las marcas de los neumáticos no engañan), sino que se han atrevido, los muy osados, a llegar al zócalo que delimita el círculo que conforma el espacio ajardinado. Menos mal que tuvieron la precaución de no ponerlos tan altos como los del copón (Avenida de Canarias). Creo que no me voy a perder la inauguración.
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Mediante atenta carta dirigida a la Comisión Ejecutiva Regional, José Segura Clavell, el eterno e incombustible dirigente socialista, se ha descartado para repetir como candidato al Congreso de los Diputados. Dado su empeño en rendir cuentas, nada mejor para anunciar su retirada que condensar en apenas quinientos treinta y ocho folios, y dos cuartillas, su dilatada trayectoria desde el lejano 1979. Fue Seur la empresa encargada de trasladar la misiva, dada la enorme dificultad de meter tanto contenido dentro de un sobre de los grandes. José Miguel Pérez ha nombrado a diez vocales para que intenten dar lectura a la emotiva epístola antes de que Rajoy publique en el BOE la convocatoria de elecciones generales. Difícil y ardua tarea dado lo intrincado y retórico del mensaje, pero en las formaciones políticas, ya se sabe, siempre habrá personal dispuesto y altamente cualificado. Y es que Pepe no podía desaprovechar el desembarco para rememorar la dilatada trayectoria, en la que ha podido ser testigo directo de cómo se ha conformado la historia de estas últimas cuatro décadas, de cómo han ido cayendo compañeros en la contienda política, mientras a él solo se le caía el pelo. Procede ahora nombrarlo capitán honorífico del correíllo La Palma. O ya no te acuerdas cuando entró en el puerto tinerfeño cantando lo de viento en popa… En fin, ve a la Wikipedia.
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Sigue paralizada la campaña de viajes del Imserso. A Mundo Senior le salió un duro competidor y los tribunales han ordenado que se lleve a cabo una nueva adjudicación. Me da que el Instituto se dejó llevar por la inercia y le dio los tres paquetes vacacionales al de siempre. Mundiplan (ahí está Iberia y Alsa, entre otros) alegó que no se le valoró adecuadamente y los viejitos seguimos a la espera. La pasada temporada, a estas alturas, ya se había abierto el plazo de solicitudes. Si es otra de las tantas chapuzas administrativas, tendrá que poner orden Rajoy en el desconcierto. Con lo fácil que sería que les diera una charla para que entendieran que un vaso es un vaso y un plato es un plato. ¿O no?
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No me gusta nada esa propuesta que ronda por estos lares acerca de incrementar un 10% el sueldo de los empleados públicos que cumplan sus objetivos. Ello presupone que la Administración ya considera que son gandules de necesidad. Porque a todo trabajador le pagan por realizar una función determinada. ¿Y qué es eso de que si cumplo me suben el salario? Debo llevar a cabo el cometido que se me ha encomendado y punto. En todo caso habría que sancionar al que se escaquea y se retrata como el funcionario incordio (con el público que trata), que se toma cinco o seis desayunos en su jornada laboral y que tiene trucada la tarjeta de fichar. A ese mal ejemplo hay que descontarle mucho más del 10% propuesto. Y se reincide, expediente disciplinario y a la calle. Además, ¿quiénes formarán ese tribunal que valorará los méritos contraídos? Déjense de machangadas y a currar. Si los políticos predicaran con el ejemplo, quizás no estaríamos debatiendo sobre el sexo de los ángeles.
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Los concejales de Izquierda Unida han efectuado una propuesta de mejora en el mercadillo del agricultor. Y, según leo, no gustó demasiado. Hubo más enfado que alegría. En un comunicado, presentado en el registro del Consistorio, los integrantes del citado mercadillo (no sé si todos) alegan no conocer a ningún edil de esa formación política y se quejan  de que antes debieron ponerse en contacto con ellos. Como suele decirse en estos casos: Organícense. Yo voy al trasfondo. El concejal de desarrollo rural realejero, Alexis Hernández, expresa su total rechazo a la utilización de los colectivos con fines de confrontación.
Ayer tarde, mientras daba el pateo de rigor, un amigo me pregunta si había escuchado a Adolfo en Radio Realejos. Pues no, le respondí. Hace años que no escucho esa emisora por razones de higiene mental (los apéndices no me molan). Y el señor primer teniente de alcalde (y alcalde las más de las veces por ausencias de quien cobra, y cómo, del ayuntamiento de mi pueblo para dedicarse a ejercer de consejero o presidente) no es amigo mío de Facebook. Me borró. Debió eliminarme porque antes lo era. Es que dijo estar molesto con IU por “utilizar los colectivos para cuestiones políticas”. Hombre, el manual de instrucciones, que lo ejecutan a la perfección.
Que manifiesten esta cantinela quienes no pierden ocasión de salir en la foto con escolares, deportistas, viejos, asociaciones de cualquier tipo y un amplísimo etcétera en el que puedes incluir hasta los matrimonios homosexuales, es… Déjalo estar.
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Cerraron un sector de Las Teresitas por la presencia de UN estreptococo. Sí, de uno. Eso se llama analizar con puntería. Tras las averiguaciones pertinentes, se llegó a la conclusión de que el intruso (o intrusa, que está pendiente la prueba definitiva) pudo alcanzar la zona de baño desde las letrinas de cualquier barco, O séase, que la embarcación evacuó donde no debía. Y aquello navegó, o siguió el curso de las corrientes, hacia la costa. En suma, debería clasificarse la bacteria invasora en la categoría de estreptocacas. Es más adecuado.
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Vuelve la eterna molestia de las colas en la TF-5. Me tocó el miércoles pasado. Se llevan décadas discutiendo y planificando posibles soluciones. Trenes, vías exclusivas para vehículos de transporte público, añadir un tercer o cuarto carril, un túnel de La Orotava a Güímar… En fin, qué contarte que tú no sepas. Y en ello estábamos cuando apareció el presidente del Cabildo y proclamó solemnemente que se trata de un problema de capacidad. Y estoy plenamente de acuerdo con el señor Alonso. Es un problema de capacidad… POLÍTICA. Por eso es tan complicada la salida al casos circulatorio.
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Como cuando retorne al blog ya se habrán celebrado elecciones en Cataluña, te cuento que ayer por la mañana escuchaba en la SER a Raül Romeva, número 1 de Junts pel sí. Lo entrevistaba Pepa Bueno, y, o yo soy tonto de remate (nada desdeñable), o los aspirantes nos venden todos lo mismo. Vino a decir que negociarán el reingreso en la UE desde dentro de la UE, en el supuesto de que ganen y sigan con la aventura independentista (pobre Barça, el Español no deberá tener mayor inconveniente). Y digo yo que si ellos creen que seguirán dentro, para qué demonios deben solicitar el reingreso. Si estás, estás. Un vaso es un vaso. Porque, añadió, hacer un estado nuevo no es irte del anterior, sino crear un marco nuevo. ¿Tú lo captas? Yo, no. En la república independiente de mi casa no ocurren tales incongruencias.
Sean felices. Si usted que me lee vive en Cataluña, vaya a votar, no se quede en casa. Porque tal y como anda el patio, si hay una abstención de más del 40%, chiquito porvenir. Hasta la próxima.

jueves, 24 de septiembre de 2015

La rotonda de Los Barros

Dentro de bien poco habrá nueva foto. Esta vez en Los Barros. Junto a la flamante rotonda de las estaciones de servicio. Porque es algo más que obsesión el deseo de aparecer en la instantánea. La rentabilidad del equipo de gobierno realejero parece medirse por la cantidad de visiones y me gusta en las redes sociales.
Hace dos o tres días caminé desde La Azadilla (mientras le cambiaban un bombillo al coche) hasta el Mirador de El Lance. Son 3 kilómetros justos. Con otros tantos de vuelta y va que chuta. Que ya uno tiene sus años.
Me oxigené un fisco al lado de Bentor y tuve tiempo de echar una visual a un nuevo panel informativo que debía llevar ubicado en el lugar apenas unas horas. Bien, pero tampoco para echar las campanas al vuelo. ¿Cómo? Que te crees tú eso. Al día siguiente, lo verdaderamente importante de la nota de prensa pertinente era la presencia de dos concejales (seguro que Manolo estaba en misiones de superior rango) al lado de la escultura. Con todo lo que ha visto el guanche en la soledad de las alturas, me imagino habrá pensando, al menos por un momento, hacer una ruindad, pero como no había bruma, desistió, no fuera que pensaran que no era lluvia horizontal.
Ayer, otro tanto. El alcalde y la concejala de educación dan a conocer una iniciativa para este próximo viernes (mañana). Parece que toca reírse. No sé si de las reiteradas meteduras de pata de su jefe Mariano, de las colas mañaneras de la autopista del Norte o del matrimonio homosexual. Pero allí estaban Manolo y Sandra (dos cazadores de sonrisas natos), con el cartel anunciador a sus pies, demostrando que lo suyo, lo de ellos, son las alturas. Y ahí, a nuestro pies, el pueblo llano y sencillo, sonriendo a mandíbula batiente.
Cuando se hagan las de Los Barros, como te iba contando, sería conveniente que lo hicieran en el justo instante en que pasara un vehículo largo. Anteayer por la tarde, cuando regresaba de una ligera pateada por San Jerónimo (yo sí voy a Alcampo, no como los que invitan a comprar en el pueblo y luego nos los tropezamos en determinadas grandes superficies), me tocó, por vez primera, rodear la rotonda en cuestión. En anteriores ocasiones lo hacíamos por la izquierda (fallo incomprensible en un gobierno del PP). Delante del fotingo iba una guagua de Titsa. De las normales, de las de a diario. La rueda delantera izquierda pasó sin contratiempo alguno, pero las traseras del mismo lado (esas dobles bien grandes y pesadas), no desperdiciaron la oportunidad para pisar aquella preciosidad de pavimento, que no de piche. No escribo ‘estrenar’, porque puede que otros de los de categorías superiores hayan llevado a cabo idéntica jugada.
Desconozco los autores de los proyectos municipales. Pero después de la experiencia de la Avenida de Canarias (rotondita del copón), enlace de la calle La Pila con la de El Sol, nos sorprenden con otra obra, publicitada a bombo y platillo, en la deberíamos poner, abarcando todo el círculo, a los técnicos que hayan intervenido en el expediente, junto a los concejales que se irán a sacar la foto, y esperar a que pase un container o remolque, bien hermoso y gordo, con la obligación de no mover un pie. ¿Te los imaginas? Cómo les temblaría el dedo gordo, y alguno más, dentro del zapato…
Me voy a dejar de rodeos (y nunca mejor expresado). Es que no caben. Que no pueden maniobrar con ese radio tan reducido. Si no había espacio, no haberla hecho. Tanto Mazinger Z alumbrando, y qué pocos iluminados. Además, con aquella jardinera central, en las horas de tráfico intenso, imagina que una ambulancia lleva una emergencia. ¿Por dónde piensan sus señorías que va a pasar? ¿O el camión de los bomberos? Bueno, mejor que estos no acudan, pues si traen el grande van a armar un estropicio de mucho cuidado. Quizás estén pensando desviar a todos los pesados (lo mismo me obligan a mí también) por el Callejón de Los Cuartos, que ha quedado ‘flamante’ tras su ampliación, con recogida de pluviales incluida. ¿Cómo? Serás tú, porque yo sí lo vi.
Entre estas cosas de mi pueblo y el foso para salto de longitud que han hecho en La Frontera para que Belén Allende y Alpidio Armas diriman quién salta más lejos, me quedo con el esperpento de la adjudicación de los viajes del Imserso.
Bueno, amigos, mañana es viernes y deberé darme una vuelta. Si observas algo raro no creas que te estoy tomando el pelo. No pienses que me río de ti. Me río de mí. Por no llorar.
¿Nos vemos? Nos vemos.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Diálogo parsimonioso

–Oye, qué arena más finita, suave y delicada. Da gusto caminar en ella…
–Sobre ella, mejor.
 –Vale. Aunque sea despacito, paso a paso, al golpito. Parece que flotas. Es como el tartán de las pistas de atletismo o como el piche nuevo de la autovía…
–¿Acaso has participado alguna vez en una competición? Como no haya sido en una de resistencia y sin cronómetro.
–Ños, das siempre unos ánimos que un día de estos me tumbo a la bartola. No de cangas al aire, porque después no puedo darme la vuelta, pero retraso aún más mi metabolismo y…
–Y como te vuelvas más lenta, lo mismo te debemos llevar la comida. O dártela por biberón.
–Mira tú la que me reprocha y sermonea. ¿No hemos estado cuatro meses viviendo de gorra? Estoy pensando dar la vuelta y volver al centro.
–Ahora que estamos a escasos metros de la tan ansiada libertad, no es cuestión de elucubrar con disquisiciones de tal enjundia.
–Madre mía, el escucharte me da pie a sostener con mayor ahínco el argumento anterior. ¡Cuánto has aprendido en La Tahonilla!
–¿No sientes un cosquilleo en tu interior al escuchar nuevamente el rumor de las olas?
–A medias, porque recuerdo con nitidez la tranquilidad de aquel estanque en el que la comida te venía servida. Y sin los peligros de las basuras oceánicas.
–Pero nuestro ADN nos marca un destino más universal, de mucho más amplio recorrido, de disfrutar de kilómetros en la inmensidad marina…
–Como sigas con la perorata, giro 180 y me piro…
–¿Te piras? Será, en todo caso, retorno.
–Vale. ¿Tendremos el mismo derecho que otros refugiados al asilo?
–Mira, estamos ya a punto de mojarnos las patas. Ese gentío que nos ha señalado el camino se muestra expectante y desea que veamos cumplido el objetivo.
–El mío, no, el de ellos. Ahí ves al alcalde, con todos sus concejales, aplaudiendo a rabiar. Ni que fuéramos votos.
–Bueno, casi. Estarás conmigo en que nos botan.
–Ellos sostienen que nos sueltan, pero yo le había cogido cariño a los cuidadores. Cómo nos mimaban.
–Sí, es verdad. Mas esa etapa concluyó. Debemos enfrentarnos al futuro en nuestro hábitat natural.
–¿Hábitat natural o cada vez más artificial? Oye, que también me dio tiempo de aprender algo. Y escuché que ese lugar de condiciones apropiadas para que viva un organismo, tú y yo, por ejemplo, se lo está cargando el mayor depredador que existe en la actualidad sobre la faz de la tierra (incluye los mares). ¿O te olvidaste de la bolsa de Mercadona?
–¡Uy!, una ola, cuánto tiempo, qué sensación más fresquita.
–No sé, no sé. Sigo con mis reparos.
–Venga, arrojo y valor, no seas boba.
–Ya está, la cagaste con la palabra mágica. Con lo bien que íbamos. Es como si me hubiesen quitado la careta.
–Lo siento, estás de un susceptible subido. No vayamos a dar más espectáculo aún. Y no te metas de golpe, no sea que te dé un síncope.
–Glu, glu, glu…
–¡Zas!, ¡Pum!, ¡Chas!
Y se perdieron por entre las profundidades. Alguno quiso verlas, me imagino que saldrían a respirar, en los confines de La Grimona, rumbo a Las Aguas y El Cantito. Otro aportó una versión diferente y sostuvo que esa misma tarde (si el andar es lento, el nadar no se destaca por su fluidez) enfilaban territorio Norte a la altura de El Guindaste, en dirección a las Islas Salvajes…
La playa de El Socorro quedó vacía. La algarabía estudiantil se marchó en la guagua. Ecologistas y políticos, fifty-fifty, se fueron a echar el tentempié de media mañana. El cronista aguardó otra media hora por si la posibilidad de la última instantánea… Aunque no. Silencio absoluto. Llega un surfista, luego otro par. Silencio relativo…
Y hasta aquí, señoras y señores, lo que dio de sí este nuevo capítulo medioambiental. Recordemos a Félix Rodríguez de la Fuente y dejemos a Iker Jiménez haciendo cábalas en su Cuarto Milenio.
Fin.

martes, 22 de septiembre de 2015

Maltrato animal

El único animal que pasea tranquilamente por mi casa, duerme en su cama, hace sus necesidades donde está reglamentado, sube a la azotea a coger el sol y sale de paseo en los momentos estipulados es el autor de las líneas que usted tan amablemente lee en estos precisos instantes. A mucha honra y a su entera disposición. Vengo a ser como aquel amigo que tras una intensa conversación, surgida a consecuencia de la ingesta de unos buenos vasos de vino, le espetó a su interlocutor esta sentencia final: “Y el que está hablando con un cerdo es usted”. Eso, el que nace lechón, muere cochino.
Pues sí, amigos. En casa ha habido perros, canarios, pericos, agapornis, ninfas… Pero ahora mismo solo quedo yo. Y puedo jurar solemnemente que no siento maltrato por lado alguno. Es más, diría que vivo a cuerpo de rey. Me levanto a la hora que me venga en gana, tengo aseguradas un mínimo de cuatro comidas al día. Hago la siesta como cualquier españolito bien avenido. Me acuesto temprano y dispongo de una tele en el dormitorio. Hay dos cuartos de baño y un aseo en casa para evitar las disputas que pueden surgir con cualquier retortiño (¡Oh!, anoche mismo de madrugada). El coche duerme bien protegido en el garaje. Tengo un patio todo lleno de helechas de colgar… Y mi mujer me mima. Eso sí, hago todos los recados, saco la basura, riego las plantas, voy a comprar el pan, paso de vez en cuando por el cajero…
Y, casi de repente, llevamos una temporada en que nos hemos despertado de un letargo de siglos. Tengo la impresión de que la sociedad en peso se ha vuelto vegetariana. El respeto a la clase animal, la nuestra, se ha elevado hasta límites jamás conocidos ni alcanzados. La venta de armas ha descendido hasta el punto de que los directivos de las empresas dedicadas a tales menesteres, están pensando seriamente cambiar la actividad y convertirse en distribuidoras de historietas tipo Alicia en el país de las maravillas. No me extrañaría una pronta aparición divina en la Piedra de los pastores, a lo Virgen de Fátima.
Somos falsos, coño. Mucho más de lo que se preveía. Abominamos del Toro de la Vega –y bien que está– y otras salvajadas que se practican por esos pueblos de la España profunda y atávica, a la par que permitimos, consentimos y aplaudimos aberraciones tanto o más peligrosas.
Que no, hazme el favor de no empezar. No defiendo atrocidades ni justifico comportamientos que solo vienen a confirmar que lo de animales se nos queda corto. A lo peor todo se reduce a la manía televisiva de invadir hogares con periodos de sangre. O con sangre de periodos, que todo parece ser válido.
Se discute en Europa, ante la avalancha de sirios que huyen de la barbarie, si dar comienzo –eso sí, en plan preventivo– a los bombardeos humanitarios de aquel país en permanente conflicto bélico. Debe ser una consecuencia del nefasto bautizo de la expresión efectos colaterales, como si de la industria farmacéutica se tratase. Y nos quedamos tan anchos cuando sentados cómodamente en el sillón de la sala escuchamos tales sinsentidos. Ni nos inmutamos. Porque esos ejercicios forman parte importante del PIB, de las balanzas de pago, de los déficits y de los presupuestos. Hasta nuestro ministro de Hacienda goza de un apellido bastante acorde: MonTORO.
Mejor armarnos todos hasta los dientes y ahorraríamos ingentes cantidades de euros que se están yendo en mantener cuerpos y fuerzas de seguridad. Que en la mayoría de las veces, por meras razones de operatividad, llegan tarde. O cuando, por pura casualidad, acuden dos a un tiempo, se pelean entre ellos por ver quién sale en la tele.
Al contrario que otras muchas ilustres cabezas ineluctablemente amuebladas, sostengo que la inmensa mayoría de problemas no se van a solventar con retransmisiones en directo. Hay que sentarse para ir perfilando las bases de un cambio profundo de mentalidad. En todos los ámbitos. Ese transmisor de ideas que es la ventana abierta de la televisión, no ha valido más que para despertar curiosidades, cuando no morbo sin más.
Tampoco es asunto a resolver desde la escuela, como muchos también argumentan. Los valores adquiridos en el proceso educativo de bien poco valen si luego no se practican en todos los órdenes de la vida. Somos los adultos quienes inducimos a los críos a incumplir normas del más puro sentido común.
Las prohibiciones per se, sin más y en las más de las ocasiones, fomentan la acción a vedar. Recuerden el no toques eso de la madre solícita ante el inquieto chaval. No es necesario esperar demasiado para contemplarlo hecho añicos en el suelo.
A muchos ganaderos he escuchado que los censos de animales de cuatro patas son bastante fáciles de resolver. Mientras no acontezca lo mismo con los de dos, me temo que polémicas estilo Toro de la Vega tengamos para rato.
Sean felices, pórtense más o menos y hasta mañana.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Parlamento europeo

Cuando no existía este estado descentralizado que ahora tenemos, alcaldes y concejales se trasladaban a Madrid en busca de dineros para obras con la frecuencia que los presupuestos municipales permitían. Dicho de otra manera, ese capítulo de gastos para que los políticos se den tono no era, ni por asomo, tan generoso como ocurre en la actualidad. Por lo que los dispendios eran mucho más comedidos.
O para firmar créditos con el BCLE para financiar aquellos proyectos con los que se levantaron los cimientos, y algo más, de las poblaciones actuales. El Banco de Crédito Local es creado en 1925 como sociedad anónima con el objeto de financiar a entidades locales, participando en su formación tanto instituciones públicas como privadas. En 1962, la Ley de Ordenación Bancaria nacionaliza, entre otros, al Banco de Crédito Local, convirtiéndolo en entidad de derecho público. Posteriormente, en 1971, la Ley de Organización y Régimen de Crédito Oficial lo convierte en entidad oficial de crédito, bajo la figura jurídica de la sociedad anónima. En 1991 se constituye la Corporación Bancaria de España (CBE) que fusiona entidades bancarias de carácter público bajo el nombre de Argentaria. El 19 de octubre de 1999 se produce la fusión de Argentaria y el BBV (Banco Bilbao Vizcaya), quedando integrado el Banco de Crédito Local en la estructura del BBVA, siglas del grupo empresarial resultante de la fusión.
Llegaron las autonomías y cuando parecía lógico que todo se resolviera en el propio territorio (en nuestro caso, en Santa Cruz o en Las Palmas), viene a resultar que las excursiones a la capital del reino no han finalizado. Es más, diría que se han incrementado. Porque hay que ir a hablar con el ministro en su despacho. ¿Para qué pagaremos los ciudadanos los móviles de nuestros representantes? Lo mismo para que hablen con la parienta a ver qué hicieron de comer. Pero si no lo hacen en sus casas sino en cualquier restaurante con cargo a la Visa no sé qué.
Pasó el tiempo y debimos ampliar fronteras. Nos admitieron en la Comunidad Económica Europea en 1985, cuando gobernaba Felipe González, después de un largo proceso para la adhesión. Hoy, como sabemos, y si no vamos a la Wikipedia, tras el Tratado de Maastricht (1993) formamos parte de la Unión Europea (una comunidad política de derecho constituida en régimen sui géneris de organización internacional nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los Estados y los pueblos de Europa).
Como noticia destacada de la Villa Histórica de Los Realejos (mi pueblo) me tropiezo este fin de semana con: “El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, y el concejal de Relaciones Institucionales y Grandes Proyectos, Darío Pérez, visitaron a inicios de esta semana la sede del Parlamento Europeo, en la que mantuvieron diversos encuentros con el objetivo de estudiar de cerca los fondos de financiación de los que se puede beneficiar el municipio en el desarrollo de sus proyectos”.
Acabo de captar, tras la lectura de la información, cuál es el cometido del concejal de los Grandes Proyectos. Estarán conmigo que una misión tan importante no se puede resolver en estas peñas atlánticas. Ni se puede contactar con los europarlamentarios, que son unos señores (los hay de todos los partidos) que viven muy bien y cobran mejor allá en Europa. No, los elegimos y después vamos a hablar con ellos allende los mares. En Estrasburgo, Bruselas o Luxemburgo, que las tres ciudades acogen sedes del Parlamento supranacional.
En España hay más de ocho mil ayuntamientos. Si debemos añadirles los que poseen los otros veintisiete países miembros, reventamos la calculadora. Imagínate que van todos a ‘llorar’ (como los refugiados) por esas lejanas oficinas. Bueno, para abreviar, me gustaría que mi alcalde hiciera público el gasto habido en esa magnífica gira europea. Porque de la lectura de los párrafos que a continuación iré transcribiendo, nada en claro obtengo. Salvo la novelería del garbeo. Porque todo eso se puede resolver desde el despacho de la Avenida de Canarias. Que ya está bien de darse tonito. Entre estos dispendios y los cargos orgánicos, aviados vamos de y con su gestión.
Manuel Domínguez destacó “la importancia para Los Realejos, como localidad insular, de acogerse a una serie de ayudas de ámbito europeo que permiten sacar adelante iniciativas en materia medioambiental, energética o de desarrollo de infraestructuras y comunicaciones que redundan en la mejora de la calidad de vida de los realejeros”.
¿No le entregó en el Mirador de San Pedro un dossier al que se comía los yogures caducados y se bañaba con agua fría (el mismísimo Cañete) con el que la Rambla de Castro iba a quedar más elegante que toda la parafernalia de la boda de Maroto con su novio de siempre? Y otra pregunta: ¿Asistió algún representante de su equipo de gobierno al enlace? No, por nada, simplemente por comprobar si les bajaba la sopa después de haber tragado tantos sapos.
Seguimos desmenuzando:
En este sentido, el edil mostró su “satisfacción con esta visita tras la serie de reuniones políticas y con entidades especializadas en el alcance de ayudas y cooperación desde la administración supranacional”. Se mostró “esperanzado” y manifestó “confiar en que Los Realejos pueda acceder a la financiación de proyectos en el marco financiero europeo 2015-2023”.
Deduzco que nos habría salido más barato leerse el folleto. Ese en el que se detallará qué opciones convienen a los ayuntamientos. Porque, estimado alcalde, esperanzado también estoy yo. Sigo empeñado en sacarme la Primitiva sin acudir a presenciar en directo los sorteos de jueves y sábados. Salvo que la generosidad consistorial me abone dietas de asistencia, ya que nunca me arreglaron el finiquito.
Y vamos con el concejal. Que para ser nuevo en el cargo, lleva una velocidad y una práctica (a tenor de las siguientes líneas), que lo mismo demanda unos meses de residencia en el ‘centro de operaciones’. Manda narices. Y uno tiene que ahorrar lo indecible para ir una semana a La Gomera.
Darío Pérez incidió en “la necesidad de estar cerca del centro de operaciones de la Unión Europea, que es donde se pueden conocer de primera mano una serie de herramientas que contribuyen a impulsar ideas e iniciativas aplicables a Los Realejos, tal cual hemos hecho recientemente con reuniones con diversos ministerios iniciando ya el camino en el ámbito nacional”.
Por si era poco, el aventajado edil reconoce haber tenido otras tertulias con diferentes ministerios. Pues nada, Manolo, cómprale un jet privado al inquieto. Hazme el favor, cuando acabe el mandato en 2019, de cuantificarme los euros que han llegado al solar de Viera. Ya no tendrás excusas para los ‘Grandes Proyectos’ pendientes. Yo estoy muy contento. Los del Cine Viera, también. La casa donde nació el ilustre polígrafo se adquirirá antes de diciembre y el próximo año, un museo. La Gorvorana, qué ilusión. La de Agustín Espinosa, tranquilízate, Germán. ¿Sigo? No, que les fastidio la próxima nota de prensa.
Los representantes realejeros dieron buena cuenta de las características geográficas del municipio en número de habitantes, dispersión del territorio, orografía, clima, entre otras cuestiones, así como el amplio espectro de parajes naturales protegidos o la decidida apuesta por la promoción turística a través del deporte y vinculado estrechamente a la naturaleza.
¿Y para qué se gastaron tanto en folletos y documentales? ¿No bastaba con enviarle unos cuantos por Correos o servicio de mensajería? Reitero y vuelvan a mirar la foto (la tienen en el programa electoral), ¿y todo lo que le entregaron a Arias Cañete? Vuelvan a leer el párrafo en cursiva. ¿Creen, de verdad, que para esa explicación hacía falta que dos personas (o a lo peor fueron más) disfrutaran de semejante excursión? Y lo mismo han invitado, con cargo a las arcas públicas, a que vengan otros tantos de vacaciones. Para comprobar in situ ‘la decidida apuesta por la promoción turística’. Y los viajes del Imserso, paralizados.
El alcalde valoró “este primer paso en el recién estrenado mandato y con una concejalía específica dedicada a las relaciones con otras administraciones y la búsqueda de sinergias para poder desarrollar proyectos conjuntos, algo que verá sus resultados con un mayor alcance de determinados proyectos municipales que por sí solo no podría asumir el Ayuntamiento”.
Y salieron las sinergias. Y reconocen que se trata de un primer paso. Y vaya novedad. Como si fuera una primicia el que proyectos municipales fueran financiados con dineros provenientes de otras administraciones.
Un consejo: Para ese segundo paso (y los que queden), mejor quédense callados. Quizás si no nos enteramos, no nos escandalizamos. Porque todo lo expuesto en la nota en cuestión, se resume en pura y dura inconstancia. Fichen por Los Noveleros, salgan en el próximo Carnaval con estas gracietas y nos reiremos o no en función de cómo ande nuestro bolsillo. Aprovechen alguna salida para hacer las Américas, que Obama quiere una España unida. Y Los Realejos tiene un peso específico muy elevado. Tu autobombo y tu promoción interna, ya raya la desfachatez, mi alcalde cada vez más ausente.
A perdonar la extensión, pero el asunto lo requería. Hasta mañana.

viernes, 18 de septiembre de 2015

En fuera de juego

Los millones de refugiados sirios que desde hace más de cuatro años salen de su país, sumido en conflicto permanente, escafidiendo, buscan con ahínco a quien les atraviese el cango y se vayan de mandoble al suelo. Parece ser la única vía factible que vislumbran para que se apiaden de sus desgracias.
El traspiés (versión lucha canaria y que es defensa de la cogida de muslo) que le mandó la periodista húngara Petra Laszlo a Osama Abdul Mohsen, con su hijo Zaid en brazos, fue de lo más premonitorio. La caída perfecta del pobre infeliz, sin soltar en ningún momento a su pequeño vástago, escena contemplada por medio mundo (la otra mitad no tiene tele), constituyó el aldabonazo para despertar conciencias… futbolísticas.
Ya se hallan padre e hijo en Getafe. Se tramita el reencuentro con su mujer y resto de hijos. El progenitor, ya lo hacía en Siria, entrenará un equipo de fútbol en la localidad madrileña. Final feliz. Suerte, casualidad o destino han jugado a favor de una familia que ha hallado la luz al final del túnel. Todos nos alegramos y compartimos la buena nueva.
Los medios de comunicación, como siempre, se han volcado con lo inmediato. Tanto que casi olvidan el origen. Y que centenares de miles siguen jugando su peculiar partido. Con un marcador bastante adverso. Y, a lo peor, entre ellos, varias figuras balompédicas en ciernes. Pero entre saltar vallas, huir de los uniformados e intentar cubrir sus necesidades más perentorias, no han tenido tiempo ni espacio para demostrar sus habilidades.
Da la triste impresión de que España ha cubierto el cupo con este gesto. Y, quizás, vaya Rajoy a darle la bienvenida cuando pise por primera vez el césped. Y le regalará una camiseta del Madrid al infante. ¿Qué esperabas, una del Barça? Qué bueno que no valen los fuera de juego.
……………
Hace tiempo, bastante, que no escribo nada del bello pueblo vecino de San Juan de la Rambla. Una muestra palpable de que desde las pasadas elecciones de mayo el afer municipal se ha normalizado hasta los extremos que se requiere en una sociedad madura. No obstante, parece conveniente plasmar unas líneas acerca de lo acontecido en la última sesión plenaria. En la que se llevó a la consideración de los miembros de la corporación el Plan Económico Financiero 2015-2016. Asunto de suma trascendencia para cumplir conseguir la estabilidad presupuestaria que exige el Gobierno nacional. Y que el anterior pacto, más preocupado por sus generosas asignaciones, había olvidado por completo.
Consiste, grosso modo, en la aplicación de estas tres medidas: reducción del apartado de remuneraciones a concejales del grupo de gobierno (76,23%), que supondrá un ahorro de 212.450 euros anuales; control exhaustivo en los gastos de bienes y servicios corrientes; y, por último, optimizar la recaudación mediante la adecuación de padrones para un correcto cobro de tasas y revisión de ciertos impuestos, alguno de ellos, como las plusvalías, que ni siquiera se abonaban a las arcas públicas.
Se trata, en suma, como sostiene el edil de Hacienda, Cayetano Silva, de ajustarse el cinturón desde el propio ayuntamiento, antes que repercutir las acciones en los vecinos, que ninguna culpa han tenido en el desajuste o desfase en el que se halla sumido el consistorio por mor de unos. Eso, de unos, sin más.
A la hora de las votaciones el grupo socialista se quedó solo. Los cinco concejales del grupo que ahora lleva las riendas sanjuaneras, observaron cómo el resto de grupos (AIS-CC, tres concejales, y Mixto, formado por dos concejales de AUP, dos del PP y uno de VxT) no estimaron oportuno dar su conformidad al plan esgrimido, pormenorizado y argumentado. Podría uno, dentro de una ingenuidad sacada de contexto, que se dice, intentar comprender a los ediles que han accedido al ayuntamiento en estas últimas elecciones. Puede que hayan pensado aquello de esto no va conmigo. Craso error, pero allá cada cual. Ahora bien, que los tres representantes de Coalición Canaria, partícipes bien directos del desaguisado económico en que dejaron la conocida popularmente como la lata del gofio, raya el despropósito, cuando no la desfachatez. Aunque el colmo del esperpento, como casi siempre, vino de la mano del anterior alcalde. Seguro que Tomás se despertó en el justo instante de la votación. O que, en el supuesto de haber estado despierto y atento (y entender lo que se guisaba), lo mismo haya pensado que su voto a favor podría suponerle una merma en la asignación mensual y, en lógica consecuencia, plasmó su disconformidad con un rotundo voto negativo. Quizás, como la concejalía de hacienda en el mandato anterior no era responsabilidad suya directa, ni siquiera era sabedor de que Abreu no limpió las telarañas antes de recoger. Genio y figura. ¿En fuera de juego? Ya te dije antes que no valían.
Sean moderadamente felices, tengan un estupendo fin de semana y nos encontramos el próximo lunes en Pepillo y Juanillo. Para los pequeños detalles, si gusta, me puedes localizar en Facebook y Twitter. Estoy de un moderno… Dicho queda.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Vallamos pues por partes

Ni me he vuelto loco ni intento llamar la atención para que se incrementen las visitas al blog. El título en cuestión forma parte del escrito del juez Enrique López en el que argumenta su negativa a abstenerse en el denominado caso Gürtel. Aquellos que lo recusan se basan en su nombramiento como vocal del Consejo General del Poder Judicial y como Magistrado del Tribunal Constitucional a propuesta del Partido Popular. Formación a la que siempre le ha agradecido públicamente tales consideraciones. Vamos, que simpatiza con las huestes de Mariano. Pero aquí lo de amistad o enemistad manifiesta, a mí plin.
No me extraña lo más mínimo que al susodicho se le trabuquen los dedos en el teclado, porque no hemos de olvidar que fue cazado conduciendo una moto, sin casco y con unas copas de más. Ni vio el semáforo rojo que tenía delante.
Tampoco debe extrañarnos el alto dominio ortográfico que se cuece en las instancias judiciales. Recuerden que fue pillada el acta manuscrita de la sentencia, cuando un jurado popular declaró no culpable a Francisco Camps, con unos elegantísimos faborable y a deliberado. Y con esa manera de deliberar, a nadie extrañó que el señor sonrisas se carcajeara de todos nosotros sin devolver un regalo.
Este pasado martes se reunió la ejecutiva regional de PSC-PSOE. En las fotos que se han publicado nos tropezamos con el senador Julio Cruz. En alguna de ellas, bien entretenido con su móvil. Me imagino que el nuevo, el que debieron entregarle en Madrid. Y te preguntarás: ¿Y qué? Y yo: ¿Cómo que y qué? ¿Tan escaso tiempo en la capital y ya aprendió a escaquearse? ¿Qué hace en Canarias un martes por la tarde?
La actividad parlamentaria se reduce, como mucho, a hacer acto de presencia (a fichar) los martes, miércoles y jueves. Los lunes, por ejemplo, se reúnen las comisiones ejecutivas nacionales de todos los partidos. Y como diputados y senadores forman parte de tales órganos, los imbéciles (inclúyete, que ya yo lo hice) les estamos pagando por dedicarse a menesteres que deberían realizar sin tener que interrumpir al trabajo, es un decir, por el que cobran un generoso sueldo. Así que don Julio nos está demostrando el valor exacto de una cámara inútil. Y aprendió rápido. Bueno, ya él iba con un bagaje experimental bien surtido.
Por eso, don José Vicente, no me venga con cantos de sirena en la intención de renovar el Senado. Pero, y esto me duele más, es que jóvenes (doña Olivia o don Jonay) se suban al carro de los despropósitos, cuando lo que deberían hacer, para darle credibilidad a la organización, es una propuesta de reforma constitucional en la que se contemple su disolución. Que es el sentir generalizado de una sociedad que la sigue pasando canutas, mientras se despilfarran dineros para no hacer nada. Sí, esta cámara no aporta un miligramo a esta democracia tan necesitada de valores; no vale un céntimo. Y esas aspiraciones vienen a confirmar su utilización como refugio, como salvavidas (políticas). De perdedores, normalmente, en otros ámbitos.
La tenía, y quiero seguir haciéndolo, en mucha estima, aun sin conocerla de nada, doña Olivia. Pero nos queda el amargo sabor de que al no haber funcionado el pacto en Arico (y CC exigiendo a los herreños, cuánto cinismo), se intenta volar más alto para olvidar sinsabores, traiciones y demás. Que no, no discuto su valía (ni la de nadie), pero luche en su pueblo para ganarse el favor de sus habitantes y arrasar en las próximas. Este intento de desembarco en una institución cada vez más puesta en solfa, solo desvirtúa su trayectoria. Se lo dice un viejo que viene contemplando atónito el pasacatre socialista desde aquel lejano 1987 en que decidió volver a las aulas desde una posición bastante cómoda. O atractiva, al menos.
Repulsa generalizada por el ataque vandálico al coche del portuense Marco González. Se lo rayaron y le rajaron las cuatro ruedas. Eso parece. Consecuencia, quizás, del encono surgido en una noble ciudad, abierta, cosmopolita y tolerante. De los lodos de un costado del Barranco San Felipe, los barros que se extienden por la geografía municipal hasta más allá del de Martiánez. En las redes sociales, un sinfín de adhesiones. Como no podía ser menos. Echo en falta una. Muy significativa. De alguien que fue condenado por hacer lo mismo. Y que perdió con el ahora portavoz en el ayuntamiento en la disputa por la nominación. Y que aspira a dar notable brinco a tierras peninsulares. También como joven sobradamente preparado y con la intención de realizar profunda transformación del Senado. Qué apetecible se ha vuelto.
Anteayer todos combatimos el Toro de la Vega. Se esgrimieron muchísimas lanzas. Dardos por doquier. Aquellos, los más, que abominan del macabro espectáculo, con amplísima profusión de fotografías y vídeos. Retratos del asesino leonés e imágenes de las matanzas de humanos por los astados maltratados. La legítima defensa de unos animales enfurecidos que cornean a diestro y siniestro. Acabemos con este circo. Pero con más circo. Morbo a la enésima.
Facebook se plantea poner un ‘No me gusta’ para los comentarios de los usuarios. Lo entiendo necesario en determinados pasajes. Como somos un país raro, me temo que vamos a tener más enemigos que amigos. Y veremos cómo de las controversias surgirán más memeces que sentencias dignas de crédito.
Por todo lo expuesto, les juro solemnemente que el titular de este comentario iba a ser ‘Un país de contrastes’. Aunque puede que el señor magistrado me ayude a un par de lecturas más, por lo que le quedo sumamente agradecido. Y me pongo a su deposición, por si necesita otro corrector.
Hasta mañana.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Emociones

Ayer fue un día de emociones. Me guardo las deportivas porque esto no es el Marca. Ni el As. Si acaso la sota de bastos.
Qué alegría ver tomar tierra al Boeing 737, vuelo 8555 de Ryanair, procedente de Londres, con 186 pasajeros a bordo, al aeropuerto castellonense del administrador de loterías, señor Fabra. Un aterrizaje puntual (a las 10:30), en sentido Norte-Sur, sin rodeos ni aproximaciones tediosas, sin problemas de controladores, sin esperas, sin colas, con todos los mostradores a pleno rendimiento, con unas cintas (para recoger las maletas) flamantes. Estamos ya, casi, a la altura de cualquier país europeo. Y ahora cuando hallemos comprador para el de Ciudad Real, hasta los patos de las Tablas de Daimiel no van a tener que hacer más esfuerzos en sus traslados. Con ir a las Lagunas de Ruidera, habrán cumplido todos sus deseos migratorios. Así da gusto.
Se acerca el día de la (e)moción. Algunos se percatarán de que el coche de Alpidio no tiene marcha atrás. Como los trenes. Y brega duro. Cuando pone la mano a la espalda y aprieta, no hay cango que lo tumbe. Ni pardelera que se le resista. Inténtalo y te mete una contra, de talegazo incluido, que apareces en La Maceta bien plantado y abonado. Expúlsenlo. Sería la número taytantos. Y ahí está.
Usar el ordenador en clase no ayuda mucho. No produce mayor alteración en el alumnado. Normal. No quisiera presumir pero lo vengo sosteniendo desde antes de jubilarme. Unos chicos que ya lo tienen todo, que en sus casas disponen de todos los últimos inventos (usados para solaz y divertimento), ¿qué les va a sorprender si la mayoría de los profesores van a remolque? Claro que hay excepciones. Magníficas, pero no es la tónica dominante. Esto es como los libros de texto plagados de dibujitos por todos lados. En la era de la imagen, ni atractivos resultan. Sufren indigestión con el más de lo mismo.
Interiorizó tanto el modelo de BMW que estaba presentando en Fráncfort el director de la marca alemana, Harald Krüger, que sufrió un desmayo de tal calibre que si no lo agarran le pasa lo que al otro rey. Eso, se escoñeta la cadera. Está bien que me pase a mí si me regalan un fotingo de tal calibre, pero él debiera estar ya acostumbrado. Lo que realmente me llamó la atención fue el apellido, porque me acordé de una marca de cigarros que abundaba entre la clase trabajadora de las plataneras en aquellos años en que esos rolos existían por este Norte. Era yo bastante joven. Seguro que tú no habías nacido aún.
Pero las emociones más fuertes vinieron de la mano (mejor, de las patas) del Toro de la Vega. Como estuve este pasado mes de junio en Tordesillas, no me resisto a plasmar unas líneas de este acontecimiento. Pero desde el otro lado. Me explico:
Ojalá sea el último, sentencia repetida ayer hasta la saciedad. Editoriales, artículos de opinión, informaciones sesgadas y amplísimo despliegue en la localidad vallisoletana. Y cinismo en enormes dosis.
Nunca me gustaron las riñas de gallos. Las de perros, una aberración. Las corridas de toros, otro anacronismo más de este país carpetovetónico. Y las tradiciones centenarias que proliferan por tierras peninsulares, una rémora de una nación anclada y aún cerrada al norte por Los Pirineos.
No dudo de las buenas intenciones de quienes se manifiestan para abolir tales prácticas. No descarto que entre ellos se cuelen los pocos que se aprovechan de que el Duero pasaba por allí. Pero la fuerza de la sinrazón no se puede combatir con la siembra de la razón a la fuerza. Porque se degeneran las buenas intenciones.
Y qué aves de rapiña son los medios de comunicación. Pierden toda la credibilidad en su afán de trasladar lo que aconteció en aquellos escasos minutos. No difieren mucho de todo ese conjunto de los falsos del yo no lo vi. Como los chiquillos cuando se tapan los ojos con ambas manos, pero dejan los dedos separados para echar una miradita de vez en cuando.
La mayoría se ha decantado por la postura racional de la prohibición. Pero, al tiempo, la profusión de imágenes (fotografías y vídeos) con todo lujo de detalles (cuanto más duros mejor) es de tal calibre, que la sospecha invade las mentes más ecuánimes.
Las imágenes de la muerte. Así hemos seguido en directo la barbarie del Toro de la Vega. Así mató ‘Cachabo’ (el lancero leonés) a ‘Rompesuelas’… Me temo que a más de uno no le interesa que este chollo se acabe. Aunque en la columna de al lado condense un capítulo de excelentes propósitos. ¿Hemos olvidado el niño sirio de la playa?
Sí, ayer todos fuimos ‘Rompesuelas’. Ayer abominamos de tradiciones atávicas. Pero ayer, asimismo, mucho falso se introdujo en nuestros hogares a través de la pequeña (ya no tanto) pantalla para demostrarnos que en su fuero interno bulle la idea de que la escandalera dure varias temporadas más.
Yo no le echaría la culpa al alcalde. La capacidad de legislar en este país no radica en los ayuntamientos. Escuchar las declaraciones del ministro de (in)Justicia sí que me produjo intenso dolor de estómago. Debe ser que al Partido Popular no le interesa modificar estos abortos (de la naturaleza humana).
Mañana más, si a bien lo tienen.

martes, 15 de septiembre de 2015

Aspirantes

Soy consciente de que acerca de este tema ya hemos emborronado cuartillas. Pero no me resisto a permanecer en silencio (caligráfico) ante la avalancha de nuevos escritores que vienen proliferando en medios de comunicación tradicionales, así como en este mundo de las nuevas tecnologías. Gentes que están cuatro años en el silencio más absoluto y, de repente, despiertan de un soporífero letargo con artículos de opinión, pintadas en muros virtuales y llamamientos a cambios y renovaciones. Cuánta incongruencia y qué dosis de cinismo con aderezos de hipocresía.
Comienzan a perfilarse aspirantes a candidatos. Se trata de convencer a simpatizantes, mucho más a los militantes, con cantos de excelencia, para que desde las agrupaciones locales caigan muchas nominaciones. Aunque tampoco vayas a creer que es condición indispensable. Porque los comités, tanto insular como regional, pueden pasarse tales acuerdos por el túnel de Los Roquillos, ahora que El Hierro está de moda. Y no por las quesadillas. Alpidio se la tiene jurada a José Miguel y hasta que no se salga con la suya, tiembla Patricia.
Harto sabido es, desde los tiempos en que un servidor era “cosa pública” (ahora debo ser “cosa ignorada”), los componentes de los citados comités no acudían a las reuniones con votos cerrados, con mandatos de sus respectivas asambleas, sino que sobre la marcha deciden lo que mejor crean conveniente, o, quizás, entiendan se adapte a sus particulares conveniencias. Sí, no te escandalices, reitero: a sus particulares conveniencias. De no ser así, ¿cómo crees que se mantienen unos muchos por los siglos de los siglos?
Aquellos que han sido capaces de seguir esta trayectoria escritora (al menos en el blog), conocen que reputados especialistas me tienen prohibido votar por al PP o por CC. Aunque no me negarás que resta aún un amplísimo abanico. Ya se sabe que cuanto más a la izquierda, los chiringuitos no forman cooperativas ni habiendo esnifado gofio en polvo. Y como donde hubo siempre queda, no voy a negarte que sigo el deambular (es que caminar, lo que se dice caminar, no acabo de asumirlo) socialista con sumo interés. Y ya enseñan la patita los de las anteriores, las anteriores, las anteriores y, a lo peor, las anteriores.
No atisbo uno nuevo, virgen, inmaculado. No lo pongo en femenino porque me espetan que estoy bordeando la intimidad y otras menudencias. Todos los que se (auto)proponen solo aportan experiencia. Es decir, traducido a román paladino, años y años aupados. Algunos simularon retirarse en las pasadas elecciones locales y autonómicas y vuelven a la palestra, se supone que con las pilas recargadas, para demandar nuestro consentimiento y alcanzar la ansiada meta madrileña: viajes gratis (incluyan taxis) y horario reducido (de martes a jueves).
Los nombres que se barajan (bastantes con actividad frenética, nula hasta bien poco, en redes sociales) poco aportan. Porque vemos un nítido síntoma de más de lo mismo. Lo que me recuerda una viñeta de Forges en la que en una reunión de cargos públicos alguien manifestaba: “Tenemos que volver a ilusionar a nuestros simpatizantes. ¿Qué se os ocurre?”. Y uno de ellos respondió: “Dimitamos”. Yo he preferido, desde tiempos inmemoriales,  que es menester echarse a un lado, dejar paso. Porque todos sirven, todos valen, pero las indigestiones son malas de necesidad.
Apuesta abiertamente Francisco Hernández Spínola por “El cambio que une”. ¿Qué cambio? ¿Cómo pueden los mismos cambiar algo? Cámbiense ustedes. Mi trabajo en el Gobierno de España, en el Gobierno de Canarias, en el Parlamento autonómico y en el propio partido como Vicesecretario General de PSC-­PSOE en Canarias puede ser una herramienta útil para defender nuestros ideales, nuestro programa y nuestro compromiso social. Con todos mis respetos, Paco, será para defender tu interés. Con esa teoría tuya, lo único que están consiguiendo es que el Congreso de los Diputados se convierta en otro Senado, en otro cementerio de elefantes.
Idéntica teoría le puedo aplicar a Lola Padrón en el supuesto de que dé el paso asimismo. De qué me valen que me esgriman de que aún son jóvenes, si llevan más de media vida sin haber cotizado con fundamento, que diría un conocido. Que están más vistos que las novelas de Marcial Lafuente Estefanía que leíamos en nuestros años mozos a falta de mejores contenidos en aquellos años duros en medio de tantas plataneras.
Y lo de José Vicente, el médico, tanto o más capacitado (en lo del pluriempleo) que el mismísimo Alarcó, de juzgado de guardia: “Golpe de renovación para un Senado eficaz.” Si me lee, lo dudo, me aclarará que es una renovación de ideas. Lo que me dará pie a espetarle que los que se han acostumbrado a vivir en otras latitudes, difícilmente podrán aportar nada nuevo. Si ello fuera posible, ¿Por qué no lo han hecho ya? ¿Cómo se puede llevar tantos cuatrienios en el fregado político y cada vez que la cita electoral es inminente se les enciende la bombilla? Para luego apagarse otra vez, claro. Mejor, oscuro.
Si yo fuera militante, haría una campaña, agrupación por agrupación, para que ninguna propusiera a estos aspirantes. Que comienzan sus particulares campañas sin contar con bases ni pegacarteles. Ninguno, todos fuera. Reincorpórense a sus trabajos y los quiero ver subidos a una escalera amarrando las pancartas de otros que SÍ puedan ilusionar. Pondrían en un buen brete a los comités electorales si desde los pueblos se iniciara una revolución en toda regla.
Lo malo es que sé de buena tinta que otros mucho más jóvenes se postulan para ese paraíso de la gandulería llamado Senado. Será para ir adquiriendo madurez con los culodurmientes derrotados en sus respectivas comunidades autónomas. Y como demando, sobre todo, ejemplaridad, ¿qué me puede ofrecer quien ha sido condenado por la justicia, en dos instancias, por un comportamiento cívico inadecuado? ¿Cómo voy a votar (en el supuesto de que lo hiciese por alguna candidatura; para el Senado deposito desde hace varias convocatorias una papeleta nula) para que me legisle una persona que en su vida privada no es capaz de cumplir con normas elementales de ciudadanía?
Este PSOE de Canarias, tan acostumbrado a conformarse con ir de la mano, necesita una dirigencia de otras miras mucho más amplias. Con los mismos va a ser imposible. Están adocenados.
¿Y del pacto? La décima de la ruptura está elaborada desde hace unas semanas. Pero ahí hay un debate más profundo. Demasiados protagonistas y escasos actores de reparto. ¿Cómo? ¿Olvidarme yo de Pepe Segura? ¿Estás seguro? Si no le ofrecen la capitanía del correíllo La Palma…
Eso, otra día. Hasta mañana.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Ocupación de espacios públicos

El ayuntamiento de Los Realejos, a principios de 2014, recordaba a los responsables de los establecimientos de restauración que tenían de plazo hasta el 8 de febrero de ese año para solicitar la autorización de ocupación del espacio público (aceras) con mesas, sillas, parasoles y otros elementos auxiliares. Amén de la moratoria (dos años) para el pago de las tasas pertinentes, el alcalde matizaba: “Había que buscar un punto de equilibrio entre disponer de una normativa en la que basar el embellecimiento del espacio público de Los Realejos y que al mismo tiempo diera garantías a los empresarios de estos establecimientos y comodidades a los peatones y usuarios de las aceras, terrazas y parques de titularidad pública”. Aclaro que el subrayado es mío. En la normativa reguladora se especifica: “Se debe siempre dejar un espacio en la acera de al menos un metro, de tal manera que se permita el paso de peatones, carritos de niño o sillas de personas con movilidad reducida”. Vuelvo a insistir en lo del subrayado.
Antes de la remodelación, las aceras tenían más de dos metros de ancho y eran estrechas. Ahora son amplísimas, pero no puedes transitar con tranquilidad y debes ir en fila india y sin bultos en los bolsillos.
No me extiendo en otras consideraciones porque con lo expresado me es suficiente para el oportuno comentario. Que lo ceñiré al barrio en el que he vivido la mayor parte de mi existencia, pero que no desconoce don Manuel Domínguez ni la concejala de igualdad, discapacidad, educación y algo más.
En la zona comercial abierta no se están cumpliendo los requisitos que la ordenanza especifica. Ha habido multitud de quejas. En las redes sociales, tan en boga en cualquier foro, he podido leer más de un lamento. En la que, normalmente, se etiqueta a los miembros de la corporación conocidos (amigos) del demandante.
No es que ya no se pueda pasar tranquilamente por la acera, sino que llevar a tu nieto en un carrito se convierte en misión imposible. Y los peor es que como tropieces con una silla ocupada, el cliente te manda una mirada que lo mismo te sugiere a dar la vuelta o a circular, como los coches, por la calzada. Invito a que Manolo meta en uno de esos vehículos de transporte de bebés  a su concejal de juventud (me parece el más adecuado por razones de cometido) y lo pasee por La Longuera, desde El Monturrio hasta la entrada a La Gorvorana y otras urbanizaciones. Y luego (eso sí, crúcelo por el paso de peatones) retorne por la acera de enfrente hasta la escalera que baja a El Marqués. Si supera la prueba de obstáculos sin mayores contratiempos, avíseme por al canal que crea adecuado y voy de rodillas a pedirle excusas al lugar que usted elija. Póngalo lejos, por ser atrevido.
Y digo más. Cuando uno aparca en cualquier lugar autorizado de la citada calle, procura que el culo del coche no invada un milímetro la zona de acera. No tanto porque eso no debe hacerse (aunque así la tienen de porquerías los conductores de aquí estoy yo y jódase el resto), cuanto por la postura recriminatoria del que se toma la cervecita y/o se echa el cigarro al intuir que su silla está en peligro. En más de una ocasión me he ido para la Urbanización Los Potreros, no sea que se arme cualquier altercado sin necesidad alguna.
Puedo entender a la perfección que alternativas había que brindar a los fumadores tras la promulgación de la ley que prohibía hacerlo en el interior de bares, restaurantes y demás. Hasta me da cierta pena cómo hemos convertido en proscritos a los fumadores. Cada uno se muere de lo que le dé la gana. Soy consciente, asimismo, de los gravísimos problemas de salud a que se pueden ver sometidos los no fumadores. No obstante, toda la acera es demasiado. Y si lo llevan haciendo desde ha bastante, será que no se vigilan y se pone freno a los incumplimientos.
Otros lugares son menos transitados por un servidor. Aunque por la zona de San Agustín, con presencia asidua de ediles y allegados, me da que se surten (¿por lo del antiguo surtidor?) más centímetros cuadrados de los inicialmente previstos. ¿O no? Para mí este hecho es como cuando te encuentras un coche aparcado en la acera y no te deja pasar. ¿Me expongo a que me trinque un motorizado bajándome a la calzada o paso por encima del susodicho? Y algo camino.
Bueno, acabo en la zona baja del municipio. De la que se dice en la web institucional lo siguiente: “Cuenta con 6.200 habitantes repartidos en las modernas urbanizaciones que se han desarrollado principalmente en los últimos diez años. Posee vestigios históricos como la Hacienda y Ermita de la Gorborana del siglo XVII y las ruinas del elevador de Aguas de Gordejuela, una construcción de principios del siglo XX que albergó la primera máquina de vapor de Tenerife”.
No coincido en dos cuestiones con lo entrecomillado. Dejo a la consideración de mis apreciados lectores (que los tengo, alcalde, no creas), a qué dos aspectos concretos me refiero.
Estoy contento, si embargo, porque tengo entendido que algo se mueve en torno a la Casona de La Gorvorana. Lo que no acabo de entender muy bien, y por eso me abstengo de opinar, es lo del auditorio. No termino de verlo, pero hablando se entiende la gente. Siempre he tenido claro que debe existir un orden de prioridades. Y cuando el Cine Viera lleva esperando muchísimos años, embarcarnos en otra aventura de recintos de un par de cientos de potenciales espectadores, me parece una tomadura de pelo hacia quienes, por expectativas creadas desde el propio consistorio, vienen reclamando la adecuación de un recinto que ya está, no hay que crearlo ni mandarlo a pedir al extranjero.
Estaremos con la oreja atenta a lo que me cuenten los concejales de los grupos de la oposición. De los del grupo de gobierno poco espero. Ni me leen. Van sobrados. Están en ello. No le propongas nada porque ya ellos lo habían pensado unos siete siglos antes.
Y otro consejo (a este no llegan ni por equivocación). Revisen las leyendas de los núcleos poblacionales, como la arriba expresada, pues debieron ser redactadas en el pasado lejano y, por ejemplo, en lo de los habitantes llama la atención la imprecisión de los más de 7.500 de Realejo Alto, con la seguridad rotunda de los 4.252 de San Agustín (me imagino que incluirá Realejo Bajo, puesto que en este último apartado no vive nadie). Lo que sí se nota, y lo felicito por ello, es la mano ‘fotográfica’ de Isidro Felipe. Excelente labor recopilatoria y de notable incremento del archivo visual.
Hasta mañana.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Reburujar

Reburujar: v. Fv, GC, Tf y Go.  Revolver, enredar lo que estaba ordenado. Como se acababa de levantar, tenía el pelo todo reburujado. Eso indica la Academia Canaria de la Lengua. Todo con mayúscula para destacar que la modalidad del habla en estas islas ha sido altamente valorada por eminentes filólogos (dicho sea con todo cariño a tantos sesudos locutores, oriundos y autóctonos, que un día se van a quedar sin aire al forzar los plurales). Y me temo que hoy, para concluir esta segunda semana de septiembre, vaya a salirme un rebujato (o rebujón: Trazo mal hecho; o mal ajeitado, para seguir en la línea).
Tal fue la cantidad de temas a los que sacarle jugo con los que me tropecé en la tarde de ayer jueves, que seleccionar uno me parecía una irreverencia, una falta de respeto a mis estimados seguidores (alguno de ellos se levanta antes que yo). Vamos allá:
A eso de mediodía regresaba de Las Abiertas (Icod de los Vinos) y escuchaba el programa Tajaraste, de Puchi Méndez. Suelo tener siempre sintonizada en el coche la SER. Qué se le va a hacer. Otras las tengo prohibidas por prescripción facultativa. Como se estaba celebrando una reunión acerca del controvertido tema del mantenimiento del Polígono Industrial Valle de Güímar (el de la raya azul), intervinieron (telefónicamente) el alcalde de Arafo (examigo de Manuel Domínguez) y su homóloga de Candelaria. Ambos, a pesar de sus diferencias ideológicas, coincidieron en la importancia de resolver este asunto y se quejaron de la postura (¿pataleta de niña chica?) de la autora de la pintada, quien no solo no asistió a la reunión, convocada desde hacía un mes, sino que ni siquiera se dignó excusarse. Cuando no se entiende que la gestión constituye el 99,9% de la labor municipal y se escudan en argumentos peregrinos para no reconocer meteduras de pata evidentes, flaco favor se presta a unos vecinos que contemplan atónitos estas veleidades. Por lo relatado, debió la señora Luisa Castro vedar asimismo la presencia del secretario (o secretaria) de la corporación, porque se trataba de concluir la redacción del documento que debe regir el funcionamiento de la Comisión correspondiente. Penoso. Me atrevo a sugerirle por segunda vez en pocos días que se eche un higo.
Uno creía que una campaña electoral se celebraba para debatir programas. Los que finalizan mandato (o legislatura), para poner sobre la mesa sus haberes. Y los aspirantes, para ofrecer alternativas. Pero en Cataluña hemos alcanzado el paroxismo total. No he escuchado que los responsables del gobierno de la Generalitat hayan aportado ni un miligramo de lo que han llevado a cabo en este periodo. Es más, ni los adversarios se lo han demandado. Se trata, única y exclusivamente, de resolver el plebiscito de sí o no a la independencia de esa franja del noreste español. Y las llamadas al electorado van por esa vía. No hay más. Ni aun las pesadas losas de la corrupción que pesan sobre Convergencia, parecen hacer mella. España es diferente fue eslogan utilizado tiempo atrás. Pues Barcelona, y sus satélites, lo es más. Tanto que ni el cabeza de lista de esa candidatura unitaria (un tal Romeva) tiene asegurada la continuidad tras el 27-S, ni que Esquerra se cuestione los millones ‘heredados’ de la familia Pujol, ni si Guardiola se compromete a dejar de entrenar al Bayern München… La unanimidad sí se demuestra con la denominación de la lista de Mas, aunque él haya quedado algo rezagado, como medio de cierre, más bien.
El Hierro, siempre El Hierro, tan pequeño y cuánto juego político da. Los de AHI son de CC, pero no son de CC. Me recuerdan a otros independientes de un pueblo limítrofe al mío. Son escasos, todos tienen un puesto asegurado (o más, como la censurada Melissa), aunque siempre llaves, candados y cerraduras de la gobernabilidad en Canarias. Están y no están. Y si nos vamos, otros novios nos cortejarán. Genio, destreza y valor, y ‘nobleza’ en la mirada. Ramón Méndez y Machín, el Chorizo y el Piñero, se batieron con honor en la arena del terrero. Ya comienza la luchada, la gente en la grada espera, para ver cómo se agarra el Pollito de Frontera. En La Hoya del Morcillo, yo bregué con Barbuzano, me pegó fuerte cadera, nada más soltar la mano…. ¡Ay!, amigo Inocencio, esto es de locos. Tendremos que retirarnos unos meses en La Galana.
Se ha descubierto el ejemplar más antiguo del género homínido: El Homo Naledi. Elegante, aunque algo bajito, de poco peso (en consonancia con la estatura) y un cerebro del tamaño de una naranja. La información no detalla la marca de la fruta. Porque si tú vas al supermercado, están las chinas o mandarinas, muy pequeñas, hasta unas grandotas, que debieron ser alimentadas con algún suplemento. Pues yo creo que esta especie (lo digo por el cerebro) ya se había descubierto desde mucho antes en algunas emisoras de radio y televisión. Y como me dijo cierta vez un alumno en el IES, te lo puedo demostrar científicamente. Me bastaría con citar algún episodio religioso y festivo.
Para el final: la guinda:
El oportunismo político del grupo popular realejero raya la indecencia, el cinismo más grosero y la incoherencia más abyecta. Tras siete años de tener recurrida (sí, ustedes, que proceden del mismo planeta que los que firmaron el recurso) la ley 13/2005 (la del matrimonio homosexual, para entendernos), tras haber votado negativamente en una sesión plenaria la propuesta de retirarlo (porque son cosas de Madrid; como si los de la capital, Mariano, Soraya, Cospedal y resto de la mesnada, fuesen socialistas de toda la vida), tras pasarse por la cueva del Roque Chico ciertos acuerdos a los que se vota sí, pero no, van y se sacan la foto del rédito (de la ignominia, más bien) con la primera pareja realejera que se unió en matrimonio hace diez años. Patética la foto con Adolfo portando la tarta y enternecedora la sonrisa de la concejala de igualdad y discapacidad. Si Diógenes levantara la cabeza y vislumbrase a estos Alejandros de turno, se encerraría para siempre jamás en su tinaja o barril. Es la misma obscenidad demostrada por la cúpula nacional cuando a raíz de la sentencia del TC (2012) que declaraba constitucional, por amplísima mayoría, el matrimonio entre personas del mismo sexo, salieron con el manual de instrucciones a proclamar las bondades y excelencias de lo que habían negado hasta dos minutos antes. Ya lo tenemos asumido en el partido, dijeron al unísono. Y ahora mismo se hallan en la disyuntiva de si asistir o no a la boda de Javier Maroto (nombrado vicesecretario como figurín, pantalla y nosotros también somos progres) con su pareja, José María Rodríguez, tras una relación de 19 años. No, quizás Rajoy se halle muy ocupado en la cruzada catalana. Son más falsos que un billete de dieciocho euros. Tanto como el mismísimo Cascos (no, ya ese no es de los nuestros) que vota en contra de la ley del aborto, pero, aprovechando que el Sella no lleva excesivo caudal, ya se ha casado tres veces. A lo peor hallamos ejemplos más cercanos, mucho más. Sin tener que ir a Vitoria. ¿Impúdicos? Como mínimo, sí.
Y ya está. Voy a descansar.